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21/08/2023

Zoar Ensemble y la OSG dirigida por José Trigueros clausuran el X Festival Bal y Gay

  Festival Bal y Gay, 22 y 24 de agosto 2023

Clausura del X Festival Bal y Gay con el Ensemble Zoar en la Igrexa de San Miguel del Reinante (Barreiros)-día 22 a las 20´30 h.-, grupo que forman Joan Ibáñez (flauta), Antonio  Suarez  (clarinete), Alex Salgueiro (fagot) , Benjamín Iglesias (trompa) y el oboísta David Villa, responsable de los arreglos de la obra en tratamiento, en concreto la Suite Iberia de Isaac  Albéniz. Obra que ha merecido continuos y afortunados análisis, remitiéndonos en esta ocasión a una de las opiniones de mayor consideración, la de Walter Aaron Clark: Puede considerarse pues que las tres últimas fases de la producción como compositor, corresponden aproximadamente a las tres últimas décadas de su vida, desde 1880 hasta 1909. Cada década supuso un nuevo nivel de evolución, hasta la culminación en una indiscutible obra maestra, Iberia. La otra gran característica  que se aprecia en lsu vida personal es que aparte de sus comienzos como compositor de zarzuelas, la primera década fue dedicada sobre todo a la composición de obras para piano, mientras la segunda década fue consagrada ante todo al teatro musical. El último período creativo presenta el retorno a las composiciones para piano. Esta aparente forma ABA, sin embargo, presenta importantes variaciones en el da capo. Pues el compositor de Iberia  estaba a años luz del Albéniz que compuso Recuerdos de viaje, en cuanto a sofisticación musical y dominio técnico, como él mismo reconoció. Es cierto que algunos aspectos de Iberia, se observan ya en las primeras obras, como el uso de ritmos españoles de danza, la modalidad (especialmente el modo frigio), los característicos floreos melódicos y rítmicos, el tetracordo menor descendente y las evocaciones del cante jondo y la guitarra flamenca. Pero muchas de las características principales de Iberia, están completamente ausentes en el primer período.

Aunque el estilo de Albéniz siempre se caracterizó por el uso de ritmos animados, el uso de Iberia de compases superpuestos, compases rápidamente cambiantes y complejos patrones de acentuación representan un salto cualitativo respecto a sus hábitos anteriores. Las texturas de Iberia y de las primeras obras son esencialmente homofónicas, las de Iberia son mucho más animadas y presentan a menudo un uso contrapuntístico de las contramelodías, especialmente durante las secciones de desarrollo. Finalmente, la explotación virtuosística de los recursos del piano, la imponente variedad de timbres y efectos que Albéniz extrae del instrumento en Iberia, no tiene paralelo en las composiciones del primer período.

Iberia o también las 12  nouvelles impressions en quatre cahiers  por influjo de las corrientes de moda, se resumen en sus cuatro cuadernos a libre elección de los intérpretes, según las demandas de programa. Un primer cuaderno con tres piezas: Evocación, El Puerto y El Corpus en Sevilla; el segundo con Rondeña, Almería y Triana; el tercero repartido ente Albaicín, El Polo y Lavapiés para completar el cuarto con Málaga, Jerez y Eritaña. El primero estrenado en la Sala Erard parisina el 9 de mayo de 1906, con la insigne Blanche Selva; el siguiente en San Juan de Luz (País Vasco francés), el 11 de septiembre de 1907, en dos de sus tiempos Rondeña y Almería, anticipando  Triana para el 5 de noviembre del año anterior, en manos de Joaquim Malats, y las otras dos para Mme Blanche.  El tercer cuaderno, también el París, en el Palacio de la Princesa de Polignac, el 2 de mayo de 1908, de nuevo Blanche Selva, protagonista del cuarto cuaderno, en la Societé Nationale de Musique (Salon d´Automne), el 9 de febrero de 1909.

