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04/07/2025

Segundo Concierto de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compoatela


Una despedida afortunada para el Curso de Cámara Airas Nunes y que para la ocasión, nos brinda la colaboración de alumnos y dos de los profesores, el pianista Claudio Martínez Mehner y la violinista Anna Gebert, en la Escola de Altos Estudos Musicais- día 5, a las 17´30 h.-, comenzando Yuval Shmila, pianista que interpretará el primer movimiento de la Sonata en La m. K. 310, llamada Parisina y pieza de un joven de 22  años, obra que fue difícilmente fechable ubicándola junto a la K. 300 y el K. 316 y la Sonata para violín y piano  K. 304, durante aquel período parisino de gratas experiencias, a pesar de coincidir con la muerte de su madre, que marcará la evolución de las obras para el teclado. Habrá quien diga que es la primera obra trágica que recordará precisamente el mundo poético y el cuidado y perfección de las formas tratadas. Un talante expresivo que recuperaremos en óperas como Idomeneo o la Serenata K. 388. Los  primeros compases, según Glenn Gould, resultan uno de los mejores inicios de todas sus sonatas, ya que inciden profundamente en el estado de percepción. Una sonata que simplemente ofrece un surtido de vivacidad y vehemencia pomposa que procurará al autor una mejor reputación de la merecida, estamos precisamente ante la actitud mantenida por el temible Glenn Gould. La tonalidad, expresa una desesperación fría y sin lágrimas, dominada por un orgulloso rechazo a cualquier consuelo.

Vivien Walser, con la Barcarola Op. 60, de F. Chopin, saturada de sutilezas y abstractas evocaciones, única considerada como la cúspide de su obra para el teclado, idea        que sustentarán artistas como F.Nietzsche y André Gide, subyugados por su lirismo luminoso pleno de resonancias italianizantes condensadas en ese ámbito ensoñador gracias a su poética, en el espacio de sus 116 compases. Aspectos se descubrirán en su acercamiento posterior en compositores como Maurice Ravel, merced a sus sutilezas tímbricas a modo de herencia comprensible del franco-polaco, a tenor de lo que la historia acabe decidiendo. Para entendernos, baste con saber que esa predilección del compositor de Dafnis et Chloe, sentía por nuestro autor de géneros como las Barcarolas.

El trío formado por Ada Aebi (Violín); Philip Karmanov (piano) y Elodie Sigrist (piano), nos descubrirán a la compositora  francesa Marguerite Canal, con dos tiempos- segundo y tercero, de la Sonata para violín y piano. Mme Canal (1890/1978), era hija de Marie Dorothée Fauré, profesora de piano y nieta del ilustre Gabriel Fauré, que se formó en el Conservatorio de Toulouse antes de trasladarse a París, en donde fue alumna de Paul  Vidal. En 1914, se presentó al Prix de Rome, aunque no fue admitida, como sí lo habían sido Jean Déré, Marcel Dupré y Raymond de Pezzer. En 1920, ganó el Premio por su cantata Don Juan, por unanimidad, recibiendo el reconocimiento de Camille Saint-Saëns, premio que ampliaría al recibido por su cantata Le  Poète et la Fée, precisamente en el prestigioso Prix de Rome, con un segundo premio. En el espacio de sus composiciones, destacan las compuestas sobre textos de Baudelaire, Paul Verlaine, Franz Toussaint, Marceline Desbordes- Valmore, llegando a acompañar al piano a la  soprano Ninon Vallin. Mencionaremos su ópera inacabada Tlass Atka ou le Pays Blanc.

El Trío Arume, formado en el Conservatorio de A Coruña, está integrado por María Meléndez (clarinete); Laura Ros (chelo) y Romeu Tembrás (piano) y para ellos, el Primer movimiento del Trío Op. 11, en Si b M., de Ludwig van Beethoven, obra que deja opción para tratamiento con violín, en lugar del clarinete, obra que en este Allegro con brio, se anuncia con una pretensión garbosa para permitir en el Adagio siguiente una visión igualmente entusiasta. Página idónea para el lucimiento de la clarinetista, un capricho pues para lucimiento en toda su gama, en contraste claro con la chelista. La fecha de datación sería resulta por la aparición de un anuncio publicado en el Allgemeine Musikalische Zeitung, el 3 de octubre de 1798. La obra hará pareja con otras composiciones para piano y viento, menos frecuentes, se trata del quinteto Op. 16 y que para avezados analistas, resulta un solapado homenaje a Mozart, el trío en igual medida, no se eleva por encima de los escuetos estilismos del siglo XVIII.

 Candor Piano Trío: Weronika Bagniewka (violin); Ignazi Krzminski- Iwan (chelo) y Julia María Figueres- Heinz (piano), también contribuye a descubrir a Philippe Scharwenka, en el Trío para piano nº 1, en Do m., Op. 100, en su tiempo Lento tranquillo, un compositor perteneciente a una saga de músicos, compositor y pedagogo (1847/1917), alumno en su tiempo de la Akademia Kullak, de Berlín, y que llegaría a ejercer la docencia en la misma academia, hecho que se confirmará con su hermano Franz Xaver, quien probará fortuna en su traslado a Nueva York. Philippe destacará en la composición por obras como Sakuntala, para solistas, coro y orquesta, una serie de trabajos sinfónicos dentro de la tradición germánica; un Concierto para violín y una apreciable cantidad de obras camerísticas como la que tendremos en el concierto de hoy, obras para violín y piano; viola y piano; chelo y piano, quintetos y combinaciones similares.

De los profesores del curso, Claudio Martínez Mehner y William Carter (chelo), con el Primer movimiento de la Sonata Arpeggione, D. 821,  de F.Schubert, conocida composición dedicada por encargo para ese instrumento curioso un tanto relegado por la posteridad, por lo que actualmente suele interpretarse con chelo. Johann Georg Staufer (1778/1853), fabricante vienés de instrumentos de cuerda, construyó ese instrumento para esa especie de violín (por su forma)  y de guitarra (por el número de cuerdas), que llevará el nombre de arpeggione, o también guitarra- violonchelo o guitarra de amor. El primer movimiento Allegro moderato, en La m., con un primer tema melancólico expuesto al piano y repetido de inmediato por el arpeggione (chelo), siendo este el que expone el segundo tema, más vivo y danzante. El desarrollo tras un tema anunciado del primero, será llevado por el arpeggione (chelo), dentro de un clima inquietante camino de la reexposición, marcado en lo fundamental por el instrumento de cuerda.

Anna Gebert (violín) y Claudio Martínez Mehner (piano), pondrán la guinda con la Sonata para violín y piano Op. 18, en Mi b M.- segundo movimiento-, de Richard Strauss, una de sus creaciones camerísticas de mayor divulgación entre los músicos entusiastas de este legado, un tanto a la sombra de sus grandes obras y poemas sinfónicos, géneros en los que marcará pauta y que en obras como esta pasaron por los estudios de grabación por artistas como Jascha Heifetz/Brooks Smith; Kyung-Wha Chung/ Krystian Zimermann; Gidon Kremer/ Oleg Maisenberg; Sarah Chang/ Wolfgang Sawallish o Ernö Sebestyén/ Wolfgang Sawallish, siempre versiones imprescindibles y de segura referencia.

