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13/06/2025

Multiplensemble: XXIV Ciclo Musical para unha época, Museo de Belas Artes (A Coruña)

 Museo das Belas Artes, A Coruña


Tercer concierto del ciclo propuesto por el Museo de Belas Artes de A Coruña, esta vez con el Multiplensemble, formación abierta en cuanto al número de instrumentistas y que se manifiestan a través de expectativas diversas en lo relativo a la temática de su inspiración, esta vez bajo el reclamo 100 años de surrealismo, para la que se reservan obras de Thomas Kessler (Zurich, 1937, y muerto recientemente en 2024); Laura De Las Heras Alonso; Alberto Posadas; Alicia Díaz De La Fuente; Rinto Ogata, nacido en Japón y Hachè Costa, que aporta su obra Surrealismo 100: Homenaxe a Jacques Lacan, pensador y teórico del posicionamiento contracultural en los años 70. La sesión musical que se ofrece- día 15, a las 12´00 h.- estará precedida por una visita guiada con un especial aliciente dedicado As vangardas en Galicia. Multiplensemble, es una agrupación con arraigo consolidado, compartido con formaciones como el Ensemble 430, de Vigo y a los que tuvimos ofreciendo proyectos en A Cidade da Cultura, en las Matinais Musicais, con la garantía de intérpretes como Rafael Yebra, en la cuerda de saxofones; Breanda Vidal, piano y David Rodríguez, en percusiones. Otro espacio que tuvo noticia de sus iniciativas fue el Auditorio Martín Códax,  a comienzos de 2023, punto a seguir de un compromiso en el GAIÁS,  en un programa que avanzaba obras de Toshio Hosokawa, Alex Mincek, Eduardo Soutullo, Helmut Lachenmann y Jair Klartag. Multiplenemble se forjó en Vigo, en 2019, con motivo de un proyecto dedicado a la figura de Karl Heinz Stockhausen. Para el programa de esta matinal, se cuenta con la participación de la soprano Indra Sesti di Luca (canto y declamación) y el compositor y productor Hachè Costa (dispositivo electrónico y voz electrónica), además del fundador del grupo, el saxofonista Rafael Yebra, contribuyendo al primer centenario del Manifiesto Surrealista, sustentado en la profunda relación entre la propia música de cada compositor, dentro de un proyecto que alcanza igualmente la dimensión escénica en un ejercicio simbiótico.

Thomas Keesler (1937/2024)- Is it? Interludio, 2002, obra para soprano y saxo soprano-, es obra de un compositor que siguió la escuela de maestros como Ernst Pepping y Boris Blacher, ampliando en la Hochschule für Musik (Berlin), y que dinamizó el Gruppe Neue Musik Berlin (1965), con L. Ferrari y Vinko Globokar, pasó por el Centre Universitaire Int. de la Fundación Recherche Dramatique (Nancy); fue director del Electronic Beat Studio Berlin y entre 1973/2000, dirigió la  Academia Ciudad de Basilea, entre sus alumnos, destacan W. Harniger, Max E. Keller, Bettina Skrypszak, René Wohlhauser y T. C. Heyde. Recibió el Schweizer Musikpreis (2018).  Laura De Las Heras (Madrid, 1998)- Silencio (2022), Interludio, obra para saxofones soprano y alto-, es una joven que estrenó obras como el cuarteto De la dulce queja, dentro del XXVI Fest. Internacional de Música Contemporánea de Madrid, interpretado por E. Langlais y Raúl Suarez- violines-; Alfonso Noriega, viola y la chelista Sara Chorda. En otro certamen y en consideración a nuestra tierra, dio a conocer O canto das meigas, con coreografía de Enrique Arias Pintado, en el Real Conservatorio de Música de Madrid y el de Danza María de Ávila, con el Ensemble Op.22.  Alberto Posadas- Arietta (2018), Interludio, para saxofón sopranino-, apreciado pianista y compositor que recientemente colaboró con el Festival Resis, de A Coruña, actividad que promueve Hugo Gómez- Chao, del que descubrimos su soberbia Karst,  en tratamiento del Evo Ensemble y Arxis Percussion Group, o la participación del Gerhard Quartet, estrenando Liñas de Auga, de Jacobo Gaspar, con obras de W. Lutoslawki y D. Shostakovich, en este Museo das Belas Artes. Posadas, en el ciclo Solos no CGAC, inauguró un nuevo ciclo presentando por Rosa Fernández, con obras para piano de Béla Bartók, György Ligeti y György Kurtág.

