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08/04/2025

Fachwerk, de Sofiya Gubaidulina, por Iñaki Alberdi, con la RFG

 Auditorio de Galicia

Centro Cultural  Afundación, Vigo

Concierto de Iñaki Alberdi como solista de baián en la obra de Sofiya Gubaidulina Fachwerk, con la RFG dirigida por Sebastian Zinka, en el Auditorio de Galicia, incluyendo en programa la Primera Sinfonía en Fa m. Op. 10, de Dmtri Shostakovich, con sesión previa- 19´30 h.- del concierto de alumnos  del Curso Avanzado de Especialización Orquestal de la EAEM-, día 10-, para repetir al día siguiente en el Centro Cultural Afundación, de Vigo. El concierto de alumnos de Natalia Madison y Thomas Piel, estará a cargo de Belén Aragunde- flauta-; Francisco Javier Ruiz- oboe-, Yiran Niu- violín- Inês Fernando- viola- y Esther Fernández- chelo- que reservan en programa el Quinteto para flauta, oboe y cuerda, op. 18, número 2 en Do Mayor de I. Pleyel, el Cuarteto Fantasía para oboe y cuerda de Benjamín Britten y el Dúo para flauta y violonchelo Assobio a Játo de H. Villa-Lobos.  Iñaki Alberdi es promotor del proyecto de Academia  Visual Digital y un indagador en investigaciones actualizadoras de ancestrales tradiciones que permiten adentrarse en las posibilidades sonoras del acordeón que le permitieron incorporar repertorios que abarcan desde las vanguardias a los clásicos barrocos, desde T. L. de Victoria, a J.S. Bach, Antonio Soler y el nacionalismo español de Isaac Albéniz o latinoamericanos como Alberto Ginastera. También en su espacio nos encontramos con el Instituto Vasco Etxepare  y el Centro Musikene, contando con un catálogo en el descubrimos piezas como Kadenza (Sofiya Gubaidina); obras de A. Piazzolla, Aquarius (Karl Heinz Stockhausen) o tratamientos a partir de compositores como Josquin Desprez: Mille regrets o Inviolata.

Sofiya Gubaidulina, fue compositora de la que ya tuvimos noticia cuando pudo haber sido artista en residencia pero fatídicas consecuencia nos privaron de su presencia y en el otoño de 2022, nuestra orquesta puso en atriles su Fairytale Poem, junto al Concierto para piano nº 3, Op. 30, en Re m., con Denis Kozhunhin, y la Sinfonía  nº 9, en Mi b M. Op. 70, de Dmitri Shostakovich, obra que la emparejaba artísticamente con A. Schnittke y Denisov, en un momento especialmente crítico de una carrera conflictiva, y que tenía igualmente como obra representativa el Concierto para violín Offertorium, en el que bastante tendría que ver Gidon Kremer. Obras suyas observan un talante ciertamente místico por su inspiración en poetas como T.S. Elliot, Marina Tsvetayeva o Gennady Aigi. Fairtale Poem (1971), se inspiraba en un relato fantástico del escritor checo Mazourek. Galardonada con el BBVA Fronteras del Conocimiento, será para Pierre Rigaudière una artista marcada por un aura casi mística e icónica y que para la propia compositora, su obra cabe en el espacio limítrofe entre las culturas Orientales y Occidentales, a partir de sus raíces tártaras por su educación en Kazán. Los aspectos tonales, manejan un sentido del ritmo ajustado a las demandas de la polifonía (con mayor presencia en las obras tardías), con apreciable criterio en las exploraciones tímbricas o en los aspectos del serialismo que alcanzan argumentos en las composiciones dentro de las posibilidades de la electrónica.  Fachwerk, composición ineludible para entender su posicionamiento, se apoya en el protagonismo expresivo del baián, instrumento del que Iñaki Alberdi nos dejará la importancia de su prestancia. Instrumento de la familia de los acordeones y que fueron introducidos en Europa en 1829 por el vienés C. Demian. La Europa Central, que incluía países asiáticos guardaría noticia en particular del baián ruso, de notable divulgación para acompañar todo tipo de eventos cotidianos y que en su evolución tendrá importantes innovaciones, siendo un instrumento cromático con cincuenta y dos teclas distribuidas en tres filas para el teclado del discanto mientras que el teclado de acompañamiento posee cien botones repartidos en cinco filas (triadas mayores y menores, así como acordes de dominante para cada tonalidad de la escala cromática), su extensión es aproximadamente de cuatro octavas. Modelo de instrumento, que se empareja con el Karmony- de los Georgianos- o el Komouz, del Daguestán, especie de acordeón  oriental.

