Amosando publicacións coa etiqueta Curso Airas Nunes. Amosar todas as publicacións
Amosando publicacións coa etiqueta Curso Airas Nunes. Amosar todas as publicacións

04/07/2025

Segundo Concierto de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compoatela


Una despedida afortunada para el Curso de Cámara Airas Nunes y que para la ocasión, nos brinda la colaboración de alumnos y dos de los profesores, el pianista Claudio Martínez Mehner y la violinista Anna Gebert, en la Escola de Altos Estudos Musicais- día 5, a las 17´30 h.-, comenzando Yuval Shmila, pianista que interpretará el primer movimiento de la Sonata en La m. K. 310, llamada Parisina y pieza de un joven de 22  años, obra que fue difícilmente fechable ubicándola junto a la K. 300 y el K. 316 y la Sonata para violín y piano  K. 304, durante aquel período parisino de gratas experiencias, a pesar de coincidir con la muerte de su madre, que marcará la evolución de las obras para el teclado. Habrá quien diga que es la primera obra trágica que recordará precisamente el mundo poético y el cuidado y perfección de las formas tratadas. Un talante expresivo que recuperaremos en óperas como Idomeneo o la Serenata K. 388. Los  primeros compases, según Glenn Gould, resultan uno de los mejores inicios de todas sus sonatas, ya que inciden profundamente en el estado de percepción. Una sonata que simplemente ofrece un surtido de vivacidad y vehemencia pomposa que procurará al autor una mejor reputación de la merecida, estamos precisamente ante la actitud mantenida por el temible Glenn Gould. La tonalidad, expresa una desesperación fría y sin lágrimas, dominada por un orgulloso rechazo a cualquier consuelo.

Vivien Walser, con la Barcarola Op. 60, de F. Chopin, saturada de sutilezas y abstractas evocaciones, única considerada como la cúspide de su obra para el teclado, idea        que sustentarán artistas como F.Nietzsche y André Gide, subyugados por su lirismo luminoso pleno de resonancias italianizantes condensadas en ese ámbito ensoñador gracias a su poética, en el espacio de sus 116 compases. Aspectos se descubrirán en su acercamiento posterior en compositores como Maurice Ravel, merced a sus sutilezas tímbricas a modo de herencia comprensible del franco-polaco, a tenor de lo que la historia acabe decidiendo. Para entendernos, baste con saber que esa predilección del compositor de Dafnis et Chloe, sentía por nuestro autor de géneros como las Barcarolas.

El trío formado por Ada Aebi (Violín); Philip Karmanov (piano) y Elodie Sigrist (piano), nos descubrirán a la compositora  francesa Marguerite Canal, con dos tiempos- segundo y tercero, de la Sonata para violín y piano. Mme Canal (1890/1978), era hija de Marie Dorothée Fauré, profesora de piano y nieta del ilustre Gabriel Fauré, que se formó en el Conservatorio de Toulouse antes de trasladarse a París, en donde fue alumna de Paul  Vidal. En 1914, se presentó al Prix de Rome, aunque no fue admitida, como sí lo habían sido Jean Déré, Marcel Dupré y Raymond de Pezzer. En 1920, ganó el Premio por su cantata Don Juan, por unanimidad, recibiendo el reconocimiento de Camille Saint-Saëns, premio que ampliaría al recibido por su cantata Le  Poète et la Fée, precisamente en el prestigioso Prix de Rome, con un segundo premio. En el espacio de sus composiciones, destacan las compuestas sobre textos de Baudelaire, Paul Verlaine, Franz Toussaint, Marceline Desbordes- Valmore, llegando a acompañar al piano a la  soprano Ninon Vallin. Mencionaremos su ópera inacabada Tlass Atka ou le Pays Blanc.

El Trío Arume, formado en el Conservatorio de A Coruña, está integrado por María Meléndez (clarinete); Laura Ros (chelo) y Romeu Tembrás (piano) y para ellos, el Primer movimiento del Trío Op. 11, en Si b M., de Ludwig van Beethoven, obra que deja opción para tratamiento con violín, en lugar del clarinete, obra que en este Allegro con brio, se anuncia con una pretensión garbosa para permitir en el Adagio siguiente una visión igualmente entusiasta. Página idónea para el lucimiento de la clarinetista, un capricho pues para lucimiento en toda su gama, en contraste claro con la chelista. La fecha de datación sería resulta por la aparición de un anuncio publicado en el Allgemeine Musikalische Zeitung, el 3 de octubre de 1798. La obra hará pareja con otras composiciones para piano y viento, menos frecuentes, se trata del quinteto Op. 16 y que para avezados analistas, resulta un solapado homenaje a Mozart, el trío en igual medida, no se eleva por encima de los escuetos estilismos del siglo XVIII.

 Candor Piano Trío: Weronika Bagniewka (violin); Ignazi Krzminski- Iwan (chelo) y Julia María Figueres- Heinz (piano), también contribuye a descubrir a Philippe Scharwenka, en el Trío para piano nº 1, en Do m., Op. 100, en su tiempo Lento tranquillo, un compositor perteneciente a una saga de músicos, compositor y pedagogo (1847/1917), alumno en su tiempo de la Akademia Kullak, de Berlín, y que llegaría a ejercer la docencia en la misma academia, hecho que se confirmará con su hermano Franz Xaver, quien probará fortuna en su traslado a Nueva York. Philippe destacará en la composición por obras como Sakuntala, para solistas, coro y orquesta, una serie de trabajos sinfónicos dentro de la tradición germánica; un Concierto para violín y una apreciable cantidad de obras camerísticas como la que tendremos en el concierto de hoy, obras para violín y piano; viola y piano; chelo y piano, quintetos y combinaciones similares.

De los profesores del curso, Claudio Martínez Mehner y William Carter (chelo), con el Primer movimiento de la Sonata Arpeggione, D. 821,  de F.Schubert, conocida composición dedicada por encargo para ese instrumento curioso un tanto relegado por la posteridad, por lo que actualmente suele interpretarse con chelo. Johann Georg Staufer (1778/1853), fabricante vienés de instrumentos de cuerda, construyó ese instrumento para esa especie de violín (por su forma)  y de guitarra (por el número de cuerdas), que llevará el nombre de arpeggione, o también guitarra- violonchelo o guitarra de amor. El primer movimiento Allegro moderato, en La m., con un primer tema melancólico expuesto al piano y repetido de inmediato por el arpeggione (chelo), siendo este el que expone el segundo tema, más vivo y danzante. El desarrollo tras un tema anunciado del primero, será llevado por el arpeggione (chelo), dentro de un clima inquietante camino de la reexposición, marcado en lo fundamental por el instrumento de cuerda.

Anna Gebert (violín) y Claudio Martínez Mehner (piano), pondrán la guinda con la Sonata para violín y piano Op. 18, en Mi b M.- segundo movimiento-, de Richard Strauss, una de sus creaciones camerísticas de mayor divulgación entre los músicos entusiastas de este legado, un tanto a la sombra de sus grandes obras y poemas sinfónicos, géneros en los que marcará pauta y que en obras como esta pasaron por los estudios de grabación por artistas como Jascha Heifetz/Brooks Smith; Kyung-Wha Chung/ Krystian Zimermann; Gidon Kremer/ Oleg Maisenberg; Sarah Chang/ Wolfgang Sawallish o Ernö Sebestyén/ Wolfgang Sawallish, siempre versiones imprescindibles y de segura referencia.

