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21/07/2025

Festas do Apóstol, con la RFG, en A Quintana

 Praza da Quintana, Santiago de Compostela 


Concierto dentro de los festejos locales a cargo de la RFG  en A Praza de Quintana-día 23 a las 21´00 h.- con su titular Baldur Brönnimann, y posible traslado al Auditorio de Galicia si las circunstancias si el tiempo no cumple con garantías, en un programa que se reparte entre páginas instrumentales operísticas, intermedios de zarzuela y un guiño al Jacques Offenbach, en uno de sus ballets. Giuseppe Verdi, con la obertura de La forza del destino, tan habitual en las programaciones como pieza de enganche, ópera compuesta sobre el libreto de Francesco Maria Piave, y que recurre en su argumento al drama español de Ángel de Saavedra, duque de Rivas, con el añadido de una escena de Wallensteins Lager, de Friedrich Schiller, para estrenarse en el Teatro Imperial de San Petersburgo, en el otoño de 1862. Ópera en cuatro actos, a mayor gloria de sus principales personajes, de Leonora, hija del marqués de Calatrava; Don Álvaro, noble inca afincado en España; Don Carlos, hermano de Leonora; Fra Melitone, personaje bufo; el marqués de Calatrava; Preciosilla, cantinera de la tropa; Trabuco, vendedor de baratijas o el Padre Guardiano. Vuelta a la temática española del repertorio romántico, una muestra de su instinto creativo acorde con la época y que traería sus manos y sus menos para el estreno en San Petersburgo, a consecuencia de los viajes y las molestias ocasionados por el alojamiento, antes de probar en nuestro país, para presentarla en el Teatro Real, en presencia de Isabel II y del anciano duque de Rivas, tras un viaje por Andalucía, preparando la salida hacia Francia.

 Tchaikovski con la polonesa de Evgueni Oneguin, ópera sobre un libreto del compositor y K.K. Shilovski, recurriendo a un texto de Puchkin, con estreno en el Pequeño Teatro del Colegio Imperial de San Petersburgo, en marzo de 1879. Esa polonesa, que tantos tratos recibió en variadas transcripciones, aparece en el Tercer acto, en versión para orquesta y coro, justo a comienzo y antes del aria de Gremin, tras pasar un período de doce años, coincidiendo con una fiesta en la que varias parejas bailan una ariosa polonesa. Entre los invitados, nos encontramos con Oneguin, que venía de seguir una carrera militar poco exitosa, mostrando por ello una clara disconformidad con la vida y amargado por haber dado muerte a su mejor amigo. Llega la esposa de Gremin, y en ella reconoce a Tatiana. También ella le reconoce y se turba momentáneamente.

Jacques Offenbach, con una selección de Gaité parisienne, ballet en un acto y que tendría orquestación de Manuel Rosenthal, con la colaboración de Jacques Brindejont-Offenbach,  con argumento y decorados, además de vestuario de  del Conde Étienne de Beaumont, para un coreografía del insigne Léonide Massine, estrenado por los Ballets rusos de René Blum, en Montecarlo, siendo los principales protagonistas Nina Tarakanova, Eugénie Delarova, Léonide Massin, Igor Ypuskévitch y Frederick Franklin. No resultará casual que Jacques Offenbach y el bulevar, surgieran al mismo tiempo; los dos estaban hermanados por naturaleza ¿Acaso Offenbach no era un emigrante? En el bulevar encontró a sus iguales; así mismo halló un espacio en el que podía mantener ese estado de libre fluctuación que tan bien se ajustaba a él. Allí se sentía como en casa, por que el bulevar no era un hogar en el sentido habitual de la palabra. Allí encontró el espíritu que le atraía y la vida social que le haría florecer.

Johann Strauss hijo, con el luminoso Vals del Emperador Op. 432, artista que perfeccionará el legado de su padre. Elevándolo a su grado sumo, tras comenzar como director de orquesta de baile e igualmente compositor, en pura rivalidad con Joseph Lanner. El cultivo de ese vals vienés, había contrariado hasta un punto relevante a su propio padre, pero nuestro artista supo aprovechar los estudios con Anton Kohlmann, en violín, para perfeccionar en composición con Joachim Hoffman y Joseph Drechler y en esa carrera ascendente que será una referencia incontestable, le abriría el paso para llegar a ser considerado como El rey del vals, a través de sus presentaciones con su propia orquesta, tanto en su país como en el extranjero. Destacarían los valses, las mazurcas, las polcas, las marchas o las galopas, departiendo con sus hermanos Josep y Eduard, igualmente talentosos, hasta el extremo de que Johannes Brahms le tenía en gran estima como inventor de melodías contagiosas y jugosas y  en el  conjunto de su obra, sobrepasará más de 500 títulos, entre ellos, junto al presente, valses como Aceleraciones (1860); El Hermoso Danubio Azul  (1867); Cuentos del bosque de Viena (1868); las polcas Tritsch-Tratsch; Sangre liviana, Rayos y truenos; Pizzicato (con Josef Strauss, 1869), entremezclados con las operetas de éxito:  Indigo y Los cuarenta ladrones; Las mil y una noches; El carnaval de Roma (1873); El Murciélago-opereta por excelencia-El barón Gitano o Sangre vienesa, una mezcla dramática y efectista; Cagliosto en Viena o Der lustige Krieg, entre el amplio ramillete, bastante de ellas mantienen una particular vigencia.

Georges Bizet, con la Primera suite de Carmen, al igual que con La Arlesiana, nos encontramos con dos suites tomadas de números elegidos de su ópera, siendo la Primera una muestra procedente de cada acto y en la siguiente otras escenas de similar talante. Esa Primera integra los números perfectamente reconocibles, integrados con un Preludio, el Entreacto I, el entreacto II,  el entreacto III (o Aragonesa). Suite especialmente apreciada, ya que se limita a los episodios puramente sinfónicos de la ópera sin aportar mayores alteraciones, una delicia para los que deseen recordar los números más apetecibles, aunque tampoco la otra suite, desmerece en sus atributos.

