Amosando publicacións coa etiqueta Orquesta Sinfónica de Galicia. Amosar todas as publicacións
Amosando publicacións coa etiqueta Orquesta Sinfónica de Galicia. Amosar todas as publicacións

17/06/2024

Amigos de la Ópera de A Coruña: Entre Pálido punto de luz y Hui He

 Temporada de Ópera

Actividades en continuación de Amigos de Ópera de A Coruña, que ocuparán desde el día 23 de octubre a la jornada de clausura con la soprano Hui He, dirigida por Beatrice Venezi, el día 29, de noviembre, en el Teatro Colón, con la OSG.  Una primera aportación con la presentación del libro Historia de la zarzuela en viñetas, un trabajo de Manuel Raja, que nos invita a la sala de prensa de la sede Afundación- 19´00 h. para seguir al día siguiente con la participación del o la ganadora del Ciclo Lírica Inclusiva, voz invitada del Concurso de Interpretación vocal- Centro Cívico Labañou, a las 19´00 h-,  preparando la entrada en el mes de noviembre con la proyección en cine de La Bohème, en la Filmoteca de Galicia, día 7 a las 20´00 h-, ópera que inauguró esta convocatoria a comienzos de septiembre, con las voces de Celso Albelo, Miren Urbieta-Vega; Massimo Cavalletti; Helena Abad; Manuel Mas; Simón Orfila; Matteo Peirone; Pablo Carballido; Jacobo Rubianes y Alfonso Castro, con la OSG; el Coro Gaos, de Fernando Briones y el coro infantil Cantabile, y la dirección artística de José Miguel- Pérez Sierra, en producción compartida con Luglio Musicale Trapanense.   El día 11, nueva proyección de ópera con La fanciula del West, de Puccini, en la sede de Afundación, aquel western operístico sobre texto de David Belasco The Girl of the Golden West, estrenado a finales de 1910, en el Metropolitan neoyorquino, que recibirá la adaptación necesaria a cargo de Guelfo Civinni y Carlo Zangarini. Minie, la gran protagonista, será la única mujer de gran presencia como propietaria de un salón siempre rodeada de rudos varones de un mundo de buscadores, de personalidades contradictorias.

Para el día 11 de noviembre, la conferencia muy oportuna dedicada a Pálido punto de luz, por su autor Javier Otero Neira, en la sala de prensa de la Sede de Afundación, a las 19´00 h., preparando el estreno de la ópera Pálido punto de luz, en el Teatro Rosalía Castro, al día siguiente a las  19´00 h., ópera que tendrá como solistas a la soprano Adriana Laespada, a María Llandera, con acompañamiento pianístico de Javier Otero Neira y dirección escénica de Iria Azevedo y tratamiento escénico de Rut Balbis. La obra en cuestión remite a la imagen gráfica de la sonda Voyager I, de 1990 ubicada a una distancia de 6.000 millones de quilómetros y producto de una demanda del escritor de vanguardia imaginaria Carl Sagan, punto de partida que viene a confirmar la insignificancia y fragilidad de la propia tierra con respecto al inmenso e inabarcable universo. Fatma, en voz de la soprano Adriana Laespada, cuenta y canta su odisea frente a esa circunstancia en un tiempo cambiante, polarizado y manipulado en el que vivimos.  Fatma a la par que el mundo que la rodea, otorga una imagen en la que las redes convierten a los usuarios en cámaras de  eco que repiten la última palabra que escuchan  o leen. Breve línea que separa el SER, ESTAR y PARECER de una vida cotidiana, en un bucle donde la mentira crea la imagen ficticia que se presenta como un eco. Una música para una distribución propuesta desde diversos instrumentos, el piano, la voz y la electrónica, donde piano y electrónica tienden esa red sobre la voz entre resonancias que sobrecogen al oyente, el que Fatma soporta las hostilidades del espacio circundante y que se reparte en cinco actos desde la obertura al final Heart Beat.