La OSG, dirigida por José Trigueros, maestro asiduo en convocatorias como la actual, tendrán la fortuna y el protagonismo del poner la guinda de clausura de este festival que nos ha llevado por distintos lugares da Mariña, con su sesión en la Basílica Catedral Asunción de Mondoñedo- día 24, a las 21 h.-, con un entretenido y atractivo programa que comenzará con el Divertimento nº 1, Op. 20 de Leó  Weiner, húngaro talento desde sus años jóvenes y perspicaz ingenioso en cuanto sus creaciones, por lo que su vigencia no ha perdido compa en los estilos ligeros. Alumno de Koessler en la Academia de Budapest, ampliará en Alemania y París. Béla Bartók o Kodaly, estarán en las antípodas de sus ambiciones creativas, aunque no afecten a su ideario estético. En parte la asimilación del folkore de su tierra, cobrará perspectivas realmente distintas, convirtiendo a Weiner en cabeza de otras tendencias más populares. Un dato, algunos de sus trabajos, serían adaptaciones a su manera de obras de Ferenz Lisz. La consecución del Premio Erkel de composición en 1906, sería un punto de atención. Su legado no será excesivamente amplio, pero el repertorio camerístico tendrá un especial gancho, desde la obtención del Premio Coolige, aunque habrá de tenerse en cuenta el intenso período como miembro de la Ópera Cómica de Budapest como director.

Johannes Brahms con la Serenata nº 1, en Re M. Op. 11, compuesta en Detmold (Göttingen) en sus años juveniles en sus primeras aventuras orquestales dentro del género de la serenata. Primera estructurada en seis movimientos y todavía ligada a los estilos precedentes. Un punto de partida tanto técnico como psicológico. Sus  tiempos: Allegro molto; Allegro non troppo; Adagio ma non troppo, Minuetto I y II; Scherzo y Rondó. La estancia en Göttingen había sido maravillosa- según Rostand-, a pesar de que la sombra del drama de su apreciado Schumann, estuviese continuamente presente. Entre los amigos, reinaba una dulce armonía. El músico vivía wn una estancia cercana a la casa de Grimm, donde también se hospedaba Clara  y sus hijos, recién llegados de Wiesbaden. Este Op. 11, en Re M., fue estrenado en 28 de marzo de 1859, durante un curioso concierto de la sala Wörmer, de Hamburgo. En él participaron Joachim-siempre apreciado-; como director-violinista, el autor al piano y con la participación del barítono Julius Stockhausen, cantante que daría cuerpo a importantes lieder suyos.  Para Mila, las dos serenatas del hamburgués, resultan a modo de ideario de la dulce vida de Lippe-Detmold, una corte en la que el reloj del tiempo se había parado. Lischké, acentuará por su parte: estas dos serenatas, en disparidad de criterio, son decididamente desiguales, brillantes y conmovedoras a veces, aunque decididamente diferentes, más perceptible en esta primera sonata.

Ramón García Balado

 

19/08/2023

Opera Omnia y el Dúo Konstantin Krimmel-Ammiel Bosahkevitz, en el Festival Bal y Gay

 

Foz: Festival Bal y Gay

Para estos días y dentro del Festival Bay y Gay, un par de actividades comenzando en la Iglesia de Santiago de Foz- hoy a las 21 h.-, con la actuación del grupo Ópera Omnia, dirigido por Isaac  M.Polet, que integran la soprano Manon Chauvin, la gambista Calia Álvarez y Josías Rodríguez, guitarra y archilaúd. Un programa español en su integridad, bajo el título Amor, no te llame amor, repartido entre Juan Hidalgo, Diego Ortíz, Sebastián Durón y Martín i Coll. Período marcado por la pujanza del género de la cantada española, en la que lo sacro y lo profano irán de la mano. Juan Hidalgo, gozará de mayor protagonismo por su piezas Quiero y no saben que quiero; Ciego que apuntas y aciertas ( Luís de Góngora) y Antorcha  Brillante (Fernández de León). Juan Hidalgo, arpista de la Capilla Real, destacó igualmente en las artes escénicas- precisamente en un cuidado reparto entre los estilos de tonos humanos y divinos-, atendiendo a modismos populares como el villancico y la canción. En ese escénico, el teatro de Calderón de la Barca, acaparará sus preferencias, llegando a conocer amplia divulgación en Latinoamérica, en cuyos archivos con suerte se conservan muchas de sus obras. Para ejemplo y  modelo, Celos, aún del aire matan.

