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04/04/2025

Harold en Italia, vehemencia con la viola de Sara Ferrández

Santiago de Compostela - 27/03/2025


Concierto en el que la viola Sara Ferrández fue solista de Harold en Italia de Héctor Berlioz, bajo la dirección de Josep Planells  Schiaffino y que tuvimos con obras de Charles Ives:  Washington´s Birthday  y la obra en estreno de Helga Arias Parra,  I breathe every sound you leave behindSara Ferrández, comenzó sus estudios en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, para seguir en la Hochschule für Music Hans Eisler, realizando masters, recibiendo asesoramientos de Tabea Zimmermann, y en la Kronbeg Ac., donde tuvo como siguió clases de Nobuko Imai. Fue artista integrante de la Eastern Divan O, de Daniel Baremboin, y cuenta ya un una dilatada experiencia con formaciones como la Elbphilharmie (Hamburgo), la Alte Oper O. (Frankfurt), el Victoria Hall (Ginebra), además de colaborar con primeras orquestas españolas. Planells Schiaffino, director para un programa que traería bien tramado por su reparto y recursos, con sólidos fundamentos en la ESMUC y las labores como asistente de Matthias Pintscher y Heinz Holliger, tras la beca lograda en dirección por el Festival de Lucerna.

Charles Ives- Washington´s Birthday-, obra de un intenso período creativo en el que con esta pieza, completó Decoration Day; The  Four of July; December o General Williams Booth´s Entrance to Heaven, además de otras destinadas a otros instrumentos. La obra que nos afectaba fue presentada como composición integrante de la Holidays Symphony y que finalmente llevaría el título de New England Holiday, en sus pretensiones, que acabaría rechazando por ese condicionamiento forzoso en el tratamiento dentro del estilo sinfónico. En sus partes pues, Washington´s Birthday,  rememoraba el aniversario de la ciudad. Compuesto en 1909, tendrá su revisión en 1913, destinada a un orgánico más reducido, en una evocación del invierno por el paisajismo nevado de Nueva Inglaterra- en especial por las cuerdas-añadiendo sonidos de fanfarria que describen vistosas danzas populares en contrapunto rítmico.  Las piezas de la obra, tuvieron distintas evoluciones desde Decoration Day a The Fourth of July y Thanksgiving and/or Forefather´s Day, llegando a ser presentadas con directores distintos,  recibiendo  registros discográficos independientes, como pasaría con el resto, y que tendría para ese trabajo, la participación de integrantes de una orquesta con los que colaboraba,  tras unos apurados ensayos que eliminarían pasajes de importancia. Obra festiva y sorprendente para dejar una impresión de entretenimiento sin grandes alardes.

Helga Arias Parra, con estreno profundo del compromiso con la RFG y la Basel Sinfonietta- I breathe every sound you leave behind- pieza que indaga en las cualidades y recursos de sus medios , es autora imaginativa también dentro  del mundo sonoro y los recursos electrónicos- en la obra expresados en el pasaje de voz recitada precisamente en grabación- ejemplo de esos estudios en la Universität für Musik und darstellende Kunst Wien, con Karlheinz Essl o en la Kunsuniversität Graz, con Beat Furrer, tras estudiar en el Conservatorio Superior de Granada, preparando su etapa en Milán y Parma, en donde tendrá como maestro a Javier Torres Maldonado para ampliar en los centros citados y que tendrá continuidad con compositores como Kaija Saariaho; Chaya Czernowin, C.F. Haas, Toshio Hosokawa, Pierluigi Biloni, Alberto Posadas, P.Manoury, J. Mª Sánchez-Verdú, Daniel Teruggi o G. Erkoreka, entre otros. Sus obras recibieron buena aceptación desde el Centro Pompidou, al Koncerthaus (Berlin); el Fest. Mixtur (Barcelona), Echoraum Wien; Donauschinger Musiktage; la SWR (Frigurgo); la Fundación BBVA y agrupaciones especializadas  como Vertixe Sonora, quienes ofrecieron obras suyas en el ciclo Correspondencia Sonoras, del CGAC. El cuarteto Espai Sonoro, estrenó A common sense of self, de su firma.  Recibió premios como el Internazzionale Città di Udine, el Wittener Tage für Neue Kammermusik Competition (Alemania), contando entre sus trabajos con registros como Milh spilt on a Stone; Astraglossa; Incipit; Konturen I o 19 knives.

