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10/12/2025

Pelléas et Mélisande: ambigüedad del tiempo y del espacio

A Coruña - 5/12/2025


Clausura del LXXVIII Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña, con Pelléas et Mélisande, de Claude Debussy, en versión de concierto que tuvo como protagonistas en los principales roles a Sabrina Gárdez, Edward Nelson, Jean-Fernand Setti, Igor Durlovski, Mónica Redondo, Belén Vaquero y Javier Agudo, bajo la dirección de Juan Miguel Pérez-Sierra, con la O. Sinfónica de Galicia y el Coro Gaos, de Fernando Briones. René Leibowitz sostendría que Pelléas et Melisande es una ópera murmurada o cuchicheada y se cuenta que Richard Strauss comentaría a la salida de una representación de la obra, que había tenido la sensación de asistir a un ensayo en el que los cantantes se estaban reservando la voz, sin mayores pretensiones. Evidentemente este aspecto de la obra, es decir la contención constante, la total discreción o la ausencia de todo tipo de concesiones al tradicional bel canto, es lo que más ha sorprendido a los primeros espectadores, siendo también la causa de que no haya llegando incluso a producir tedio a muchos amantes de la ópera. Sin embargo, también es este aspecto de la obra lo que constituye- a pesar de las diferentes particularidades-no solo su carácter propio, y global, sino también una de las expresiones más innovadoras y más osadas del canto lírico. El esfuerzo de Debussy se sitúa en otro plano: la negación tradicional de todos los grandes compositores dramáticos, se convierte aquí en la negación de toda tradición, de manera que la única ópera de nuestro compositor, parece estar escrita para demostrar la imposibilidad misma de escribir una ópera. No es difícil encontrar los ejemplos más variados de esta extraña ambigüedad. Empieza a manifestarse en la misma elección del libreto de Maurice Maeterlinck, del que lo menos que se puede decir es que no es más que una pura ambigüedad de tiempo y espacio, ambigüedad de personajes (no se sabe de dónde viene Mélisande y no se comprenden los móviles de la mayor parte de los personajes), ambigüedad del texto mismo (en el que muchas cosas que se dan por supuestas pueden interpretarse de muy diversos modos, etc…) Todo ello se ve traducido al lenguaje musical con una genialidad poco común, ya que la ambigüedad musical es tan pronunciada como la del libreto.

Ópera escrita para exaltar lo inexpresable, con un libreto marcadamente simbolista de Maurice Maeterlinck, que no obliga a Debussy a fijar una música de acción, por lo que supondría un gran trabajo ante un libreto enmarañado. La armonía se hace voluntariamente difusa, fugitiva e imprecisa, al menos con las reglas vigentes, una armonía sutil y matizada, que nos trasmite mediante el clima psicológico, ciertos aspectos de un ambiente ensoñador y difuso, resultan proclives a puestas escénicas vaporosas y embriagadoras. Libretista y compositor había nacido el mismo año y el drama en concreto calaría en el compositor casi en un gesto a vuela pluma, una impregnación que vendría tal cual destino fatídico, propiciando en lo relativo a la página orquestal por su repetición y variación de armonía, un estilo conversacional opuesto al modelo melódico italiano, jugando un papel acentuador al que se añade la expresión dramática como en Mélisande cuando nos dice Non, non, mais il ne m´aime plus…Je ne suis pas hereuse. Las secuencias de bloques de acordes, ajenas a las usuales relaciones armónicas, se acercan al Boris Godunov, de Mussorsgky, partitura que Debussy conoció en París en 1893. Quedan en entredicho sospechosas reminiscencias wagnerianas, que muy poco aportan al contexto de esta ópera simbolista, salvando cualquier similitud que creamos encontrar, quizás un acercamiento a Parsifal, en esa búsqueda de imposibles, para este estilo musical de canto, que remite a las cadencias del habla, y a la efectiva consecución del tratamiento de la prosodia francesa, la que hallamos en la tradición de la mélodie, de larga herencia consumada desde Debussy a Fauré, Ravel, Berlioz, Hahn o Massenet.

Pelléas et Mélisande, calidad de drama-lírico en cinco actos con sus breves cuadros intercalados, tendrá estreno parisino bajo la dirección del autor (1902), sobre el citado libreto de Maurice Maeterlinck, con protagonistas que recrean ese relato profundamente simbolista: Arkel- rey de Allemonde, para voz de bajo- Igor Durlovski, una voz de carácter con recursos dramáticos y excelente presencia física dentro de un hieratismo robusto de recia exigencia por su apariencia escénica; Geneviève, Mónica Redondo , madre de Pelléas y Goulant, mezzosoprano, una voz amplia y segura con destacada proyección para el rol que debía defender; Goulaud- nieto de Arkel, barítono/bajo-, Jean-Fernand Setti, bajo/barítono no menos audaz por su obligada exigencia en cuanto a su papel de Goulaud, en el fiel de las controversias protagonísticas, lindando lo dramático en su profundidad manifiesta en ese personaje primordial en el equilibrio de los litigantes;  Mèlisande- soprano lírica o mezzo-Sabrina Gárdez, dolida soprano de recursos vibrantes y voz extensa a la par que amplia y excelentemente proyectaba, que redundaría en beneficio de las urgencias exigidas en cada acto y escena que reclamarían su absoluta entrega con un squillo firme y consistente.  Yniold- hijo de Goulaud, soprano lírica o ligera-Belén Vaquero, admirable ejerció de travestismo presencial a sabiendas de que se trata de un infante en sus dudas y concesiones; Médecin-Javier Agudo, breve papel casi irrelevante para completa el cuadro de solistas, destinados a recrear en su grado máximo lugares imaginarios y épocas legendarias. Las voces en sí mismas no dejarán de provocar alguna perplejidad y para ello recordemos a Pelléas, difícil de comprender como el resto, podrá ser voz para tenor, pero no se puede negar que la concepción que refleja cierta ambigüedad para una partitura que parece indicar que se trata más bien de un barítono, pero las notas extremadamente agudas de algunos pasajes constituyen obstáculos casi insuperables. El coro Gaos de Fernando Briones, se limitaría a una aparición casi testimonial y fuera de escena. Soberbia con todo la dirección de José Miguel Pérez Sierra, con la O. Sinfónica de Galicia, muy en especial en cuanto al tramado de los Interludios que enmarcaban las secuencias de cuadros, dentro de cada uno de los cinco actos, un apunte del que en todo su transcurso, los asistente a esta clausura de la LXIII Temporada Lírica de Amigos de la Ópera de A Coruña, y que recibirían los parabienes de la Revista RITMO, conmemorando sus primer 1000 números.