Alicia Díaz de La Fuente (1967)-Color de invierno , Interludio, para saxo soprano-, Premio Nacional de Música (2022), compositora que estudió órgano al mismo tiempo y que tuvo como maestro por excelencia a Antón García Abril, que tan excelente recuerdo dejó en nuestra CC.AA. por la serie de trabajos en encargo además de su ópera Divinas palabra, tomando como argumento la obra teatral de Valle- Inclán, desde la perspectiva de Francisco Nieva, además de las labores docentes a lo largo de bastantes años en la Escola  de Altos Estudos Musicales, de la RFG. Amplió en la Universidad de Alcalá de Henares, con José Luís Delás y en el IRCAM parisino, con Marc André  Dalbavie, N.Schnell, J. Horvey y R. Reynolds. Cuenta con el importante catálogo iniciado con trabajos como Ecos de pensamiento; Blenda hasta llegar recientemente a obras como Metally o Llueven estrellas.

Rinto Ogata (Tokyo, 1995)- A Piece of Clout Li (2022), para soprano, saxos alto y soprano-, un músico que guarda relaciones profesionales con este grupo, al que comenzamos a descubrir en las tendencias de las escuelas nacidas en lejano oriente, y que son ejemplo de confluencia permanente de las herencias de aquellas culturas, buscando el encuentro con las vanguardias occidentales. Modelo son las composiciones que en los  certámenes de temporadas, nos van descubriendo los mundos de creadores como Toru Takemitsu, Toshio Hosokawa, el chino Tan Dum, por aventuras como el Water Concert, estrenado por la ONE o el coreano Isang Yung.

Hachè Costa- Surrealismo 100: Homenaje a Jacques Lacan, encargo del INAEM, para este concierto (2024), obra especialmente connotada como es evidente por obvias razones y que en su orgánico está pensada para voz electrónica, complemento electroacústico y saxofón barítono. Costa está implicado con Rafael Yebra, en la concepción e idea de este trabajo, destacando Costa por trabajos como el Concert negre, presentado por la Orquesta Nacional de Andorra, dirigida por A. Cumí, entre otras aventuras como Objet sonor disposat  per ser contemplat cap a convey, presentada por Filipe Cunha o Changin Vivaldi, una propuesta sin cortapisas del mundo sonoro barroco de Antonio Vivaldi. Recurre con frecuencia a las poéticas de Alen Ginsberg, Sappho o Manuel Rivas.

Surrealistas ante el surrealismo, título de un ciclo de la Fundación Juan March con motivo de una exposición realizada en 2013, y que ofrecía obras en el entorno de el testimonio creativo desde Satie, a Debussy, F. Poulenc, Britten, A. von Zemlinski, Hugo Wolf o A. Schönberg.  Alfredo Aracil, había realizado las notas precisas para situarnos en aquellas vanguardias: No parece que podamos hablar con rigor de una música surrealista, o de una música del surrealismo, y eso que la palabra apareció impresa por primera vez siete años antes del primer Manifiesto de Bretón, en el programa de mano de un espectáculo con música de Erik Satie. Fue el 18 de mayo de 1917, en las notas al programa de Parade, ballet réaliste en un tableau, concebido por Jean Cocteau para los Ballets Russes de Diaguilev, en el Théâtre du Chatelet. Las notas las firmaba Guillaume Apollinaire, quien había empleado privadamente el nuevo sustantivo muy poco antes, en una carta a a Paul Dermée, para definir su pieza teatral Les mamelles de Tirésias. De Parade, donde la música de Satie se aliaba con una coreografía de Massine y escenografía de y figurines de Picasso,Apollinaire decía que el resultado es una suerte de supra-realismo (sur-réalisme, literralmente) donde veo el punto de partida de una serie de manifestaciones de este espíritu nuevo que, habiendo encontrado hoy la ocasión de mostrarse , no deja de atraer a la élite y prometer alterar a fondo el arte y las costumbres del placer universal.

