Amosando publicacións coa etiqueta Pórtico do Paraíso. Amosar todas as publicacións
Amosando publicacións coa etiqueta Pórtico do Paraíso. Amosar todas as publicacións

11/10/2023

Clara Jumi-Kang:Sibelius entre las cuatro cuerdas

Principio del fo

Palacio de la Ópera, A Coruña - 11/10/2023

Comienzo de la temporada de la O. Sinfónica de Galicia en un programa en el que la violinista coreana Clara Jumi-Kang, fue solista del Concierto para violín en Re m. Op. 47, de J.Sibelius, junto a una obra en presentación del sueco Anders Hillborg- Eleven Gates-, y la Sinfonía nº 9, en Mi m. OP. 95 (Del Nuevo Mundo), de Antonin Dvorak, bajo la dirección de Roberto González-Monjas. Jornada en dedicatoria al chelista Vladimir Litvikh, quien había sido miembro de la orquesta y al que la ciudad recordaba por sus veladas amistosas en la Calle Real, compartidas con sus conciudadanos. La solista se maneja con un Ex.Strauss (Stradivarius 1708), cesión de la Samsum Cultura Foundation of Korea (2015), y ha sido dirigida por batutas de élite: C.Poppen, V.Spivakov, Y. Temirkanov, G. Kremer, Muyng-Wung Chung o V. Gergiev. Sus primeras experiencias las tuvo con formaciones como la Gewandhaus O.; la Rotterdam P.O. y la Suisse Romande. Un obligado período de reposo, la mantuvo apartada hasta recuperar estudios con  Kakher Brown, en la Lübeck University, y con  Nam-Yun Kim, en la Korean Univ.; con la OSG, se  presentó en febrero de 2022, para interpretar el Doble Concierto de Brahms, con  el chelista Asier Polo y la dirección de Juanjo Mena.

Novedad en programa por Eleven Gates (2006), de Anders Hillborg, compromiso con Los Angeles Philharmonic Association, estrenado en la Walt Disney Concert  House, y la dirección de Esa Pekka- Salonen, compositor que junto a esas labores, probó en el espacio de la composición. Hillborg, pronto demostró interés en lo creativo por músicos como Ferneyhough y Ligeti, una fascinación forjada en los aspectos más sutiles de los recursos armónicos y tímbricos, en cuanto a las posibilidades del sonido que se reflejará en obras de personal atractivo: Peacock Tales, destinada al clarinetista  Martin Fröst; Mouyayoum, para 16 voces a capella, rítmica en sus complejidades elaboradas a partir de sobreagudos que condicionan el tratamiento de la poética elegida; Cold Heat, destinada a la Berliner P.O., precisamente con Salonen, quien también colaboró en obras como Sirens o Dreaming River. El Royal Stockholm Philarmonic´s Composers, le incorporó a dos de sus citas (1999 y 2014) y fue músico en Residencia en Soundstream (Toronto); Avanti; Aspen y Hamburgo, en distintas convocatorias. Compuso para René Fleming The Strand Setting (DECCA). Por esa afinidad con Esa-Pekka Salonen, destacarán aspectos comunes en el ámbito creativo: un concepto más libre distanciado de un serialismo inicial, con aproximaciones a culturas ajenas que llevarán a los países africanos o Mongolia, resultando más modal que atonal en un encuentro con tradiciones populares, dentro de una ambición de síntesis.

Sibelius en este Concierto para violín y orquesta en Re m. Op. 47, obra que tuvo revisión en el año siguiente y que se presentó bajo la dirección de R. Strauss, en Berlín con Karl Halir, tras su estreno previo con dedicatoria para Willy Burmester con el violinista Viktor Novacek. Sibelius, apreciable violinista, buscaba la consecución de recursos al límite, teniendo en mente a otro talento como Franz von Vecsey y los resultados confirmarán las ambiciones pretendidas desde el Allegro moderato, elaborado a partir de tres temas antes de la aparición de la solista a través de un trémolo de cuerdas, hasta una cadenza sorprendente y brillante. Los chelos toman el segundo tema a  medias con los fagotes y el tercero apunta a una pureza de líneas, con el protagonismo de la solista en puro registro agudo. Destacaba en especial un cuidado desarrollo en el que la cadenza es centro de atención por su libre escritura. Un concierto para encontrarnos ante una intérprete Clara Jumi-Kang en plenitud de un virtuosismo sobresaliente que ampliaría en los tiempos siguientes.