Para completar con las citas zarzuelisticas una selección de La Leyenda del beso, de Reveriano Soutullo, con la que conseguiría un gran éxito en todos los escenarios en donde fue representada, lugares como Valencia, Granada e incluso en su salto oceánico, en Nueva York. Soutullo y Vert, en feliz camaradería, estrenarían en poco tiempo un nuevo sainete en el popular Teatro Novedades, con un texto de Calonge La casita del guarda, jaleado al día siguiente del estreno por la crítica aparecida en el diario La Libertad. Ambos recuperarían compromisos en el Teatro Apolo, con otra zarzuela sobre  libreto de los hermanos Ramos Martín, titulada Así se pierden los hombres, que obtendría una menor aceptación, entre severas críticas de censura. La del Soto del Parral, en el Teatro La Latina, reverdecerá laureles, en octubre de 1927. Para completar, el intermedio de La Boda de Luis Alonso, de Gerónimo Giménez, sainete lírico en un acto, con libreto de Javier de Burgos y que subirá a escena en el Teatro de La Zarzuela, el 27 de enero de 1897, siendo sus principales protagonistas Julián Romea; María Montes; Vicente García Valero; José Moncayo, ubicando su ambientación en el Salón de Luis Alonso, en Cádiz, a mediados del siglo XIX.

Ramón García Balado

14/07/2025

María Luisa de Borbón, sinfonismos del clasicismo bajo la dirección de J. Luis Temes, con la RFG en San Agostiño

 Igrexa de Santo Agostiño, Santiago de Compostela


Una indagación discográfica avalada por José Luis Temes con la RFG, sirve de argumento para los dos conciertos que ofrece la RFG, en la Igrexa de San Agostiño- días 16 y 17,  a las 20´00-, entre otras obras de ese período histórico. J. Luis Temes, director y compositor fundó el Grupo  de Percusión de Madrid forjado en la cátedra de J. Mª Porrás, para centrarse en el ámbito de la percusión con Enrique Llácer, siempre tentado por actitudes auto didácticas que le permitirán proyectarse profesionalmente por distintos países europeos. Dinamizó el Grupo Círculo que le ayudará a prestar atención a compositores como A. Aracil, C. Bernaola, Bertomeu, Del Cerro, Fernández Guerra, M. Sotelo, J.L. Turina, Rodríguez Picó, E. Pérez Maseda, Ibarrondo, Larrauri, Mestres-Quadreny o F. Guerrero. Dirigió orquestas como la de Tenerife, Euzkadi, S. del Vallés, Poznan, Gulbenkian o London  Philoarmonic, con estrenos como Sin demonio no hay fortuna (Fernández- Guerra); Nascita e apoteosis di Horo (Roger); Timón de Atenas (Durán Loriga), mientras ejerce la docencia con trabajos como el (Tratado de solfeo contemporáneo), sus aportaciones frecuentes con la Fundación  Juan March, el CDMC, el Círculo de Bellas Artes de Madrid (un estudio sobre A. Webern) y del propio Círculo de Bellas Artes en dos volúmenes: El Círculo de Bellas Artes de Madrid (Alianza Editorial).

El Grupo Círculo, comenzó sus actividades e 1983, dentro de las pretensiones de un grupo estable dedicado a las músicas de nuestro tiempo, con una plantilla formada por flauta, oboe,  clarinete, fagot, violín, viola, chelo, contrabajo y percusión, precisamente con su sede en el Círculo de Bellas Artes madrileño, colaborando con otras agrupaciones representativas, dentro de un talante independiente, con presencia frecuente en los certámenes más representativos y que les llevarán a tener presencia a nivel internacional. Por lo mismo, nos encontraremos con compositores de nuestra vanguardia desde Fernández Blanco a J. Homs, R. Barce, J. Guinjoan, T. Marco, G. Olavide, S. Lanchares, López López, R. Encinar, Llanas, D. del Puerto y una extensa relación hasta el presente.

María Luisa de Borbón ( Segovia 1782/Roma 1824)- entre obras de Mozart y Carles Baguer- nos traslada al entorno familiar de Carlos IV, educándose en un ambiente propicio para las artes y la música.  Entre sus títulos: Infanta de España, Reina de Etruria y Duquesa de Lucca y que llegó a gobernar en Florencia. Será la música su bastión de preferencia junto a la reivindicación feminista en el rango de las élites. El conocido cuadro  de Goya, nos la muestra a la derecha de la Infanta  Doña Mª Luisa, con su hijo Carlos Luis en brazos junto su esposo el Príncipe Luis de Parma. Melómana fue su corte gracias al influjo sabido de Carlos IV y Mª Luisa Parma, aficionados a violín y canto, y que le facilitó estudiar con Francesco Federici, mientras cultivaba veladas musicales entre otros amigos  entusiastas. Luis de Parma, se convertiría en su pareja después de su llegada a la corte. Disfrutó socialmente de un período como reina de Florencia, cuando Luis fue coronado como rey de Etruria, viviendo en el Palacio Pitti, para el que conseguirán un proyecto de modernización con el escultor Antonio Canova a los que añadirán una colección de modernos fortepianos.  Fue promotora de iniciativas de mecenazgo a favor de la mujer en dos de sus etapas- Reina de Etruria y Marquesa de Lucca-, llegando a compartir experiencias con G. Rossini a quien encargará una ópera que no se estrenará nunca. Apoyó las carreras de artistas como la pintora Matilde Malenchini, la poetisa y bailarina Teresa Bandettini y la compositora Anna Marchi. Prestó, como queda dicho, atención a la composición, con más  de 2000 partituras mientras abordaba el teclado casi a diario, organizando sesiones casi a diario, con su hija Luisa Carlota. En medio de tantas galanterías, se hizo retratar por el pintor Vincenzo Camuccini. Parte de la colección de sus obras, se encuentran en la Biblioteca Palatina de Parma. El apartado de su legado sinfónico fue objeto de estudio gracias a la labor del Instituto Complutense de Ciencias Musicales. Su primera sinfonía fue estrenada con motivo del bicentenario del Museo Nacional de El Prado, en revisión historicista de la Orquesta La Tempestad, dirigida por Silvia Márquez, la misma formación que repetirá con las dos siguientes sinfonías. Conciertos que cabrían bajo el encabezado de Sinfonía en femenino patrocinado por Patrimonio Nacional, espacio simbólico en relación con la familia real.

