16/09/2025

Da Senra á Porta do Camiño: Banda Municipal en As Praterías

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal en As Praterías, día 18, a las 19´30, dirigida por su titular Casiano Mouriño Maquieira, siempre que el tiempo resulte propicio, con obras e Chuck Mangione, en arreglo de N.Iwai, Dmtri Shostakovich, Manuel F. Caballero, una arreglo de Jerry Nowak, sobre temas popularizados por Franck Sinatra (La Voz de los crooners, por excelencia) y Alfred Reed. Chuck Mangione, Children of Sánchez, pudo conocer en vivo a músicos como Art Blakey  y Dizzy Gillespie, llegando a tener una gran formación dentro de los estilos jazzísticos, por sus estudios en la Eastman School of Music y probar como arreglista con el Jazz Brothers Group y los Jazz Messengers, asistiendo a giras entre grandes convocatorias, probando con variados géneros entre los que cabían bandas sonoras para filmes, mientras mantenía activo un cuarteto que llegaba a todo tipo de aficionados, especialmente entre el público más joven. Creó su propio sello Sagoma (1974), junto a su hermano y el saxofonista Gerry Niewood, además de fundar una editorial. Chuck y Gap, reactivaron los Jazz Brothers, con Sal Nestico, el contrabajista Gordon Johnson y el percusionista Adam Nussbaum. Destacó por el cuidado de las recreaciones sonoras dirigidas a trabajos como Eyes of The Veiled Temptress o Hill Where The Lord Hides.

Dmtri Shostakovich con la frecuente Suite de jazz, no 1, en arreglo de J. de Meij, una de sus dos suites  de popular dominio y que puede encuadrarse entre trabajos realizados para el espacio escénico, desde el cine al teatro, obras como Hamlet, de comienzos de los años treinta, para un producción de Akimov; La chinche, de Maiakovski; la Obertura festival (1947); los Cantos revolucionarios, compuestos para el filme Las jornadas de Volotchaievk y arreglos de conocidas canciones como Tea for two (Tahiti trot). Será el Shoskakovich sinfónico el que consiga sus mejores obras, junto a la su ópera Katherina Ismailova. De la Segunda Suite de jazz, sus tiempos March, Folk dances, Vals nº 2 y Finale.

Manuel Fernández Caballero- una selección de la zarzuela cómica Gigantes y cabezudos- , estrenada en el Teatro de La Zarzuela el 29 de noviembre de 1898, para la que tendría como artistas de relumbrón a Lucrecia Arana; Nieves González; la Srta Arizmendi; el galán Julián Romea, artista de se hará un nombre durante varias generaciones o Juan Orejón. La crítica, frente a las limitaciones del libreto, resaltaría las calidades de la partitura, aceptando en columna como las de El Liberal, que no pasarían los años por el maestro Caballero, cuya inspiración se mantenía ágil, fresca y juvenil y cuyo arte no perdería comba. La prestancia de Fernández Caballero, en un momento posiblemente crítico para el género, alcanzaría la plenitud, a pesar de ser acosado por las renovadoras tendencias, que le acusaban del abuso de recursos ciertamente veristas, cargado sobre sus hombros el peso de ser calificada como otra zarzuela del montón. El libreto pertenecía a Miguel Echegaray, zarandeado en aquellos años por los sectores más recalcitrantes, a pesar de su insistencia de dar al público lo que justamente demandaba. Las escasas acogidas recibidas tras el estreno, podrían haber sido a cuenta de un libreto trasnochado, destacando la presencia intercalada de la típica y resultona habanera –Ya sabemos por qué ésa es valiente-, o el recurso ingenioso de ofrecer una suite uniendo varias danzas populares, desde la polka al vals- El Ayuntamiento está reunido- pasando por la jota- Anda ve, y dile al Alcalde-además de la hermosa romanza de Pilar.

Sinatra in Concert-éxitos en selección del crooner por antonomasia, realizado por Jerry Nowak (1936/ 2015), veterano composición especializado en adaptaciones y arreglos, tras estudiar en el Buck County Community College y en Pennsylvania, llegando a promocionar agrupaciones jazzísticas durante varias décadas. Un maestro de vieja escuela, y que gustaría en trabajar sobre músicas populares. Tuvo su propio Philhadelphia Sax Quartet (1958). Sinatra, había comenzado su aventura como miembro de The Hoboken Four, allá por 1935, obteniendo el Primer galardón como Major-Bowes Amateur Hour. Llegó a presentarse como solista en el Rustin Cabin de Alpine (New Jersey), preparando la publicación de su primer disco The Botton of My Heart (1940) y triunfar en el Paramount Theatre neoyorquino, su acercamiento al jazz será otra de sus señas  de identidad y en sus últimos años, en una gira de despedidas, recaló en nuestro país ofreciendo un concierto que no llegó a conseguir los éxitos esperados, a pesar de una buena cobertura publicitaria que coincidiría con la publicación de una serie de registros discográficos tomados de sus años gloriosos, lo más destacado de sus experiencias con el swing, junto a artistas como Billy Mai, Duke Ellington, Woody Herman, Neal Hefti. El cine no dejó de atraerle, en películas como On the Town, The Man with the Golden Arm, High Society o Some Came Running.

Alfred Reed (1921/2005), parece compositor abonado a las programaciones de la Banda Municipal, músico con formación en la Juiliard School neoyorquina y que como patrón de creación, sabría compaginar con talento los materiales tomados de las corrientes latinas como es el caso precisamente de la Second Suite for Band Latino-Mexicana(1978), en sus tiempos Son Montuno, Tango Sargasso, Serenade, Guaracha y Paso Double (A la Corrida). Jalones en su carrera, habían sido What Child is This?, Lumberjack; A Jubilate Overture; A Ceremonial Fanfare; First Suite for Band; Fashion Show American Sketches; la Fantasy sobre Greensleeves, entre sobrados compromisos para las cadenas NBC y ABC . Entre otras iniciativas, colaboró frecuentemente con el compositor Clifoton Williams, a lo largo de toda una década.

Ramón García Balado

15/09/2025

Concertos nos barrios, con la RFG, dirigida por Baldur Brönnimann

 Santiago de Compostela


Cinco conciertos como viene siendo habitual al comienzo de cada temporada, en la programación de la RFG, con su titular Baldur Brönnimann, con una selección de paginas instrumentales en las que no faltan piezas de dominio público y otras en calidad de posible descubrimiento ante un público que se pretende de lo más diverso. Lugares que nos llevan desde el Centro Cultural de Sta Marta- día 18, a las 19´30 h-, a la Igrexa de Santo Agostiño, al día siguiente a la misma hora, para proseguir el día 24, en A Casa das Máquinas; el día 25, en la Igrexa de Santa María da Mercede de Conxo y completar el día 26, en el Centro Comercial de Área Central, todos ellos a la misma hora. Un patrón para esta temporada, que incluirá pequeñas obras en estreno, comenzando precisamente con una obra de Inés Badalo, entre composiciones de Hans Abrahamsen y P. I. Tchaikovski, con su Sinfonía nº 1, en Sol m. (Sueños de invierno).

