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12/08/2025

Brunetti, Joaquín Turina y Julián Bautista

 Auditorio Fontán, Cidade da Cultura


Concierto bajo el título Turina al lado de dos perlas escondidas, para un cuarteto integrado por el violín Stephan Picard, el viola Ashan Pillai, y otros dos nuevos que participan en el elenco, Thomas Carroll, violonchelo que tuvo su primera experiencia con la Berlin Philharmonic en 2006, fundando en  Inglaterra la London Beethoven C.O. (2012) además de ser nombrado director artístico de la Orpheus Sinfonia; el pianista Andrei Banciu, natural de Timisoara (Rumanía ), comenzó sus estudios con Maria Bodo, para seguir en Berlín en la UdK (Universidad de Las Artes), con el profesor Klaus Hellwig y en la Hochschule für Musik Hanns Eisler, con Fabio Bidini.

Gaetano Brunetti (1744/98), tuvo el Divertimento para violín, viola y chelo L. 145, en sus tiempos Andante expressivo; Minuetto. Allegretto y Finale Allegro. Heredero del prestigio de la sonata en trío barroca, quedando como uno de sus continuadores, mientras disfrutaba  de una asentada popularidad hasta la entrada de la década de 1770, en una apacible convivencia con el género del nuevo cuarteto. En nuestro país, siguió siendo favorecido por los compositores y  por el creciente público aficionado, tema del que nos queda un recuerdo respetable que dejará constancia en los mentideros cortesanos. Brunetti y Boccherini, compusieron abundantes tríos, siendo muchos de ellos anteriores a 1780, género por el que no dejarán de interesarse, efectivamente, nuestro maestro del día, mantuvo su admiración por Boccherini, aunque no fuese el único y que se extenderá hasta F.J. Haydn. Su figura, sólo puede entenderse, como tantos otros contemporáneos, por el contexto del sistema de mecenazgo, propio del Antiguo Régimen, una de las pocas opciones que tenían los compositores de enfrentarse a un futuro incierto, en el complejo entramado de las instituciones del poder. La práctica de la música de cámara, permitía de modo especial distanciarse de las rígidas barreras que separaban los distintos estamentos sociales para crear la apariencia de una sociedad igualitaria, en la que el rey o el aristócrata y su sirviente el compositor o músico, compartían momentáneamente en pie de igualdad, exactamente la misma actividad. De esta curiosa posición, se benefició en un momento y durante años, nuestro apreciado Brunetti, convertido de esta forma en el prototipo de música de corte, ejemplo consumado de artista de un músico procedente de Fano (Italia), sabrá escalar socialmente hasta ser nombrado maestro de violín del Príncipe de Asturias, del que será su fiel compañero, en especial en el ámbito creativo en entrega de obras para la Real Cámara. Un entrante para templar ánimos.

Joaquín  Turina- Trío nº  2, en Si m.Op. 76, en sus tiempos Lento; Molto Vivace y Lento-, obra para piano, violín y chelo, del año 1933, compromiso para su estreno en La Haya, con el Trío Neerlandés, un grupo con el que venía colaborando desde el Op. 35, obra dedicada a Jacques Lerolle, y que se condensaba en tres espacios. El Lento, resulta un perfecto tratamiento del concepto de un clasicismo español, heredero de generaciones precedente y con un singular estilo que conocemos de obras anteriores como la Escena Andaluza Op. 7, puesta en atriles en la Salle Erard parisina. El Molto Vivace, venía impregnado por un meditada concisión resulta en una forma A-B-A, con la sección central escrita en 5/8, carente de acentuación propio del zortiko, tan apreciada por el sevillano y que rehusaría en muchas de sus obras. El Lento, mostraba menos regularidad formal, compensando con una acentuación excelentemente resuelta que se plantea en sus pretensiones como un broche de adorno, impregnado de estilemas tan característicos del músico, autor de delicias como los Tres poemas Op. 81, para voz y piano y que en Madrid estrenaría la maestra de tan excelentes cantantes, Lola Rodríguez Aragón, con el compositor al piano.

Julián Bautista (1901/61)- Sonata Concertata a Quattro: Allegro assai; Andante sostenuto y Allegro deciso- una dedicatoria a S.M. La Reine Elisabeth de Belgique y Primer Premio del Concurso Int. Quatour Belge à Klavier, à Bruxelles (1938). Otro maestro en  el exilio, músico de la Generación del 27 y del Grupo de los Ocho, alumno de Conrado del Campo, junto a Bacarisse y Remacha, músico que realizará una carrera primordial en La Argentina, con Juan José Castro mientras sobreviviría gracias a trabajos alimenticios para el cine, además de estrenar su ballet Juerga, estrenado en el Teatro Colón. De sus años españoles, quedarán esta Sonata Concertada a Quatto (1933/4)- soberbio descubrimiento en su interpretación-, obra de una trayectoria compleja y que llegó a considerarse como perdida e inédita, perteneciente al período del Preludio para danza, una dedicatoria a Regino Sainz de la Maza, o la Suite all´antica, que dará a conocer la O.F. de Madrid, en el Teatro Español, una sesión dedicada a José Lasalle. El período ostensiblemente neoclásico de sus primeros años, nos dejarán algunos de los primeros cuartetos, con críticas positivas de Adolfo Salazar, pero mejor consideración recibirá por parte de Falla e Igor Stravinski, quien había visitado nuestro país para dirigir Petruschka y Pulcinella. De Julián Bautista y en lo relativo a nuestra tierra gallega, recordaremos ya en el exilio, los Cuatro poemas galegos, para voz, flauta, oboe, clarinete, viola, violonchelo y arpa, sobre textos de Lorenzo Varela: María Pita e tres retratos medievales. Son esas canciones María Pita; O Touro; A Ruy Xordo y María Balteira, una obra presentada en el Festival de la SIMC, en Amsterdam (1948), obra original en la que el compositor apuesta por recrear un imaginario mundo medieval, a través de un lenguaje sobrio, sencillo y con  tintes arcaicos, ausentes de toda polifonía, dentro de una monofonía con detalles de un primitivismo en las armonizaciones, además de una clara presencia de la modalidad.