Héctor Berlioz- Harold en Italia Op. 16-, concierto para viola y orquesta, que en principio pudo titularse Los últimos instantes de María Estuardo, aspecto que para el autor tendrá una importancia claramente inferior. ¿Habría de ser la viola la representación de ese personaje? Es probable, en parte por la función de la orquesta en el tejido de las intrigas desarrolladas en semejante entorno, pero la pretendida reina se convertirá en noble caballero consumido por la tristeza y el desánimo pero con una acusada personalidad poliédrica. El Childe Harold de Byron, que a mayores, será el propio Berlioz, donde rivaliza con Virgilio. Shakespeare o Goethe, siendo Byron quien tome ventaja por la afinidad de sensibilidad y altiva melancolía, compartida en la villa Medicis, sobre la huella de sus andanzas. Una idea literaria que no será precisa quedándose con la referencia al pasaje de una sencilla dedicatoria. Bastará con saber con que la viola solista, resulta  un personaje vivo, melancólico y en actitud de rechazo doloroso, en medio de una naturaleza exuberante. Obra de la que Sara Ferrández supo ofrecer una amplitud de registros con un personal posicionamiento en escena, especialmente en la Orgie des Brigans   Un encargo de Paganini, ansioso de una obra de semejantes dimensiones y que se conformará en el estilo de una sinfonía concertante, en la que la idée fixe, resulta un aspecto fundamental, para la recreación de la serie de visiones poéticas.

Harold aux Montagnes (Adagio/Allegro), en el que se procura someter a los chelos y contrabajos para dar pie a un preciso clima sombrío plagado de misterio, marcado por los aspectos cromáticos del tempo en sus pasajes ensoñadores para ceder a un Allegro más clásico en su elaboración que contradice los aspectos precedentes en una escena efusiva y colorista culminada por un tutti y una coda portentosa. La Marche des  pélerins,  cantando la plegaria del atardecer, un Allegretto que describía pues una procesión de peregrinos en el campo, escuchado en la distancia mientras se acerca pausadamente con dos temas, uno en ritmo binario, con un aire salmódico y el segundo que se anuncia con una amplia melodía en la que la palabra definitiva es tratada por la viola, exponiendo el motivo de Harold, por medio de valores dobles, a través de dos temas que se funden en apacibles arpegios. Los chelos en pizzicato, preludiando el efecto de campanas lejanas que insinuaban el canto de peregrinos propuestos por dos trompetas y arpa.

La Sérenaded´un Montagnard des Abruzzes à sa maitresse- Allegro assai-,  el producto de la inspiración recibida por sus viajes a esas tierras, en las visitas de 1833 y que se iniciaba con una especie de ritornello, tomado de una tonada popular, que nos llevó a la recuperación de los sonidos de los pifferari, pequeñas flautas campesinas propias del sur de aquellas tierras. Una serenata confiada al corno inglés, mientras le responde la viola solista tomando el tema de Harold, quedaba como una impregnación recreada en contrapunto en forma de ritornello, junto al detalle del tema del héroe, tratado por flautas sobre armónicos del arpa. Una evocación que se alejaba de un sencillo apunte folklorista.  La Orgie de Brigands-Finale/Allegro frenetico-, auténtica conclusión apoteósica y febril como reclama esta forma de sinfonía concertante, en su arrebatado ímpetu trascendente en su ambición y que no ha dejado de suscitar más de una duda sobre el desarrollo de la obra, en la que la viola mantenía la palabra definitiva, por su excitación y vehemencia que nos llevó a una despedida en la que Harold se expresó en forma de rondó, en un apabullante final. Dejará Berlioz aquí un amasijo de ideas nuevas y originales, en las que la viola quedará atrapada por el torbellino de esa orgia de los bandidos.

Ramón García Balado

 

Sara Ferrández.

Real Filharmonía de Galicia / Josep Planells Schiaffino

Obras de Charles Ives, Helga Arias y Hector Berlioz

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-harold-en-italia-vehemencia-con-la-viola-de-sara-ferrandez-por-ramon-garcia-balado 

20/03/2025

Rosalía Gómez Lasheras: Una paseo francés con la Banda Municipal

 Auditorio de Galicia. Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal dirigida por Casiano Mouriño Maquieira, recibiendo como invitada a la pianista Rosalía Gómez Lasheras en el Auditorio de Galicia-día 23, a las 12´00 h-, para un programa eminentemente francés, entre obras de Maurice Ravel y Camille Saint-Saëns,  nuestra apreciada pianista que se apunta al Concert pour la main gauche, de Maurice Ravel, en arreglo de Diego García, músico del que también tendremos la Pavane pour une infante defunte, según la óptica de un habitual, Johan de Meij. Philippe Sparke, tendrá su Simphonic Methamorfosis, recurriendo como fundamentos a la Tercera Sinfonía (con órgano), de Camille Saint-Saëns, músico que repite con La Grande Marche, de su obra especialmente para banda, Orient et Occident Op. 25, procedente de la edición Hauswirth/Lange.

