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16/10/2025

Non chores, Sabeliña, de Gustavo Freire, con la Banda Municipal y el Coro Liceo, de Vilagarcía

Auditorio de Vilagarcia de Arousa

Auditorio de Galicia , Santiago de Compostela 


Dos conciertos con la zarzuela de Gustavo Freire, en el Auditorio de Vilagarcía de Arousa-día 18, a las 20´00 h-, y en el Auditorio de Galicia -día 19-- a las 20´00 h.-, sesiones que se encuadran dentro de la temporada otoñal, de la Banda Municipal de Santiago, esta vez en colaboración con la Asociación de Amigos de la Ópera de Santiago, teniendo como protagonistas a la soprano Emilia Pérez, a la mezzo Josefina Dorado, al tenor Lucas López y al barítono Vícto Bóveda, contando con la participación del Coro  de Vilagarcía de Arousa, dirigido por Josefa Dorado y la puesta escénica de José Álvarez. El lucense  Gustavo Freire Pena
(1885/1948), fue violinista y compositor y tras haber estudiado en su ciudad, se trasladó a Madrid (1910/10), para ocupar la primera plaza de violín de la Orquesta Filarmónica de Madrid, incorporándose a la Junta de la Sociedad de Autores Españoles (SAE), antes de trasladarse a Barcelona durante los amargos años de la Guerra Civil, y tras la conclusión de tan sufrida experiencia, volvería a su Lugo natal, en donde malamente sobreviviría dedicándose a labores docentes, aportando sus experiencias cotidianas en el Círculo de Artes, con la compañía de Manuel Rodríguez Fernández, como chelista y con Manuel Sarriñena, como pianista, a los que se añadiría el represaliado Francisco Parra Llorente, también pianista, en las veladas del Café-cantante Galicia. Entremedias, fue socio fundador y miembro de la primera junta directiva de la Sociedad Filarmónica Lucense (1947), relacionada con el Círculo das Artes. Sus composiciones de talante popular, fueron divulgadas en aquellos tiempos precarios por la humilde Unión Musical Española, bastante de ellas en edición para banda, páginas que suelen programarse con regular frecuencia, algunas en sellos de mayores medios y posibilidades como La voz de su Amo, posible capricho de coleccionistas y aficionados y su pareja Regal, versiones confiadas a la Banda Nacional o a la Orquesta Ibérica y la Banda de Alabarderos o la Municipal de Madrid. Piezas en su mayoría de añoranzas folkloristas cercanas al imperante nacionalismo que encontraremos en los compositores de su generación, la misma que va desde Joaquín Turina a Conrado del Campo y la llamada Generación de la República. Non chores, Sabeliña, se acabará convirtiendo en su zarzuela reclamo por excelencia, hermanda con la publicaciones de rapsodias prototípicas, que con fortuna al sobrevivido al paso de los tiempos, piezas que llegaron a calar en el sentir popular, como o Alalá dos luguense, aunque desafortunadamente, parte de su legado camerístico, se ha perdido entre las brumas de las sombras, sin bien, algunas dignas de considerarse merecieron el Archivo de la Sociedad Manolo Quiroga, que se conserva en el Archivo Musical de Galicia (1988). Obras como Churrusqueira (Muiñeira); El capricho Serenata española; Carballeira; El pasodoble Caraví; el fox Colosal Bar; la canciones Por tierras de Galicia o Miña nai; la Rapsodia Airiños, aires; el vals Chitón, Chitón o el minueto en estilo antiguo.