Ramón García Balado

foto ©Xaime Cortizo 

LXVII Curso  de Música en Compostela

Auditorio Fontán, Cidade da Cultura, Santiago de Compostela.  7-VIII-2025

Stephan Picard, Ashan Pillai,Thomas Carroll y Andrei Banciu. Obras de Gaetano Brunetti, Joaquín Turina y Julián Baustista

Música alrededor de España: Patrín García-Barredo

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Concierto de la pianista Patrín García- Barredo, pianista que fue alumna de Manuel Carra, en el Real Conservatorio de Madrid, antes de ser becada por el Chase Manhattan Bank, la Philhamonia de Londres, el Leverhume Trust y el Ministerio de Cultura Español. Tuvo también como profesores a Josep Colom, en la Universidad de Alcalá de Henares, y a F.Soler D. Varsi- Musikhochschule Karlsruhe, recibiendo masters de P. Badura-Skoda, J. Achúcarro, V. Perlemuter, B. Canino, V.Margulis, D.Bashkirov, F. Rados y M.J. Pires. Obtuvo el Doctorado en la Universidad Alfonso X (El Sabio)- 2017- por su tesis La labor del intérprete previa a la realización de una obra musical. Fue invitada a los Cursos Música Activa  (Aragón); Forum Musicae (Madrid); Universidad de los Andes (Bogotá) y Sommerakademie (Mozarteum de Salzburgo)

Manuel Carra, profesor desde  sus comienzos, estuvo en calidad de homenajeado  por las Siete canciones  de estilo popular, un pianista que se formó con J.Cubiles antes de trasladarse a París, en donde siguió los dictados de Lazare Levy, Olivier Messiaen- en análisis musical-, y posteriormente en Darmstadt y en la Ac. Chigiana, de Siena, en donde tuvo como preceptor a  Ruggiero Gerlin. Desde esos primeros años de formación, vendrán sus compromisos concertísticos por Europa y Latinoamérica. La etapa como asistente de Cubiles, creará los fundamentos de una importante carrera, en la que no faltarán labores docentes, aspecto del que guardamos memoria por músicos de nuestra tierra que asistieron a sus clases, cursos dedicados tanto a la técnica pianística como a los precisos aspectos de la interpretación. Fue profesor en cursos de verano de Saint Hubert, Manuel de Falla o Música en Compostela, proyectos de la Fundación Juan March y entre sus obras, destacan la Suite sobre antiguos temas españoles, para orquesta; Transformaciones sobre una estructura de Cristóbal Halffter (para dos pianos); Cuatro piezas breves (piano); Tres canciones sobre poesía popular japonesa; Dos canciones extremeñas; Seis canciones populares manchegas o El alba del Alheli (poemas de R.Alberti). Un cuidado refinamiento armónico enmarcado en una estética tradicional. Patrín quiso reconocer el magisterio compartido durante sus años de formación.

Cristóbal Halffter- El ser humano muere solamente cuando lo olvidan (L´être humain ne meure que quand l´oublie)-obra de la que hay un registro testimonial en manos de Alberto Rosado, al que no hace mucho tuvimos en un concierto en el CGAC, una sesión estremecedora con un detallado análisis de las piezas a repartir en varios bloques entre Gÿorgy Kurtág,  Gÿorgy Ligeti y Béla Bartók. La breve composición de Halffter, resulta una dedicatoria a la memoria de Arthur Rubinstein, pieza de 1987, para aquel mítico pianista que había estudiado con A. Rozycki, y que llego a trabajar con Paderecki, perfeccionándose con Heinrich Barth, Robert Kahn y Max Bruch. Fue Chopin una de sus especialidades de análisis e interpretación, y en su madurez recibió las consideraciones de I.Stravinski, quien le dedicó tres de las danzas de Petrushka, o el Piano Rag Music, detalle al que se añadirán la Sinfonía concertante de Symanowski; piezas de Heitor Villa-Lobos o G. Tailleferre y la Fantasía Bética de Manuel de Falla.

Enric Granados (1867/1916)- Valses poéticos-, auténtico testimonio poético al teclado, según propia confesión  del autor, con el resultado de encadenamiento de la serie de valses, cada uno de ellos con su personal acento- vals lento, vals apasionado, vals humorístico vals brillante, vals mariposa o vals ideal. Tempo de vals. La indicación bascula ligeramente a capricho de la intención del intérprete, la obra teatral Gaziel, se centraría musicalmente alrededor de los temas de vals que se repiten a lo largo de la obra. Walter Aaron Clark, realizó un preciso enfoque de la obra, que publicaría la editorial Boileau. A comienzos de 1890, había dedicado una recopilación de valses para piano a su futuro esposa Amparo Gal, titulada Cartas de amor (Valses íntimos); otra recopilación será la de los Valses sentimentales, siempre con la duda de la fecha de su composición. En todo caso, estos valses han seguido siendo populares hasta la actualidad. Los Valses poéticos (Páginas íntimas)-aspecto a considerar en esta lectura-, fueron dedicados a Joaquim Malats y se resumen en los ocho números, con una introducción-curiosamente en compás binario-y una repetición del Primer vals, al final de la última pieza. Aunque su carácter poético es subjetivo, su título evidencia el gusto típicamente romántico de Granados por las metáforas literarias. Sin embargo, el carácter musical de las piezas, justifica sobradamente el título, pues estas obras son expresiones poéticas de género lírico que exploran todo el espectro de las emociones humanas.

Frederic Mompou- Suburbis-dentro del ámbito de las Impresiones íntimas y que manifiestan una cierta facilidad y por momentos una mayor audacia por su escritura impresionista que sugirió a Émile Vuilermoz a calificarle como el Debussy español, el Mompou, de Pesebres; Escenas de niños; Cantos mágicos, Dansa de la noia que salta a la corda a la vora del riu; Canço de les campanes o esta serie de Suburbis, además de Serres chaudes o la Canço de l´avia. Resumen Suburbis las piezas: El carrer, el guitarrista i el vell cavall; Gitanes I y II; La Cegueta y L´home de l´aristó. El maestro se observa a sí mismo mientras trabaja en silencio, en esta serie de sencillas pinceladas que fue trazando en fechas dispersas entre 1916/7.