En honor a la precisión, estamos ante una forma musical que ha recibido nombres como Fiesta de Zarzuela, Fiesta Cantada o Fiesta de Música, espectáculos que abarcaron desde el siglo XVII al XVIII, con asegurada aceptación repartida a la par por los gustos populares y aristocráticos, añadiendo con soltura los calificados como géneros menores, en puja con las influencias de repertorios de procedencia italiana como la ópera. Había sido el Barroco el período del desarrollo y apogeo de la música teatral, aunque su real procedencia será muy anterior, desde los comienzos del siglo XVI. El estilo escénico, que nos atañe, había sido la presencia de cortas introducciones, intermedios y apéndices vocales y/o instrumentales. Los entremeses y piezas menores no resultaban un sencillo relleno, sino el hilo argumental para que el espectáculo, deviniera en la prototípica Fiesta teatral. Un inicio con un tono o un cuatro de comenzar, como preliminar, dará paso a la loa o prólogo, que valía como anticipación y síntesis del posterior desarrollo. Normalmente entre  las jornadas (actos), de la comedia, se  intercalaban un entremés cantado (género de menor importancia) y un baile entremesado, para concluir con un fin de fiesta o una mojiganga. Las jácaras, gracia y desparpajo, no precisaban de un protagonismo asegurado. Las piezas de Hidalgo y otros músicos, tienen mucho que ver con este asunto.

Sebastián Durón (1660/1716), tuvo a bien abordar la renovador del género en un momento primordial, músico en el que se percibe la posible acuñación de un género nacional por excelencia- de su firma, Abril Florençte (Antonio de Zamora)-, autor que a otro nivel, sabrá asimilar esas procedencias italianizantes, En su frontispicio, obras escénicas como La guerra de los gigantes, o Con salir el amor al mundo, de 1696. La palabra ópera, asomará tímidamente en estas obras, pero en realidad, para confirmación constatable, encontraremos la nueva era de la zarzuela, conservando bastantes elementos de la generación anterior. Durón, será compañero de generación de compositores que hoy sabemos apreciar: Antonio de Literes- Acis y Galatea o Los Elementos- y José de Nebra, con zarzuelas barroca de gran postín como es Viento, es la dicha del amor. Añadiremos un par de piezas instrumentales de Diego Ortíz (1510/70)- Recercadas II/V., músico de cámara del Duque del Alba en el reinado de Nápoles y en su corte, autor de una obra fundamental: Tratado de Glosas  sobre Cláusulas y otros géneros de puntos en la Música de violones nuevamente puestos en luz. También Martín i Coll, con unas Xácaras, asimilado en lo artístico a Alcalá de Henares, por su docencia junto a Andrés Lorente. Fue organista de San  Pedro El Grande, de Madrid, destacando por sus composiciones para el instrumento.

 El Lied acapara el protagonismo del concierto en la Catedral Basílica de la Asunción- día 21 a las 21 h.-, con el dúo que forman el barítono Konstatin Krimmel y Ammiel Bushakevitz, piano, con obras de Hugo Wolf, Franz Schubert y una canción de Sir Ralph Vaughan Williams, del que se toma Songs of travel, en principio grupo de nueve canciones sobre la poética de Stevenson y del tiempo de las piezas de The House of Life, publicadas en distintos momentos, aunque conformen un ciclo  por la unidad de tono y espíritu. Canciones como The Vagabond, Let Beauty awake; The Roadside Fire; Youth and Love; In Dreams; The Infinite shining heavens; Whiter  must I Wander ?; Bright is the ring of Words y I have trod the Upwards and downward slope.