El Infante Don Luís de Borbón, hermano de Carlos III, artista de temperamento apasionado, tuvo sus más y sus menos con el monarca por su vida muy a su capricho, repartida en sus colegas nobles y grandes de España, lo que forzó a Carlos III a  casarle con la Infanta Mª Josefa, aunque ella le rechazó por lo que Don Luís tomará como pareja a Doña Mª Teresa Ballabriga y Rozas, hija de los condes de Torresca, con la que tendría como hijos a  Luís Mª de Borbón y Ballabriga, que llegó a ser arzobispo de Toledo y cardenal regente del reino en ausencia de Fernando VII y Doña Mª Teresa, condesa de Chinchón, que se casó con Godoy, y murió en París, dejando otra hija que era María Luisa de Borbón- personaje de este concierto-, siendo Carlos IV igualmente un monarca no menos respetado que sabría cultivar su viva intensidad la música de cámara, al igual que su hermano, el Infante Don Gabriel. Sabido es que tocaba con soltura el violín, instrumento que había estudiado con Sabatini. La afición a la música de su padre, Carlos III, tendrá refrendo en la forma en la que se preocupó por proporcionar a sus hijos una buena educación. Ya en 1761, había elegido los maestros de sus descendientes: En atención a las conocidas circunstancias y habilidad de Don Felipe Sabatini, músico de violín, y Don José de Nebra, primer organista de la Real Capilla, decido nombrarles al primero como maestro de violín del Príncipe y al segundo como maestro de clavicordio del Serenísimo S. Infante Don Gabriel, con el sueldo de 12.000 reales de vellón al año, cada uno de ellos. Felipe Sabatini aparece en las relaciones de Hergueta como violinista adscrito a la Real Capilla desde 1747, hasta su muerte ocurrida en 1770. En la Biblioteca Nacional y especialmente en la del Palacio Real, se conservan la mayor parte del repertorio que se interpretaba en las sesiones musicales.

De Mozart, dos movimientos de la Sinfonía noº 49, en Sol m. K.550, el Molto allegro, primer movimiento y el Allegro assai, cuarto, enérgico y febril al que sigue un ritornello tras un desarrollo ostentoso, obra de un período fecundo que convierte a esta sinfonía en la más célebre y de la que se conocen dos versiones, una sin clarinetes aunque será la segunda la que se acabará utilizando en preferencia por los dos oboes elegidos originalmente, logrando fundir sus sonoridades. En conjunto, la orquestación resulta ligera por la ausencia de trompeta ni timbales. Carles Baguer, con la Sinfonía nº 12, en Mi b M. (1790), en sus tiempos Allegro con brio, Andante, Minuetto y Final presto, compositor centrado en los patrones canónicos y que en los segundos movimientos, basculan entre el Adagio y el Andante, siempre con sordina en la cuerda y escritos en un tonalidad vecina que generalmente es la dominante. El cuarto movimiento, oscila entre el esquema de sonata y el rondó. Todas sus sinfonías quedan encuadradas en el espacio de cuatro tiempos, siendo el primero el que adopta el esquema formal de la sonata bitemática. Los desarrollos son cortos y las técnicas de la variación, son  las habituales de la época, manteniendo los patrones de los grandes maestros.

Ramón García Balado.

11/07/2025

Conciertos de las II Xornadas de frauta de Galicia

 Palacio del Carmen/ Hostal dod Reis Católicos/Capela das Ánimas


La serie de actividades iniciadas en el Auditorio de Galicia con el programa ofrecido por Ruth Pereira y Erika Macalli, acompañadas por el pianista Esteban Domínguez, el pasado día 7, con el reclamo De Berlín a Santiago: sonidos que viajan, tendrían continuidad al día siguiente con Silvia Rozas y los ganadores del Concurso que promovían las II Xornadas de frauta de Galicia: De promesas a referentes: trayectorias que inspiran, en el Palacio del Carmen, para continuar con el entretenimiento de tentaciones en confluencias latinas: De Bach al Caribe, mientras se desarrollaba las  labores docentes repartidas entre Ruth Pereira, Erika Macalli, Christina Castellanos, Néstor  Sutil, Claudia Walker, Silvia Rozas, Joan Ibañez, Laurent Blaiteau y Luís Soto.

Diego Aceña, Néstor Sutil, André Cebrián, con la participación de Susy Riminucci (viola), Bleuenn Le Friec (arpa) y el pianista Esteban Domínguez, ayudarían a ubicar el peldaño de transición hacia las últimas actividades, en el Palacio del Carmen, decidiéndose por la Sonata para flauta, viola y arpa en Fa M., de Claude Debussy, obra de repertorio en programas habituales de ciclos camerísticos, una obra de finales de 1915 y que en sus labores previas había sido destinada para flauta, oboe y arpa, antes de que un trabajo de profunda meditación, la elección de la viola acabase sustituyendo al oboe, resultado de una asumida voluntad de dudar de esos previsibles resultados que dejarían la impresión de una composición de carácter melancólico. Para Claude de France, bastará con que aceptemos su valoración: No sé si hay que reír o llorar ¿quizás las dos cosas? Ciertamente los tres instrumentos casan sus timbres admirablemente, en una sutil alianza de libertad de intención y de estructura, lirismo y sensualidad. Muchos consideran esta partitura como la obra maestra suprema del compositor; en todo caso, como la más bella del grupo de tres sonatas. Obra con una primera audición pública a finales de 1916, aunque posiblemente tuvo otra anterior, para esta obra que sería editada por Durand  y para regocijarse, el paseo a lo largo de sus tres tiempos: la Pastoral, que recrea una atmósfera repartida en complicidad por los instrumentistas; el Interludio (tempo di minuetto), apacible y en beneficio de la atención a las exigencias melismáticas, urgidas por las audacias de las armonías, en permanente atención al sonido de la flauta; el Final, tendente a un Allegro moderato, ma risoluto, vigoroso merced a los apuntes rítmicos y festivos. Una superposición de armonías politonales, procedentes del primer episodio, tendrían hacia un reprise de entusiasmo dionisíaco.