Isaac Albéniz- dos piezas de la Suite Iberia: Evocación y El Puerto, ambas del Primer cuaderno, estrenadas en la Salle Pleyel, de París, el 9 de mayo de 1906, en manos de Blanche Selva. Evocación, sería una dedicatoria a Mme Jeanne Chausson, un a modo de preludio y una clara pretensión de lo que vendrá después. Una larga y apacible melodía de recreación nocturna que se expresa a través de refinado proceso armónico entre un sincopado e invariable tiempo de ¾, a lo largo de 153 compases  que con fortuna, trasmiten los aires de una lejana jota, vecina del fandango. La ambivalencia tonal  y modal, subraya las sutilezas de esa introducción, con un uso expansivo de las dinámicas. El Puerto, nos traslada al Puerto de Santa María de Cádiz, la ciudad de ambiente cosmopolita que la familia Albéniz usaría como punto de partida hacia La Habana, a finales de abril de 1875, una inspiración en un gracioso baile andaluz con asomos de bulería, polo o seguidilla. Un programa que dejó una grata impresión con su apreciable selección.

Ramón García Balado

foto ©Xaime Cortizo 

LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

Patrin García-Barredo. Obras de E.Granados, F.Mompou, Manuel Carra, C. Halffter e I. Albéniz

11/08/2025

El Requiem en Re m. K. 626, de Mozart por la Real Filharmonía de Galicia, en el XII Festival Gay y Gay

 Catedral de Mondoñedo


 La Catedral de Mondoñedo acoge a la Real Filharmonía de Galicia, dirigida por Diego Martín Etxebarría, acompañada por el Coro de la Comunidad de Madrid, con Manon Chauvín (soprano); Teresa López (contralto), Fran Braojos (tenor) y Elier Muñoz (bajo)- día 13, a las 21´00 h.-, para ofrecer el Requiem en Re m. K. 626, de W.A.Mozart, y la Sinfonía nº 3, en Re M. D200, de F. Schubert, orquesta fundada en 1996, y que cuenta con la EAEM, como elemento de creación de nuevos talentos cara a un futuro esperanzador. La RFG se presentó en el Auditorio de Galicia el 25 de septiembre de 1996, con un programa en el que su director de entonces Helmuth Rilling, incluyó en programa la Sinfonía nº 25, en Sol m. K. 183; El Concierto para violín y orquesta (A la memoria de un Ángel), de Alban Berg, con Alyssa Park, como solista y la Sinfonía nº 4, en Si  b M. Op. 60, de L. v. Beethoven. Con Rilling, fueron sus directores Antoni Ros Marbà, Paul Daniel y Baldur Brönnimann, preparando para la próxima temporada, bajo el título de Historias, colaboraciones como las de la soprano Ilse Eerens; el clavecinista Diego Ares, la invitación de la directora Ruth Reinhardt o el director Ben Voce; la flautista Silvia Rozas; el Kebyart Quartet, integrado por saxofonistas; Amandine Beyer-artista en residencia-; Juan Pérez Florestán; el intérprete de kora Seckou Keita o el trompetista Esteban Batallán, con el aliciente a mayores del ciclo Cometa, con obras breves en estreno. Diego Martín- Etxebarría, es un joven director que forja su carrera al frente de proyectos propuestos por los principales coliseos operísticos que definen un futuro ya consolidado, en el que no falta el estreno de obras contemporáneas. El Coro de la Comunidad de Madrid, es una formación de referencia con particular atención a los repertorios renacentistas, además de dar a conocer composiciones contemporáneas de maestros españoles como Antón García Abril, Cristóbal Halffter o Luis de Pablo, con una larga trayectoria que le llevó a presentarse en distintos países, presentándose en el Teatro Real; los Teatros del Canal; el Auditorio de San Lorenzo de El Escorial, un coro que desde 2022, viene siendo dirigido por Josep Vila i Casañas, aunque para este concierto contaremos con Javier Fajardo.

 La Misa de Requiem, en Re m. K. 626, conserva la leyenda que la historia conserva, con todo el misterio consecuente con los acontecimientos biográficos del salzburgués, el  misterioso encargo hecho al autor por Leitgeb, intendente del conde Walsegg zu Stuppach, sobre las condiciones sobre la conclusión del Requiem, ninguna obra suya, llegaría a ser tan célebre en una composición que, desafortunadamente, no es enteramente de su autoría, suscitando todo tipo de opiniones  y comentarios. La leyenda de un joven ferviente católico, resulta convincente una vez que sabemos que el músico se encontraba en el fatídico destino de sus últimos días. El examen del manuscrito, permite aceptar con precisión lo que es del propio Mozart  y lo que es de otros como Süsmayr o algunos detalles de Eybler. Son del músico las dos primeras partes (Requiem y Kyrie); los cinco fragmentos del Dies Irae- propiamente dicho-, el Tuba mirum; Rex tremendae; Recordare y Confutatis. Él mismo anotó las partes vocales, el bajo cifrado y algunas secciones instrumentales; la orquestación, en su conjunto, es de Süsmayr. El Lacrymosa (sexta y última parte del Dies Irae), está bosquejado por el músico hasta las palabras judicandus homo reus y todo el resto es de Süsmayr. Los dos fragmentos que componen el Ofertorio (Domine Jesu y Hostias), son principalmente de Mozart, en el mismo sentido anterior, y orquestados por su asistente. El Sanctus, el Benedictus y el Agnus Dei, quedaron enteramente en manos de Süssmayr.

Hay que recordar las principales etapas de la historia póstuma al Requiem. El conde Walsegg, había encargado y pagado por anticipado- en gran parte-la obra, exigiendo al compositor el anonimato. Obra que recibió a la muerte de Mozart y que se hizo ejecutar por primera vez como si la obra fuera suya, por los músicos de su capilla, el 14 de diciembre de 1793, pero en el intervalo, del Requiem se dirá que había sido dado en Viena, en 1792, gracias a Van Switen, la atribución mozartiana fue pues pronto del dominio público y el conde Walsegg, no pareció ofenderse nunca por ello. Corrió sin embargo  el rumor de que la obra no pudo terminarla Mozart; ¿era realmente suya? Constanza, su querida compañera, escribirá en una carta muy rebuscada que sobre la apreciación enviada a Breitkopf & Haertel, el 27 de noviembre de 1799 aclarando la realidad, pero el 8 de febrero de 1800, otra misiva a estos editores, enviada por Süsmayr, confesaría que no pretendía adornarse con plumas ajenas, aceptando ser el autor de la mayor parte del Requiem. Las respuestas del entorno de Constanza, en un estado de absoluta excitación, reduciría al mínimo ese protagonismo desmedido. Una controversia que no terminará por resolverse .