Franz Schubert, el lied por excelencia, deja Der Pilgrim D. 794, el viaje que es la vida sobre un poema homónimo de Schiller, con una estructura clara en nueve estrofas, con unas primeras optimistas. En cierto modo, la pasión schubertiana a la hora de tratar el poema,  condicionó la frescura del resultado final. Se publicó en 1825, y en su edición, tendrá un número de opus diferente además de alterar su tonalidad, pasando a Re M., en lugar de  Mi M., y con otras modificaciones que le garantizaban un curioso refinamiento.  Totengräbers Heimwehe D. 842 (Nostalgia del sepulturero), se acerca al lied Die Junge Nonne D. 828, un a modo de balada o breve cantata, entre continuas variaciones  tonales y temáticas. Un permanente acento dramático dominado por una angustia insoportable, en la que se alternan el arioso y el recitativo, casi una sobra de otro lied como Ganymede.       

An den Mond (A la luna) D, 193, poema de Hölty, será autor al que volverá en otros lieder de talante distinto. Año prolífico, recuerda aquí a la Sonata claro de Luna, de Beethoven, o a Mozart en Abendemfindung. El uso del 12/8, ayuda en buena medida a dejarnos llevar por un estado de relajamiento especial y ensoñador, dentro de su estructura  ABA, marcando la parte central por su distanciamiento con respecto a las otras dos. La primera edición se había hecho en 1826, con distinta numeración.  Die Sterne (Las estrellas) D. 684, primera de las seis sobre textos de Friedrich von Schlegel y que en lo literario recurre al ciclo Abendröte. Comienza con un tema solemne en La b M., y cada una de las stanze se divide en tres secciones diferenciadas.  Nachtstück (Pieza nocturna) D. 672, un sobrecogedor lamento fúnebre, lied final de la serie de Mayrhofer, del otoño de 1819, en forma durchkomponiert, herencia de antiguas balada perdidas en la memoria.

Para mayores angustias, Hugo Wolf, en piezas no menos dolientes. Lieder como And die Türe will ich schleichen o Wer sich der Eisamkeit  ergibt, o Wer nie sein Brot mit Thränen ass pertenecientes  a Los Cantos del arpista,  y Anakreons Grab, de la serie baladas y poemas. Hugo Wolf fue autor entre 1888 y 1897, de unos 220 lieder, que definirán su gloria como artista que impregnará la magnitud del género, con un tratamiento modélico de textos de Goethe (51); los de Mörike, de febrero de 1888; El Cancionero español, del año siguiente, en complemento con El Cancionero italiano, repartido en dos entregas, entre 1890 y 1896. Wolf enfrentado consigo mismo y sus fantasmas.

Ramón García Balado   

 

15/08/2023

Delicias del X Festival Bal y Gay

 A Mariña (Lugo). Días 16 al 18

Nuevas actividades en el Festival  Bal y Gay, en la Mariña luguesa, esta vez con estimados conocidos como son el Cuarteto Quiroga que estarán en la Basílica de Foz-día 16 a las 20´30- tras su exitosa colaboración en el VI Festival Clasclâs de Vilagarcía de Arousa y con un programa similar, repitiendo una de las obras. En programa, W.A. Mozart con el Cuarteto en Si b M. K. 458 (La caza), el cuarto de la serie de seis compuestos entre 1782 y 1786, en un homenaje de reconocimiento a su maestro Papá Haydn, modelo de un período especialmente intenso en proyectos e iniciativas, destacando la serie de conciertos para el piano. Una irrenunciable necesidad de equilibrio se observa después de los brillantes virtuosismos de importante obras pianísticas. Obra en los preceptivos cuatro tiempos, destaca por la curiosidad de que la ubicación del minué, aparece en el segundo movimiento. Otra humorada a la que tenía acostumbrados a amigos y seguidores. Mozart en Viena y a la altura de finales de 1784, en plene juventud y con la conciencia de su talento en sus mejores momentos. No tardará en tentar el aprecio de Artaria, quien editará la obra en el espacio de pocos meses. La jocosa curiosidad de su nombre, La caza, debe su apelación a al tono divertido y vivo de los movimientos extremos- en realidad, una impresión que nos causará la obra en su conjunto-, aunque el Adagio parezca desmentirlo, por los pasajes de íntimo recogimiento. Obra que definitivamente encuadra de perlas con el legado recibido de su maestro por excelencia.

