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03/06/2025

Pedro Budiño Pinaque, Roi Guzman Gómez y Belén Aragunde Canaval, concierto de la EAEM, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela


Segundo concierto de Fin de Curso de la EAEM, en el Paraninfo da Universidade, día 5, a las 19´30 h-,  que iniciará Pedro Budiño Pinaque, alumno de Gregori Nedobora y que estará acompañado al piano por Haruna Takebe en las piezas que lo requieran, comenzará su sesión con dos tiempos de la Partita nº 2, para violín solo BWV 1004 ,de Johann Sebastian Bach: Sarabande y Gigue, siendo el violín uno de los instrumentos favoritos del maestro y uno de los primeros ejemplos en práctica dentro de los géneros camerísticos tanto en Leipzig como en Köthen. Durante su estancia en la corte de Weimar, en 1703, se encontrará con grandes representantes de la escuela polifónica, adaptados al violín, Johann Paul von Westhoptf quien sin duda alguna le inició  en la tradición alemana como lo que supondría un colega de viaje, familiarizándole en la técnica de las dobles cuerdas  que tan fundamental sería para la evolución de sus obras. Igualmente, descubrirá las sonatas y los conciertos italianos que supondrán la base del repertorio para pequeña orquesta. Estamos en el medio de las tres sonatas y partitas para violín solo, que dejan constancia del profundo conocimiento del instrumento por parte del compositor. Aspecto más agudo será la utilización del arco y aunque el manuscrito de las sonatas y partitas para el instrumento llevan la fecha de 1720, no se conoce la fecha exacta de composición, siendo ese año de Köthen el que ofreció su definitiva recopilación. Las presentará en alternancia sonata- partita. Siendo las primeras en estilo da chiesa y las partitas en forma de suite de danza, dentro de la tradición de la época, con un Preludio de introducción en lugar de la Allamande.  La Sarabanda de la BWV 1004, en ¾, anterior a la Gigue y la densa Chaconne, con la que se completa la obra, intercala una página muy emotiva en la que cortos pasajes improvisatorios parecen responder a los largos acordes acumulados. La Gigue, 12/8, pieza animada observa cuidados matices desde el forte al piano, tan apreciados por el autor, preparando la entrada de la Chaconne final.

Claude Debussy-Sonata para violín y piano en Sol m., en sus tiempos Allegro vivo, Intermède: fantastique et lèger y Finale: Très animé obra que para Harry Halbreich, será una fusión de fantasía armoniosa gracias al ensamblaje de los dos instrumentos igualando la grandeza de su predecesor W.A. Mozart o el propio Johannes Brahms, en la Sonata en Sol. Una etapa en Arcachon, en la que se reponía de un período ingrato mientras daba forma a obra tan importante y con notables esfuerzos en esa búsqueda de equilibrio y soltura ofrecidos en sonatas anteriores. La primera audición se escuchó gracias al joven talento Gaston Poulet, acompañado al piano por el autor, el 5 de mayo de 1917, en la Salle Gaveau parisina, antes de ser editada por Durand. El Allegro vivo, ¾, dolce espressivo a cargo del violín (Sol m. modal), domina un movimiento bitemático con un segundo tema que aparecerá en el final tras un episodio apasionado y un relajamiento del violín apoyándose en una misma nota de forma ostinada, antes de repetir el teclado para alcanzar un reprise del tema del comienzo, camino de una extensa  coda, en forma de desarrollo de conclusión y un ahogado cierre en Sol m.    Intermedio (Caprichoso y ligero), destaca por su púdica ironía en la que conocedores verán un cierto iberismo, con un ostinato rítmico en semicorcheas en staccato, procedentes del tema inicial que conceden ese carácter español de este tiempo, que contrasta con el primero sin ser más que un divertimento.  El Final (Muy animado), será comparado por Debussy con un simple juego de una idea evolucionando sobre sí misma, embriagándose en un alarde de perpetuum mobile entusiasta y locuaz, bastante original en su planteamiento por su intermedio central (doble más que lento) de idea monotemática. Obra que concluye con un fragmento de violín poco a poco más animado, sobre un movimiento cromático del piano, cual adiós a la vida.