Ramón García Balado

14/05/2025

El Cuarteto Gerhard: Jacobo Gaspar entre Lutoslawski y Shostakovich

 Museo de Belas Artes, A Coruña


Concierto del Festival Resis que nos invitaba al Museo de Belas Artes de A Coruña con el Cuarteto Gerhard, ofreciendo en programa Liñas de Auga (Cuarteto para cordas II), de Jacobo Gaspar, obra en estreno, junto al Cuarteto de Witold Lutoslawski y el Octavo Cuarteto, en Do m. Op.110, de Dmtri Shostakovich, una atención como viene siendo  común de la Ernst von Siemens Musiksftung.  El Cuarteto Gerhard, los violinistas Lluis Castán Coch y Joel Bardolet Vilaró, con el viola Miquel Jordá Saún y el chelista Jesús Miralles Roger, se formó en Basilea con Rainer Schmidt y en Berlín con Eberhardt Feltz, para seguir en la Hochschule für Musik und Theater Hannover, en donde realizará un Master, ofreciendo actuaciones en la Elbphilharmonie Hamburgo; en el Concergebouw (Amsterdam), el Staadt Casino (Basilea), en la Musikamera (La Fenice), entre otros prestigioso espacios a los que se añaden certámenes como los festivales de Vilabertrán, Pau Casals, Vendrell, Aix-en- Provence o Verbier. Disponen de registros discográficos que les caracterizan, como Portrait (Kurtag, A. Berg y Schumann), para Harmonia Mundi  o el reciente avalado por Ad Astra. Por la elección del nombre, un homenaje a Roberto Gerhard (1896/1970), primer compositor español en apuntarse al serialismo schönbergiano, siempre dentro de una faceta en la que conviven las vanguardias, recuperando igualmente la tradición hispana y los cantos populares, producto de sus estudios con Pedrell, y cuyo ejemplo fue el cuidado monográfico dedicado a su figura en la serie Aula de(Re), estrenos, o el compendio de sus cuartetos, una iniciativa de la Fundación March.

Jacobo Gaspar-Liñas de Auga Cuarteto para cordas II-, servida tras la escucha del cuarteto de W. Lutoslawski, su segundo cuarteto tras el ofrecido por el Sigma Project hace unas temporadas, igualmente nos había sorprendido por obras como Figuras con sólidos e líquidos o Ambar estrenada en el CDMC. El cuarteto en estreno es trabajo de un compositor del que recientemente escuchamos De mar a mar y del que en la temporada 2018, nos había dejado Vía Láctea. Haiku espiral, junto a la obra de Antón Alcalde …That pale blue dot Op. 22, la  primera dirigida por Johanna Malangré y la segunda por Paul Daniel. Un músico ganador de galardones como el Premio Xavier Montsalvatge Fundación Autor-CDNC-, o el Jurgenson Competition for Young Composer (Moscú); el especial del público del Isang Yung Prize o la Mención de Honor del Valentino Bucchi-Parco della Música (Roma), el de Composición de Póvoa de Vazrim (Portugal), presentándose como un músico que ambiciona una nueva relación con el sonido y las  transformaciones aportadas por las experiencias auditivas en esa línea de trabajo. Via Láctea. Haiku espiral, para orquesta, planteaba un pensamiento dentro de la inmensidad de espacios distanciados de nuestra percepción, remitiéndonos a la forma en cómo apreciamos en la realidad de lo que es un breve Haiku. En De mar a mar, resultaba una travesía marítima a través de tres niveles desde un primero en calma a un segundo que se repartía en diferentes frases e ideas musicales pensadas como ondas hasta llevarnos hacia una resolución en la que destacaba un ruido blanco, emulando el sonido marino desde una entrada de trinos y glissandi, transmitiéndonos la idea de la fluidez del agua. Concierto el de aquella fecha, presentado por la musicóloga y especialista Rosa Fernández. Liñas de Auga, puso un acentuado tratamiento sustentado en los armónicos naturales en sus pasajes esgrimidos por una complejidad tímbrica, un reconocimiento a un ideario estético que ya desde sus comienzos se apoyaba en la fascinación del sonido por sí mismo y la curiosidad que suscitaron compositores como G.Grisey, H.Lachenmann. Luigi Nono o Salvatore Sciarrino.