Ramón García Balado

03/07/2025

Primer concierto de alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Cinco alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, a los que podremos seguir en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais- día 4, 19´30 h-, con una selección de piezas escogidas a la altura de su solvencia conocimientos, comenzando por Daniil Bogdanovsky, piano, quien nos ofrecerá Papillons Op. 2, de Robert Schumann, piezas cuya escritura parecía anterior a la anterior, las Variaciones Abegg y cuyo material podría provenir de los Valses, para el teclado a dos manos y de las Polonesas, a cuatro manos, que quedarán inéditas. Las fuentes literarias tendrán una singular importancia, marcando una época clave en su evolución estilística. Una inspiración en la que  valdrá recordar Flegeljahre (Edad ingrata), relato de J.Paul Richter, con tres personajes principales: Walt (su alter ego) y contrario); Vult- prefiguración de los emblemáticos Eusebius y Florestan, testigos de sus desdoblamientos de carácter y Wina, la joven deseada. El conocimiento de la escena postrera de Fledeljahre, un fantástico e irreal baile de máscaras durante el cual, para enervar los enfrentamientos de ambos hermanos, parece irrenunciable para la total comprensión de este serie de doce piezas breves, precedidas por una introducción de solamente seis compases y cuya estructura musical no ofrece en cuanto a sí mismo ningún problema.

Enoch Wong (piano), entregará la Fantasía en Fa m. Op. 49, de F.Chopin, estrenada en la Salle Pleyel parisina, en interpretación del propio Fryderyk, para notables estudiosos, su obra más genial por su perfección y rotundidad expresiva, obra propuesta a partir de un solo halo y nacida como una improvisación en dedicatoria a sus principales discípulas, entre las que tendrían acogida George Sand, a pesar de un sufrido enfrentamiento entre ambos. Una obra en la que ensaya su personal visión del peso de las grandes obras, apreciada por su extensión y por su alusión a un talante ciertamente poético y de perfiles misteriosos lo que llevaría a llevar el sobrenombre de Quinta Balada de Chopin. Fruto sin duda de su primera madurez, obra de un artista dominador de un lenguaje expresivo y plenamente seguro de sus pretensiones gracias a su aparente desorden en ciertos pasajes.  Momento fecundo, en un verano apacible de Nohant, residencia de George Sand, compartiendo vivencias  con Katherine von Souzzo, encarecida alumna suya. En París, la obra se daría a conocer como Fantaisie por le piano Op. 49, editada por Chez Maurice Schlesinger, en 1841

Tom Paus (piano), con una obra menos frecuente de Ludwig van Beethoven, las 10 variaciones sobre La stessa, la stessissima, Woo 73, en Si b M., tomada de la ópera Falstaff, de Antonio Salieri, obra nacida en el tiempo de su Sonata Op. 13 (Patética) y el Cuarteto Op. 18. Nº 1, tomando como motivo el aria contenida en la ópera Falstaff o las tres burlas, de Salieri, a quien nuestro músico había dedicado las sonatas para violín y piano Op. 12, una ópera que tendría su estreno a comienzos de 1794 y que sería dedicada a su alumna Babette Keglevich. Las piezas en concreto no tuvieron una buena acogida. Para el Allgrmeine Musikalisches, se comentaría sobre las piezas: El Sr. Beethoven sabe tal vez improvisar, pero decididamente no sabe contruir buenas variaciones. Tranchefort confirmará: Aquí reina, en cambio, la más grande fantasía y el placer de escribir por pura diversión pianística. Una vez más, es la irregularidad métrica la que connota estas brillantes variaciones irregulares que encontramos en el pequeño Lied, en menor; en el fugato y en el Adagio, de serena belleza. También Piero Rattalino testimoniará sobre la obra: Al menos cuatro de las diez variaciones sobre un tema de Salieri- la segunda, la sexta, la octava y la novena- parecen pensadas para instrumentos de cuerda, mientras que la octava en modo menor, parece pensada para quinteto de cuerda, en la primera y tercera variación. Especialmente virtuosística, aunque sus límites no exceden las posibilidades del aficionado, es la décima variación que se prolonga a modo de Finale.

Leonnie Trips  (violín), con dos obras. El Caprice nº 23, de Niccoló Paganini, la serie de sus 24 Caprichos, editados en Milán por Riccordi (1820) y en dedicatoria personal a artistas concretos , con afinidades formales que nos trasladan a los modelos del XVIII, con modelos como los Op. 3 (El Arte de violín) de Locatelli. Un conjunto de caprichos sobre fragmentos de concierto que resultan especialmente brillantes y sorprendentes logrados gracias al cuidado tratamiento de todos los problemas propios a la técnica del instrumentos. La obra de este personaje está dedicada en preferencia al violín y a la guitarra, con ejemplos apabullantes como La Carmagnole- para violín y guitarra (1795). Cada uno de sus Caprichos, quedará construido por varios episodios contrastados y en encadenamientos consecutivos. El elegido, es el último de la serie que prepara la entrada del Nº 24, en La m. escrito a partir de un tema sencillo e irregular, con variaciones de bravura sobre el stacaro

Johann Sebastian Bach-Partita nº 2, BWV 1004, con dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, La Sarabanda, en ¾ , precediendo a la Giga y a la portentosa Chaconne, es idea de cómo de cómo el autor intercala esta página peculiarmente emotiva, a través de la importancia de de breves pasajes improvisados que de alguna manera responderán a la serie de acordes acentuados, permitiendo el salto a la Giga, en 12/8, animada por pura evidencia gracias a los dispersos matices que no dudan entre los aires de forte y piano, tan apreciados por el maestros. Las obras para violín solo, en el reparto entre las Tres sonatas y las Tres partitas, son la prueba fehaciente de una profunda querencia en un período trascendental, mientras se preocupara de sus compromisos en Weimar y Köthen, con el beneficio añadido del cuidado de excelentes relaciones con maestros como Johann Paul von Westhoptt, uno de los genuinos representantes del estilo polifónico adaptado al violín.

Jacobo Nieto (violonchelo), para completar esta primera jornada de alumnos, quien se decide también por Johann Sebastian Bach, con la Suite n º 2 , para chelo solo, en dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, tendencia que el compositor sabría dinamizar tras los precedentes italianos fomentados por Domenico Gabrielli y Giovanni Battista Degli Antonio y que nos dejarán un grupo de seis suites con notables lagunas en cuanto a las fechas de composición dejando para la posteridad copias que quedaron confiadas a Anna Magdalena, su segunda compañera y a Johann Peter Kellman, un prestigiado organista y amigo suyo. La Sarabanda, en ¾, aparece intercalada entre la Courante y los dos menuets, para ofrecernos una pieza de expresión grave, abocada a un estado de ánimo sereno; la Giga, en 3/8, tiempo final, se muestra tenso, con un colorido sombrío, destacando la quinta y la séptima disminuida descendentes que articulan el tema desde el comienzo.

Ramón García Balado


01/07/2025

Helix Trio y el Trío Defilló, en el IX Curso Airas Nunes

Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Concierto en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais)- día 3, a las 19´00 h., con el protagonismo de dos agrupaciones invitadas, el Helix Trío y el Trío Defilló, cada una con una obra en programa.  El Helix Trío, que viene de colaborar con el Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa, ofreciendo en agenda el Trío para piano nº 2, en Si m. Op. 76, de J. Turina; el Trío para piano nº 1, en Do m. de Dmtri Shostakovich  y el Trío en Mi b M. D. 929, de Franz Schubert, fue una de las actividades de importancia de ese certamen, en el que también destacaron el Cuarteto Bennewitz, el Spanish Brass Ensemble, el pianista Luis Fernando Pérez, el grupo Al Ayre Español, de López Banzo, Isabel Villanueva & François Dumont o la gala de la soprano Miren Urbieta-Vega, con la O. Gaos, de Fernando Briones. Helix Trío, formado por Jaume Angelés (violín); Iago Domínguez (chelo) y la pianista Paula Belzunegui,  fue nominado Ensemble Emergente del FestClásica (2024), lo que les facilitaría su presencia en los festivales de mayor arraigo del país, recibiendo galardones como el Premio BBVA de Música de Cámara Monserrat Alavedra, y el Filippo Nicosia, de Italia, a los que se añadían el ORPHEUS Swiss Chamber Music Competition (Suiza), y el Concurso La Fiama (Barcelona). Formado en 2022 en la Hochschule für Musik FHNW Basel, recibieron invitación para participar en el Piano Trio Fest (Berna); el Swiss Chamber Music; el Fest. Adelboden, antes de presentarse en el Palau de Música Catalá y participar en las IMS Prussia  Cove Masterclasses y en la Ac. Int. de Música de Cámara, de Vic.

