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17/03/2025

Olga Pasichnyk: Mélodie y canción eslava


 Concierto de la soprano Olga Pasichnyk, acompañada al piano por Maciej Pikulski, habitual desde hace una temporadas en las programaciones de este ciclo, y que repartió sus preferencias entre piezas del impresionismo francés desde C.Debussy a M. Ravel a  Pauline Viardot/Chopin- con dos páginas pianísticas del polaco-  para ampliar con Karol Szymanowski, Viktor Kossenko y los detalles de inspiración autóctona de Vasyl Barvinski, un cuidado registro de opciones distintas en la voz de una especialista que se formó en la Universidad Fryderyk Chopin (Varsovia) tras iniciarse en el Conservatorio de Kiev, comenzando profesionalmente sus actividades en la Ópera de Cámara, de Varsovia. Una carrera que supo congeniar entre las tradiciones barrocas y las elecciones por tendencias más recientes y que consolidaría el cuidado de repertorios de agrupaciones especializadas en barroco como las que dirigen Marc Minkowski, J. Claude Malgoire o la Akademie für Alte Musik Berlin  y más en la cercanía, con K.Penderecki  o Lutoslawski, de quien grabó las Canciones de Kurpie, que se añaden a la ópera Alcide, de Bortniansky. Cantante que venía a confirmar la aceptación entre los asistentes de esos repertorios ya en cartel desde la presencia de compositores como Dvorak, Janacek o Matinu, una voz de amplios recursos   merced a un logrado equilibrio expresivo tanto en un género como en el otro y que nos ubica en el espacio de esas grandes que desde generaciones se han convertido en artistas irrenunciables en el ámbito internacional, cantante dotada de una presencia escénica de una elegancia de gestos y actitudes dignas de considerar.

Maciej Pikulski, miembro integrante del Concurso de Canto de Amigos de la Ópera de Santiago, fue discípulo de Dominique Merlet y Clive Britton (quien siguió la escuela de Claudio Arrau), pianista que cuenta con registros de obras como el Segundo concierto, de S. Rachmaninov, o los dedicados a obras de Ferenz Liszt, Chopin, Schubert-lieder-, o S. Rachamaninov. Grabó repertorios camerísticos con el chelista Raphael Chretien y en el ámbito que nos afecta, le encontramos realizando conciertos con José van Dam o Renée Fleming.

 F. Chopin copando buena parte del comienzo desde las cuatro canciones de Zbior Spiewow Polskich Op. 74, grupo aislado de forma separada con su colaborador Julian Fontana para el editor berlinés Schlesinger, en 1857. Zyczenie (Deseo) sobre S. Witwicki que se conocería aisladamente en Kiev sin mención del autor y que Liszt transcribirá en sus Glanes de Woronince atribuyéndolos como cantos populares.  Smutna rezka (Río lúgubre), del mismo poeta, un lamento para voz tenue con delicado acompañamiento de piano, y un cuidado de cromatismos acentuados.  Sliczny chlopiec (Joven atractivo)- B. Zaleski-, típico aire de mazurka tradicional. Chopin/Pauline Viardot, efluvios parisinos en otra serie de mazurkas de segura aceptación, un estilo actualizado que encontramos en Aime moi (Ámame); Berceuse (Canción de cuna) y Coquette (Coqueta), sobre la poética de L.Pomey. Para el pianista, el Nocturno Op. 27, nº 2, en Re b M., Lento sostenuto, pieza muy apreciada por Mendelssohn por el talante de sus ornamentos y arabescos decorativos de aparente sencillez. En el espacio del franco- polaco, el pianismo emblemático del Étude révolutionnaire nº 12, del Op. 10, en Do m.(Allegro con fuoco), obra testimonial con trasfondo histórico por la caída de Varsovia y que dio a conocer en Stuttgart, camino de París. Una electrizante obsesión percusiva sobre largos pasajes acentuados cargados de desesperación marcados por dificultades extremas decididas por la riqueza de escritura y en particular en los diseños de la mano izquierda por sus motivos brillantes que completan una atmósfera de puro appassionato.

