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16/05/2025

Spanish Brass, en el XVIII Pórtico do Paraíso

 Mosteiro de Sta María de Oseira, Ourense


Completando la programación del XVIII Pórtico do Paraíso recibimos en el Mosteiro de Sta María de Oseira- día 18, a las 19´00 h.-, con un grupo de metales de primer rango, el Spanish Brass que integran el tuba Sergio Finca Quirós, el trompa M. Pérez Ortega, el trompa Juanjo Serna Salvador, el trombonista Indalecio Bonet Manrique y el trompetista Carlos Benetó Grau. Conmemoración de una carrera de 35 años, que le convierten en uno de los de carrera más dilatada del país, con un Primer premio en el VI Concurso de Ville de Narbone (1996), el Bankia al talento Musical de la Comunidad Valenciana (2019), el Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura (2020), cinco galardones del Carles Santos, Espai de Torroella de Mongrí, por el proyecto Mira se hem corregut terres…que les permitió participar en los eventos más importantes de los convocados en la actualidad además de dejar una dilatada estela de publicaciones discográficas. Spanish Brass, se manejan con instrumentos fabricados de reconocidas firmas, trompetas y trombones de Shires; trompa Paxman y tuba Melton y con nueva aplicación BlackBinder, recibiendo apoyo del Institut del Institut Valencià de Cultura y del Ministerio de Cultura-INAEM.

Un programa sorprendente definido por la abundancia de arreglos propios y transcripciones comenzando por el realizado por Carlos Benetó, a  partir de la Cantata Was Mir behagt, ist nur die muntre Jagd! )(Sheep may safety grace) BWV 208, de Johann Sebastian Bach, obra de felicitación para el cumpleaños del duque Christian de Sajonia-Weissenfels, compuesta en 1713, en la que destacan los repartos de arias y recitativos, además de un coro. Una de las primeras cantatas profanas de la que se toman recursos para elaborar esta pieza, modelo de los trabajos para eventos similares que incluían banquetes y cacerías, con la participación de lo más selecto de aquella pequeña corte, de una ciudad ubicada a poca distancia de Leipzig y cuya vida cultural apreciaba la imitación de los estilos versallescos. Una vida ostentosa y plena de autocomplacencia.

Antón García Abril, con una obra destinada a un concurso del Festival de Granada, El vuelo del viento, precisamente para agrupación como la que en esta fecha nos acompaña. Del maestro turolense, tan apreciado por sus trabajos para el cine, el teatro, las series televisivas o la ópera, nos queda una impagable memoria por su dedicación docente en nuestra tierra gracias a su relevancia en los Cursos de Música en Compostela, en la Cátedra de Composición compartida con Maximino Zumalave, las clases de especialización avanzada en la EAEM, sus Canciones xacobeas, confiadas a Teresa Berganza, la ópera con la que se reabrió el Teatro Real, Divinas palabras, sobre un texto del insigne dramaturgo Francisco Nieva, ópera que bastante tenía de esperpento por su relación con las Comedias bárbaras, del ciclo gallego repartido entre Aguila de Blasón, Romance de lobos, La cabeza del dragón o El embrujado.

André Lafosse (1890/1975), tendrá la Suite Impromtus en sus tiempos  Epithalame, Marche, Elegie y Mouvement, un trombonista que dejó escuela en el Conservatorio de París, tras optar a la cátedra que había pertenecido a Henri Couillaud y que como intérprete colaboró con la Orquesta Sinfónica de Boston, pero la obra a destacar de este maestro, fue su tratado Méthode complete pour le trombone a coulisse, por lo que supondrá de aprovechamiento y mejora de los recursos técnicos e instrumentales. Leonard Bernstein, con una Dance suite, que evidentemente nos acercará a sus bandas dedicadas al medio escénico como On the Town; Wonderfull Town; West Side Story, de la que recientemente la OSG nos ofreció las Danzas sinfónicas dirigidas por José Luís Gómez, junto al estreno de Ekphrasis, de  Nani García y dos obras de soberbia impregnación latina Historias de flores y tango, dedicada a Pacho Flores, exuberante trompetista y la contagiosa Salseando, de Roberto Sierra. Bernstein había debutado como director con la Orquesta Filarmónica de Nueva York, en 1943, sustituyendo a Bruno Walter.