Haydn en Guláns- día 12, a las 20´30 h-, Capela das Ánimas, es precisamente el título de un programa ya ofrecido en el mes de diciembre, y que para el evento, contará con las flautas de Luís Soto y de Nikolay Velikov, con la viola Iona Ciobotaru y el chelista Álvaro Quintanilla, campanas al vuelo de un viaje imaginario, de lo que en su fecha, había sido un trabajo en arreglo de Velikov, para aquel concierto en el que para conservar el dietario propuesto, se añadiría la colaboración de Pablo Carpintero, con la pipa galega, apreciado luthier en primera línea de osadía dentro de nuestros aventurados indagadores sobre instrumentos y sonidos ancestrales. Fusion Atlántica Ensemble, tal cual su tarjeta de visita, había aportado un concierto entorno al libro- disco que llevaba por título O segredo de Joseph Haydn, con autoría del texto debida a Suso de Toro, con ilustración de Xosé Cobas. Un programa con Cuartetos para flauta y trío de cuerdas, con las Danzas de Guláns. Cuartetos para flauta de Haydn que fueron los Op. 5, primero en Re M., cuarto en Sol M, y  sexto, en Do M., entremezcladas, la Danza de Pau; la Danza de arquillos (versión III); la Danza de arquillos (versión primera) y el Canto de reis. En esencia, se trataba de abordar el episodio  biográfico de una visita del padre de la sinfonía y del cuarteto de cuerda, al Reino de Galicia, un desvío sorprendente en su viaje a Inglaterra, camino de Londres, en el que descubriría las peculiaridades de nuestra tierra y los sonidos que se escuchaban  en el entorno compostelano. Un trabajo literario de indagación, en el que no faltaría la propia música. El Haydn al servicio de los Esterházy, y cuyo material servirá a Antonio Arias, para su libro Historias de la flauta. De aquella aventura de Fusión Atlántica Ensemble, saldrían conciertos que tendrán acogida en Guillade, el Conservatorio y el Auditorio de Ponteareas, Xinzo, Igrexa de Gulans- en donde se haría la grabación de audio y el vídeo, en directo, con la pipa de Pablo Carpintero- y  el Auditorio de Galicia, de Santiago.

As danzas de Reis de Gulans, en licencia del grupo, se precisaría en un resumen clarificador: Un rancho de reis é un grupo de músicos que interpretan danzas gramiais ou danzas brancas, formado por cantores, danzantes e músicos, para percorrer a veciñanza pedindo o aguinaldo. No bispado de Tui, atópase un documento no que se fai referencia a unha visita do Rancho de Reis de Guláns, a finais do século XVIII. No tempo da epifanía, Guláns celebra a súa festa do patrón, acompañando o santo co Rancho de Reis, O Canto de Reis, interprétase no momento da saída do Santo para levalo en procesión até o nacemento vivente que cada ano se festexa na parroquia. A vestimenta tanto femenina como masculina é básicamente de cor branca con sombreiros e gorros moi adornados, tanto de frores como de cristais a xeito de espellos. As danzas más frecuentes son: danza de pau, danza de arquillos, danza dos paus o danza das castañolas.  

Para completar estas II Xornadas de frauta de Galicia, una cita en el Hostal dos Reis Católicos- día 13, a las 20´30 h-, en un concierto protagonizado por André Cebrián, Diego Aceña, Paula Padín, con acompañamiento al piano de Esteban Domínguez, para un programa a repartir entre obras de P. I. Tchaikovski, George Enesco, Robert Schumann y Ferenz Liszt, en preferencia. André Cebrián, es flauta solista de la Scottish Chamber O., tras pasar por la  Britten- Pears, la JONDE, la Gustav Mahler Jugendorchester, al tiempo que recibe invitaciones a colaborar con la Philharmonia de Zurich, Spira Mirabilis, Sinfónica de Castilla y León, Filarmónica de  Gran Canaria o la O. del Teatre del Liceu. Trabaja también con formaciones como Azahar Ensemble, Natalia Ensemble y colaboraciones a dúo con Bleuenn Le Fliec, el guitarrista Pedro Muñoz González y la pianista Irene Alfageme. Sigue en sus labores de oficio profesional con la Fundación Barenboim-Said. Diego Aceña, tuvo como maestros a Antonio Nuez, Fernándo Gómez y en el College of Music (Londres), a Jaime Martín, Chris Green, Gareth Leverhulme y Stewart Mcilwahm, recibiendo las becas de la Comunidad de Madrid y la Leverhulme Orchestra Mentroship. Su dimensión como solista fue ampliada por sus trabajos con la London Philarmonic O; en la Staatskapelle Dresden, asesorado por Sabine Kittel; ejerciendo como flautista cosolista en el Staatstheater Kassel, mientras que colabora con la Mahler C.O. Grabó discos con el Cataleya Quintet; Moonwind o el Ensemble Mini. Recibió el Premio Opus Klassik. Paula Padín es apreciada por sus dominios en los métodos Suzuki, Gordon, Willems y Waldorf, y publicó su trabajo Aprendiendo a enseñar, auspiciado por la Fundación Sanganka, profesionalmente, ejerce la docencia en el Conservatorio de Culleredo. El pianista Esteban Domínguez, tuvo como maestro en el Conservatorio de Zaragoza a Miguel A. Ortega Chavaldas  antes de trasladarse a la Hochschule für Musik Würzenberg, con András Hamary. Colabora con el Teatro de la Ópera Biel (Suiza), y en la Ópera Estatal de Nuremberg, en óperas como Mme Butterfly, Carmen o Cosi fan tutte. En su trayectoria pasó por la JONDE, la Nederlands Jeund Orkest o la Gustav Mahler Jugendorchester.