C. Debussy con piezas de juventud todavía impregnadas de una vivacidad de gusto poético indeciso, algunas destinadas a la cantante Marie-Blanche Vasnier, a la que acompañaría desde 1881, coincidiendo en las aulas de Mme Moreau-Sainti y que entonces probaba recreando las poéticas de Baudelaire, Verlaine o Mallarmé, además de cuidar sus atenciones con Pierre Louys, D´Annunzio, Segalen o Maeterlinck, preparando una de sus obras de gran aprecio Pelléas et Mélisande en un estado de permanente duda. Así irán llegando las tres elegidas: Romance (Romanza)-P. Bourget-, de quien también se tomó Regret (Arrepentimiento), mélodies que evocan otras Mandoline, En Sourdine y Claire de lune, de Verlaine, en las que pueden hallarse estilismos propios de Massenet.   Mari-Blanche Vasnier, inspirará la evolución de este estilo primerizo, que engloba unas 25 mélodies, esbozos de las futuras Fêtes galantes (Verlaine) de las que también es modelo Fleur des blés (Flor de trigo)- A. Girod-, dedicada a Mme Emilie Daguingand. Debussy ensoñador y dotado de una elegancia de un humorismo perspicaz.

Maurice Ravel-Cinc mélodies populaires greques- sobre textos anónimos traducidos por Calvocaressi y que tendrían orquestación de Manuel Rosenthal tras su composición para voz y piano con un primer intento del propio autor, puerta abierta a otras recopilaciones como Tripatos, Sept Chants populaires y Deux Mélodies hébraïques, síntesis de un estilo que recurre a formas tradicionales de una época y una región, manteniendo el ideario del autor. Chanson de la mariée- modéré, très doux-,  presentaba a la joven amante preparando su boda, en un canto ligeramente tradicional con una dulzura serena expresada en un ámbito restringido y ambiguo gracias al uso de melismas repetitivos. Là-bas  vers l´église- andante-, descripción del rito de la ceremonia con un fondo de campanas expresado en la parte aguda del piano, con respuesta de detalles festivos que trastocan la monotonía aparente.  Quel galant m´est comparable-allegro-,  distanciamiento de la precedente en favor de la invención aportada por el melodismo logrado en menos de un minuto.  Chanson des cuilleuses de lentisques-lent-, una evocación mediterránea que ayuda a esta forma de rêverie, sostenida por acentuaciones breves y obsesivas.  Tout gai-allegro-, una exaltación del entusiasmo merced a un ritmo remarcado para terminar con  un detalle de colores enriquecedores en beneficio de la cantante.

Karol Szymanowski (1882/ 1937), con una selección de los Piesni kurpiowskie Op. 58 (Cantos de Kurpie): Zarzyi ze kuniu, zarzyjze wrony (relincha el caballo); Wylsa Burzycka (envíe a Burzycka) y Pod borem siwe kunie (Y bajo el bosque, caballos grises). Autor de canciones localistas desde Labedz a Kolysanka Dziecata o Suleika y los Bunte Lieder. Un romántico tardío admirador de Reger y Richard Strauss, fascinado por los nuevos recursos de Scriabin, Schönberg y el maduro Stravinski. En resumen, un compositor a nivel europeo que sabrá aprovechar las herencias de Moniuzko ya desde las primeras piezas a partir de la poética de J. Kasprowicz. Las elegidas provenían de su asistencia a una representación de Wesele na Kurpiach (Bodas de Kurpie), un espectáculo ofrecido por Skierowski, entre música y danza en 1928 a partir de una antología de temas folklóricos Puszeza Kurpiowska na piesni (El bosque de Kurpiene en canciones) que motivará esta recopilación de canciones en variados arreglos a través de doce armonizaciones para voz y piano.

Dos de los compositores con profunda relación con las tradiciones ucranianas, para completar programa: Vasyl Olesandrovych Barvinsky (1888/ 1963), uno de los primeros ucranianos en recibir el reconocimiento internacional cuyas influencias directas vendrían por su madre, Yevhniya, pianista y cantante, siendo fundador de un centro que lleva el nombre de Solomiya Kovshelnystka. Una vida de sobresaltos ya que con su compañera habían sido arrestados por la NKVD, en 1948, en el Gulag  de Mordova, mientras parte de su obra desaparecía en sospechosas circunstancias, debiendo esperar hasta 1958, para intentar rehacer ese legado perdido, siendo rehabilitado sin grandes consideraciones. Se había formado en el Conservatorio de Leopolis, en donde tuvo como maestros a  Vilem Kurz y Vitezlav Novak. Compuso para todo tipo de géneros excepto ópera y ballet, pero destacan el resto con atención a la voz, con claras influencias tradicionales bien asimiladas. Dos  piezas  características: Oi, louli, louli,moya dytyno (Oh, lulí, lulí, mi niño) -T. Shevechenko- y Son (Sueño) de H. Heine/ A. Kryminskyi.