Charles Chaplin-una escogida suite en arreglo de Thierry Caens, el maestro del cine mudo en años gloriosos, Luces de la ciudad, firmaba regularmente las bandas sonoras de sus filmes como sería el caso de El gran dictador, con su pequeño barbero judío y el dictador Hynkel, sátira de Hitler, destacando el caso del barbero por un famoso gag en el que las variaciones de tempo de la Danza húngara de Brahms, que escucha por la radio aparece mientras se ocupa de su oficio, en un estado de ánimo inquieto, una especie de ballet cómico que veremos otras muchas veces en sus cortos que le convirtieron en personaje único en estos dominios. Chaplin tratará de manera cómica ese poder ambivalente de la música.

Isaac Albéniz- Asturias (en arreglo de Maxi Santos), de la Primera suite española nacida desde el piano, pagina universalizada, inspirada en el primer número de Chants d´Espagne Op. 232, denominado Prélude que había publicado con otras piezas como Oriental y Sous le Palmier, en octubre de 1893, con el editor Juan Bautista Pujol. La tonalidad de la pieza en Sol m., delata el carácter crepuscular que impregna la pieza en su desarrollo. Una pieza que para mayor precisión se presenta como Leyenda, resumen de sus 198 resonantes compases. Manuel de Falla- nana-, de las Siete canciones populares españolas, esa maravilla estrenada en el Ateneo madrileño el 14 de enero de 1915, en la interpretación de Luisa Vela, acompañada al piano por el propio compositor, la misma que había colaborado en el estreno de La vida breve, ocupando el rol de Salud. La nana es una canción de cuna con arraigo en la tradición andaluza que el compositor había escuchado ya en su infancia. Similar inspiración encontraremos en las Seguidillas, de Tomás Bretón.

Astor Piazzolla, completa con dos piezas notablemente significativas, en arreglo de Thierry Caens,  Oblivion, traducida como Olvido, composición destinada como encargo para una película de Marco Bellochio, Enrico IV, un estilo de milonga lírica a la que el escritor Horacio Ferrer pondrá letra, aunque no sea el único que se anime, antes de que otros prueben a sacar recursos para esta melodía que continuamente tendrá intérpretes que tomen interés en ella, el Piazzolla de Libertango, pieza claramente emblemática y dedicada a una de sus agrupaciones camerísticas, el Noneto, de su etapa a partir de 1973, preparando espacio entonces para lo que serán los quintetos, con los que haría largas giras.

Ramón García Balado 

12/05/2025

Stephanie Jones, una guitarrista para el Liceo de Ourense

  Liceo de Ouranse


Concierto en las actividades del XVIII Pórtico do Paraíso (Ourense), con la guitarrista Stephanie Jones en el Liceo de Ourense- día 15, a las 20´00 h-, para un programa entre compositores actuales y una atención a obras de repertorio latinoamericano. Stephanie Jones fue miembro de grupos de cámara además de trabajar como solista tras licenciarse en la Australian National University, con Tim Kain y Minh Ho-ang, para alcanzar un master Degree y Konzerexamen en la University of Music Franz Liszt (Alemania) con Thomas Muller- Pering, llegando a ofrecer clases y conciertos en importantes certámenes destacando en sus trabajos registros como Open Sky (2020), Colour of Spain (2015) o Piazzolla Trilogy (BIS. Records). Ganó premios como el Hannabach Guitar Competition (Alemania); el Internatinal Guitar Competition (Suecia) y fue elegida Virtuosa del Año, por Fine Music Network Young Competition. Dispone de un instrumento del luthier Paul Sheridan de Pert (2012), y  una guitarra crossover de Daniel Zucali (2020), además de otra de Fernando Mazza (2022).