Ramón García Balado

10/06/2025

La Real Filharmonía de Galicia dirigida por Sebastian Zinka, en A Casa das Máquinas

 Casa das Máquinas, Santiago de Compostela


Concierto de la RFG dirigida por Sebastian Zinka, en A Casa das Máquinas-día 12, a las 19´30 h-, contando con la colaboración de alumnos de la EAEM, Óscar Rial Salgueiro y Roi Guzmán Gómez, alumnos que vienen de participar en la serie de las cinco sesiones ofrecidas en el Paraninfo da Universidade y que como todos los cursos, rinde resultados del curso ante la ciudadanía compostelana. Año a año, comprobamos que la EAEM, cumple una labor irrenunciable en la vida profesional de la propia RFG, por las habituales incorporaciones de refuerzo en los programas que demanden ese protagonismo, con el aliciente a mayores de redunde en la proyección de un futuro que se anuncia como prometedor. Cerrando esta temporada, pudimos asistir a conciertos previos al comienzo de algunos de ellos, con un primer avance en el que alumnos elegidos, nos ofrecían la interpretación de una pieza que venía a resultar como una forma de presentación de credenciales del nivel adquirido por alumnos y cuyo resultado final, serían los cinco conciertos escuchados en el Paraninfo da Universidade.  Roi Guzmán Gómez, en su cita del día 5, en calidad de alumno de Jorge Ortega, estaría acompañado por la profesora Simona Velikova, para ofrecernos el Concierto para trompa y orquesta, en Si M. Op. 91, de R. Glière en la oportuna reducción para dúo. Óscar Rial Salgueiro, el día 9, alumno de Javier Simó y Ramón Llatser, tendría como acompañante a la profesora Haruna Takebe, para el Concierto para trompeta en Mi b M, de F. Joseph Haydn. El recinto de A Casa das Máquinas, como espacio cultural alternativo al servicio de nuestra ciudad, se inauguró el año anterior precisamente con un concierto de la RFG, dejando una cierta impresión de rechazo para los aficionados en lo relativo a la programación de música clásica, confirmada por la opinión de los propios músicos e igualmente de los aficionados que pudieron dejar su impresión inmediata tras aquella primera velada. Ciertamente y como alternativa para la música orquestal, la mejor opción sería olvidarse de sus posibilidades en un futuro inmediato. De nuevo se le concede una posibilidad en esta oferta que traslada a nuestra RFG, a visitar espacios divulgativos como son los Concertos nos barrios, desde Galeras, al Centro Cultural de Santa Marta o la Igrexa de Sta María de Conxo, un proyecto que, con fortuna, parece definitivamente consolidade.

A Casa das Máquinas, con sus precarias condiciones acústicas y el impertinente tráfico exterior, entre otras limitaciones, nos reserva en programa con nuestra RFG, la obertura de Il dissoluto punito o sia Il Don Giovanni K. 527, de W. A. Mozart, y que para Stefan Kunze, es una forma de entrada que empieza explosivamente con la acción, habría que señalar que es contraria a los usos de la ópera bufa. Es cierto que aquí, los conjuntos introductorios cumplen una función expositiva por cuanto que son presentados los principales actores en sus relaciones recíprocas, pero estas exposiciones suelen ser de índole contemplativa y no contienen propiamente ninguna acción. La acción misma se desarrolla a continuación. Ahora bien- y esto vale en general para la relación de las óperas mozartianas con el género al que pertenecen, la nueva dramaturgia no constituye formalmente una transgresión del límite, sino que se sirve del principio del género que apura en toda su extensión. Dado que Il Don Giovanni se representó primero en Praga y luego en Viena, en dos versiones distintas, no tardaron en surgir disputas sobre cuál de las dos versiones adoptar. Existe en rigor una sola edición de Il Don Giovanni, que pueda parecer de absoluta autenticidad: es la ópera que fue compuesta para Praga y que fue ejecutada allí con un éxito sin igual el 29 de noviembre de 1787.

F.J. Haydn, estará por el primer movimiento del Concierto para trompeta en Mi b M. Hob. VIIe,1-Óscar  Rial-con seguridad su postrera obra concertante rodeada de dudas como tantas de sus composiciones para vientos, aureoladas de dudas en lo relativo a su autenticidad, obra que puede datarse hacia 1796, esencialmente pensado para una gran orquesta y pensada para el solista Anton Weidinger, trompetista de la corte vienesa, destacado por haber sido el inventor de unos instrumentos con llaves capaces de tocar una extensión de dos octavas dentro de una precisión justa, por lo que se convertirá en paradigma de los estilos del clasicismo. El Primer movimiento, Allegro, es un sublime destilado de las virtudes interpretativas para el solista, entre sus cualidades rítmicas y melódicas.

F. Mendelssohn- Bartholdy, estará representado por la obertura Las Hébridas (La Gruta del Fingal), en Si m. Op. 26, una de sus piezas descriptivas como Mar en calma y un viaje feliz Op. 27, o La Bella Melusina, Op. 32. Obra producto de uno de sus viajes por Escocia durante un período estival de 1829, y cuyo resultado será esta composición que completará al año siguiente, recibiendo para la ocasión el título de Die einsame Insel (La isla solitaria), a la espera de la definitiva versión revisada que realizará en París, recibiendo el nombre con el que la posteridad acabará conociendo, perfecta alusión a aquella gruta basáltica, ubicada en la isla de Staffa, perfecta descripción de una forma musical encuadrable en el estilo de las músicas incidentales. Obra que conocerá su estreno el 14 de mayo de 1832, en Londres, bajo la dirección del propio autor.

Richard Strauss- Concierto para trompa y orquesta, en Mi b M., op, 11- solista Roi Guzmán Gómez- encarecida dedicatoria a su padre, intérprete de este instrumento y su primera creación en este género, producto de sus años de estudio en la Universidad de Munich con Hans von Bülow y Gustav Leinhos, un trabajo del que se sentirá satisfecho por sus obvias razones familiares gracia a  la ayuda de su propio padre, con fortuna, en su corto catálogo de obras concertantes, será la que le deje una impresión más positiva, en un músico del que sabemos que su mayor ambición estaba centrada en el mundo de las óperas, actualmente de absoluta vigencia, a las que se añaden sus magníficos poemas sinfónicos. Tardaría en llegar un segundo concierto para este instrumento en calidad de solista.

Para completar programa, el tercer tiempo de la Sinfonía 44, en Mi m. (Fúnebre), de F. J. Haydn, estamos ante un Adagio con las cuerdas en sordina que ayudan a recrear una sonoridad transfigurada y premonitoria que avanza una de las partes de uno de sus grandes oratorios La Creación que se manifiesta en la misma tonalidad, destacando el acompañamiento fluido y continuo de tresillos, en un claro ejemplo de inmovilidad lograda gracias a una incesante actividad, en su idea creativa, un sinfonismo encuadrable dentro del genuino Sturm und Drang.