Johannes Brahms, Sonata FAE, Scherzo en Do m., obra ciertamente infrecuente frente al amplio catálogo de sus trabajos camerísticos, un trabajo en colaboración con su apreciado Robert Schumann y con Albert Dietrich, entre el 15 y el 28 de octubre de 1853, en Düsseldorf, en dedicatorio a Joseph Joachim, una idea de Schumann en forma de entrañable obsequio como amigo de los tres músicos y que en el caso del dedicatario, se adoptó el lema Frei aber einsam (libre pero solitario), en sus tres movimientos basados en las notas musicales F-A-F, (Fa- La-Mi), en la nomenclatura alfabética germánica a modo de criptograma musical. Schumann le asignará a cada tiempo uno de los músicos implicados en el proyecto. Dietrich tendría el primero, en forma sonata al que seguirá Schumann en un corto Intermezzo y Brahms, con el Scherzo en Do m., maestro por excelencia de esta forma, proporcionando Schumann el Final, con la citada dedicatoria. Dirá nuestro inestable Robert, cual aprecia su amarga biografía: F.A.E., In Erwartung der Ankunft des verehrten und geliebten Freundes JOSEPH JOACHIM schrieben diese Sonate R. S., J.B., A. D. (F.A.E., en Espera de la llegada de su reverenciado y querido amigo JOSEPH JOACHIM, esta sonata fue escrita por R.S., J.B., A.D). Schumann incorporará sus dos movimientos a su Sonata para  violín nº 3, y Joachim, conservó el manuscrito original, permitiendo que solo se publicase el Scherzo de Brahms, en 1906, casi diez años después de la muerte del compositor.

Roi Guzmán Gómez, alumno de Jorge Ortega y acompañado al piano por Simona Velikova, elige el Concierto para trompa y orquesta, en Si b M. Op. 91, de Reinhold Glière, obra de 1951, contando con el protagonismo de Valery Polekh, en Leningrado, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Leningrado. Obra en tres tiempos: Allegro; Andante y Moderato-Allegro Vivace, el autor conocería al solista en el Teatro Bolshoi, en 1950, durante un breve encuentro dejando como resultado el compromiso de esta obra que abordará en sus momentos de asueto, mientras que ambos revisarían el resultado a medida que se iba desarrollando, admitiendo las posibilidades notables de la trompa, por la incorporación de válvulas desde comienzos del XIX, logrando con ello una mayor extensión en lo relativo a la expresividad. Otros compositores no dudará de apuntarse a estos logros, siendo Glière uno de los principales dinamizadores, captando el potencial admitido. Con las limitaciones de los años 50, el concierto en programa apunta a un estilo neoclásico de fuertes influencias románticas. Una cadenza típica que acompaña a la obra fue tratada por Valery Polekh, pendiente de las cualidades virtuosísticas que sobrepasan el tipo común de la forma, por lo que muchos intérpretes prefieren modificarla.

La tercera intérprete será Belén Aragunde Canabal, alumna de Laurent Blaiteau y acompañada por Haruna Takebe, prueba en su reto con tres obras, desde el clasicismo de W.A.Mozart- Cuarteto para flauta, en Re  M. K. 285: Allegro; Adagio y Rondó, obra que emparenta con los K. 285a y K.285 b, obras escritas en Mannheim en donde había estado acompañado por su madre, distanciándose de los infortunios de Munich y Ausburgo, gracias a las atenciones benefactoras de J.B. Wendling, un dotado flautista de la orquesta de la respetable orquesta de la ciudad y en donde conocería a De Jean, otro estimado aficionado. Serie de tres cuartetos para flauta con los que parecía no sentirse a gusto.  Para Abert, ya el inicio con sus numerosos suspiros, remite al gusto de Mannheim, siendo lo más destacado el Adagio por la melodía para flauta acompañada a modo de romanza  por un pizzicato. Alfred Einstein recordará ese Adagio por su melancolía a solo, escrito especialmente para la flauta.

Pierre Sancan (1916/ 2008), tendrá el Adagio de la Sonatina para flauta y piano: Moderato; Andante espresivo y Animé, pianista y compositor que se relacionó con Olivier Messiaen y Henri Dutilleux, en la transición de mediados del XX, tras comenzar sus estudios en Marruecos y Toulouse, para  trasladarse a París, con Jean Gallon, tomando estudios de dirección con Charles Munch y Roger Désormiére y en composición con Henri Busser, pronto destacó en el Prix de Rome por su cantata La léyende de Icare, aunque no se dedicará a la docencia como podría presumirse. Fue acompañante de músicos como el chelista André Navarra y los Conciertos de Ravel, con en disco con Pierre Dervaux, en su entorno profesional, músicos como Jean-Bernard Pommier, mientras ayudaba a otros como Michel Béroff, Olivier Cazal, Abdel Rahman, Selman Ada, Daniel Varsano, Jacques Rouvier, Géry Moutier, Jean Bernard Pommier, Daniel Varsano,  Géry Moutier, Jean- Effram Bavouzet o Jean Philippe Collard. Dejará obra que mantiene su presencia como la serie de sus tres ballets; una ópera, Ondine (1962); la Overture joyeuse; Les malheurs de Sophie, música incidental que repetirá en experiencias similares.