Non chores,Sabeliña en transcripción de Casiano Mouriño Maquieira-, es una zarzuela en tres actos sobre libreto de José Trapero en la que sus números más destacados un preludio que prepara la ambientación que recrea un aire localista; y el Coro de las vendedoras; el dueto cómico de Luisa y Xastrico y un primer final, para llevarnos al segundo acto con su correspondiente preludio y un nuevo dueto cómico y distendido entre ambos personajes para avocarse a un final en forma de Alalá. El dúo de Sabela y Xosé tiene un punto de gracejo por sus demandas: ¿Para qué preguntas?, con respuesta del coro que añade un picajoso acento a la situación. La romanza de Sabela- Naiciña dos Ollos Grandes- resulta un detalle de complemento que encuentra su respuesta en el recitativo de José. El tercer acto, tras un tercer preludio nos muestra una típica escena do cruceiro, con la romanza de Xosé Non podo vivir cos celos, que se cierra con el final Sabeliña, xa non chora. sobre el guión: non chores Sabeliña, acheganos cun sorriso e unha pinga de morriña ao vello- e sempre novo- conto de amores de mocidade. A protagonista sofre polos quereres, mais pronto verá que o verdadeiro amor sempre atopa o seu camiño. Con humor retranqueiro, fonda imaxinación, fe sinxela e ese carácter nobre e varil tan propio do noso rural, esta historia fala da vida das nosas aldeas, onde rir, chorar e amar, son parte do mesmo camiño.

La colaboración entre la Banda Municipal de Santiago y Amigos de la Ópera es fiel reflejo de un espíritu de proyectos entre los que podemos citar el de la temporada 23/24 con la zarzuela de José Fernández Vide, Miñatos de vran, dirigida entonces por David Fiuza Souto, con el protagonismo también del Coro de Vilagarcía de Arousa, Troyanos de Compostela y los cantantes patricia Rodríguez (Maripepa), el barítono Gabriel Alonso (Corisco), el tenor Diego Neira (Manuel), la soprano Tamara Casás ( Celiña), el tenor José L. Prado(Carliños), el barítono Julio Cores (Faneco) o Chus Sánchez (Tía Antonia) y Carlos Nogueira (Eduardo). Otra de las colaboraciones había sido el concierto Do Paseo da Alameda a Cervantes. con Mouriño Maquieira. con la soprano Esperanza Mara y el tenor Eduardo Sandoval, en un reparto entre piezas zazuelísticas en transcripciones y arreglos de miembros de la propia Banda Municipal, y entre las piezas: dos de Miñatos de vran , Romance de Zarzueleras; Que te importa que no venga; la romanza de Leandro-La tabernera del puerto; Bella enamorada, de Soutullo y Vert-, un detalle de homenaje al compositor de Ponteareas.

Ramón García Balado 

17/03/2025

Olga Pasichnyk: Mélodie y canción eslava


 Concierto de la soprano Olga Pasichnyk, acompañada al piano por Maciej Pikulski, habitual desde hace una temporadas en las programaciones de este ciclo, y que repartió sus preferencias entre piezas del impresionismo francés desde C.Debussy a M. Ravel a  Pauline Viardot/Chopin- con dos páginas pianísticas del polaco-  para ampliar con Karol Szymanowski, Viktor Kossenko y los detalles de inspiración autóctona de Vasyl Barvinski, un cuidado registro de opciones distintas en la voz de una especialista que se formó en la Universidad Fryderyk Chopin (Varsovia) tras iniciarse en el Conservatorio de Kiev, comenzando profesionalmente sus actividades en la Ópera de Cámara, de Varsovia. Una carrera que supo congeniar entre las tradiciones barrocas y las elecciones por tendencias más recientes y que consolidaría el cuidado de repertorios de agrupaciones especializadas en barroco como las que dirigen Marc Minkowski, J. Claude Malgoire o la Akademie für Alte Musik Berlin  y más en la cercanía, con K.Penderecki  o Lutoslawski, de quien grabó las Canciones de Kurpie, que se añaden a la ópera Alcide, de Bortniansky. Cantante que venía a confirmar la aceptación entre los asistentes de esos repertorios ya en cartel desde la presencia de compositores como Dvorak, Janacek o Matinu, una voz de amplios recursos   merced a un logrado equilibrio expresivo tanto en un género como en el otro y que nos ubica en el espacio de esas grandes que desde generaciones se han convertido en artistas irrenunciables en el ámbito internacional, cantante dotada de una presencia escénica de una elegancia de gestos y actitudes dignas de considerar.

Maciej Pikulski, miembro integrante del Concurso de Canto de Amigos de la Ópera de Santiago, fue discípulo de Dominique Merlet y Clive Britton (quien siguió la escuela de Claudio Arrau), pianista que cuenta con registros de obras como el Segundo concierto, de S. Rachmaninov, o los dedicados a obras de Ferenz Liszt, Chopin, Schubert-lieder-, o S. Rachamaninov. Grabó repertorios camerísticos con el chelista Raphael Chretien y en el ámbito que nos afecta, le encontramos realizando conciertos con José van Dam o Renée Fleming.