Ramón García Balado

03/06/2025

Pedro Budiño Pinaque, Roi Guzman Gómez y Belén Aragunde Canaval, concierto de la EAEM, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela


Segundo concierto de Fin de Curso de la EAEM, en el Paraninfo da Universidade, día 5, a las 19´30 h-,  que iniciará Pedro Budiño Pinaque, alumno de Gregori Nedobora y que estará acompañado al piano por Haruna Takebe en las piezas que lo requieran, comenzará su sesión con dos tiempos de la Partita nº 2, para violín solo BWV 1004 ,de Johann Sebastian Bach: Sarabande y Gigue, siendo el violín uno de los instrumentos favoritos del maestro y uno de los primeros ejemplos en práctica dentro de los géneros camerísticos tanto en Leipzig como en Köthen. Durante su estancia en la corte de Weimar, en 1703, se encontrará con grandes representantes de la escuela polifónica, adaptados al violín, Johann Paul von Westhoptf quien sin duda alguna le inició  en la tradición alemana como lo que supondría un colega de viaje, familiarizándole en la técnica de las dobles cuerdas  que tan fundamental sería para la evolución de sus obras. Igualmente, descubrirá las sonatas y los conciertos italianos que supondrán la base del repertorio para pequeña orquesta. Estamos en el medio de las tres sonatas y partitas para violín solo, que dejan constancia del profundo conocimiento del instrumento por parte del compositor. Aspecto más agudo será la utilización del arco y aunque el manuscrito de las sonatas y partitas para el instrumento llevan la fecha de 1720, no se conoce la fecha exacta de composición, siendo ese año de Köthen el que ofreció su definitiva recopilación. Las presentará en alternancia sonata- partita. Siendo las primeras en estilo da chiesa y las partitas en forma de suite de danza, dentro de la tradición de la época, con un Preludio de introducción en lugar de la Allamande.  La Sarabanda de la BWV 1004, en ¾, anterior a la Gigue y la densa Chaconne, con la que se completa la obra, intercala una página muy emotiva en la que cortos pasajes improvisatorios parecen responder a los largos acordes acumulados. La Gigue, 12/8, pieza animada observa cuidados matices desde el forte al piano, tan apreciados por el autor, preparando la entrada de la Chaconne final.

Claude Debussy-Sonata para violín y piano en Sol m., en sus tiempos Allegro vivo, Intermède: fantastique et lèger y Finale: Très animé obra que para Harry Halbreich, será una fusión de fantasía armoniosa gracias al ensamblaje de los dos instrumentos igualando la grandeza de su predecesor W.A. Mozart o el propio Johannes Brahms, en la Sonata en Sol. Una etapa en Arcachon, en la que se reponía de un período ingrato mientras daba forma a obra tan importante y con notables esfuerzos en esa búsqueda de equilibrio y soltura ofrecidos en sonatas anteriores. La primera audición se escuchó gracias al joven talento Gaston Poulet, acompañado al piano por el autor, el 5 de mayo de 1917, en la Salle Gaveau parisina, antes de ser editada por Durand. El Allegro vivo, ¾, dolce espressivo a cargo del violín (Sol m. modal), domina un movimiento bitemático con un segundo tema que aparecerá en el final tras un episodio apasionado y un relajamiento del violín apoyándose en una misma nota de forma ostinada, antes de repetir el teclado para alcanzar un reprise del tema del comienzo, camino de una extensa  coda, en forma de desarrollo de conclusión y un ahogado cierre en Sol m.    Intermedio (Caprichoso y ligero), destaca por su púdica ironía en la que conocedores verán un cierto iberismo, con un ostinato rítmico en semicorcheas en staccato, procedentes del tema inicial que conceden ese carácter español de este tiempo, que contrasta con el primero sin ser más que un divertimento.  El Final (Muy animado), será comparado por Debussy con un simple juego de una idea evolucionando sobre sí misma, embriagándose en un alarde de perpetuum mobile entusiasta y locuaz, bastante original en su planteamiento por su intermedio central (doble más que lento) de idea monotemática. Obra que concluye con un fragmento de violín poco a poco más animado, sobre un movimiento cromático del piano, cual adiós a la vida.

Johannes Brahms, Sonata FAE, Scherzo en Do m., obra ciertamente infrecuente frente al amplio catálogo de sus trabajos camerísticos, un trabajo en colaboración con su apreciado Robert Schumann y con Albert Dietrich, entre el 15 y el 28 de octubre de 1853, en Düsseldorf, en dedicatorio a Joseph Joachim, una idea de Schumann en forma de entrañable obsequio como amigo de los tres músicos y que en el caso del dedicatario, se adoptó el lema Frei aber einsam (libre pero solitario), en sus tres movimientos basados en las notas musicales F-A-F, (Fa- La-Mi), en la nomenclatura alfabética germánica a modo de criptograma musical. Schumann le asignará a cada tiempo uno de los músicos implicados en el proyecto. Dietrich tendría el primero, en forma sonata al que seguirá Schumann en un corto Intermezzo y Brahms, con el Scherzo en Do m., maestro por excelencia de esta forma, proporcionando Schumann el Final, con la citada dedicatoria. Dirá nuestro inestable Robert, cual aprecia su amarga biografía: F.A.E., In Erwartung der Ankunft des verehrten und geliebten Freundes JOSEPH JOACHIM schrieben diese Sonate R. S., J.B., A. D. (F.A.E., en Espera de la llegada de su reverenciado y querido amigo JOSEPH JOACHIM, esta sonata fue escrita por R.S., J.B., A.D). Schumann incorporará sus dos movimientos a su Sonata para  violín nº 3, y Joachim, conservó el manuscrito original, permitiendo que solo se publicase el Scherzo de Brahms, en 1906, casi diez años después de la muerte del compositor.