Adriana Laespada se formó  en la Universidad de Bellas Artes del País Vasco y en la Academia de Verona per l´opera, para seguir en el Teatro Azione Scuola Recitazione Scuola, ampliando en Actors East (Londres), Tom Radclifee y Gary Condess, de la capital inglesa. En calidad de soprano, probó experiencias con directores como Irati Ingriza, Juan Diego Calzada, Calixto Bieito, Barbora Harakova, Umberto Fernández, y también en  la Real Academia de España, en Roma. Javier Otero Neira, participó en la edición de 2023, en las Xornadas de Música Contemporánea de Santiago con su espectáculo O poder das palabras, junto a la poetisa Lúa Mosquetera, en el Cementerio de Bonaval. Un proyecto artístico que entremezclaba las propuestas de temática feminista con las músicas de vanguardia. Otero Neira es artista polifacético relacionado con la firma Yamaha (2018), y que creó su propio sello con el que editó: Impromtus; Galician Folk Songs; Vibrations; Intuition Vol. I & II; Nocturnos; Cantigas dos Arrieiros o Saraiba e Variacions, con el productor Cheap Monk. En 2023, presentó el proyecto Xogo de Espellos, con la RFG.

Só hai horizonte, filme de Miguel del Río sobre la obra de Juan Vara, podrá seguirse en el Auditorio de Afundación, día 14, a las 19´00 h., un trabajo musical incluido en las actividades de Festival Resis de A Coruña (2023), que promueve Hugo Gómez- Chao, y que se había presentado en el Teatro Rosalía Castro, junto a otra obra de G.Ligeti Ramifications, el día 3 de mayo, con la Sinfonietta de la OSG, teniendo como relatora a Chus Álvarez. Só hai Horizone, entremezclaba poesía y música sobre textos de Xavier Seoane e imágenes elegidas de fotógrafos. Juan Vara tuvo afinidades estilísticas con Josep Soler, siendo uno de los promotores de la Asociación Galega de Compositores; Manuel del Río, trabaja sobre temáticas interdisciplinares con documentales como Correspondencias Sonoras; Son(UT)opias; Cineuropa; Festival FILMADRID (La Casa Encendida) o el Festival Resis.

Dentro de Novas voces galegas, Andrea Rey- día 20, en el Auditorio de Afundación, 19´00 h., cantante con formación en el Conservatorio Manuel Quiroga junto a Conchi Rodríguez, con J.A. Campo, en Vigo y con Susana Cordón (Madrid), ampliando con Irene Alfageme. En su agenda, obras como oratorios- Requiem, de Jomelli-; Te Deum- Anton Bruckner-, a los que se añaden roles operísticos como Suor Angelica; Mme Butterfly; Dido, de Purcell o zarzuelisticos como La Chulapona de Moreno Torroba, para acompañarla en su recital, un maestro repertorista com Aurelio Viribay, quien asistió a talentos como Walter Berry; Ángeles Blancas; Celso Albelo; Thomas Quastoff o Annalisa Stoppa. Es autor de un estudio de interés: La canción en el Grupo de los Ocho.

Repetiremos proyección cinematográfica en la Filmoteca de Galicia, día 21, a las 20´00 h., en esta sesión y a modo  de complemento, reservando una sesión dedicada a Puccini, en su centenario, precisamente con Puccini, un filme de Carmine Gallana (1959), un trabajo particularmente atractivo y que se prepara programa para el día siguiente en el Museo das Belas Artes de A Coruña , con la voz de la mezzosoprano  Mónica Redondo, en la serie de Generación Ascendente. Cantante becada en Logroño y con estudios en Eskalerría. Para acompañarla, el pianista David Serrano, con formación en el Royal College (Londres), teniendo como maestros a Alex Kandelak; Nino Kereslidze, mientras ejerce la docencia en Torrejón de Ardoz. Nuevo detalle en la Filmoteca de Galicia- día 28, a las 20´00-, para recuperar Hechizo de Luna, siempre en este entorno trazado, recurriendo a un filme de Norman  Jewinson (1987)en