El Adagio di molto, puramente tradicional, se definía  por su transparente lirismo gracias a una curiosa introducción de las maderas y la ostentosa melodía del violín y que para especialistas versados, mostraba  una vena de inspiración mediterránea (quizás reflejo de una visita a aquel país). Por su tonalidad, Si b, en 4/4, la solista se entregó a una seductora cantinela que dejó paso a un diálogo pretendido con el grupo orquestal. El Finale (Allegro ma non tanto), resumió como una danza contagiosa, un perfecto estilo de rondó, remarcado por el ritmo mientras la solista divagaba hasta un detalle de ostinato, en pugna incisiva con la orquesta. Una coda en disputa ente menor y mayor, se resolvía en un fortissimo a modo de disputa entre la solista y la orquesta.

La Sinfonía nº 9, en Mi m. Op. 95 (Del Nuevo Mundo), de Antonin Dvorak, una consecuencia de su debilidad por encontrarse con una cultura que la atraía y que tuvo arraigos conocidos en las inspiraciones moravas con ratificación en el país que descubría, a través de las aportaciones del compositor negro Harry T. Burleigh, quien le puso al día de las fuentes aportadas por los spirituals, y que se confirmarán en esta obra universal. El músico que tan profundamente ha calado entre nuestros aficionados, es el que consigue esa sublime amalgama de culturas posiblemente ajenas, en esta sinfonía perfecta en su conformación y que recuperamos en cada nueva puesta en atriles. De propia firma, dejará escrito un comentario aparecido en el New Herald, del 21 de mayo de 1893, titulado Real Value of Negro Melodies,  año del estreno de esta obra en el Carnegie Hall, dirigida por Anton  Seidl. Obra plena de registros imaginables desde el Adagio-Allegro molto, marcado por compases de cuerdas y respuesta de maderas, dejando espacio a la llamada de trompa. Para este tiempo, el ideario cíclico manejado por trompa, clarinete y oboes, logrando un persistente sello heroico-legendario muy de su estilo y el asomo de una especie de polka, con parecida resolución respecto a obras de colegas suyos.

El Largo, célebre por excelencia, y ciertamente americano, remite a un poema de Longfellow Canto de Hiawarha, permitiendo un coral estremecedor de metales que recrean estados nostálgicos.  El director González-Monjas, elevaría un grado de exaltación en esta obra de intenciones testimoniales. De ahí saldrá la popular melodía Going home, en el centro del Un poco più mosso, que describían flautas y oboes. En el final, el corno inglés aportó una melodía que invitaba a violines, metales en forma de coda, para completar el tiempo.  El Scherzo-Molto vivace, anclado en Longfellow, describía el conocido festejo colectivo en el bosque, para acentuar el ánimo de la obra, destacando pronunciados saltos y stacatti. En lo posible, una danza popular de tradición europea, para entregarnos al Allegro con fuoco, vigoroso y persistente en el que pesa un ostensible modalismo definido por la tonalidad, tiempo en el que la trompa se reafirma con una cita atmosférica que anuncia otra a cargo de flauta y clarinete tomada del Largo.

Ramón García Balado

 

Clara Jumi-Kang.

Orquesta Sinfónica de Galicia / Roberto González-Monjas

Obras de Anders Hillborg, J. Sibelius y A. Dvorak

Palacio de la Ópera


Final del formulario

Principio del

Final 

28/09/2023

Maria Bayley & Pedro Sousa Silva polifonía portuguesa en Sta María de Ribas do Sil

 Sta Cristina de Ribas do Sil (Ourense)

Concierto de Pórtico do Paraíso en Sta Cristina de Ribas do Sil-sábado día 30 a las 19´00 h.-y que tendrá como protagonistas a Maria Bayley-voz, arpa, clave y órgano y Pedro Sousa Silva, en el apartado de flautas. Sesión dedicada a la polifonía portuguesa sobre cánticos y canciones, un diálogo musical en el entorno de la Ribeira Sacra con dirección artística de Conchi da Silva bajo el título Cantus prius factus, en un viaje que nos descubrirá manuscritos y grabados de los siglos XVI y XVII, con una muestra de composiciones musicales de ese período del Renacimiento.