Dmtri Shostakovich- Sinfonía nº 1, en Fa m. Op. 10-, excepcionalidad en ciernes que sorprende por sus ideas y el dominio de la técnica, resolviendo la importancia que se venía anunciando por esa soltura de un maestro experimentado en los dominios del sinfonismo aunque todavía acuse claras influencias. Los movimientos extremos dependen en cierto grado de los grandes rusos que le preceden y en el tiempo centra, A.Scriabin será un músico al que no niegue su acercamiento. Una poderosa individualidad que también conserva en el melodismo y en la armonía tonal o detalles de modalismo distorsionado de amplia variedad de expresión, en los que no falta un agudo sentido del humor, que llevará a gran nivel al resto de sus obras en su conjunto. El Allegro, espontáneo e impulsivo, consta de tres temas contrastantes con un tercero que asimila un aire de vals de acentuada oposición claramente marcado por un ritmo de marcha. El segundo Allegro, es un Scherzo que amplía el talante del anterior  El Lento, destaca la personalidad del autor, construido según su ironía remarcada y un lirismo que remarca las propias tendencias de la obra por la construcción que desarrolla y por su vena melódica reseñada. El Finale, desde los acordes suaves del tiempo anterior, comienza con una decidida actitud de respuesta con un tema caprichos y virtuosístico del clarinete que podrá remitir al Primer movimiento. El carácter de mosaico, desemboca con fortuna y relajadamente en la respuesta sinfónica en culminación dramática. Inesperados soli,  y un fortissimi dinámico, la opulencia de los timbres que exponen de forma alternativa la serie de recursos, nos ubican en medio de una profundidad y expresión que se acentúan por su agresividad. El aliento imprescindible camino de esa actitud de plena vigencia, con una Coda rápida y sin precedentes y de un entusiasmo prometedor para esta obra concluida en la primavera de 1923, y que dará a conocer entre sus compañeros de Leningrado, quienes, entre opiniones enfrentadas, la acogieron con ostensible benevolencia, a pesar del esfuerzo realizado mientras la completaba, en medio de críticas circunstancias personales.

Ramón García Balado

04/04/2025

Harold en Italia, vehemencia con la viola de Sara Ferrández

Santiago de Compostela - 27/03/2025


Concierto en el que la viola Sara Ferrández fue solista de Harold en Italia de Héctor Berlioz, bajo la dirección de Josep Planells  Schiaffino y que tuvimos con obras de Charles Ives:  Washington´s Birthday  y la obra en estreno de Helga Arias Parra,  I breathe every sound you leave behindSara Ferrández, comenzó sus estudios en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, para seguir en la Hochschule für Music Hans Eisler, realizando masters, recibiendo asesoramientos de Tabea Zimmermann, y en la Kronbeg Ac., donde tuvo como siguió clases de Nobuko Imai. Fue artista integrante de la Eastern Divan O, de Daniel Baremboin, y cuenta ya un una dilatada experiencia con formaciones como la Elbphilharmie (Hamburgo), la Alte Oper O. (Frankfurt), el Victoria Hall (Ginebra), además de colaborar con primeras orquestas españolas. Planells Schiaffino, director para un programa que traería bien tramado por su reparto y recursos, con sólidos fundamentos en la ESMUC y las labores como asistente de Matthias Pintscher y Heinz Holliger, tras la beca lograda en dirección por el Festival de Lucerna.

Charles Ives- Washington´s Birthday-, obra de un intenso período creativo en el que con esta pieza, completó Decoration Day; The  Four of July; December o General Williams Booth´s Entrance to Heaven, además de otras destinadas a otros instrumentos. La obra que nos afectaba fue presentada como composición integrante de la Holidays Symphony y que finalmente llevaría el título de New England Holiday, en sus pretensiones, que acabaría rechazando por ese condicionamiento forzoso en el tratamiento dentro del estilo sinfónico. En sus partes pues, Washington´s Birthday,  rememoraba el aniversario de la ciudad. Compuesto en 1909, tendrá su revisión en 1913, destinada a un orgánico más reducido, en una evocación del invierno por el paisajismo nevado de Nueva Inglaterra- en especial por las cuerdas-añadiendo sonidos de fanfarria que describen vistosas danzas populares en contrapunto rítmico.  Las piezas de la obra, tuvieron distintas evoluciones desde Decoration Day a The Fourth of July y Thanksgiving and/or Forefather´s Day, llegando a ser presentadas con directores distintos,  recibiendo  registros discográficos independientes, como pasaría con el resto, y que tendría para ese trabajo, la participación de integrantes de una orquesta con los que colaboraba,  tras unos apurados ensayos que eliminarían pasajes de importancia. Obra festiva y sorprendente para dejar una impresión de entretenimiento sin grandes alardes.