 Viktor S. Kossenko (1896- 1938), nacido en una familia ilustrada, con raíces polacas,  llegó a conocer a F. Kreisler, F. Busoni y Pau Casals, y fue director  de la Escuela de Música de Zhytomyr. Ofreció su primer concierto en 1992, con una selección de piezas profundamente líricas. Período en el que se incorporó a  la As. Rusa de Músicos Proletarios, mientras repartía labores en trío con  Volodymyr Skorokhod (violín)  y  Vasyly Kolomytsev (Chelo). Tuvo sus desavenencias con el Régimen Soviético que le obligaron un traslado forzoso a Kiev. En calidad de compositor, su Obertura Heroica, será una cita de referencias, momento en el que dedicará una atención a las herencias de las canciones tradicionales folklóricas. Su vida transcurrió en Zhytomyr, siempre en una actitud mantenida al margen de otras obligaciones y prestando una atención a la entrega de labores sociales. Dejó una obra primordial: las 24 piezas para niños, además del Poema sinfónico Moldavo, y las Canciones populares ucranianas. Realizó una gira con la cantante Oksana Kolodub y la O.F. de Ucrania en 1928 y en el final de su trayectoria, en 1935, incluyó un monográfico con obras suyas, con el bajo Ivan Patrozhynski y la soprano Maria Litvinenko Volhemut. Una selección de sus íntimas  canciones: Soumnyi ya (Estoy triste)- L. Pervomayskyi-; Hovory, hovory (¡Habla! ¡habla!)- V. Likhachov-; Yak na nebi zirochky (Como una estrella en el cielo)-V. Zaliznyak- y Vony stoyaly movchky (Permanecer en el cielo), poema de V. Strazhev.

Ramón García Balado

Ciclo de Lied

Olga Pasichnyk (soprano) y Maciej Pikulski (piano)

Obras de Chopin, Chopin/ Pauline Viardot, C. Debussy, M. Ravel, Karel Szymanowski, Vasyl Barvinky y Viktor Kossenko

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Fotos: Félix Rodríguez Ramos

 

08/12/2024

Galardones de VII Concurso de Canto Compostela Lírica

 Auditorio de Galicia, Sala Mozart. Santiago de Compostela

Yeraldín León, Milan Perisic, Andrés Sánchez- Joglar y Gabriel Alonso


Prueba de fuego para la final del VII Concurso de Canto Composta Lírica, auspiciado por Amigos de la Ópera de Santiago, el Concello de Cultura, el Consello da Cultura Galega, la Xunta de Galicia y la Fundación José Otero- Carmela Martínez,  en especial para el jurado a la hora de jugarse esa decisión definitiva que siempre deja una impresión agridulce en particular para los aspirantes y el común de los asistentes.  Dejaremos como resultado, la garantía que ofrecían los miembros que integraban los miembros de ese jurado, que curso a curso, aseguran la solvencia que los ganadores sí responden a las exigencias  requeridas, por la importancia del certamen en cuanto a la concesión de sus beneficios. Un jurado que sin grandes variaciones con respecto a otras convocatorias, estaba integrado por Arturo Reverter como Presidente; Patrick Canac, Presidente de Les Musiciens de Luberon; Aquiles Machado, director artístico del Festival de Ópera, de A Coruña, atento a buscar talentos a los que incorporar a los compromisos de la próxima convocatoria; Elisabete Matos, directora artística del Teatro Sâo Carlos de Lisboa; Graziela Valceva Fierro, mezzosoprano y profesora de canto; Celestino Varela, director artístico de la Ópera de Oviedo; Maciej Pikulski, apreciado repertorista, del que guardamos excelentes impresiones y José María Miranda, Secretario de Amigos de la Ópera de Santiago, sin derecho a voz ni voto. Tras la maratón del viernes, la sesión no menos agotadora del sábado, con las dudas para esta final en cuanto a los beneficiados de esos tres primeros Premios, el tercero concedido a Yeraldin León por el Presidente de Jurado Arturo Reverter, y 1000  euros; el segundo obtenido por Andrés Sanchez- Joglar, entregado  por Antonio Linares, en  representación de la Fundación José Otero- Carmela Martínez, que recibió 2000  euros y un recital remunerado en nuestra ciudad  y el Primero para Milan Perisͮic, por la Alcaldesa de Santiago Goretti Sanmartín,  4000 euros, tres actuaciones  repartidas entre la Real Filharmonía de Galicia, Festival Musicales de Luberon y la temporada de Ópera de Oviedo; el Diploma Andrés Gaos, con un recital dentro de las actividades del Consello da Cultura Galega entregado por Alejo Amoedo, en representación para el mejor cantante gallego reservado para Gabriel Alonso. Grado de consideración para los pianistas acompañantes en este compromiso sin reposo, José Alberto Sancho y Duncan Gifford.