María Bayley, se formó en el Instituto Gregoriano de Lisboa, con Cristiano Holtz (clave) y Elsa Cortez (canto), antes de trasladarse a La Haya para ampliar con Jacques Ogg y realizar masters en el Conservatorio Fontys de Tilburgo (Países Bajos), con Vitali Rozynko e Ildikó Hajnal, en teclado medieval. También la Schola Cantorum Basiliensis, fue centro de ampliación con Corina Marti. Lisboa en su ESML, atraerá su atención con la docencia de Ana Mafalda Castro. Maneja arpa barroca, para la que se asesoró con Emma Huysser y Heidrun Rosenzweig recibiendo como solista un Primer Premio del Concurso Carlos Seixas. Es fundadora del Ensemble Ars Lusitana, dedicado a la investigación del repertorio portugués y vicepresidenta de la As. Ars Hispana, dedicada al repertorio español y cofundadora de Custos Record. Colabora con otras agrupaciones como Cantores Sancti Gregorii; Grupo Vocal Olisipo; Sete Lágrimas; Suave Armonía o el Bach Koor Holland.

Pedro Sousas Silva- flautas-, realizó estudios con Pedro Couto Soares (ESML); Pedro Memeldorff (Civica Scuola di Milano) y de doctoró en la Universidade de Aveiro. Colabora habitualmente con especialistas en músicas historicistas como Enrico Onofri; Riccardo Minasi; Lawrwence Cummings; Amadine Beyer o grupos como Gli Incogniti; Vozes Alfonsinas o Arte Mínima, además de ejercer la docencia en la ESMAE, desde 2002, donde fue promotor de la dinamización de estudios de Música Antigua, fundando las materias de  posgrado Polyphonia. Es invitado a participar en proyectos de centros como la Schola Cantorum  Basiliensis; la Universität für Musik uns darstellende Kunst Wien; el Conservatorium Brussel; la Ak. für Alte Musik Bremen; la Hochschule fü Musik Trossingen o la Norges Musikkogskule y la Universidade Estatual de Sâo Paulo. También se compromete con la producción de proyectos como Arte da Usurpaçao, The Bad Tempered Consort o Imagem da Melancolía.

Portugal y España hermanadas en la época del Renacimiento a través del legado de la polifonía, temática tratada en profundidad en una serie de actividades ofrecidas el pasado curso en la Fundación Juan March, con conciertos modélicos como el dirigido por un notable especialista.  Pedro Teixeira, con una pequeña agrupación en la que destacaron las sopranos Ariana Russo e Inés Lopes; las contraltos Fatima Nunes y Rita Tavares; los tenores Tiago Simas y Jorge Leiría y los bajos Pedro Casanova y Rui Borrás, con un programa en el que, entre músicos españoles, destacaron los portugueses Duarte Lobo, Manuel Cardoso o Gaspar Fernandes. Maestros de capilla que dejaron memoria en la Catedrales de Évora y Lisboa, en la que igualmente también aparecerían españoles como Francisco Guerrero. Las capillas de esas Catedrales y en especial la de Évora, alcanzaría una notable arraigo, con una atención particular a Duarte Lobo. Nombres como Filipe Magalhaes o el citado Manuel Cardoso y otros de coparticipación como el español Esteban López Morago.