Roi Guzmán Gómez, alumno de Jorge Ortega y acompañado al piano por Simona Velikova, elige el Concierto para trompa y orquesta, en Si b M. Op. 91, de Reinhold Glière, obra de 1951, contando con el protagonismo de Valery Polekh, en Leningrado, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Leningrado. Obra en tres tiempos: Allegro; Andante y Moderato-Allegro Vivace, el autor conocería al solista en el Teatro Bolshoi, en 1950, durante un breve encuentro dejando como resultado el compromiso de esta obra que abordará en sus momentos de asueto, mientras que ambos revisarían el resultado a medida que se iba desarrollando, admitiendo las posibilidades notables de la trompa, por la incorporación de válvulas desde comienzos del XIX, logrando con ello una mayor extensión en lo relativo a la expresividad. Otros compositores no dudará de apuntarse a estos logros, siendo Glière uno de los principales dinamizadores, captando el potencial admitido. Con las limitaciones de los años 50, el concierto en programa apunta a un estilo neoclásico de fuertes influencias románticas. Una cadenza típica que acompaña a la obra fue tratada por Valery Polekh, pendiente de las cualidades virtuosísticas que sobrepasan el tipo común de la forma, por lo que muchos intérpretes prefieren modificarla.

La tercera intérprete será Belén Aragunde Canabal, alumna de Laurent Blaiteau y acompañada por Haruna Takebe, prueba en su reto con tres obras, desde el clasicismo de W.A.Mozart- Cuarteto para flauta, en Re  M. K. 285: Allegro; Adagio y Rondó, obra que emparenta con los K. 285a y K.285 b, obras escritas en Mannheim en donde había estado acompañado por su madre, distanciándose de los infortunios de Munich y Ausburgo, gracias a las atenciones benefactoras de J.B. Wendling, un dotado flautista de la orquesta de la respetable orquesta de la ciudad y en donde conocería a De Jean, otro estimado aficionado. Serie de tres cuartetos para flauta con los que parecía no sentirse a gusto.  Para Abert, ya el inicio con sus numerosos suspiros, remite al gusto de Mannheim, siendo lo más destacado el Adagio por la melodía para flauta acompañada a modo de romanza  por un pizzicato. Alfred Einstein recordará ese Adagio por su melancolía a solo, escrito especialmente para la flauta.

Pierre Sancan (1916/ 2008), tendrá el Adagio de la Sonatina para flauta y piano: Moderato; Andante espresivo y Animé, pianista y compositor que se relacionó con Olivier Messiaen y Henri Dutilleux, en la transición de mediados del XX, tras comenzar sus estudios en Marruecos y Toulouse, para  trasladarse a París, con Jean Gallon, tomando estudios de dirección con Charles Munch y Roger Désormiére y en composición con Henri Busser, pronto destacó en el Prix de Rome por su cantata La léyende de Icare, aunque no se dedicará a la docencia como podría presumirse. Fue acompañante de músicos como el chelista André Navarra y los Conciertos de Ravel, con en disco con Pierre Dervaux, en su entorno profesional, músicos como Jean-Bernard Pommier, mientras ayudaba a otros como Michel Béroff, Olivier Cazal, Abdel Rahman, Selman Ada, Daniel Varsano, Jacques Rouvier, Géry Moutier, Jean Bernard Pommier, Daniel Varsano,  Géry Moutier, Jean- Effram Bavouzet o Jean Philippe Collard. Dejará obra que mantiene su presencia como la serie de sus tres ballets; una ópera, Ondine (1962); la Overture joyeuse; Les malheurs de Sophie, música incidental que repetirá en experiencias similares.

Giacinto Scelsi (1905/88)-Qyais para flauta sola-, pieza de 1953, un compositor que nos visita con frecuencia en cuanto a sus obras en los certámenes de músicas contemporáneas, un valor fijo por su magisterio, artista confinado en su aristocrático retiro en las afueras de Roma, logrando en su oficio creativo una comunión de los fenómenos sonoros que supondrán la madurez de su éxtasis creativo, un camino de perfección que se confirma en sus Quattro pezzi, un posicionamiento encrespado y provocativo. En Cantos de Capricornio, ciclo de 19 piezas para canto elaborados sobre modelos indúes, el sonido sería tratado como la gran cultura de la meditación, símbolo del principio creador del mundo según Scelsi, disolviendo la subjetividad y la conciencia del yo, el texto de esos cantos no posee significado aparente como sucede en los Mantras  del Tibet, funcionando por su coherencia estrictamente musical.

Ramón García Balado 

27/05/2025

Endurance, de Miguel Matamoro, encargo de la RFG en estreno

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela 

Auditorio de Ferrol


Obra en estreno de  Miguel Matamoro, una encomienda de la RFG, que estará en programa con Les Nuites d´eté, de Héctor Berlioz, en interpretación de la mezzo Marie-Claude- Chapulis, para completar con la Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67, de Ludwig van Beethoven-Auditorio de Galicia día 29, a las 30´00 h, y charla previa de Conversando con…en la Sala Mozart, 19´45 h-, concierto que repetirá mañana en el Auditorio de Ferrol. Marie-Claude Chappuis, nacida en Friburgo se formó en Salzburgo ampliando su carrera en la Ópera de Innsbruck con Briggite Fassbaender, preparando el comienzo de su carrera con maestros como R. Norrington, R. Chailly, N. Harnoncourt, Sir Colin Davis o Jordi Savall, con el que colaboró en una producción en el Liceu, con Farnace, de Vivaldi, en esta trayectoria que continuaba la serie de óperas como Idomeneo, Dido y Eneas o Guillaume Tell. El mundo del lied y la mélodie, con autores como Fauré, Satie, H. Berlioz, G. Bizet o Poulenc, aspecto que cuida con la dinamización de su propio festival, en el que suele acompañarse por el pianista Malcolm Martineau, es una constante en su vida, ya desde muy joven, cuando acompañaba a su madre, también cantante. De su cd´s, dos muestras: Sous l´empire d´amour y el trabajo inspirado en tradiciones suizas, Au cuur des Alpes, también en estas atenciones, los géneros barrocos con obras como la Pasión según San Mateo, de J.S. Bach  

 Miguel Matamoro, es músico con formación en Musikene, con los compositores Ramón Lazkano y G. Erkoreka, para seguir en la Ac. Katarina Gurska, con Elena Mendoza, Johannes  Mª Staub, Pirtluigi Billone, Félix Ibarrondo, Lukas Fedele o Narcis Bonet. Obras suyas fueron estrenadas por la O.S. de Euzkadi, la OSG, la O. F. Leos Janacek, la OCAZ Enigma, Vertixe Sonora, el TAC, la RFG y Espai Sonoro. Recibió el encargo del Consello da Cultura Galega, por su obra Duns folios que foron brancos, estrenada en el Teatro Afundación (Pontevedra), con la RFG, dirigida por Maximino Zumalave y con el Collegium Compostelanum (2018), incluyendo en programa la Alborada de Veiga, en arreglo de J. Durán, alguna de las Canciones Xacobeas, de Antón García Abril, Dolora sinfónica, de Gregorio Baudot y una obra de Mª Victoria Moreno.