 F. Chopin copando buena parte del comienzo desde las cuatro canciones de Zbior Spiewow Polskich Op. 74, grupo aislado de forma separada con su colaborador Julian Fontana para el editor berlinés Schlesinger, en 1857. Zyczenie (Deseo) sobre S. Witwicki que se conocería aisladamente en Kiev sin mención del autor y que Liszt transcribirá en sus Glanes de Woronince atribuyéndolos como cantos populares.  Smutna rezka (Río lúgubre), del mismo poeta, un lamento para voz tenue con delicado acompañamiento de piano, y un cuidado de cromatismos acentuados.  Sliczny chlopiec (Joven atractivo)- B. Zaleski-, típico aire de mazurka tradicional. Chopin/Pauline Viardot, efluvios parisinos en otra serie de mazurkas de segura aceptación, un estilo actualizado que encontramos en Aime moi (Ámame); Berceuse (Canción de cuna) y Coquette (Coqueta), sobre la poética de L.Pomey. Para el pianista, el Nocturno Op. 27, nº 2, en Re b M., Lento sostenuto, pieza muy apreciada por Mendelssohn por el talante de sus ornamentos y arabescos decorativos de aparente sencillez. En el espacio del franco- polaco, el pianismo emblemático del Étude révolutionnaire nº 12, del Op. 10, en Do m.(Allegro con fuoco), obra testimonial con trasfondo histórico por la caída de Varsovia y que dio a conocer en Stuttgart, camino de París. Una electrizante obsesión percusiva sobre largos pasajes acentuados cargados de desesperación marcados por dificultades extremas decididas por la riqueza de escritura y en particular en los diseños de la mano izquierda por sus motivos brillantes que completan una atmósfera de puro appassionato.

C. Debussy con piezas de juventud todavía impregnadas de una vivacidad de gusto poético indeciso, algunas destinadas a la cantante Marie-Blanche Vasnier, a la que acompañaría desde 1881, coincidiendo en las aulas de Mme Moreau-Sainti y que entonces probaba recreando las poéticas de Baudelaire, Verlaine o Mallarmé, además de cuidar sus atenciones con Pierre Louys, D´Annunzio, Segalen o Maeterlinck, preparando una de sus obras de gran aprecio Pelléas et Mélisande en un estado de permanente duda. Así irán llegando las tres elegidas: Romance (Romanza)-P. Bourget-, de quien también se tomó Regret (Arrepentimiento), mélodies que evocan otras Mandoline, En Sourdine y Claire de lune, de Verlaine, en las que pueden hallarse estilismos propios de Massenet.   Mari-Blanche Vasnier, inspirará la evolución de este estilo primerizo, que engloba unas 25 mélodies, esbozos de las futuras Fêtes galantes (Verlaine) de las que también es modelo Fleur des blés (Flor de trigo)- A. Girod-, dedicada a Mme Emilie Daguingand. Debussy ensoñador y dotado de una elegancia de un humorismo perspicaz.

Maurice Ravel-Cinc mélodies populaires greques- sobre textos anónimos traducidos por Calvocaressi y que tendrían orquestación de Manuel Rosenthal tras su composición para voz y piano con un primer intento del propio autor, puerta abierta a otras recopilaciones como Tripatos, Sept Chants populaires y Deux Mélodies hébraïques, síntesis de un estilo que recurre a formas tradicionales de una época y una región, manteniendo el ideario del autor. Chanson de la mariée- modéré, très doux-,  presentaba a la joven amante preparando su boda, en un canto ligeramente tradicional con una dulzura serena expresada en un ámbito restringido y ambiguo gracias al uso de melismas repetitivos. Là-bas  vers l´église- andante-, descripción del rito de la ceremonia con un fondo de campanas expresado en la parte aguda del piano, con respuesta de detalles festivos que trastocan la monotonía aparente.  Quel galant m´est comparable-allegro-,  distanciamiento de la precedente en favor de la invención aportada por el melodismo logrado en menos de un minuto.  Chanson des cuilleuses de lentisques-lent-, una evocación mediterránea que ayuda a esta forma de rêverie, sostenida por acentuaciones breves y obsesivas.  Tout gai-allegro-, una exaltación del entusiasmo merced a un ritmo remarcado para terminar con  un detalle de colores enriquecedores en beneficio de la cantante.