En programa, compositores como Richard Charlton (1955)- Black Cockatto Flying Alone…y Beneath a River Star, músico inglés asentado en Australia y que publicó trabajos para sellos como ABC Classics; NAXOS; Tells Records o Mo Poppies, colaborado con músicos como Timothy Kein, Karin Schaupp, Slava Grigoryan, William Bolton, el Dúo Ka Noon/Karin Schaupp, Steve Allen, Acacia Quintet, Riley Lee, con una carrera consolidad en la Guildhall School Music and Drama (Londres), y en la Universidad Griffith Brisbane, Elder Conservatorium Adelaide o el Royal College of Music (Londres). Quique Sinesi- Cielo abierto- es un compositor argentino con residencia en Alemania, especializado en guitarras y en un instrumento popular como el charango, cultivando estilos que van desde la tradición argentina al jazz y derivados. Entre sus trabajos: Cielo abierto- con Berta Rojas, Sharon Isbin y Jasuji Ohasi; Erling Kroner, con Pablo Ziegler; un monográfico Piazzolla, para guitarra y bandeneón, para la Rundfunck Sinfonnieorchester Berlin; Sonidos  de aquel día; la serie de Alfombra mágica; Soltando amarras; Corazón al Sur; Pequeños mensajes sonoros o Deseo, con Mikaru Iwakawa. En este espacio entra el ucraniano Rostyslav Holubov (1994), con una pieza que representa su evolución Oy, u vishnevomu sadu (Oh, en el campo de las cerezas), una fantasía alrededor de una canción  popular ucraniana, de un guitarrista que muestra un interés por maestros como Ariel Ramírez o Astor Piazzolla.

Johann Sebastian Bach, con dos tiempos de la Suite en Mi M. BWV 1006a, en concreto la gavota y la giga, una adaptación procedente de la colección de las Sonatas y Partitas para violín solo, en la que no se indique en la transcripción de Leipzig (hacia 1740), en lo relativo a su destino concreto. Se trata de una versión para cuerda pulsada, preferentemente para laúd, que no será en caso del concierto de esta cita. También nos encontraremos con el Lautenklavymbel, basándonos en las ocasiones en las que se interpretó en el pasado para guitarra o arpa; el autor habría destinado la obra al arpa doble y la posteridad sería alternativas para el laúd, con ejemplos como los propuestos por Smith o Kirchof. Otra idea nos aportará Emer Buckley, en su opción al clave, editada por Harmonia Mundi, en 1989. Un apartado de importancia de obras que cabrán en las piezas instrumentales encuadrables en el espacio de los laúdes, cuya interpretación traerá más dudas por la razón de que muchas de ellas son arreglos compartidos con alumnos suyos como Krebs y Straub, que no serán los únicos en probar en los ambientes domésticos.

Antonio Carlos Jobim (1927/94), con una obra claramente emblemática, como es Felicidade, y que tendremos en arreglo de Roland Dyens, Brasil nos observa desde el período glorioso de las confluencias con el jazz en su vertiente latina que se había forjado ya desde los años cuarenta hasta alcanzar los dorados años sesenta. Músicos como Charlie Byrd, que estaría allí en 1962, grabando el álbum  Jazz Samba, con Stanz Getz, y que incluía la canción Desafinado, una pieza embriagadora y sutil, escrita por Joâo Gilberto y Antonio Carlos Jobim, ocupando Getz el centro de una oleada marcada por el  estilo de la bossa-nova, pinceladas de samba y cool-jazz, en las que Jobim sería maestro consumado y que tendrá como colega de travesía a Laurindo Almeida, hasta asentar su influencia en los intérpretes norteamericanos.

Astor Piazzolla, con especial consideración en el programa, por las Estaciones porteñas: Invierno Porteño; Primavera Porteña; Verano Porteño y Otoño porteño, una serie de piezas del período de sus quintetos compuestas de forma independiente y que ocasionalmente se ofrecerán como grupo, una tentación a la que el compositor no pareció resistirse. La formación de aquellos quintetos  se había modificado con el paso de los años, siempre con el pensamiento puesto en importantes intérpretes que colaboraron con él, siendo una de las pocas excepciones el pianista y compositor Gerardo Gandini, quien se incorporaría al sexteto de los años finales, resultan en su contexto obras formalmente clásicas y con algunas variaciones, con una sección cantable de carácter vivo.