Juan Durán, primero en la relación de estos compositores, aportará Cometa, un encargo de la propia orquesta. Durán estrenó recientemente su ópera Hildegart, dentro de los compromisos con el LittleOpera Festival, de Zamora, a mediados del pasado mes de julio y que se puso en escena en el Teatro Ramón Carrión, bajo la dirección de Lucía Marín, teniendo como protagonistas a Sandra Fernández, Sonia de Munck, Javier Franco y César Arrieta, y la aportación en la puesta escénica de Alberto Trijueque Pegalajar. La segunda producción se ofrecería en el Teatro Principal, con un reparto en el que estarían Anna Kabrera, Mar Morán, Juan Ramos, Mauro Pedrero, Arantxa Ezenarro, David Cervera y Alejandro Sánchez, para El Duelo Mozart vs. Salieri, una recreación de la falsa rivalidad, a partir de un programa que reunía Prima la musica e poi le parole, junto a El empresario teatral (Der Schauspieldirektor), K. 486, de W. A. Mozart. Juan Durán había compuesto un ballet en estreno, Hildegart, en siete escenas, obra encargo de la RFG, obra destinada para la apertura de la temporada  2021/2, bajo la dirección de Paul Daniel. Recordaremos su ópera O arame, incluida en las programaciones de Amigos de la Ópera de A Coruña, y que tuvo registro en cd, bajo la dirección de Maximino Zumalave, con los protagonismos de Carmen Durán, Javier  Franco, los bailarines Caterina Varela y Alexis Fernández, con el Grupo Instrumental Siglo XX, sobre un libreto del añorado Manuel Lourenzo.

W. A. Mozart, con la obertura de Le Nozze di Figaro K. 492,commedia per musica, estrenada en el Burgtheater Wien en la primavera de 1786, con un maestro en la plenitud de su carrera. Stefan Kunze, con su preciso estilete, dejará escrito que en las tres grandes comedias musicales italianas de Mozart,  Le Nozze di Figaro, Don Giovanni y Cossí fan tutte, y en cada una de ellas de un modo singular- inconfundible, el clasicismo musical se reveló ejemplarmente como teatro. Cada una de estas comedias, es un mundo completo y total en sí mismo; cada una tiene su propio tono, su propia fisonomía y su sentido peculiar. La concepción clasicista de la obra, en la que lo general se constituía exclusivamente como peculiar, incluía también plenamente la dimensión de la escénica. En las tres grandes óperas bufas del salzburgués, no solo aparece la suprema acuñación de la idea de la comedia, sino sobre todo la síntesis del teatro musical, más allá de todas las relativizaciones de las que a partir de los intentos reformistas de C.W. Gluck, hasta el drama musical de Wagner, no queda completamente al margen ninguna forma de teatro musical. La aproximación a lo aparentemente humano, parece alcanzar su máxima cota cuando no se ha erigido en programa.

Edward Elgar- Salut d´amour Op. 12- página de juventud compuesta en 1888, tomando como argumento un poema de su apreciada Caroline  Alice Roberts, titulado  The Wind at Dawn, una inspiración en forma de sonata para violín y piano, que permitirá posibles tratamientos para violín o chelo y piano, llegando en breve a un trabajo para pequeña orquesta. Obrita especialmente querida por el compositor, consecuencia imperecedera de una relación afectiva que abarcará toda su vida.  La orquestación definitiva será consecuencia de una experiencia irrenunciable, convirtiéndose en una de sus obras más apreciadas, un orquestación que se dará a conocer en el prestigioso Crystal Palace, el en mes de noviembre de 1889, contando con la dirección de August Manns.

Antonin Dvorak- Serenata en Re m. Op. 44, en dos de sus primeros tiempos-, obra para diez instrumentos de viento, chelo y contrabajo, que se daría a conocer el 17 de noviembre de 1878, en Praga, en esencia para un efectivo de dos oboes, dos clarinetes, dos fagotes, ad libitum, tres trompas, un chelo y un contrabajo, diferenciándose del planteamiento de la Serenata de cuerdas, resultando con ello un trabajo resueltamente dinámico, con una proyección de mayores ambiciones en lo sonoro, y que consigue impactar de inmediato entre los aficionados a creaciones dentro de estos estilos que se inspiran con conocimientos de causa en las tradiciones que el compositor supo dejarnos en la inmensa mayoría de sus obras, en las que también tiene cabida sus óperas más logradas. Cuatro son los tiempos de esta Serenata, de la que escucharemos el Moderato quasi marcia, sencillo y distendido y el Tempo di minuetto, que viene a ser musicalmente una forma de susedska.

Louise Farrenc (184/75)- Sinfonía nº 3, en Sol m. Op. 36, de la que tendremos el primer movimiento-, obra de 1847, de esta compositora francesa, hija  de Jacques- Edme Dumont, y que llegaría a ser apreciada como gran pianista tras sus estudios con Cecile Soria, alumna de Muzio Clementi, detalle que repercutirá en Louise, que conocerá también las docencias de Ignaz Moscheles y Johann Nepomuk Hummel o Antonin Reija, quienes le transmitirán sus dominios en el ejercicio de la composición, cuyo resultado serán obras sinfónicas como la escogida. Se casó con Aristide Farrenc, un destacado flautista, virtuoso que frecuentaba el entorno de La Sorbonne, gracias a la abundancia de conciertos compartidos. La dedicación a los concierto como solista, ocuparon una atención de su carrera, de la que no faltaron las composiciones entre los géneros más diversos, destacando en gran medida sus creaciones camerísticas como los Quintetos para piano Op. 30 y 31, el Noneto para viento y cuerdas Op. 38 o el Trío para clarinete (o violín, chelo y piano Op. 44.

Wojciech Kilar- Orawa-, compositor polaco, autor de bandas sonoras como Drácula, de Francis Ford Coppola o El pianista, de Roman Polanski, lo que facilitaría el sobrenombre de creador que supo poner música al miedo, dejando un importante espacio a las creaciones sacras y compromisos en el ámbito contemporáneo. Un perfecto creador en la cuerda de Krysztof Penderecki y Henryk  Górecki, salvando las comprensibles diferencias estilísticas y conceptuales, músicos que evidentemente, revolucionaron la escena polaca de su época. Entre sus obras de mención, en esa etapa sonorista: Riff 62 (1962); Générique (1963) o Upstairs- Downstairs. Algo debía a sus estudios en Darmstadt, cuyos rígidos planteamientos eran recibidos como una negación de la expresión individual.  El eclecticismo consecuente, se verá en obras como Orawa (1986); Bogurdozica (1975), con ritmos acentuados, para coro y gran orquesta; Exodus (1981) o Angelus, ambas para coro y orquesta; y la destacada Quinta Sinfonía (Adviento) a la que se añade el Magnificat, de 2006, marcado por una simplificación del lenguaje.