Giacinto Scelsi (1905/88)-Qyais para flauta sola-, pieza de 1953, un compositor que nos visita con frecuencia en cuanto a sus obras en los certámenes de músicas contemporáneas, un valor fijo por su magisterio, artista confinado en su aristocrático retiro en las afueras de Roma, logrando en su oficio creativo una comunión de los fenómenos sonoros que supondrán la madurez de su éxtasis creativo, un camino de perfección que se confirma en sus Quattro pezzi, un posicionamiento encrespado y provocativo. En Cantos de Capricornio, ciclo de 19 piezas para canto elaborados sobre modelos indúes, el sonido sería tratado como la gran cultura de la meditación, símbolo del principio creador del mundo según Scelsi, disolviendo la subjetividad y la conciencia del yo, el texto de esos cantos no posee significado aparente como sucede en los Mantras  del Tibet, funcionando por su coherencia estrictamente musical.

Ramón García Balado 

27/05/2025

Endurance, de Miguel Matamoro, encargo de la RFG en estreno

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela 

Auditorio de Ferrol


Obra en estreno de  Miguel Matamoro, una encomienda de la RFG, que estará en programa con Les Nuites d´eté, de Héctor Berlioz, en interpretación de la mezzo Marie-Claude- Chapulis, para completar con la Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67, de Ludwig van Beethoven-Auditorio de Galicia día 29, a las 30´00 h, y charla previa de Conversando con…en la Sala Mozart, 19´45 h-, concierto que repetirá mañana en el Auditorio de Ferrol. Marie-Claude Chappuis, nacida en Friburgo se formó en Salzburgo ampliando su carrera en la Ópera de Innsbruck con Briggite Fassbaender, preparando el comienzo de su carrera con maestros como R. Norrington, R. Chailly, N. Harnoncourt, Sir Colin Davis o Jordi Savall, con el que colaboró en una producción en el Liceu, con Farnace, de Vivaldi, en esta trayectoria que continuaba la serie de óperas como Idomeneo, Dido y Eneas o Guillaume Tell. El mundo del lied y la mélodie, con autores como Fauré, Satie, H. Berlioz, G. Bizet o Poulenc, aspecto que cuida con la dinamización de su propio festival, en el que suele acompañarse por el pianista Malcolm Martineau, es una constante en su vida, ya desde muy joven, cuando acompañaba a su madre, también cantante. De su cd´s, dos muestras: Sous l´empire d´amour y el trabajo inspirado en tradiciones suizas, Au cuur des Alpes, también en estas atenciones, los géneros barrocos con obras como la Pasión según San Mateo, de J.S. Bach  

 Miguel Matamoro, es músico con formación en Musikene, con los compositores Ramón Lazkano y G. Erkoreka, para seguir en la Ac. Katarina Gurska, con Elena Mendoza, Johannes  Mª Staub, Pirtluigi Billone, Félix Ibarrondo, Lukas Fedele o Narcis Bonet. Obras suyas fueron estrenadas por la O.S. de Euzkadi, la OSG, la O. F. Leos Janacek, la OCAZ Enigma, Vertixe Sonora, el TAC, la RFG y Espai Sonoro. Recibió el encargo del Consello da Cultura Galega, por su obra Duns folios que foron brancos, estrenada en el Teatro Afundación (Pontevedra), con la RFG, dirigida por Maximino Zumalave y con el Collegium Compostelanum (2018), incluyendo en programa la Alborada de Veiga, en arreglo de J. Durán, alguna de las Canciones Xacobeas, de Antón García Abril, Dolora sinfónica, de Gregorio Baudot y una obra de Mª Victoria Moreno.

 Obras de reciente creación, había sido el compromiso para la Fundación Juan March, en su ciclo Compositores sub-35 (X), que pondrían en atriles OCAZEnigma, dirigido por Asier Puga, un sexteto que incluía obras de compositores como Helena Cánovas, Carlos Brito, Alberto García Aznar, Carolina Cerezo, Nasim Kharassani y Fabiá Sontcovsky. De su firma, la pieza Sottogrido, cuyo material nacía de un núcleo que podría pasar inadvertido, el crujido de una veleta en el puerto de Aguete (Rías Baixas), veleta que condensa parte de las vivencias cuyas y que estaba elaborada en torno a las posibilidades ocultas en un crujido, que demostraba la experiencia de los espacios logrados a través de los armónicos del violín que intentaban captar el timbre de la flauta como un juego de susurros. Se trataba de explorar de diversas maneras, sin perder el anclaje identitario, el armazón entorno a ese pequeño motivo, marcado como sottovoce (voz baja) hasta llegar a un corte abrupto en forma da capo, en un misterio de quietud que se desvanecía con el clarinete bajo y el chelo, a modo de pulso interno.