Ramón García Balado

08/05/2025

Cantar Poesía, en O Pazo Forteza de Villamarín

 Pazo de Vilamarín


Concierto en el XVIII Pórtico do Paraíso que se traslada al Pazo de Villamarin, para asistir al dúo formado por Irene Brigitte y Pedro Martín, en un programa para canto y cuerda pulsada- día 11, a las 19´00h-, que remite a composiciones que van desde piezas de cancioneros a maestros como G. Frescobaldi, Marchetto Cara, Luís de Milán y alguna pieza anónima. Irene Brigitte (Trieste), está especializada en músicas de Renacimiento y el Barroco, con intereses en músicas de tradición portuguesa del XVI, que encuentra argumentos en programas como el de esta fecha, además de repertorios como Du Fay: Se la fache ay pale, dirigidos por Claudia Caffagni, y  colaboraciones con el Ensemble Sesquialtera, en un registro para MedRem, en Lisboa y participaciones con Arte Mínima, de Pedro Sousa Silva, para el álbum In splendibus (2021) y Francisco de Sta María, Missa O Beata Vergine (Pan Classics). Participó en masters de músicas antiguas impartidas por Claudia  Caffagni, Christian Hilz, MªCristina Kiehr, Emma Kirby, Roberta Invernizzi y Lia Serafini y en festivales como la Música de la Catedral de Milán, Casa da Música (Porto), Teatro dal Verme (Milán) o Teatro Olimpico (Vicenza).

Pedro Martíns, completó su formación en la ESMAE (Porto) en 2018, estudiando laúd con profesores como Hugo Sánches e Ronaldo Lópes, realizando masters con Eduardo Eguez, Vinicius Perez y Rafael Muñoz, participando también en otros cursos de encuentro internacionales como el de la Casa Mateus. Fue instrumentista de grupos especializados y participó en proyectos como el Curso de Cámara de Sâo Joâo de Madeira, el Coro Misto de Beira Interior, Gaudium Vocis, Il Dolcemelo, Iberian Ensemble, Ventos do Atlántico, Música Antigua de Porto, Sinfonietta de Braga y La Nave Va, entre otros. Fundó en 2017, con Antonio Vieira, Liuto Cantabile, dedicado a repertorios historicistas y al año siguiente, promovió el grupo Spirito dell´Anima, dedicado a repertorios del XVII, entre piezas vocales e instrumentales. Fue miembro de los grupos La voix de l´ame; Cuote Armonico; Musurgia y este dúo con Irene Brigitte.

Marchetto Cara (1470/1525), aporta Non è tempo d´aspettare- frottole dil Primo Libro (Venezia), editado por Petrucci y Io non compro piú speranza, otra frottole del mismo libro, cantante y compositor que estuvo al servicio de los Gonzaga y viajaría por distintos países europeos hasta llegar a Venecia y Milán, con su discípulo Avanzini, artista que destacará como cantante junto a Tromboncino, maestros en este género de frottole, de las que se conservan más de un centenar. Es la frottole una canción normalmente a cuatro voces, con texto italiano, muy apreciadas por figuras de la élite como Isabela d´Este, esposa de Gonzaga, en su lucha por distanciarse de otro maestro tildados como oltramontani y de gusto franco-italiano. Por su talante de inspiración popular, los instrumentos duplican las voces o incluso las sustituyen, por lo que expertos habrá que digan que serán modelos de chanteur sur luth, que se repartirán en abundantes libros.