Milan Perisͮic, barítono serbio, es una voz con experiencias profesionales en nuestro país, tras recibir galardones como el Concurso de Canto Josep Palet, después de su formación en el Conservatorio Giuseppe Tartini de Trieste, en su trayectoria, destaca el estreno de Antony & Cleopatra, de John Adams, y en el Teatro Real de Madrid, fue parte del elenco de La nariz, de Dmtri Shostakovich, mostrando igualmente preferencia con roles de personajes complejos como  Iago o el Conde de Luna, de Verdi, a los que se añaden Athanaël, de Thaïs  de Jules Massenet, ópera de recurre a un relato de Anatole France; para mantener ciertas distancias, el Marcello de La Bohème o el Ravel de L´enfant et les sortilèges. Dos fueron las arias elegidas por él, y que poco tenían el común. P.I. Tchaikovski, con Ya vas luyblu, de Pikovaia Dama (La Dama de Picas) y de George Bizet, L´orage s´est calmé, de Les pêcheurs de perles.

Andrés Sánchez- Joglar, tenor, con estudios en el Conservatorio Amadeo Roldán de La Habana, debutó en el Teatro Nacional Lírico de Cuba, recibiendo asesoramientos en masters con  Mietha Siglher, Fiorenza Cedolins, J. de León, Nancy Fabiola Herrera, probando en roles como Alfredo (La traviata); Mario Cavaradosi (Tosca); Florestan (Fidelio) de Beethoven; el Duque de Mantua (Rigoletto), además de participar en estrenos de óperas como El canto de amor triunfante (Febo), por obvias razones y trayectoria, la zarzuela se muestra entre sus preferencias con títulos como Cecilia Valdés; María de la O; Molinos de viento Pablo Luna); Los gavilanes o Luisa Fernanda. En su programa, había abordado precisamente Tente, detén tu paso, de Don Gil de Alcalá ( M. Penella) y E lucevan le stelle, de Tosca (Puccini), un tenor de registro amplio y proyección de gran solvencia.

Yeraldín León, mezzo, procedente de Colombia, y con formación en España, en el Escuela Reina Sofía, en el Departamento Alfredo Kraus, Fundación Areces, con Susan Bullock, venía de estudiar en la Universidad Central  de Colombia, con A. Roca y Camila Toro, además de recibir asesoramientos de Teresa Berganza, Sarah Connolly, Francisco Araiza o Iris Vermillion. Recibió la beca de la As. Wagneriana, para asistir al Festival de Bayreuth y entre sus actividades, la serie de roles interpretados de óperas como los barroquismos de Los elementos, de Literes; El gato con botas, de Xavier Montsalvatge, en el Teatro Colón de Bogotá; La nariz  (D. Sosttakovich) y la opereta Orfeo en Los infiernos , de Jacques Offenbach. Un par de arias como era preceptivo, comenzando por Cruda sorte-delicia para voces de contralto-, de L´Italiana in Algeri, de Gioacchino Rossini, y en el fiel de la balanza, Acerba voluntà (Adriana Lecouvreur), de Francesco Cilea.