Rosalía Gómez Lasheras, ya desde muy joven, nos dejó excelentes impresiones colaborando en ciclos propuestos por la USC, en el Paraninfo da Universidad y la Escola Berenguela, disfrutando en su currículo de asesoramientos de prestigiados maestros: Bruno Canino, Menahem Pressler, Claudio Martínez- Mehner, Dmtri Bashkirov, Elisabeth Leonskaia, Lilya Zilberstein o Galina Egyarzarova. Obtuvo el XVI Concurso de Piano Infanta Cristina, el Chopin de Alto Minho, participando en eventos como la Summer Ac. Mozarteum (Salzburgo); el Schleswig- Holstein Music Fest (Lübeck); el Moscow Meets- Friend Fest., y la invitación de la Fundación Spivakov, siendo laureada con el Laurentes Award, destacando entre sus actividades su interés por la música antigua, en la especialidad de clave, con Siebe Henstra, en el Conservatorio de Utrecht y en fortepiano, en la Schola Cantorum Basiliensis, con Edoardo Torbianelli, un sucinto resumen de una amplia carrera que nos dejó su colaboración en el modélico proyecto Espazos Sonoros, que promueven Belén Bermejo y Andrés  Díaz, en la cita de 2019, con su recital-visita al Pazo de Faramello, en el que destacan sus jardines de inspiración francesa, y en el que ofreció el programa O fortepiano, de Viena a Londres, con obras de J.Haydn, L.v. Beethoven y Muzio Clementi.

Ravel con su Concert pour la main gauche, (1929/30), destinado al pianista Paul Wittgenstein, hermano del filósofo Ludwig Wittgenstein- Tractatus lógico- philosophicus (1921)-, un virtuoso pianista que perdió una mano a consecuencias de la guerra, obra que se estrenará el 5 de enero de 1932, con la O.S. de Viena, en la Grosser Musikvereinsall, con Robert Heger, como solista, para repetir cinco años después en París, con Jacques Février, con dirección de Charles Munch, mientras que Wittgenstein mantenía los derechos de la obra, que le llevaría a realizar algunas modificaciones, para su ejecución. Un concierto de plena vigencia en la actualidad y muy diferente del otro compuesto para el teclado, obra en un solo tiempo y con detalles procedentes del jazz, pero con una compleja escritura. Lo esencial es no dar la impresión de un tejido sonoro ligero más propio de una obra convencional. Tras una primera parte impregnada del espíritu pretendido, destaca un episodio de carácter improvisatorio, que nos acerca a esa inspiración jazzística. Más adelante, aparecen ideas tomadas de temas de la primera parte. El dedicatario en un esfuerzo sobrehumano, sabría superarse ante semejantes e inimaginables limitaciones, un ejemplo que tendrá refrendo en otros compositores de la época: Richard Strauss, con Parergon zur Symphonia domestica Op. 73 o su Panatheäenzung Op. 74 o las Diversions for Piano and Orchester, en Si b, de Benjamin Britten. En conjunto,  un estilo de rapsodia en el estilo de Tzigane, motivado por el planteamiento en un solo movimiento, cargado de importantes cadencias  y con preponderancia de notas graves que se pueden explicar por el hecho de que la pieza estaba escrita para la mano izquierda  y no para la derecha. No se pueden producir visos de polifonía y sólo se exponen melodías sencillas cuyo acompañamiento llena los espacios vacíos creados entre las líneas temáticas principales.

La Pavane pour une infante defunte, que desde el teclado tendrá tratamiento orquestal, se recupera según la idea de Johan  de Meij, obra ciertamente agradecida por sus arcaísmos libérrimos, inquietud irrenunciable para los creadores de la vanguardia impresionista, obra en la que la palabra final, dependería del pianista español Ricard Viñes, en una dedicatoria afectuosa para la princesa de Polignac y que se dará a conocer en la primavera de 1902, preparando con ello la celebrada orquestación de nuestro Maurice Ravel, quien la convertirá en página instrumental para todo tipo de arreglos. Obra con estreno en la versión de los Concerts Hasselmans, parisinos, el 25 de diciembre de 1911, bajo la tutela del maestro Alfredo Casella, dejando para los aficionados la claridad de su nítida transparencia, por el orgánico de su instrumentación, desde el comienzo marcado por un clima de melancolía. Ravel, no dejará de criticar los resultados logrados con esta composición.