 Piezas  anónimas serán Porque me nâo vês Joana y Tu gitana, del Cancioneiro Musical de Elvas, uno de los cancioneros poéticos de las primeras colecciones ibéricas conocidos como antologías de poemas cultos y con modelos en las de Alfonso de Baena, para el Rey Juan de Castilla o el de Lope de Estúñiga, para Alfonso V el Magnánimo de Aragón, también el Cancionero de Segovia, el de Barcelona, que recoge 122 piezas de las que tan solo son hispanas 25. Las colecciones de Elvas y de Lisboa, de mediados del XVI, al igual que el Chansonier masson (Biblioteca de la École des Beaux Arts, París, es una recopilación de 1602, y recoge textos y músicas de principios del XVI, mezclados con otros recientes y melodías en forma de romance a solo, tomadas de distinta procedencia de la tradición oral. En estos géneros, destacan anónimos del Cancionero Musical de París, F-Peb Masson 56 (1545/70) y del mismo: Na fonte está Lianor; Lágrimas de saudade- en reconstrucción de Irene Brigitte-; Pois tudo tâo pouco dura y Nâo tragais borceguís pretos.

Girolamo Frescobaldi- Canzon seconda a Basso Solo-, músico que no inauguró formas instrumentales nuevas aunque llevó a su mayor rango las existentes, desde la toccata a la canzona, las variaciones, el ricercar o la fantasía. Compositor, organista, clavecinista y cantante, recibió una influencia determinante en su entorno familiar ampliando en su estética y en sus estilismos, elementos de la melodía de predecesores suyos como Gabrieli o Trabaci, constatables especialmente en los madrigales a varias voces, que poco deben a la dependencia instrumental. Llegó a ser titular del órgano de San Pedro (Roma), y tuvo como discípulos a maestros como Froberger, Grassi, Battiferi o Doni. Fue inventor de temas con los que renovará su vocabulario, aspecto que con gran dominio transmitirá  sus selectos alumnos y que con reconocida fortuna llegará hasta Johann Sebastian Bach o Buxtehude. En su juventud había destacado como cantante lo que le facilitó ser acogido en la Academia de Santa Cecilia, en doble condición de cantante y organista.

Luis de Milán- Falai miña amor, de Il Maestro (1536) destacará en la historia por las obras El Cortesano (1561), el libro de vihuela de mano intitulado Il Maestro o el Libro de motes (1535), uno de los notables vihuelistas nacido en Valencia y que dejará un legado de rara perfección aspecto que se reafirmará posteriormente con el órgano desde los aspectos incontestable, desde el aprendizaje a la ejecución y la composición además de la construcción del instrumento. Il Maestro es lo más original dedicado a los vihuelistas, ya que no contiene ni una sola adaptación de obras corales polifónicas, todo en él resultará producto de su propia invención y ejemplo de su sapiencia creativa.

Ramón García Balado                                                                                                             

05/05/2025

Qvinta Essençia, barrocos en el XVIII Pórtico do Paraíso

 Igrexa de Santiago das Caldas, Ourense


Concierto del grupo vocal Qvinta Essençia para comenzar el XVIII Pórtico do Paraíso que artísticamente dirige Juan Enrique Miguéns y que nos invita a la Igrexa de Santiago das Caldas (Ourense) para seguir un programa de obras del Renacimiento elegidas entre  Pier Luigi da Palestrina y Tomás Luís de Victoria- día 9, a  las 20´30 h-, en una dedicatoria a la memoria del Papa Francisco. Son Qvinta Essençia la soprano Élia  Casanova, el alto Hugo Bolívar, el tenor Albert Riera y el bajo Pablo Acosta, asistidos por el organista J. López-Escribano, formación especializada en polifonías renacentistas que alcanzan hasta el barroco, distanciándose de las ortodoxias obligadas, cuidando en especial las atenciones al cuidado de los textos, programas en los que también incluyen las corrientes italianizantes hasta llegar a J. Sebastian Bach. Su presencia es frecuente en importantes certámenes y festivales como el de Música Antigua Utrecht, el de Montfaucon, Day of Early Music (Lieja), Torroella de Mongri, Palau de la Música Catalana, Internacional de Santander, Llums d´Antiga (Barcelona) o el de Los Pirineos. Su primer registro fonográfico (2019), lo dedicaron a una selección de Madrigales , de Luca Marenzio, para continuar con El sentir de mi sentido (2023), dedicado a la poesía amorosa del Siglo de Oro español y la banda sonora de Teresa, filme dirigido por Paula Ortíz, con un reciente trabajo dedicado a la Música Sacra Española, sobre la figura de María Magdalena.