Hui He, clausurará el certamen con un programa propicio en el Teatro Colón con la OSG, dirigida por Beatrice Venezi- día 29, a las 20´00 h-, cantante que debutó como Aida,v en el Gran Teatro de Shangai y como Tosca, en el Regio de Parma, logrando un segundo Premio Operalia de Plácido Domingo (2000), para repetir con el Primero dos años después, consolidándose con el Verdi de Busseto, año que se dará a conocer en el Met neoyorquino, en la Wiener Staatsoper; en la Berlin Deurtscheoper; Staatsoper unter den Linden; La Bastille parisina; la Bayerisisches Staatsoper; La Arena (Verona) o la Lyric Ópera (Chicago), hasta llegar al Teatro Real (Madrid) y el Gran Teatre del Liceu (Barcelona). Entre sus roles: Mme Butterfly; Il Trovatore; Un ballo in maschera; La Gioconda (Ponchielli); Aida, Tosca, Turandot,  una preponderancia de los Verdi y Puccini. Llegando a grabar registros para el sello Sony Classics, para un monográfico dedicado a Verdi.

Beatrice Venezi- directora-, pasó por el Conservatorio Giuseppe Verdi (Milán), colaborando habitualmente con artistas como Plácido Domingo; Aida Garifulina; Giuseppe Cibboni; Valentina Lisita, Bruno Canino; Eleonora Abbagnato; Carla Fracci; Andrea Carmirelli; Marcelo Álvarez; Vittorio Grigolo y con orquestas como la Fondazione Arena (Verona); Teatro Verdi (Trieste); Maggio Musicale Fiorentino; Teatro Bellini (Catania); Teatro de Taormina (como principal invitada). Recibió galardones como el Premio Histórico de la Scala d´Oro; el Pegaso (Toscana); el Premio Kinéo y el Gentile da Fabriano. Promueve proyectos como The Puccini Day, con festival incluido y el Pensieri Ilumanti, de talante interdisciplinar junto a Felice Limosain.

Ramón García Balado


16/06/2024

Tres meses de actividades de Amigos de la Ópera de A Coruña

 Temporada Lírica


El pasado día 13, en el Teatro Colón, se presentaron las actividades de la próxima convocatoria de Amigos de la Ópera de A Coruña, acto presidido por el director de las mismas, el tenor Aquiles Machado, la presidenta Natalia Lamas, el Concejal de Cultura Gonzalo Castro y el director de AGADIC, Jacobo Sutil. Actividades que comenzarán en septiembre con una conferencia dedicada a una de las óperas en programa La Bohème de Giacomo Puccini, que impartirá Irene de Juan en la Sala de Prensa de la sede de Afundación-día 6, a las 19´00 h-, preparando las dos sesiones que se ofrecen a los abonados y aficionados de La Bohème, en el Palacio de la Ópera, bajo la dirección de José Miguel Pérez, con la OSG- días 8 y 9, 19´00 h-, una producción que tendrá como protagonistas principales al tenor  Celso Albelo (Rodolfo); la soprano  Miren Urbieta-Vega (Mimí) quien colaboró en la gala de clausura del curso pasado con Marina Monzó, ocupando la fecha de la ausente Aida Garifulina, al barítono Massimo Cavalletti (Marcelo); la soprano Helena Abad (Musetta); al barítono Manuel Mas (Schaudard); al bajo Simon Orfila (Colline) o al tenor Pablo Carballido: (Parpignol). El Coro Gaos, de Fernando Briones, al que se añade el Coro Infantil Cantabile y para le dirección escénica Danilo Coppola, en una producción de Luglio Musicale Prapanese.

La Bohème que para el autor suponía  en su sencilla opinión: Me interesan exclusivamente las pequeñas cosas y no quiero dedicarme a otra cosa que no sean las pequeñas cosas. Esa poética pucciniana nunca fue tan acertada como en el caso de La Bohème. Una representación de las pequeñas gentes, con sus pequeñas alegrías, aunque no siempre pequeñas penas. Un ardiente chasquido de las llamas en el fuego, el goteo del carámbano en el cuadro invernal del tercer acto, un rayo de sol que ilumina repentinamente el rostro de la moribunda. Todo esto no pasa solo sobre el escenario, sino que va cobrando forma en la partitura de Puccini, quien fija su atención en los detalles pintorescos como la aparición de un vendedor de juguetes en medio del tumulto de la feria de Nochebuena.