Karol Szymanowski (1882/ 1937), con una selección de los Piesni kurpiowskie Op. 58 (Cantos de Kurpie): Zarzyi ze kuniu, zarzyjze wrony (relincha el caballo); Wylsa Burzycka (envíe a Burzycka) y Pod borem siwe kunie (Y bajo el bosque, caballos grises). Autor de canciones localistas desde Labedz a Kolysanka Dziecata o Suleika y los Bunte Lieder. Un romántico tardío admirador de Reger y Richard Strauss, fascinado por los nuevos recursos de Scriabin, Schönberg y el maduro Stravinski. En resumen, un compositor a nivel europeo que sabrá aprovechar las herencias de Moniuzko ya desde las primeras piezas a partir de la poética de J. Kasprowicz. Las elegidas provenían de su asistencia a una representación de Wesele na Kurpiach (Bodas de Kurpie), un espectáculo ofrecido por Skierowski, entre música y danza en 1928 a partir de una antología de temas folklóricos Puszeza Kurpiowska na piesni (El bosque de Kurpiene en canciones) que motivará esta recopilación de canciones en variados arreglos a través de doce armonizaciones para voz y piano.

Dos de los compositores con profunda relación con las tradiciones ucranianas, para completar programa: Vasyl Olesandrovych Barvinsky (1888/ 1963), uno de los primeros ucranianos en recibir el reconocimiento internacional cuyas influencias directas vendrían por su madre, Yevhniya, pianista y cantante, siendo fundador de un centro que lleva el nombre de Solomiya Kovshelnystka. Una vida de sobresaltos ya que con su compañera habían sido arrestados por la NKVD, en 1948, en el Gulag  de Mordova, mientras parte de su obra desaparecía en sospechosas circunstancias, debiendo esperar hasta 1958, para intentar rehacer ese legado perdido, siendo rehabilitado sin grandes consideraciones. Se había formado en el Conservatorio de Leopolis, en donde tuvo como maestros a  Vilem Kurz y Vitezlav Novak. Compuso para todo tipo de géneros excepto ópera y ballet, pero destacan el resto con atención a la voz, con claras influencias tradicionales bien asimiladas. Dos  piezas  características: Oi, louli, louli,moya dytyno (Oh, lulí, lulí, mi niño) -T. Shevechenko- y Son (Sueño) de H. Heine/ A. Kryminskyi.

 Viktor S. Kossenko (1896- 1938), nacido en una familia ilustrada, con raíces polacas,  llegó a conocer a F. Kreisler, F. Busoni y Pau Casals, y fue director  de la Escuela de Música de Zhytomyr. Ofreció su primer concierto en 1992, con una selección de piezas profundamente líricas. Período en el que se incorporó a  la As. Rusa de Músicos Proletarios, mientras repartía labores en trío con  Volodymyr Skorokhod (violín)  y  Vasyly Kolomytsev (Chelo). Tuvo sus desavenencias con el Régimen Soviético que le obligaron un traslado forzoso a Kiev. En calidad de compositor, su Obertura Heroica, será una cita de referencias, momento en el que dedicará una atención a las herencias de las canciones tradicionales folklóricas. Su vida transcurrió en Zhytomyr, siempre en una actitud mantenida al margen de otras obligaciones y prestando una atención a la entrega de labores sociales. Dejó una obra primordial: las 24 piezas para niños, además del Poema sinfónico Moldavo, y las Canciones populares ucranianas. Realizó una gira con la cantante Oksana Kolodub y la O.F. de Ucrania en 1928 y en el final de su trayectoria, en 1935, incluyó un monográfico con obras suyas, con el bajo Ivan Patrozhynski y la soprano Maria Litvinenko Volhemut. Una selección de sus íntimas  canciones: Soumnyi ya (Estoy triste)- L. Pervomayskyi-; Hovory, hovory (¡Habla! ¡habla!)- V. Likhachov-; Yak na nebi zirochky (Como una estrella en el cielo)-V. Zaliznyak- y Vony stoyaly movchky (Permanecer en el cielo), poema de V. Strazhev.