Antonin Dvorak, con el Trío nº 4, Op. 90 (Dumky), estrenado en Praga, obra compuesta de seis dumky (plural de dumka), pieza reflexiva en su contexto, lírica y ensoñadora de un lirismo a flor de piel, cercana a la rêverie o la alemana Träumerei, en la que descubrimos esencias del espíritu del Lied o la beceuse, expresando por ello un estado anímico preciso merced a su notable romanticismo. El  autor, como en el caso de Schubert, en sus Ländler, conserva el talante de la dumka de origen eslavo por ese ambiente melancólico, suscitando una sensibilidad romántica, auspiciada por una libre improvisación impregnada de caracteres caprichosos y cambiantes, construidos sobre motivos eslavos, tanto versátiles como imaginados. El uso de intervalos irregulares (terceras y séptimas menores y mayores), el hecho de proceder a menudo por repeticiones, aunque haya cambio instrumental y por acumulación de energía, evitan el tener que desarrollar los temas según los procedimientos clásicos de la sonata, aunque deje la impresión de que sigue esa forma. Los avezados en su estilo creativo, apuestan por la idea de dumky, tal como debe escucharse según sus tiempos, pero para el especialista Alec Roberston, tales tiempos se desplegarán en un total de seis, desde el primero a través  de un canto del chelo acompañado por sextas al teclado, para pasar al segundo, Poco adagio, con trémolos al aire de danza; el tercero, en  el que el piano propone una serena y luminosa frase; el cuarto, una especie de berceuse, que va del piano a las cuerdas; el quinto, en el mismo tratamiento de Dumka, Meno mosso, en su episodio central marcado por diversas tonalidades que preparan la coda, dejando un puente hacia el sexto, Lento maestoso que remite al comienzo para acelerar el tiempo hacia un Vivace, expresado por el violín y el chelo. Un momento febril, se diluye en una indolente dumka que respira en una aspiración en un arrebato final, que concluye en un estado que nos acerca al Quinteto con piano B. 155.


El Trío Defilló- Schumann: Trío con piano, en Re m. Op. 63- integrado por Gullem Armengol Tort (violín), Martina Armengol Tort (chelo) y Ramón Serra Bispo (piano), recibieron el Premio La Flama, de Juventudes Musicales de Catalunya y actuaron en certámenes como el Atlántida, de Vic; el Fringe de Torroella de Montrí;  Rittersaal (Castillo Weikorgsheim), Obtuvieron La beca de Jeunesses Musicales Deutscheland, tras seguir las docencias de los hermanos Abel y Arnau Tomàs; los Cuartetos Casals y Gerhard, Gregor Sigl (Cuarteto Artemis) y Oliver Wille (Cuarteto Kuss),  y asistir a curso de Angelika Merkle, Heine Müller, Bruno Canino.  Schumann- Trío con piano, en Re m. Op. 63, Triofreude- para al autor, en sus cuatro tiempos, comenzando por el tiempo Mit Energie und Leindenschaft- con enérgica pasión-, que se abre de forma impulsiva como canto de desesperación en el que el hombre se enfrenta a divinidades y fuerzas invisibles, a partir del chelo, una idea fija en el compositor que trasmitirá a lo largo de todo el movimiento. Reaparece una idea constante en un a modo de visión mística y obsesiva con afinidad cercana al Fausto o a Manfred que ayudan a pacificar un alma atormenentada sobre acorden tranquilos en tresillos de corcheas, en el registro agudo del piano, el violín y el chelo.

Lebhaft, doch nicht zu rasch (Animado, pero no demasiado rápido), segundo tiempo, especie de scherzo en el relativo de la tonalidad principal, enfrenta a los arcos a distancia de octava, en diálogo con el piano. Serán los esbozos conservados costarían esfuerzos para el autor quien pretendía un trabajo contrapuntístico arduo, una de sus obsesiones en el ámbito camerístico al que definitivamente acabaría abandonando, descartando la posibilidad de un segundo trío, pensado para la temática del movimiento lento, alternado con el primero.   Langsam, mit inniger Empfindung (Lento, con un sentimiento íntimo, cumbre  de la poesía con este estilo de Nénie, sencillo lamento de curiosa concentración y que se construye en forma de Lied, en la tonalidad de la  dominante menor, basada en un tema puramente instrumental (y no vocal), curiosamente sincopada, resuelta por el violín de manera ligada con el tema del primer movimiento, recreándose en las sonoridades del instrumento. El piano se expresa de forma rítmica y armónica.   Mit Feuer (Con fuego), tras una aparente y equívoca forma de un rondó, el piano se entretiene con modulaciones para ceder la entrada a otros temas en los que el chelo retoma el protagonismo principal. Un tema de importancia apura los motivos que preparan la coda acelerada, sosteniendo el furor anunciado.

Ramón García Balado

30/06/2025

Conciertos del Curso Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Dos conciertos para esta jornada en el Curso Airas Nunes, en la Escola de Altos Estudos Musicais (EAEM), día 2, a las 19´30 h.-, comenzado con el Trío en Dialèg, integrado por Nicolás Igual Bujeda – violín-; Cesc Corominas i Muñoz- chelo-y el pianista Pau Oliver Rosello, quienes interpretarán el Trío no º 3, en Do m. del Op. 1, de L. van Beethoven, un trío forjado en la ESMUC, y relacionado con los miembros del Cuarteto Casals, siguiendo las docencias del pianista Kennedy  Moretti y Joey Grimalt. Nicolás tuvo como maestro a Yuri Volguin, para ampliar con Illya Grubert, Florin Paul (concertino de la O.S. de la NDR); Stefano Pagliari (concertino de la O. del Teatro alla Scala). Pau Oliver Roselló, siguió las docencias de Arturo Fornos, Mª Tomás, Alba Ventura, Marta Zabaleta, Iván Citera. Cesc igualmente con buenas referencias en la ESMUC, había estudiado en el Conservatori I. Albéniz (Girona), y entre sus maestros destacan Abel Tomàs, Arnau Tomàs, Vera Martínez, X. Puig, y en el Sommermusik im Oberen Nageldatd, Leonid Gorokhov. Es dinamizador de proyectos de corte popular como A Compàs del Mon; Ars Movents, la Sinfonice de Cobles o la Jove O. de Cassà.