Pier Luigi da Palestrina (1525/99), tendrá Ad Dominus contribularer y Ad te levavi oculos meos, una época dorada de la polifonía del XVI, centrada especialmente en Italia aunque no debe desestimarse la importancia contraída con las formas y modelos contrapuntísticos que durante el siglo precedente habían sido patrimonio de la escuela franco-flamenca. Su trasvase a la cultura italiana será facilitado por los viajes italianos de muchos maestros del norte de Francia y Flandes, para comprender la nueva dirección  tomada por el arte italiano. Si bien en aquel siglo se cultivaron los mismos géneros musicales  italianos que en el anterior- motete y misas, como formas más destacadas del arte sacro, resultará el camino más propicio para lenguajes en los que se observa mayor sutileza y refinamiento. Un camino preparado para los grandes maestros como Josquin Desprez, dando un personal tratamiento a la polifonía romana, músicos como O. di Lasso, Nanino, Anerio o los españoles Cristóbal de Morales y Tomás Luís de Victoria, que consolidaron su estilo. El cuadro previo a Palestrina en el mundo católico fue mucho más variado y colorido, un músico que no fue propenso a exagerar la transposición de la semántica de los textos en figuras musicales, usando de manera mesurada las analogías establecidas entre las palabras y los recursos técnicos específicos. No puede afirmarse que usase un determinado medio expresivo de manera puntual, sino que trabajó por acumulación otorgándole unidad musical a una sección o a una composición entera, consiguiendo entonces el enlace del ideario sustentado en términos de perfección y ciencia. Puede aceptarse que sin temor ni miedo, su música persiguió el ideal de la simplicidad de lo que dará en llamarse un far di meno, como escribirá en una de sus cartas al duque di Matua. No se adscribe al ideal de la música reservata, sino que se adhiere al concepto de la musica comuna, forma claramente comprensible, directa y afín a la preceptiva y los dictados del siglo XVI, para un amante de la naturalidad, la claridad y el orden.

Tomás Luís  de Victoria en Roma, que recibiremos en la mayor parte de programa- Ave Maris Stellae, Missa Ave Maris Stella, en varios de sus tiempos, un Ave Maria, Sancta Maria y Miserere mei, Deus-, el periodo romano del abulense que se trasladará a Roma recomendado por sus maestros de San Gil, para incorporarse al Collegium jesuita, fundado por Ignacio de Loyola, en 1522, para preparar nuevas aventuras en Alemania en el Collegium Germanicum. Los dos principales benefactores del  mismo habían sido Felipe II y el cardenal arzobispo de Ausburgo Otto von Truchsess von Waldburg, quien le mostró un gran interés en cuanto a su protección ya que ese maestro había visitado nuestro país en marzo de 1564. Casimir dejará noticia de su carrera en Roma, llegando a confirmar sus relaciones con Palestrina y sus hijos Angelo y Rodolfo, quienes estudiaron en el Collegium Germanicus, Las memoria de nuestro músico dedicadas a Gregorio XIII- Hymni totius anmi, 1581), y a Felipe II, hablan de esa estancia en Roma, además de otros estudios a los que se había aplicado. Victoria sería igualmente organista en Sta Maria di Montserrato, aspecto que recordará Casimiri, un cargo que también ocupó  Palestrina, y que añadía funciones de maestro de capilla. Todos los cambios estilísticos que se observan en Victoria, le ubican lejos del conservador Palestrina, aliándose con los progresistas de finales del siglo XVI, lo que ayudará a su comparación con artistas como El Greco, por la circunstancia en cómo cambiaron de estilo y medida a tenor de los tiempos. Las misas de Victoria que se acercan a una serie de veinte como auténticamente fiables, eran posteriores a sus motetes, siendo seis de ellas, basadas en motetes anteriores y entre las reseñables, recordaremos Ascendes Christus, a 5 (1592); Dum completar, a seis (1576); O Magnum mysterium, a 4 (1592); O quam gloriosum, a 4 (1583); Quam pulchri sunt, a 4 (1583); Vidi speciosam, a 6 (1592) y otra de esas misas Trahe me post te, a 5 (1592), toma como fuente el motete canónico del mismo título publicado en su Motecta, de 1583. En cinco de esas siete parodias, se usa el mismo número de voces en el motete original y en la misa.