Helga Arias Parra, con estreno profundo del compromiso con la RFG y la Basel Sinfonietta- I breathe every sound you leave behind- pieza que indaga en las cualidades y recursos de sus medios , es autora imaginativa también dentro  del mundo sonoro y los recursos electrónicos- en la obra expresados en el pasaje de voz recitada precisamente en grabación- ejemplo de esos estudios en la Universität für Musik und darstellende Kunst Wien, con Karlheinz Essl o en la Kunsuniversität Graz, con Beat Furrer, tras estudiar en el Conservatorio Superior de Granada, preparando su etapa en Milán y Parma, en donde tendrá como maestro a Javier Torres Maldonado para ampliar en los centros citados y que tendrá continuidad con compositores como Kaija Saariaho; Chaya Czernowin, C.F. Haas, Toshio Hosokawa, Pierluigi Biloni, Alberto Posadas, P.Manoury, J. Mª Sánchez-Verdú, Daniel Teruggi o G. Erkoreka, entre otros. Sus obras recibieron buena aceptación desde el Centro Pompidou, al Koncerthaus (Berlin); el Fest. Mixtur (Barcelona), Echoraum Wien; Donauschinger Musiktage; la SWR (Frigurgo); la Fundación BBVA y agrupaciones especializadas  como Vertixe Sonora, quienes ofrecieron obras suyas en el ciclo Correspondencia Sonoras, del CGAC. El cuarteto Espai Sonoro, estrenó A common sense of self, de su firma.  Recibió premios como el Internazzionale Città di Udine, el Wittener Tage für Neue Kammermusik Competition (Alemania), contando entre sus trabajos con registros como Milh spilt on a Stone; Astraglossa; Incipit; Konturen I o 19 knives.

Héctor Berlioz- Harold en Italia Op. 16-, concierto para viola y orquesta, que en principio pudo titularse Los últimos instantes de María Estuardo, aspecto que para el autor tendrá una importancia claramente inferior. ¿Habría de ser la viola la representación de ese personaje? Es probable, en parte por la función de la orquesta en el tejido de las intrigas desarrolladas en semejante entorno, pero la pretendida reina se convertirá en noble caballero consumido por la tristeza y el desánimo pero con una acusada personalidad poliédrica. El Childe Harold de Byron, que a mayores, será el propio Berlioz, donde rivaliza con Virgilio. Shakespeare o Goethe, siendo Byron quien tome ventaja por la afinidad de sensibilidad y altiva melancolía, compartida en la villa Medicis, sobre la huella de sus andanzas. Una idea literaria que no será precisa quedándose con la referencia al pasaje de una sencilla dedicatoria. Bastará con saber con que la viola solista, resulta  un personaje vivo, melancólico y en actitud de rechazo doloroso, en medio de una naturaleza exuberante. Obra de la que Sara Ferrández supo ofrecer una amplitud de registros con un personal posicionamiento en escena, especialmente en la Orgie des Brigans   Un encargo de Paganini, ansioso de una obra de semejantes dimensiones y que se conformará en el estilo de una sinfonía concertante, en la que la idée fixe, resulta un aspecto fundamental, para la recreación de la serie de visiones poéticas.

Harold aux Montagnes (Adagio/Allegro), en el que se procura someter a los chelos y contrabajos para dar pie a un preciso clima sombrío plagado de misterio, marcado por los aspectos cromáticos del tempo en sus pasajes ensoñadores para ceder a un Allegro más clásico en su elaboración que contradice los aspectos precedentes en una escena efusiva y colorista culminada por un tutti y una coda portentosa. La Marche des  pélerins,  cantando la plegaria del atardecer, un Allegretto que describía pues una procesión de peregrinos en el campo, escuchado en la distancia mientras se acerca pausadamente con dos temas, uno en ritmo binario, con un aire salmódico y el segundo que se anuncia con una amplia melodía en la que la palabra definitiva es tratada por la viola, exponiendo el motivo de Harold, por medio de valores dobles, a través de dos temas que se funden en apacibles arpegios. Los chelos en pizzicato, preludiando el efecto de campanas lejanas que insinuaban el canto de peregrinos propuestos por dos trompetas y arpa.

La Sérenaded´un Montagnard des Abruzzes à sa maitresse- Allegro assai-,  el producto de la inspiración recibida por sus viajes a esas tierras, en las visitas de 1833 y que se iniciaba con una especie de ritornello, tomado de una tonada popular, que nos llevó a la recuperación de los sonidos de los pifferari, pequeñas flautas campesinas propias del sur de aquellas tierras. Una serenata confiada al corno inglés, mientras le responde la viola solista tomando el tema de Harold, quedaba como una impregnación recreada en contrapunto en forma de ritornello, junto al detalle del tema del héroe, tratado por flautas sobre armónicos del arpa. Una evocación que se alejaba de un sencillo apunte folklorista.  La Orgie de Brigands-Finale/Allegro frenetico-, auténtica conclusión apoteósica y febril como reclama esta forma de sinfonía concertante, en su arrebatado ímpetu trascendente en su ambición y que no ha dejado de suscitar más de una duda sobre el desarrollo de la obra, en la que la viola mantenía la palabra definitiva, por su excitación y vehemencia que nos llevó a una despedida en la que Harold se expresó en forma de rondó, en un apabullante final. Dejará Berlioz aquí un amasijo de ideas nuevas y originales, en las que la viola quedará atrapada por el torbellino de esa orgia de los bandidos.

Ramón García Balado

 

Sara Ferrández.