Versión de concierto con las consabidas limitaciones de posibles recursos comparativos con respecto a un planteamiento escénico, una opción que más de un aficionado habrá echado de menos, recursos no faltarían, optando por la participación de un director de escena, posibilidades habría al margen de las obligadas exigencias de limitaciones presupuestarias, salvadas por una excelente respuesta de intérpretes y orquesta, con un director atento y preciso al menor detalle. Para el director artístico del Festival Aquiles Machado Galíndez, el resto será imaginar por parte de los entusiastas al simbolismo, otros aspectos y detalles en los que los propios recursos imaginativos puedan recrearse con ingenio y fantasía. Una ambientación de una época de libre discurso imaginativo siempre confiado al mentado director de escena; un atrezzo no menos libérrimo fuera de épocas historias localizables; el colorido de una recreación ambiental no menos concreta y la recurrencia en generosa confianza a la estética escénica de Maurice Maeterlinck, con la que brota en sus fundamentos uno de los pilares de la ópera moderna. Una exaltación de lo inexpresable sobre ese libreto intencionadamente simbolista como prescriben sus cánones sin la menor exigencia hacia sus resultados musicales que con creces redundan en la que fue la única ópera de Claude Debussy, entre la localización y la intemporalidad.

Ramón García Balado

 

LXXIII Festival de Amigos de la Ópera, de A Coruña

Pelléas et Mélisande (Versión de concierto). Claude Debussy

Sabrina Gárdez, Edward Nelson, Jean-Fernand Setti, Igor Durlosvki, Mónica Redondo, Belén Vaquero y Javier Agudo.

 Orquesta Sinfónica de Galicia, José Miguel Pérez Sierra/Coro Gaos (Fernando Briones)

Teatro Colón, A Coruña

 Foto © Alfonso Rego

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-pelleas-et-melisande-ambiguedad-del-tiempo-y-del-espacio-por-ramon-garcia-balado 

08/12/2025

Kaleidoscope, galardón para un Grammy Latino

 Santiago de Compostela - 26/11/2025


Segundo concierto del ciclo Contemporáneas, con la pianista Isabel Pérez Dobarro, y que traía entre manos la presentación del cd, anunciado como Kaleidoscope- registro ganador de los Grammy Latinos, como mejor obra-, para ella, un sentimiento como parte de su trabajo que contribuyó a visibilizar y recuperar compositoras actuales, no solo de Europa y América, sobre las que había trabajado hasta la fecha, sino por el descubrimiento de repertorios fascinantes, en muchos casos influidos por diversas raíces culturales, en las que confluyen estilos y lenguajes musicales, con ejemplos de procedencia oriental como Yoko Kanno, Consuelo Díez o Nkeiru Okoye y Claudia Montero. Del programa ofrecido, una selección de obras del registro, incluidas en estas sesiones.

Isabel Pérez Dobarro, es pianista de asentada proyección internacional por sus conciertos en el Stern Auditorium (Carnegie Hall), el Palau de la Música Catalana, el Conservatorio Tchaikovski (Moscú), el Teatro Colón (Buenos Aires) y otros coliseos de contrastado prestigio. Dentro de sus experiencias, nos encontramos con recuperación de figuras como Clara Schumann, Mariana Martínez, Pauline Viardot- de la que grabó The Unknow Pauline Viardot-, y en nuestro tiempo, compositoras como Consuelo Díez, Diana Pérez Custodio, Mercedes Zavala o Marga Richter. Doctora en la New York University, comenzó con 19 años sus actividades docentes, tras formarse en la Mannhatan School of Music (Professional Studies Degree), en el Real Conservatorio Superior de Madrid, en complemento con los estudios de Grado en Derecho, en la UNED y en la NYU, ampliando cursos de Sostenibilidad en la SDG Academy y un Certificado en Bussiness (HBX, Business School)

Entrando en materia y en lo relativo al programa previsto, una sencilla aproximación a las compositoras y sus piezas, que no suponían una inclusión en su totalidad de las que se incorporan a Kaleidoscope, aunque manteniéndonos en el espíritu que transciende una sensibilidad claramente perceptible. Para cada una de las piezas, una breve introducción con el compromiso establecido entre la intérprete y la escritura de cada una de ellas y su personal relación.

Dobrinka Tabakova- Nocturne- candidata a dos Grammy, compositora búlgara y que con esta obra muestra un estilo evocador que le supuso consideraciones de la crítica especializada por la indagación de los colores textuales desde un motivo repetitivo y minimalista. Carolyn Morris (Australia)- Blue Ocean (2021), una compositora formada en Kenja, y que nos trasmitía sus primeras experiencias, por las vivencias que el mar dejó en ella, impregnando su discurso por las impresiones de la tímbrica.

Julia Wolfe-Earring- ganadora de un Pulitzer y una McArthur Genius Grant, pieza de insistía sobre la alternancia de ambas manos, a partir de un aire de samba, en el extremo agudo del teclado al que la mano izquierda divagaba en un estado onírico.

Danaë Xanthe Vlasse (1981)- Fantaisie#2, Swang Song (2013), compositora de procedencia griega, ganadora de un Grammy, por Mythologies, cuya segunda entrega fue candidata al Mejor Álbum de Música Clásica. Obra inspirada en una leyenda griega sobre el canto del cisne- que entona su melodía postrera justo antes de morir- y que refleja el conflicto interior de ese inminente final, expresando por ello su lamento con un tema principal cromático e inestable. Un relato de duetos que evocan la división entre cuerpo y alma, combinando momentos de gran claridad con pasajes de delirio, en una evidencia del desequilibrio emocional del cisne, con una compleja textura desde una línea melódica superior, con arpegios armónicos constantes y una voz interior desplazada, símbolo de una lucha interna, con recursos de glissandos ascendentes, cruces de manos y un toque ligero que sugiere un batido de alas o un pulso vacilante.

Claudia Montero-Buenos Aires despierta y sueña, con cuatro Grammy y modelo de la vanguardia argentina en esta miscelánea de tintes minimalistas sobre una melodía nostálgica establecida por un persistente arpegiado de amplia libertad ensoñadora. Yoko Kanno-Hana Wa Saku (versión para piano), la sombra de un devastador tsunami, recreado por una idoneidad expresiva de quien domina géneros creativos en el espacio de los medios escénicos o los videojuegos, en este caso elaborado sobre dos temas contrastantes de intenciones contrapuestas.