Witold Lutoslawski (1913/94)- Cuarteto de cuerdas-, un espíritu independiente al margen de las corrientes que venía imponiendo Darmstadt, que llegó a presidir la SIMC (Soc. Internacional Contemporánea) en los años 60, recibiendo por ello múltiples reconocimientos sin profundizar necesariamente en el serialismo, pero manteniendo los principios de creación próximos a la tradición polaca o del mismo Béla Bartók, un pensamiento armónico muy libre sobre un imperativo riguroso, y una meticulosidad puntillosa. Un encargo de la Radio Sueca del año 1964, destinado al Quatour Lasalle, que estrenará el 12 de marzo de 1965, quedando también como referencia la versión del Quatour Alban Berg (1965, en EMI Classics), obra en dos tiempos: Introductory movement y Main movement. En su evolución resaltaba por su mérito experimental entre obras como Jeux vénitiens (1961) y Tres poemas de Henri Michaux (1963). Un recitativo avanza el tiempo inicial a cargo del primer violín, seguido de varios episodios separados enmarcados por octavas, con una breve alusión de respuesta en el chelo, para ceder a un furioso  tenso que domina durante un largo período para complicarse en un asomo de crisis y un coral con indicación de fúnebre. El final se expresaba en agudo tenso y electrizante, una especie de respuesta al tiempo anterior, con aportaciones recibidas de otras obras suyas ya citadas, según una aleatoriedad controlada, enriqueciendo el sentido rítmico y expresivo. En el prólogo de la partitura impresa (PWN, Varsovia y Chester, Londres), anotaría que el tempo no está establecido sino de manera aproximada, lo mismo que aparece en lo relativo al resto de la obra. Cada instrumentista se hizo cargo de la obra como si fuese solista, aunque en 1964, se aportaron una serie de criterios esenciales en cuanto a esa libertad.

Dmtri Shostakovich- Cuarteto para cuerdas nº 8, en Do m. Op. 110-, obra señera en el capítulo cameristico de talante expresionista y ampuloso por sus mañas y recursos de ejecución, composición del verano de 1960 y una actitud que asume plenamente las herencias beethovenianas y las de Béla Bartók, por obvias razones en una época que acumulaba situaciones poco gratas, que alcanzará tanto a sus obras camerísticas como sinfónicas y la controvertida ópera Lady Macbeth de Mzensk. La serie importante de sus cuartetos, sin llegar a ser obsesivamente innovadores, en particular sobre el tema del serialismo, seguirán la pauta que va desde los clásicos rusos a Miaskowski, Borodin o Stravinski. Los miembros del Cuarteto Beethoven, fueron claros defensores de esas obras mientras que a la sombra se mantiene el fantasma en la distancia de Mussorsgki, tan reivindicado desde hace décadas. El Cuarteto Op. 8, permite una cita de la ópera Lady Macbeth de Mzensk y detalles autobiográficos tratados en cada uno de sus tiempos. El Largo, se anunciaba con  una típica entrada con las iniciales DSCH (Re-Mi b-Do- Si), preparando el Allegro en una especie de motto perpetuo, hasta un Fa sobreagudo. El Allegretto, en fff en el primer violín, usaba ideas del Concierto para chelo. Un segundo Largo, resulta una expresión de cólera y desahogo, con una cita de un aria de la ópera citada, para completar otro Largo, que se permite el uso de sordina que nos lleva a un estado de penumbra que se cierra en un morendo grave y amargo. Un bis en la distancia en breve alusión en mirada de soslayo con el Contrapuntus I, de Die Kunst der Fuge, BWV 1080, de J.S. Bach.