Para cambiar de aires y lanzarnos al extremo opuesto, el Béla Bartók, del Cuarteto nº 3, Sz 85, verdadera arma arrojadiza en menos de estos intérpretes, que consiguen sobrecoger a los oyentes. Obra que dio a conocer en Londres el Cuarteto Waldbauer-Kerpely, a comienzos de 1929, antes de que lo repita el Cuarteto Kolish, en Francfort, que contribuirá a su divulgación, junto a otros compositores de la Segunda Escuela vienesa. Para llegar a esta obra, Bartók había preparado el terreno componiendo obras como la Sonata para violín y piano Sz 80; la suite Al aire libre Sz. 81 o el Concierto nº 1 Sz 83. El más breve de sus cuartetos, menos de un cuarto de hora, revela en su dimensión una profunda escritura elaborada a partir de breves motivos melódicos en los que los detalles microtonales juegan un rol fundamental, que podrá recordarnos a Gÿorgy Ligeti. El espíritu de una época se manifiesta en composiciones como este cuarteto, perfecto en los dominios del Quiroga que integran los violinistas Aitor Sierra y Cibrán Sierra, el viola Josep Puchades y la chelista Helena Poggio. Tensiones cromáticas acentuadas y diversificación en la forma de ataque, otorgan identidad a la obra.

Felix Mendelssohn con el  Cuarteto nº 1, Op. 12, en Mi b M., un clasicismo que coquetea sin dudas con el Romanticismo en sus cuatro tiempos: Adagio no troppo; Canzonneta-Allegro (ni minueto ni scherzo), para regocijo del autor); Andante espresivo y el Finale: Molto allegro e vivace. Estamos en el año 1829, mientras se ocupa en rescatar un obra que hará historia, La Pasión según San Mateo, de J.Sebastian Bach, poco antes de un viaje a Inglaterra, en donde tendrá una gran acogida, entre Londres y Escocia. El cuarteto será una dedicatoria a una joven berlinesa, Beny Pistor y el autor ofrecerá a finales de 1831, en una sesión privada, un concierto del que fueron solistas Baillot, Sauzay, Urhan y Norblin. Una muestra de equilibrio formal que nos invitará a buscar un puente con el cuarteto mozartiano. La Canzonetta puede entenderse como uno de sus grandes hallazgos gracias a su efluvio popular.   

Para el día 18 del mes, y en el Pazo de Fontao, Sta Cecilia de Foz- 20´30 h-, el Trío Vibart, integrado por el violinista Miquel Colom; el chelista Fernando Arias y el pianista J. P. Florestán.  Dos obras de repertorio comenzando por el Trío nº 1, en Si M. Op. 8, de Johannes Brahms,  obra que para Geiringer, este primer ejemplo de música de cámara sorprendente por la juvenil frescura y delicada concepción por su atmósfera mórbida y sensual, por la rica variedad de sus motivos. La desintegración romántica de la forma, debida a un exceso de imaginación, resulta evidente sobre todo en el Rondó final. Para Bruyr, es un trabajo clave, un punto de inflexión, una obra documento: es única  en cuanto ejemplo de trabajo de un autor en torno a una obra propia.  Cuatro tiempos que anuncian el dominio de las formas camerísticas: Allegro con brio; Scherzo (Allegro molto); Adagio; Allegro. A la postre, conocerá dos versiones, una primera de estos años juveniles, a una segunda del período de madurez, con 56n años, en 1889. La primera vio la luz en Mehlem (Hannover) y la segunda en su apreciado retiro estival de Ischl, que tantas obras suyas acogió. La revisión arrastrará no pocas controversias, siempre a tenor del criterio de los intérpretes. Para Brahms y en cuanto a esa segunda revisión, dejaría escrito: No he querido ponerle una peluca a esta pieza: me he limitado a peinar sus cabellos encrespados, a ajustarla.