Beethoven-  Trío nº 3, Op. 1, en Do m.-, en sus cuatro tiempos: Allegro con brio; Andante cantabile con variazzioni; Minué, quasi Allegro; Finale:Prestissimo. Sobresalen los movimientos extremos, el primero por sus tintes apasionados y que no desdeña pinceladas humorísticas y luminosas, a través de dos ideas refulgentes, con un apunte que podrá acercarnos a un tema del Prometeo Op. 43, siendo el segundo un desliz estremecedor- sanglotant- que le  otorga un palpitar de sombras en los lindes del romanticismo que ya se anuncia, en un joven de 25 años y en su etapa vienesa que reclama una mirada hacia un futuro inmediato. Un trío  que sería revisado con el paso de los años, en posibles transcripciones para quinteto de cuerdas y que recibirá un número de catalogación como Op. 104.  La serie de estos primeros tríos, queda relacionada evidentemente con aquella estancia en la capital habsbúrgica, en donde tendrá la oportunidad de conocer a lo más granado de la nobleza, gracias a estos tríos que recibieron importante acogida en el Palacio del Príncipe Lichnowsky, al que nuestro genial artista dedicaría el ciclo en su integridad. Para Fortune, suponía la conquista creadora que marcará una época dentro de la expansión tonal en amplia escala, auspiciada por la naturaleza del material y los contrastes dinámicos.

Dúo Casellas – Becker-, formado por Julius Becker (piano), con estudios en la Sweelinck Ac. for Young Talents (Amsterdam)- Marcel Baudet-, y ya en Inglaterra en la Yehudi Menuhin School, siguió en la Hochschule für Musik und Tanz Köln, recibiendo asesoramientos de Claudio Martínez-Mehner y Nina Tichmann. Asistió a masters de Alexander Melnikov, Andreas Staier, Robert D. Lewin y András Kemmenes. Ampliará con maestros especializados en las materias de música de cámara, improvisación y repertorio vocal.  Mireia Comas Casella (violin), realizó estudios en el Conservatorio de Victoria Gasteiz (2016/9), para seguir en la Universidad de Lucerna Applied Sciences, con Daniel Dodds y en la Hochschule für Musik & Tanz Köln, con Annette von Hehr; en la Zurich Univer. of Arts, tendría como profesoras a Anna Gebert y a N. Weinmester.

En programa, W. A. Mozart- Sonata para violín y piano, en Sol M. K. 301-, obra del período de Mannheim, de un joven de 22 años y que se hermana con la K. 302, en Mi b M. El Mozart parisino y que para Halbreich, se descubre por su Allegro con espíritu animado y vigoroso al que responderá un tiempo similar de sabor popular casi dentro de los parámetros de los estilismos alla francesa, en el ámbito del rondeau, que sabe destacar precisamente por su gracia en la sección central. Dudas hay en cuanto a la obligada dependencia de esa asimilación definitivamente francesa, por lo que el reparto entre período no dejará de fomentar las dudas. En el transcurso del viaje de Salzburgo a Mannheim, el músico había conocido, como testimonia su correspondencia, un grupo de seis sonatas para violín y piano de J. Schuster (1748/82), maestro de capilla de Dresde y que nuestro Mozart enviará encarecidamente a su hermana Nannerl. Estos dúos un tanto anónimos podrían ser el estímulo para la creación de estos primeros dúos, cuyo título será: Clavier duetti mit violin, un distanciamiento de las antiguas formas de las sonatas con clave y acompañamiento de violín.

Johannes Brahms-  Sonata para violín y piano, en La M (Thunersonate) Op. 100- el autor en plena madurez para una de sus obras camerísticas más apetecibles. Allegro amabile; Andante tranquillo; Vivace di qui andante; Allegretto grazzioso (quasi andante). Segunda de sus sonatas en este género y que recibe este curioso título, nacida junto a las cercanías del lago Thun (Suiza), lugar de sus apacibles retiros, en el que nacería otra serie de ciclos de Lieder y otras obras maestras de cámara. El poeta Widman, había sido el primero en descifrar los secretos de esta partitura. La figura de Hermine Spies, una reconocida cantante, alumna de Julius Stockhausen, también quedaría relacionada con ese mundo de Thun, artista que definitivamente, será clave para conocer la evolución de muchos de sus Lieder. Naturaleza, luz, amor, serenidad, impregnan profundamente todas las composiciones de estos años. La confirmación casi extática de esta sonata, podemos encontrarla en el Allegretto grazzioso (quasi andante): La gracia amable de esta pieza proviene del Finale: la misma elección de un tiempo relativamente lento para concluir- con esa indicación-, es emblemática de la naturaleza distendida de esa sonata. Un finale, se materializa en una especie de fresco rondó, que mantiene intacta la dimensión de serenidad. También contribuye el tema- ritornello, que en cada reaparición presenta nostálgicas reminiscencias del lied Op. 65, nº 5, Meine Liebe ist grün o la cita de otro Lied, del Op. 105, nº 4. El tema principal queda por momentos ensombrecido por alguna pincelada de amargura, quizás un aviso del otoño de su vida.

Ramón García Balado  

29/06/2025

Novena edición del Curso Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais/Sede SGAE

Actividades didácticas y concertistas en la IX edición del Curso Airas Nunes, que se desarrollará entre el 30 de junio y el 5 de julio, que reparte sus convocatorias entre La EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais y la sede de la SGAE, teniendo como profesores a Claudio Martínez-Mehner, András Kemenes y  Kennedy Moretti, en la materia de piano, a los que se añaden en especialidad de cuerda, Anna Gebert, Yuval Gotlibovich y Xavier Gagnepain, quienes prestarán atención primordial a géneros camerísticos a la atención de setenta alumnos quienes serán protagonistas de dos conciertos camerísticos- días 2 y 3, sesiones de becarios, a partir de las 19´00 h., en la EAEM, y otros dos- días 5 y 6, en la Sede de la SGAE., programas pendientes de confirmación y con destacando protagonismo de los solistas. Un proyecto que desde sus comienzos cobró vuelo gracias, en parte, a la iniciativa de los hermanos Javier y Manuel López Jorge, ambos pianistas y del chelista Millán Abeledo, una idea que desde entonces, conoció la colaboración de importantes profesionales de la música tanto en el  ámbito docente y profesional.

El ciclo Contemporáneas que había ocupado buena parte de la temporada recién concluida, un espacio repartido desde el primer concierto del Arxis Ensemble- La fabricca illuminata, de L. Nono,- para seguir con propuestas como How can I help you, de Vertixe Sonora; A solas con Marilyn, de David del Puerto, con Teatro Xtremo o Pasos desde o Atlántico, de Música Práctica, dejó un espacio para (Suit(e)), del que fueron protagonistas Millán Abeledo, la responsable de danza y coreografía Nuria Sotelo y el propio Manuel López Jorge, quien contribuyó con una obra de encargo en estreno.  Programa denso y ambicioso por la elección de obras perfectamente articuladas: J.S. Bach, Gaspar Cassadó, G. Ligeti, Benjamin Britten, Gyorgy Kurtag, Henri Dutilleux y el encargo de Manuel López Jorge, con una pieza trabajada desde una escritura formal distribuida en una serie de micromovimientos que fluían bajo la inspiración de características, algunas particularmente elementales, una aportación procedente del campo de la física. Obra que usaba la paleta tímbrica más extensa, pensando en el protagonismo del chelo, a tenor de sus límites expresivos, comunicativos  y sintácticamente coherentes.

Claudio Martínez-Mehner, nacido en el seno de una familia hispano-alemana, estudió en el Real Conservatorio Superior de Madrid, con Amparo Fuster, Pedro Lerma y Joaquín Soriano, y fue viola solista de la JONDE, instrumento que ampliará con violín y clave. Amplió formación en el Conservatorio Tchaikovsi, de Moscú y en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, con Dmtri Bashkirov, para profundizar en piano con en la Freiburger Universität, con Vitaly Margulis; la Fondazione per il Pianoforte (Como, Italia); en el Peabody Conservatory, con Leon Fleisher, especializándose en masters con Murray Perahia; Fou Ts´ong;  Alessis Weissenberg, D. Rostropovich; Ferenc Rados, Karl- Ulrich Schnabel, Gyorgy Kurtag o el barítono Dietrich Fischer- Dieskau. Fue finalista del Paloma O´Shea(1990); obteniendo premios como el Pilar Bayona (1992); la  Fundación Chimay (Bélgica); Dino Ciani (Milán) Colaboró con el Cuarteto Casals, junto a su hermana Vera- Quinteto con piano, en Fa m. Op. 34, de J. Brahms- y fue asistente de D. Bashkirov, además de profesor en la Köln für Musik & Tanz.