Ramón García Balado

Ciclo de Lied

Olga Pasichnyk (soprano) y Maciej Pikulski (piano)

Obras de Chopin, Chopin/ Pauline Viardot, C. Debussy, M. Ravel, Karel Szymanowski, Vasyl Barvinky y Viktor Kossenko

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Fotos: Félix Rodríguez Ramos

 

08/12/2024

Galardones de VII Concurso de Canto Compostela Lírica

 Auditorio de Galicia, Sala Mozart. Santiago de Compostela

Yeraldín León, Milan Perisic, Andrés Sánchez- Joglar y Gabriel Alonso


Prueba de fuego para la final del VII Concurso de Canto Composta Lírica, auspiciado por Amigos de la Ópera de Santiago, el Concello de Cultura, el Consello da Cultura Galega, la Xunta de Galicia y la Fundación José Otero- Carmela Martínez,  en especial para el jurado a la hora de jugarse esa decisión definitiva que siempre deja una impresión agridulce en particular para los aspirantes y el común de los asistentes.  Dejaremos como resultado, la garantía que ofrecían los miembros que integraban los miembros de ese jurado, que curso a curso, aseguran la solvencia que los ganadores sí responden a las exigencias  requeridas, por la importancia del certamen en cuanto a la concesión de sus beneficios. Un jurado que sin grandes variaciones con respecto a otras convocatorias, estaba integrado por Arturo Reverter como Presidente; Patrick Canac, Presidente de Les Musiciens de Luberon; Aquiles Machado, director artístico del Festival de Ópera, de A Coruña, atento a buscar talentos a los que incorporar a los compromisos de la próxima convocatoria; Elisabete Matos, directora artística del Teatro Sâo Carlos de Lisboa; Graziela Valceva Fierro, mezzosoprano y profesora de canto; Celestino Varela, director artístico de la Ópera de Oviedo; Maciej Pikulski, apreciado repertorista, del que guardamos excelentes impresiones y José María Miranda, Secretario de Amigos de la Ópera de Santiago, sin derecho a voz ni voto. Tras la maratón del viernes, la sesión no menos agotadora del sábado, con las dudas para esta final en cuanto a los beneficiados de esos tres primeros Premios, el tercero concedido a Yeraldin León por el Presidente de Jurado Arturo Reverter, y 1000  euros; el segundo obtenido por Andrés Sanchez- Joglar, entregado  por Antonio Linares, en  representación de la Fundación José Otero- Carmela Martínez, que recibió 2000  euros y un recital remunerado en nuestra ciudad  y el Primero para Milan Perisͮic, por la Alcaldesa de Santiago Goretti Sanmartín,  4000 euros, tres actuaciones  repartidas entre la Real Filharmonía de Galicia, Festival Musicales de Luberon y la temporada de Ópera de Oviedo; el Diploma Andrés Gaos, con un recital dentro de las actividades del Consello da Cultura Galega entregado por Alejo Amoedo, en representación para el mejor cantante gallego reservado para Gabriel Alonso. Grado de consideración para los pianistas acompañantes en este compromiso sin reposo, José Alberto Sancho y Duncan Gifford.

Milan Perisͮic, barítono serbio, es una voz con experiencias profesionales en nuestro país, tras recibir galardones como el Concurso de Canto Josep Palet, después de su formación en el Conservatorio Giuseppe Tartini de Trieste, en su trayectoria, destaca el estreno de Antony & Cleopatra, de John Adams, y en el Teatro Real de Madrid, fue parte del elenco de La nariz, de Dmtri Shostakovich, mostrando igualmente preferencia con roles de personajes complejos como  Iago o el Conde de Luna, de Verdi, a los que se añaden Athanaël, de Thaïs  de Jules Massenet, ópera de recurre a un relato de Anatole France; para mantener ciertas distancias, el Marcello de La Bohème o el Ravel de L´enfant et les sortilèges. Dos fueron las arias elegidas por él, y que poco tenían el común. P.I. Tchaikovski, con Ya vas luyblu, de Pikovaia Dama (La Dama de Picas) y de George Bizet, L´orage s´est calmé, de Les pêcheurs de perles.