Suad Bushnaq- Improvisación-compositora jornada que recurre al sistema creativo del maggam, con arpegios que fluyen entre las dos manos para abundar en los aspectos del color tan comunes en las músicas de procedencias orientalizantes. Carolyne Shaw- Gustave Le Gray-, una evocación del fotógrafo Gustav Le Gray, y al pianismo de Chopin y a su mazurka Op. 17, nº 4, que aletea en el centro de la pieza, elaboración de deconstrucción imaginativa a través de pasajes tonales contrastantes que inciden en la sensibilidad del oyente.

Nkeiru Okoye (1972), compositora neoyorquina ofrecía African Sketches-Dusk/Dancing Barefoot in the rain, afroamericana de raíces nigerianas, formada en piano y composición en el Oberlin Conservatory; en la Rutgers University y en la Mannhatan School of Music, apreciada por el New York Times, por sus virtudes evocadoras y apasionantes, disponiendo de un catálogo enfocado a esas influencias de tradiciones negras, de las que dejará testimonio en su ópera Harriet Tubman, el imaginario creativo de esas tradiciones y que en African Sketches- Dusk y Dancing in the Rain- amalgamaba tradiciones africanas con ansiadas influencias contemporáneas, recreando atmósferas que se impregnaban en la vida cotidiana como una dimensión simbólica de la naturaleza. 

Karen Tanaka- Water Dance (2008): Very light with flow/Very softly with shimmering light/ Veri light, like a harp, compositora japonesa con estudios en la Toho Gakuen School y en París con Tristan Murail, en el IRCAM, ampliando con Luciano Berio y obtener una beca del Laboratorio de Compositores de Largometrajes del Sundances Institute, auspiciado por los más prestigiados maestros de Hollywood. Water Dance, un encargo de 2008, fue un compromiso con la pianista noruega Signe Bakke, quien lo estrenó en 2011, obra en tres espacios en la que usa variados recursos para recrear una amplia gama de efectos encontrados de luz y sombras, en los que intervenían el timbre, las armonías, las texturas, que nos trasladándonos en su evocación a una Noruega imaginaria, en un constante flujo de aguas, tratadas por las estructuras pianísticas en su transparencia y continua transformación.

Marisa Manchado Torres (1958)- Dunas una de nuestras compositoras de trayectoria más extensa, demostrando en el conjunto de sus obras una atención a técnicas precisas procurando transmitir las emociones pretendidas en el contexto de su universo sonoro. Dunas, en su caso, evocaba imágenes de territorios áridos, vastos y misteriosos, bajo la idea de transformación constante y a la resistencia, características presentes en los paisajes faltas de agua, desérticas. La pieza alternó calma y tormenta, con un piano que transitaba de la introspección a la intensidad emocional, invitando a reflexionar sobre la relación entre la naturaleza y la experiencia interior.

Consuelo Díez (1958), igualmente en la cúspide de nuestras vanguardias, ofreció Rumores de El Puerto (2009), doctora en la Hartford University, se puso al frente de festivales de referencia en nuestro país, siendo pionera de géneros electroacústicos, del que saldrían registros fonográficos, que alcanzarían una notable divulgación. Rumores del Puerto del primer cuaderno, de Iberia y Rumores de la Caleta, de Recuerdos de Viaje, un claro homenaje a Isaac Albéniz, en el centenario de su muerte. Estamos ante el Primer cuaderno de Iberia y Rumores de La Caleta. Composición que refleja una fuerte personalidad de estilo, con un fondo conocimiento de la técnica y de las posibilidades del piano, mostrando una capacidad de captación del lenguaje y el espíritu de la música de Albéniz, compositor al que Consuelo admira profundamente, descubriendo en la partitura una cita de Cartas a la oscuridad, obra de apetencias albenicianas, por ciertos pasajes surgidas de forma menos consciente y que cobra aquí una enriquecedora dimensión.

Carme Rodríguez (1966)- Alalá das Paixases Verticais (2021), graduada en Composición de Músicas Contemporáneas (Madrid), y compositora de bandas sonoras de filmes, cortometrajes, teatro y cine, además de proyectos orquestales, consecuencia de los abundantes encargos que recibe habitualmente, para ensembles o solistas, galardonados en concursos. La música tradicional está presente en la evolución de su obra ya desde los comienzos, logrando tratamientos ricos del que tenemos constancia en obras que presenta en certámenes de músicas contemporáneas, Alalá das Paixes Verticais, es obra dedicada a Isabel Pérez Dobarro, obra que nos traslada a esa tradición folklórica sobre la que investiga, con aspectos como el canto melismático solista del alalá, en el que suena una sola sílaba de tres apuntes o paisajes sonoros, la escritura es rica en texturas, capas contrastantes y resonancias suspendidas con una melodía que fluye con libertad , indagando el timbre del teclado como vehículo de profunda expresión.

Un recuerdo también Gabriela Ortiz- Estudios entre Preludios n º 3, el virtuosismo mexicano que se maneja en un tratamiento similar al de Dobrinka Tabakova inspirándose en Ligeti dentro del marco del llamado feeling latino con texturas exigentes. Una compositora nominada para el Debs Composer´s Chair del Carnegie Hall (2024/5), logrando que obras suyas fuesen estrenadas por la Berliner Philharmonie O., la Philarminic de Los Ángeles, y otras de primer nivel, siempre dentro del espacio de las músicas contemporáneas.