Ramón García Balado

03/07/2025

Primer concierto de alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Cinco alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, a los que podremos seguir en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais- día 4, 19´30 h-, con una selección de piezas escogidas a la altura de su solvencia conocimientos, comenzando por Daniil Bogdanovsky, piano, quien nos ofrecerá Papillons Op. 2, de Robert Schumann, piezas cuya escritura parecía anterior a la anterior, las Variaciones Abegg y cuyo material podría provenir de los Valses, para el teclado a dos manos y de las Polonesas, a cuatro manos, que quedarán inéditas. Las fuentes literarias tendrán una singular importancia, marcando una época clave en su evolución estilística. Una inspiración en la que  valdrá recordar Flegeljahre (Edad ingrata), relato de J.Paul Richter, con tres personajes principales: Walt (su alter ego) y contrario); Vult- prefiguración de los emblemáticos Eusebius y Florestan, testigos de sus desdoblamientos de carácter y Wina, la joven deseada. El conocimiento de la escena postrera de Fledeljahre, un fantástico e irreal baile de máscaras durante el cual, para enervar los enfrentamientos de ambos hermanos, parece irrenunciable para la total comprensión de este serie de doce piezas breves, precedidas por una introducción de solamente seis compases y cuya estructura musical no ofrece en cuanto a sí mismo ningún problema.

Enoch Wong (piano), entregará la Fantasía en Fa m. Op. 49, de F.Chopin, estrenada en la Salle Pleyel parisina, en interpretación del propio Fryderyk, para notables estudiosos, su obra más genial por su perfección y rotundidad expresiva, obra propuesta a partir de un solo halo y nacida como una improvisación en dedicatoria a sus principales discípulas, entre las que tendrían acogida George Sand, a pesar de un sufrido enfrentamiento entre ambos. Una obra en la que ensaya su personal visión del peso de las grandes obras, apreciada por su extensión y por su alusión a un talante ciertamente poético y de perfiles misteriosos lo que llevaría a llevar el sobrenombre de Quinta Balada de Chopin. Fruto sin duda de su primera madurez, obra de un artista dominador de un lenguaje expresivo y plenamente seguro de sus pretensiones gracias a su aparente desorden en ciertos pasajes.  Momento fecundo, en un verano apacible de Nohant, residencia de George Sand, compartiendo vivencias  con Katherine von Souzzo, encarecida alumna suya. En París, la obra se daría a conocer como Fantaisie por le piano Op. 49, editada por Chez Maurice Schlesinger, en 1841

Tom Paus (piano), con una obra menos frecuente de Ludwig van Beethoven, las 10 variaciones sobre La stessa, la stessissima, Woo 73, en Si b M., tomada de la ópera Falstaff, de Antonio Salieri, obra nacida en el tiempo de su Sonata Op. 13 (Patética) y el Cuarteto Op. 18. Nº 1, tomando como motivo el aria contenida en la ópera Falstaff o las tres burlas, de Salieri, a quien nuestro músico había dedicado las sonatas para violín y piano Op. 12, una ópera que tendría su estreno a comienzos de 1794 y que sería dedicada a su alumna Babette Keglevich. Las piezas en concreto no tuvieron una buena acogida. Para el Allgrmeine Musikalisches, se comentaría sobre las piezas: El Sr. Beethoven sabe tal vez improvisar, pero decididamente no sabe contruir buenas variaciones. Tranchefort confirmará: Aquí reina, en cambio, la más grande fantasía y el placer de escribir por pura diversión pianística. Una vez más, es la irregularidad métrica la que connota estas brillantes variaciones irregulares que encontramos en el pequeño Lied, en menor; en el fugato y en el Adagio, de serena belleza. También Piero Rattalino testimoniará sobre la obra: Al menos cuatro de las diez variaciones sobre un tema de Salieri- la segunda, la sexta, la octava y la novena- parecen pensadas para instrumentos de cuerda, mientras que la octava en modo menor, parece pensada para quinteto de cuerda, en la primera y tercera variación. Especialmente virtuosística, aunque sus límites no exceden las posibilidades del aficionado, es la décima variación que se prolonga a modo de Finale.

Leonnie Trips  (violín), con dos obras. El Caprice nº 23, de Niccoló Paganini, la serie de sus 24 Caprichos, editados en Milán por Riccordi (1820) y en dedicatoria personal a artistas concretos , con afinidades formales que nos trasladan a los modelos del XVIII, con modelos como los Op. 3 (El Arte de violín) de Locatelli. Un conjunto de caprichos sobre fragmentos de concierto que resultan especialmente brillantes y sorprendentes logrados gracias al cuidado tratamiento de todos los problemas propios a la técnica del instrumentos. La obra de este personaje está dedicada en preferencia al violín y a la guitarra, con ejemplos apabullantes como La Carmagnole- para violín y guitarra (1795). Cada uno de sus Caprichos, quedará construido por varios episodios contrastados y en encadenamientos consecutivos. El elegido, es el último de la serie que prepara la entrada del Nº 24, en La m. escrito a partir de un tema sencillo e irregular, con variaciones de bravura sobre el stacaro

Johann Sebastian Bach-Partita nº 2, BWV 1004, con dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, La Sarabanda, en ¾ , precediendo a la Giga y a la portentosa Chaconne, es idea de cómo de cómo el autor intercala esta página peculiarmente emotiva, a través de la importancia de de breves pasajes improvisados que de alguna manera responderán a la serie de acordes acentuados, permitiendo el salto a la Giga, en 12/8, animada por pura evidencia gracias a los dispersos matices que no dudan entre los aires de forte y piano, tan apreciados por el maestros. Las obras para violín solo, en el reparto entre las Tres sonatas y las Tres partitas, son la prueba fehaciente de una profunda querencia en un período trascendental, mientras se preocupara de sus compromisos en Weimar y Köthen, con el beneficio añadido del cuidado de excelentes relaciones con maestros como Johann Paul von Westhoptt, uno de los genuinos representantes del estilo polifónico adaptado al violín.

Jacobo Nieto (violonchelo), para completar esta primera jornada de alumnos, quien se decide también por Johann Sebastian Bach, con la Suite n º 2 , para chelo solo, en dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, tendencia que el compositor sabría dinamizar tras los precedentes italianos fomentados por Domenico Gabrielli y Giovanni Battista Degli Antonio y que nos dejarán un grupo de seis suites con notables lagunas en cuanto a las fechas de composición dejando para la posteridad copias que quedaron confiadas a Anna Magdalena, su segunda compañera y a Johann Peter Kellman, un prestigiado organista y amigo suyo. La Sarabanda, en ¾, aparece intercalada entre la Courante y los dos menuets, para ofrecernos una pieza de expresión grave, abocada a un estado de ánimo sereno; la Giga, en 3/8, tiempo final, se muestra tenso, con un colorido sombrío, destacando la quinta y la séptima disminuida descendentes que articulan el tema desde el comienzo.