András Kemenes, fue un talento precoz tras comenzar sus estudios en la Accademia de Música Ferenz Liszt (Budapest), en donde tuvo como maestros a Pál Kadosa, Ferenc Rados, Gÿorgy Kurtág, graduándose en 1982, realizando cursos de postrado en el Conservatorio Tchaikowski, de Moscú; y en Dresde, como alumno de Amadeus Webersinke, preparando su carrera profesional en el Instituto Kodály, de Kecskemét, en donde fue maestro entre 1984/ 91, Combina la pedagogía  igualmente en la Academia de Música Ferenz Liszt (Budapest), con los oficios como intérprete en dúo con el pianista Csalog Gábor y en calidad de solista. Kurtág, en su horizonte, lo es por obras como Játékok,  una colección de juegos que podrá asimilarse a Mikrokosmos, de Béla Bartók,  una idea de que la pedagogía no dejó de evolucionar, ofreciendo nuevas perspectivas de un interés irrefutable.

Kennedy Moretti, brasileño con formación en la Universidad de Sâo Paulo, estudió también en la Ac. Ferenz Liszt y en la Ac. de Música y Artes Escénicas, de Viena, antes de trasladarse a España (1994), en  donde se integró en la Escuela de Música Reina Sofía; el Conservatorio de Música de Castilla  y León; el Inst. de Cámara de la Universidad Alfonso  X El Sabio (Madrid), colaborando con artistas como Ruggero Raimondi, María Espada, Ana Mª Sánchez, Milagros Poblador, Raquel Lojendio, Agustín Prunnel- Friend, Marina Pardo o Erica Wise, David Quiggle, el Plural Ensemble, el Ensemble Wiener Collage, Jonhatan Brown, J. Luis Estellés, realizando registros como las obras para piano y canciones, de Helmut Jasbar, con María Espada; obras de Mozart (Aglae Musica); compositores cántabros (con Marina Pardo); Sonatas y variaciones de Beethoven, para chelo, con Arnau Tomás y trabajos para cadenas de radio y televisión. Recordamos en el II Festival de zarzuela, con la soprano Mariola Cantarero, un ramillete de perlas que iban desde Sorozábal a Amadeo Vives, Jaime Ovalle, X. Montalvatge o Gonzalo Roig, G. Giménez y Alberto Williams

Anna Gebert, violinista con dominios en el espacio barroco, estudió en la Accademia de Música de Basilea, y en la Universidad de las Artes de Zurich, llegando a formar parte de la Joven O. Mahler con quince años para seguir en la Ac. Karajan; la Berliner Philharmonie y la O. Sinfónica de Trondheim de Noruega (2017), para probar de inmediato con la Filarmónica de Estocolmo; la H.R. Frankfourt; la Philharmonie Zurich; la Baroc  Orchester (Friburg); Oslo Barokkemera, experiencias adquiridas por sus clases con Paul Biss, A. Chumachenco (Munich) y el violín barroco con Stanley Ripchie, aspecto que se añade a otros instrumentos de época, siguiendo los dictados de los géneros filológicamente informados. Dispone para ello de un Joseph Gagliano (1794)

Yuval Gorlibovich, viola, intérprete y compositor además de profesor, fue premiado en certámenes como Lionel Tertis (Inglaterra); Fischoff (USA); Tel Aviv; y de sus trabajos destaca el dedicado al sello NAXOS, con la Orquesta de Cámara Catalana, con obras de Ramón Paus, con una buena recepción entre los aficionados, capítulo que se añade al trabajo como el Concierto para viola, del añorado Antón García Abril, con la RFG, dirigida por el titular precedente Paul Daniel; Menachem Wiesenberg Encounters  IV, y el Concertino con la Beethoven Philharmonie, dirigida por Thomas Roesner, es otra muestra que se añade al arreglo de las Variaciones Golberg (J. Sebastian Bach), quedan como idea de estilos musicales editados por el sello Sony. La Sonata para viola y piano, fue estrenada en la Ópera de Tokyo, por Nobuko Imai e Izumi Tateno (Da Vinci Editions). Destacan en especial los compromisos para el cine, películas mudas de la época histórica, con su hermano el chelista Jonhatan. Filmes como El doctor Caligari; Nosferatu; el Golem o la Pasión de Jeanne D´Arc, estrenad por Janne Thomson, Rick Stojin y el autor, en el Festival Klassieske Dage. Es director del Festival Int. de Música Monumental de Cáceres y profesor y mentor de Atar Arad.

Xavier Gagnepain, añade a sus actividades la presentación del libro encargo de la Cité de la Musique, Du musicien en general…au violoncelliste en particular, maestro con solvencia del curso y que formó parte del Cuarteto Rosamunde- con inspiraciones schubertianas-, llegando a colaborar con los históricos Virtuosos de Moscú, de Vladimir Spivakov, y la London Symmphony Orchestra. Realizó un importante registros  dedicados a las obras de Gabriel Fauré, para el sello Zig-zag (2007), uno de los principales maestros, había sido Maurice Gendron,  chelista y director que realizó la primera audición del Concierto para chelo Op. 58, de Sergei Prokofiev, obra que será preámbulo de otros hitos como el Segundo concierto, de Paul Hindemith; el segundo igualmente de Francis Poulenc; la Serenata, de Jean Françaix. Nuestro Pau Casals, en obras como una serie de sentidas variaciones tras la buena acogida que le concederá en Prades, aceptando la dirección de algunos conciertos en retiro testimonialmente compartido, destacando obras de F.J. Haydn y Luigi Boccherini

Ramón García Balado                                                                                   

10/06/2025

La Real Filharmonía de Galicia dirigida por Sebastian Zinka, en A Casa das Máquinas

 Casa das Máquinas, Santiago de Compostela


Concierto de la RFG dirigida por Sebastian Zinka, en A Casa das Máquinas-día 12, a las 19´30 h-, contando con la colaboración de alumnos de la EAEM, Óscar Rial Salgueiro y Roi Guzmán Gómez, alumnos que vienen de participar en la serie de las cinco sesiones ofrecidas en el Paraninfo da Universidade y que como todos los cursos, rinde resultados del curso ante la ciudadanía compostelana. Año a año, comprobamos que la EAEM, cumple una labor irrenunciable en la vida profesional de la propia RFG, por las habituales incorporaciones de refuerzo en los programas que demanden ese protagonismo, con el aliciente a mayores de redunde en la proyección de un futuro que se anuncia como prometedor. Cerrando esta temporada, pudimos asistir a conciertos previos al comienzo de algunos de ellos, con un primer avance en el que alumnos elegidos, nos ofrecían la interpretación de una pieza que venía a resultar como una forma de presentación de credenciales del nivel adquirido por alumnos y cuyo resultado final, serían los cinco conciertos escuchados en el Paraninfo da Universidade.  Roi Guzmán Gómez, en su cita del día 5, en calidad de alumno de Jorge Ortega, estaría acompañado por la profesora Simona Velikova, para ofrecernos el Concierto para trompa y orquesta, en Si M. Op. 91, de R. Glière en la oportuna reducción para dúo. Óscar Rial Salgueiro, el día 9, alumno de Javier Simó y Ramón Llatser, tendría como acompañante a la profesora Haruna Takebe, para el Concierto para trompeta en Mi b M, de F. Joseph Haydn. El recinto de A Casa das Máquinas, como espacio cultural alternativo al servicio de nuestra ciudad, se inauguró el año anterior precisamente con un concierto de la RFG, dejando una cierta impresión de rechazo para los aficionados en lo relativo a la programación de música clásica, confirmada por la opinión de los propios músicos e igualmente de los aficionados que pudieron dejar su impresión inmediata tras aquella primera velada. Ciertamente y como alternativa para la música orquestal, la mejor opción sería olvidarse de sus posibilidades en un futuro inmediato. De nuevo se le concede una posibilidad en esta oferta que traslada a nuestra RFG, a visitar espacios divulgativos como son los Concertos nos barrios, desde Galeras, al Centro Cultural de Santa Marta o la Igrexa de Sta María de Conxo, un proyecto que, con fortuna, parece definitivamente consolidade.