Real Filharmonía de Galicia / Josep Planells Schiaffino

Obras de Charles Ives, Helga Arias y Hector Berlioz

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-harold-en-italia-vehemencia-con-la-viola-de-sara-ferrandez-por-ramon-garcia-balado 

16/03/2025

David Fernández Alonso, el sonido de la trompa en sus perfilados

 


David Fernández Alonso
tuvo bajo su confianza dos obras de Emmanuel Chabrier- Larghetto- y de Paul Dukas- Villanelle-,  en un programa que añade Súbito con forza, de Unsuk Chin, y la Sinfonía nº º 3, en Mi b M. Op. 55 (Heroica), de L.v. Beethoven. David Fernández Alonso, con estudios en Karlsruhe, siguiendo la docencia de Will Sanders, se inició profesionalmente con formaciones como la JONDE, la Staatskappe Dresden, la O. de la Radio de Stuttgart, la BBC Proms, la Gustav Mahler Jugendorchster, siendo dirigido por maestros como Lorin Maazel, Zubin Mehta, Kurt Masur, André Previn, Riccardo Chailly, Esa Pekka-Salonen, D. Harding o Carlo Maria Giulini y G. Rodesvensky. Una evolución que le llevó a integrarse en la OSG y a colaborar en proyectos con la RFG. Recibió el Premio de la Crítica de Galicia (2003) y especialmente merecen mención sus cursos impartidos en  la EAEM. En el ámbito camerístico, fue parte de grupo Moonwinds, dirigido por Joan Enric Lluna.

Puso en atriles la recuperación de Concierto para trompa y orquesta de José Arriola, dirigido por Maximino Zumalave, en marzo de 2011, junto al Concertino para cuerdas, de Federico Mosquera y la Sinfonía nº 92, en Sol M. (Oxford), de F.J.Haydn y no menor interés tiene su participación con nuestra orquesta, en una selección de obras de José Arriola, publicadas en un doble cd, dirigido por Maximino Zumalave, en el precisamente incluyó la composición citada. En el registro, colaboraron también Joaquín Soriano-Concertino para piano-; Víctor y Luís del Valle-Divertimento concertante-; Carmen Durán y Javier Franco, en obras para la voz, escritas sobre la poética de Antonio Machado, un justo homenaje al compositor de biografía no exenta de contratiempos.

Dos obras para la trompa, comenzando por el Larghetto, de Emmanuel Chabrier, pieza que destila modismos peculiares en los aspectos  tímbricos, detalle nada desdeñable si tenemos en cuenta su trayectoria en la que mantuvo excelentes relaciones con Verlaine-quien le ayudaría en la aportación de dos libretos para dos de sus opéras liriques; o con artistas como Manet y Duparc. Su afinidad con las tradiciones de procedencia ibérica, dejó dos ejemplos que conservan la aceptación de los aficionados: la rapsodia España, una pieza tiznada de hispanismos peculiares y que vería la luz en las sesiones programadas por Charles Lamoureux, o la Habanera-entre tantas posibles, aprovecharía en ella material tomado de breves composiciones para piano. De su talento, destacan obras entretenidas como Le roi malgré lui (fiesta polaca y danza), destinada a la Opéra Comique parisina o Joyeuse marche, otra animada curiosidad que dedicaría a su amigo Vicent d´Indy, una especie de fantasía que deja imagen de su estilo resuelto y atractivo. Pieza breves pues, y para lucimiento de soltura e ingenio.   Paul Dukas- Villanelle-, un despliegue de recursos técnicos, destinado a llevar al instrumento a un exigible lucimiento. Dukas, para no alejarnos, fue el maestro de obras de gran reclamo como El aprendiz de brujo, calificado como scherzo sinfónico y que remite a una inspiración literaria, tema que había tratado en la obertura de concierto Polieucto- una tragedia de Corneille-, y en mejor consideración, el poema danzado La Péri, destinado a los ballets de Serge Diaghilev, en dedicatoria a la bailarina N. Trouhnova, para subir a escena en el Théâtre Châtelet parisino. En sus años de estudio, había tenido como maestro a Ernest Giraud, mientras compartía labores con Claude Debussy, llegando a ser profesor de compositores como Olivier Messiaen. Su ópera Ariane et Barbe-Bleu, conserva el respeto de los aficionados y la crítica, quienes llegaron a equipararle con Richard Strauss, salvando tras obvias distancias. Detalle de atención para los aficionados que completaría con un bis cromático y audaz.

Novedad para comenzar, por Súbito con forza (2020), de Unsuk Chin, breve tarjeta de visita condensada en cinco minutos, para dos oboe, dos flautas, dos clarinetes, dos fagotes, dos trompas y dos trompetas, una dedicatoria con motivo del 250 Aniversario de Beethoven, de quien tuvo como primordial maestro a G.Ligeti, en Hamburgo, para continuar en Berlín, en donde estableció su residencia. Fue Premio del Certamen Grawemeyer (2004) y recientemente editó una selección de importantes obras, con la Berliner Philharmiker, dirigido por Daniel Harding, y Simon Rattle, obras como el Concierto para violín nº  1; el de chelo o Le silence des Sirènes; el Concierto para piano; Chorós y Roncaná, teniendo como solistas a  Christian Tetzlaff, Alban Gerhardt, Barbara Hannigan, Sunwook Kim. En esta trayectoria, se la comparó con Kaija Saariaho, por la riqueza de su paleta y la calidad de sus propuestas tímbricas. Se aprecia que donde Saariaho introducía el pathos, Unsun Chin, se decide por un sentido del humor y el juego. Esta entrega en registro discográfico, en idea del compendio de una dimensión asequible, gracias al trabajo editado por la Berliner Philharmoniker Recordings- tanto sonoro como audiovisual. György Ligeti, ejerció sobre ella una influencia determinante a lo largo de tres años, aunque con frecuentes roces entre maestro y alumna, en los que ella se distanció del postserialismo, que encontrará en otros epígonos de las influencias de Darmstadt.