Beethoven- Sinfonía nº 1, en Do M. Op. 21, de la que se ofrece el Primer movimiento- su primera experiencia en el género, compuesta cuando frisaba la treintena, y que afirma esas primeras razones en el  Adagio molto, Allegro con brio, una obra que en su conjunto, llegaron hasta nosotros los primeros esbozos, indiscutiblemente a él atribuidos, si bien no ofrecidos en la catalogación oficia, de la denominada Sinfonía de Jena, página que se remonta a los años 1794/5, y que fueron descubiertos en la tardía fecha de 1911, por Fritz Stein, en los archivos musicales de la ciudad alemana cuyo nombre ostentan. El autor esperó años antes de enfrentarse nuevamente al género sinfónico, género considerado en la época un terreno de experimentación bastante más estimulante a lo que resulta un entretenimiento frívolo.

Ramón García Balado

12/09/2025

Nikola Tanaskovic redondea la exposición Barrocracia de Rubén Panete

 MUNCYT, A Coruña


Concierto en MUNCYT de A Coruña con el acordeonista Nikola Tanaskovic- día 14, a las 12´30 h.- con un programa a la medida de una exposición rompedora por los elementos sobre los que investigó Rubén Panete y que encontrará los sonidos precisos a partir de los recursos poliédricos que aporta el acordeón de un instrumentista que ha colaborado con Jesús Torres, Sofía Gubaidulina, Ramón Lazcano, Fabià Santcovsky, Aitor Furundarena, Enrique Bustos, Félix Ibarrondo, realizando registros como Omnia Ubique, un proyecto con obras de Félix Ibarrondo y una colaboración con el Trío Arbós, junto a la O.S. de RTVE. Estudió en Musikene con Iñaki Alberdi, tras seguir masters con Janne Rättyä, Tibor Matz, Mika Väyrynen, Alexey Artemmyer y Yuri Shishakin. Fue galardonado con primeros premios como el LVIII Trophee Mondiale d´ Acordeón (Sarajevo); el XXXII de la Accademie Pula (Croacia) y el LXXVIII, de Juventudes Musicales  (Girona). Pasó  por la Escuela Katarina Gurska, en donde tuvo como maestro a A.L. Castaño y la temporada pasada fue elegido en los ciclos de jóvenes de la Fundación Juan March, el 30 de marzo de 2024, ofreciendo en programa obras de Jurgen Danzer, Johann Sebastian Bach, Ramón Lazcano, Sofía Gubaidulina- precisamente con la pieza incluida en el programa anunciado, De profundis clamavi ad te Domino, composición que se presta a un tratamiento en larga extensión de las posibilidades de los clusters  y otras posibilidades expresivas, compositora con la que siempre mantuvo una relación de trato personal- para completar aquella matinal, otras obras de Enric Granados, por la Oriental de las Danzas españolas y una serie de variaciones tomadas de W. A. Mozart.

Toshio Hosokawa- Melodia (1979)-, compositor que viene a ser un puente entre culturas orientales y occidentales, aspecto que la convirtió en uno de los creadores con mayor presencia en certámenes de músicas de nuestro tiempo, labor que reparte entre la creación propiamente dicha y las iniciativas interpretativas, aceptando la importancia de sus estudios ya en Europa, concretamente en Berlín, con Isang Yung, en piano y con Rolf Kuhnert, en teoría musical, preparando de esta forma su incorporación a los Cursos de Darmstadt, en donde presentará obras primerizas, antes de que en 1982, con motivo del centenario de la Berliner Philharmonisches Orchester, reciba un galardón de reconocimiento. Andando el tiempo, ya en los noventa, sería invitado a participar en la Bienal de Venecia, estrenando su primera ópera Vision of Lear, en la Bienal de Munich, tras dar a conocer el Concierto para chelo, en memoria de Toru Takemitsu. El Festival de Aix-en-Provence, le acogió en el Teatro Jeu de Pomme, en un único espectáculo abierto y con gran acogida Hanjo, tomando como argumento una obra de teatro nô, perteneciente a Yukio Mishima (1925/70), obra en un solo acto y de considerable fuerza expresiva. Obra preferentemente testimonial, será Voiceless Voice in Hiroshima, que conseguirá importante divulgación gracias al protagonismo de Nathalie Stutztmann, Theresa Kohläufl, Tim  Schwarzmeier, August Zimer, el Chor des Bayerischen Rundfunks, bajo la dirección de Sylvain Cambreling, una obra compuesta entre los años 1989/2001. Fueron también importantes en otro ámbito, las obras dedicadas al órgano, Deep Silence, destinada para acordeón; Koto-Uta, para voz y un instrumento tradicional, el koto y que se maneja con cuerdas percutidas; Gaguku, composición con raíces en las influencias isleñas. No podremos dejar al margen el encargo recibido del Festival de Salzburgo, por so obra orquestal Circulatin Ocean, para su estreno con la Wien Philharmic O., un trabajo el suyo, de permanente y profunda indagación a través de las corrientes de confluencia, destacando los factores y elementos tímbricos en una amalgama de aproximación estilística.

 José María Sánchez- Verdú-Arquitecturas del silencio- obra para mantener el pulso con las pretensiones sonoras y acústicas del acordeón, es un músico de primera final en el que descubrimos ciertas afinidades con Salvatore Sciarrino e incluso el último Luigi Nono, al que se concedió un protagonismo sobresaliente en la edición del Festival Resis, de 2024, tirando de ancestro, vislumbrados en su obra una atracción irresistible por el distante legado de ancestrales culturas islámicas perdidas en el imaginario colectivo incorporando en sus lenguajes musicales modismo que darán personalidad al conjunto de su obra, partiendo de largos acordes (masas de sonidos casi homofónicos) enriquecidos con singulares aportaciones tímbricas, en beneficio de la consecución de esa búsqueda de una profundidad expresiva que resuman la trayectoria de sus ambiciones. El Sánchez- Verdú que alcanza los mejores medios expresivos en trabajos como Paisajes del placer y de la culpa, y no en menor grado, en la resolución que se descubre en Quabiyyat, partiendo de un estimulo provocado por la inserción estimulante de un lejano canto tomado imaginariamente de enriquecedoras ornamentaciones de ancestrales litúrgicas ibéricas, similares a las que tantas veces han servido de labor de campo a los investigadores de las formas del Medievo, ahora tan en boga, con ejemplos como Maqbara, aplicables a ritmos y timbres de ansiada procedencia árabe (Qasid 7). Arquitecturas de la ausencia-para ocho chelos-, resulta un excelente punto de comparación, auténtica obra primigenia, reafirmada por su especie de obra escénica Aura, que nos lleva a la poética de Carlos Fuentes.