El Requiem resultaba ideal para compensar tantos elementos desastrosos para la memoria de tan gran artista. Bastaba con hacer de él  el eje de toda la vida mozartiana, durante los últimos meses de su vida; en lugar de ser un obra de simple encargo, para un músico financieramente sin recursos, esta composición se convertirá en el testamento de un creador que aceptará convertirla en la respuesta a un encargo a un misterioso mensajero, casi por orden sobrenatural; la obra en la que había visto su propio fin anunciado por la Divinidad. De esta manera Mozart, se habría preparado piadosamente para la muerte, componiendo una obra piadosa entre todas sus obras; su último pensamiento habría sido una oración y la oración de la liturgia católica más ortodoxa. Las autoridades fácticas, clero incluido de la capital vienesa, podían aprobar sin reservas un final tan edificante para un gran genio. Die Zauberflöte no era más que un singspiel; la cantata masónica, del 15 de noviembre, la más importante dentro de su género, solo era una pequeña cantata que le habían pedido para una pequeña fiesta de sociedad, pero el Requiem, era otra cosa, mientras llovían cantidad de testimonios como los de su  querida Constanza, los de Niemtschek o Nissen y Sofía Haibl, quien veía en los trombones del Tuba mirum, el último rictus en los labios de un moribundo.

La Sinfonía nº 3, en Do M. D. 200, de F. Schubert, es obra más breve que las precedentes y que se ofrece en sus tiempos Allegro con brio, por su melodismo irónico y vivo, sobresaliendo el segundo tema con la aportación del oboe mientras el grupo mantiene su sentido rítmico, para continuar con un Allegro que muestra una parte central marcada por las sonoridades del clarinete, dependiente de los detallismos del grupo orquestal, y las sonoridades de las cuerdas con el trazado de sus dibujos; el Menuetto,y su correspondiente trío, nos devuelven a la tonalidad original, con otro tema vigoroso e insistente, en beneficio de las demandas requeridas, para aproximarnos al final Presto vivace, manifiesto desde el entusiasmo por su ímpetu irresistible, remarcado por las atenciones de un segundo tema que con suerte, podrá evocarnos estilismos cercanos a la ópera bufa.

Ramón García Balado

06/08/2025

La magia del violín y la guitarra: Stephan Picard y J.Mª Gallardo del Rey, en el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Concierto en la Sala Mozart del Auditorio de Galicia con las actuaciones de los profesores Stephan Picard y J.Mª  Gallardo del Rey con obras de G. Rossini, en arreglos de F. Carulli (1770- 1841)-, Federico García Lorca, conocidas armonizaciones procedentes de sus trabajos de investigación y que se ofrecen en arreglos de Gallardo del Rey, quien también aportara obras de su imaginario de su legado Pequeño vals vienés (tema con variaciones), un total de siete piezas y Diamantes para Aranjuez: Allegreto siempre rítmico; Adagio espresivo y Allegro festivo-día 8, a las 20´00 h-, bajo el reclamo La magia del violín y la guitarra. Stephan Picard, fue alumno de Sashko Gawriloff, Wolfgang Marschner, Rami Shevelov y Roman  Nodel, ganando certámenes como el Concurso Deutscher Musikwettbewer, el María Canals (Barcelona), el Rodolfo Lipizer  (Gorizia, Italia), para entregarse a los repertorios más exigentes del instrumento colaborando con orquestas como la Beethovenhalle (Bonn), la NDR, Bremen Philharmonie, Radiophilharmonie de Hannover, la O.C. de Munich, llegando a ser responsable del Departamento de cuerdas de la Hochschule für Musik Hanns Eisler, y miembro de jurados como el Concurso Max Rostal, el de violín Leopold Mozart y el de violín de Seul. Dispone de un instrumento Petrus Guanierius de Mantua (1715).  J. Mª Gallardo del Rey, se especializó en cursos con Sainz de la Maza, A. Segovia y J. Tomás, logrando el  de este curso (1987) y un Primero Infanta Cristina, de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, logrando en sus primeros éxitos el estreno en la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla (1990), con la O.C. Reina Sofía con el Concierto para guitarra y orquesta, de Manuel Castillo, dejándonos obras como Kasidas del Alcázar, Sonata  y Tres preludios, estrenada por Narciso Yepes, además de componer obras dedicadas al cine y documentales- la Exposición de Sevilla (1992); Noches de San Lorenzo, elegida para un concurso en Moscú. Estrenó el Concierto romántico, del guitarrista Craig H. Russell, discípulo de Emilio Pujol. Colaboró con artistas como Teresa Berganza, con la que participó en giras; el estreno en el Teatro Imperial de Compiège de la ópera Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, del griego Stavros Xharacos y recibió el Premio Diapason d´Or, por su disco Al ayre español (Harmonia Mundi), grabado en la Iglesia Villete (París), con obras de G.Sanz, Santiago de Murcia,  Albéniz y Falla, con tres piezas propias. Con motivo del  septuagenario de M. Rostropovich, tocó Torres bermejas, de Albéniz, en el Teâtre des Champs Elysées, compartiendo experiencias con Pendercki y Y. Menuhin, además de publicar la versión camerística del Concierto de Sevilla  y la Obertura Silverio, en dedicatoria al cantaor Silverio Franconetti. Su visita a China, supuso presentar su visión del Concierto de Aranjuez (J.Rodrigo), en los Auditorios de Shangai y Shenzhen, una continuación de su actuación en el Museo del Prado- con el fondo de Las meninas-en los actos de la Carta Cultural Iberiamericana.


G.Rossini
-dos oberturas de Il Barbiere di Siviglia y L´Italiana in Algeri- esencia del estilo opera buffa muestra de una verdadera regeneración de esa forma musical, con la incorporación de elementos procedentes de los siglos XVII y XVIII, en los que se percibe una inmediata diferencia considerable, entre todas aquellas óperas que iban estrenando. Si ciertas óperas acusan un formalismo pesante, aquí el revulsivo llegará por las páginas que reflejan modelos imprevistos en sus procedimientos, el Rossini dolce far niente se ofrece en plenitud de ingenio y un humor contagioso, magníficamente expuesto en las partes orquestales- esas oberturas-, o el contagioso humorismo burlón  que no dejará de contagiarnos. L´italiana in Algeri o Il turco in Italia, la muy popular Il Barbiere di Siviglia, proporcionan momentos en los que inspiración, el brío cómico y demás enredos, consiguen encumbrar los gracejos hasta su punto culminante.