Gabriel Alonso, barítono, Diploma Andrés Gaos, con un recital remunerado del Consello da Cultural Galega, recibido de manos de su compañero en lides Alejo Amoedo, por los compromisos con las atenciones a repertorios de tradición propia, en colaboración con compositores y otros profesionales, grabó recientemente so trabajo No  camiño, con Aurelio Viribay, cantante con estudios en la Escuela Reina Sofía, en la Cátedra Alfredo Kraus, Fundación Ramón Areces, con Susan Bullock, ampliando con maestros como Dylan Davis, J.J. Rodríguez, Francisco Araiza y el siempre añorado Alberto Zedda-años gloriosos del mejor Festival Mozart, de A Coruña-, que tendrían continuidad en proyectos de relevancia necesaria. Su renuncia en sus apetencias al mundo de la zarzuela, con títulos como La Gran Via; La verbena de La Paloma (Tomás Bretón), en la temporada Amigos de la Ópera de A Coruña (2020), dirigida por Fernando Briones, con dirección escénica de Emilio López, compartiendo cartel con Vanessa Goikoetxea; Borja Quiza; Laura Vila; Luís Cansino; Pablo Carballido o Nuria Lorenzo. Las dos arias de su sesión, fueron la impulsiva Vision Fugitive, escuchada la tarde anterior a Milan Perisic, duelo en las alturas y prueba de resistencia, en esta Hèrodiade, de Jules Massenet, y para ahondar en profundidades, un Wagner que no podía ser menos, por Wie Todesashnung…Oh! Du mein holder Abenstern, del Tannhäuser.

Ramón García Balado

  Foto Alberto Ramos

04/12/2024

VII Concurso de Canto Compostela Lírica, de Amigos de la Ópera de Santiago

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Convocatoria del VII Concurso de Canto Compostela Lírica que promueve Amigos de la Ópera de Santiago en el Auditorio de Galicia y que se celebrará los próximos días 6 y 7, actividad en colaboración con la Xunta de Galicia, la Diputación de A Coruña, el Consello da Cultura Galega y la Fundación José Otero-Carmela Martínez, en una propuesta de libre acceso y que para esta cita, cuenta con la inscripción de 85 cantantes provenientes de 24 países, superando la cifra de años precedentes, aspirantes cuya edad se reparte entre los 18 y los 35 años. Países que se reparten entre Irlanda, Francia, Portugal, Grecia, Alemania, Países Bajos, Ucrania, Serbia, Suiza, Reino Unido, Corea, Georgia, Estados Unidos y España. De Hispanoamérica, se inscribieron voces de Colombia, Venezuela, Chile, Puerto Rico, Brasil, Paraguay y Méjico. Nuestro país recibe a 45 aspirantes, 8 de ellos gallegos. De los inscritos, se han elegido 28 semifinalistas que se repartirán entre los días 6 y 7.

El jurado estará integrado por figuras de reconocido prestigio en el ámbito musical, el crítico y especialista Arturo Reverter, como Presidente; Patrick Canac, presidente de Les Musicales du Luberon; Aquiles Machado, presidente de Amigos de la Ópera de A Coruña; Elisabete Matos, directora artística del Teatro Sâo Carlos, de Lisboa; Graziela Valceva Fierro, mezzo soprano; Celestino Varela, director artístico de la Ópera de Oviedo y el pianista Maciej Pikulski, que tantas veces colaboró en el Ciclo de Lied. La dotación del certamen, se reparte entre un Primer Premio dotado con 4000 euros, y con tres actuaciones con la Real Filharmonía de Galicia, en el Festival Les Musicales du Luberon, y durante la temporada de Ópera de Oviedo; Un Segundo Premio, con 2000 euros, y un recital remunerado en Santiago  y el Tercer Premio que recibirá 1000 euros. Las voces gallegas competirán por el Diploma Premio Gaos, que viene acompañado por un recital remunerado dentro de las actividades del Consello da Cultura Galega.

La primera actuación se convoca el día 6, a las 17 horas, en el Auditorio de Galicia, de la que saldrán los finalistas elegidos para la sesión del sábado. Dos pianistas en calidad de acompañantes, José Alberto Sancho y Duncan Gifford. Para comenzar, José Alberto Sancho, con cinco aspirantes, Júlia Arquillo, que elige Ah, non credea mirarti…Ah non giunge uman pensiero, de La sonnambula, de Vincenzo Bellini, aria y cabaletta final, en el segundo acto, en el arrebato de Amina, la joven huérfana aquejada de sonambulismo. Rol para soprano ligera de coloratura.   Iria Goti, también con Bellini, esta vez con I Capuletti e I Montecchi, del que toma Eccomi in lieta vesta…Oh! quante volte;  Giulietta en el final de Acto Primero, hija de Capellio, y obligada por su padre a renunciar a sus amoríos con Romeo, voz igualmente para soprano coloratura, de notables exigencias de tesitura.  Paula Sánchez Valverde, se inclina por Gioacchino  Rossini, en Il Signor Bruschino, ossia Il figlio per azzardo: Ah! Voi condur volete…Ah! Donate il caro sposo. Recitativo y aria de Sofía, en el Primer acto, la hija de Gaudenzio, quien pretende casarla con el hijo del Signor Bruscchino, voz para soprano ligera dotada de agilidades y trinos. Pasamos al barroco en su plenitud gracias Ferrán Albrich, con el Händel de Rinaldo, con Sibilar gli angui d´Aletto, papel para las máximas exigencias en esta ópera que suscita en los aficionados el disfrute de las gratificantes elocuencias del mejor Händel.  Mireia Tarragó, el Mozart de Cossì fan tutte- Temerari sortite fuori…Come scoglio-  Fiordiligi, la dama ferraresa, en esencia una lírico-spinto, para esta aria que tendrá uso en otra obra litúrgica.