A Casa das Máquinas, con sus precarias condiciones acústicas y el impertinente tráfico exterior, entre otras limitaciones, nos reserva en programa con nuestra RFG, la obertura de Il dissoluto punito o sia Il Don Giovanni K. 527, de W. A. Mozart, y que para Stefan Kunze, es una forma de entrada que empieza explosivamente con la acción, habría que señalar que es contraria a los usos de la ópera bufa. Es cierto que aquí, los conjuntos introductorios cumplen una función expositiva por cuanto que son presentados los principales actores en sus relaciones recíprocas, pero estas exposiciones suelen ser de índole contemplativa y no contienen propiamente ninguna acción. La acción misma se desarrolla a continuación. Ahora bien- y esto vale en general para la relación de las óperas mozartianas con el género al que pertenecen, la nueva dramaturgia no constituye formalmente una transgresión del límite, sino que se sirve del principio del género que apura en toda su extensión. Dado que Il Don Giovanni se representó primero en Praga y luego en Viena, en dos versiones distintas, no tardaron en surgir disputas sobre cuál de las dos versiones adoptar. Existe en rigor una sola edición de Il Don Giovanni, que pueda parecer de absoluta autenticidad: es la ópera que fue compuesta para Praga y que fue ejecutada allí con un éxito sin igual el 29 de noviembre de 1787.

F.J. Haydn, estará por el primer movimiento del Concierto para trompeta en Mi b M. Hob. VIIe,1-Óscar  Rial-con seguridad su postrera obra concertante rodeada de dudas como tantas de sus composiciones para vientos, aureoladas de dudas en lo relativo a su autenticidad, obra que puede datarse hacia 1796, esencialmente pensado para una gran orquesta y pensada para el solista Anton Weidinger, trompetista de la corte vienesa, destacado por haber sido el inventor de unos instrumentos con llaves capaces de tocar una extensión de dos octavas dentro de una precisión justa, por lo que se convertirá en paradigma de los estilos del clasicismo. El Primer movimiento, Allegro, es un sublime destilado de las virtudes interpretativas para el solista, entre sus cualidades rítmicas y melódicas.

F. Mendelssohn- Bartholdy, estará representado por la obertura Las Hébridas (La Gruta del Fingal), en Si m. Op. 26, una de sus piezas descriptivas como Mar en calma y un viaje feliz Op. 27, o La Bella Melusina, Op. 32. Obra producto de uno de sus viajes por Escocia durante un período estival de 1829, y cuyo resultado será esta composición que completará al año siguiente, recibiendo para la ocasión el título de Die einsame Insel (La isla solitaria), a la espera de la definitiva versión revisada que realizará en París, recibiendo el nombre con el que la posteridad acabará conociendo, perfecta alusión a aquella gruta basáltica, ubicada en la isla de Staffa, perfecta descripción de una forma musical encuadrable en el estilo de las músicas incidentales. Obra que conocerá su estreno el 14 de mayo de 1832, en Londres, bajo la dirección del propio autor.

Richard Strauss- Concierto para trompa y orquesta, en Mi b M., op, 11- solista Roi Guzmán Gómez- encarecida dedicatoria a su padre, intérprete de este instrumento y su primera creación en este género, producto de sus años de estudio en la Universidad de Munich con Hans von Bülow y Gustav Leinhos, un trabajo del que se sentirá satisfecho por sus obvias razones familiares gracia a  la ayuda de su propio padre, con fortuna, en su corto catálogo de obras concertantes, será la que le deje una impresión más positiva, en un músico del que sabemos que su mayor ambición estaba centrada en el mundo de las óperas, actualmente de absoluta vigencia, a las que se añaden sus magníficos poemas sinfónicos. Tardaría en llegar un segundo concierto para este instrumento en calidad de solista.

Para completar programa, el tercer tiempo de la Sinfonía 44, en Mi m. (Fúnebre), de F. J. Haydn, estamos ante un Adagio con las cuerdas en sordina que ayudan a recrear una sonoridad transfigurada y premonitoria que avanza una de las partes de uno de sus grandes oratorios La Creación que se manifiesta en la misma tonalidad, destacando el acompañamiento fluido y continuo de tresillos, en un claro ejemplo de inmovilidad lograda gracias a una incesante actividad, en su idea creativa, un sinfonismo encuadrable dentro del genuino Sturm und Drang.

Ramón García Balado

09/06/2025

Esther Fernández González y Erika Garcia, concierto de la EAEM en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela


Concierto que completa la serie de sesiones confiadas a los alumnos de la EAEM, en el Paraninfo da Universidade. Día 11, a las 19´30 h., comenzando por Esther Fernández González, quien siguió la docencia de la chelista Barbara Switalska, contando con el acompañamiento pianístico de Eriko Ishimoto para la transcripción de Adagio del Concierto para violonchelo y orquesta nº 2, en Re M. Hob. VIIb.2, de Franz Joseph Haydn, obra de su período en la corte de los Estherhazy y producto de su buena relación con Anton Kraft, un dotado virtuoso con el que mantenía excelentes relaciones aunque deberá esperar hasta 1806, para conocer su edición gracias al editor André quien la ubicará en el catálogo como Op. 101, dejando ciertas dudas en lo relativo a su datación, aspecto que veremos como es sabido, en gran cantidad de sus obras, especialmente en las concertantes. Nikolaus Kraft, hijo del citado sabrá contribuir a oscurecer algunos de esos aspectos. Ya en 1953, el descubrimiento del manuscrito autógrafo, ayudará a esclarecer tantas dudas. Tres movimientos en la obra comenzando por el Allegro molto para llegar a este Adagio y completar con un Allegro. El Adagio, en La M., avanza con un motivo rítmico de tres notas que resumen el período conclusivo del tema principal del primer movimiento, un tiempo lento y apacible recreado dentro de una atmósfera meditativa y primordial para el ejercicio de la solista. Haydn en Estherhazy, durante pasaría tres década de su vida, en el ostentoso palacio de la familia, con su pabellón de caza, junto a un lago y que en su estilo, imitaba el modelo del Versalles de Luís XIV, con más de 200 habitaciones y una ingente cantidad de personal para su cuidado, desde guardabosques a lacayos. El maestro asumiría oficios en materias musicales desde óperas a obras instrumentales o las dedicadas para banda, disponiendo de escogidos profesionales que engrandecerán su figura permitiéndole abordar un capítulo esencial de sus trabajos musicales, en los que también tendrían cabida los espectáculos con marionetas y otros entretenimientos, quedaría la sorpresa de adivinar de donde sacaría el tiempo para tantos compromisos, en los que tampoco faltaría su dedicación más personal para las músicas camerísticas. Hacia 1790, el príncipe sería sucedido por su hijo al que parecía no tentarle mucho este mundo musical y nuestro hombre no dudará en responder a las invitaciones recibidas por distintos países europeos, llegando a visitar Londres en donde era admirado y respetado, realizando productivas giras y recibiendo además el título honorario de la Universidad de Oxford, mientras asistía a los juegos de las Highlands escocesas, preparando su vuelta a su residencia acostumbrada con los Estherhazy.