Beethoven- Sinfonía nº 3, en Mi b M. Op. 55 (Heroica)-, obra de juventud y que en sus comienzos calificará como Grande, cuando la ofrezca a los editores Breitkopf & Härtel, asunto que aparece en el frontispicio del original, producto de una larga y trabajada gestación. La citada dedicatoria a Napoleón, arrastrará ríos de tinta por los convulsos avatares del momento lo que le llevó a poner en solfa en frontispicio inicial al tiempo de que con esta obra, hará saltar por los aires esquemas que hasta entonces, parecían inasumibles. Pablo González, siempre apreciado por sus visitas, tuvo a gala detallarnos la trascendencia de las motivaciones personales y biográficas, resumiendo en un par de palabras: El genio que renegaba de la soberbia imperial napoleónica, para reivindicar el sentido heroico del artista ante el destino.  Para su tratamiento, Mantuvo la idea de sus cuatro tiempos desde el Allegro con brio, genuinamente gigantesco por su planteamiento, arrancando con los chelos tras un primer acorde inicial sin preámbulos previos. El segundo tema se elaboraba a través de una toma de aliento sobre cuatro ideas que el desarrollo utilizaba temas ya expuestos entre argumentos agresivos en forma de elaborada conquista con variaciones de ritmos y modulaciones que parece empujar este tiempo hacía una potente dinámica afirmativa con resolutiva eficacia.

La Marcia fúnebre: Adagio assai, especialmente célebre y que en su primer trato pudo ser una marcha triunfal, resultó un repliegue meditativo y un ejercicio de conciencia sobre la condición humana y los pesares que la abruman. En esencia, una serenidad en forma ternaria dentro de una inmensa arquitectura imprevisible en apariencia. Para anécdota, la actitud de Hans von Bülow, quien tras la observación del movimiento anterior, llegó a suspender la ejecución de la obra. Un profundo dolor impregnó esta obra abierta e imprevisible para los estilos de época, destacando cierta sequedad por los dobles fugados y la insistente contundencia.  El Scherzo: Allegro vivace,  remarcado por los metales resultó una actitud triunfante, propiciando por un aire agreste entre lo telúrico y lo rítmico que podrá remitirnos al Allegro con brio.  El Finale: Allegro molto, se elaboró en forma de variación que también asimila aspectos temáticos ya usados en el cuadro final del ballet Las criaturas de Prometeo o las Variaciones Op. 35, desde un bajo de perfil contrapunteado. El final de la obra, resultó la síntesis de la típica forma-sonata, de la forma- variación y de la escritura fugada. Sinfonía de connotaciones precisas, fue el grado de consideración para Pablo González, director con el que disfrutamos de una afinidad ciertamente regular. Una obra con estreno en el Theater an der Wien, el 7 de abril de 1805, bajo su propia dirección, después de su estreno privado en el Palacio del Príncipe Lobkowitz, quien será su dedicatario definitivo.

Ramón García Balado

David Fernández.Real Filharmonía de Galicia/Pablo González

Obras de Unsuk Chin, Emmanuel Chabrier, P. Dukas y L.v. Beethoven

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

04/03/2025

Zappeando: La RFG, dirigida por Peter Rundel

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Concierto en clave de vanguardia en los parámetros de fronteras encontradas a partir del díscolo Frank Zappa, en confluencia con clásicos que marcaron época como Edgar Varèse y Charles Ives, con una compositora por descubrir, Ruth Crawford-Seager- Andante por strings, en el Auditorio de Galicia-20´30 h.-, y la habitual sesión Conversando con…, que tendrá como protagonista al director de la cita, en la Sala Mozart-19´45 h., un director dotado violinista que llevó a registro obras de Jean Barraqué, una especial selección de Franz Zappa por The Yellow Shark y una muestra de lo más representativo de Morton Feldman. Ejerció labores en estas materias con la Royal Philharmonic Orchestra (Flandes) y la Wiener Taschenoper, antes de convertirse en un maestro especializado en estas opciones, con el Remix Ensemble, de la Casa da Música do Porto. Puede que la figura de Frank Zappa suscite más de una suspicacia, y más aún por la cantidad de obras suyas que tendremos: Perfect Stranger; Dupree´s Paradise; Dog Breath Variations/Uncle Meat y G-Spot Tornado.