Camille Saint-Saëns, obsequia con una obra circunstancia, Orient et Occident Op. 25, un detalle para Monsieur Theodor Biais, pieza en dos sencillas secciones, una marcha que no deja de tener su atractivo especialmente en esta propuesta de lectura para banda, obra encargo de la Unión de las Bellas Artes Aplicadas a la Industria, por lo que el resultado sonoro será  el previsible, mientras el autor se centraba en la composición de una cantata para la conmemoración del centenario del General Hoche, en Versalles. En su haber,  ya se habían dado a conocer obras tan representativas como Le timbre d´argent o Les trois rhapsodies bretones. Un período convulso en su vida, con la Guerra Franco- Prusiana como telón de fondo, en el que con ello, no le impediría ofrecer conciertos en Alemania, publicando su Segundo concierto para piano, y mantener su relación personal con Ferenz Liszt.

Procedente de la Tercera Sinfonía (Para órgano), la pieza de P.Sparke (1951), también compositor que suele acompañarnos, esta vez con  Symphonic Methamorfosis. La obra de Saint-Saëns, también sufrió sus cribas en lo relativo al número de orden, en la serie de sus seis sinfonías, de las que dos quedarían inconclusas, aunque dejando definitivamente una impresión positiva de su legado sinfónico en el espacio francés. Esta obra nos lleva al invierno de 1885/6, un compromiso para la London Sinfonic Society, que se presentará en mayo de 1886, en lo que supondría un homenaje a su admirado Ferenz Liszt. Obra en cuatro tiempos desde un Adagio-Allegro, en el aparecen citas del Dies Irae; el Poco adagio, tiempo realzado por el protagonismo del órgano que se manifiesta a través de graves acordes, en diálogo con la orquesta para pasar al Scherzo y un Finale, en el que el órgano impone su prestancia, al que responde un desarrollo de construcción ricamente contrapuntístico.

 Ramón García Balado

17/03/2025

Olga Pasichnyk: Mélodie y canción eslava


 Concierto de la soprano Olga Pasichnyk, acompañada al piano por Maciej Pikulski, habitual desde hace una temporadas en las programaciones de este ciclo, y que repartió sus preferencias entre piezas del impresionismo francés desde C.Debussy a M. Ravel a  Pauline Viardot/Chopin- con dos páginas pianísticas del polaco-  para ampliar con Karol Szymanowski, Viktor Kossenko y los detalles de inspiración autóctona de Vasyl Barvinski, un cuidado registro de opciones distintas en la voz de una especialista que se formó en la Universidad Fryderyk Chopin (Varsovia) tras iniciarse en el Conservatorio de Kiev, comenzando profesionalmente sus actividades en la Ópera de Cámara, de Varsovia. Una carrera que supo congeniar entre las tradiciones barrocas y las elecciones por tendencias más recientes y que consolidaría el cuidado de repertorios de agrupaciones especializadas en barroco como las que dirigen Marc Minkowski, J. Claude Malgoire o la Akademie für Alte Musik Berlin  y más en la cercanía, con K.Penderecki  o Lutoslawski, de quien grabó las Canciones de Kurpie, que se añaden a la ópera Alcide, de Bortniansky. Cantante que venía a confirmar la aceptación entre los asistentes de esos repertorios ya en cartel desde la presencia de compositores como Dvorak, Janacek o Matinu, una voz de amplios recursos   merced a un logrado equilibrio expresivo tanto en un género como en el otro y que nos ubica en el espacio de esas grandes que desde generaciones se han convertido en artistas irrenunciables en el ámbito internacional, cantante dotada de una presencia escénica de una elegancia de gestos y actitudes dignas de considerar.

Maciej Pikulski, miembro integrante del Concurso de Canto de Amigos de la Ópera de Santiago, fue discípulo de Dominique Merlet y Clive Britton (quien siguió la escuela de Claudio Arrau), pianista que cuenta con registros de obras como el Segundo concierto, de S. Rachmaninov, o los dedicados a obras de Ferenz Liszt, Chopin, Schubert-lieder-, o S. Rachamaninov. Grabó repertorios camerísticos con el chelista Raphael Chretien y en el ámbito que nos afecta, le encontramos realizando conciertos con José van Dam o Renée Fleming.