Federico García Lorca- Canciones españolas antiguas: Anda jaleo; Los reyes de la baraja; Las morillas de Jaén; La tarara; El vito y Los cuatro muleros. Marco Antonio de la Ossa, en Ángel, musa y duende: Federico García Lorca y la música hablará sobre su tratamiento de las Canciones populares españolas, admitiendo la consecuencia de esos trabajos de campo y del amplio conocimiento que tuvo de ellas, importantísimas en la repercusión en la vida musical de la España de la Segunda República y su llegada al cancionero republicano de la Guerra Civil. Junto con piezas suyas como Granada, las canciones populares españolas, son los únicos testimonios en partitura y registrados en la SGAE, que Lorca legó. Se trata en la primera, de una pieza propia para ampliar con armonizaciones sobre melodías que recopiló en trabajos de campo, en parte gracias a la formación en armonía recibida de su primera etapa. El Lorca músico que va desde Zorongo gitano, a En el café de Chinitas, Las morillas de Jaén;  Las tres hojas; Sevillanas del S. XVIII; Los cuatro muleros o Romance de los moros de Monleón. El poeta y pianista, grabó esas canciones con la bailaora y cantante Encarnación López Júlvez (La Argentinita), para el sello La Voz de su Amo (1931), una compilación repartida en cinco entregas, con el protagonismo de ella entre revoloteo de castañuelas, gracia y donosura, una idea aportada por Ignacio Sánchez Mejías. Sobre los poemas, Federico remarcaría la belleza lírica tradicional, trasmitida por oralmente, de generación en generación, registros sonoros que desde que se pusieron en venta, lograron un éxito considerable, añadiendo además las giras que La Argentinita, llevó a cabo por España y las Américas, una artista que no solo se dedicó al baile, sino que también recibió parabienes como cantante, en ocasiones como imitadora, coreógrafa, humorista trabajos de variedades. Se definió como una Carmen morena y de grandes ojos negros, amiga de artistas de la Generación del 27, con los que siempre se sintió hermanada; con Rafael Alberti, Gustavo Pittaluga; Manuel de Falla o Isaac Albéniz y Tomás Bretón. Los hermanos Quintero le dedicaron un poema: Como rumor que ya crece, ya se esfume, de clásicos palillos o vihuela, sale al tablao, que su planta anhela, preciosa encarnación de luz y espuma. Del arte popular esencia suma, terroncito de sal, flor de canela, muévese alegre, y gira, y salta y vuela, como en el aire delicada pluma. Gracia es su cuerpo, de sus pies ufano, que lo mecen con ritmo de peregrino….


J
. María Gallardo del Rey, volviendo al guitarrista como compositor, un ramillete para completar programa, tal cual queda dicho. El Pequeño Vals Vienés (tema con variaciones), en un despliegue que se reparte entre un tema de presentación; Hemiolias; Sevillanas del Porvenir; Por Tangos de Graná; Contemplativa y New York Rag, un tránsito hacia el segundo grupo procedente de Diamantes de Aranjuez, con tres pieza de toque divino, Allegretto sempre rítmico; Adagio espressivo y Allegro Festivo. Selección de un muestrario de un artista que oficio como embajador de España, con una sólida formación clásica, un conocedor de las raíces flamencas, una sapiencia en el diálogo en confluencia que colaboró con orquestas para aprovechar los repertorios españoles, entre los que no faltan estos trabajos de compositor, un guitarrista que colabora con artistas como María Pagés, Víctor Ullate, Lola Greco…mientras lleva a registro sus compromisos con Deutsche Grammophon,Universal, BMG, Mandala, un maestro que continúa ofreciendo clases magistrales por los más prestigioso centro de formación

Ramón  García Balado

 

01/08/2025

Música alrededor de España: Patrin García-Barredo en el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Concierto de la pianista Patrin García- Barredo en el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela, en la Sala Mozart del Auditorio de Galicia- día 4, a las 20´00 h-, con obras que van desde Granados a Isaac Albéniz. La pianista fue alumna de Manuel Carra, en el Real Conservatorio de Madrid, antes de ser becada por el Chase Manhattan Bank, la Philhamonia de Londres, el Leverhume Trust y el Ministerio de Cultura Español. Tuvo también como profesores a Josep Colom, en la Universidad de Alcalá de Henares, y a F.Soler D. Varsi- Musikhochschule Karlsruhe, recibiendo masters de P. Badura-Skoda, J. Achúcarro, V. Perlemuter, B. Canino, V.Margulis, D.Bashkirov, F. Rados y M.J. Pires. Obtuvo el Doctorado en la Universidad Alfonso X (El Sabio)- 2017- por su tesis La labor del intérprete previa a la realización de una obra musical. Fue invitada a los Cursos Música Activa  (Aragón); Forum Musicae (Madrid); Universidad de los Andes (Bogotá) y Sommerakademie (Mozarteum de Salzburgo)

Manuel Carra, profesor desde  sus comienzos, estará por las Siete canciones  de estilo popular, un pianista que se formó con J.Cubiles antes de trasladarse a París, en donde siguió los dictados de Lazare Levy, Olivier Messiaen- en análisis musical-, y posteriormente en Darmstadt y en la Ac. Chigiana, de Siena, en donde tuvo como preceptor a  Ruggiero Gerlin. Desde esos primeros años de formación, vendrán sus compromisos concertísticos por Europa y Latinoamérica. La etapa como asistente de Cubiles, creará los fundamentos de una importante carrera, en la que no faltarán labores docentes, aspecto del que guardamos memoria por músicos de nuestra tierra que asistieron a sus clases, cursos dedicados tanto a la técnica pianística como a los precisos aspectos de la interpretación. Fue profesor en cursos de verano de Saint Hubert, Manuel de Falla o Música en Compostela, proyectos de la Fundación Juan March y entre sus obras, destacan la Suite sobre antiguos temas españoles, para orquesta; Transformaciones sobre una estructura de Cristóbal Halffter (para dos pianos); Cuatro piezas breves (piano); Tres canciones sobre poesía popular japonesa; Dos canciones extremeñas; Seis canciones populares manchegas o El alba del Alheli (poemas de R.Alberti). Un cuidado refinamiento armónico enmarcado en una estética tradicional.