Ramón García Balado


01/07/2025

Helix Trio y el Trío Defilló, en el IX Curso Airas Nunes

Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Concierto en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais)- día 3, a las 19´00 h., con el protagonismo de dos agrupaciones invitadas, el Helix Trío y el Trío Defilló, cada una con una obra en programa.  El Helix Trío, que viene de colaborar con el Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa, ofreciendo en agenda el Trío para piano nº 2, en Si m. Op. 76, de J. Turina; el Trío para piano nº 1, en Do m. de Dmtri Shostakovich  y el Trío en Mi b M. D. 929, de Franz Schubert, fue una de las actividades de importancia de ese certamen, en el que también destacaron el Cuarteto Bennewitz, el Spanish Brass Ensemble, el pianista Luis Fernando Pérez, el grupo Al Ayre Español, de López Banzo, Isabel Villanueva & François Dumont o la gala de la soprano Miren Urbieta-Vega, con la O. Gaos, de Fernando Briones. Helix Trío, formado por Jaume Angelés (violín); Iago Domínguez (chelo) y la pianista Paula Belzunegui,  fue nominado Ensemble Emergente del FestClásica (2024), lo que les facilitaría su presencia en los festivales de mayor arraigo del país, recibiendo galardones como el Premio BBVA de Música de Cámara Monserrat Alavedra, y el Filippo Nicosia, de Italia, a los que se añadían el ORPHEUS Swiss Chamber Music Competition (Suiza), y el Concurso La Fiama (Barcelona). Formado en 2022 en la Hochschule für Musik FHNW Basel, recibieron invitación para participar en el Piano Trio Fest (Berna); el Swiss Chamber Music; el Fest. Adelboden, antes de presentarse en el Palau de Música Catalá y participar en las IMS Prussia  Cove Masterclasses y en la Ac. Int. de Música de Cámara, de Vic.

Antonin Dvorak, con el Trío nº 4, Op. 90 (Dumky), estrenado en Praga, obra compuesta de seis dumky (plural de dumka), pieza reflexiva en su contexto, lírica y ensoñadora de un lirismo a flor de piel, cercana a la rêverie o la alemana Träumerei, en la que descubrimos esencias del espíritu del Lied o la beceuse, expresando por ello un estado anímico preciso merced a su notable romanticismo. El  autor, como en el caso de Schubert, en sus Ländler, conserva el talante de la dumka de origen eslavo por ese ambiente melancólico, suscitando una sensibilidad romántica, auspiciada por una libre improvisación impregnada de caracteres caprichosos y cambiantes, construidos sobre motivos eslavos, tanto versátiles como imaginados. El uso de intervalos irregulares (terceras y séptimas menores y mayores), el hecho de proceder a menudo por repeticiones, aunque haya cambio instrumental y por acumulación de energía, evitan el tener que desarrollar los temas según los procedimientos clásicos de la sonata, aunque deje la impresión de que sigue esa forma. Los avezados en su estilo creativo, apuestan por la idea de dumky, tal como debe escucharse según sus tiempos, pero para el especialista Alec Roberston, tales tiempos se desplegarán en un total de seis, desde el primero a través  de un canto del chelo acompañado por sextas al teclado, para pasar al segundo, Poco adagio, con trémolos al aire de danza; el tercero, en  el que el piano propone una serena y luminosa frase; el cuarto, una especie de berceuse, que va del piano a las cuerdas; el quinto, en el mismo tratamiento de Dumka, Meno mosso, en su episodio central marcado por diversas tonalidades que preparan la coda, dejando un puente hacia el sexto, Lento maestoso que remite al comienzo para acelerar el tiempo hacia un Vivace, expresado por el violín y el chelo. Un momento febril, se diluye en una indolente dumka que respira en una aspiración en un arrebato final, que concluye en un estado que nos acerca al Quinteto con piano B. 155.


El Trío Defilló- Schumann: Trío con piano, en Re m. Op. 63- integrado por Gullem Armengol Tort (violín), Martina Armengol Tort (chelo) y Ramón Serra Bispo (piano), recibieron el Premio La Flama, de Juventudes Musicales de Catalunya y actuaron en certámenes como el Atlántida, de Vic; el Fringe de Torroella de Montrí;  Rittersaal (Castillo Weikorgsheim), Obtuvieron La beca de Jeunesses Musicales Deutscheland, tras seguir las docencias de los hermanos Abel y Arnau Tomàs; los Cuartetos Casals y Gerhard, Gregor Sigl (Cuarteto Artemis) y Oliver Wille (Cuarteto Kuss),  y asistir a curso de Angelika Merkle, Heine Müller, Bruno Canino.  Schumann- Trío con piano, en Re m. Op. 63, Triofreude- para al autor, en sus cuatro tiempos, comenzando por el tiempo Mit Energie und Leindenschaft- con enérgica pasión-, que se abre de forma impulsiva como canto de desesperación en el que el hombre se enfrenta a divinidades y fuerzas invisibles, a partir del chelo, una idea fija en el compositor que trasmitirá a lo largo de todo el movimiento. Reaparece una idea constante en un a modo de visión mística y obsesiva con afinidad cercana al Fausto o a Manfred que ayudan a pacificar un alma atormenentada sobre acorden tranquilos en tresillos de corcheas, en el registro agudo del piano, el violín y el chelo.

Lebhaft, doch nicht zu rasch (Animado, pero no demasiado rápido), segundo tiempo, especie de scherzo en el relativo de la tonalidad principal, enfrenta a los arcos a distancia de octava, en diálogo con el piano. Serán los esbozos conservados costarían esfuerzos para el autor quien pretendía un trabajo contrapuntístico arduo, una de sus obsesiones en el ámbito camerístico al que definitivamente acabaría abandonando, descartando la posibilidad de un segundo trío, pensado para la temática del movimiento lento, alternado con el primero.   Langsam, mit inniger Empfindung (Lento, con un sentimiento íntimo, cumbre  de la poesía con este estilo de Nénie, sencillo lamento de curiosa concentración y que se construye en forma de Lied, en la tonalidad de la  dominante menor, basada en un tema puramente instrumental (y no vocal), curiosamente sincopada, resuelta por el violín de manera ligada con el tema del primer movimiento, recreándose en las sonoridades del instrumento. El piano se expresa de forma rítmica y armónica.   Mit Feuer (Con fuego), tras una aparente y equívoca forma de un rondó, el piano se entretiene con modulaciones para ceder la entrada a otros temas en los que el chelo retoma el protagonismo principal. Un tema de importancia apura los motivos que preparan la coda acelerada, sosteniendo el furor anunciado.

Ramón García Balado

30/06/2025

Conciertos del Curso Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Dos conciertos para esta jornada en el Curso Airas Nunes, en la Escola de Altos Estudos Musicais (EAEM), día 2, a las 19´30 h.-, comenzado con el Trío en Dialèg, integrado por Nicolás Igual Bujeda – violín-; Cesc Corominas i Muñoz- chelo-y el pianista Pau Oliver Rosello, quienes interpretarán el Trío no º 3, en Do m. del Op. 1, de L. van Beethoven, un trío forjado en la ESMUC, y relacionado con los miembros del Cuarteto Casals, siguiendo las docencias del pianista Kennedy  Moretti y Joey Grimalt. Nicolás tuvo como maestro a Yuri Volguin, para ampliar con Illya Grubert, Florin Paul (concertino de la O.S. de la NDR); Stefano Pagliari (concertino de la O. del Teatro alla Scala). Pau Oliver Roselló, siguió las docencias de Arturo Fornos, Mª Tomás, Alba Ventura, Marta Zabaleta, Iván Citera. Cesc igualmente con buenas referencias en la ESMUC, había estudiado en el Conservatori I. Albéniz (Girona), y entre sus maestros destacan Abel Tomàs, Arnau Tomàs, Vera Martínez, X. Puig, y en el Sommermusik im Oberen Nageldatd, Leonid Gorokhov. Es dinamizador de proyectos de corte popular como A Compàs del Mon; Ars Movents, la Sinfonice de Cobles o la Jove O. de Cassà.