Andrés Sánchez- Joglar, tenor, con estudios en el Conservatorio Amadeo Roldán de La Habana, debutó en el Teatro Nacional Lírico de Cuba, recibiendo asesoramientos en masters con  Mietha Siglher, Fiorenza Cedolins, J. de León, Nancy Fabiola Herrera, probando en roles como Alfredo (La traviata); Mario Cavaradosi (Tosca); Florestan (Fidelio) de Beethoven; el Duque de Mantua (Rigoletto), además de participar en estrenos de óperas como El canto de amor triunfante (Febo), por obvias razones y trayectoria, la zarzuela se muestra entre sus preferencias con títulos como Cecilia Valdés; María de la O; Molinos de viento Pablo Luna); Los gavilanes o Luisa Fernanda. En su programa, había abordado precisamente Tente, detén tu paso, de Don Gil de Alcalá ( M. Penella) y E lucevan le stelle, de Tosca (Puccini), un tenor de registro amplio y proyección de gran solvencia.

Yeraldín León, mezzo, procedente de Colombia, y con formación en España, en el Escuela Reina Sofía, en el Departamento Alfredo Kraus, Fundación Areces, con Susan Bullock, venía de estudiar en la Universidad Central  de Colombia, con A. Roca y Camila Toro, además de recibir asesoramientos de Teresa Berganza, Sarah Connolly, Francisco Araiza o Iris Vermillion. Recibió la beca de la As. Wagneriana, para asistir al Festival de Bayreuth y entre sus actividades, la serie de roles interpretados de óperas como los barroquismos de Los elementos, de Literes; El gato con botas, de Xavier Montsalvatge, en el Teatro Colón de Bogotá; La nariz  (D. Sosttakovich) y la opereta Orfeo en Los infiernos , de Jacques Offenbach. Un par de arias como era preceptivo, comenzando por Cruda sorte-delicia para voces de contralto-, de L´Italiana in Algeri, de Gioacchino Rossini, y en el fiel de la balanza, Acerba voluntà (Adriana Lecouvreur), de Francesco Cilea.

Gabriel Alonso, barítono, Diploma Andrés Gaos, con un recital remunerado del Consello da Cultural Galega, recibido de manos de su compañero en lides Alejo Amoedo, por los compromisos con las atenciones a repertorios de tradición propia, en colaboración con compositores y otros profesionales, grabó recientemente so trabajo No  camiño, con Aurelio Viribay, cantante con estudios en la Escuela Reina Sofía, en la Cátedra Alfredo Kraus, Fundación Ramón Areces, con Susan Bullock, ampliando con maestros como Dylan Davis, J.J. Rodríguez, Francisco Araiza y el siempre añorado Alberto Zedda-años gloriosos del mejor Festival Mozart, de A Coruña-, que tendrían continuidad en proyectos de relevancia necesaria. Su renuncia en sus apetencias al mundo de la zarzuela, con títulos como La Gran Via; La verbena de La Paloma (Tomás Bretón), en la temporada Amigos de la Ópera de A Coruña (2020), dirigida por Fernando Briones, con dirección escénica de Emilio López, compartiendo cartel con Vanessa Goikoetxea; Borja Quiza; Laura Vila; Luís Cansino; Pablo Carballido o Nuria Lorenzo. Las dos arias de su sesión, fueron la impulsiva Vision Fugitive, escuchada la tarde anterior a Milan Perisic, duelo en las alturas y prueba de resistencia, en esta Hèrodiade, de Jules Massenet, y para ahondar en profundidades, un Wagner que no podía ser menos, por Wie Todesashnung…Oh! Du mein holder Abenstern, del Tannhäuser.

Ramón García Balado

  Foto Alberto Ramos

La acordeonista María Zubimendi, en Solos no CGAC

Centro Galego de Arte Contemporánea, Santiago de Compostela Tercer concierto del ciclo Solos n CGAC que protagonizará la acordeonista María...