En las propuestas del Festival Resis, de A Coruña, un estreno con la Banda Municipal, en junio de 2022, que se unía a obras de Iannis Xenakis, Voro García y Chen Yi, bajo la dirección de su titular Marcel Ortega i Marti, su obra había sido Passacaglia, obra encargo entonces de la Banda Municipal   de Castelló, quien resuelta aquí por Ortega i Martí, por su exigencias incisivas y agudas, otorgándole el necesario talante que exigía, siendo entonces su primera obra compuesta para banda. La Passacaglia, reinventaba dentro de sus parámetros las exigencias formales de ese ancestral estilo con precedentes claros en el barroco y a la que concedía pinceladas cómicas para conseguir el punto ansiado y que no dejaría de llevarnos a un imaginario circense. Una síntesis de patrones canónicos de elementos que resumían esa pieza en la que destacaba un importante episodio central en forma de marcha y las variaciones abiertas por los timbres y cromatismos, cuidando las exigencias que requerían las dimensiones de una escritura para banda.

Héctor Berlioz con su ciclo Nuits d´eté Op. 7, conjunto de mèlodies que no desdeñan un talante popular con detalles que nos acercan a Schubert y que sigue con precisión la importancia de los textos, motivado por la movilidad armónica que nos seduce por su lirismo, sin dejar al margen el posible tratamiento orquestal, un ciclo pensado para voz de mezzo o tenor, destacando por su cualidades Le spectre de la rose.  Villanelle, primera de las seis, parte de un texto de Gautier ciertamente ligero y de aromas amables sin grandes exigencias, una oportunidad que posiblemente pueda acercarle a Schubert.  L´espectre de la rose, será con el tiempo una pieza que atraerá la atención de Nijinski, una extensa mélodie, que luce por su legato un poco a la italiana que se sirve del texto realzando su dramatismo como soporte. Sur les lacunes, un lamento que se ofrece en el espacio de ondas que divagan entre tonalidades mayores y menores con clara incertidumbre que manifiestan un aire de queja, dejándonos una impresión de abandono. Absence, el más célebre resuelto en dos estrofas que se expresan dentro de un intenso dramatismo y que para agudos analistas podrá evocarnos al Gluck de J´ai perdu mon Euridice, en su ópera Orfeo.  Au cimetière. Claire de lune usa como argumento armónico una delicada musicalidad que tiempo después tendrá su confirmación en obras de Duparc en L´invitation au voyage. Las cuerdas copan una atención clara en el final con Clair de lune.   L´ille inconnue, cumple con su exigencia de mèlodie de despedida, entre la felicidad y la alegría dentro de un espíritu nostálgico. La orquestación pletórica podrá asimilarse a la que desarrollará en óperas como Les Troyanes, en el pasaje Nuit d´ivresse o en Béatrice et Bénédict.

Ludwig van Beethoven- Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67-, para Grove, su fortuna se debe a su prodigiosa originalidad, su fuerza y su concisión en el Allegro con brio, el misticismo del Scherzo o la sorprendente grandeza, impetuosidad, espíritu y pathos del Finale. Ballola confirmará que tal vez ninguna otra obra de madurez supo el autor traducir con tan ejemplar evidencia los valores musicales absolutos de su contenido individual de su lirismo heroico, o la apreciación del mítico Furtwängler, quien sentenciará que esta sinfonía en su comienzo insólito aparece como único en toda la historia de la música. El Allegro con brio, con esas cuatro notas, se convertirá en una célula lapidaria técnicamente audaz y plena de misterio, que anuncia la trágica confrontación entre el hombre y el fatum. El Andante con moto, prepara su primer tema apacible, semejante a la voz de los espíritus puros que nos entregan a un estado de consuelo, en una sencillez que rememorará a su maestro F. J. Haydn. Los dos tiempos finales quedan curiosamente fundidos  dentro de lo que resulta un fresco único y grandioso, comenzando por el estilo de Scherzo que prepara el Finale que reafirma su evidencia de  obra maestra de dimensiones órficas por su densidad de trascendencia a lo sublime y su obsesión emotiva logrando la sinfonía alcanzar una conclusión simbólica destinada a convertirse en un manifiesto de su credo estético.