El barítono Javier Franco, acompañado por el pianista José Ramón Martín-día 15, en el Teatro Rosalía Castro, 20´00 h., reserva su sesión con un programa en el espacio de sus preferencias, en el Ciclo de Os Nosos Intérpretes, intérprete con escuela junto a Alfredo Kraus, Renatto Bruson y Carlos Chausson, voces que han dejado impronta en citas diversas dedicadas a la lírica. Premio de certámenes como los Concursos Viñes, Francisco Alonso y Luís Mariano, con larga experiencia en proyectos artísticos ofrecidos en nuestra tierra.

Arturo Reverter, la crítica por excelencia por obras fundamentales como El arte de canto (El misterio de la voz desvelado, obra de consulta imprescindible, le tendremos para la conferencia dedicada a L´elisir d´amore- día 26, sala de prensa de Afundación 19´00 h-, un placer seguirle como acto previo a las funciones de L´elisir d´amore, de Gaetano Donizetti- en el Palacio de la Ópera con la OSG, dirigida por Guillermo García-Calvo- días 27 y 29, a las 19´00 h.-, para la que tendremos en los roles principales a la soprano Ruth Iniesta- Adina-, al tenor Ramón Vargas- Nemorino-; al barítono Damián del Castillo- Belcore-; el barítono Luís Cansino- Dulcamara- y a la soprano Susana García, como Gianetta, voces de cierta familiaridad en otras producciones de convocatorias anteriores a la que se une la joven Susana García. Igualmente el Coro Gaos de Fernando Briones.  Una producción del Comunale di Bolonia, con dirección escénica de Víctor García Sierra.

Una comedia  agridulce sobre un idilio pastoral, a la que se añaden ribetes de solemnidad. La comedia popular contiene un significado profundo. Si efectivamente los personajes tienen sus orígenes en los tipos de la ópera bufa, la música donizettiana se encarga de dotar a cada uno de ellos de una caracterización diferenciada. Nemorino, por un decir- el Don Nadie -, se presenta como un ingenuo, pero es digno de simpatía aún en su momento de embriaguez, cuando más ridículo resulta. El amor que siente por Adina, es sincero y profundo. Gracias a  los efectos del elixir a amor, llega al convencimiento de que ha de hacer frente a sus sentimientos. Su famosa aria Una furtiva lacrima, que no aparece en la versión de Scribe, y que fue añadida para la partitura de la obra por Romani y el compositor, es una de las piezas de lucimiento para los grandes tenores. En lo argumental, ilustra el momento de la conciencia de  madurez e intensidad de los sentimientos que el personaje alberga en su interior.

El Curso de interpretación vocal estará confiado a Carlos Álvarez- desde los días 30 de septiembre al 4, de octubre, en el Conservatorio de Música. El barítono fue Rodrigo de Don Carlo, de Verdi, en la programación de 2019, junto a voces como Francesco Pio Galasso, Angela Meade, Ferruccio Furlanetto, Elena Zhidkova, Luiz- Ottavio Faria o Jerobám Tejera, bajo la dirección de Kamal Khan, con la OSG. Un barítono que cimentó su carrera copando ilustres roles de óperas como Otello; Don Giovanni; Un ballo in maschera; Luisa Miller; Rigoletto y en especial de zarzuelas de primer rango, cultivando igualmente los recitales líricos.