Cristóbal Halffter- El ser humano muere solamente cuando lo olvidan (L´être humain ne meure que quand l´oublie)-obra de la que hay un registro testimonial en manos de Alberto Rosado, al que no hace mucho tuvimos en un concierto en el CGAC, una sesión estremecedora con un detallado análisis de las piezas a repartir en varios bloques entre Gÿorgy Kurtág,  Gÿorgy Ligeti y Béla Bartók. La breve composición de Halffter, resulta una dedicatoria a la memoria de Arthur Rubinstein, pieza de 1987, para aquel mítico pianista que había estudiado con A. Rozycki, y que llego a trabajar con Paderecki, perfeccionándose con Heinrich Barth, Robert Kahn y Max Bruch. Fue Chopin una de sus especialidades de análisis e interpretación, y en su madurez recibió las consideraciones de I.Stravinski, quien le dedicó tres de las danzas de Petrushka, o el Piano Rag Music, detalle al que se añadirán la Sinfonía concertante de Symanowski; piezas de Heitor Villa-Lobos o G. Tailleferre y la Fantasía Bética de Manuel de Falla.

Enric Granados (1867/1916)- Valses poéticos-, auténtico testimonio poético al teclado, según propia confesión  del autor, con el resultado de encadenamiento de la serie de valses, cada uno de ellos con su personal acento- vals lento, vals apasionado, vals humorístico vals brillante, vals mariposa o vals ideal. Tempo de vals. La indicación bascula ligeramente a capricho de la intención del intérprete, la obra teatral Gaziel, se centraría musicalmente alrededor de los temas de vals que se repiten a lo largo de la obra. Walter Aaron Clark, realizó un preciso enfoque de la obra, que publicaría la editorial Boileau. A comienzos de 1890, había dedicado una recopilación de valses para piano a su futuro esposa Amparo Gal, titulada Cartas de amor (Valses íntimos); otra recopilación será la de los Valses sentimentales, siempre con la duda de la fecha de su composición. En todo caso, estos valses han seguido siendo populares hasta la actualidad. Los Valses poéticos (Páginas íntimas) fueron dedicados a Joaquim Malats y se resumen en los ocho números, con una introducción-curiosamente en compás binario-y una repetición del Primer vals, al final de la última pieza. Aunque su carácter poético es subjetivo, su título evidencia el gusto típicamente romántico de Granados por las metáforas literarias. Sin embargo, el carácter musical de las piezas, justifica sobradamente el título, pues estas obras son expresiones poéticas de género lírico que exploran todo el espectro de las emociones humanas.

Frederic Mompou- Suburbis-dentro del ámbito de las Impresiones íntimas y que manifiestan una cierta facilidad y por momentos una mayor audacia por su escritura impresionista que sugirió a Émile Vuilermoz a calificarle como el Debussy español, el Mompou, de Pesebres; Escenas de niños; Cantos mágicos, Dansa de la noia que salta a la corda a la vora del riu; Canço de les campanes o esta serie de Suburbis, además de Serres chaudes o la Canço de l´avia. Resumen Suburbis las piezas: El carrer, el guitarrista i el vell cavall; Gitanes I y II; La Cegueta y L´home de l´aristó. El maestro se observa a sí mismo mientras trabaja en silencio, en esta serie de sencillas pinceladas que fue trazando en fechas dispersas entre 1916/7.

Isaac Albéniz- dos piezas de la Suite Iberia: Evocación y El Puerto, ambas del Primer cuaderno, estrenadas en la Salle Pleyel, de París, el 9 de mayo de 1906, en manos de Blanche Selva. Evocación, sería una dedicatoria a Mme Jeanne Chausson, un a modo de preludio y una clara pretensión de lo que vendrá después. Una larga y apacible melodía de recreación nocturna que se expresa a través de refinado proceso armónico entre un sincopado e invariable tiempo de ¾, a lo largo de 153 compases  que con fortuna, trasmiten los aires de una lejana jota, vecina del fandango. La ambivalencia tonal  y modal, subraya las sutilezas de esa introducción, con un uso expansivo de las dinámicas. El Puerto, nos traslada al Puerto de Santa María de Cádiz, la ciudad de ambiente cosmopolita que la familia Albéniz usaría como punto de partida hacia La Habana, a finales de abril de 1875, una inspiración en un gracioso baile andaluz con asomos de bulería, polo o seguidilla

Ramón García Balado

29/07/2025

Joyas del clasicismo, por el Cuarteto Lucent, en la Igrexa da Universidade, para el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

 Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela


Concierto en la Igrexa da Universidade con el Cuarteto Lucent-día 1, a la 20´00 h-, con obras de Juan Crisóstomo Arriaga, Pablo Fragoso, Xavier Montsalvatge y Luigi Boccherini, formación que repite en el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela, aunque se presente con dos de los miembros de la anterior cita. Les tendremos con los violinistas Takanori Okamoto y Tabea Heinz, el viola Pol Altamira y Cameron Walls, violonchelo, con ellos, y en colaboración, vuelve el guitarrista Riccardo Guella, añadiendo los apoyos de los  pianistas Juan Carlos Cornuelles y Lily Petrova. Un clásico habitual como es J. C. Arriaga (1806/26), compositor de corta carrera y al que se llegó a considerar como un futuro Mozart, si las desgracias no hubiesen trucado esas expectativas, músico precoz que llegó a componer un intento de  ópera siendo casi un niño antes de disfrutar de trasladarse a París, en donde tendría como profesor a Fetis, mientras estudiaba violín con Baillot. Fue autor de un Sinfonía en Re m., algunas piezas de música sacra y la colección de cuartetos que serán las obras que la posteridad mantendrá como referencia como es el caso del Cuarteto nº 1, en Re m., en sus cuatro tiempos: Allegro, Adagio con espressione; Menuetto y Allegro. Tres fueron los cuartetos que no han quedado que se conservan en el Primer Libro de Cuartetos, ofreciendo  en el Primero ese Allegro que se atiene a la preceptiva más canónica del clasicismo, manejándose con un tema con variaciones, para proseguir en el tiempo siguiente con el mismo patrón. La idea de sus minuettos muestra una actitud común en todos sus cuartetos, y el hecho de optar por el minuetto frente a un posible Scherzo, es un recurso de ese planteamiento en las ideas de un momento que se mantiene fiel al momento histórico, en una fase de transición. Podremos hallar ciertas referencias al maestro Haydn, verdadero impulsor del género camerístico o a Luigi Boccherini, en particular del primero, la importancia de la textura de trato en las cuatro partes instrumentales, con una simplicidad tanto en la elección de los temas como en la resolución de las líneas melódicas.  Segunda obra para este programa, será el estreno del Trío Clásico, de Pablo Fragoso, en el que participará Lily Petrova, obra de la que tendremos el Allegro, su primer movimiento