El pianista Duncan Gifford, será acompañante de Enrique Torres Domínguez, de nuevo con el irrenunciable Bellini, que recurre a I Puritani di Scozia, con Ah! per sempre, Io ti perderei, en el Primer acto, para lucimiento de Arturo Talbo, el seguidor de los realistas y prendado de Elvira, la hija de Gualtiero, un tenor lírico-spinto.  Milan Perisic, apuesta por Jules Massenet, en su romantismo más entregado por Hèrodiade (1881): Vision fugitive, una de sus óperas que puja por abrirse hueco entre las grandes por aceptación general, títulos de cartelón como Manon, Werther, Thais o Sapho, que para detalles precisos, en esta ópera, destaca por su admirable concisión y un estilo de notable bravura interpretativa.   Lucia Peregrino, un Bizet que nunca falta, por la Carmen: Je dis que rien ne m´epouvante;  Micaela en un rol aparentemente secundario confiado a una soprano lírica a imprescindible para esta ópera de Bizet universal.  Víctor Jiménez Moral, entregado al Mozart de Don Giovanni: Il mio tesoro intanto, el joven caballero, embaucador y arquetipo por definición para un barítono de exigencias canoras e interpretativas en lo dramático.   De nuevo el pianista José Alberto Sancho, para completar una primera parte, con Colum Donovan-Peterson, el Donizetti de Don Pasquale: Bella  siccome un angelo, graciosa cavatina en la que el protagonista se deshace en los encantos de Norina, la joven viuda, enamorada de Ernesto.  Tereza Kotlánnová, con el Stravinski de The Rake´s Progess: No Word from Tom…Qietly night, ópera en la que el ruso despliega sus mejores recursos entre personajes como Trulove, Anne, Tom Rakewell, Baba la Turca- para mezzo dramática-o Nick Shadow, sobre libreto de W.H. Auden y Chester Kallman, basado en grabados de Hogarth (1735), con estreno en el Festival de Venecia y la mítica Elisabeth Schwarzkopf, en el rol de Anne, soprano ligera.  Patrick Keefe, en un Rossini espectacular para el lucimiento del cantante: Largo al factotum, de Il Barbiere di Siviglia, ópera buffa para mayor gloria del añorado Alberto Zedda por los recuerdos que nos dejó.  Marina Nervión, opereta de Jacques Offenbach en su título de relumbrón Les contes d´Hoffmann en su aria de impagable colorido: Les oiseau dans la charmille (los pájaros en la enramada) que la muñeca Olimpia reluce por las agilidades exquisitas de coloratura. Descanso de un cuarto de hora, para pasar a la segunda parte.

El pianista Duncan Gifford, acompañará a Inés López Fernández en el Rossini de Il Barbiere di Siviglia. O Almaviva , ossia l´Inutile precauzione: Una voce poco fa, cavatina en el segundo acto para lucimiento de Rosina, auténtica protagonista de esta ópera buffa, rol para mezzo de posibilidades generosas en sus posibles intérpretes en beneficio de sus cualidades expresivas.  Miriam Silva Álvarez, de nuevo con otra aria irresistible del Anton Dvorak, en Rusalka, Mesicku na nebi hlobokém, la eterna Canción de la Luna, tan demandada en conciertos de lieder y arias, aria en la que Rusalka confía a la Luna sus amoríos recónditos, en exigencias una soprano lírico-spinto. Gabriel Alonso, se apunta al Verdi del Don Carlo: Per me giunto…O Carlo, escolta. Aria  del cuadro segundo del IV Acto, reivindicación por la lucha de la libertad, en el mundo siniestro de los Austrias. Ópera del período afrancesado de Verdi, en una doble propuesta de esta ópera emblemática.  Begoña Gómez, el Mozart de La Clemenza di Tito K.651: Parto, ma tu ben mio, aria de Sesto, que en su estreno interpretó Domenico Bedini y que suscitó opiniones encontradas como la de Dent, que la calificará como ópera algo informe, en la que pesa la coherencia interna.  Javier Saavedra, con Francesco Cilea, metidos en pleno verismo con la sobresaliente Andrea Lecouvreur- Io son l´umile ancella, papel de la actriz protagonista preparando su papel en el Salón de la Commedie Français, una curiosa opción que nos plantea el programa.