Arne Nordheim- Flashing-, compositor noruego, ocupa la entrada de la sesión, artista que aúna con perspicacia los recursos de fusión más intricados, y que en algunos aspectos limita en su evolución con Peter Maxwell Davies, y hasta con la herencia del nacionalista- romántico Jan Sibelius, salvando las distancias de estilismos evidentes, acentuando en su voluntad la ansiedad de recrear paisajes nórdicos, en un libre vuelo al que imprime su propio concepto, ayudándose de especiales sonoridades en las que las vanguardias manifiestan una actitud renovadora, tanto desde las obras camerísticas de pequeño formato como en las que talante sinfónico. Paisajismos que descubrimos en Aurora borealis o Solitaire y ya dentro de las de mayores recursos, obras como Epitaffio o Canzona. La escuela polaca de vanguardia, influirá sobre sus trabajos, incorporando con seguridad los recursos de medios electrónicos, con reconocidas deudas con el maestro Krysztof Penderecki, compositor ciertamente infrecuente y que sin el menor obstáculo, se ha decidido por adentrarse en el abanico casi inagotable de los recursos electroacústicos. Su estilo quedaría definido desde el ciclo de canciones Aftonland  (1957), para soprano y quinteto de cuerdas con percusión, tomando textos de Par Lagequist.

Ramón García Balado

10/09/2025

Da Praza de Abastos ao Obradoiro: Banda Municipal

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela


Comienzo de temporada de la Banda Municipal de Santiago, dirigida por su titular Casiano Mouriño Maquieira, con un programa  de la serie Paseos, que nos llevan desde A Praza de Abastos ao Obradoiro- As Praterías, día 11 a las 19´00 h., siempre que las circunstancias resulten propicias-, para ofrecernos una selección de obras de Ricardo Dorado, en la popular Torre de Oro-, la obertura de la opereta cómico- mitológica Die schöne Galathee, de Franz von Suppé, cuyo nombre real era Franceco Ezechiele Ermenegildo Cavaliere Supée Demelli (1819/95), para complicar su historia en lo posible y en arreglo de P. J. Molenaar; selección igualmente de la celebérrima zarzuela La Gran Via;  Lenda de Montelongo, de Bernardo del Río, en transcripción de Javier Jurado, escenas galegas  de 1924: Na fiada; canción popular y Camiño da foliada, entremezcladas con Os Passaros do Brasil: Passaros colorados; Pomba triste y Os passaros de Carnaval, de Kees Vlak

Ricardo Dorado, docente y compositor, ejerció profesionalmente en la Banda de Música de la Ac. Militar de Madrid, logrando sus mejores resultados entre los años 1950 y 1960, consiguiendo un prestigio notable antes de llegar a ser Músico Mayor y Director de la Banda Civil y profesor de compositor en los frentes más diversos, en el Real Conservatorio de Madrid, dejando obras de referencia como Fiesta gitana. Paso zambra; Zoraida; Danza oriental o La novia de Portugal. Entre sus alumnos, destacaría Claudio Prieto.  Para alegría de aficionados, la obertura de Die schöne Galathee (La Bella Galatea),de Franz von Suppé,  estrenada en septiembre de 1865,  en el Karl- Theater Wien, opereta cómico- mitológica, en un acto, sobre libreto de Poly  Henrion (Leopold Karl Dietmar Kohl von Kohlenegg, de nombre real), opereta que hace alusión a otra opereta de gran cartel, La Bella Helena, de Jacques Offenbach y que nos trasladaba a una figura de singular belleza de origen mitológico, inaugurando compositor y libretista un estilo que se acercaba sin pudor a las formas del travestismo desenvuelto, destacando los personajes de Pigmalión; Gamímedes su fiel vasallo; Midas, un rendido entusiasta del arte sin remilgos ni reproches, para conceder el tono de prestigio, Galathea, la estatua, a los que secundan un coro de mujeres y voces adolescentes, asistidos por una orquesta de preciso relumbrón.  Von Suppé, en puro estado de gracia, se dejará arrastrar por la tentación de un género definitivamente asumido, en el que tendrán cabida otras obras como Der Pensionat; Zehn und Kein Man (Diez muchachas y ningún hombre); Flotte Bursche (Muchachos alegres); Leichte Kavallerie (Caballería ligera) o Banditenstreiche (Bromas de bandidos).

Selección de La Gran Via- revista madrileña cómico- lírica, en un acto y cinco cuadros, mano a mano entre Federico Chueca y Joaquín Valderde, sobre libreto de Felipe Pérez González, destinado a uno de los regios coliseos el género en aquellos años, el Teatro Felipe, de Madrid, que conocería su estreno el 2 de julio de 1886. De los números musicales, han destacado permanentemente la introducción y polca de las Calles-Somos las calles, somos las plazas; el vals del Caballero de Gracia, acompañado de coro, Caballero de Gracia, me llaman; los diversos intermedios de jugoso enganche; el irresistible tango de la Menegilda, Pobre chica, la que tiene que servir; el tango de Doña Virtudes, Pobres amas, respuesta en toda regla; la jota de los Ratas, un apunte obligado de picaresca, Soy el rata primero; el coro de adolescentes Yo de la yernocracia; la mazurka de Los marineritos; Somos los marineritos; el schottisch del Elíseo Madrileño, Yo soy el Elisedo o el Final con el coro al alimón, La , ra, ra, la…Vagamente, una historieta de convulsión social sin excesivas pretensiones consiguiendo por ello una aceptación inmediata que no ha perdido su gracejo hasta nuestros días, tal cual comprobamos por las veces en que se lleva a escena, permitiendo de largo atrevidas innovaciones, ajenas a la época en la que fue escrita.

Kees Vlak (1938/2014), había sido trompetista en la banda de su padre y también un dotado clarinetista en la Waterlands Fanare Orchestra, en Niuwendam (Amsterdam), un talento precoz que pronto dejará noticia de su valía, en medios como la Orquesta de la Radio Holandesa, tras su estudios de piano con Jaap Callenbach, antes de dedicarse a la trompeta con Marinus Komst, probando como miembro de su orquesta, para ampliar en composición en el Muzieklyceum, de Amsterdam, y en la Berkeley of San Francisco (California), repartiendo de inmediato sus compromisos profesionales con importantes orquestas a nivel internacional, en los que tendrían cabida los espectáculos de variedades, el teatro y las artes escénicas en general. Fue colega de Ru van Veen, con el que estuvo doce años, aunque por casuales indisposiciones, se vio obligado a dejar la trompeta. Ganó el Prix of Hilvarenbeek, con su Western Rhapsodie, punto de arranque de esa carrera de gran futuro, que tendrá resultados con Paso Cabajo; Concierto del Caribe; Around the World y el ciclo destinado para bandas. Passaros do Brasil, obra emblemática, es un trabajo de 1997, al que seguirá La Citadella, para banda de viento.