Frank Zappa había sido cabeza visible de los provocadores The Mother´s of Inventions y como arma arrojadiza, allá por los sesenta, había presentado su registro We´re only in it for the money, mordaz crítica al Sargent´s Peper´s de The  Beatles, sus ambiciones en la música contemporánea, se dieron de bruces con la posible aceptación pública, cuando seguía los dictados de  formación con Edgar Varèse, aunque en momentos concretos contase con el apoyo de Pierre Boulez. Al igual que Charles Ives, Harry Partch, Carl Stalling o el mismo John Cage, su música sonaba como elucubraciones de profesor chiflado. Su carrera habría de pasar por todo tipo de avatares, desde un cierto virtuosismo imposible de clasificar, a sus propios planteamientos ideológicos, que impregnarán obras suyas desde Hot rats (1969), con implicaciones jazzísticas a The grand Wazoo (1972), la saga de Joe´s Garage (1979) y las recreaciones electrónicas Francesco Zappa (1984), además de las indagaciones en la cuerda floja con la O.S. de Londres, mediando Pierre Boulez. Había probado con su estilo de identidad, marcado por un acentuado uso técnico del llamado wah-wah, en confluencia con la pujante cultura del Underground , posicionamientos en la onda del Freak-out. Clásicos como Varèse (Ionitation), fueron sus primeros referentes, sin olvidarse de Igor Stravinski, que le sedujo desde años de juventud. En contrapartida con estas influencias, vendrían las músicas negras emergentes, que compartió en Lancaster (California), junto a su colega Don Vriet, mientras componía bandas para filmes como Run home slow (1959) o The world´s greatest sinner (1960).

 Una vida relativamente corta, ya que nos dejó a los 52 años, en diciembre de 1993, manteniendo aquel gesto irreverente y como testigo de la evolución de las músicas que proponía, sobre técnicas avanzadas de la segunda mitad del siglo XX, motivando simpatías y rechazos dentro de una perspicaz visión crítica que basculaba entre formas de mayor aceptación entre aficionados en los espectros contestatarios, o la aleatoriedades de John Cage; el minimalismo de Lamonte Young o Terry Riley y esos maestros clásicos desde Charles Ives a Aaron Copland, aspectos que ingeniosamente integrará en muchas de sus obras. Nos dejó aspectos como sus despectivas actitudes displicentes- quizás más en apariencia-, flirteando con su instrumento en un posicionamiento elegido desde el reclamo de Freak out!  La suite tardía de The Yellow Shark, vendría para reventar condicionantes, inmerso precisamente en la cultura Underground, que presentó en Franckfort, con el Ensemble Modern, uno de los proyectos con los que habitualmente trabajaban músicos como Gyorgy Ligeti, Pierre Boulez o Karl Heinz-Stockhausen. El doble registro London Symphony Orchestra, fue también otra aventura que se ofrecía entre obras suyas con distintos ropajes y bajo las direcciones de maestros como Ken Nagano, Ligeti, Boulez y Varèse, entremezcladas con citas cinematográficas y en tal tesitura, trabajos como Over-nite sensation, uno de los más divulgados, gracias a los arreglos de los jazzmen George Duke y Jean-Luc Ponty; Does humour belong in music, con una de sus bandas en directo o Whipping´post  o Muffin/ Enfasis, obras representativas de su debilidad por la pasión del collage.

Charles Ives- Four Ragtime danzes (1902)-, figura curiosa por su legado con obras como la escuchada  en el ciclo (En) Foco, Three Places in New England, con composiciones de G.Antheil- Archipiélago-; D. Milhaud- La Creation du Monde y la Rhapsody in Blue, de G.Gershwin, ejemplo de su curioso talento como músico casi circunstancial y precursor de otras alternativas. Estaban sus atrevimientos armónicos debidos a sus cualidades en el manejo de encadenamientos irregulares que podrán tener concomitancias con Stravinski o el tratamiento de combinaciones aleatorias y el uso de clusters, confirmados en su Concord sonata (1909/15). Fue Aaron Copland quien pulsó la tecla del relieve de las novedades de profética anticipación, siendo Ives quien puso los cimientos ultramodernistas e innovadores, algunos asimilables a las procedentes de la Segunda Escuela Vienesa. En esa aventura con el género del cuarteto de cuerda, están la compositora que nos acompaña, Ruth CrawfordSeeger; George Antheil; Samuel Barber; Henry Cowell; Walter Piston; Paul Creston o Virgil Thomson. Charles Ives, baluarte en estas muestras, aporta esta breve pieza, un definitivo aldabonazo para lo que supondrá la genuina escuela americana más innovadora de comienzos del siglo XX, auspiciados por las  técnicas renovadoras.

Ruth Crawford-Seeger-Andante for strings-, está considerada como la autora del primer cuarteto atonal, precisamente en esta obra que fue estrenada por el Pellegrini Quaret (1931), y del que se toma  para la sesión el tercer tiempo Andante, que sigue al Leggiero, para llevarnos al Allegro posible. Su acerca en su actitud, a compositoras como Ethel Smyth, Johanna Müller-Hermann o Germaine Tailleferre, posicionándose en una actitud vanguardista de partituras atonales aunque sin entregarse al puro serialismo. Este Andante resulta una gran novedad que anticipa ciertos aspectos de las técnicas del Segundo cuarteto, de G.Ligeti, inscribiéndose en una serie de fluctuaciones de intensidades con una importante presencia del chelo. Este cuarteto, atrajo la atención de Elliot Carter, que encontró en la obra lo que llamó un constructivismo específicamente americano, condensado en el espacio de doce minutos.