Ramón García Balado

Festival Resis/ Fundación Ernst von Siemens

Cuarteto Gerhard

Obras de Jacobo Gaspar, W. Lutoslawski y D. Shostakovich

Museo das Belas Artes, A Coruña

10/04/2025

Les Sylvains: Museo das Belas Artes de A Coruña

 Museo das Belas Artes, A Coruña

Concierto del XXIV Ciclo Música para unha época, del Museo das Belas Artes, de A Coruña- día 13 a las 12´00 h-, con el dúo Les Sylvains, integrado por Armelle Morvan, soprano y la clavecinista Arrate Zubigaray Orbea y que se completa con una visita guiada, para un programa que se recibe bajo el título de Aura Soave . Armelle Morvan, estudió en Nantes y una de sus primeras experiencias la vivió como integrante de Coro La Parviene, para ampliar conocimientos en el Centro Musical Musikene, de San Sebastián, con Maite Arruabarrena, para continuar el magisterio de maestros como Lambert Climent, en la ESMUC y con el contratenor y director Carlos Mena, actual responsable del Coro de la OSG; también colaboró con La Capella Reial de Catalunya, de Jordi Savall; el Collegium Vocale Gent (Philippe Herreweghe); Gli Angeli (Stephan McLeod); La Chapelle Harmonique (Valentin Tounet); La Bellemont ( Sara Ruiz); Los Afectos (Nacho Rodríguez) o Conductus (Andoni Sierra), entre sus experiencias, el compromiso con las actividades de la Fundación Juan March, en los proyectos destinados a Jóvenes Talentos, ofreciendo La Voix humaine, de Francis Poulenc, en compañía de Álvaro Corral y Marina Bollain, para el trabajo escénico. La clavecinista Arrate Zubigaray Orbea, siguió la docencia de J.M.Ibarra y de Itziar Atutxa, en el Conservatorio Profesional Superior de Bilbao, para ampliar también en Musikene, y en el espacio de los géneros especializados de músicas históricas en La Haya, con el clavecinista Jacques Ogg y Patrick Ayrton, recibiendo a la par  asesoramientos de prestigiados profesionales como Pierre Antai, Elisabeth Joyé, Christophe Rousset, Kris Verhelst o Francesco van der Velden y que se reafirmará con Philippe Pierlot y D. Brüggen.

Obras en programa, un par de piezas de Luzzasco Luzzaschi (1545/ 1607), con Lucenti  e chiare stelle che sia di voi y Aura Soave- que da título al compendio genérico de toda la serie, manifiesto de la preponderancia de los italianismos al uso, período en el que los falsetistas desplazaban a los castrati de sus dominios, en especial también en los estilos a varias voces, resaltando en gran medida la forma de los madrigales de canciones, muchas rechazadas del ámbito de la propia iglesia, lo que presume igualmente el posible protagonismo de las mujeres. El canto a solo sobresaldrá en este momento, consiguiendo los estilos madrigalísticos una evidente preferencia, en particular dentro de la vida cortesana, en la que Luzzaschi, se convertirá en un maestro por excelencia, el oposición a la abundancia de aficionados de menor grado, los calificados como concertó delle donne, la mayoría con sede en Ferrara, acuñando el espacio del Renacimiento en su carrera definitiva hacia el barroco, distanciándose del poderío establecido por los ideales marcados por los polifonistas y que anunciarían las novedades de G. Caccini y la Camerata Florentina.

Nigra sum (Carlo G. manuscript, Anonymus, circa 1600/50), será la pieza que se ofrezca en cuarto lugar, tras dos temas que recurren a un mismo poema. Susanne un jour. Orlando di Lasso (1532/94), el primero de ellos, importante compositor de villanescas en sus múltiples variedades, como las morescas, llegando a gran nivel en el estilo de los madrigales y las canciones renovadoras. Cuidó de personal manera la importancia simbólica de los textos, acentuando la técnica del ostinato. Madrigales y canciones, se disputarán la primacía en cuanto a la perfección de factura y que conservará hasta el período de decadencia de los mismos. Para mayor conformidad, en sus canciones sabrá liberarse de las llamadas técnicas arcaizantes propias del cantus- firmus, modelo de un creador ambicioso que recorrerá Francia e Italia, un maestro franco-flamenco adalid de su generación que ya de joven había quedado impresionado durante su estancia como maestro de capilla en San Juan de Letrán (Roma), antes de forjarse un prestigio en Amberes, aspecto que ayudará a que conozcamos en profundidad la consolidación de una carrera que dejará huella. Dos de sus hijos, Ferdinand y Rodolphe, tomarán el testigo de su escuela. Claudio Merulo (1553/ 1604), autor también de otro trabajo musical sobre Susanne un jour,  había sido organista además de dotado compositor, formado con los maestros T. Menon y G. Donati, antes de ocupar la plaza de organista de la Catedral de Brescia, preparando así su incorporación como primer organista en San Marcos de Venecia y continuar en 1566, en el puesto de A. Padovano, compartido con el prestigioso A. Gabrielli. Fundó con F. Betanio una editorial de música de importante arraigo, publicando exitosos intermezzi, que se añadían a obras suyas. Obras de su editorial, habían sido Troiane, de L. Dolce, con motivo de la visita de Enrique III a Francia o La Tragedia, de G. Frangipane, a las que se añadirá un obligado compromiso para los esponsales de Francesco de Medici, aunque bastantes de aquellas obras se perdiesen definitivamente. Estuvo también al servicio de Duque de Parma.