Beethoven-  Trío nº 3, Op. 1, en Do m.-, en sus cuatro tiempos: Allegro con brio; Andante cantabile con variazzioni; Minué, quasi Allegro; Finale:Prestissimo. Sobresalen los movimientos extremos, el primero por sus tintes apasionados y que no desdeña pinceladas humorísticas y luminosas, a través de dos ideas refulgentes, con un apunte que podrá acercarnos a un tema del Prometeo Op. 43, siendo el segundo un desliz estremecedor- sanglotant- que le  otorga un palpitar de sombras en los lindes del romanticismo que ya se anuncia, en un joven de 25 años y en su etapa vienesa que reclama una mirada hacia un futuro inmediato. Un trío  que sería revisado con el paso de los años, en posibles transcripciones para quinteto de cuerdas y que recibirá un número de catalogación como Op. 104.  La serie de estos primeros tríos, queda relacionada evidentemente con aquella estancia en la capital habsbúrgica, en donde tendrá la oportunidad de conocer a lo más granado de la nobleza, gracias a estos tríos que recibieron importante acogida en el Palacio del Príncipe Lichnowsky, al que nuestro genial artista dedicaría el ciclo en su integridad. Para Fortune, suponía la conquista creadora que marcará una época dentro de la expansión tonal en amplia escala, auspiciada por la naturaleza del material y los contrastes dinámicos.

Dúo Casellas – Becker-, formado por Julius Becker (piano), con estudios en la Sweelinck Ac. for Young Talents (Amsterdam)- Marcel Baudet-, y ya en Inglaterra en la Yehudi Menuhin School, siguió en la Hochschule für Musik und Tanz Köln, recibiendo asesoramientos de Claudio Martínez-Mehner y Nina Tichmann. Asistió a masters de Alexander Melnikov, Andreas Staier, Robert D. Lewin y András Kemmenes. Ampliará con maestros especializados en las materias de música de cámara, improvisación y repertorio vocal.  Mireia Comas Casella (violin), realizó estudios en el Conservatorio de Victoria Gasteiz (2016/9), para seguir en la Universidad de Lucerna Applied Sciences, con Daniel Dodds y en la Hochschule für Musik & Tanz Köln, con Annette von Hehr; en la Zurich Univer. of Arts, tendría como profesoras a Anna Gebert y a N. Weinmester.

En programa, W. A. Mozart- Sonata para violín y piano, en Sol M. K. 301-, obra del período de Mannheim, de un joven de 22 años y que se hermana con la K. 302, en Mi b M. El Mozart parisino y que para Halbreich, se descubre por su Allegro con espíritu animado y vigoroso al que responderá un tiempo similar de sabor popular casi dentro de los parámetros de los estilismos alla francesa, en el ámbito del rondeau, que sabe destacar precisamente por su gracia en la sección central. Dudas hay en cuanto a la obligada dependencia de esa asimilación definitivamente francesa, por lo que el reparto entre período no dejará de fomentar las dudas. En el transcurso del viaje de Salzburgo a Mannheim, el músico había conocido, como testimonia su correspondencia, un grupo de seis sonatas para violín y piano de J. Schuster (1748/82), maestro de capilla de Dresde y que nuestro Mozart enviará encarecidamente a su hermana Nannerl. Estos dúos un tanto anónimos podrían ser el estímulo para la creación de estos primeros dúos, cuyo título será: Clavier duetti mit violin, un distanciamiento de las antiguas formas de las sonatas con clave y acompañamiento de violín.

Johannes Brahms-  Sonata para violín y piano, en La M (Thunersonate) Op. 100- el autor en plena madurez para una de sus obras camerísticas más apetecibles. Allegro amabile; Andante tranquillo; Vivace di qui andante; Allegretto grazzioso (quasi andante). Segunda de sus sonatas en este género y que recibe este curioso título, nacida junto a las cercanías del lago Thun (Suiza), lugar de sus apacibles retiros, en el que nacería otra serie de ciclos de Lieder y otras obras maestras de cámara. El poeta Widman, había sido el primero en descifrar los secretos de esta partitura. La figura de Hermine Spies, una reconocida cantante, alumna de Julius Stockhausen, también quedaría relacionada con ese mundo de Thun, artista que definitivamente, será clave para conocer la evolución de muchos de sus Lieder. Naturaleza, luz, amor, serenidad, impregnan profundamente todas las composiciones de estos años. La confirmación casi extática de esta sonata, podemos encontrarla en el Allegretto grazzioso (quasi andante): La gracia amable de esta pieza proviene del Finale: la misma elección de un tiempo relativamente lento para concluir- con esa indicación-, es emblemática de la naturaleza distendida de esa sonata. Un finale, se materializa en una especie de fresco rondó, que mantiene intacta la dimensión de serenidad. También contribuye el tema- ritornello, que en cada reaparición presenta nostálgicas reminiscencias del lied Op. 65, nº 5, Meine Liebe ist grün o la cita de otro Lied, del Op. 105, nº 4. El tema principal queda por momentos ensombrecido por alguna pincelada de amargura, quizás un aviso del otoño de su vida.

Ramón García Balado  

29/06/2025

Novena edición del Curso Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais/Sede SGAE

Actividades didácticas y concertistas en la IX edición del Curso Airas Nunes, que se desarrollará entre el 30 de junio y el 5 de julio, que reparte sus convocatorias entre La EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais y la sede de la SGAE, teniendo como profesores a Claudio Martínez-Mehner, András Kemenes y  Kennedy Moretti, en la materia de piano, a los que se añaden en especialidad de cuerda, Anna Gebert, Yuval Gotlibovich y Xavier Gagnepain, quienes prestarán atención primordial a géneros camerísticos a la atención de setenta alumnos quienes serán protagonistas de dos conciertos camerísticos- días 2 y 3, sesiones de becarios, a partir de las 19´00 h., en la EAEM, y otros dos- días 5 y 6, en la Sede de la SGAE., programas pendientes de confirmación y con destacando protagonismo de los solistas. Un proyecto que desde sus comienzos cobró vuelo gracias, en parte, a la iniciativa de los hermanos Javier y Manuel López Jorge, ambos pianistas y del chelista Millán Abeledo, una idea que desde entonces, conoció la colaboración de importantes profesionales de la música tanto en el  ámbito docente y profesional.

El ciclo Contemporáneas que había ocupado buena parte de la temporada recién concluida, un espacio repartido desde el primer concierto del Arxis Ensemble- La fabricca illuminata, de L. Nono,- para seguir con propuestas como How can I help you, de Vertixe Sonora; A solas con Marilyn, de David del Puerto, con Teatro Xtremo o Pasos desde o Atlántico, de Música Práctica, dejó un espacio para (Suit(e)), del que fueron protagonistas Millán Abeledo, la responsable de danza y coreografía Nuria Sotelo y el propio Manuel López Jorge, quien contribuyó con una obra de encargo en estreno.  Programa denso y ambicioso por la elección de obras perfectamente articuladas: J.S. Bach, Gaspar Cassadó, G. Ligeti, Benjamin Britten, Gyorgy Kurtag, Henri Dutilleux y el encargo de Manuel López Jorge, con una pieza trabajada desde una escritura formal distribuida en una serie de micromovimientos que fluían bajo la inspiración de características, algunas particularmente elementales, una aportación procedente del campo de la física. Obra que usaba la paleta tímbrica más extensa, pensando en el protagonismo del chelo, a tenor de sus límites expresivos, comunicativos  y sintácticamente coherentes.