Entrando en octubre, día 5, una gala del Concierto de clausura del Curso de interpretación Vocal, que se ofrecerá en el Auditorio de la sede de Afundación- 19´00 h-. para seguir con la  proyección de la ópera Manon Lescaut-sala de prensa del mismo lugar- 18´30 h-, el día 10. El ciclo de Lírica Inclusiva, se apunta a la gala de Andrea Varela- día 11, a las 18´00 h, en el Real  Institución Benéfico Social P. Rubinos - acompañada por la pianista Isabel Romero. Mezzosoprano formada en el  entorno del Coro Gaos y en la Asociación En-Cantados, de Diana Somkhieva, que tuvo parte activa en programas que incluían El Mesias (Häendel); el Magnificat (J.S,. Bach o los Carmina Burana, de Karl Orff.  Isabel Romero, la pianista, siguió las docencias de Almudena Cano; Zita Tanasescu; Nino  Nereslidze; Cecilio Tieles y A. Nieto

Nueva proyección operística en la sala de prensa de Afundación- día 17, de noviembre, 18´30 h.- con la ópera de Puccini Edgar, menos frecuente y tomando un libreto de Ferdinando Fontana, para estrenarse el 21 de abril, de 1889, en el Teatro alla Scala, de Milán, antes de la nueva versión realizada para la presentación el 28 de febrero en el Teatro Communale. El ciclo de Lírica Inclusiva, reserva cita para Rocío Faus- Centro Cívico Monelos, día 18, a las 19´ 00 h-, mezzo con formación en el Conservatorio de Valencia y que cuenta con  roles como Pamina; Sonnambula; Norina; Lucia di Lammermoor; Susanna o Julietta, participando en certámenes como el Festival della Valle d´Istria o Martina Franca.   Para el día 23, en el Teatro Rosalía Castro, 20´00 h.-, un espectáculo de ambiciones dentro de géneros curiosos cercanos a los crooners, anunciado por su propio programa: Long time ago. Marko Minmica, bajo- barítono,  procedente de Zabreg, e integrado en el Ensemble Deutsche Oper, que incorporó a su trayectoria roles como Figaro; Oroveso; Talbot; Heinrich (Lohengrin), en coliseos como Le Téâtre des Champs Elisées; Regio di Torino; Massimo, di Palermo; La Arena di Verona o el Festival Rossini (Pesaro). Dinamizó el Young Singers Festival Project (Salzburgo). Para acompañarle, Marcos Madrigal, con raíces latinoamericanas con la O.S. de Matanzas y estudiar con Teresita Junco, pasó por la Universidad del Conservatorio de Lugano, la Ac. de Pianoforte Lake Comoy la Foundation Theo Lieven (Suiza). Conoció las docencias de Andreas Steier; Malcolm Balson; J. Perry, Dmtri Bashkirov y W. Grant Naboré.  Primera entrega de comentario que se completará mañana de este Festival de Amigo de la Ópera, de A Coruña.

Ramón García Balado  


10/06/2024

Béla Bartók y Manuel de Falla: templando el cobre

  A Coruña - 31//05/2024

Joaquín Riquelme fue solista del Concierto para viola y orquesta de Béla Bartók, con la OSG, dirigida por José Trigueros quien hubo de sustituir por urgencia a Juanjo Mena, alterando el programa previsto con la incorporación del Amor Brujo de Manuel de Falla en la versión para cantaora con la voz de Marina Heredia, que nos compensó en una obra que en sus dominios, una real gitanería estilística, maneras que ya nos dejó la pasada semana con ¡En libertad! de J.Albert Amargós.  Riquelme realizó una importante etapa de formación con la Berlin Philharmoniker, orquesta con la que también tuvieron experiencias maestros como Fernández Arbós y Santiago Cervera para proseguir en la Berlin Universität der  Kunste, con Helmut Rohdun mostrando  siempre interés por las experiencias camerísticas, con maestros como Emmanuel Pahud; Christian Zacharias; Jörg Widmann; el Cuarteto Memderling o el Berlin Ensemble.