Xavier Montsalvatge (1912/2002), maestro que fue del curso y músico del que se ofrecieron obras en las veladas concertísticas en la Capilla del Hostal de los RR.CC., y obras para orquestas con nuestras orquestas, tendrá en agenda una composición recuperada con el tiempo, aunque sus orígenes nos lleven al año 1952, se trata de Recondita armonía. Cuarteto con piano, en sus tiempos Allegro con brio; Andante sostenuto; Allegro con brio y Moderato- presto. Recondita armonía- con la participación de  J.C. Cornuelles-, una obra en principio para cuarteto de cuerda, y que tuvo una reelaboración para quinteto que el autor había realizado  después y que llegaría a estrenarse en la Iglesia de San Pau del Camp, en Barcelona, el viernes 2 de junio de 1995, con el Cuarteto Montsalvatge, obra que publicará la firma Boileau. El compositor compañero de trayectoria  de Ernesto y Rodolfo Halffter, de Gustavo Pittaluga, Salvador Bacarisse, Manuel Infante o Fernando Remacha, confesaría en su Dietario negro, de 1934: Me parece que la  música ya es casi una especie de deporte para mí y, como ejercicio hago una sardana que recuerda mucho a Garreta y la instrumento. Empiezo un Quinteto para un premio de 5000 pesetas, convocado por la Generalitat de Catalunya, con un jurado en el que figuran Pau Casals,  Eduard Toldrá y Josep Barberá. He fracasado rotundamente y el premio acabaría siendo declarado desierto una verdadera desilusión. Buena referencia acabarán siendo el Tríptico indiano; Habanera y tango, Colombo triunfante, en años de tanteo que también traerán un compromiso con Galicia propuesto por la Deputación de Ourense merced a la figura de Antonio Fernández-Cid, y que será la obra Meus Irmáns. Hacia 1995, aprovechando precisamente el Cuarteto en ciernes, reutilizará la obra para conformar este Recondita armonía, título que evoca el aria conocida de la ópera Tosca, de Puccini, para violín, viola, chelo y piano. Esta vez, con Albert Nieto, Joaquim Alabau, Santiago Juan y Francesc Gaya, quienes repetirán en Madrid, en la Fundación Juan March, en la  serie Aula de reestrenos, con obras de Cruz de Castro, S. Brottons y J.Oliver. Fechas en las que Albert Nieto, con el Trío Gerhard- Víctor Parra y François Monciero- había completado un monográfico dedicado a Gerhard. Nieto en aquel año, le había propuesto una obra para Cuarteto con piano, para su propio grupo, y el resultado sería esta obra a pesar de verse casi desbordado por otros compromisos, lo que le estimuló a recuperar la obra casi olvidada.

Luigi Boccherini (1743/1805)- Quinteto nº 4, en Re M. G. 448,  en sus tiempos: Allegro maestoso; Pastorale; Grave assai y Fandango-, con la colaboración del guitarrista Riccardo Guella, compositor asimilado en la corte de Carlos III, con el Infante Don Luís, quien siempre veló por su protección en el Palacio de Las Arenas de Ávila. Yves Gérard, será quien realice la catalogación de sus obras a partir de 1969, trabajo pues claramente reciente, en el que  toman primacía los Cuartetos de cuerdas, una aproximación a F.Joseph Haydn, su maestro sin pretenderlo, con ejemplos como el G. 223, llamado La Tiranna Spagnola o el G. 204, en Do M., con su peculiar Allegro bizarro. Entramos en la serie de los Quinteto de cuerdas con dos chelos, genuinas obras maestra por su amplitud y cualidades estilísticas, género abordado inmediatamente después de los cuartetos y que relucen de forma especial. Imposible  quedarse a la carta de alguno en concreto, pero no deja de fascinarnos el Quinteto en Do M. G. 324, conocido como La Musica Notturna delle strade di Madrid, muy baqueado en los tratamientos más diversos, desde el cine a la publicidad y demás medios. Los años del período posterior a 1776, traerán el grupo de los importantes Quintetos para guitarra, dos violines, viola y violonchelo G. 445/53, serie de la que llegó a perderse uno de ellos, siendo en conjunto transcripciones de obras precedentes, desde el G. en Re m. G 445, al segundo en Mi G. 446, el siguiente en Si m- a partir del Quinteto con piano nº 2; el cuarto que tendremos- el llamado Quinteto del fandango o el quinto en Re G. 449, hasta llegar al noveno G. 453.

Ramón García Balado

Fotografía © Xaime Cortizo.

28/07/2025

Voz, texto y acción: La música escénica de Tomás Marco, en el LXVII Curso de Música en Compostela

 Sala Mozart del Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Actividad del XLVII Curso de Música en Compostela en la Sala Mozart, del Auditorio de Galicia, con la conferencia del compositor Tomás Marco- día 29, a las 20´00 h-, bajo el título Voz, texto y acción: La música escénica de Tomás Marco. Maestro muy ligado a nuestra ciudad por colaborar con una obra en el año  de inauguración del Auditorio de Galicia (1989), con su obra Campo de estrelas, con la ONE dirigida por Odón Alonso, entre el Concierto para piano K. 482- al piano Joaquín Achúcarro y la Sinfonía en Re M (Titán), de G. Mahler, una obra de Marco, que enlazaba directamente con su Cuarta Sinfonía y Pulsar, una alegoría y una evocación sonora. Colaboraciones suyas, dejaron trabajos como Luar, XVII Cuaderno de Música en Compostela (2007), con obras de Luis de Pablo, Carmelo A. Bernaola, Rogelio Groba, Manuel Balboa y J. L. Turina. Dentro del propio curso, en el año 1993, Romanzas romances, en la voz de María Orán, un recital ofrecido en las iniciativas de Compostela 93, con Miguel Zanetti, al piano, que supondría el punto y seguido a Retrato del poeta de 1972, en dedicatoria a Gerardo Diego. La USC, en 1985, le encargará para el Año Europeo de de Música, la obra coral Lúa descolorida, homenaje a Rosalía de Castro, en el centenario de su muerte; Espacio de espejo (1990) para Radio France, en dedicatoria a C.Halffter, se incorporó al programa de presentación de la OSG.

