03/10/2025

Piano Quintet, de Octavio Vazquez, con el Cuarteto Op. 131, de L.v. Beethoven

 Teatro Afundación, Vigo

Museo das Belas Artes, A Coruña 


Presentación en España de Piano Quintet, de Octavio Vázquez, que incluirá  en programa el Cuarteto en Do sost. m. Op. 131, de Ludwig van Beethoven, obras que se ofrecen los días 6,  en el Teatro Afundación, de Vigo, a las 20´00 h-, para repetir al día siguiente en el Museo das Belas Artes, de A Coruña, a la misma hora. Para su interpretación,   el Cuarteto X, integrado por los violinistas  Ludwig Durichen y Carolina María Cygan, el viola Jeffrey Carl Johnson y la chelista Ruslana Prokopenko, quienes se unirán al propio Octavio Vázquez, en su Piano Quintet (2021), composición estrenada en el Aspen Music Festival and School , con la aportación del director Robert Spano gracias al mecenazgo del Ralph Crispino Jr, composición que recurre a un imaginario sonoro del siglo XVI, períodos de entrecruzamientos de culturas judías y musulmanas, que servirán elementos sonoros de aquel período, que no dejaría de aportar recursos en las obras de compositores de la posteridad, como observamos en las convocatorias de músicas contemporáneas, que no desmiente el uso de una cadena de recursos que atraviesan los siglos dentro de un enriquecedor panorama de la incorporación de reminiscencia que siempre han estimulado las labores creativas.  Octavio Vázquez, compositor compostelano, estudió en el Peabody Conservatory de la Johns Hopkins University (Baltimore), doctorándose en la Universidad de Marylan College Park, gracias a una beca de la Fundación Barrié, preparándose para entregarse a la composición y el puesto de director musical en la Moravian Church y trabajar en el Proyecto Guernika. Ganó el Premio del IV Concurso Int. Prokofiev (San Petersburgo), siguiendo las influencias de Mahler y Shostakovich, lo que le facilitó obtener encargos del New York State Counci on Arts; Meet at Composer; Guernika Project o la Chi-Mei Foundation y la participación en certámenes como Kölner Musik Triennale; el Prokofiev Festival, llegando a ser dirigido por maestros como C. Kalmar, H. Schellenberger, Teri Murai o Víctor Pablo Pérez. A lo largo de las temporadas, pudimos asistir a estrenos como Tropos, para violín y orquesta (con Amaury Coeytaux); Viuvas de vivos e mortos (con Cristina Pato, en sus tiempos: Muller; Moderato y Elas);  Hermes, sobre tiempos que cambiaban continuamente de forma dramática a lo largo de toda la obra;  la Sonata para saxofón e piano, presentada en el Consello da Cultura Galega, e interpretada por Eneas Irimia e Isabel Pérez Dobarro, entre obras de Eduardo Soutullo, Xesús González y Fernando Buide del Real; Memento, obra destinada a la OSG, ofrecida en el primer concierto de Dima Slobodeniouk, como carta de presentación y  en el apartado de piezas vocales, trabajos como las Tres cantigas inspiradas en Airas Nunes, García de Andrade y Eneas de Cotom; Semente, para coro mixto, a partir de Alfonso R.Castelao; Tempestad, Amanece- Illia Galán-, para voces y piano; Lieder to Poems by Goethe, con acompañamiento de clarinete bajo y piano. Alchemical Birds, había sido estrenada por el Akropolis Reed Quintet, será fruto de una aventura compartida con otros compositores para esa agrupación camerística.

El Cuarteto en Do sost. m. Op. 131, de Ludwig van Beethoven, es obra que se resuelve en siete tiempos: Adagio ma non troppo e molto espresivo; Allegro molto vivace; Allegro moderato; Andante ma non troppo; Presto; Adagio quasi un poco andante y Allegro, un cuarteto fuera de serie en el ámbito del género camerístico, en un desafío capaz de dar al traste con el dramatismo aislado que se le había exigido. Una voluntad de continuidad igualmente en el plano técnico al que contribuye el autor al abolir incluso después de cada episodio, la barra doble, la cual, por convicción, indica la separación entre los distintos movimientos. A pesar de ello, existen correspondencias muy fuertes entre cada una de las partes (armónicas y sobre todo, rítmicas), este Op. 131, exalta cuidadosamente la idea de un discurso continuo, en el que tienen notable importancia los elementos de conjugación y transición. También se confirma el plano estilístico tradicional del cuarteto, que arranca con una fuga para concluir en un fragmento de forma sonata y que podrá preanunciar los cuartetos de Béla Bartók. Un cuarteto que para agudos analistas, resulta una perfecta síntesis de formas ilustres y canónicas, según una secuencia implacable de capítulos: un políptico de escenas diversas con un centro ideal  que resulta la ascensión hacia la pura luz desplegada en el espacio. Para los Massin, resulta obligada  una ejecución sin pausa en el transcurso de los siete movimientos, una obra que en su dedicatoria, tendría en mente al barón Joseph von Stuttenheim, antes de conocer el estreno por el Cuarteto Müller, el 5 de junio de 1828, personaje que había fallecido un año antes de esa ejecución. En lo fundamental, una obra de extraordinaria fantasía, detalle que confirmará Karl Holz, siempre cercano al autor y miembro del histórico Cuarteto Schuppanzigh. El Allegro final, se resumen en trescientos ochenta y ocho compases, acogiéndose decididamente a los condicionantes de la forma sonata, tan frecuentemente evitada hasta ese momento y que en este caso facilita un estilo de enfrentamiento instrumental. El tema principal, basado en una forma combativa además de rítmicamente agobiante, acaba tensándose hasta el extremo de los silencios, en una exposición tratada por los cuatro instrumentos. Se confirma un desarrollo que comienza con un fugato en el que se vislumbra una idea del primer tema, llevando a la reexposición que se manifiesta con un fortissimo, que permite desplegarse al Segundo tema, un poco a su aire, hacia un final Poco adagio que acabará abocado hacia un fortissimo en manos de los tres acordes postreros.