Ramón García Balado

11/10/2023

Clara Jumi-Kang:Sibelius entre las cuatro cuerdas

Principio del fo

Palacio de la Ópera, A Coruña - 11/10/2023

Comienzo de la temporada de la O. Sinfónica de Galicia en un programa en el que la violinista coreana Clara Jumi-Kang, fue solista del Concierto para violín en Re m. Op. 47, de J.Sibelius, junto a una obra en presentación del sueco Anders Hillborg- Eleven Gates-, y la Sinfonía nº 9, en Mi m. OP. 95 (Del Nuevo Mundo), de Antonin Dvorak, bajo la dirección de Roberto González-Monjas. Jornada en dedicatoria al chelista Vladimir Litvikh, quien había sido miembro de la orquesta y al que la ciudad recordaba por sus veladas amistosas en la Calle Real, compartidas con sus conciudadanos. La solista se maneja con un Ex.Strauss (Stradivarius 1708), cesión de la Samsum Cultura Foundation of Korea (2015), y ha sido dirigida por batutas de élite: C.Poppen, V.Spivakov, Y. Temirkanov, G. Kremer, Muyng-Wung Chung o V. Gergiev. Sus primeras experiencias las tuvo con formaciones como la Gewandhaus O.; la Rotterdam P.O. y la Suisse Romande. Un obligado período de reposo, la mantuvo apartada hasta recuperar estudios con  Kakher Brown, en la Lübeck University, y con  Nam-Yun Kim, en la Korean Univ.; con la OSG, se  presentó en febrero de 2022, para interpretar el Doble Concierto de Brahms, con  el chelista Asier Polo y la dirección de Juanjo Mena.

Novedad en programa por Eleven Gates (2006), de Anders Hillborg, compromiso con Los Angeles Philharmonic Association, estrenado en la Walt Disney Concert  House, y la dirección de Esa Pekka- Salonen, compositor que junto a esas labores, probó en el espacio de la composición. Hillborg, pronto demostró interés en lo creativo por músicos como Ferneyhough y Ligeti, una fascinación forjada en los aspectos más sutiles de los recursos armónicos y tímbricos, en cuanto a las posibilidades del sonido que se reflejará en obras de personal atractivo: Peacock Tales, destinada al clarinetista  Martin Fröst; Mouyayoum, para 16 voces a capella, rítmica en sus complejidades elaboradas a partir de sobreagudos que condicionan el tratamiento de la poética elegida; Cold Heat, destinada a la Berliner P.O., precisamente con Salonen, quien también colaboró en obras como Sirens o Dreaming River. El Royal Stockholm Philarmonic´s Composers, le incorporó a dos de sus citas (1999 y 2014) y fue músico en Residencia en Soundstream (Toronto); Avanti; Aspen y Hamburgo, en distintas convocatorias. Compuso para René Fleming The Strand Setting (DECCA). Por esa afinidad con Esa-Pekka Salonen, destacarán aspectos comunes en el ámbito creativo: un concepto más libre distanciado de un serialismo inicial, con aproximaciones a culturas ajenas que llevarán a los países africanos o Mongolia, resultando más modal que atonal en un encuentro con tradiciones populares, dentro de una ambición de síntesis.