Sin cambios sobresalientes en el tratamiento de la policoralidad, el conjunto de las músicas ibéricas observó importantes aspectos de cambio y un dinámico proceso de transformación interna a lo largo del XVII, destacando la explotación de la policoralidad, presente en gran número de obras a ocho voces, distribuidas en dos coros a doce divididas en tres coros e incluso en conjuntos mayores, de los que también descubrimos modelos en los españoles Cererols o Patiño. Maestros portugueses fueron Pedro de Cristo, en Coimbra y Joâo Lourenço Rebelo, en Vila Viçosa. Maestros de la Escola de Évora, se dedicaron en exclusiva al engrandecimiento de las policoralidades, en reparto con el florecimiento de los trabajos para tecla y órgano, al servicio de las grandes liturgias de las Catedrales y otras iglesias. La forma en cómo Portugal y España abordaron estas materias será un fenómeno bastante diferente. A pesar de que las influencias francesas e italianas llegaron durante el reinado de Felipe II, y una parte ya en el de Carlos II, la cuantía de la llamada música ibérica, seguirá conservando sus patrones. En la posterior década de 1780, Lisboa asistirá a composiciones como el oratorio Il ritorno di Tobia, de Haydn, ofrecido en el Paço de Ajuda, con dirección de José Palomino o el Stabat Mater, presentado por la Assembleia das Naçoes Estrangeiras. Joâo Almeida Mota (1744/1817), formado en Lisboa, vio recuperada parte de su obra gracias a las investigaciones de Humberto d´Avila, y en calidad de músico, tenemos noticia de su paso por la Catedral de Santiago, y que se extenderá a Mondoñedo, Lugo y Astorga, como maestro de capilla, realizando un trabajo fundamental de investigación como las traducciones al castellano del teórico portugués Francisco Inacio Solano: Exame Instrutivo sobre Música Multiforme, métrica y rythmica. Un par de siglos atrás, los músicos españoles y portugueses, en el período de la monarquía dual, romperían la relación de equilibrio entre lo sacro y lo profano, especialmente en el país vecino, tomado lo sacro la primacía. La temporada pasada y en las programaciones de la OSG, pudimos asistir al Requiem O. 23 (A la memoria de Camôes), de Joâo Domingos Bomtempo, dirigido por Javier Fajardo, quien sustituyó a su titular Carlos Mena, y con los cantantes Ana Quintans-soprano-; Alberto Migúelez Rouco- contratenor-; Manuel Gómez- tenor- y el barítono Ferrán Albrich, con el Coro de la OSG.

Ramón García Balado  

 

21/09/2023

El acordeonista Iñaki Alberdi en Sta Crisitina de Rivas do Sil, para Pórtico do Paraíso

Monasterio de Sta Cristina de Rivas do Sil

Actividad de Pórtico no Paraíso con el acordeonista Iñaki Alberdi, en representación de Euzkadi y que tendremos en Sta Crisitina Rivas do Sil- 23 de septiembre, 19´00 h.-, bajo el título Suite diacrónica, con obras de Astor Piazzolla, Antonio Soler y J.S. Bach. Iñaki Alberdi es un intérprete con ambiciones renovadoras que ha dejado constancia de su presencia en teatros de prestigio, desde el Musikverein (Viena) a la Duke Hall (Londres); el Teatro Colón (Buenos Aires); el Hermitage (San Petersburgo) o la Sala Arsenal, de Metz. Colaboró con orquestal de primera categoría bajo la dirección de batutas como V.Petrenko, Adrian Leaper, C. Halffter, Alexei Artmiev, Pablo González, Yoav Talmi, Melanie Thiebaut, Baldur Brönnimann, Nacho de Paz, Bojan Sudjic, J. Pons o Juanjo Mena, estrenando obras de K.H. Stockhausen, Luís de Pablo, J.Mª Sánchez-Verdú, Alberto Posadas, S.Gubaidulina, Joan Guinjoan, Ramón Lazcano o Gabriel Erkoreka. El monográfico dedicado a S. Gubaidulina, dirigido por J.R. Encinar, y acompañado por el chelista Asier Polo, con la Euzkadiko Orquestra, recibió el Grammophon Editor´s Choice Award.