Ramón García Balado

19/05/2025

Baldur Brönnimann (En) Foco

 Días 15 y 16, de mayo, 2025


Concierto que completaba la serie (En)Foco  dirigida por Baldur Brönnimann, en el que fueron  protagonistas la violinista Amandine Beyer, artista en residencia de la temporada y el percusionista Juanjo Guillem, quien tuvo bajo su confianza Speaking Drums, de Peter Eötvös, además de tres piezas de la suite de King Arthur de Henry Purcell y la Suite para orquesta nº 3, en Re M. BWV 1068, de J.S. Bach, con Amandine Beyer como directora y solista.  (En) Foco no renunció a una página contemporánea, que para la ocasión fue Speaking Drums, de Peter Eötvös, protagonismo absoluto para Juanjo Guillem, en esta obra surgida como un encargo de la O. Filharmonique de Montecarlo, puesta en atriles por Andrey Boreyko y Daniel Ciampolini, pieza que reclama un especial protagonismo gestual en el que caben pasajes comentados que cobran valor en escena, en permanente disputa con la sección orquestal forzando un a modo de diálogo teatral. Eötvös (1944, Odorheiu Secuiesc, Hungría), es un compositor galardonado con el Premio Fronteras del Conocimiento BBVA, por su obra reivindicativa Alle vittime senza nome, trabajo de denuncia y en la urgencia de los acontecimientos cotidianos, composición que mantenía argumentos como los expuestos en Angels in America; el Oratorium balbulum o la ópera de gran aceptación El Balcón, sobre la obra de Jean Genet, que inauguró hace unas décadas el Festival de Aix-en-Provence, obra que observa una confluencia apreciable con la música hispana y sus distintas raíces. Juana Carneiro, directora de la O. Sinfónica Portuguesa y del Teatro Sâo Carlos de Lisboa, tan relacionada con la RFG, en sus actividades de temporada, había participado en el jurado que le concedió el Premio Fronteras del Conocimiento BBVA, resaltando en su personalidad la forma de encarar los retos de su tiempo experimentando con las formas acústicas, la tecnología, los espacios y los propios músicos, con un lenguaje afectivo y nuevo a la vez, con mucha creatividad y originalidad.  Eötvös, colaborador también del Klangforum Wien, es uno de los más  inquietos creadores del momento, aceptando las sugerencias recibidas de Pierre Boulez, y bajo su firma, bastantes de su proyectos nos llegaron a través de BMC, proyectos como Atlantis; Tres hermanas, tomando la dramaturgia de Chejov; Harakiri, con aproximación a las influencias japonesas; Tale, recurriendo a cantos tradicionales húngaros; Psychokosmos, o su Octeto, ofrecido en una convocatoria en nuestro país, dedicada a compositores- intérpretes, en la que coincidió con Fabián Panisello-Mandala- músico que tanta importancia tuvo en las citas recientes de las Xornadas de Música Contemporánea, con la JONDE FOCUS.

Tres espacios en Speaking Drums: Tanzlied/Dance Song; Nonsense Song y Passacaglia (Intrata- Saltarello-Bourré- Passepied- Gigue- Allemande y Finale), obra que se resuelve a través de los sonidos recreados sobre la poética del escritor Sándor Weöres (1913/89) y  la inspiración sánscrita del s- XII, de Jayadeva, en los que Juanjo Guillem se manejaba a sus anchas sobre el escenario, en cuanto a su desenvolvimiento escénico mientras abordaba el trato con un despliegue de instrumentos de percusión enfrentados al resto de la orquesta, obra excesiva y provocadora en la que como aliciente connotativo, su propia voz recalcaba pasajes hablados que enfatizaban las  rítmicas pretendidas.                                                                                                                                  


Amandine Beyer
, tan apreciada por sus colaboraciones ofrecidas desde  temporadas pasadas, con su grupo Gli Incogniti, redondeó los tres compromisos obligados como artista preferente en calidad de figura en residencia y que en este curso nos obsequió con dos veladas, una primera bajo el título de Los elementos, dedicada al repertorio  francés resuelto entre obras de Jean-Féry Rebel, Elisabeth Jacques de la Guerre, J.M. Leclair y J.P. Rameau y la siguiente con atención preferente a Mariannne von Martínez y Maddalena Lombardini. Beyer, puro arrebato y entusiasmo, siempre nos deja con el alma en vilo en cada una de sus apariciones y la de esta vez no iba a ser menos, ella ganadora de galardones como el Diapason d´Or o el Choc de l´année, curiosa aventurera por proyectos como el dedicado a la danza con Anne-Teresa de Keersmaeker, sobre repertorio bachiano, y la colaboración de alto riesgo a partir de las Sonatas del Rosario, de Biber. Destacando por sus labores docentes en la Schola Cantorum Basiliensis.  