 F. Chopin copando buena parte del comienzo desde las cuatro canciones de Zbior Spiewow Polskich Op. 74, grupo aislado de forma separada con su colaborador Julian Fontana para el editor berlinés Schlesinger, en 1857. Zyczenie (Deseo) sobre S. Witwicki que se conocería aisladamente en Kiev sin mención del autor y que Liszt transcribirá en sus Glanes de Woronince atribuyéndolos como cantos populares.  Smutna rezka (Río lúgubre), del mismo poeta, un lamento para voz tenue con delicado acompañamiento de piano, y un cuidado de cromatismos acentuados.  Sliczny chlopiec (Joven atractivo)- B. Zaleski-, típico aire de mazurka tradicional. Chopin/Pauline Viardot, efluvios parisinos en otra serie de mazurkas de segura aceptación, un estilo actualizado que encontramos en Aime moi (Ámame); Berceuse (Canción de cuna) y Coquette (Coqueta), sobre la poética de L.Pomey. Para el pianista, el Nocturno Op. 27, nº 2, en Re b M., Lento sostenuto, pieza muy apreciada por Mendelssohn por el talante de sus ornamentos y arabescos decorativos de aparente sencillez. En el espacio del franco- polaco, el pianismo emblemático del Étude révolutionnaire nº 12, del Op. 10, en Do m.(Allegro con fuoco), obra testimonial con trasfondo histórico por la caída de Varsovia y que dio a conocer en Stuttgart, camino de París. Una electrizante obsesión percusiva sobre largos pasajes acentuados cargados de desesperación marcados por dificultades extremas decididas por la riqueza de escritura y en particular en los diseños de la mano izquierda por sus motivos brillantes que completan una atmósfera de puro appassionato.

C. Debussy con piezas de juventud todavía impregnadas de una vivacidad de gusto poético indeciso, algunas destinadas a la cantante Marie-Blanche Vasnier, a la que acompañaría desde 1881, coincidiendo en las aulas de Mme Moreau-Sainti y que entonces probaba recreando las poéticas de Baudelaire, Verlaine o Mallarmé, además de cuidar sus atenciones con Pierre Louys, D´Annunzio, Segalen o Maeterlinck, preparando una de sus obras de gran aprecio Pelléas et Mélisande en un estado de permanente duda. Así irán llegando las tres elegidas: Romance (Romanza)-P. Bourget-, de quien también se tomó Regret (Arrepentimiento), mélodies que evocan otras Mandoline, En Sourdine y Claire de lune, de Verlaine, en las que pueden hallarse estilismos propios de Massenet.   Mari-Blanche Vasnier, inspirará la evolución de este estilo primerizo, que engloba unas 25 mélodies, esbozos de las futuras Fêtes galantes (Verlaine) de las que también es modelo Fleur des blés (Flor de trigo)- A. Girod-, dedicada a Mme Emilie Daguingand. Debussy ensoñador y dotado de una elegancia de un humorismo perspicaz.

Maurice Ravel-Cinc mélodies populaires greques- sobre textos anónimos traducidos por Calvocaressi y que tendrían orquestación de Manuel Rosenthal tras su composición para voz y piano con un primer intento del propio autor, puerta abierta a otras recopilaciones como Tripatos, Sept Chants populaires y Deux Mélodies hébraïques, síntesis de un estilo que recurre a formas tradicionales de una época y una región, manteniendo el ideario del autor. Chanson de la mariée- modéré, très doux-,  presentaba a la joven amante preparando su boda, en un canto ligeramente tradicional con una dulzura serena expresada en un ámbito restringido y ambiguo gracias al uso de melismas repetitivos. Là-bas  vers l´église- andante-, descripción del rito de la ceremonia con un fondo de campanas expresado en la parte aguda del piano, con respuesta de detalles festivos que trastocan la monotonía aparente.  Quel galant m´est comparable-allegro-,  distanciamiento de la precedente en favor de la invención aportada por el melodismo logrado en menos de un minuto.  Chanson des cuilleuses de lentisques-lent-, una evocación mediterránea que ayuda a esta forma de rêverie, sostenida por acentuaciones breves y obsesivas.  Tout gai-allegro-, una exaltación del entusiasmo merced a un ritmo remarcado para terminar con  un detalle de colores enriquecedores en beneficio de la cantante.

