Museo das Belas Artes, A Coruña
Tercer concierto del ciclo propuesto por el Museo de Belas Artes de A Coruña, esta vez con el Multiplensemble, formación abierta en cuanto al número de instrumentistas y que se manifiestan a través de expectativas diversas en lo relativo a la temática de su inspiración, esta vez bajo el reclamo 100 años de surrealismo, para la que se reservan obras de Thomas Kessler (Zurich, 1937, y muerto recientemente en 2024); Laura De Las Heras Alonso; Alberto Posadas; Alicia Díaz De La Fuente; Rinto Ogata, nacido en Japón y Hachè Costa, que aporta su obra Surrealismo 100: Homenaxe a Jacques Lacan, pensador y teórico del posicionamiento contracultural en los años 70. La sesión musical que se ofrece- día 15, a las 12´00 h.- estará precedida por una visita guiada con un especial aliciente dedicado As vangardas en Galicia. Multiplensemble, es una agrupación con arraigo consolidado, compartido con formaciones como el Ensemble 430, de Vigo y a los que tuvimos ofreciendo proyectos en A Cidade da Cultura, en las Matinais Musicais, con la garantía de intérpretes como Rafael Yebra, en la cuerda de saxofones; Breanda Vidal, piano y David Rodríguez, en percusiones. Otro espacio que tuvo noticia de sus iniciativas fue el Auditorio Martín Códax, a comienzos de 2023, punto a seguir de un compromiso en el GAIÁS, en un programa que avanzaba obras de Toshio Hosokawa, Alex Mincek, Eduardo Soutullo, Helmut Lachenmann y Jair Klartag. Multiplenemble se forjó en Vigo, en 2019, con motivo de un proyecto dedicado a la figura de Karl Heinz Stockhausen. Para el programa de esta matinal, se cuenta con la participación de la soprano Indra Sesti di Luca (canto y declamación) y el compositor y productor Hachè Costa (dispositivo electrónico y voz electrónica), además del fundador del grupo, el saxofonista Rafael Yebra, contribuyendo al primer centenario del Manifiesto Surrealista, sustentado en la profunda relación entre la propia música de cada compositor, dentro de un proyecto que alcanza igualmente la dimensión escénica en un ejercicio simbiótico.
Thomas Keesler (1937/2024)- Is it? Interludio, 2002, obra para soprano y saxo soprano-, es obra de un compositor que siguió la escuela de maestros como Ernst Pepping y Boris Blacher, ampliando en la Hochschule für Musik (Berlin), y que dinamizó el Gruppe Neue Musik Berlin (1965), con L. Ferrari y Vinko Globokar, pasó por el Centre Universitaire Int. de la Fundación Recherche Dramatique (Nancy); fue director del Electronic Beat Studio Berlin y entre 1973/2000, dirigió la Academia Ciudad de Basilea, entre sus alumnos, destacan W. Harniger, Max E. Keller, Bettina Skrypszak, René Wohlhauser y T. C. Heyde. Recibió el Schweizer Musikpreis (2018). Laura De Las Heras (Madrid, 1998)- Silencio (2022), Interludio, obra para saxofones soprano y alto-, es una joven que estrenó obras como el cuarteto De la dulce queja, dentro del XXVI Fest. Internacional de Música Contemporánea de Madrid, interpretado por E. Langlais y Raúl Suarez- violines-; Alfonso Noriega, viola y la chelista Sara Chorda. En otro certamen y en consideración a nuestra tierra, dio a conocer O canto das meigas, con coreografía de Enrique Arias Pintado, en el Real Conservatorio de Música de Madrid y el de Danza María de Ávila, con el Ensemble Op.22. Alberto Posadas- Arietta (2018), Interludio, para saxofón sopranino-, apreciado pianista y compositor que recientemente colaboró con el Festival Resis, de A Coruña, actividad que promueve Hugo Gómez- Chao, del que descubrimos su soberbia Karst, en tratamiento del Evo Ensemble y Arxis Percussion Group, o la participación del Gerhard Quartet, estrenando Liñas de Auga, de Jacobo Gaspar, con obras de W. Lutoslawki y D. Shostakovich, en este Museo das Belas Artes. Posadas, en el ciclo Solos no CGAC, inauguró un nuevo ciclo presentando por Rosa Fernández, con obras para piano de Béla Bartók, György Ligeti y György Kurtág.