Ramón García Balado

Compostela Cultura: Contemporáneas

Isabel Pérez Dobarro. Obras de Dobrinka Tabakova, Tania Léon, Carolyn Morris, Julia Wolf, Gabriela Ortíz, Yoko Kanno, Kkeiu Okoye, Karen Tanaka, Suad Bushnaq, Carolyn Shaw, Marisa Machado, Consuelo Díez, Claudia Montero, Danaë Xanthe Vlasse y Carme Rodríguez

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-kaleidoscope-galardon-para-un-grammy-latino-por-ramon-garcia-balado

30/11/2025

Elegías para Brahms según Ruth Reinhardt

 Santiago de Compostela - 30/11/2025


Programas de la Real Filharmonía de Galicia, bajo la dirección de Ruth Reinhardt, una directora con estudios en el Altenkessel Saarbrüken, y que se presentó profesionalmente con la ópera Das Kleine Gespenst, basada en su relato de Olfried Pressler, en el Alte Feuerwache, (Theater Saarbrüken), mientras ampliaba su formación en la Academia de Artes, de ese coliseo. En la Zürcher Universität, dentro de su Hochschule der Kunst, tuvo como maestro a Rudolf Koelmann, para ampliar en dirección con Constantin Trink y Johannes Schaefl, y la Juilliard School neoyorquina con Alan Gilbert y James Ross, probando en la puesta escénica de obras para los públicos más jóvenes como The Little Mermaid, de Michael Muggli o Wessilissem de Dennis Bässeke; dirigió a formaciones como la Sidney S. O.; la Rhode Island O.; la Rundfunk de Frankfurt; la Orchestre d´Ile de France; Los Ángeles Philharmic O. o la Tonküstler, de la Baja Austria. En programa, Núria Giménez-Comas, en el preludio Cometa, compositora con estudios en la ESMUC con Christophe Havel y Mauricio Sotelo antes de especializarse en Ginebra con Michael Jarrell, Luís Naón y Eric Daobresse, indagando en el ámbito de las formas acusmáticas multicanal, además de recibir una beca de la Fundación Caja Madrid, realizando trabajos con el Cuarteto Diotima y asistir a la Ac. Schelss Solitude, de Espacialización Sonora, para seguir en Voix Nouvelles de Royaumont, con Clara Czernowitz y Brian Ferneyhough; y en el IRCAM/ZKM, en el proyecto Esculturas Sonoras, y en el IRCAM Centre Pompidou, en el que llevaría a cabo su trabajo Nostalgie 2175, para el Teatre del Liceu, preparó la ópera en pequeño formato Shadow. Euridice Says. Su breve pieza Envol, casi un imperceptible suspiro en forma fugaz, resulta por trazo un haiku volátil con sesgos tomados de los marginales Guns N´Roses, que con suerte sus seguidores podrían adivinar.

Detlev Glanert- Idyllium, Metamorphosen nach Brahms- obra estreno es España y un homenaje a Johannes Brahms, es un compositor del que escuchamos el curso pasado con la OSG su Concierto para chelo, interpretado por Johannes Moser, bajo la dirección de Anna Rakitina, a comienzos del mes de febrero, la trayectoria de este músico nos lleva a sus experiencias con Dieter de Lamotte, Günter Friedrich, Franck M. Beyer y en mayor medida, con Hans Werner- Henze, con quien realizó masters de especialización en Colonia, actividades que mantendrá a lo largo de los años. Un compositor que preferentemente se interesa por el género escénico, con trabajos como Leyla und Medjum, ópera destinada para Munich; Calígula, sobre la dramaturgia de Albert Camus, que subirá a escena en Frankfurt; Die Judin von Toledo, tomando como argumento un texto de Hans- Ullrich Treichel y que se inspira en las pinturas negras de Goya, para el Semper Opern Dresden o el ballet Nijinski Tagebuch. Fueron microformas lo que dieron entidad a la obra más estimulante y servida antes del cierre de la primera parte, por lo que guardaba de homenaje a la Segunda Sinfonía de Brahms, entremezclada con detalles de complejas opciones sonoras que suscitaban en el oyente el estímulo de hallarse ante una obra que incluso demandaría una extensión de mayor amplitud.

Hubert Parry (1848/ 1918)- Elegía para Brahms-, obra de 1897, destacaba por la importancia concedida al espacio sinfónico tardo-romántico, con notable acentuación en su época, desde la Primera estrenada en 1882, un músico que también conoció una experiencia enriquecedora en Inglaterra desde Malvern a Eton y al Exeter College (Cambridge), recibiendo las atenciones de maestros como Edward Dannreuther. Su Fantasía-Sonata, para piano y violín, fue una de las obras que recibió una inmediata acogida a la que se añadirán unas Variaciones escritas a partir de J.S. Bach. Dannreuther, interpretó en 1880 su Concierto para piano en Fa sost. m, en el Crystal Palace, obra que vendría después de la obertura Guillem de Cabestanch; el Intermezzo religioso, para cuarteto de cuerdas estrenado en el Gloucester Festival. Una carrera en la que también tuvieron cabida géneros aparentemente menores, de compromiso, como las Canciones para niños, inspiradas en Milton, que ayudaron a su prestigio de reconocimiento en plena madurez, piezas que quedarían a la altura de sus arreglos realizados sobre sus obras Judith; War and Peace o A Vision of Life, mientras realizaba labores de investigación que tendrán su reflejo en los Studies of Great Composers (1886), obra de consulta para estudiosos y especialistas, y que se consolidarán con The Art of Music (1893), The Evolution of the Art of the Music, con atención al período del siglo XVII, contribuyendo a una revisión que ayudará a investigadores que vendrán casi de inmediato. Sir Edwar Elgar, también figuraría en su horizonte y la pieza en cartel resultaría un fiel testimonio, un pretendido homenaje al autor del Hamburgo, tras su muerte en abril de 1897.

Johannes Brahms- Serenata nº 2, en La M. Op. 16-, un divertimento y mirada sesgada a un pasado ensoñador, composición de su estancia en Detmold, para repartirse en sus tiempos: Allegro moderato; Scherzo: Vivace; Adagio ma non tropp; Quasi minuetto y Rondó- Finale, guarda puntos en común con su obra precedente por su serenidad y equilibrio, además de su frescura, un trabajo de juventud que anuncia sus mejores virtudes, y que cara al futuro, contará con una revisión, después de su publicación en 1860. El Allegro moderato se enfocó con un aire lírico y delicado, desde el primer tema expuesto a través de acordes sobre una melodía ornamental, remarcada en la continuación; el Scherzo:Vivace, cargado de propuestas rítmicas que sugeriría un aire popular, dejando por ello paso a un Adagio non troppo que resultaba una grata impresión de inspiración; el Quasi menuetto, todo un revuelo resuelto por los instrumentos de viento preparaba el Rondó: Allegro, ofrecido con un aire de de fanfarria, expuesto por clarinetes y fagotes. Tras la presentación en Hamburgo en febrero de 1860, la Serenata se dará a conocer en Leipzig, y tras el éxito inesperado, el autor decidirá trabajar sobre otras obras que tenía en mente, mientras que acababa de participar en un concierto en la Gewandhaus, de Leipzig, con su muy estimada Clara Schumann y con Johannes Joachim, un concierto que tendría como director a Karl Reinecke. Clara, que aún no conocía todavía esta Serenata Op. 16, para pequeña orquesta, nos dejaría la impresión de que resultaba una pieza extraordinaria, por su gran belleza. Insistiría una vez más en la sensación de serenidad, de la que quedará constancia en una carta dirigida a Joachim, compartida con otros compañeros aunque críticos como Gleich, del Leipzinger Tageblatt, tuviese una valoración menos entusiasta. Directora y orquesta, dejaron una sensación óptima ante quienes le admiramos, especialmente por sus obras camerísticas, para un programa pleno de guiños y reconocimientos hacia este compositor, bastión entre generaciones al borde del enfrentamiento.