Claudio Martínez-Mehner, nacido en el seno de una familia hispano-alemana, estudió en el Real Conservatorio Superior de Madrid, con Amparo Fuster, Pedro Lerma y Joaquín Soriano, y fue viola solista de la JONDE, instrumento que ampliará con violín y clave. Amplió formación en el Conservatorio Tchaikovsi, de Moscú y en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, con Dmtri Bashkirov, para profundizar en piano con en la Freiburger Universität, con Vitaly Margulis; la Fondazione per il Pianoforte (Como, Italia); en el Peabody Conservatory, con Leon Fleisher, especializándose en masters con Murray Perahia; Fou Ts´ong;  Alessis Weissenberg, D. Rostropovich; Ferenc Rados, Karl- Ulrich Schnabel, Gyorgy Kurtag o el barítono Dietrich Fischer- Dieskau. Fue finalista del Paloma O´Shea(1990); obteniendo premios como el Pilar Bayona (1992); la  Fundación Chimay (Bélgica); Dino Ciani (Milán) Colaboró con el Cuarteto Casals, junto a su hermana Vera- Quinteto con piano, en Fa m. Op. 34, de J. Brahms- y fue asistente de D. Bashkirov, además de profesor en la Köln für Musik & Tanz.

András Kemenes, fue un talento precoz tras comenzar sus estudios en la Accademia de Música Ferenz Liszt (Budapest), en donde tuvo como maestros a Pál Kadosa, Ferenc Rados, Gÿorgy Kurtág, graduándose en 1982, realizando cursos de postrado en el Conservatorio Tchaikowski, de Moscú; y en Dresde, como alumno de Amadeus Webersinke, preparando su carrera profesional en el Instituto Kodály, de Kecskemét, en donde fue maestro entre 1984/ 91, Combina la pedagogía  igualmente en la Academia de Música Ferenz Liszt (Budapest), con los oficios como intérprete en dúo con el pianista Csalog Gábor y en calidad de solista. Kurtág, en su horizonte, lo es por obras como Játékok,  una colección de juegos que podrá asimilarse a Mikrokosmos, de Béla Bartók,  una idea de que la pedagogía no dejó de evolucionar, ofreciendo nuevas perspectivas de un interés irrefutable.

Kennedy Moretti, brasileño con formación en la Universidad de Sâo Paulo, estudió también en la Ac. Ferenz Liszt y en la Ac. de Música y Artes Escénicas, de Viena, antes de trasladarse a España (1994), en  donde se integró en la Escuela de Música Reina Sofía; el Conservatorio de Música de Castilla  y León; el Inst. de Cámara de la Universidad Alfonso  X El Sabio (Madrid), colaborando con artistas como Ruggero Raimondi, María Espada, Ana Mª Sánchez, Milagros Poblador, Raquel Lojendio, Agustín Prunnel- Friend, Marina Pardo o Erica Wise, David Quiggle, el Plural Ensemble, el Ensemble Wiener Collage, Jonhatan Brown, J. Luis Estellés, realizando registros como las obras para piano y canciones, de Helmut Jasbar, con María Espada; obras de Mozart (Aglae Musica); compositores cántabros (con Marina Pardo); Sonatas y variaciones de Beethoven, para chelo, con Arnau Tomás y trabajos para cadenas de radio y televisión. Recordamos en el II Festival de zarzuela, con la soprano Mariola Cantarero, un ramillete de perlas que iban desde Sorozábal a Amadeo Vives, Jaime Ovalle, X. Montalvatge o Gonzalo Roig, G. Giménez y Alberto Williams

Anna Gebert, violinista con dominios en el espacio barroco, estudió en la Accademia de Música de Basilea, y en la Universidad de las Artes de Zurich, llegando a formar parte de la Joven O. Mahler con quince años para seguir en la Ac. Karajan; la Berliner Philharmonie y la O. Sinfónica de Trondheim de Noruega (2017), para probar de inmediato con la Filarmónica de Estocolmo; la H.R. Frankfourt; la Philharmonie Zurich; la Baroc  Orchester (Friburg); Oslo Barokkemera, experiencias adquiridas por sus clases con Paul Biss, A. Chumachenco (Munich) y el violín barroco con Stanley Ripchie, aspecto que se añade a otros instrumentos de época, siguiendo los dictados de los géneros filológicamente informados. Dispone para ello de un Joseph Gagliano (1794)

Yuval Gorlibovich, viola, intérprete y compositor además de profesor, fue premiado en certámenes como Lionel Tertis (Inglaterra); Fischoff (USA); Tel Aviv; y de sus trabajos destaca el dedicado al sello NAXOS, con la Orquesta de Cámara Catalana, con obras de Ramón Paus, con una buena recepción entre los aficionados, capítulo que se añade al trabajo como el Concierto para viola, del añorado Antón García Abril, con la RFG, dirigida por el titular precedente Paul Daniel; Menachem Wiesenberg Encounters  IV, y el Concertino con la Beethoven Philharmonie, dirigida por Thomas Roesner, es otra muestra que se añade al arreglo de las Variaciones Golberg (J. Sebastian Bach), quedan como idea de estilos musicales editados por el sello Sony. La Sonata para viola y piano, fue estrenada en la Ópera de Tokyo, por Nobuko Imai e Izumi Tateno (Da Vinci Editions). Destacan en especial los compromisos para el cine, películas mudas de la época histórica, con su hermano el chelista Jonhatan. Filmes como El doctor Caligari; Nosferatu; el Golem o la Pasión de Jeanne D´Arc, estrenad por Janne Thomson, Rick Stojin y el autor, en el Festival Klassieske Dage. Es director del Festival Int. de Música Monumental de Cáceres y profesor y mentor de Atar Arad.

Xavier Gagnepain, añade a sus actividades la presentación del libro encargo de la Cité de la Musique, Du musicien en general…au violoncelliste en particular, maestro con solvencia del curso y que formó parte del Cuarteto Rosamunde- con inspiraciones schubertianas-, llegando a colaborar con los históricos Virtuosos de Moscú, de Vladimir Spivakov, y la London Symmphony Orchestra. Realizó un importante registros  dedicados a las obras de Gabriel Fauré, para el sello Zig-zag (2007), uno de los principales maestros, había sido Maurice Gendron,  chelista y director que realizó la primera audición del Concierto para chelo Op. 58, de Sergei Prokofiev, obra que será preámbulo de otros hitos como el Segundo concierto, de Paul Hindemith; el segundo igualmente de Francis Poulenc; la Serenata, de Jean Françaix. Nuestro Pau Casals, en obras como una serie de sentidas variaciones tras la buena acogida que le concederá en Prades, aceptando la dirección de algunos conciertos en retiro testimonialmente compartido, destacando obras de F.J. Haydn y Luigi Boccherini

Ramón García Balado                                                                                   

05/07/2024

Conciertos de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes en el CGAC

 Centro Galego de Arte Contemporánea,  Santiago de Compostela

Para culminar las actividades del Curso de Cámara Airas Nunes de Cámara, contaremos con dos conciertos en días consecutivos comenzando por el del viernes día 5, a las 19´30 h-, en el CGAC y completar en el mismo espacio al día siguiente y a la misma hora. Para la primera cita Suryeon Nohn (Corea del Sur), abordará la segunda de las Drei Klavierstücke D. 946, de Franz Schubert, el segundo  movimiento que se nos muestra como un Allegretto en Mi  M. 6/8, que viene a adoptar la misma actitud relajada que el precedente  Allegro assai aunque invirtiendo las oposiciones ya qu aquí tenemos un estribillo apacible y juguetón dentro de una tierna romanza marcada por animosas terceras, mientras que las dos estrofas aportan fantásticas visiones de angustia e incluso desesperación  con temas sombríos que podrán evocar los lieder del Winterreise, uno de sus ciclos vocales más aterradores. Los pasajes de este segundo tiempo concluyen con un retorno del estribillo que suaviza el estado emocional de un alma alterada. Tres piezas, las de este grupo, que tardarían en editarse, debiendo esperar hasta el interés mostrado por Johannes Brahms, en 1868, bajo el título un tanto curioso de Tres piezas para piano, que en principio parecen aportar poco en cuanto a sus pretensiones y estilo, aunque no disimulan la  madurez de un compositor hipersensible.

