Auditorio de Galicia, Sala Mozart. Santiago de Compostela
Versatilidad de opciones dentro del ciclo Contemporáneas- día 18, a las 20´30, en la Sala Mozart (Auditorio de Galicia)-, con el sexteto Música Práctica que integran Regina Laza-violín-; Manuel Lorenzo-chelo-; Antonio Suárez Saavedra- clarinete-; Joan Ibáñez Briz- flauta-; Fernando Buide-piano- y el percusionista Alejandro Sanz. Una iniciativa del pianista, con obra en programa, para conceder razón de ser a este grupo integrado por miembros de la OSG y que realizó su presentación oficial en las propuestas de la Quincena Musical Donostiarra, centrándose en proyectos actuales en gran abanico de criterio. Tres creadores gallegos tendrán espacio en esta cita, comenzando por Fernando Buide- Pasos-, quien a finales de mes, estrenará Cantico para soprano, coro y orquesta, dirigido por José Trigueros, con Raquel Lojendio como solista y la OSG, con su coro- tutelado por Javier Fajardo-, en una sesión que anuncia Les Offrandes oubliées, de O. Messiaen, y Les Iluminations, de B.Britten. Pasos se estrenó en el Yale Festival Norfolk, con Liza Moore y el New Music Ensemble, de Julian Pellicano, una experiencia marcada por la primacía de los ostinatos, que evocan campanas lejanas, mientras se pasea por la ciudad. Obras de Buide, han tenido presencia en las actividades de temporada, como fueron Pasaxes- encargo de la Fundación SGAE/AEOS, con la soprano Isabella Gaudí; la ópera A sombra de cristal, con supervisión escénica de Quico Cadaval y las voces de María Hinojosa y César San Martín, junto al actor Víctor Mosqueira; A Amnesia de Clío, ópera de mayor proyección, en la que colaboraron el Orfeón Terra a Nosa, con puesta escénica de Marta Pazos; el Concierto para órgano y orquesta, con obras de Messiaen y Paul Dukas, estrenado por Juan de la Rubia, en un ciclo de la ONE o Nao de sangue, un encargo del Trío Preseli, por citar algunas representativas. Eduardo Soutullo-Toward/ From the East/West. In memoriam. Toru Takemitsu- para flauta, chelo, violín, piano, clarinete y percusión, obra de la que tuvimos noticia en el V Festival Via Stellae 2010, y cuyas notas quedaron a cargo del propio Soutullo. Obra que evocaba un viaje de ida y vuelta en el proceso de influencias de Tamemitsu, entre culturas musicales de Oriente y Occidente. Las diferentes texturas se desplegaban a partir de instrumentos de percusión que incluían platengloken graves, gongs de diversos tamaños. Crótalos y vibráfono tocado con arcos de contrabajo. El programa del Ensemble S21, ofrecido en la Igrexa da Universidade- 26 de julio, de 2010-, había incluido de Takemitsu dos obras- Rain Tree Sketches II (In memoriam Olivier Messiaen) y Distance de Fée, para violín solo, junto a tres de Soutullo: All the echoes listen ; Have you said spectral? y esta que se elige para hoy. Fueron entonces intérpretes Jorge Montes- violín-; Carlos García Amigo- chelo-; Julio Mourenza- piano-; Vicente López-clarinete y Luís Perandones, como flautista. El afán por conocer de Takemitsu, nacería tras una profunda indagación de maestros como Messiaen o Debussy, perfecto puente de transición ya conocido entre culturas aparentemente lejanas y que acabarán convirtiéndose en cotidianas dentro de los lenguajes musicales, a partir de las raíces tradicionales japonesas.
Carme Rodríguez- A voz no berce-, goza en su inspiración de la aportación de una nana que en susurros le cantaban cuando era niña, especie de tonada popular cuyas melodías se desenvuelven para transfigurarse en una idea distinta, con cuidados detalles e calculadas modificaciones que sobresalen precisamente por el mantenimiento de aquellas primeras impresiones fundidas en una memoria imperecedera, un preciso lugar común que quedará como una constante indeleble y un valor fijo de estados claramente hipersensible. Carme Rodríguez, es una de nuestras compositoras que merece una consideración en certámenes actuales, recibiendo encargos que curso a curso la convirtieron en una realidad segura. Un aspecto será el interés demostrado por recursos de vanguardia sobre contextos audiovisuales que la ayudan a proyectarse profesionalmente gracias a una dinamización que vertebra recursos electrónicos, en confluencia con métodos de un trabajado eclecticismo sonoro, en atención de las demandas de los planteamientos requeridos por la ideas que fundamenta cada obra suya.
Mercedes Zabala- Polaris-, curiosidad por sus tímbricas, pieza para Toy piano (o celesta), y cuarteto de apoyo integrado por flauta, clarinete, violín y chelo, nace como un encargo de Antonietta Lofreddo y el Appasionato Ensemble, una idea del Proyecto Constellations, en dedicatoria al maestro Luís de Pablo, en alusión tanto al procedimiento creativo empleado como al rol de las docencias impartidas por este creador, de la Generación del 51, en la que se formaron bastantes de los músicos de vanguardia actualmente muy activos, trabajando sobre los recursos más sorprendentes en el ámbito de las posibilidades en las que prima la libertad con plenas concesiones al compositor, como es el caso de esta creadora, un referente que goza ya de un catálogo considerable de obras, que se incorporan a los certámenes de vanguardia. La utilización de medios y materias musicales reducidos, será un posible campo de indagación en una ostensible invitación al oyente, en el posicionamiento abierto cara a esas propuestas que se indagan en cada programa.
Christopher Cerrone- South Catalina (2014)- , destaca por la fluidez del sutil manejo de las tímbricas y las resonancias, ayudándose por las colaboraciones multimedia, equilibrando exuberancia y austeridad, que le permitieron obtener tres GRAMMY, por obras como el oratorio Beaufort Scales, encargo del Lorelei Ensemble, estrenado en el Mass MoCA o su ópera In a Grove, además de The Year of Silence, para la O.S. de Louisville y el barítono Dashon Burton; A Body, Moving, para la O.S. de Cincinnatti; The Insects Became Magnetic, para recurso electrónico, destinado a la O. F. de Los Angeles; The Air Suspended o su primera ópera Invisible Cities, finalista del Pulitzer (2014). South Catalina (2004), se inspira en el trabajo colectivo de Random International, una consecuencia interactiva sobre explosiones sonoras, surgidas de la contemplación de obras de la Frenkel Arte Foundation, y que se resume en ataques percusivos y gestos improvisados, procedentes de la ópera Invisible Cities.
Martin Bresnick- My Twentieth Century-, es pieza elaborada a partir de la poética de Tom Andrews y escrita poco después de la muerte del autor, con quien había compartido vivencias en su estadía en la Academia Americana de Roma, en una decidida dedicatoria a Pierrot Lunaire, de Arnold Schönberg, aunque prescindiendo del rol de la voz, para insistir a otro nivel, en las aportaciones claramente instrumentales. Resultado definitivo, será una obra marcada por los parámetros definidos tanto por el compositor, como por el poeta, alcanzando una clave arquitectura musical, en la que los intérpretes van dejando su importancia como músicos, para entregarse a labores de recitado, recurriendo precisamente a los textos poéticos de Tom Andrews, a modo de conversación de notable aliento en su discurso.
Ramón García Balado