Karol Szymanowski (1882/ 1937), con una selección de los Piesni kurpiowskie Op. 58 (Cantos de Kurpie): Zarzyi ze kuniu, zarzyjze wrony (relincha el caballo); Wylsa Burzycka (envíe a Burzycka) y Pod borem siwe kunie (Y bajo el bosque, caballos grises). Autor de canciones localistas desde Labedz a Kolysanka Dziecata o Suleika y los Bunte Lieder. Un romántico tardío admirador de Reger y Richard Strauss, fascinado por los nuevos recursos de Scriabin, Schönberg y el maduro Stravinski. En resumen, un compositor a nivel europeo que sabrá aprovechar las herencias de Moniuzko ya desde las primeras piezas a partir de la poética de J. Kasprowicz. Las elegidas provenían de su asistencia a una representación de Wesele na Kurpiach (Bodas de Kurpie), un espectáculo ofrecido por Skierowski, entre música y danza en 1928 a partir de una antología de temas folklóricos Puszeza Kurpiowska na piesni (El bosque de Kurpiene en canciones) que motivará esta recopilación de canciones en variados arreglos a través de doce armonizaciones para voz y piano.

Dos de los compositores con profunda relación con las tradiciones ucranianas, para completar programa: Vasyl Olesandrovych Barvinsky (1888/ 1963), uno de los primeros ucranianos en recibir el reconocimiento internacional cuyas influencias directas vendrían por su madre, Yevhniya, pianista y cantante, siendo fundador de un centro que lleva el nombre de Solomiya Kovshelnystka. Una vida de sobresaltos ya que con su compañera habían sido arrestados por la NKVD, en 1948, en el Gulag  de Mordova, mientras parte de su obra desaparecía en sospechosas circunstancias, debiendo esperar hasta 1958, para intentar rehacer ese legado perdido, siendo rehabilitado sin grandes consideraciones. Se había formado en el Conservatorio de Leopolis, en donde tuvo como maestros a  Vilem Kurz y Vitezlav Novak. Compuso para todo tipo de géneros excepto ópera y ballet, pero destacan el resto con atención a la voz, con claras influencias tradicionales bien asimiladas. Dos  piezas  características: Oi, louli, louli,moya dytyno (Oh, lulí, lulí, mi niño) -T. Shevechenko- y Son (Sueño) de H. Heine/ A. Kryminskyi.

 Viktor S. Kossenko (1896- 1938), nacido en una familia ilustrada, con raíces polacas,  llegó a conocer a F. Kreisler, F. Busoni y Pau Casals, y fue director  de la Escuela de Música de Zhytomyr. Ofreció su primer concierto en 1992, con una selección de piezas profundamente líricas. Período en el que se incorporó a  la As. Rusa de Músicos Proletarios, mientras repartía labores en trío con  Volodymyr Skorokhod (violín)  y  Vasyly Kolomytsev (Chelo). Tuvo sus desavenencias con el Régimen Soviético que le obligaron un traslado forzoso a Kiev. En calidad de compositor, su Obertura Heroica, será una cita de referencias, momento en el que dedicará una atención a las herencias de las canciones tradicionales folklóricas. Su vida transcurrió en Zhytomyr, siempre en una actitud mantenida al margen de otras obligaciones y prestando una atención a la entrega de labores sociales. Dejó una obra primordial: las 24 piezas para niños, además del Poema sinfónico Moldavo, y las Canciones populares ucranianas. Realizó una gira con la cantante Oksana Kolodub y la O.F. de Ucrania en 1928 y en el final de su trayectoria, en 1935, incluyó un monográfico con obras suyas, con el bajo Ivan Patrozhynski y la soprano Maria Litvinenko Volhemut. Una selección de sus íntimas  canciones: Soumnyi ya (Estoy triste)- L. Pervomayskyi-; Hovory, hovory (¡Habla! ¡habla!)- V. Likhachov-; Yak na nebi zirochky (Como una estrella en el cielo)-V. Zaliznyak- y Vony stoyaly movchky (Permanecer en el cielo), poema de V. Strazhev.