Obra inspiradora para conmemorar los mil números de la revista RITMO. Muchas felicidades.

Ramón García Balado

 

Real Filharmonía de Galicia / Ruth Reinhardt.

Obras de Núria Giménez-Comas, Hubert Parry, Detlev Glanert y Johannes Brahms

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Centro Cultural Afundación, Pontevedra

Foto © P. Meisel

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-elegias-para-brahms-segun-ruth-reinhardt-por-ramon-garcia-balado 

04/04/2025

Harold en Italia, vehemencia con la viola de Sara Ferrández

Santiago de Compostela - 27/03/2025


Concierto en el que la viola Sara Ferrández fue solista de Harold en Italia de Héctor Berlioz, bajo la dirección de Josep Planells  Schiaffino y que tuvimos con obras de Charles Ives:  Washington´s Birthday  y la obra en estreno de Helga Arias Parra,  I breathe every sound you leave behindSara Ferrández, comenzó sus estudios en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, para seguir en la Hochschule für Music Hans Eisler, realizando masters, recibiendo asesoramientos de Tabea Zimmermann, y en la Kronbeg Ac., donde tuvo como siguió clases de Nobuko Imai. Fue artista integrante de la Eastern Divan O, de Daniel Baremboin, y cuenta ya un una dilatada experiencia con formaciones como la Elbphilharmie (Hamburgo), la Alte Oper O. (Frankfurt), el Victoria Hall (Ginebra), además de colaborar con primeras orquestas españolas. Planells Schiaffino, director para un programa que traería bien tramado por su reparto y recursos, con sólidos fundamentos en la ESMUC y las labores como asistente de Matthias Pintscher y Heinz Holliger, tras la beca lograda en dirección por el Festival de Lucerna.

Charles Ives- Washington´s Birthday-, obra de un intenso período creativo en el que con esta pieza, completó Decoration Day; The  Four of July; December o General Williams Booth´s Entrance to Heaven, además de otras destinadas a otros instrumentos. La obra que nos afectaba fue presentada como composición integrante de la Holidays Symphony y que finalmente llevaría el título de New England Holiday, en sus pretensiones, que acabaría rechazando por ese condicionamiento forzoso en el tratamiento dentro del estilo sinfónico. En sus partes pues, Washington´s Birthday,  rememoraba el aniversario de la ciudad. Compuesto en 1909, tendrá su revisión en 1913, destinada a un orgánico más reducido, en una evocación del invierno por el paisajismo nevado de Nueva Inglaterra- en especial por las cuerdas-añadiendo sonidos de fanfarria que describen vistosas danzas populares en contrapunto rítmico.  Las piezas de la obra, tuvieron distintas evoluciones desde Decoration Day a The Fourth of July y Thanksgiving and/or Forefather´s Day, llegando a ser presentadas con directores distintos,  recibiendo  registros discográficos independientes, como pasaría con el resto, y que tendría para ese trabajo, la participación de integrantes de una orquesta con los que colaboraba,  tras unos apurados ensayos que eliminarían pasajes de importancia. Obra festiva y sorprendente para dejar una impresión de entretenimiento sin grandes alardes.

Helga Arias Parra, con estreno profundo del compromiso con la RFG y la Basel Sinfonietta- I breathe every sound you leave behind- pieza que indaga en las cualidades y recursos de sus medios , es autora imaginativa también dentro  del mundo sonoro y los recursos electrónicos- en la obra expresados en el pasaje de voz recitada precisamente en grabación- ejemplo de esos estudios en la Universität für Musik und darstellende Kunst Wien, con Karlheinz Essl o en la Kunsuniversität Graz, con Beat Furrer, tras estudiar en el Conservatorio Superior de Granada, preparando su etapa en Milán y Parma, en donde tendrá como maestro a Javier Torres Maldonado para ampliar en los centros citados y que tendrá continuidad con compositores como Kaija Saariaho; Chaya Czernowin, C.F. Haas, Toshio Hosokawa, Pierluigi Biloni, Alberto Posadas, P.Manoury, J. Mª Sánchez-Verdú, Daniel Teruggi o G. Erkoreka, entre otros. Sus obras recibieron buena aceptación desde el Centro Pompidou, al Koncerthaus (Berlin); el Fest. Mixtur (Barcelona), Echoraum Wien; Donauschinger Musiktage; la SWR (Frigurgo); la Fundación BBVA y agrupaciones especializadas  como Vertixe Sonora, quienes ofrecieron obras suyas en el ciclo Correspondencia Sonoras, del CGAC. El cuarteto Espai Sonoro, estrenó A common sense of self, de su firma.  Recibió premios como el Internazzionale Città di Udine, el Wittener Tage für Neue Kammermusik Competition (Alemania), contando entre sus trabajos con registros como Milh spilt on a Stone; Astraglossa; Incipit; Konturen I o 19 knives.

Héctor Berlioz- Harold en Italia Op. 16-, concierto para viola y orquesta, que en principio pudo titularse Los últimos instantes de María Estuardo, aspecto que para el autor tendrá una importancia claramente inferior. ¿Habría de ser la viola la representación de ese personaje? Es probable, en parte por la función de la orquesta en el tejido de las intrigas desarrolladas en semejante entorno, pero la pretendida reina se convertirá en noble caballero consumido por la tristeza y el desánimo pero con una acusada personalidad poliédrica. El Childe Harold de Byron, que a mayores, será el propio Berlioz, donde rivaliza con Virgilio. Shakespeare o Goethe, siendo Byron quien tome ventaja por la afinidad de sensibilidad y altiva melancolía, compartida en la villa Medicis, sobre la huella de sus andanzas. Una idea literaria que no será precisa quedándose con la referencia al pasaje de una sencilla dedicatoria. Bastará con saber con que la viola solista, resulta  un personaje vivo, melancólico y en actitud de rechazo doloroso, en medio de una naturaleza exuberante. Obra de la que Sara Ferrández supo ofrecer una amplitud de registros con un personal posicionamiento en escena, especialmente en la Orgie des Brigans   Un encargo de Paganini, ansioso de una obra de semejantes dimensiones y que se conformará en el estilo de una sinfonía concertante, en la que la idée fixe, resulta un aspecto fundamental, para la recreación de la serie de visiones poéticas.