El pianista José Alberto Sancho, respaldará a Francisco Bermudo en el menos frecuente Edgar, ópera pucciniana de juventud, con el aria Questo amor vergogna mia, un drama lírico sobre texto de Ferdinando Fontana, para estrenarse en el Teatro alla Scala, el 21 de abril, de 1899, en la que destacan números como esa aria cuyo rol había sido estrenado por Gregorio  Gabrielesco, en una representación dirigida por Faccio y una recepción crítica especialmente contenida. Edgar, con todo, repetiría en esa prèmiere siete Da Capos y cuarenta aclamaciones. También Pantaleoni sería efusivamente aplaudida, en el papel de Tigrana.  Tinka Pynker, tendrá un nuevo Mozart por Die  Zauberflöte K. 620, en Ach ich fül´hs, del cuarto cuadro del primer acto. Pamina, hija de la Reina de la Noche, perfecto papel para una soprano lírica.  Laura Pulido Patiño, apuesta por Gaetano Donizetti, desde Lucrezia Borgia y Com´è bello quale incanto…Si voli il primo a coglieri, Aria del prólogo para Lucrezia, Duquesa de Ferrara, y un papel para soprano de considerables exigencias.  De nuevo Donizetti, pero en Lucia di Lamermoor, en otro de sus alardes de recursos, Regnava nel silenzio, que se permitirá Rocío Muñoz, cavatina del segundo cuadro del primer acto, especie de fantasmagórica aparición.  Jan Zadlo, con el Bizet de Les pêcheurs de perles, en su aria L´orage s´est calmé, aria de Zurga en el tercer acto, el pescador de perla amigo de Nadir, y que demanda una voz profunda de bajo con recursos notables.

Duncan Gifford, tendrá como cantantes en el final de esta prueba de selección de los elegidos, a la mezzo Yeraldi  Leon, precisamente con Jules Massenet y Werther con la carta de Charlotte, en un momento de profunda intensidad, que se aviene a dramatismo cargados de nervio en  Qui m´aurait dit la place?   Willingerd Jiménez también con Bellini, un compositor claramente preferido con Beatrice di Tenda: Rimorso in lei? Qui mi accolse oppresso errante/Non son´io che la condanno, penúltima ópera de este compositor, sobre un libreto de Felice Romani, con estreno en el Teatro La Fenice (Venecia), el 16 de marzo de 1833, destacando roles como Filippo Maria Visconti, Orobellol Rizzardo del Maino, frente a los femeninos de Beatrice di Tenda, o Agnese del Maino. Siempre resaltando el melodismo de este maestro del belcantismo.  Andrés Sánchez-Joglar, se juega sus posibilidades con el Verdi de Rigoletto, Ella mi fu rapita… Parmi veder le lagrime. El duque de Mantua- un tenor lírico, en un arrebato de ternura imagina a su amada en este recitativo que se resuelve en la cavatina Parmí veder le lagrime, antes de la entrada de los cortesanos.  Irene Mariscal, se deja llevar por el Idomeneo, re di Creta K. 366, con Zeffiretti Lussinghieri, aria de Illia en el cuadro primero del Acto tercero. Illia canta al amor que siente por la naturaleza que la rodea en este número más conocido de esta ópera sobre libreto de G.Varesco, que se estrenaría en Munich a comienzo de 1781.  Luna Celemin, completando la serie de aspirantes, apuesta por el Donizetti de Linda di Chamounix: Ah tardai troppo…O luce di quest´anima, recitativo y cavatina, en el primer acto, rol para una soprano ligera con dotados sobreagudos en una ópera que subiría a escena en el Kärtnertorttheater Wien, en mayo de 1842. A la espera pues quedamos, de las decisiones del jurado.

Ramón García Balado

Harold en Italia, vehemencia con la viola de Sara Ferrández

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