Ramón García Balado

Ciclo de Lied

Olga Pasichnyk (soprano) y Maciej Pikulski (piano)

Obras de Chopin, Chopin/ Pauline Viardot, C. Debussy, M. Ravel, Karel Szymanowski, Vasyl Barvinky y Viktor Kossenko

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Fotos: Félix Rodríguez Ramos

 

16/03/2025

David Fernández Alonso, el sonido de la trompa en sus perfilados

 


David Fernández Alonso
tuvo bajo su confianza dos obras de Emmanuel Chabrier- Larghetto- y de Paul Dukas- Villanelle-,  en un programa que añade Súbito con forza, de Unsuk Chin, y la Sinfonía nº º 3, en Mi b M. Op. 55 (Heroica), de L.v. Beethoven. David Fernández Alonso, con estudios en Karlsruhe, siguiendo la docencia de Will Sanders, se inició profesionalmente con formaciones como la JONDE, la Staatskappe Dresden, la O. de la Radio de Stuttgart, la BBC Proms, la Gustav Mahler Jugendorchster, siendo dirigido por maestros como Lorin Maazel, Zubin Mehta, Kurt Masur, André Previn, Riccardo Chailly, Esa Pekka-Salonen, D. Harding o Carlo Maria Giulini y G. Rodesvensky. Una evolución que le llevó a integrarse en la OSG y a colaborar en proyectos con la RFG. Recibió el Premio de la Crítica de Galicia (2003) y especialmente merecen mención sus cursos impartidos en  la EAEM. En el ámbito camerístico, fue parte de grupo Moonwinds, dirigido por Joan Enric Lluna.

Puso en atriles la recuperación de Concierto para trompa y orquesta de José Arriola, dirigido por Maximino Zumalave, en marzo de 2011, junto al Concertino para cuerdas, de Federico Mosquera y la Sinfonía nº 92, en Sol M. (Oxford), de F.J.Haydn y no menor interés tiene su participación con nuestra orquesta, en una selección de obras de José Arriola, publicadas en un doble cd, dirigido por Maximino Zumalave, en el precisamente incluyó la composición citada. En el registro, colaboraron también Joaquín Soriano-Concertino para piano-; Víctor y Luís del Valle-Divertimento concertante-; Carmen Durán y Javier Franco, en obras para la voz, escritas sobre la poética de Antonio Machado, un justo homenaje al compositor de biografía no exenta de contratiempos.

Dos obras para la trompa, comenzando por el Larghetto, de Emmanuel Chabrier, pieza que destila modismos peculiares en los aspectos  tímbricos, detalle nada desdeñable si tenemos en cuenta su trayectoria en la que mantuvo excelentes relaciones con Verlaine-quien le ayudaría en la aportación de dos libretos para dos de sus opéras liriques; o con artistas como Manet y Duparc. Su afinidad con las tradiciones de procedencia ibérica, dejó dos ejemplos que conservan la aceptación de los aficionados: la rapsodia España, una pieza tiznada de hispanismos peculiares y que vería la luz en las sesiones programadas por Charles Lamoureux, o la Habanera-entre tantas posibles, aprovecharía en ella material tomado de breves composiciones para piano. De su talento, destacan obras entretenidas como Le roi malgré lui (fiesta polaca y danza), destinada a la Opéra Comique parisina o Joyeuse marche, otra animada curiosidad que dedicaría a su amigo Vicent d´Indy, una especie de fantasía que deja imagen de su estilo resuelto y atractivo. Pieza breves pues, y para lucimiento de soltura e ingenio.   Paul Dukas- Villanelle-, un despliegue de recursos técnicos, destinado a llevar al instrumento a un exigible lucimiento. Dukas, para no alejarnos, fue el maestro de obras de gran reclamo como El aprendiz de brujo, calificado como scherzo sinfónico y que remite a una inspiración literaria, tema que había tratado en la obertura de concierto Polieucto- una tragedia de Corneille-, y en mejor consideración, el poema danzado La Péri, destinado a los ballets de Serge Diaghilev, en dedicatoria a la bailarina N. Trouhnova, para subir a escena en el Théâtre Châtelet parisino. En sus años de estudio, había tenido como maestro a Ernest Giraud, mientras compartía labores con Claude Debussy, llegando a ser profesor de compositores como Olivier Messiaen. Su ópera Ariane et Barbe-Bleu, conserva el respeto de los aficionados y la crítica, quienes llegaron a equipararle con Richard Strauss, salvando tras obvias distancias. Detalle de atención para los aficionados que completaría con un bis cromático y audaz.