Girolamo Frescobaldi- Ti lascio anima mia. Capriccio sopra l´aria Di Ruggiero e Cosi mi desprezzata-llevó a su máxima expresión las formas al uso entonces vigentes: Ricercare, Fantasia, Variazione (Partite), etc…ampliando con conocimientos el tratamiento de la construcción ternaria a 5, 6 o 7 secciones, típicas de compases diferentes. Compositor, organista y clavecinista, cultivó igualmente la faceta de cantante, teniendo como principal maestro a Luzzazco Luzzaschi, labores que consolidará con sus obligaciones en la Academia Sta Cecilia en su doble cometido como cantante y organista. En Bruselas, durante la etapa en la que desarrollo su carrera, publicó su Première Livre de Madrigaux a 5 v., año en el que además, llegaría a ser titular del órgano de San Pedro en Roma, 1608. Tuvo como discípulos a Froberger, Grassi o Battiferi. En su estética se valdrá también de las posibilidades de un atento melodismo, a partir de las influencias asimiladas de sus predecesores. 

Giulio Caccini (1551/1618)- con dos piezas, Dolcissimo sospiro e Torna deh torna y la inmarcesible Amarilli mia bella, capricho de tantas divas del belcanto- hablamos de una saga de grandes virtuosos comenzando por este personaje nativo de Tivoli, compositor y cantante, precursor a lo grande del ascenso del género operístico, a la par de Jacopo Peri, ambos se disputarán el reconocimiento cara a la historia, merced al magisterio en los dominios del recitar-cantando, siendo Caccini, quien dejase impronta de primer grado gracias a sus reconocidas dotes que tentarán a estudiosos a profundizar en la trascendencia de su figura, plena de virtuosismo, que tendrá refrendo en sus propias hijas: Francesca y Settimia.  Caccini, estuvo durante un tiempo al servicio del Gran Duque de Florencia, en todas las dimensiones centradas en el mundo de la música. Igualmente Ferrara supo de la valía y las dotes de este músico y su ambiente familiar, alcanzado el reconocimiento por el dominio de los vocalizzi y los trilli, con acompañamiento de laúd.

Claudio Monteverdi (1567/1607)- Quel sguardo sdegnosetto-perteneciente a los Scherzi  musicali (1632) una colección de siete piezas de la que la elegida ocupa el segundo lugar, piezas en conjunto de menor relevancia por sus dimensiones, caracterizadas por su ligereza, editadas por Bartolomeo Magni, iniciativa surgida por deseo de este último, del conjunto de lo que será un pequeño florilegio vocal, en el que aparecen también ciertas composiciones  que se permitían a voces tonos de tipo anacreóntico- las ariettas- y que se pusieron de moda en los años anteriores con gran éxito de público, a juzgar  por el gran número de publicaciones de este tipo aparecidas hasta entonces: Cifra, Kapsberger, Stefani o Milanucci. La pieza elegida  Quel sguardo sdegnosetto, resulta una canzonetta, para voz de soprano.