Edgar Varèse-Désert-, músico con raíces en la Schola Cantorum parisina con Vincent d´Indy, para especializarse en estudios de acústica bajo las influencias de Busoni y de ordenamiento sonoro en el ámbito de la teoría científica, fue autor de obras señeras como Octandre, Offrandes, Hiperprisme, además de Tuning Up, Dance for Burgess y Nocturnal o Déserts, compuesta entre 1950/4, para catorce instrumentos de viento, piano y cinco percusionistas, más dos cintas electrónicas que se interpolan entre las cuatro secciones instrumentales. Es su primera obra concreta. Las interacciones entre lo culto y lo popular adoptaron muchas formas en los años finales y a comienzos de los sesenta, Gunther Schuller, el compositor y director de orquesta, especialista en jazz, forjó la idea de la Third Stream, como forma de integrar la música clásica y el jazz. Frank Zappa, combinó distintos aspectos de la Música concreta, el rock y el jazz, en una estética muy influida por la música y los escritos de Edgar Varése, y de esta forma veremos cómo se completa el ciclo del concierto propuesto.

Ramón García Balado

 

25/02/2025

El toque de gracia de la pianista Mirabelle Kajenjeri

 Santiago de Compostela - 20/02/2025

Sesiones en las que Mirabelle Kajenjeri fue solista con la Real Filharmonía de Galicia, dirigida por Baldur Brönniman, del Concierto para piano nº 2, en La M. S. 125, de Franz Liszt sustituyendo al anunciado Vadym Kholodenko, por indisposición, como hace un par de semanas había sucedido con la Sinfónica de Galicia, que también hubo de renunciar a Lukas Sternath, para el Cuarto concierto en Sol m., de S. Rachmaninov. En programa también, un acólito de Liszt, Joachim Raff, con su Sinfonía nº 5 (Lenore), completando con Prélude à l´ après midi d´un faune, de Claude DebussyMirabelle Kajenjeri, con doble ascendencia entre Burundi y Ucrania, recibió galardones como el Premio Int. Sta Cecilia de Porto (2021); el Segundo Kissinger Klavier Olympic; el Arthur Rubinstein (2021), de Tel Aviv; y el Contest Piano Cleveland (2024). Su primer cd lo editó con la firma KNS Classical (Étincelles), tras recibir atenciones artísticas de las Foundations Gautier Capuçon, y Safran, el distintas convocatorias, con ratificaciones en los certámenes Wien Lieven Piano; el Yamaha Music Europea o el Yehudi Menuhin Live Music. Estudió en la Kunst Universität Wien y en la Music und Drama Universität (Hannover), teniendo como preceptores a Anna Malikova, Eva Kupiec, Natalia Grebennikaya, Mihail Faerman, Vladimir Soultanov y en Bruselas a Lorenzo Gallo, Olga Zulotareva, Ning Kem y Elisabeth Degrenand. Desde 2024, es artista en residencia de la Kapelle of Music Queen Elisabeth, junto a Frank Brovey y Avedis Kouyeumdjian.  La suspensión de Kholodenko había encendido las alarmas de cambio obligado de programa, pero casi al límite nos encontramos con esta afortunada sorpresa que sorprendió muy gratamente a los aficionados que se temían lo  peor.

Para abrir sesión, Claude Debussy- Prélude à l´après midi d´un faune-, la poética Mallarmé, tras Proses lyriques, momento en el que gozará del estreno de Pelléas et Melisande, de Maeterlinck, en el Théâtre des Bouffes- Parisienns, con montaje de Lugne-Poe, del que también dejará memoria Mallarmé o el pintor Henry Lerolle, sucinto en sus observaciones. Los arabescos de esta obra, no se entrelazan, sino que pasan de un instrumento a otro, mientras que la armonía viene dada, al modo convencional, por el resto de la orquesta. Esta armonía, sin embargo, fluctúa en su mayor parte a un ritmo extremamente lento, a veces más o menos estacionario, ancladas las notas mantenidas o repetidas en el bajo que a menudo contradicen el movimiento de las partes internas. La elaborada languidez del fauno de Mallarmé, casi puede olerse en la textura orquestal calladamente suntuosa, móvil, pero inerte. Página breve, destinada a la Société de Musique, y confiada a Gustav Doret, fue bien aceptada, aunque en principio había sido pensada como un tríptico. Un condensado del sugerente poema ensoñador, entre ninfas y náyades, en una sucesión de instantes dispersos. En resumen, originalidad de la forma en una partitura innovadora, cuyo Prélude, termina en una reexposición abreviada del tema, con una coda que se disipa en una evanescencia mínima de imperceptibles compases, y un sonido de flauta, en la distancia, idea de una leve caricia insinuante. Página matizada y de notables recursos para entrar en concierto hacía el Liszt de amplias sugerencias tímbricas. 