Bernardo del Río- A Lenda de Montelongo, en arreglo de Javier Jurado, músico que fue director de la Banda Municipal de Santiago y de cuyas referencias tenemos constancia en el trabajo: La Banda Municipal de Santiago. Música en las Compostelanas rúas, desde 1848, de Beatriz Cancela Montes, quien supo destacar la importancia de sus arreglos musicales , mientras componía los pasodobles Aires de Miña terra, Compostela, Cantigas e Agarimos; Gratitud, Lembranza o 23 de Noviembre,  muiñeiras y jotas del estilo San  Benetiño, ¡Arde o eixo, Marica! ¡Leria, leria! o Queicoas, además de la obra en tres  tiempos Escenas populares galegas y la famosa rapsodia de su propia zarzuela A Lenda de Monteongo. También destacan obras para orfeones y coros, como son O pandeiro requinica; Foliada de Pontevedra; Foliada de Carril; Coloradiña de cara; Foliada de Santiago;  Miña Rosiña; Para cal´o corazón; Meu ben capeal´o vento; A Virxe de Guadalupe; ¡Ay meu ben!; Pandereitada da montaña; Cantiga de Palas de Rei; Marica foi ó muiño; Vindo do Faro; O chascarraschás o el Alalá de Padrón, entre tantas otras.

Ramón García Balado

08/09/2025

Una Carmen cuartelera y bulliciosa

  Palacio de la Ópera, A Coruña, días 5 y 7 de septiembre


Una producción artísticamente dirigida por Gianluca Martinenghi, a la OSG,  para un trabajo escénico de Calixto Bieito, con la colaboración del Coro Gaos de Fernando Briones y la Coral Xuvenil Cantabile, de Pablo Carballido, destacando como solistas Sofija Petrovic (Carmen); Oreste Cosimo (Don José); Jean-Fernand Setti (Escamillo); María José Moreno (Micalea); Susana García Zas (Frasquita); Jacobo Rubianes (Zúniga); Pedro Martínez Tapia (Morales); Gabriel Alonso (Le Dancaire) y  Eduardo Pomares Sainz (Le Remendado). Un recordatorio In memoriam, dedicado al dramaturgo Manuel Lourenzo

La puesta escénica de Calixtino Bieito, no supondría sorpresa alguna por su descarado desplante en cuanto a la simpleza de recursos, un objetivo a un ostensible minimalismo  a cuestas de un espacio escénico bajo mínimos y una caracterización de secundarios tratado como una tropa de legionarios que no dejaron de provocar actitudes de desplante, para salir del paso sin mayores requerimientos en los que el último acento lo pondría Alfons Flores con un diseño carente de toda ambición, una concesión para que los integrantes de los coros Gaos y Cantabile, sintiesen la posibilidad de acaparar un reconocible protagonismo sin dejar en entredicho ese espacio difícil de resolver.  Carmen concentraba elementos de ópera más típicos ya que en su libreto  nos plantea la categoría típica de las grandes  óperas literarias con todas sus incoherencias. Así pues, el examen del libreto no nos permitía descubrir elementos imprevistos. El papel del personaje femenino principal, está  escrito para una voz de contralto (o bien mezzo-soprano), con mínimos precedentes en toda la historia de la música. La ambigüedad del personaje de Don José, aparece pues  como la encarnación misma de todas las cualidades viriles, como una especie de ser simple y brutal, de voluntad pura y que toma decisiones rápidas sin dudas ni dificultades, que se debate entre el deber y la pasión, sometido en  cierto sentido por su madre. Micaela, fue la joven fresca y pura. En casi todas las óperas que incluyen a la vez un papel de soprano y uno de mezzo, ésta desempeña un papel secundario. Por el contrario, en este caso se establece la relación inversa: El personaje de Micaela (añadido por Meilhac  y Halévy), se subordina desde todos los puntos de vista al de Carmen. Esta inversión del equilibrio tradicional de la relación de determinados personajes típicos de la ópera, acusa también, además de la individualidad de Carmen, uno de los rasgos más contradictorios de esta ópera.

En Carmen el amor es tema aparentemente esencial, el objeto de todas las búsquedas y la fuente de todas las desgracias: Don José se pierde porque se enamora locamente de Carmen y todos sus actos se justifican por la necesidad de apaciguar su soif amoureuse y por dar rienda suelta a su pasión por la gitana. Carmen se ha transformado en un símbolo erótico porque utilizada su cuerpo como un cebo y su meneo es semejante al de una potranca, así como su vestimenta muy atrevida, una gitana española que actúa por sus pulsiones, como un animal, sin reflexionar, una belleza extraña y salvaje con su expresión voluptuosa y feroz a la vez.

 Bizet no teme de ninguna manera mezclar estilos diferentes; los funde  en una síntesis perfectamente compacta. La  fría acogida de esta opéra- comique, el 3 de marzo de 1875, en la que la pasión amorosa de Don José se ve desbordada por la  gitana Carmen, se debió con claridad al tema o a la música, ya que ambas ofrecían motivos de rechazo, teniendo a Carmen como centro de la acción, que induce al soldado a la deserción, mientras canta y baila en los tugurios, culminará con el conocido final  trágico. Un ambiente social tildado de anárquico que nos deja a Carmen como mujer impúdica que dejará como rastro la prohibición de asistencia de menores. Una figura equiparable a Don Juan, Hamlet o Fausto y que en cierto modo nos acerca a las mujeres liberadas de generaciones después. Solo unos pocos compases del comienzo, anuncian su trágico final, con su leitmotiv de tintes patéticos, por su ritmo exótico y atmósfera amenazante. Más allá del estigma de mujer fatal, es diferente de la Salome (Strauss) o Lulú (Berg), no siendo ella quien conquiste a los hombres, sino que son ellos los que la persiguen. Ella presiente que quizás existe una dependencia mayor que la mera sexualidad, al constatar que Don José no sólo quiere poseer su cuerpo, sino también su alma. Carmen no conoce pasado ni futuro, sólo vive el instante y el amor no está presente en su horizonte como un antojo transitorio. Una vida urgida por la necesidad de cambio, sin otra elección, mientras coquetea con Zúñiga y con Escamillo, no hay diferencias ostensibles, reafirmándose en la inconstancia. Duelo o dúo amoroso con Don José: No se puede hablar de dúos ya que ninguno de ellos mantiene las convenciones de los dúos amorosos italianos o franceses, en los cuales las  voces de ambos cantantes se aúna logrando una tranquila armonía. Ellos se marcan tres estaciones en la acción: la seducción, el conflicto y la resolución trágica. Bizet renuncia al mundo tradicional de la opéra-comique, y la seguidilla, como tonada provocativa, es arte central recitativa que deja espacio al dúo. Don José perdió su voluntad cediendo a los caprichos de Carmen. La versión recitada y su historia, con el estreno en su forma original,  la sucesión de diálogos hablados y piezas musicales, no resultaría indicada para su representación fuera de Francia, desde la primera vienesa.  Ernest Giraud se animó a completarla con renovados recitados. En esta forma, acercando la antigua ópera- comique a la grand –opéra, será como definitivamente quede aceptada. Sólo en Francia donde garantizará un equitativo reconocimiento, en 1883, que se representará intacta en su versión  original. La legendaria puesta de Walter Felsenstein, en la Berlin Comischeoper (1949), supondrá un hito que imitarán otros teatros, con las consiguientes grabaciones, en estas versiones acostumbradas. Lo sorprendente e impresionante de su recreación atmosférica, va más allá de una descripción de temas populares, sino por el fruto logrado por el ingenio del compositor, un apunte reseñable, lo hallaremos en los orígenes profesionales en el espacio de la opereta, recuperados con cierta licencia en esta opéra- comique, con las experiencias en Roma logradas por Don Procopio y la Guzla de l´elimir, títulos ubicables en el género bufo, al que no regresará en su vuelta a Francia y cuya tentativa encontraremos en Les pêcheurs de perles.