Ramón García Balado

18/11/2024

Andrea Rey y Mónica Redondo, en el Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña

 Auditorio Afundación, A Coruña

Museo das Belas Artes, A Coruña


Dos conciertos que contribuyen a la programación de Amigos de la Ópera de A Coruña, comenzando por la mezzo Andrea  Rey, acompañada por el maestro Aurelio Viribay, en el Auditorio de la Sede Afundación-día 20, a las 19´ 00 h., para un programa en preferencia de autores gallegos: Margarita Viso, Juan Durán, Borja Mariño, Octavio Vázquez, Fernando Buide, con la aportación del turolense Antón García Abril, tan relacionado con nuestra tierra por sus actividades en los géneros más diversos.  Andrea Rey, se formó en el CMUS Manuel Quiroga (Pontevedra), con la soprano Conchi Rodríguez, para ampliar con el tenor J.Antonio Campo, en el CMUS, de Vigo, antes de trasladarse a la Escuela Superior de Canto de Madrid, para seguir la docencia de Susana Cordón y la repertorista Irene Alfajeme. Se integró en la 4ª edición de Crescendo, un proyecto de la Fundación Amigos del Teatro Real, dedicada a fomentar, incentivar y respaldar el crecimiento artístico y profesional de nuevos talentos. En su repertorio, destacan roles en obras como el Magnificat (J.S. Bach); el Gloria (Vivaldi); el Stabat Mater (Pergolesi) o el Te Deum (Brucker), y en la  ópera: L´enfant et les Sortileges (Ravel- libélula y la taza china-); Mme Butterfly- Suzuki- (Puccini); Dido y Eneas-Dido- (Purcell); Suor Angelica- Zia Principessa- (Puccini); tercera dama de La flauta mágica (Mozart) y en la zarzuela: Manuela de La Chulapona (F.M. Torroba) o Dolores, en La Dolorosa (J.Serrano).

 Aurelio Viribay, un ejemplo de respetado repertorista, acompañó a ilustres como Walter Berry, Annalisa Stroppa y tantos otros. Fue profesor en la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena, (Wien Kunst Universität) y actualmente es responsable de la Cátedra de Canto, en Madrid, mientras colabora con otros artistas en cursos especializados como Thomas Quastoff, en la Mozarteum Universität (Salzburg).   Fue Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), con su tesis La canción de concierto, en el Grupo de Los Ocho de Madrid. Su presencia en ciclos y convocatorias es una de sus mejores aportaciones, en programaciones como la Juan  March (Madrid).

En este programa, el tratamiento de piezas de las 7 Cantigas de Martín Códax, cuatro en concreto firmadas por Margarita Soto: Eno Sagrado en Vigo; Ai ondas, que eu vin ver; Ai Deus, se sab´ora meu amigo y Ondas do mar de Vigo. Borja Mariño, al que tenemos presente por sus muchas aportaciones en estreno y en programas de ciclos especializados, y que para este concierto nos reserva Tres canciones gallegas sobre poetas de toda época: Lúa de vrau (Pura Vázquez); Saudade (Manuel Cuña Novás) y Cantiga de amigo, una mirada hacia el Medievo de Mendiño. Juan Durán, autor de abundantes estrenos con nuestras orquestas y en abundantes proyectos por encargo, aportará su Tríptico Rosaliano (Rosalía de Castro): Cada noite eu chorando pensaba; Tecín soia y Lúa descolorida. Ya en la segunda parte, el compositor con residencia en los Estados Unidos, Octavio Vázquez, siempre bien apreciado en las iniciativas de música contemporánea, tendrá Como chove miudiño (Rosalía de Castro) y En Cornes de la misma poetisa. Fernando Buide, autor de la ópera A Amnesia de Clio, con libreto de Fernando Epelde, repite con Rosalía de Castro con Dous cantares, para completar Antón García Abril, con las Cuatro canciones sobre textos gallegos: Cando vos oyo tocar, Todo é silencio y As de cantar, meniña gaiteira, todas de Rosalía de Castro, y Coita, poema de Álvaro de las Casas, el mundo de las canciones para voz con acompañamiento de las que fueron modelo As canciones Xacobeas, Homenaxe a poesía galega 1992/3, para mezzo y orquesta sobre textos que iban desde Ramón Cabanillas a Valle-Inclán, Cunqueiro, Pedro Meogo o  Lois Pimentel y Celso Emilio Ferreiro