César Frank- Sonata para chelo y piano, en La M., obra maestra dedicada en un principio al violinista Eugène Ysaÿe , quien la estrenará en el Círculo Artístico de Bruselas en diciembre de 1886, con Mme Bordes-Pène, quienes repetirán al año siguiente en París, en la Société Moderne; también Ysaÿe con su hermano Théo, o Raoul Pugno, contribuirán a su divulgación. Para la historia, el mito de su asimilación a la obra proustiana Pour les chemins de Swan, la Sonata de Vinteuil, y el músico de ficción Monsieur Vinteui, prendado de Odette de Crécy, en resumen, obra clave del género vista desde cualquier perspectiva de tratamiento y obra tardía de madurez, coincidente con otras en esta línea de E. Lalo o C. Saint-Saëns, en lo relativo a la renovación de la escritura. Dos tiempos: Allegro moderato, relativamente breve, no encuadrable como introducción  y resuelto en dos temas aunque sin desarrollo, un primero sobre acordes de séptima al piano que presenta el elemento armónico, preparando la entrada de la idea inicial ligera y cantarina, elevando a la cuerda a una célula cíclica con un ritmo ostinato y un segundo tema en manos  del piano, al          que responde la chelista, amplio e inspirado, cubierto de rápidas semicorcheas. Ambos temas se reúnen en la conclusión en un estado apacible, hacia una coda que se manifiesta cual cierre de hoja de un álbum. El Allegro, será para su colega Vincent d´Indy, una pieza en forma de Lied en tres partes, en respuesta a otro que aceptan la idea de una forma de Allegro de sonata, marcando sin duda un ánimo apasionado y hasta trágico que se aprecia por su ritmo anhelante y entrecortado, que se encuentra ya en su Quinteto o en el Preludio, coral y fuga. Cuatro compases acordes del teclado, valen como transición a un segundo tema, basado en una célula cíclica, imponiendo una frase lírica previa a un desarrollo, reapareciendo un diálogo apasionado y una reexposición modificada que concluye en la coda entusiasta e impetuosa con largos trinos de la chelista.

Gaspar Cassadó- Suite para chelo solo-, obra testimonial del maestro barcelonés y que se programa con respetuosa frecuencia en homenaje a quien fue figura ya desde sus años de juventud, tras la obtención de una beca en 1908, para estudiar en París, con Pau Casals, antes de consagrarse profesionalmente a partir de 1918. Su temperamento le facilitó medirse con artistas como Harold Bauer, A. Rubinstein, Iturbi, Szigeti, Hubermann o Y. Menuhim y Ketner, dedicándose profundamente a la docencia en Siena (1945 y 1955); Colonia, desde 1958; Florencia, en donde vivió hasta el final de si vida o el Curso Universitario Internacional de Música en Compostela, desde su segunda convocatoria, en la Cátedra de Música de Cámara. Estrenó obras como los Dialoghi- L. Dallapiccola (1960)-; transcripciones de J.Turina; el Concierto para chelo, de Martinu; el Concierto galante, de J. Rodrigo; el Segundo concierto, de Bacewicz (1963) o Prozesion, de Reuter (1957).

Erika García, alumna de Vicente López y también acompañada por Eriko Ishimoto, elige la Fantasiestücke, para clarinete y piano Op. 73, de Robert Schumann, tres fragmentos de profunda impresión personal y que se estrenarán en Leipzig a comienzos de 1850. Cada una de sus páginas está construida en forma de Lied, con su coda correspondiente, llevando a su máxima expresión las sonoridades nostálgicas que ansía ofrecer, remarcando la importancia del clarinete  que para los románticos la preferencia se inclina por el instrumento en Si b, dejando también la posibilidad de un tratamiento para violonchelo. Zart und mit Ausdruck (tierno y con expresión), en La m., es una primera página de establece un ciclo elegíaco y con una seductora melodía a cargo de la clarinetista por su diálogo en tresillos del piano, destacando en la sección central el intercambio de los dos instrumentos. Lebhhaft, Leicht (Vivo y ligero, en La M.) resulta un ligero scherzo en modo mayor con un episodio central que se basa en un juego de escalas en tresillos.  Rasch, mit Feuer (Rápido y con fuego, en La M.), es una especie de variación conclusiva que recupera elementos precedentes: el primer fragmento en el  trío (en modo menor) y el segundo en la coda. Una escritura brillantemente arpegiad

Francis Poulenc- Sonata para clarinete y piano-, obra escrita entre 1956/7, dedicada en 1962 a la memoria de Arthur Honneger y escrita para el clarinetista de jazz Benny Goodman, quien la estrenará con Leonard Bernstein al piano tres meses después de la muerte del compositor, el 10 de abril de 1963, en el Carnegie Hall neoyorquino, antes de ser editada por Chester. El Allegro tristamente, Allegretto, destaca por sus diseños del clarinete, sostenidos por los acordes del piano. En el centro, el movimiento contiene un episodio casi monótono que remarca la intención de la obra, en el que el clarinete toca la misma figura rítmica con un sentido poético de apariencia sombría.  La Romanza, resulta una página realmente apacible y plena de dulzura en un estilo melancólico para pasar a un Allegro con fuoco más animado y fogoso que se presenta como final en un estado de ánimo distinto, siendo el piano por su talante percusivo por momentos, quien resuma detalles melodiosos y animados, una divertida conclusión de Poulenc, que se entrega a una despedida en fortissimo.

Bruno Mantovani- Bug-, obra estrenada el 6 de febrero de 1999, por Philippe Soured, su dedicatario en el Festival de Mérie en Francia, y que cuenta con un registro discográfico, D´un rêve parti, con el Ensemble Alternance, en el que también aparecen Les Dances interrompues, D´un rève parti, Appel d´air y Früh. Bug  es una metáfora de la desazón causada por los fallos en las computadoras provocado por aquel apocalíptico efecto 2000 que tanto dio que hablar. Obra de elevado virtuosismo y densidad debido a los continuos trinos y glisandi, así como a la variedad de articulaciones, estas dinámicas contribuyen a las contradicciones que se producen en la obra, en sus dinámicas y el perfil melódico. A lo largo de la obra, se suceden rápidos pasajes, momentos de calma hasta que se desata el virtuosismo extremo del fortissimo. En este momento, parece que todo se desintegra con cuartos de tono fundiéndose unos en otros, concluyendo la obra con notas sostenidas, únicas supervivientes de esa melodía microtonal.