Tomás Marco, jalonando su evolución, pasará por los Cursos de Damstadt, en donde trabajará con Kagel, B.Maderna, König, Ligeti y P. Boulez, período en el compondrá Glanspelenspiel, Requiem, Car en effet…( una expresión oral propia de Boulez), o Albayalde, siendo el Requiem obra inspirada en la poética de R.Mª Rilke. Visitará de inmediato Berlín, mientras asistía a un curso de la Universidad de Friburgo, dinamizado en España proyectos centrados en la obra de John Cage-Indeterminación-o el homenaje a Russolo, en el vigésimo aniversario de su muerte. Vendrá el taller de investigación Alea, con obras como Jabberwocky- Lewis Carol-, para Marco, un galimatías vocal en 29 partes, experiencias que compartirá con el Grupo Zaj, en el Teatro Beatríz, destacando músicos como Juan Hidalgo y Walter Marchetti, en la indagación de  figuras como Cowell, Tudor, E. Satie, y creadores que no venían del espacio musical: Carroll, Schwitters, Suzuki, M. Duchamp, McLuhan o T.Mann.  Aura, quedaría como primer testimonio de su tendencia dadaísta-sobre poemas de Kurt Schwitters, una indagación sobre los recurso fonéticos, estrenado por Arturo Tamayo con Ramón Barce y el autor. La admiración por Varèse, se refleja en Los caprichos, que se dará a conocer en la Tribuna Int.de Compositores de la UNESCO, o Los cantos del pozo artesiano- texto de Eugenio Vicente-, un estilo de drama imaginario. Fetiches, obra pianística, será uno de sus trabajos más divulgados junto al cuarteto de cuerdas Aura, resultado de una riqueza inventiva y un eslabón de bisagra en su evolución. Presentada por el Cuarteto Gaudeamus, se estrenará en Utrech, Premio de Honor del SIMC. Rosa-Rosae, será para Enrique Franco la nueva simplicidad que intenta crear un lenguaje sensorial que profundice en los mecanismos de la psicología de la escucha. Llegarán así Vitral-para órgano y cuerdas-, Premio Nacional de Música; Anábasis, Astrolabio- destinada para la inauguración del Palau de la Música Catalana-, Evos, para el pianista Alexander Hrisanide; Albor, para Diabolus in Musica, que dirigió Guinjoán y dedicada a Webern y Bártók; Angelus Novus (Mahleriana), para la ONE con Frühbeck de Burgos, presentada en el Teatro Real; Hoquetus- Sala Casella de la Ac. F. de Roma; Selene, ópera sobre libreto propio (1974); Escorial o la obra coral Transfiguración, para el coro de la ONE, entre proyectos para la Fundación Juan March, compartidos con Luis de Pablo, Bernaola y C. Halffter.  Autodafé, para piano y grupo instrumental, ganó el Premio Arpa de Oro.

 En los años ochenta y noventa, presentará el Dúo concertante (viola y piano), dedicado a Emilio Mateo y Luciano González Sarmiento; Campana rasgada, que destacaba por el uso del fenómeno de la resonancia; el Concierto Coral, para violín y doble coro, manifiesto del continuo aliciente de las formas concertantes como el Concierto austral; el Concierto del alma, dedicado a Víctor Martín, mientras coordinaba el Concurso Int. de Composión Reina Sofía, preparando Aleluya, para coro mixto o Una música, un homenaje a J. Guillén; Espejo velado; Soleá, Lorenzaccio-A. de Musset- para el Centro Cultural de la Villa. El cuarteto vocal  y cuerdas Milenario, fue encargo del Municipio de Burgos. Espacio sagrado, para piano, dos coros y orquesta, sería continuación de la anterior, con estreno en la Fundación Gulbenkian (Lisboa).  Llanto por Ignacio Sánchez Mejías-Lorca-, será su primer ballet, destacando el rol de primer violín y el del chelo, un trabajo coreográfico con María de Ávila. Cobrarán importancia la serie de sus sinfonías, desde Aralar- la primera- a la segunda Espacio cerrado; la Tercera, para Radio France; la cuarta  (Espacio Quebrado), encargo de la ONE; la  quinta (Modelos de un universo y la Sexta (Imago mundi), que remite a supuestos aspectos de la física moderna del caos, aplicados al comportamiento de las masas sonoras, estructurada en tres partes, resultando cada una un díptico, obra estrenada por Edmón Colomer, con la JONDE, en el Auditorio Nacional. Arias de aire (1986)-flauta y piano-, fue dedicada Jorge Caryevschi, mientras surgían nuevas partituras: como el Triple concierto, para el Cuarteto Arcana; Floreal 2, para flauta sola; La Périphére du paradis, para seis grupos de al menos seis instrumentos, especie de divertimento; Quinteto cantar, un homenaje a Mompou in memoriam, partiendo de su Canción y danza nº 5; Almagesto; la Fantasía sobre fantasía, con mención especial a Roberto Gerhard-encargo de la Oficina Musical de Oporto-, obra para guitarra a la que dará vida Gabriel Estarellas; la Sonata del fuego (1990); Tarots, colección de 22 piezas, con libertad de ordenación, experiencia de la que tenía precedentes; Concierto del agua, para guitarra y cuerdas; Luciérnaga furiosa- flauta y piano-; una curiosa serie de  monográficos con puntos de referencia en el CDMC o la visita a la Universidad de Bloomington (USA); Recondita armonía (Sinfonía de Camara n º 1, para pequeña orquesta, obra pareja de Bastilles y Settecento, encargo del Museo di Castello de Rivoli; Fandangos, fados y tangos, para dos pianistas, dedicada a Daniel Stéfani y estrenada por el dedicatario con Humberto Quagliata; Ceremonia barroca, para coro y orquesta de cuerdas, sobre poemas de Calderón, Góngora, Tirso de Molina o Chilam Balam, un anónimo inca. Obra puesta en escena en la Plaza Mayor de Madrid, durante el estío de 1992; Terramar, para violín y orquesta, que llevaba el subtítulo de Divertimento concertante nº 1: Bis, Encore, Zugabe, Propina. La Sonata da chiesa, para órgano, encargo del Festival de León o Miró, para ocho chelos, destinada al Conjunto Ibérico de Violochelos, capítulo de obras que alcanzan un período de años que se mantiene en la actualidad.

Ramón García  Balado

Palestrina: Princeps Musicae, por Vox Stellae, en Espazos Sonoros

 Sta María de Bares, Mañón Vox Stellae en un programa dedicado a Palestrina , con algún anónimo añadido, estará en la Igrexa de Santa Mª d...