Harold aux Montagnes (Adagio/Allegro), en el que se procura someter a los chelos y contrabajos para dar pie a un preciso clima sombrío plagado de misterio, marcado por los aspectos cromáticos del tempo en sus pasajes ensoñadores para ceder a un Allegro más clásico en su elaboración que contradice los aspectos precedentes en una escena efusiva y colorista culminada por un tutti y una coda portentosa. La Marche des  pélerins,  cantando la plegaria del atardecer, un Allegretto que describía pues una procesión de peregrinos en el campo, escuchado en la distancia mientras se acerca pausadamente con dos temas, uno en ritmo binario, con un aire salmódico y el segundo que se anuncia con una amplia melodía en la que la palabra definitiva es tratada por la viola, exponiendo el motivo de Harold, por medio de valores dobles, a través de dos temas que se funden en apacibles arpegios. Los chelos en pizzicato, preludiando el efecto de campanas lejanas que insinuaban el canto de peregrinos propuestos por dos trompetas y arpa.

La Sérenaded´un Montagnard des Abruzzes à sa maitresse- Allegro assai-,  el producto de la inspiración recibida por sus viajes a esas tierras, en las visitas de 1833 y que se iniciaba con una especie de ritornello, tomado de una tonada popular, que nos llevó a la recuperación de los sonidos de los pifferari, pequeñas flautas campesinas propias del sur de aquellas tierras. Una serenata confiada al corno inglés, mientras le responde la viola solista tomando el tema de Harold, quedaba como una impregnación recreada en contrapunto en forma de ritornello, junto al detalle del tema del héroe, tratado por flautas sobre armónicos del arpa. Una evocación que se alejaba de un sencillo apunte folklorista.  La Orgie de Brigands-Finale/Allegro frenetico-, auténtica conclusión apoteósica y febril como reclama esta forma de sinfonía concertante, en su arrebatado ímpetu trascendente en su ambición y que no ha dejado de suscitar más de una duda sobre el desarrollo de la obra, en la que la viola mantenía la palabra definitiva, por su excitación y vehemencia que nos llevó a una despedida en la que Harold se expresó en forma de rondó, en un apabullante final. Dejará Berlioz aquí un amasijo de ideas nuevas y originales, en las que la viola quedará atrapada por el torbellino de esa orgia de los bandidos.

Ramón García Balado

 

Sara Ferrández.

Real Filharmonía de Galicia / Josep Planells Schiaffino

Obras de Charles Ives, Helga Arias y Hector Berlioz

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

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30/03/2025

Bomsori: agitación e ironías en Prokofiev

  A Coruña - 21/03/2025


Bomsori fue protagonista del Concierto para violín, nº 2, en Sol m. Op. 23, de Sergei Prokofiev, bajo la dirección de Carlo Rizzi, en un programa que completaba con la Sinfonía nº 4, en Mi b M., de Anton Bruckner, intérprete a la que tuvimos con el Concierto para violín de en Re M. op. 35 de Tchaikovski, con Víctor Pablo Pérez. Formada en la Young University de Seul, se trasladará a la Juilliard School neoyorquina para ampliar con Sylvia Rosenberg y Ronald Copes, consiguiendo para sus labores la cesión de un Guadagninini 1774, gracias a la Fundación Cultural Kumho, merced a los primeros galardones obtenidos en los concursos Tchaikovski (Moscú); Queen Elisabeth, Jean Sibelius o Henryk-Wieniaski. Grabó entre sus trabajos y para DG, selecciones de obras de Debussy, G.Fauré y Szymanowski; Conciertos de Tchaikovski y Shostakovich, con la O. F. de Varsovia, con Jacek Kapszyk, manteniendo una gran actividad de conciertos con orquestas de primera línea.

Carlo Rizzi es un director con estudios en el Conservatorio de Milán y en el de Bolonia, con Vladimir Delmon, para ampliar en Siena con Franco Ferrara, probando su primera experiencia operística con el Donizetti de L´ajo nell´imbarazzo, logrando en 1985, el Primer Premio del Concurso Toscanini (Parma) y desde 1992, pasaría a ser titular de la Welsh National Opera.

 El Concierto para violín nº 2, en Sol m. Op. 63, de Sergei Prokofiev, se diferencia profundamente del precedente y compuesto casi 20 años antes, poniendo distancia con respeto a las dependencias del glazunovismo imperante, concediéndose en sello más personal, marcado por las disonancias ubicadas de forma estratégica que ayudan a lograr un tonificante contraste dentro del talante lírico. Resulta peculiar el uso de la percusión que incluye castañuelas, triángulo, bombo y tambor militar, en el tiempo final. Las dobles cuerdas en staccato de la parte solista, recrearon  un ambiente español que ya conocía, pero en un tono un tanto irónico, para esta obra que había solicitado el violinista francés Robert Soetens, con la condición de concederse el uso exclusivo durante un año. El autor tomaría temas que fue reuniendo para esta obra, reflejando la idea nómada del intérprete y la procedencia de esos temas, vendrían desde Vorónezh, para el segundo tiempo o lo que sería la orquestación definitiva en Bakú, para el estreno madrileño en 1935, con éxito notable, aunque en confirmación con Miaskovski, se verá obligado a una revisión de la obra para revisar detalles y editar la partitura en versión para piano y violín en 1938.

Concierto contemporáneo del ballet Romeo y Julieta, había tenido el estreno madrileño el 1 de diciembre de 1935, precisamente con Robert Soetens, como solista. El Allegro moderato, confió a la solista un detalle profundamente meditativo que avanzó el tema primordial al que respondieron chelos y contrabajos, mientras que la solista alardeaba gracias apuntes virtuosísticos dejando a la orquesta en un segundo plano. Un tema consecuente, especie de elocuente cantinela, aportó cuidadas modulaciones gracias a un desarrollo trazado por dos ideas, a partir de una inicial con fagot que preparó una tensa variación que reclamaba la importancia de la solista camino de una reexposición de cuerda grave al unísono y una coda que concluye en pizzicato, en manos de la solista.