Truman Walker (Estados Unidos), nos acerca a Karl Czerny a través de las Variaciones sobre un tema de Rode Op. 33, maestro de maestros, Czerny fue un animoso e ingenioso recreador de obras procedentes de otros grandes de su época, en particular del mundo del belcantismo en un libre juego de imaginación y atrevimiento. Unas variaciones que podrán acercarnos a las conocidas como Diabelli, que a tantos diletantes habrán tentado. Maestro de respetable oficio, tuvo como  alumnos dilectos a grandes como Ferenz  Liszt, Döhler, Kullak, Jaël, Leschetizky o Belleville, artistas importantes de su generación. Kullak describiría su método como empirismo práctico. En vez de tener ideas preconcebidas sobre la técnica del piano como Hummel,  Czerny decidió que en la  práctica real no podía haber un método que pudiera aplicarse a todo. Esto abarcaba hasta  la digitación, decía, porque las manos difieren en cuanto a forma, tamaño y estructura. Cada pieza de música entonces, debía ser aplicada específicamente al caso individual. Para estudioso Czerny pudo haber sido el origen del piano moderno en su ejecución.

Cornelia Felber (Alemania), nos lleva al mundo íntimo de Johannes Brahms, en el segundo de los Intermazzi Op. 118, el grupo de seis Klavierstücke, un Intermezzo en La M, obra de plena y sentida madurez de un creador en el margen de los sesenta años. Pura poesía embargada de un espíritu melancólico y un lirismo exacerbado, siempre pendiente de los más pequeños detalles y matices, producto de la alternancia entre mayor y menor que le convierte en sublime. Toda la emoción de los Intermezzi, sabrá concentrarse en la última de las piezas. La serie de obras dentro de este ideario, en especial las que ocupan el período  final, dejan la muy grata impresión de un irrenunciable banco de pruebas hacia exploraciones experimentales idiomáticas y en especial en el contexto de lo armónico, por sus toques preciosistas y afiligranados cargados a veces un arcaísmo modal. Para Bryr, exagerando el análisis, la sombra de su apreciado Robert Schumann, se proyecta en muchas de sus páginas. Con respecto al grupo de estas Klavierstücke Op. 118, estamos ante la llegada a la última fase creativa del autor y que acompaña de pintorescas expresiones del tipo: adiós al piano, testamento pianístico, íntimo monólogo final, etc…Las obras que vendrán después, están en la misma longitud de onda.

El sábado, en la continuación de estos conciertos que contribuirán a conocer de cerca el compromiso de los alumnos del Curso Airas Nunes, nos acercarían a la interpretación de Manoush Toth (Suíza), quien pudo abordar el primer tiempo de la Sonata nº 2, en Fa M, Op. 2, de Johannes Brahms, y que se ofreció la tarde anterior. en concreto la primera gran obra para el piano del hamburgués compuesta en 1852, y editada por Breitkopf & Hartel al año siguiente, en dedicatoria encarecida a Clara Schumann, considerándola en su planteamiento menos perfecta que la Sonata en Do M. Op. 1, en otra de esas dedicatorias que serían el violinista Joseph Joachim, precisamente porque la composición de la misma sería posterior. Sonata si cabe más personal y arriesgada por motivo de su escritura audaz revelando a un Brahms menos pendiente de de sujetarse a los condicionantes de la inspiración preestablecida que de alguna manera, no disimula la admiración por la poética de Jean Paul. Un Allegro ma non troppo, ma energico, recibiendo el reconocimiento de un Schumann entusiasta, particularmente en este tiempo quien en 1855, le escribiría: Tu segunda sonata, mi querido amigo,me ha aproximado mucho a ti. Vivo hasta tal punto dentro de tu música que la puedo interpretar casi a primera vista, un movimiento tras otro. Te estoy agradecido. Destacan el andante y las variaciones que siguen al comienzo en pianissimi, distanciándose de la música del resto de los movimientos. Para ocupar su espacio Diego Miguel Vicente elegirá la Danza de moza donosa de las Danzas argentinas para piano, siendo la segunda de la serie, con estreno en el Teatro Colón en manos de su dedicatario, el pianista Antonio De Raco, el 27 de octubre de 1937.

Daniil Bogdanovsky (Francia), tendrá la Balada nº 1, en Sol m. Op. 23, de F.Chopin, estrenada en Leipzig en interpretación del franco-polaco y que para no ser menos, suscitó las impresiones de Robert Schumann: Chopin me dio una nueva balada en Sol m. De entre todas sus obras, me parece ésta la más ingeniosa y genial. Le dije que era la que más me gustaba. Después de haber reflexionado largo rato exclamó convencido: Lo que me dice me produce enorme placer porque yo también la prefiero a mis otras obras, Además toco de modo incomparable otras nuevas piezas, estudios, nocturnos, mazurcas….Basta verle sentado al piano para sentirse conmovido. Vd simpatiza con él. Pero Clara Schumann es una virtuosa aún más grande. Confiere a las sonatas de Chopin casi más valor que él. Imagine Vs la absoluta perfección, una maestría que parece ignorarse a sí misma. Obra elaborada con gran libertad formal, casi como si fuera una fantasía  que entrañara un apasionado poema sonoro insuflado de ardor, emoción y pesadumbre.

Yusuko Furumi (Japón), un nuevo Chopin por la Barcarola en Fa sost. M. Op. 60, composición que resulta un absoluto reflejo en lo relativo al plano armónico y un aire italianizante cual si de traslación de un tema operístico se tratase prevaleciendo con gallardía el valor significativo de las fioriture. Para Andrés Coueroy, un entusiasta al que tener en cuenta, son estos detalles los que realzan la importancia de esta barcarola. Comenzada en 1845 y concluida en un breve espacio de tiempo, será recibida por entusiamo desde la primera edición francesa, una pieza de notable señorío que tendrá como dedicataria a la baronesa de Stockhausen, compañera de quien fue dedicatario de la Balada Op. 23. Chopin la ejecutó por primera vez en la Salle Pleyel, el 16 de febrero de 1848. Responde en lo genérico a esas piezas que ofrecían los gondoleros venecianos, en sus jaleosas tonadas.  

Amelia Zofia Chmielewska (Polonia)- violonchelo- y Marija Normantaite- piano-, con la Fantasiestücke  Op. 73, de Robert Schumann, en dos de sus tiempos: Zart und mit Ausdruck (Tierno y con expresión) y Lebhaft. Leicht (Vivo y ligero). Obra que permite igualmente el tratamiento con clarinete y cuyos tres tiempos fueron escritos en el invierno de 1850. La versión con clarinete, se dio a conocer en la Hofkapelle Dresden, en una lectura privada con un músico de la orquesta antes de la presentación pública poco después. La versión de chelo y piano, tendrá una aceptación entusiasta apoyándose en la configuración de la obra construida en forma de lied con coda. Zart und mit Ausdruck, establece un clima elegíaco apoyado en una tierna melodía en la que ambos solistas se permiten un protagonismo de indudable importancia. Lebhaft, Leicht, resulta un equilibrado scherzo en modo mayor que utiliza un diálogo animado con un detalle central marcado por escalas de tresillos que preparan el tiempo final Rasch, mit Feuer.