Béla Bartók en obra póstuma, perfilada en su última etapa en los Estados Unidos, en una agotadora experiencia frente a una situación insuperable, mientras Tibor Serly- músico que nos ha servido para la elección de esta versión- le ayudaba en la culminación de ese proyecto que se confirmará con el estreno gracias William Primrose y Antal Dorati, en 1949.  Ernöbalogh, nos pondría al día de su situación entonces: Bartók conocía la naturaleza de su enfermedad, aunque el día que lo ingresaron pensaba seguir componiendo. Durante ese último verano trabajó de la única manera que sabía: de la mañana a la noche. En esa condiciones fueron compuestos el Tercer concierto para piano y este Concierto para viola; forma típica de trabajo y que también veríamos en el Concierto para orquesta. En vida no gozó del reconocimiento y popularidad, un trato que se limitaba a los profesionales de vanguardia. Sin embargo, dos de los Conservatorios, la Juilliard School y Curtis, así como la Seattle University, le ofrecieron cargos bien remunerados como profesor de composición.

Un período de posguerra que venía precedido por la Rapsodia para violín o el Segundo concierto para violín, permitiéndose coqueteos con el jazz, asunto que destacará Julie Brown. Una puja por probar con nuevas aportaciones y aquí nos encontraremos con la ufana severidad de las dos Sonatas para violín. Venía el autor se sobreponerse a esa obligada huida que le distanciaba definitivamente de Nagyszentmiklós, su lugar de nacimiento y que se integraría en Rumanía o de Pzosony- donde vivía su madre-, que pasaría a Checoslovaquia, un puzle de sabidas consecuencias. Bartók mantuvo la fidelidad al paisaje de aquellos sueños enmarcados por la oculta trascendencia de los modismos campesinos, que alcanzaban hasta Turquía y el Norte de África, mientras su país se abocaba hacia el gobierno autoritario de Miklós Horthy, momento en el que esa lealtad a esos posicionamientos traerán consecuencias reprobatorias curiosamente vejatorias, tildándole de poco húngaro. El Concierto para viola, es obra que se resolverá en tres tiempos: Allegro moderato; Adagio religioso y Allegro vivace. El primero en forma de sonata de elaborado sobre temas contrastados, para ceder la entrada a la viola exponiendo sus detallismos expresivos e idiomáticos con un desarrollo en el que se incluye una recapitulación cara al Adagio religioso-Allegretto, lírico en la dimensión de su planteamiento en un a modo de ejercicio meditativo tratado en forma de ABA. El Allegro vivace, será la respuesta precisa a los tiempos anteriores en lo relativo al equilibrio del conjunto de la obra, dentro de un moto perpetuo. Serly, en la responsabilidad que le atañía, supo mantener los presupuestos estéticos bartokianos gracias a un tratamiento orquestal reconocible. No menos podremos decir de Joaquín Riquelme en su enfoque sobrecogedor en el conocimiento de la obra en cada uno de sus tiempos electrizantes e idiomáticos dejándonos como bis la Allemande de la Suite primera, en Sol M. BWV 1007, deJ.S. Bach

El Amor Brujo de Manuel de Falla, la gitanería de 1915 nacida de un canción para Pastora Imperio y que evolucionará en pretensiones a una pieza de género chico para renegar de sí misma mientras vive de los asesoramientos de Martínez Sierra y María Lejárraga, un embrión que dará razones posteriores ampliaciones y revisiones, tras el encuadre en los límites de las breves piezas escénicas conocidas como apropósitos, espectáculos del género de las variedades y entretenimientos sin apelativo preciso. Para la obra, un orgánico sencillo- flauta (y piccolo), oboe, trompa, cornetín, piano y quinteto de cuerdas, que se ampliará en la del año siguiente. Nos quedamos pues, al servicio de la cantaora, con el sencillo esquema de dos cuadros: Un primero en siete detalles musicales, repartidos desde la Introducción y escena previo a la Canción del amor dolido, el pasaje del Sortilegio; la Danza  del fin de día y el añadido de El amor vulgar (que sería suprimida en el ballet); el Romance del pescador para completar el descriptivo Intermedio que dejará lugar al Cuadro segundo, con El fuego fatuo; la escena del terror y la Danza del fuego fatuo dejando que otro Interludio que prepare la Canción del fuego fatuo en encadenamiento hacia el Conjuro para reconquistar el amor perdido; la Escena del amor popular, La danza y canción de la bruja fingida en un revoloteo del Finale con Las  campanas del amanecer. ¡Ya está despuntando el día!  ¡Cantad, campanas, cantad! ¡Que vuelve la gloria mía! Voz quejumbrosa y rota de Marina Heredia en el desgarramiento agónico.