Antonin Dvorak  con el Trío nº 4 Op. 90, (Dumky), obra que enlaza una serie de piezas características de lo que serán los últimos tríos con piano, y que fue terminado a comienzos de 1891, estrenándose como es preceptivo en Praga durante una velada organizada por la Mestanska Beseda, a cargo del violinista  Ferfinand Lachner; el chelista Hans Wiham y el propio compositor, al piano. Un aviso de lo que serán la serie de cuarenta conciertos ofrecidos entre Bohemia y Moravia. Seis Dumky entrelazados- plural de Dumka-, en el que coexisten aires meditativos y líricos, a flor de piel. En las proximidades, las conocidas  formas de la rêverie, que insinúan sin recato las träumerie alemanas. En el trasfondo, la sensibilidad del lied en vaga evanescencia. El origen eslavo, es seña de identidad como también fueron  para Schubert los Länder. Dumky, como libre improvisación, repartida merced a los detalles cambiantes de cimbreantes caprichos.

Dúo de marimbas para el día 19, a las 20´30 h-, en la Fábrica de Sargadelos con la pareja formada  por Conrado Moya y Katarzyna Mycka, en un programa que priman vanguardias y recreaciones tomadas del barroco, en concreto de las Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach, tan tentadoras para los músicos en los espectros más opuestos. En su elección, los impresionismos de Maurice Ravel por La alborada del gracioso, obra a la que no le faltan afectos y que en su versión orquestal, figura en las programaciones de las salas de concierto. Partimos de la cuarta escene de Mirois, típica figura procedente de una comedia española, y cuya orquestación se estrenó el 17 de mayo de 1919, por la mítica Orchestre Pasdeloup, bajo la tutela de Rhené-Baton. Una orquestación plena de colorido por su arrebato irresistible, en la que priman crótalos, castañuelas, xilofones, arpas, imaginado una España palpitante, saturada de sonidos. Sin duda, en su adaptación para este dúo de marimbas, dará juego sobrado. Una burla sensual y electrizante, que con toda su paleta sonora, traza otros perfiles que ya conoceos.

Para este dúo, otra composición realmente significativa, que no es otra que T.Departures de Emmanuel Sejorné, compositor en vigencia creativa, y que ofrece las mejores posibilidades a partir de la marimba. Músico de Estrasburgo, se formó en su ciudad con Jean Batign, en una segura proyección hacia el futuro, cuyo modelo serán la dinamización de Los Percusionistas de Estrasburgo. Maestro de estos instrumentos, es una referencia de todos los que se ubican en esta familia. Creó agrupaciones como Noco-Music, con el flautista Philippe Geiss o el Saxophone et Percussions, y Accroche-Note. Las artes escénicas están en su horizonte, colaborando con el Théâtre des Drappiers; Les Envaissensseur, para el Ballet du Rhin o el espectáculo La léyende des Siecles, sobre un drama de Víctor Hugo. De otras latitudes y tendencias viene Daniel Nijolas Wirtz, con Vals-Valse, músicas que buscan confluencias con los estilos actuales. Las Variaciones Goldberg, J.S. Bach, en esa obra irresistible para los grandes virtuosos del teclado, fue tratada con esmero por la monografía que le dedicó Philipp Spitta, que la analizará partiendo del aria temática del segundo Álbum para clave de Ana Magdalena Bach, del año 1725. Spitta  recurrirá como fuente de ese material a un discípulo del maestro, J.Christian Kittel, que aportará interesantes datos sobre la obra.     

Ramón García Balado  

 

12/08/2023

Citas del X Festival Bal y Gay

 