 En sus cuatro actos no dejamos de asistir a los números precisamente representativos como el jaleo  de los figurantes en la plaza como coro de preparación a la escena en la que Micaela- María José Moreno, cantante apreciada y querida, tuvo en todo momento una recepción que suponía el reconocimiento a una intérprete que conserva frescas sus cualidades y recursos escénicos- desafiaba a  Morales- Pedro Martínez Tapia, barítono de clara dicción y de pronunciados contrastes-en  la escena Regardez, tanteando entre las coplas Voici venir un viel époux, al amparo de un cambio de guardia y un revoltoso entretenimiento de infantes.  El coro: Avec la garde montante, preparó la entrada de Zúñiga- Jacobo Rubianes, a tono con las exigencias requeridas para su rol y Don José- Oreste Cosimo, tenor incorporado por la vía de urgencia y que mostró su centro amplio sobre un agudo spinto de registro dramático- , aportaron un insidioso diálogo acerca de Micaela, mientras resonaba el reclamo  para  la salida a escena de las cigarreras, entre  devaneos, justo cuando entra Carmen, anunciada por el coro La cloche a sonné y Carmen, sur tes pas, motivándola a manifestar sus debilidades amorosas con la habanera L´amour est un oiseaux, ante la presencia de Don José, quien recogió la flor del desafío.  Micaela, amante y provocadora de Don José, tomó protagonismo cantando en dúo  buenas noticias compartidas Parle- moi de ma mère; Tu vas, m´a t´elle dit, Qui sait de quel demon; Quel son fils l´aime. El cabo Oreste Cosimo, reafirmó  su obsesión por la gitana, rodeado por el alboroto colectivo del coro ¡Au secours! tras ver su disputa con una compañera y la repentina aparición de Zúñiga, el teniente que le obliga a detenerla y que le responderá  la cantinela de Carmen Tra la la. Una escena insinuante que recibirá  como respuesta la universal  seguidilla Près des remparts de Séville y el dúo Tais-toi, con Don José. La dirección de Gianluca Martinenghi, mantuvo una cierta inseguridad durante el desarrollo de la función, clave para entenderos con el resultado artístico que se presumía más resuelto  después de los ensayos previos.

En el Segundo acto,- en la imaginaria taberna de Lilas Pastia, un encuentro  entre Carmen, Zúñiga y otros personajes, asistiríamos a la insinuación sotto voce a Carmen, mientras ella coqueteaba con Frasquita y Mercedes para montar un número de baile con la  canción Les tringles des sistres. Escena de paso entre chismorreos que  dejaron lugar al coro Vivat, vivat le toréro y el brindis Toréador en garde. Los gitanos  Dancario- Gabriel Alonso, y el Remendado- Eduardo Pomares Sainz, voces de contrastada solvencia de las producciones de temporada- retaban a tres gitanas por un asunto de contrabando, en oposición a la negativa de Carmen, que se consumaría en el quinteto Nous avons en tête, y en Quand il s´agit de tromperie. Sonaría en la distancia la voz de Don José, quien alegremente cantaría  Halte-là,  por la aparición de Carmen, quien le provocará con su actitud. El cabo debe regresar al cuartel dejándonos el dúo Je veux dancer, la romanza de la gitana La fleur que tu m´avais jetée, y el dúo entre ambos Non, tu ne m´amais pas, tendrían como respuesta la canción Bel officier, en las voces de compañeros de escena.

En el Tercer acto, revuelco de contrabandistas entre solistas  y coro Écoute, écoute y  Notre Métier, mientras discuten Carmen y Don José por un asunto de celos a la sombra del juego de cartas entre Frasquita- Susana García-  y Mercedes-Irene Zas, voces de acostumbrada colaboración en programaciones del festival, estarían secundadas por  Carmen en  Mèlons; Et maintenant ; En vain pour eviter. En coro con los soldados Quant au duanier, la salida de escena mientras Don José les cubría la retirada. Un paraje  inhóspito y acorde con los recursos pretendidos, ponía a  Micaela cantando  Je dis que rien ne m´epouvante; Je vais voir de près. Don José se encontraría  con Escamillo-Jean-Fernand Setti, un bajo- barítono con resuelto aire torero-,  intercambiaban descaradas opiniones  que se consumarían en un desencuentro final con el dúo Je suis Escamillo; Elle avait pour amant; Enfin ma colère. Una despedida que cierra el canto distante del torero: Hòla! José! La bas est la chaumière; Dût- il m´en coûter la vie.

Para  el Cuarto acto, la  supuesta  Plaza de toros de Sevilla, el colectivo de complemento, esperaba la llegada de los toreros A deux cuartos! con la aparición de la cuadrilla, entre el bullicio y la entrada de  Escamillo- de nuevo una actitud dentro de las exigencias demandas- vendría  del brazo de Carmen, entre la alegría expresada por el coro con la marcha Les voicí!; Et puis saluons au passage…C´est l´espade, y el juramento amoroso en el dúo Si tu m´aimes, Carmen, cruzándose con el aviso de Frasquita y Mercedes, quienes confesarían  que había visto a Don José paseándose  por los alrededores sin que ella presumiblemente mostrase el más mínimo temor. El Comienzo de  la corrida   ponía en  escena a  Don José,  urgiéndola a  que volviese con ella, mientras recibía     como  respuesta el rechazo, arrojándole el anillo que una vez le regaló. La escena de ofuscación e ira, la resolvía Don José  asestándole la  puñalada mortal, mientras en el ruedo triunfaba Escamillo, cerrando  la ópera con el Dúo y coro, C´est toi?; Carmen il est temp; Mais moi,Carmen; Ansi, le salut de mon Âme; Vous pouvez m´arrêter, en un patético final. Toréador, en garde, Toréador, toreador frente un Don José que se lamentaba con el final Vou pouvez m´arrêter…c´est moi qui l´ai tuée.