Isaac Martínez Mederos, procedente de Canarias, nos dejará la Balada nº 2, de Ferenz Liszt, una de las dos compuestas por el húngaro cosmopolita y universal, admirado y recibido con halagos en los grandes salones hasta convertirle en ese personaje que todos conocido y que arrastraría a sus costas ríos de literatura de todo rango, un Liszt al que igualmente el cine había flacos favores recreando penosas hagiografías de escaso valor. Dos fueron sus baladas en las que expresaba un ansia de interioridad y meditación recreando un estilo que resultará reconocible a la postre por los alardes de virtuosismo. La Segunda Balada en Si m., queda fechada aproximadamente hacia 1853, y se desarrolla en forma sonata, lo que la distancia de la Primera en Re b M. que tardaría en alcanzar su forma definitiva. La pieza tiene seis grandes partes y está basada en tres temas. Prevalece con rigor el ansia de concentración interiorizada, aspecto que observamos en el conjunto de las dos baladas.

Ramón García Balado

02/07/2024

 Auditorio del CGAC, Santiago de Compostela

Logos Dúo
Concierto de becarios en el VIII Curso Airas Nunes-día 4, a las 19´30 h-, en el Auditorio del CGAC, con tres formaciones comenzando por el Logos Dúo, integrado por los pianistas Carlos Bujosa Salazar y Jia Yuang Chong, quienes interpretarán dos obras: La Petite Suite de Claude Debussy en sus cuatro tiempos: En bateau; Cortège; Menuet y Ballet, además del Andante & Allegro brillant Op. 92, de Felix Mendelssohn. Piezas para cuatro manos, la del francés editada por Durand (1889), alarde de grandes posibilidades de recursos que han permitido una conocida orquestación realizada por Henri Büsser (1907), con notable aceptación por parte del autor. En Bateau,  resulta una dulce pieza en forma de barcarola dominada por cadencias de terceras y una perceptible sencillez armónica que disimula ostensibles audacias. Cortège,  ofrece una elegancia y desenvoltura que recrea una ambientación poética cercana a las Fiestas galantes, de Paul Verlaine. Una dulce melancolía se percibe en el Menuet, ciertamente sutil que le convierte en el más apreciado de los cuatro tiempos, gracias a punto de vista de la inestabilidad  tonal y modal, ya desde la introducción de un tono arcaizante que podrá llevarnos al Menuet, de la Suite bergamasque. Más animado resulta el Ballet conclusivo motivado por los acentos alegres y retozones cercanos a los  Minstrels, motivados por su tema de tres saltos sucesivos de cuarta. En verdad, es obra ligera de perfiles que no disimula la cercanía de Delibes y Chabrier, auspiciada por en encanto de sus modulaciones. El tema del vals escogido, sirve de contrasujeto en la repetición, fundiéndose con la coda a través de un tema inicial en cuartas que adoptan un ritmo ternario para encumbrarse a una brillante conclusión.

Un Mendelssohn a cuatro manos por el Allegro brillante Op. 92, obra ubicada en un espacio disimulado en el catálogo de sus obras y pareja a la Fantasía en Re m., compuesta en el año 1840. Las piezas en este estilo, suscitarán efectivamente poco interés, quedando como sencillos entretenimientos para disfrutar en familia o entre curiosos de estas obritas no excesivamente ambiciosas, de hecho, esta pieza quedo inédita. Mendelssohn solía pasar momentos gratificantes para evitar las horas lánguidas en compañía de Clara Schumann y para ejemplo, el concierto ofrecido en la mítica Gewandhaus de Leipzig, el 31 de marzo de 1841, donde dirigirá el estreno de la Primera Sinfonía de Schumann. El Allegro brillante Op. 92, no desmerecerá por su cualidades quedando como una joyita de la literatura para el piano a cuatro manos, precisamente por la visible dificultad de ejecución, poco común dentro de estos estilos.

Dúo Balás- Wozniak

 El Dúo Balas- Wozniak: Mikolaj Wozniak (piano) y Michal Balas (chelo), reservan la Sonata para chelo y piano en Mi m. Op. 38, de Johannes Brahms, obra de juventud en sus tiempos Allegro non troppo; Allegretto quasi minuetto y Allegro. Para la creación de obra tan particular habrá que tener en cuenta las circunstancias personales adversas como la muerte de su madre Johanna Henrika Christianne Nissen, una pérdida que marcaría toda su vida. En la creación de la obra, se observa una atmósfera singular por la escritura modal arcaica, de ascendencia litúrgica. El rigor arquitectónico de adustez, sobriedad y limpieza, aparece en el Allegro non troppo, que cuenta con tres temas expuestos en forma sonata, sin excesivo trabajo temático. El Allegro quasi minuetto, resulta elusivo y enigmático para abundar en sus intenciones, dentro de una estructura ordenada, motivada por su aparente gracia velada y amarga, con pocos momentos de lirismo y de un posible abandono sentimental ubicado en el trío, donde el chelo se relaja en una apacible serenidad. El Allegro final, muestra la intención de marcar distancia con  respecto a la obra en su conjunto; un riguroso tiempo fugado encuadrado  en su forma de sonata y que puede ser entendido como un homenaje a J.S. Bach. Para Geiringer, los dos primeros tiempos de la sonata, el chelo es tratado con seguridad poniendo de relieve su sonoridad, demostrando la experiencia del autor que hasta ese momento había adquirido.
Trío Moment

Trio Moment: Javier Moya Puigcercos
- piano-; Fabiola Sebastián Guijarro- chelo y el violinista Juan López de Soria Homar, con dos obras. El Trío nº 1, en Re M op 70, en su primer movimiento, obra conocida como el Trío de los Espíritus, y que debe su nombre al Largo assai e esspresivo, tiempo central, auténtico pivote de la obra desarrollada en tres tiempos, que en este caso pretende asociarse con la escena de las brujas de Macbeth, de J.H. von Collin, obra de talante vagante impregnada de detalles sombríos y un humorismo negro, más perceptible en ese segundo tiempo. El grupo de dos tríos que motivaron la opinión de Witold, quien dirá que las obras debían ocupar más que por su forma o estructura, por su propia sustancia, un lugar aparte en toda la producción del compositor. Vivía en aquellos momentos en el palacio de la condesa Marie Erdödy, a la que el trío estará dedicado. El talante irascible de nuestro músico, se reflejará con creces en esta obra. La posible presencia de un Scherzo (caprichoso y cortante), habría contribuido al desequilibrio de esta obra en su unidad conceptual, al tiempo sublime y preciosista.    Un nuevo Brahms por el Trío en Si M. Op. 8, del que hay versiones distintas: la de 1853/4 y la de Ischl. Obra que parte de un Allegro con brio (con motto en la primera versión), enmarcado en la típica forma sonata (tres temas a los que se añade diversas ideas secundarias, e igualmente caracterizado por una conducción muy libre.  El Scherzo (Allegro molto), vistoso y desenfadado que para ciertos románticos nos traslada a un mundo de elfos, gnomos y otras criaturas fantásticas, con modificaciones añadidas entre ambas ediciones. El Adagio en estilo de Lied ternario en su estilo clásico que recrea la necesidad de misterio casi solemne para dar paso al Allegro que en la primera edición se presentaba como Molto agitato y que une la forma de Rondó con la forma sonata (con tres temas), tiempo que ha suscitado más de una controversia.