Ribadeo y Lourenzá, del 13 al 15 de agosto

Continúan las actividades del X Festival Bal y Gay, de la Mariña lucense con tres actuaciones en lugares distintos comenzando en el Auditorio Hernán Naval, de Ribadeo-domingo día 13 a las 20´30 h., con la soprano Rocío Pérez, acompañada al piano por Javier Carmena, ofreciendo un programa  diverso por épocas y estilos, comenzando con páginas de repertorio español. Joaquín Turina, con las tres piezas que integran el Op. 26, calificadas como arias, para voz y piano, a las que el autor dio vida en 1923, momento en el que también verá la luz el conocido Poema de una Sanluqueña, una fantasía para violín y piano, dedicada a las muchachas de Sanlucar. Las arias para voz y piano que nos interesan, se estrenaron en el Palau de la Música, de Barcelona, en diciembre del año siguiente y toman como argumento las poéticas del Duque de Rivas (Romance); Espronceda (El pesacador) y Gustavo A. Bécquer (Rima, que ví un punto). A las puertas queda La Anunciación Op. 27, trabajo de ilustraciones destinado a una comedia de Tomás Bretón, que se representaría en el Teatro Español, de Madrid.  Ferrán Obradors, tendrá Dos canciones populares, del grupo de las siete realizadas bajo ese estilo, el magisterio de obras de profundo  arraigo popular, repartidas en un conjunto de cuatro volúmenes y que la fortuna supo conservar en repertorio, recreando con conocimiento de causa la veta nacionalista que apostaba por el mantenimiento de esos repertorios.

 La ópera ocupará el resto del concierto desde el Barroco al belcantismo, con un detalle concedido al repertorio francés. Un Händel para abrir boca, en concreto con el aria Piangerò la sorte mia (Lloraré mi suerte), de Giulio Cesare in Egitto, estrenada en Londres en 1724 sobre un libreto de N.F. Haym, aria de Cleopatra , en general para una voz lírico-spito y que canta en el cuadro tercero, de segundo acto, en la que lamenta su infortunio aunque espere a su hermano desde el más allá. Estamos ante la ópera de mayor cartel del sajón, junto a otras que desde años recientes, le disputan su primacía. El belcantismo pedirá cancha en claro enfrentamiento y bastará con remitirnos a Gaetano Donizetti, en tres de sus arias. De Lucia di Lammermoor, el descarno en crudo y a flor de piel por Regnava del silenzio, queja de Lucia a Alisa, en la que confiesa la pérdida de su amante, expresada con angustia en esta cavatina. Otro  Donizetti por pulsión sensible, hallamos en la ópera cómica La fille du régiment- o a otro entender La Figlia del Reggimento-, con el aria de Marie, desbordada y entusiasta: Pour le rang et par l´opulence à La France, puro gracejo de coqueteo en sus naturales devaneo, para esa chiquilla que en lo vocal, se confía a un delicada soprano- coloratura, un placer para las cantantes ambiciosas de hacerse valer, Doble opción por su éxito, tanto en las versiones italianas como francesas.  Ambroise Thomas, en el repertorio francés con Hamlet, de la que se elige el aria de Ophéle, A vos jeux mes amis, ópera en el estilo de gran despliegue de medios y que en este caso, se dedica para una soprano ligera, con importantes escenas de locura, puente al Donizetti conocido. Su estreno parisino, en marzo de 1868, remitía evidentemente a Shakespeare, en el tratamiento literario de Michel Carré y Jules Barbier, una fuente inagotable.

La chelista Sara Ferrández, sienta pareceres artísticos de alto vuelo en el Mosteiro de San Salvador (Lourenzá)-el día 14 a las  21´00 h.-, y para ella tres de las suites dedicadas al instrumento de Johann Sebastian Bach: la Suite nº 1, en Sol M. BWV. 1007; la Suite nº 4, en Mi b M. BWV 1011 y la Suite nº 5, en Do M. BWV 1011. Su manuscrito se conservará gracias a su compañera Anna Magdalena, cuya fecha podrá ubicarse hacia 1720/21, momento en el que la técnica del mismo, se encontraba a distancia de las dedicadas al violín, observando algún precedente en los ricercari, para chelo solo de Domenico Gabrielli, con su carga de dudas a cuestas. Es posible que la experiencia estuviese pensada para el virtuoso Christian Ferninand Abel, compositor de aceptación notable a la par que instrumentista. Recordemos en la posteridad inmediata de nuestros tiempos, la impagable labor de Pau Casals, voz y conciencia del humanismo reivindicativo en años convulsos, cuyo tratamiento de las suites fue un eslabón de referencia. Una visión que dirá mucho más de lo que pretenda leerse entre líneas, por su arrebatada pasión, distanciada de los historicismos que en poco tiempo, marcarán la pauta a seguir, casos como el de Anner Byslma o Nikolaus Harnoncourt. El buen aficionado sabrá degustar las interpretaciones que jalonaron la historia en nuestra época. Maestros como Fournier, apreciado por su nobleza y lirismo.  Maurice Gendron, por su cuidado dominio del legato; igualmente Tortelier, que se acercará a Pau  Casals; Lluis Claret, precisamente con chelo moderno y maestro del que pudimos disfrutar en cursos ofrecidos en Galicia, para no olvidarnos también de Mstilav Rostropovich, que destacará por su sonido robusto de dinámicas enérgicas.