 Ramón García Balado

Yiran Niu, Irene Sancho Álvarez y Jorge Denís Sanromán, la EAEM en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela


Cuarto concierto de alumnos de la EAEM, en el Paraninfo da Universidade-día 10, a las  19´30 h-,Intérpretes para la sesión de la EAEM, dentro del CAO, que comenzará  Yiran Niu, quien siguió la tutoría de Anca Smeu y que tendrá como acompañante a la pianista Simona Velikova, para las dos obras que nos ofrecerá. El Adagio de la Sonata para violín solo, en Sol m. BWV 1001, de Johann Sebastian Bach, piezas que mantienen la duda de si estuvieron pensadas para su propio disfrute o para Pisendel,  dejando constancia del gran nivel de dominio y conocimiento del instrumento resaltando su melodía cantabile y la importancia de la expresión armónica a partir de una técnica que brotaría del más depurado virtuosismo. El autor se familiarizó con la técnica de las dobles cuerdas que tan importantes serán en el conjunto de sus obras, tras haberlo hecho con las sonatas italianas y los conciertos de igual procedencia. El Adagio de la BWV 1001, resulta un majestuoso movimiento en forma de obertura, resultando una página emocionante sobre grandes trazos rápidos de toccata jalonados por acordes de tres y cuatro sonidos. Bach adoptará aquí un estilo cercano a la fantasía improvisada. En las tres Sonatas, se observa una elaboración dentro del modelo sonata da chiesa en sus cuatro tiempos, conteniendo cada una grandiosa fuga precedida de un Preludio lento con rasgos de improvisación y con una riqueza polifónica extraordinaria.

Max Bruch, con el Concierto para violín en Sol m. Op. 26, en sus tiempos Vorspiel (Allegro moderato); Adagio y Finale (Allegro energico), uno de sus tres conciertos para el instrumento y perteneciente este al año 1886, antes de ser ejecutado dos años después atendiendo a los modelos de Mendelssohn y Johannes Brahms. Obra dedicada encarecidamente al virtuoso J. Joachim, significándose por su abundante calidad melódica y el detallismo de su escritura para la parte solista. El Allegro moderato, pasará como una introducción a los movimientos que siguen, lo que para el autor supondría más de una duda en lo relativo en dar un nombre al concierto, afectando al Allegro de sonata, aunque desprovisto de desarrollo y de reexposición, pudiendo hablarse de una forma rapsódica con un diálogo entre solista y la orquesta. El tema principal, de acentuado dramatismo, verá surgir en la madera a la que secunda el violín una cadencia que se despliega en una larga extensión que alcanza un tema secundario lírico con el violín en registro agudo para recuperarse con el tema inicial. El Adagio, amplio y generoso, se elabora sobre un tema en Mi b M., anunciado por el violín, adornado y variado hasta una celosa cima de clara intensidad antes de la vuelta del silencio preparando entradas de flauta y trompa, que invitan de nuevo al instrumento solista. El Allegro energico, fogoso y temperamental, evoca ritmos y acentos zíngaros que nos acercan a Brahms, llevándonos a otro tema contrastante e impulsivo, que desafía al violín. La presente transcripción nos marca evidentemente nuevos derroteros.

Irene Sancho Álvarez, alumna de Carlos Méndez y acompañada por Simona Velikova, apuesta por la Sonata nº 2, en Mi m. Op. 6, de Adolf Misͮek, compositor de Modleton, 1875- entonces Imperio Austrohúngaro- y que nos dejó en Praga, en 1955, dotado contrabajista checo perteneciente al Romanticismo tardío y autor de repertorios camerísticos además de excelente pedagogo, músico forjado en la Ópera Estatal de Viena, tras estudiar en la Universidad de Música y Arte Dramático, con Franz Simandl, donde se graduó en 1894. Pasó también por la Wien P.O.,  y tras el fin de la Primera Guerra Mundial, abandonó su plaza para volver a Praga, donde fue nombrado solista de la O. del Teatro Nacional de Praga. Su música muestra un talante bohemio con referencias a Brahms, Wagner o R. Strauss, manteniendo una importante actualidad. La Sonata nº2, en Mi m. Op. 6, fue editada en 1911, lo que hace presumir una escritura anterior. Cuatro tiempos: Con fuoco; Andante cantabile, Furiant, allegro energico y Finale. Allegro appasionato, de los que tendremos los tres primeros, y que pueden interpretarse de forma separada, llegando a durar casi media hora. La influencia de Brahms y los compositores del Romanticismo tardío resulta ya evidente desde el primer movimiento.

De Serge Koussevitzky, el Allegro del Concierto para contrabajo y orquesta en Fa sost. m., Op. 3, director que estudió contrabajo en el Conservatorio de Moscú con Rambousek y composición con Blaramberg y Krugliakov, llegando a formar parte de la Orquesta del Bolshoi, donde fue solista entre 1901/5, preparando una importante carrera como solista realizado a través de transcripciones de obras para chelo y páginas de propia firma. Fijó su residencia en Berlin (1907), donde debutará como director, faceta en la que se prestigiará tras su presentación con  la Berlin P.O., antes de confirmarse en Moscú a nivel universal. Dirigió óperas rusas y fundó los célebres Conciertos Koussevitzky, fundando años después el Festival deTanglewood (1935) y promoviendo la Fundación que lleva su nombre, en honor de su compañera Natalia Ushkov.  El profesor Rainer Zepperitz, aconsejará a alumnos suyos sobre este concierto, dejando precisas indicaciones sobre ese primer movimiento Allegro, en Fa sost. m, cuyo principio tiene que ser una nota larga con un gran arco. Hay que escuchar continuamente el sonido que produce, los tresillos son más rápidos. Este concierto requiere un montón de energía, muchas veces tocando además en la misma cuerda. Las pausas entre frases tienen que ser cortas para no interrumpir la inercia, es sólo impulso para  seguir con la misma fuerza. La relajación es importante para abordar los pasajes  comprometidos. En el climax hay que anticipar un crescendo molto justo antes y luego coger el tempo.

Jorge Denís Sanromán, alumno de José Vicente Faus, nos traslada a mundos sonoros centrados en los medios de la percusión. Jan Freicher, tendrá Koda, para vibráfono, obra divertida que no duda en acercarse a los modismos de las músicas latinas cuidando los aspectos armónicos y sorprendentes. En sus cercanías, los maestros jazzísticos del vibráfono como Lionel Hampton o Milt Jackson, por citar a los más emblemáticos o quizás Red Norvo, en la vertiente latina, y la concomitancia con el swing. Otros músicos en cartel, Eddie Costa,  Vic Feldman, Terry Gibs, Gary Burton, Tom van der Geld, Bobby Hutcherson o Carl Tjader. El vibráfono se hizo grande en el espacio del jazz creando una corriente reconocible y para muestra, otro personaje como Cassey Cangelosi, con una pieza cargada de energía como Tap Oratory para caja y electrónica (2015), pieza cercana a los siete minutos electrizantes de este músico integrado en la Classical Marimba League y dinamizador del Festival Marimba Zeltzman (2011), en Appelton, tras formarse en Boston, Massachussets y en el Instituto de Artes de California. E. Sejourné, con el Concierto para marimba y cuerdas-Tempo suple-, se caracteriza por su expresión neo-romántica, sazonada a salto de mata por algunos gestos y armonías que parecen provenir del mundo del jazz, entre figuraciones que destacan precisamente en este tempo suple, que resulta especialmente atractivo por su ambiente evocador y sus sugestivas armonías. Su catálogo de obras concertantes ofrece trabajos como el Concierto Magallanes, para percusión y cuerdas, ejemplo del alto nivel conseguido como notable percusionista y en el que caben también obras escénicas. El ConCerto Fuoco, para marimba (percusión y banda) o el Concierto para tres percusiones y banda, además del Concierto para vibráfono y cuerdas, son las obras más difundidas, junto al encargo del Festival Grame, para el Grupo Teclados de Percusión de Lyon.

Ramón García Balado

Apertura del LXVII Curso U.I. de Música en Compostela, en el Salón Nobre del Pazo de Fonseca

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