Franz Liszt- Concierto para piano nº 2, en La M., S.125-, obra de su etapa en Weimar, en cuya corte pondría en atriles, en enero de 1857, y que interpretaría su alumno Hans von Bronsart, obra eminentemente rapsódica auspiciada por la serie de pasajes encadenados, desde el inicial al resto de acentuada personalidad y con apuntes de meditación lírica, realzada por juegos armónicos y rítmicos. El Adagio sostenuto assai, fue clave del ideario estético merced al valor de la serie de transformaciones de recursos primordiales, definidos por sutilezas, bien expuestas por el oboe y el clarinete, a los que respondería la solista de piano, para proseguir con  un Allegro moderato y un Allegro deciso Marziale un poco meno allegro, hasta un Allegro animato, culmen de esta serie de pasajes climáticos que mantuvieron el ánimo de su arquitectura sonora, con detalles como la disputa entre el chelo y el piano, llegando a una coda en manos de la solista, que se resolvía  en sucesión de glissandi. En su despliegue, la prestancia de Baldur Brönnimann  quien daba por hecho el grado de menor aceptación de este concierto con respecto al precedente.

Para Humphrey Searle, dos elementos de estilo dan a las composiciones de Liszt un sello personal distintivo: el experimento con la estructura formal y la transformación temática. Muchas de sus obras menores ponen de manifiesto una considerable inventiva de diseño. En las de mayor envergadura, suele realizar atrevidos experimentos: la ampliación de la forma sonata clásica de un movimiento, la unificación de las obras que constan de varios movimientos  y el uso de las áreas tonales de gran alcance para nuevos efectos dramáticos. Los dos conciertos para piano, han sido revisados muchas veces, desde el Primero, en cuatro tiempos en uno, presentando nexos temáticos y este segundo, posiblemente menos brillante aunque más poético. Hasta 1870, su estilo armónico era similar al de las obras románticas de Chopin o las últimas de Schubert, además de influencias de cantinelas operísticas, especialmente en estudios como Ricordanza, de sus Estudios de ejecución trascendental. Mirabelle Kajenjeri, sorprendente en cuanto al tratamiento de la obra, fue objeto de una entusiasta respuesta, a la que respondería en el bis con el  Ravel de La Alborada del gracioso, perteneciente a Miroirs, pieza con reminiscencias ibéricas por los perfilados acordes staccato que evocan a la guitarra.

Joachim Raff- Sinfonía nº 5, en Mi M. Op. 77 (Lenore)- acólito suyo, sería para el estudioso Walter Labhart, un talento con la delicadeza formal de Mendelssohn, el carácter expresivo de Chopin, el cantábile de Schumann, el pathos de Liszt, en sus elegancias y las virtudes armónicas de Wagner. La presencia de Liszt, en Basilea, le animará tentar la posibilidad de conocerle, consiguiendo un encuentro que será trascendental, ya que se interesará por él, y le invitará a acompañarle en sus giras. En 1850, se convertirá en su asistente y secretario en Weimar- aspecto resaltado por Brönnimann en la charla de antelación-,, una oportunidad única, puesto que la ciudad era un polo de atracción de compositores. Liszt le encargó la orquestación de sus poemas sinfónicos, un trabajo ciertamente intenso y que le ayudará a perfeccionar sus posibilidades. Abandonará Weimar en 1856, para dedicarse precisamente a la composición y a consecuencia de ello serán las obras sinfónicas comenzando por la Sinfonía nº 1 (A la Patria)- 1863-, premiada por la Sociedad de Amigos de la Música, de Viena, verdadero aldabonazo, que dará comba a esa realidad que dejará modelos en otros géneros, basculando entre la tradición clásica de Mendelssohn y el romanticismo programático de Liszt, con instrumentación colorista y plástica. Obras como esta Sinfonía nº 5 (Lenore)- 1872-; la Sinfonía nº 7 (En los Alpes)- 1875-, como más destacadas, pasando su obra al ostracismo a partir de los años ochenta. Quedan idilios pastoriles, marchas fúnebres y fantasmagóricas, encuentros de elfos y dríadas, con las  que ganó popularidad, especialmente en sus compromisos con el Conservatorio Hoch, de Frankfurt, fundado por él.  La Sinfonía Lenore, parte de un relato de Gottfried A. Bürger, encuadrable en un estilo de cuento –gótico en la tendencia de época Sturm und drang y que resume en sus tiempos una descripción de un amorío tremendista bajo el dictado de la presencia de la muerte,  que nos llevaban desde el Liebesglück, al Trennung para someternos al Wiedervereingung im Tode, con la sombra del espectro que bastante debe a las herencias  de los poemas sinfónicos de Franz Liszt.

Ramón García Balado

 

Mirabelle Kajenjeri. Real Filharmonía de Galicia/ Baldur Brönnimann

Obras de C.Debussy, Franz Liszt y Joachim Raff

Centro Cultural Afundación, Vigo

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-el-toque-de-gracia-de-la-pianista-mirabelle-kajenjeri-por-ramon-garcia-balado 

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