Sibelius en este Concierto para violín y orquesta en Re m. Op. 47, obra que tuvo revisión en el año siguiente y que se presentó bajo la dirección de R. Strauss, en Berlín con Karl Halir, tras su estreno previo con dedicatoria para Willy Burmester con el violinista Viktor Novacek. Sibelius, apreciable violinista, buscaba la consecución de recursos al límite, teniendo en mente a otro talento como Franz von Vecsey y los resultados confirmarán las ambiciones pretendidas desde el Allegro moderato, elaborado a partir de tres temas antes de la aparición de la solista a través de un trémolo de cuerdas, hasta una cadenza sorprendente y brillante. Los chelos toman el segundo tema a  medias con los fagotes y el tercero apunta a una pureza de líneas, con el protagonismo de la solista en puro registro agudo. Destacaba en especial un cuidado desarrollo en el que la cadenza es centro de atención por su libre escritura. Un concierto para encontrarnos ante una intérprete Clara Jumi-Kang en plenitud de un virtuosismo sobresaliente que ampliaría en los tiempos siguientes.

El Adagio di molto, puramente tradicional, se definía  por su transparente lirismo gracias a una curiosa introducción de las maderas y la ostentosa melodía del violín y que para especialistas versados, mostraba  una vena de inspiración mediterránea (quizás reflejo de una visita a aquel país). Por su tonalidad, Si b, en 4/4, la solista se entregó a una seductora cantinela que dejó paso a un diálogo pretendido con el grupo orquestal. El Finale (Allegro ma non tanto), resumió como una danza contagiosa, un perfecto estilo de rondó, remarcado por el ritmo mientras la solista divagaba hasta un detalle de ostinato, en pugna incisiva con la orquesta. Una coda en disputa ente menor y mayor, se resolvía en un fortissimo a modo de disputa entre la solista y la orquesta.

La Sinfonía nº 9, en Mi m. Op. 95 (Del Nuevo Mundo), de Antonin Dvorak, una consecuencia de su debilidad por encontrarse con una cultura que la atraía y que tuvo arraigos conocidos en las inspiraciones moravas con ratificación en el país que descubría, a través de las aportaciones del compositor negro Harry T. Burleigh, quien le puso al día de las fuentes aportadas por los spirituals, y que se confirmarán en esta obra universal. El músico que tan profundamente ha calado entre nuestros aficionados, es el que consigue esa sublime amalgama de culturas posiblemente ajenas, en esta sinfonía perfecta en su conformación y que recuperamos en cada nueva puesta en atriles. De propia firma, dejará escrito un comentario aparecido en el New Herald, del 21 de mayo de 1893, titulado Real Value of Negro Melodies,  año del estreno de esta obra en el Carnegie Hall, dirigida por Anton  Seidl. Obra plena de registros imaginables desde el Adagio-Allegro molto, marcado por compases de cuerdas y respuesta de maderas, dejando espacio a la llamada de trompa. Para este tiempo, el ideario cíclico manejado por trompa, clarinete y oboes, logrando un persistente sello heroico-legendario muy de su estilo y el asomo de una especie de polka, con parecida resolución respecto a obras de colegas suyos.

El Largo, célebre por excelencia, y ciertamente americano, remite a un poema de Longfellow Canto de Hiawarha, permitiendo un coral estremecedor de metales que recrean estados nostálgicos.  El director González-Monjas, elevaría un grado de exaltación en esta obra de intenciones testimoniales. De ahí saldrá la popular melodía Going home, en el centro del Un poco più mosso, que describían flautas y oboes. En el final, el corno inglés aportó una melodía que invitaba a violines, metales en forma de coda, para completar el tiempo.  El Scherzo-Molto vivace, anclado en Longfellow, describía el conocido festejo colectivo en el bosque, para acentuar el ánimo de la obra, destacando pronunciados saltos y stacatti. En lo posible, una danza popular de tradición europea, para entregarnos al Allegro con fuoco, vigoroso y persistente en el que pesa un ostensible modalismo definido por la tonalidad, tiempo en el que la trompa se reafirma con una cita atmosférica que anuncia otra a cargo de flauta y clarinete tomada del Largo.

Ramón García Balado

 

Clara Jumi-Kang.

Orquesta Sinfónica de Galicia / Roberto González-Monjas

Obras de Anders Hillborg, J. Sibelius y A. Dvorak

Palacio de la Ópera


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