Juanjo Guillem, especializado en aventuras vanguardistas sobre el espacio de las percusiones, mantiene proyectos con el Centro Katarina Gurska, siendo un maestro en estas materias que le llevaron a colaborar con la ONE, la Quincena Musical Donostiarra, Music  d´Aujourdui, la Escuela Reina Sofía, la Fundación Juan March, el CNDM, o formaciones como el Cuarteto Arditti, y el compositor Markus Stockhausen, Pierre Boulez, Ligeti, L. Berio, Hosokawa, Cerha, Tan Dum, S.Gubaidulina, Steve Reich, I. Xenakis o los españoles Mauricio Sotelo, J.Luís Turina y Sanchez- Verdú, ampliando perspectivas con la Manhattan School neoyorquina, el Conservatorio de Amsterdam, el Royal College o la Royal Ac, de Londres.

 Piezas de Henry Purcell  tomadas de King Arthur, abriendo con Curtain Tune on a Ground, para seguir con el Shepherds dúo y el Maestoso and hornpipe que nos ubicaba en su obra escénica Timon of Athen  repuesta en la primavera de 1695, tras su estreno en 1678 y que tendría excelente acogida en el Teatro Drury Lane, tomando como argumento un texto de William Shakespeare, conservando desde su presentación una notable popularidad. Una etapa en la que también verá la luz otra de sus obras señeras The Indian Queen. La obra que nos afectaba, conocería un cambio en el final debido a Shadwell, quien le añadiría una mascarada que comportaría importantes cambios.  Otra suite procedente de King Arthur, semiópera dramática tomando un texto de John Dryden y estrenada en 1691, obra que por su características se distancia de tantas otras semióperas que no pasaban de ser adaptaciones sobre textos anteriores a las que se añadían números musicales-The Fairy Queen-, y que en esta ocasión, estaría pensada como un perfecto equilibrio entre palabra y música, siguiendo la tendencia del teatro inglés de la época. Poco guarda en común con el ciclo artúrico y sus sucesores, integrando números musicales dentro de la trama que al margen de interrumpirla, avanza junto a ella. La suite cumple como un acorde destilado que ayuda a inmiscuirse en el imaginario sonoro purcelliano, como encontramos en otras habituales suites. Curiosamente y para el concierto, un comienzo de la suite enlazada en su escucha con el final de la obra de Eötvös, mientras se retiraba del escenario toda la artillería percusiva para proseguir con la sesión de forma relajada y natural confirmando la idoneidad propuesta por el director Baldur Brönnimann.

Para mantenernos en estos barroquismo, la Suite para orquesta nº 3, en Re M. BWV 1068, de Johann Sebastian Bach, que  como cierre, esta suite encuadrada en la serie de cuatro conocidas habitualmente como Oberturas, merced al protagonismo del Primer tiempo, aunque al parecer no fueron compuestas con la pretensión de formar un ciclo ya que no conservamos ningún manuscrito autógrafo que lo confirme, siendo en conjunto una serie de copias que se encuadran en este apartado de las Suites 1066-69, con seguridad podrán caber en el compendio de obligados compromisos para Köthen y en lo relativo a la que se nos ofreció, destacó por implantación de la flauta travesera como instrumento solista, además del mayor desarrollo del estilo de obertura alla francesa. La Suite nº 3, en Re M. BWV 1068, reducía a cinco sus movimientos, permitiendo una estructura más clara a partir de su Obertura manifestando su notable energía auspiciada por la presencia de tres trompetas, un par de oboes y los timbales. En otra clave se ponía en ciertas urgencias el tema del protagonismo de los solos de violín. En el planteamiento  estilístico, destacaban el Air; las Gavottes I y II; la Bourrée y la Gigue, en su forma a la francesa, danzas características elegantes y sutiles perfectamente asimilables al medio escénico, Queda en el ambiente y dentro de este grupo, una supuesta quinta Obertura, que sería atribuida a su hijo Wilhelm Friedemann.

Ramón García Balado

Amandine Beyer. Juanjo Guillem. Real Filharmonía de Galicia/ Baldur Brönnimann

Obras de H. Purcell, Peter Eötvös y J. S. Bach

Centro Cultural Afundación, Vigo

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

14/05/2025

El Festival Resis de A Coruña: Talleres de creación y concierto de conclusión

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela.