Novedad para comenzar, por Súbito con forza (2020), de Unsuk Chin, breve tarjeta de visita condensada en cinco minutos, para dos oboe, dos flautas, dos clarinetes, dos fagotes, dos trompas y dos trompetas, una dedicatoria con motivo del 250 Aniversario de Beethoven, de quien tuvo como primordial maestro a G.Ligeti, en Hamburgo, para continuar en Berlín, en donde estableció su residencia. Fue Premio del Certamen Grawemeyer (2004) y recientemente editó una selección de importantes obras, con la Berliner Philharmiker, dirigido por Daniel Harding, y Simon Rattle, obras como el Concierto para violín nº  1; el de chelo o Le silence des Sirènes; el Concierto para piano; Chorós y Roncaná, teniendo como solistas a  Christian Tetzlaff, Alban Gerhardt, Barbara Hannigan, Sunwook Kim. En esta trayectoria, se la comparó con Kaija Saariaho, por la riqueza de su paleta y la calidad de sus propuestas tímbricas. Se aprecia que donde Saariaho introducía el pathos, Unsun Chin, se decide por un sentido del humor y el juego. Esta entrega en registro discográfico, en idea del compendio de una dimensión asequible, gracias al trabajo editado por la Berliner Philharmoniker Recordings- tanto sonoro como audiovisual. György Ligeti, ejerció sobre ella una influencia determinante a lo largo de tres años, aunque con frecuentes roces entre maestro y alumna, en los que ella se distanció del postserialismo, que encontrará en otros epígonos de las influencias de Darmstadt.

Beethoven- Sinfonía nº 3, en Mi b M. Op. 55 (Heroica)-, obra de juventud y que en sus comienzos calificará como Grande, cuando la ofrezca a los editores Breitkopf & Härtel, asunto que aparece en el frontispicio del original, producto de una larga y trabajada gestación. La citada dedicatoria a Napoleón, arrastrará ríos de tinta por los convulsos avatares del momento lo que le llevó a poner en solfa en frontispicio inicial al tiempo de que con esta obra, hará saltar por los aires esquemas que hasta entonces, parecían inasumibles. Pablo González, siempre apreciado por sus visitas, tuvo a gala detallarnos la trascendencia de las motivaciones personales y biográficas, resumiendo en un par de palabras: El genio que renegaba de la soberbia imperial napoleónica, para reivindicar el sentido heroico del artista ante el destino.  Para su tratamiento, Mantuvo la idea de sus cuatro tiempos desde el Allegro con brio, genuinamente gigantesco por su planteamiento, arrancando con los chelos tras un primer acorde inicial sin preámbulos previos. El segundo tema se elaboraba a través de una toma de aliento sobre cuatro ideas que el desarrollo utilizaba temas ya expuestos entre argumentos agresivos en forma de elaborada conquista con variaciones de ritmos y modulaciones que parece empujar este tiempo hacía una potente dinámica afirmativa con resolutiva eficacia.

La Marcia fúnebre: Adagio assai, especialmente célebre y que en su primer trato pudo ser una marcha triunfal, resultó un repliegue meditativo y un ejercicio de conciencia sobre la condición humana y los pesares que la abruman. En esencia, una serenidad en forma ternaria dentro de una inmensa arquitectura imprevisible en apariencia. Para anécdota, la actitud de Hans von Bülow, quien tras la observación del movimiento anterior, llegó a suspender la ejecución de la obra. Un profundo dolor impregnó esta obra abierta e imprevisible para los estilos de época, destacando cierta sequedad por los dobles fugados y la insistente contundencia.  El Scherzo: Allegro vivace,  remarcado por los metales resultó una actitud triunfante, propiciando por un aire agreste entre lo telúrico y lo rítmico que podrá remitirnos al Allegro con brio.  El Finale: Allegro molto, se elaboró en forma de variación que también asimila aspectos temáticos ya usados en el cuadro final del ballet Las criaturas de Prometeo o las Variaciones Op. 35, desde un bajo de perfil contrapunteado. El final de la obra, resultó la síntesis de la típica forma-sonata, de la forma- variación y de la escritura fugada. Sinfonía de connotaciones precisas, fue el grado de consideración para Pablo González, director con el que disfrutamos de una afinidad ciertamente regular. Una obra con estreno en el Theater an der Wien, el 7 de abril de 1805, bajo su propia dirección, después de su estreno privado en el Palacio del Príncipe Lobkowitz, quien será su dedicatario definitivo.

Ramón García Balado

David Fernández.Real Filharmonía de Galicia/Pablo González

Obras de Unsuk Chin, Emmanuel Chabrier, P. Dukas y L.v. Beethoven

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Fernando Buide en estreno: Cantico para soprano, coro y orquesta

  A Coruña - 28/03/2025 Un  programa que asistió al estreno del Cantico para soprano, coro y orquesta , completando con Les Iluminations ,...