Ramón García Balado

Imagen ©Alfonso Rego 

04/09/2025

Palestrina: Princeps Musicae, por Vox Stellae, en Espazos Sonoros

 Sta María de Bares, Mañón


Vox Stellae
en un programa dedicado a Palestrina, con algún anónimo añadido, estará en la Igrexa de Santa Mª de Bares, de Mañón (A Coruña), día 7, a las 17´30 h., formación nacida en 2003 en un momento auspiciado por una actividad de José López Calo, dedicada a la Catedral de Santiago con la pretensión de divulgar música de los archivos y la tradición popular, conmemorando su XX Aniversario en 2023, con un concierto ofrecido en San Domingos de Bonaval. Publicaron 4 registros entre los que aparecen los dedicados a la Catedral de Tui y el editado sobre la Catedral compostelana, recuperando obras de Cristóbal Medrano (s. XVI); Frei Rosendo Salvado y obras contemporáneas de Morton Feldman o Antonin Tucapsky, compartiendo proyectos con otros artistas, para este grupo dirigido desde sus comienzos por Luís Martínez, y que integra un cuadro preciso de voces, habitualmente asistido por un cuadro de instrumentistas de complemento. Entre las recuperaciones, los trabajos dedicados a la recuperación de Matías García Benayas , músico del XVIII.

Giovanni Pierluigi da Palestrina  (c. 1525/94), sería un compositor atento a los dictados en consonancia con el Papa Marcello, quien trasladaría a los cantores de la Capilla Pontificia- de la que  formaba parte-, las admoniciones en las que se obligaba a la selección de exigencias corales, el talante de clara atención a la enunciación de los textos, una búsqueda de la necesaria inteligibilidad siendo su música la primera estudiada como modelo del contrapunto modal, elemento de suma importancia para acceder al desarrollo del arte preceptivo  y su camino hacia el concepto de la tonalidad, que  se afianzará en el siglo siguiente. Palestrina no sería propenso a exagerar esa trasposición semántica de las palabras en figuras musicales, sino que utilizaría de forma más moderada las analogías establecidas entre las palabras y los recursos técnicos específicos, llevando el arte a varie voci, a un perfeccionamiento y transparencia que conseguiría en consecuencia una mayor libertad estructural en sus obras. El signo melódico se manifiesta a partir de la prosodia del texto y de la necesidad discursiva. El objetivo último, la cantabilidad y la plena observancia de la natural fluidez del discurso vocal coherente y continuo, dio como resultado un timbre homogéneo muy adecuado al ideal de la música a cappella, conjugando ciertas fórmulas estilísticas de forma tal que desde ese momento, texto y melodía,constituyeron una unidad inseparable, reconocible para todo músico y entendedor de la música.

La textura, el entramado de las distintas voces, será factor determinante de la claridad y del balance de su música. Si bien la polifonía de su estilo se constituye primordialmente a través de la simultaneidad de los sonidos de las líneas melódicas, la idea de la melodía dista ostensiblemente del concepto acuñado posteriormente. El tratamiento de los intervalos es mucho más simple y estricto, restringiéndose los cromatismos y los saltos de relaciones interválicas disonantes. Su estructura es el resultado de un crecimiento orgánico sin dependencia del apoyo rítmico-armónico. Importante será el mito relacionado con su figura, a esa obligación de ocuparse de la reforma del gregoriano. En 1577, se le había recomendado la revisión del canto gregoriano tradicional, en el sentido del Concilio de Trento y sus tres máximas: purgare, corregire, rifirmare, y será dudoso que Palestrina tuviese un absoluto interés por tal revisión sistemática puesto que la realidad musical de la monodia tradicional era demasiado distante de la idea de musicalizar las palabras en polifonía a cappella, auténtico argumento de esa realidad artístico- litúrgica.

Para el programa de Vox Stellae, según Luís Martínez, se anuncia el concierto en el que las Catedrales ibéricas mostraban encargos de libros con misas de grandes autores para el uso de sus capillas de música, siendo Palestrina quien resulte el compositor más repetido. La Misa Sexti Toni falso, se guarda en nuestra Catedral compostelana en su archivo. La más antigua de la Sede y la primera completa, incluye el Gloria  y el Credo. El sobrenombre de falso Palestrina, le será dado posteriormente por la confusión sobre su autoría. Obra de gran calidad compositiva, estilística, poco posterior a la obra palestriniana, y que gracias al error de su atribución, se conservó hasta nuestros días, El Hymnus  canoris personet- del comienzo del concierto-, es una pieza que alterna gregoriano y polifonía, como es habitual en los himnos. El cantus firmus, es una melodía que pudo ser muy conocida y que aparece aplicada al himno Defensor Alme Hispaniae, en los libros de coro de la Catedral de Tui, entre otros.  El monumental motete O bone Jesu (Motettorum liber tertius), editado en Venecia, tiene un carácter eucarístico a seis voces, presentando una escritura casi vertical, cercana al Barroco italiano primerizo, que se concede una especial expresividad. Una de las publicaciones más singulares de Palestrina, es la transcripción en música de El cantar de los cantares (Canticum Canticorum), a cinco voces con diversas disposiciones: El motete Dilectus meus mihi, presenta la disposición preferida por el maestro romano, con la voz de tenor duplicada, que se incorpora también en sus Offertoria Totius Anni, de Venecia y en muchas misas y motetes. Una distribución de voces propia de la Capela Pontifical.  Los motetes Salvator Mundi y Dum aurora finem daret (mocteta festorum totius anni), para las Fiestas de Todos los Santos y Santa Icia, respectivamente, son muestras paradigmática de su escritura en canto de desarrollo temático y contrapuntístico, en la aplicación del texto o el diálogo que se establece entre pares de voces. En cuatro partes, para ser interpretadas por dos coros, en alternancia, está también escrita la antífona mariana Alma Redemptoris Mater- Collegio Romano, manuscrito 2852-, pieza que no llegó a publicarse hasta el siglo XIX y que actualmente es una de las piezas más populares, probablemente por la expresividad derivada de la aparente sencillez de su escritura.  Para completar la visita a la Igrexa de Sta Mª de Bares, el motete Disciplinam et sapientiam (para la Fiesta de Pentecostés), a ocho voces en doble coro- Manuscrito 5, Capela Giulia-, tampoco publicado en vida de Palestrina. Una brillante escritura a doble coro que no acerca al estilo veneciano de los Gabrielli y que presagia el estilo barroco que se implementará en el tránsito al siglo XVII. Luís Martínez, nos recuerda su influencia en las generaciones posteriores, siendo muy presente en Gregorio Allegri, alumno suyo y también en Joseph Fux, quien lo incluyó en el tratado de contrapunto Gradus ad Parnassum (1725) o en el movimiento ceciliano del XIX.