Ramón García Balado

 

Joaquín Riquelme/ Marina Heredia.

Orquesta Sinfónica de Galicia/Juanjo Mena

Obras de Béla Bartók y Manuel de Falla

Palacio de la Ópera,  A Coruña

publicado en RITMO, edición digital

05/06/2024

Pablo Fernández: chelista para el Concierto en Mi b. Op. 85, de Edward Elgar

 Palacio de la Ópera, A Coruña


Concierto de la OSG  dirigido por Roberto Fernández- Monjas en el Palacio de la Ópera de A Coruña- 20´00 h., días 7 y 8-, contando como solista con Pablo Fernández para la interpretación del Concierto para chelo, en Mi m. Op. 85, de Edward Elgar, en un programa que añade la raveliana Pavana para una infanta difunta  el Concierto para orquesta, de Witold Lutoslawski. Pablo Fernández, chelista que volverá a ofrecernos otra de sus dimensiones artísticas, ya le tuvimos hace unas temporadas en los comienzos de su carrera, ofreciéndonos el Concierto para chelo, en Si m. Op. 104, de A. Dvorak, añadiendo su Sinfonía nº 7, en  Re m. Op. 70, dirigido por Antoni Ros Marbà. Intérprete afortunado, fue pronto galardonado en con el Premio Tchaikovski, de Moscú, convirtiéndose en artista del sello Sony. Ayudó con creces el ambiente familiar tanto por parte de padre y madre, siendo ella quien veló por su evolución con el método The tunning Fork Wizard. Sus referentes mayores fueron Yo-Yo-Ma y Dmtri Rostropovich y sus fundamentos los encontramos en la Escuela Superior Reina Sofía (Madrid), disfrutando del asesoramiento y confianza de Paloma O´Oshea, teniendo como maestra a Natalia Shakhovskaia. Continuó en la Krönberg Akademie, realizando masters de ampliación, con Frans Helmmerson. Una consolidada trayectoria que le permitió colaborar con primeras orquestas y directores, partiendo de los inicios con la ONE,  interpretando las Variaciones rococó de  P.I. Tchaikovski. De su mano, un Stradivarius histórico, el Lord Aylesford (1696), concedido por la Nippon Music-Foundation. Chelistas que colaboraron en su evolución, fueron también David Geringas, Philipp Müller, Gary Hoffmann, Arto Noras e Ivan Monighetti.

Maurice Ravel- Pavana para una infanta difunta-, nacida a partir de piano y que no dudará en tratar  con severidad, merced a quedar destinada a obra típica de salón, con devoción para las jóvenes que tocan medianamente. No tenía empacho en hablar de ella tildándola de antañona, percibiendo vagamente las influencias menos gratas de Chabrier- por un decir-, dentro de una forma hasta pobre. Imitaciones de Chabrier y Fauré, no consigue el relumbrón mostrado en otras piezas, en su sumarísimo juicio, sentenciando que no había nada menos raveliano que la escritura de esta pavana, cuya gracia un poco monótona, es puesta en manifiesto precisamente por su orquestación hábil, tomando aquellas ensoñaciones que atrajeron a sus dedicatarias primeras. Regusto por ciertos arcaísmos corregidos por el prisma del pasado, con la mente puesta en Ricard Viñes, recibirá la aceptación sin reproche en la dedicatoria a Mme de Polignac en los Conciertos Hasselmans parisinos a finales de 1991, tras la orquestación de 1902, dirigiendo Alfredo Casella, dotándola de esa inspiración que tan bien conocemos ya desde los primeros compases ondulantes y seductores, de una ternura que realza los aspectos más conseguidos en la creación para el piano. Para el autor, pesaban sobremanera los tintes sombríos y fallidos, aspectos  que, como sabemos, la historia desmintió.