Primacía cobran la serie de sonatas para el teclado de Antonio Soler, en la necesaria transcripción del intérprete y que se entremezclan con las piezas del renovador del tango, Astor Piazzolla- Contrastes, Contrabajísimo, Picasso, Ave María, o Pedro y Pablo- este última tratada por David Sainz, y el resto también obra del acordeonista. Detalle será la Chaconne de la Partita nº 2, en Re m.  BWV 1004, de Johann Sebastian Bach, quinto tiempo y de dimensiones mayores que el resto, pieza compleja y ambiciosa en el contexto de la serie de sonatas y partitas, obras que el autor presentaría emparentadas, respondiendo las partitas al modelo de la suite de danzas tradicionales del período histórico. Esta Chaconne ofrece un conjunto de variaciones relacionadas entre ellas, a través de un bajo simple de cuatro compases y las pertinentes derivaciones, transformando cada variación el tema principal.

Antonio Soler, en la relación de las cinco sonatas elegidas dentro del apartado para obras para tecla, siempre con vigencia actual según las perspectivas más diversas, como las de tantos creadores del XVIII, y que para el estudioso Samuel Rubio, permanece la duda del instrumento al que estaban dedicadas, admitiendo así el título de Sonatas para instrumentos de tecla, aspecto al que Santiago Kastner, complementará con el de Sonatas para instrumentos de teclado (piano, órgano, clave o clavicordio. La mayoría fueron realizadas para el clave, algunas para órgano y las finales, quizás disfrutaron la atención del piano en sus comienzos, que el autor llegó a tener en cuenta. Merced a las copias que el músico enviaba al Monasterio de Montserrat, en calidad de agradecimiento a la educación recibida, su conservación resulta un testimonio esclarecedor, partiendo de la sonata bipartita monotemática que alcanzará ese lenguaje instrumental propio y que incluye la adaptación de temas y motivos populares. Para Katsner, el Padre Soler cultivaba una traza muy personal en la  estructura de los períodos sumamente cortos, ensartando en fila grupos de motivos con sus respectivas repeticiones. A diferencia de Alessando Scarlatti y las influencias italianizantes, nuestro maestro apuesta por los motivos concisos dotados de cierta gracia impregnada por los elementos de las danzas ibéricas, con un talante castizo. Fueron las sonatas de los primeros años, la que se escribieron en un único tiempo, un estilo que patrocinarían en su estilo, Albero, Ferrer y Blasco de Nebra. Soler no hace innovaciones en la construcción, aceptando aquella forma en un movimiento, la misma que se descubre en Alessando Scarlatti.

Astor Piazzolla, en piezas características de su ingenio, músico que durante un tiempo había sido calificado como el asesino del tango pero que, con motivo de su  centenario será homenajeado con una ostentosa exposición en Buenos Aires, gracias a la iniciativa de la responsable de la Fundación que lleva su nombre Laura Escalada. Piazzolla, común como vemos en las programaciones de nuestras orquestas, dinamizó con preferencia medianas agrupaciones: cuartetos, quintetos, octetos…, y que según nuestro apreciado Arturo Reverter, es un músico inclasificable en perpetua trashumancia, tras medirse a fondo con Nadia Boulanger, clave en su transformación parisina en cuanto al lenguaje de su música. Tras la vuelta parisina, en 1955, se integraría en el Octeto de Buenos Aires, con la pretensión de encandilar la mecha de un escándalo nacional, y romper con los obligados moldes de lo rutinario, incorporando inevitables esquemas en fraseos que le acercarán al jazz y en particular al swing. Un irresistible punto de pretensiones irrenunciables, nos dejarán al Piazzolla que admiramos: el de Adiós Nonino; Balada para un loco; la Historia del tango- a su parecer-; el Concierto para bandoneón- perfecto para Iñaki Salvador- o las Cinco Sensaciones Tango- con  el Grupo Kronos- y la curiosa operita María de Buenos Aires. Para el respetable Horacio Ferrer,  resulta la perfecta personificación del tango, basándose en un libreto surrealista dentro de lo posible: La más  bruja cantando y amando. En conjunto pues, un paisaje sonoro único de una ambigüedad instintiva, entre el placer y el dolor

Ramón García Balado

  

 

Cecilia Lavilla y Miguel Ituarte: Cántame no peito en el Auditorio de Abanca

  Auditorio de Abanca, Santiago de Compostela   Concierto de la   soprano Cecilia Lavilla Berganza acompañada por el pianista Miguel Ituarte...