El Andante quassi allegretto, lento y meditativo, se expresó por medio de pizzicato de toda la sección de cuerda con presencia de clarinete. Impera el melodismo como aspecto unificador, marcado por la solista gracias a un pasaje etéreo y subyugante, en diálogo con la flauta, en registro agudo, basculando entre rebuscadas pinceladas sonoras, con un detalle central en Allegreto, de aire bucólico y animado, que cierra la trompa gracias a su expresividad.  El Allegro ben marcato, desdecía  por pretensiones a los dos movimientos anteriores, mostrando al Prokofiev irónico y provocativo que propuso un estilo de rondó de ritmo acelerado y manejando claras disonancias en forma de rudeza y agitación, evitando con ello todo posible aspecto de lirismo observado en los dos tiempos anteriores.

Anton Bruckner- Sinfonía nº 4, en Mi b M. (Romántica)-, obra de obligadas revisiones con un original de 1874, en medio de algunos fracasos cotidianos y cuya versión oficial habrá de esperar casi un siglo en la conocida de Nowak, para ser ofrecida en Linz. Ya en 1878 había revisado los dos primeros tiempos preparando la idea de un nuevo Scherzo más abreviado que no le dejará muy satisfecho, postergando material para el estreno vienés de 1881, con Hans Richter, que quedará destinado para una nueva opción revisada siete años después.

Obra luminosa en el tratamiento de los cuatro tiempos desde el Allegro molto moderato (Bewegt night zu schnell ), del que Carlo Rizzi  sabría exponer el ideario a seguir, merced a una escritura clara y optimista, idea de esa ambición pretendida en cuanto a su estado de ánimo, tratado por la trompa a solo, expresando la propuesta que nos aportaba un distante murmullo gracias a los trémolos de cuerdas. El desarrollo más rítmico expresó un segundo detalle temático a partir de la trompeta con poderosas elaboraciones tímbricas que insinuaron  un estilo de himno al que respondieron las trompas. Un pasaje en pianissimo, con redoble de timbales, preparó la entrada del  dúo entre flauta y clarinete. La reexposión recuperó el tema del comienzo hacia una coda que completa la respuesta de trompas.   El Andante, quasi allegretto, se móstró como un marcha fúnebre en la tonalidad de la obra y que para estudiosos podría  acercarse a un estilo schubertiano, por una aparente sencillez manifiesta en los dos temas. Un primero en pianissimo, que dejará al segundo razones para el protagonismo de violas y el resto de sección de cuerda, abarcando un amplio registro de tonalidades.

El Scherzo Bewegt, respondió al calificativo de cuadro de caza, siendo en realidad el tiempo más programático encuadrable dentro de una forma de fantasía, precisamente por esos detalles aportados por las trompas y el trémolo de cuerdas, que nos trasladaba a un crescendo pleno de disonancias y con ecos que sugerían llamadas en la distancia  que enlazaban en fortissimo a cargo de trompas, trombones y tuba. El trío Nicht zu schnell, keinesfalls schlesppend, remitía a una tonada campesina tratada por oboe y clarinete   El Finale  Bewegt, doch nicht zu schnell, resultó  a  la postre largo y misterioso, en cumplido con el talante de la sinfonía, desde la entrada en ostinato que se reafirmaba en un crescendo casi obsesivo y tenso, muestra de ciertas urgencias cotidianas que amargaban al autor, ya desde el unísono de la orquesta en plenitud, resultado de la necesidad permanente en lo relativo a las revisiones citadas de sus obras.

Ramón García Balado

Bomsori

Orquesta Sinfónica de Galicia / Carlo Rizzi

Obras de S. Prokofiev y Anton Bruckner

Palacio de la Ópera, A Coruña

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14/03/2025

 Zappeando con Peter Rundel 

Santiago de Compostela - 06/03/2025

Concierto de Peter Rundel con la Real Filharmonía de Galicia en los parámetros de fronteras encontradas a partir del díscolo Frank Zappa, en confluencia con clásicos que marcaron época como Edgar Varèse y Charles Ives, con una compositora por descubrir, Ruth Crawford-Seeger- Andante for strings.-, un director dotado violinista que llevó a registro obras de Jean Barraqué, una especial selección de Franz Zappa por The Yellow Shark y una muestra de lo más representativo de Morton Feldman. Ejerció labores en estas materias con la Royal Philharmonic Orchestra (Flandes) y la Wiener Taschenoper, antes de convertirse en un maestro especializado en estas opciones, con el Remix Ensemble, de la Casa da Música do Porto. Puede que la figura de Frank Zappa suscite más de una suspicacia, y más aún por la cantidad de obras suyas que tuvimos: Perfect Stranger, encomienda de P. Boulez para el Ensemble Intercontemporaine (Théâtre de La Ville) en el IRCAM; Dupree´s Paradise; Dog Breath Variations/Uncle Meat, arreglo de Ali N.Askin, dado a conocer por el Ensemble Modern, por Peter Rundel y G-Spot Tornado, una indagación en sus recursos tímbricos para synclavier del propio Zappa, con revisión de Ali N. Askin.

Frank Zappa había sido cabeza visible de los provocadores The Mother´s of Inventions y como arma arrojadiza, allá por los sesenta, había presentado su registro We´re only in it for the money, mordaz crítica al Sargent´s Peper´s de The  Beatles, sus ambiciones en la música contemporánea, se dieron de bruces con la posible aceptación pública, cuando seguía los dictados de  formación con Edgar Varèse, aunque en momentos concretos contase con el apoyo de Pierre Boulez. Al igual que Charles Ives, Harry Partch, Carl Stalling o el mismo John Cage, su música sonaba como elucubraciones de profesor chiflado. Su carrera habría de pasar por todo tipo de avatares, desde un cierto virtuosismo imposible de clasificar, a sus propios planteamientos ideológicos, que impregnarán obras suyas desde Hot rats (1969), con implicaciones jazzísticas a The grand Wazoo (1972), la saga de Joe´s Garage (1979) y las recreaciones electrónicas Francesco Zappa (1984), además de las indagaciones en la cuerda floja con la O.S. de Londres, mediando Pierre Boulez. Había probado con su estilo de identidad, marcado por un acentuado uso técnico del llamado wah-wah, en confluencia con la pujante cultura del Underground , posicionamientos en la onda del Freak-out. Clásicos como Varèse (Ionitation), fueron sus primeros referentes, sin olvidarse de Igor Stravinski, que le sedujo desde años de juventud. En contrapartida con estas influencias, vendrían las músicas negras emergentes, que compartió en Lancaster (California), junto a su colega Don Vriet, mientras componía bandas para filmes como Run home slow (1959) o The world´s greatest sinner (1960).