María Joâo Pires, siempre generosa en una doble participación- día 15 de agosto-en el Auditorio Hernán Naval de Ribadeo. Una matinal a las 12´30 h, para completar con la sesión de las 20´30 h., con un mismo programa, destacando especialmente su muy apreciado Franz Schubert, en algunas de sus piezas. Claude Debussy, comenzará con la Suite bergamasque, obra en cuatro tiempos con uno de ellos de especial magnetismo. El Preludio en Fa M., muestra giros voluntariamente arcaizantes, que algo debe a su estimado Gabriel Fauré, particularmente en el Claro de luna. Gracia y soltura en su expresividad dentro de un resuelto estatismo diatónico y modal del lenguaje armónico, aspectos que los románticos rechazarían de  pleno. El Minuetto, en La M., se maneja eb un tempo lento de un estilo personal que evoca vagamente las sonoridades de las viola da gamba.  El conocido Claro de luna (Andante muy espresivo), propone un nuevo universo especie de paisaje que nos trasladará a las Fiestas galantes, por su ensoñadora ternura y embrujo, así llegaremos al Pasapié final, ajeno a la forma que podría evocar, y definido por los lánguidos tresillos y las curvas modales.

Schubert a mayor gloria, con las Tres Klavierstücke D. 946, páginas de música pura, compuestas hacia 1828, poco antes de su muerte. El Allegro assai, en Mi b M., es una especie de rondó con estribillos y dos estrofas, en forma de exclamación apasionada, sobre presiones amenazantes. El Allegretto, en Mi b M., conserva un aire similar al movimiento anterior. Destaca la Romanza en terceras con tintes sombríos que evocan el Winterreise. El Allegro e Do M, más breve prepara la gran coda. El más destacado de los tres tiempos por su variedad rítmica, las síncopas y los acentos a contratiempo.  El Impromtu nº 3,  D. 935, Andante, en Si b M., habrá de esperar al interés de Diabelli para su publicación en 1838, diez años después de su muerte. Serie de Cuatro Impromtus, con fecha posible de 1828 y que pudieron editarse como piezas separadas. Su popularidad se reconocerá gracias a las variaciones nacidas del IV acto de Rosamunda, asegurando ese interés desde el tema dactílico de la entrada por su notable inpiración.

La Sonata nº 15, en La M. D. 664, obra de su estancia en Steyr, en la Alta Austria y que en esta obra, se anuncia con un Allegro moderato, lirismo en estado puro a tenor del  criterio del estudioso Alfred Einstein, quien apreciará el detalle de entrada por su elegancia típicamente vienesa. El breve desarrollo, dejará la impresión de un punto de transición hacia el Andante en Re, caracterizado por un tema asimétrico de siete compases, en estado de contemplación, efectivamente un lied tan propio en el compositor que bascula entre la alegría y la resignación de los estados ciclotímicos, tan pujantes a la hora de abordar sus composiciones, especialmente las vocales y las camerísticas. El Rondó final, Allegro, manifiesto de entusiasmo correspondido, en el que sobresalen los pasajes tiernos y traviesos, entre figuraciones brillantes. No volverá a repetir un estado anímico parecido en el resto de sus sonatas.

Ramón García Balado

   

 

Cecilia Lavilla y Miguel Ituarte: Cántame no peito en el Auditorio de Abanca

  Auditorio de Abanca, Santiago de Compostela   Concierto de la   soprano Cecilia Lavilla Berganza acompañada por el pianista Miguel Ituarte...