Ramón García Balado

01/09/2025

El chelista Santiago Cañón- Valencia, abre en el Teatro Rosalía Castro el IV Ciclo de Noites na Cidade Vella

 Cidade Vella, A Coruña

 


Actividades que ocuparán los meses de septiembre y octubre dentro del IV Ciclo de Noites na Cidade Vella que promueve el director artístico Rogelio Groba Otero, un proyecto que iniciará el chelista colombiano Santiago Cañón-Valencia, en el Teatro Rosalía Castro de A Coruña- día 4, a las 20´00 h-, y que tendrá continuidad en el Paraninfo del Rectorado de la Maestranza con el guitarrista Marcos Díaz, día 11, para proseguir con el Quartet Hana, cuarteto de cuerdas en la Igrexa das Capuchinas-día 13-, el Dúo Mandala de violines, en el Palacio de Capitanía- día 18-; la Orquesta de Cámara Galega, en la Igrexa de Santa Lucía- día 20-; Jun Hyung Lee Lee (cello) y Karla Martínez (piano), en el Museo das Belas Artes- día 26- y ya en octubre, la pianista Marianna Prejvaslkaya, en A Fundación- día 2-; Kevin Zhi (violín), en la Sala de Exposiciones do Concello- día 4-; el Dúo Indigo- concierto en familia a las 12´00 h.-, la O.de Cámara Galega, en la Fundación Luís Seone- día 11-, para completar con el prestigioso Cuarteto Casals, en la Igrexa dos Dominicos- día 18-, un proyecto de colaboración entre el Concello da Coruña y la Deputación coruñesa.  Fechas que coinciden con el comienzo del LXXIII Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña, que para este mes, nos reserva un título de gran arraigo, Carmen, de George Bizet- días 5 y 7, en el  Palacio de la Ópera, con la dirección musical de Gianluca Martinenghi y con una puesta escénica de Calixto Bieito, quien dirigirá a la OSG, destacando junto a los solistas, la colaboración del Coro Cantabile, de Pablo Carballido y el Coro Gaos, de Fernando Briones. Para el día 4, y como actividad complementaria, la conferencia en la Sala de A Fundación, a las 19´00 h., que impartirá Irene de Juan Bernabeu. Entrado el mes, asistiremos a la segunda producción con una ópera de juventud del Wolfgang A. Mozart, título relativamente infrecuente, La finta semplice, producción del propio festival y que se ofrece en el Teatro Colón- días 26 y 28-, con la OSG, dirigida por Giuseppe Sabbatini y tratamiento escénico de Giamaria Aliverta, mientras que, para cerrar el mes, el Curso de Interpretación Vocal, confiado a Carlos Álvarez, un cantante del que guardamos buena memoria en las programaciones del festival, como la sesión dedicada a grandes voces, para grandes óperas, en la que también estuvieron la soprano Sondra Radvanovsky, el tenor Alejandro Roy y el bajo Simón Orfila, en la temporada 2020, sujeta a las eventualidad dramáticas de covid-19, en la que también tuvimos La verbena de La Paloma, de Tomás Bretón, iniciativa del propio certamen; la gala El regreso de la Regina (Mariella Devia), con el pianista Giulio Zappa o un apetecible  descubrimiento como fue Vendado es amor, no es ciego, de José de Nebra, un reto de altura propuesto por el Grupo Los Elementos, de Pablo Miguélez Rouco, y el Coro Cantabile, de Pablo Carballido, una iniciativa de Miguélez Rouco, ahora inmerso en la recuperación de la obra de José de Nebra.

Santiago Cañón- Valencia, primero en comparecer en el IV Ciclo de Noites na Cidade Vella, estuvo ya en la segunda edición del Ciclo de Noites na Cidade Vella,  dejó impronta de su talento en el XII Festival Groba  de Ponteareas, en el concierto de clausura, con la O. Sinfónica de Galicia, el 24 de agosto de 2024, contando con la dirección artística de José Miguel Pérez- Sierra, interpretando las Variaciones sobre un tema rococó, para chelo y orquesta Op. 33, de P. I. Tchaikovski, la serie de ocho variaciones que redondearía la octava con su coda correspondiente. Allegro moderato con anima, sesión que se completaría con la Sinfonietta Rococó, de Rogelio Groba, en sus cuatro tiempos, para una cita ofrecida en el Auditorio Reveriano Soutullo, que comenzaría con Intres porriñeses, del maestro Rogelio Groba: Granítico; Antonio Palacios y Na feira. Santiago Cañón- Valencia, es un prolífico chelista, además de compositor, destacando en su magisterio los méritos de recibir la Medalla de Plata y Favorito del Público, en el Concurso Internacional Tchaikovski XVI (2019); el Prix Starker Foundation (2018) y un tercero del Premio del Concurso Int. Reina Isabel (2017) o el prestigioso Conc. Int. de Chelo Carlos Prieto; el Internacional de Pekín; el de Música Gisborne; el Internacional de Youth Artist Lennox, recibiendo galardones a mayores como el Concurso Sphinx; Casals; Johansen; Cassadó y Adam. El su trayectoria, destacan las colaboraciones con la Orquesta del Mariinski, con Valery Gergiev; la Rundfunck Orchester, con Christoph Eschenbach; la Filarmónica de Bruselas, con Stéphane Denève; la SWR Symphonikerorchester, con Andris Poga; la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo, con Nikolai Alexeev; la Orpheus Chamber Orchestra; la Sinfónica de Amberes, con Muhai Tang o los Moscow Soloist Chamber O., con Yuri Bashmet, a las que se añaden las de su Colombia natal. Un apasionado de colaborar con creadores de nuestro tiempo, dando a conocer el Concierto para chelo  Stringmaster, de Carlos Izcary, con la Alabama Symphony O; el estreno en su país del Concierto para chelo nº 2, del maestro Ginastera, con la O. S. Nacional de Colombia; la Rapsodia a los Cuatro Elementos, de Jorge Pinzón, destinada al Festival de Música de Cartagena, mientras daba a conocer el Concierto para chelo, de Gulda, en Auckland (Nueva Zelanda), con la Auckland Chamber Orchestra. Un músico profundamente comprometido en la promoción de nuevos trabajos, de los que es ejemplo el reciente registro Ascenso, de 2022, grabado por Sono Luminus, con arreglos del propio intérprete, en una iniciativa en la que colaboran compositores contemporáneos colombianos y que remiten al intérprete de chelo. Previamente, destaca su trabajo Solo, elogiado por la crítica más prestigiada, merced a su impecable técnica de recursos. Destaca también el trabajo dedicado a obras de Franz  Schubert y Beethoven, para el sello Egea y el realizado con sonatas para chelo de compositores rusos, entre piezas populares de repertorio, con la pianista Katherine-Austin, para Atoll. Mentores suyos fueron Henryk  Zarzycki, en Colombia; James Tennant, en Nueva Zelanda; Andrés Díaz, en Estados Unidos y Wolfgang Emanuel Schmidt, en la Kronberg Academy, llegando a ser patrocinado por la Beca Mayra & Edmundo Esquenazi, a través de la Fundación Salvi, desde 2011.

Ramón García Balado  

Mozart: Requiem en Re m. K.626 y la Sinfonía Fúnebre, en Mi m. de F. J. Haydn, por la OSG

 Palacio de la Ópera, A Coruña Conciertos de la OSG, dirigidos por Roberto González- Monjas , en el Palacio de la Ópera, de A Coruña - días...