Concierto de la Real Filarmonía de Galicia dirigida por Jordi Francés en el Auditorio de Galicia, en colaboración con el Festival Resis,  un proyecto que incluyó un Taller de Creación, durante varias fechas y una sesión de concierto para completar ese taller que estuvo dirigido por Jordi Francés y J.Mª Sánchez- Verdú. Un programa que para el común de los aficionados, descubrió nuevos talentos siguiendo la línea que marca las directrices del certamen. Intensa semana de colaboración entre compositores y maestros probando con texturas de alto riesgo en cuanto al dominio de las técnicas trabajadas llegando  a los límites del postserialismo, las tímbricas acuciantes, la plasticidad y la propuesta de densidades condensadas o las claves en forma de acertijo en función de una obligada limitación exigida a las piezas elegidas, estudiadas conjuntamente por los autores en colaboración con los miembros de la orquesta y el protagonismo ejercido por ambos directores. En Programa, Ángel de la Hera, -trampantojo-, pieza dedicada a la pintura Soledad Sevilla, para un compositor que ansía ampliar horizontes con instalaciones multimedia desde su primera ópera Sónar, estrenada en el  Teatro Real del Retiro.  y que se expresaría por su proyección alusiva, penúltimo en la serie, antes de escuchar la del maestro Sánchez- Verdú.    Yehong Gao- Symbiosis-, tensa por sus prácticas disonantes y una elaboración distendida, compositora con formación en la Hochsschule für Music (Berlin), con Hanns Peter Kyburz y que logró el Prix Composer H. Heine, por su obra  Das Marchen, destacando por obras como el Cuarteto Die Erschütlerung, tratado por el E-Mex Ensemble. Estudió al tiempo en la Robert Schumann Hochschule Düsseldorf. El belga Alexander Jamar, presentó Esserfoglia (2022), obra estrenada por la O.S. de la Picardie, dirigida por          Johanna Malangré, músico que tuvo como maestros a Doris Lamprecht y  Gérard Pesson, en el Conservatorio de París, a Carolin Bardot música antigua y en nuevas tecnologías a Yan Haresz, Luigi Naon y Grégoire Loireaux. Como obras recientes destaca las Four song from Bell Jar y Five Forest Studies.  Shiwei Liu,  primera en poner obra en atriles con IhreMerg, participó en el Donauschingen Contempory Music, y tuvo estrenos gracias al Modern Ensemble, el Ligeti Quartet, Contarsti Ensemble y la O.F. de Shangai, buscando las confluencias con las raíces orientales y las influencias occidentales, dentro de aventuras en la línea de variaciones tonales entre sutiles conexiones con esas culturas que probaban las interconexiones buscadas.    Luís Navarro Valcárcel- De espacios y gentes (II). La idea del norte-, un tempo persistente que divagaba obsesivamente en la búsqueda de coloridos precisos,  compositor valenciano y  que tuvo como maestros a Andrés Valero Castells, Tomás Gelabert y E. Sanz Berrugete, también amplió labores con Sánchez-Verdú, en el CSMA  y con Luís de Pablo, A. Charles, Leonardo Balada, A. Posadas, Beat Furrer, Mauricio Sotelo y Michale Dutour, siendo premiado en el XXIV Concurso de Composición Coral J.B. Comes.   Marco Russo- Una construzzione dell´assenza-, un reto contra sí mismo por el trazado de  complejas elaboraciones,  es estudioso y musicólogo que indaga dentro de proyectos avanzados, en especial en trabajos para cinta magnética como Murmure; Nemesis; Smemore o Love, per nostro magnetico.   Esther Pérez Soriano- Labyrinth-, pieza que remitía al pensamiento analítico de Roland  Barthes, participó en trabajos de la SGAE/CNDM., tras estudiar en el Conservatorio Óscar Esplá, de Alicante y en el Certamen de Jóvenes Compositores 2024, recibió un tercer Premio por su obra Still here, y otro similar por su obra Neighborhood, en el año 2023.    José Mª Sánchez Verdú- El palacio de los siete cielos-, composición del período de su estancia como residente en el Festival de Música y Danza de Granada, un encargo del Patrimonio de la Alhambra, como reconocimiento de la UNESCO, inspirado en el Salón Comares, con motivo del 30 Aniversario de la ampliación del Barrio del Albaicín, dentro de los Encuentros de Música Manuel de Falla, con la O. Ciudad de Granada, dirigida por Lucas Macías, en un concierto que añadía Noches en los Jardines de España, en versión de la Orquesta Bética, revisada por el autor, en 1928 y de Debussy, L´enfent prodigue, suite orquestal y La boite à joujou.