Mónica Redondo, en el ciclo Generación ascendente- día 22, a las 19´00 h.-en el Museo das Belas Artes, estará acompañada por el pianista David Serrano. Mónica se perfeccionó gracias a becas como el Certamen Int. de Zarzuela de Vallesco, antes de conseguir primeros premios en convocatorias nacionales, interpretando roles como Dido (Dido y Eneas); Manuela (Agua, azucarillos y aguardiente); Maddalena y Giovanna (Rigoletto); Curra (La Forza del Destino); Estiro (Jason o la conquista del Vellocino); Soledad (La Revoltosa), dirigida por L.M. Pérez Sierra. Probó en el género del oratorio con El Mesías (Händel); Stabat Mater (Pergolesi); o el sinfónico con la Novena Coral, de Beethoven y la Messe de Requiem (Verdi). Debutó recientemente el rol de La Beltrana (Doña Francisquita) en el Teatro Cervantes (Málaga), en donde realizará próximamente el rol de Pepa (Goyescas, de Granados)

David Serrano realizó un master en el Royal College of Music (Londres), perfeccionándose como apreciado repertorista, tras ser alumno de Alexander Kandelaki y Nino Kereslidze y lograr el Premio del Concurso Marisa Montiel, de Linares y la mención de finalista del Concurso Infanta Cristina (Madrid). Compagina las labores docentes con los compromisos concertísticos actuando en Festivales como el Rubens 2024, artista revelación bajo el título Pasión, desencanto y muerte. Concierto con reseñable cuño Latinoamericano, tras una primera parte iniciada con el tintes impresionistas de Claude Debussy, por Beau soir, para continuar con el personalismo de Francisc Poulenc, en pieza tan representativa como Les chemins de l´amour y un quiebro provocativo por el Kurt Weill, de Wie lange noch.  Una carta de transición a través de la música española representada por Xabier Montsalvatge, en las populares Cinco canciones negras, un salto cultural de herencias hispanas: Cuba dentro de un piano; Punto de habanera; Chévere; Canción de cuna para dormir a un negrito y Canto negro. Ernesto Lecuona, con la romanza de María de la O, sainete lírico en prosa y verso en un acto, divido en cinco cuadros, sobre libreto de Gustavo Sánchez  Galarraga, para ser estrenado en el Teatro Payret (La Habana), el 1 de marzo de 1930, dejando una transcripción para piano y voz del propio compositor, al que seguirá la zarzuela en un acto El Maizal, que se estrenará en el mismo teatro pocos días después.

Para la segunda parte, un reparto entre Carlos Guastavino, en el ciclo de canciones coloniales- Cuando acaba de llover…; Préstame tu pañuelito…Ya me voy a retirar…y Las puertas de la mañana. De este compositor, La rosa y el sauce y Pueblito, mi pueblo. De este estilo de canciones nacionalistas, algunas destacan gracias a sus melodías folklorizantes en la tradición del siglo XIX, que supo armonizar escribiéndolas con acompañamientos elaborados e idiomáticos para el piano, respetando en un todo texto, melodía, ritmo y forma e imitando las sucesiones armónicas y las situaciones cadenciales propias de dichas canciones en su ambiente original. El resultado puede describirse como una imagen casi literal de la canción tal como se la podía escuchar en la tradición, como es el caso de las Cuatro canciones argentinas (1949), piezas que se hermanan con las elegidas para esta velada tan latinoamericana. Será Astor Piazzolla quien ponga el grado superlativo con las piezas claramente representativas: Piano solo; Invierno porteño y Estaciones porteñas. Lo mismo podremos decir de Los  pájaros perdidos y Yo soy María. Piazzolla en María de Buenos Aires (1968), gran éxito artístico del que entonces se diría: La poesía de Horacio Ferrer era al tango, lo que al tango era la música de Astor Piazzolla. Llegaba el músico a su altura creativa suscitando en el agudo Quito González  Azcona, uno de sus furibundos entusiastas quien llegó  a constatar: María de Buenos Aires, no necesita letra: se entiende escuchando la música. Recordaremos la Balada para un loco para hablar de los delirios del amor y que sabrá estremecernos en la voz de Amelita Baltar.

Ramón García Balado

 

Ramón Otero Moreira, piano a cuatro manos, por Haruna Takebe y David Durán Arufe

  Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela Concierto a cuatro manos de los pianistas Haruna Tabeke y David Durán Arufe en el Auditorio...