El Concierto para chelo en Mi m. Op. 85, de Edward Elgar, será obra que reciba los parabienes de sus obras concertantes, entre las muy queridas Variaciones Enigma o las ostentosas marchas de pompa y circunstancia, santo y seña del Imperio, encontramos al autor inmerso en la veneración pública que no ha perdido prestancia, llevada a su mejor dimensión en obras testimoniales en forma de oratorio como El sueño de Geroncio; Los Apóstoles o la serie de cantatas profanas de exaltación colectiva. Inmenso director de orquesta, había indagado en las profundas herencias de la tradición purcelliana y las posibilidades de un germanismo de no menor significado. El Concierto para chelo  y orquesta, en Mi m. Op. 85, será obra que entrará en las apetencias de los grandes solistas después de su estreno ofrecido en Londres en el otoño de 1919, año en el que abordaba sus  principales trabajos camerísticos, y que fue confiado a Félix Salmond, con  el autor en el podio. En lo esencial, una plantilla más ligera y condensada de lo que muestra en obras de esta factura. Un breve pasaje del chelo en la entrada en Adagio pausado, nos traslada a un tiempo propuesto en tempo  moderato,  que  se aboca a un tema en 9/8, en manos de violas a las que responderá el solista, crecido de argumentos en forma de lied ABA, repartido de forma notable por distintos instrumentos de la orquesta. Destaca el Allegro molto por su libertad de expresión gracias a la orquestación puntillista y un corto Adagio, una generosa amplia melodía que permite la ascensión de recursos sonoros que se convierten en el Allegro ma non troppo, pirueta que supone un genuino Rondó humorístico mezclado con un episodio que recuerda detalles del Adagio.

Witold Lutoslawski- Concierto para orquesta-, obra de un período de transición en el que no deja de mostrar su admiración por Béla Bartók, en su Música fúnebre para orquesta aunque era verdad que en su evolución será determinante la dependencia de Szymamowski, a la que se unirá la recién citada y la de otros compositores centroeuropeos y franceses, alejándose a conciencia de la insalvable Segunda Escuela Vienesa de Schönberg, Alban Berg y Anton Weber. El Concierto para orquesta, estrenado en Varsovia, bajo la dirección de Witold Rowicki, recibió un galardón estatal al lado de las sinfonías, siendo su trabajo orquestal de mayores dimensiones. La Intrada ABA muestra un considerable desarrollo mantenido desde el comienzo por una profusa exhibición de timbales a los que responden las cuerdas y las maderas. Un pasaje en pianisssimo, claramente idiomático, prepara una segunda idea con apuntes en staccati secos a la par que ligeros en las maderas, con un detalle de trompa que ayudan a concentrar la tensión del tiempo.

El Capriccio notturno, casi un scherzo, resulta ostensiblemente dinámico en su extensión ya desde la invitación de los violines en sordina y con escalas de los instrumentos de maderas remarcados en staccati. Prosigue en intensidad gracias a un movimiento fluido acentuado un detalle central en forma de trío.Las  trompas remarcan un pronunciado aire de inspiración popular que nos lleva a  la Passacaglia, toccata, choral e finale, propuesto por el arpa y el pizzicato de contrabajos, estimulados por arpegios del piano, dando pie a una serie de jugosas variaciones a cargo de distintos instrumentos de la orquesta. La Toccata, aprovecha ideas de la Passacaglia , con un ritmo sostenido enlazando con el Choral, con  una transición en diminuendo, entre disputas de maderas, metales y cuerdas divididas.

Ramón García Balado  

 

Elisabeth Leonskaia, el Cuarteto Kandinski y el contrabajista Dominik Wagner, en el VII Festival Clasclás, de Vilagarcía de Arousa

  Auditorio de Vilagarcía de Arousa Concierto de estimulantes perfiles el que nos ofrece el Festival Clasclás, de Vilargarcía de Arousa , e...