Un taller  guiado y dirigido por Jordi Francés y José Mª Sánchez-Verdú, el primero estuvo con la RFG dentro de su especialidad, ofreciéndonos obras de Gÿorgy Ligeti- Concerto Rumano- y de Dmtri Shostakovich, con la Sinfonía de Cámara Op. 110ª, maestro que dejó sello por las colaboraciones con la  ONE, la O.S. de Bilbao, el Ensemble Sonido Extremo, la O. RTVE; la O.F. BBC, la O. de Extremadura, estrenado obras de músicos como Birtwistle, Eötvös, Haas, López- López, Magrañé, Rueda y nuestra estimada compositora en residencia Raquel García-Tomás. En el medio operístico, abordó títulos como el wagneriano Götterdämerung, en el Teatre del Liceu o Elektra (R.Strauss), Katia Kabanova (Janacek); Brundibár  (Hans Krasa), ópera del Holocausto, recuperada del cataclismo amargo y frecuente en sesiones para niños; Tránsito, de Jesús Torres, sobre libreto de Max Aub, una dimensión que añadir a sus iniciativas pedagógicas, en las que también cabe el ballet, el teatro musical o experiencias contemporáneas, con apoyo de instituciones como la JONDE, la ESMUC,  la O. de la Comunitat Valenciana o la de la Comunidad de Madrid. Realizó ediciones críticas de partituras olvidadas, además de asesorar a instituciones de co-dirección en seminarios: Cara a Nuevos Horizontes de la Escucha y de Documentación  de la Universidad Carlos III (Madrid). Es titulado por la Hogeschoool Zuyd Maastrich (Países Bajos) y posgraduado en repertorio contemporáneo por el Conservatorio della Svizzera Italiana (Suiza. Destacan sus estancias en la Escuela de Música de Mannhattan; la Ac. Internacional Järvi (Estonia) o el IRCAM, parisino, con maestros como Kurt Masur, Paavo Järvi y Peter Eötvös.

José María Sánchez- Verdú, uno de nuestros compositores más prestigiados de la actualidad, está cercano a Sciarrino, en el tratamiento del tejido instrumental y a Giacinto Scelsi o al último Luigi Nono, en lo relativo a empleo de bloques sonoros monolíticos. La influencia de la impregnación mediterránea es palpable en el conjunto de su evolución, destacando desde siempre la concesión al estímulo de las ancestrales tradiciones islámicas, incorporando elementos que ayudan a renovar un lenguaje sin renuncias, a partir del discurso instrumental de grandes bloques de acordes (masas de sonidos casi homofónicos), pensados para otorgar profundidad a ese material sonoro y que hallamos en obras como Paisajes del placer y de la culpa o en  la muy significativa Quabiyyat, apreciada por un canto basado en las ricas ornamentaciones de la antigua liturgia hispánica (Maqbara) o en los ritmos y timbres de procedencia árabe (Qasif¡d 7). Su estilo perceptible también en sus obras menores como en Arquitecturas del silencio, para acordeón solo, en donde queda patente su lenguaje de vanguardia, destacando su sello característico, y entre otros alicientes a tener en cuenta, merece mención la dimensión expresada tomando esas aproximaciones a las culturas islámicas, en las que supo desarrollar el tratamiento de un gesto mínimo, sustentado por la magia de la propia música en su connotaciones. Las herencias de Nono, Feldman o Lachenmann, se reflejan en propuestas como Alqibla, Qabryyat, Taqsim. Su ópera Aura (2007/9), se acerca a Luigi Nono (Prometeo), sobre texto de Carlos Fuentes al impregnarse de un comportamiento del sonido en sus múltiples variantes, desde el murmullo, al susurro, en el estilo del Sprechgesang, con un fondo de gran orquesta al servicio de ese trabajo ambicioso, por la sutileza extrema de su tratamiento, las tímbricas y un drama que parece detenerse a favor de los instantes ambientales estáticos. Aura deja la impresión de una procedencia lejana en su sensación de levedad.

Ramón García Balado

Real Filharmonía de Galicia/ VIII Festival Resis

Obras de Ángel de la Hera, Yehong Gao, Alexander Jamar, Shiwei Liu, Luís Navarro Valcárcel, Esther Pérez Soriano, Marco Russo y J. Mª Sánchez-Verdú

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Tercer concierto del CAO de la EAEM: Inès Fernando y Óscar Rial Salgueiro, en el Paraninfo da Universidade

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