 Una vida relativamente corta, ya que nos dejó a los 52 años, en diciembre de 1993, manteniendo aquel gesto irreverente y como testigo de la evolución de las músicas que proponía, sobre técnicas avanzadas de la segunda mitad del siglo XX, motivando simpatías y rechazos dentro de una perspicaz visión crítica que basculaba entre formas de mayor aceptación entre aficionados en los espectros contestatarios, o la aleatoriedades de John Cage; el minimalismo de Lamonte Young o Terry Riley y esos maestros clásicos desde Charles Ives a Aaron Copland, aspectos que ingeniosamente integrará en muchas de sus obras. Nos dejó aspectos como sus despectivas actitudes displicentes- quizás más en apariencia-, flirteando con su instrumento en un posicionamiento elegido desde el reclamo de Freak out!  La suite tardía de The Yellow Shark, vendría para reventar condicionantes, inmerso precisamente en la cultura Underground, que presentó en Franckfort, con el Ensemble Modern, uno de los proyectos con los que habitualmente trabajaban músicos como Gyorgy Ligeti, Pierre Boulez o Karl Heinz-Stockhausen. El doble registro London Symphony Orchestra, fue también otra aventura que se ofrecía entre obras suyas con distintos ropajes y bajo las direcciones de maestros como Ken Nagano, Ligeti, Boulez y Varèse, entremezcladas con citas cinematográficas y en tal tesitura, trabajos como Over-nite sensation, uno de los más divulgados, gracias a los arreglos de los jazzmen George Duke y Jean-Luc Ponty; Does humour belong in music, con una de sus bandas en directo o Whipping´post  o Muffin/ Enfasis, obras representativas de su debilidad por la pasión del collage.

Charles Ives- Four Ragtime dances (1902)-, piezas sobre antiguas raíces y con un acervado sentido paródico, una bafigura curiosa por su legado con obras como la escuchada  en el ciclo (En) Foco, Three Places in New England, con composiciones de G.Antheil- Archipiélago-; D. Milhaud- La Creation du Monde y la Rhapsody in Blue, de G.Gershwin, ejemplo de su curioso talento como músico casi circunstancial y precursor de otras alternativas. Estaban sus atrevimientos armónicos debidos a sus cualidades en el manejo de encadenamientos irregulares que podrán tener concomitancias con Stravinski o el tratamiento de combinaciones aleatorias y el uso de clusters, confirmados en su Concord sonata (1909/15). Fue Aaron Copland quien pulsó la tecla del relieve de las novedades de profética anticipación, siendo Ives quien puso los cimientos ultramodernistas e innovadores, algunos asimilables a las procedentes de la Segunda Escuela Vienesa. En esa aventura con el género del cuarteto de cuerda, están la compositora que nos acompaña, Ruth CrawfordSeeger; George Antheil; Samuel Barber; Henry Cowell; Walter Piston; Paul Creston o Virgil Thomson. Charles Ives, baluarte en estas muestras, aportó esta breve pieza, un definitivo aldabonazo para lo que supondrá la genuina escuela americana más innovadora de comienzos del siglo XX, auspiciados por las  técnicas renovadoras.

Ruth Crawford-Seeger-Andante for strings-, está considerada como la autora del primer cuarteto atonal, precisamente en esta obra que fue estrenada por el Pellegrini Quaret (1931), y del que se recurrió   para la sesión el tercer tiempo Andante, que sigue al Leggiero. Se acerca en su actitud, a compositoras como Ethel Smyth, Johanna Müller-Hermann o Germaine Tailleferre, posicionándose en una actitud vanguardista de partituras atonales aunque sin entregarse al puro serialismo. Este Andante resulta una gran novedad que anticipa ciertos aspectos de las técnicas del Segundo cuarteto, de G.Ligeti, inscribiéndose en una serie de fluctuaciones de intensidades con una importante presencia del chelo. Este cuarteto, atrajo la atención de Elliot Carter, que encontró en la obra lo que llamó un constructivismo específicamente americano, condensado en el espacio de doce minutos.

Edgar Varèse-Dèsert-, músico procedente de la Schola Cantorum parisina con Vincent d´Indy, para especializarse en estudios de acústica bajo las influencias de Busoni y de ordenamiento sonoro en el ámbito de la teoría científica, fue autor de obras señeras como Octandre, Offrandes, Hiperprisme, además de Tuning Up, Dance for Burgess y Nocturnal o Dèserts, compuesta entre 1950/4, para catorce instrumentos de viento, piano y cinco percusionistas, más dos cintas electrónicas que se interpolan entre las cuatro secciones instrumentales. Es su primera obra concreta. Dèserts, tuvo su versión para cinta y orquesta  con Pierre Henry, tras estrenos en el Théâtre des Champs Elysée´s con H. Scherchen y en Berlín, con Bruno Maderna. Las interacciones entre lo culto y lo popular adoptaron muchas formas en los años finales y a comienzos de los sesenta, Gunther Schuller, el compositor y director de orquesta, especialista en jazz, forjó la idea de la Third Stream, como forma de integrar la música clásica y el jazz. Frank Zappa, combinó distintos aspectos de la Música concreta, el rock y el jazz, en una estética muy influida por la música y los escritos de Edgar Varése, y de esta forma vimos cómo se completaba el ciclo del concierto propuesto: Dupree´s Paradise; Dog Breath Variations/Uncle Meat y G-Spot Tornado, ratificaron los entresijos de un concierto ajeno a lo convencional.

Ramón García Balado

 

Peter Rundel / Real Filharmonía  de Galicia

Obras de Charles Ives, Ruth Crawford- Seeger, Edgar Varèse y Frank Zappa

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

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Concierto de Navidad de la OSG, entre John Williams y Georges Bizet

Palacio de la Ópera, A Coruña Concierto de Navidad de la OSG, con piezas para estas fechas, tomadas de pasajes sonoros de bandas sonoras d...