Alicia Díaz de La Fuente (1967)-Color de invierno , Interludio, para saxo soprano-, Premio Nacional de Música (2022), compositora que estudió órgano al mismo tiempo y que tuvo como maestro por excelencia a Antón García Abril, que tan excelente recuerdo dejó en nuestra CC.AA. por la serie de trabajos en encargo además de su ópera Divinas palabra, tomando como argumento la obra teatral de Valle- Inclán, desde la perspectiva de Francisco Nieva, además de las labores docentes a lo largo de bastantes años en la Escola de Altos Estudos Musicales, de la RFG. Amplió en la Universidad de Alcalá de Henares, con José Luís Delás y en el IRCAM parisino, con Marc André Dalbavie, N.Schnell, J. Horvey y R. Reynolds. Cuenta con el importante catálogo iniciado con trabajos como Ecos de pensamiento; Blenda hasta llegar recientemente a obras como Metally o Llueven estrellas.
Rinto Ogata (Tokyo, 1995)- A Piece of Clout Li (2022), para soprano, saxos alto y soprano-, un músico que guarda relaciones profesionales con este grupo, al que comenzamos a descubrir en las tendencias de las escuelas nacidas en lejano oriente, y que son ejemplo de confluencia permanente de las herencias de aquellas culturas, buscando el encuentro con las vanguardias occidentales. Modelo son las composiciones que en los certámenes de temporadas, nos van descubriendo los mundos de creadores como Toru Takemitsu, Toshio Hosokawa, el chino Tan Dum, por aventuras como el Water Concert, estrenado por la ONE o el coreano Isang Yung.
Hachè Costa- Surrealismo 100: Homenaje a Jacques Lacan, encargo del INAEM, para este concierto (2024), obra especialmente connotada como es evidente por obvias razones y que en su orgánico está pensada para voz electrónica, complemento electroacústico y saxofón barítono. Costa está implicado con Rafael Yebra, en la concepción e idea de este trabajo, destacando Costa por trabajos como el Concert negre, presentado por la Orquesta Nacional de Andorra, dirigida por A. Cumí, entre otras aventuras como Objet sonor disposat per ser contemplat cap a convey, presentada por Filipe Cunha o Changin Vivaldi, una propuesta sin cortapisas del mundo sonoro barroco de Antonio Vivaldi. Recurre con frecuencia a las poéticas de Alen Ginsberg, Sappho o Manuel Rivas.
Surrealistas ante el surrealismo, título de un ciclo de la Fundación Juan March con motivo de una exposición realizada en 2013, y que ofrecía obras en el entorno de el testimonio creativo desde Satie, a Debussy, F. Poulenc, Britten, A. von Zemlinski, Hugo Wolf o A. Schönberg. Alfredo Aracil, había realizado las notas precisas para situarnos en aquellas vanguardias: No parece que podamos hablar con rigor de una música surrealista, o de una música del surrealismo, y eso que la palabra apareció impresa por primera vez siete años antes del primer Manifiesto de Bretón, en el programa de mano de un espectáculo con música de Erik Satie. Fue el 18 de mayo de 1917, en las notas al programa de Parade, ballet réaliste en un tableau, concebido por Jean Cocteau para los Ballets Russes de Diaguilev, en el Théâtre du Chatelet. Las notas las firmaba Guillaume Apollinaire, quien había empleado privadamente el nuevo sustantivo muy poco antes, en una carta a a Paul Dermée, para definir su pieza teatral Les mamelles de Tirésias. De Parade, donde la música de Satie se aliaba con una coreografía de Massine y escenografía de y figurines de Picasso,Apollinaire decía que el resultado es una suerte de supra-realismo (sur-réalisme, literralmente) donde veo el punto de partida de una serie de manifestaciones de este espíritu nuevo que, habiendo encontrado hoy la ocasión de mostrarse , no deja de atraer a la élite y prometer alterar a fondo el arte y las costumbres del placer universal.
Ramón García Balado
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