Ramón García Balado

01/07/2024

Alma y esencia en el VIII Curso Airas Nunes

 Santiago de Compostela, del día 1 al 6 de julio 

Manuel López Jorge

Metidos en la octava edición del Curso Airas Nunes, será un buen momento para acercarnos a las personas que han hecho posible la evolución del mismo a lo largo de su trayectoria desde el comienzo. Los hermanos y pianistas López Jorge, han sido fundamentales para su consolidación y desarrollo. Manuel, compostelano de nacimiento, está asentado en Londres logrando consolidar una carrera que se supuso obtener importantes galardones, ofreciendo recitales en prestigiosos espacios como St. Martin in the Fields, Steinway  Hall y Saint James Picadilly, logrando consideraciones como el Leonard Smith Prize, el Brian Jeejeehoy tras concluir sus estudios de master que se confirmarán con el John Thomson Prize, por la excelencia en el tratamiento de la música camerística. También muestra interés por la creación musical, como ya demostró en una sesión seguida en el Paraninfo da Universidade, con el Golden Piano Trío: Un afogado, entre el Trío para piano, violín y chelo nº 4, Op 90, el popular Dumky, se relevantes raíces eslavas y el Trío en Si M. Op. 8, obra de juventud del venerado Johannes Brahms. El Golden Piano Trío, se había formado en los Cursos de Verano de Dartinton (Inglaterra), en 2009, y que junto a Manuel integraban el chelista Dan James y la violinista Valtie Nunn, una formación que cambió dos veces de chelista, recibiendo asesoramiento de la pianista turca Deniz Arman Gelenbe, antes de recibir la invitación para participar en el proyecto Chamber Studio, dándose a conocer por giras entre Escocia e Inglaterra y ratificarse  en el prestigioso St. Martin-in- the Fields. En su catálogo aparece además una sonata para piano estrenada en Depford (Inglaterra), un ejemplo de su madurez tras seguir la docencia del siempre apreciado Antón García Abril, con sus labores en las cátedras de composición en los Cursos U. I. de Música en Compostela y en la EAEM.  Entre sus maestros también  nos encontramos con Stephen Montague, mientras completaba su tesis de doctorado  en el Trinity Laban Conservatoire of Music and Dance, obteniendo el grado de Matrícula de Honor en las clases de Pablo Ferreño. En su evolución artística pudo beneficiarse de una beca de la Fundación Barrié de la Maza.

Javier López Jorge

  Javier López Jorge
, se prodiga como pocos por las veces que pudimos seguirle en ciclos programados en el Paraninfo da Universidade compostelana. Javier, pianista precoz, tuvo como primeros maestros a Sonia Roher, Marina Shamagian, Ofelia Aznaurova, Alexander Gold Makarov y en 2006, accedería al grado Superior en el Conservatorio Superior de Salamanca logrando las máximas consideraciones bajo la tutela de Patrín-García Barredo, Miriam Gómez- Morán y en música de cámara con Andrei Frolov y Felipe Díaz, ampliando en repertorio vocal con Javier San Miguel y en la especialidad contemporánea con Alberto Rosado, al tiempo que estudiaba clave con Pilar Montoya. Fue galardonado en certámenes como el Concurso de Donostia Hiria- un segundo premio, en 2001; el Primero del Villa de Bayona y el Joan Chissel Robert Schumann Lied Competition; el Internationale Sommerakademie de la Salzburg Mozarteum Universität; el de Especialización de la Universidad de Alcalá de Henares.  Otras docencias le llevaron a asistir a cursos con Ana Guijarro, Boris Berman, Luiz de Moura, Claudio Martínez- Mehner- con el que ampliará experiencias concertísticas-, Almudena Cano, Frank Wibaut y compositores como José Luís Turina, Agustí Charles o Ramón Humet. Fue becado por la Diputación de A Coruña, para un master en el Royal College of Music. Fue importante su traslado a Hungría, en donde realizará estudios de ampliación con Péter Nagy, Gábor Csallog, Marta Gulyas, Rita Wagner, aspecto que redundará en las materias camerísticas, detalle del que queda constancia en este Curso Airas Nunes. Javier, ofreció conciertos en el Paraninfo como los seguidos con la chelista Carolina Landriscini, integrante del Soncello Ensemble; el ciclo schubertiano Die Winterreise D. 911, con Kornél Mikecz, cantante con escuela en la Akademia Ferenz Liszt; un concierto a cuatro manos, con Rosalía Gómez Lasheras, entre obras de Schumann y de J. Brahms; otro mano a mano con el chelista Iago Domínguez Eiras, en adaptación de obras concertantes de Sir Edward Elgar y Sergéi Prokofiev y el elegido con la chelista Morgana de Lafforest, con obras de Johann Sebastian Bach, R. Schumann y J.Brahms. A mayores, el ciclo Metáforas do silencio, en el que participaron los dos hermanos, dedicado a la música de cámara de Ludwig van Beethoven, en el 250 Anivesario de su nacimiento.

Millán Abeledo Malheiro, miembro de nuestra RFG, fundador del Cuarteto Novecento, realizó sus estudios con Tatiana Cucerenco y Vera Kolar, para seguir en el CSMA (Zaragoza), con Ángel Luís Quintana, quien fuera responsable de la Cátedra en los Cursos U. I. de Música en Compostela; Barbara Switalska; Natalia Shakhovskaia, en la Escuela Superior Reina Sofía y Troëls Svane, en la Hochschule Lübeck (Alemania), consigiendo premios como el Primero Nacional de Chelo de Carcaixent; el Primero de la Fundación Veo Veo; el accésit del Ruperto Chapí, o el Primero del Concurso Santa Cecilia, de Portugal.  Fundó el Bambú Ensemble; el Dúo Gamma y fue miembro de la JONDE, colaborando con orquestas como la Reina Sofía; DaCamera; la ONE; la OSG, recibiendo becas de la Fundación BBVA y Segundo Dávila. Es miembro del Cuarteto Novecento con las violinistas Ildikó Oltrai e Irina Gruia, con la viola Ionna Ciobotaru, con quienes grabó un registro en cd., con obras de Marcial del Adalid, José Arriola y Juan Durán. Este cuarteto hizo su presentación en el Paraninfo da Univerdade, ofreciendo el Cuarteto de cuerdas, de Juan Durán; Novelletten, de Frank Bridge y Minimax, de Paul Hindemith (Repertorium für militarmusik).

Cibrán Sierra, al que en más de una ocasión se pudo apreciar como asistente invitado, es autor de una obra de estudio primordial:  El Cuarteto de cuerda. Laboratorio para una sociedad ilustrada, publicado  por Alianza Editorial. Cibrán, ourensano de nacimiento, es fundador del prestigioso Cuarteto Quiroga, tan reclamado en certámenes de primer rango, ejerciendo como responsable de la cátedra del Conservatorio Superior de Aragón, compaginando con estas responsabilidades como instrumentista. El  Cuarteto Quiroga, tiene bajo su confianza la colección de los Stradivarius decorados del Palacio Real de Madrid y que en lo relativo a su ejercicio artístico, han establecido su residencia en el Museo Cerralbo. Sierra fue invitado en calidad de concertino a colaborar con orquestas de gran prestigio, impartiendo cursos como el que promueve en la temporada de música de cámara Sen batuta, en Ourense, celebrado entre 2008 y 2013. Su estudio dedicado al cuarteto de cuerda, traza una larga perspectiva desde Boccherini o Mozart, a las escuelas bohemias, los casos de Ravel y Baillot, el camino de la Segunda Escuela Vienesa, el nuevo paradigma de Béla Bartók, Shostakovich- en un punto y aparte-, el reto tras la Segunda Guerra Mundial y, como coda, hoy sí…¿y mañana?

Ramón García Balado

Ramón Otero Moreira, piano a cuatro manos, por Haruna Takebe y David Durán Arufe

  Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela Concierto a cuatro manos de los pianistas Haruna Tabeke y David Durán Arufe en el Auditorio...