 Obras de reciente creación, había sido el compromiso para la Fundación Juan March, en su ciclo Compositores sub-35 (X), que pondrían en atriles OCAZEnigma, dirigido por Asier Puga, un sexteto que incluía obras de compositores como Helena Cánovas, Carlos Brito, Alberto García Aznar, Carolina Cerezo, Nasim Kharassani y Fabiá Sontcovsky. De su firma, la pieza Sottogrido, cuyo material nacía de un núcleo que podría pasar inadvertido, el crujido de una veleta en el puerto de Aguete (Rías Baixas), veleta que condensa parte de las vivencias cuyas y que estaba elaborada en torno a las posibilidades ocultas en un crujido, que demostraba la experiencia de los espacios logrados a través de los armónicos del violín que intentaban captar el timbre de la flauta como un juego de susurros. Se trataba de explorar de diversas maneras, sin perder el anclaje identitario, el armazón entorno a ese pequeño motivo, marcado como sottovoce (voz baja) hasta llegar a un corte abrupto en forma da capo, en un misterio de quietud que se desvanecía con el clarinete bajo y el chelo, a modo de pulso interno.

En las propuestas del Festival Resis, de A Coruña, un estreno con la Banda Municipal, en junio de 2022, que se unía a obras de Iannis Xenakis, Voro García y Chen Yi, bajo la dirección de su titular Marcel Ortega i Marti, su obra había sido Passacaglia, obra encargo entonces de la Banda Municipal   de Castelló, quien resuelta aquí por Ortega i Martí, por su exigencias incisivas y agudas, otorgándole el necesario talante que exigía, siendo entonces su primera obra compuesta para banda. La Passacaglia, reinventaba dentro de sus parámetros las exigencias formales de ese ancestral estilo con precedentes claros en el barroco y a la que concedía pinceladas cómicas para conseguir el punto ansiado y que no dejaría de llevarnos a un imaginario circense. Una síntesis de patrones canónicos de elementos que resumían esa pieza en la que destacaba un importante episodio central en forma de marcha y las variaciones abiertas por los timbres y cromatismos, cuidando las exigencias que requerían las dimensiones de una escritura para banda.

Héctor Berlioz con su ciclo Nuits d´eté Op. 7, conjunto de mèlodies que no desdeñan un talante popular con detalles que nos acercan a Schubert y que sigue con precisión la importancia de los textos, motivado por la movilidad armónica que nos seduce por su lirismo, sin dejar al margen el posible tratamiento orquestal, un ciclo pensado para voz de mezzo o tenor, destacando por su cualidades Le spectre de la rose.  Villanelle, primera de las seis, parte de un texto de Gautier ciertamente ligero y de aromas amables sin grandes exigencias, una oportunidad que posiblemente pueda acercarle a Schubert.  L´espectre de la rose, será con el tiempo una pieza que atraerá la atención de Nijinski, una extensa mélodie, que luce por su legato un poco a la italiana que se sirve del texto realzando su dramatismo como soporte. Sur les lacunes, un lamento que se ofrece en el espacio de ondas que divagan entre tonalidades mayores y menores con clara incertidumbre que manifiestan un aire de queja, dejándonos una impresión de abandono. Absence, el más célebre resuelto en dos estrofas que se expresan dentro de un intenso dramatismo y que para agudos analistas podrá evocarnos al Gluck de J´ai perdu mon Euridice, en su ópera Orfeo.  Au cimetière. Claire de lune usa como argumento armónico una delicada musicalidad que tiempo después tendrá su confirmación en obras de Duparc en L´invitation au voyage. Las cuerdas copan una atención clara en el final con Clair de lune.   L´ille inconnue, cumple con su exigencia de mèlodie de despedida, entre la felicidad y la alegría dentro de un espíritu nostálgico. La orquestación pletórica podrá asimilarse a la que desarrollará en óperas como Les Troyanes, en el pasaje Nuit d´ivresse o en Béatrice et Bénédict.

Ludwig van Beethoven- Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67-, para Grove, su fortuna se debe a su prodigiosa originalidad, su fuerza y su concisión en el Allegro con brio, el misticismo del Scherzo o la sorprendente grandeza, impetuosidad, espíritu y pathos del Finale. Ballola confirmará que tal vez ninguna otra obra de madurez supo el autor traducir con tan ejemplar evidencia los valores musicales absolutos de su contenido individual de su lirismo heroico, o la apreciación del mítico Furtwängler, quien sentenciará que esta sinfonía en su comienzo insólito aparece como único en toda la historia de la música. El Allegro con brio, con esas cuatro notas, se convertirá en una célula lapidaria técnicamente audaz y plena de misterio, que anuncia la trágica confrontación entre el hombre y el fatum. El Andante con moto, prepara su primer tema apacible, semejante a la voz de los espíritus puros que nos entregan a un estado de consuelo, en una sencillez que rememorará a su maestro F. J. Haydn. Los dos tiempos finales quedan curiosamente fundidos  dentro de lo que resulta un fresco único y grandioso, comenzando por el estilo de Scherzo que prepara el Finale que reafirma su evidencia de  obra maestra de dimensiones órficas por su densidad de trascendencia a lo sublime y su obsesión emotiva logrando la sinfonía alcanzar una conclusión simbólica destinada a convertirse en un manifiesto de su credo estético.

Ramón García Balado

Apertura del LXVII Curso U.I. de Música en Compostela, en el Salón Nobre del Pazo de Fonseca

Pazo de Fonseca, Santiago de Compostela  Un saludo a la ciudadanía con la apertura del LXVII Curso U.I. de Música en Compostela , en el Sa...