Ramón García Balado

La oboísta Iria Folgado, Ecos de Breogán, en la Fundación Juan March

 Fundación Juan March, Madrid


Concierto en la Fundación Juan March- dia 5, a las 12´00 h, y que repetirá al día siguiente- dentro del comienzo de actividades con Iria Folgado, oboísta e intérprete de corno, inglés, en una sesión matinal dedicada a evocar la figura mítica del rey Breogán, en el contexto de las tradiciones irlandesas y que construiría la torre de Brigantia, desde la que su hijo Ith divisó las islas británicas según relata el posible imaginario colectivo, dejando argumentos para lo que sería su trabajo discográfico Ecos de Breogán, que recuperaremos en esta sesión en quinteto. Obras de Benjamin Britten, Elisabeth Maconchy, Ralph Vaughan Williams, Arnold Bax y Fernando Buide del Real.  Iria Folgado, es solista de la Berlin Konzerthaus Orchester y estudió bajo la dirección de Joana Mallwirz,  tras su paso por la Hochschule für Musik Hanns Eisler, junto a Domiinik Wollenweber, también por la Karajan Akademie de la Berliner Philharmoniker, llegando a ser dirigida por maestros como Ivan Fischer, Kirill Petrenko, Andris Nelson o Daniel Hardin y Zubin Mehta. Un quinteto que completarán Sara Areal, violín, alumna  de Svetlana Makarova, en Lausana, de Anna Chumachenko, en le Escuela Superior Reina Sofía y de Pavel Vernikov, en Viena, está integrada en la O. S. de Galicia. Patricia Cordero, también violinista, tuvo sus fundamentos en la misma escuela, con maestros como Marco Mizzi y Sergey Teslya, además de recibir una beca de la O.S. de Baviera, en Munich. Marta Rodríguez Otero, viola, se formó en el Mozarteum de Salburgo, con Thomas Riebl y el chelista Iago Domínguez Eiras, recibió las atenciones de Ivan Monighetti, Sol Gabetta,Danjulo Ishizaka, en Basilea, es integrante del Trío Helix.

Benjamin Britten (1913/76)- Phantasy Quartet, Op. 2 (1932)- para oboe y cuerdas, violín, viola y voiolonchelo, es obra estrenada en 1932, por el oboísta Leon Goossens y el International String Quartet, partitura de juventud que avanza una sorprendente madurez gracias al arte que revela el arte de la combinación de estructuras musicalmente antinómicas, la de la fantasía y la de la forma sonata. Obra en un solo movimiento que se resuelve aproximadamente en un cuarto de hora. Comienza con un Andante alla marcia, con presentación del tema principal hacia un Allegro giusto, que expone y desarrolla una forma sonatística  de tres temas. Vuelve a recuperarse el Andante inicial, con las cuerdas a solo, preparando la coda sobre el Tempo primo de la introducción, una construcción que evita toda elaboración posiblemente caótica, gracias a las abundantes sutilezas merced al cambio del manejo de tonalidades y del ciclo de variaciones. Obra un tanto postergada y que comparte trayectoria con obras como Lachrymae Op. 48; el grupo de las Metamorfosis sobre Ovidio Op. 49 o las Gemini-Variations Op. 73.

Elisabeth Maconchy (1907/94)- Quintet for oboe and Strings (1932), en sus tiempos: Moderato; Poco sostenuto y Allegro non troppo. Compositora nacida en Broxbourne, realizó sus estudios en el Royal College of Music a mediados de los años veinte, viajó a Praga, en donde presentó sus primeras obras, como su primer concierto del que sería intérprete Karel Jirák, tras haber tenido como maestros a Charles Wood, G.H. Kitson y Vaughan- Williams, en composición y a Arthur Alexander, en piano. Su interés por la música camerística acaparará de inmediato su atención con sus primeros cinco cuartetos de cuerda, que recibieron el premio establecido en memoria de Edwin Evans, precisamente por el planteamiento de sus recursos técnicos y expresivos, una tendencia que veremos en la obra elegida para este concierto y que continuará en obras como Dialogue, para piano y cuerdas; las Variaciones para cuerdas; la Sonata para violín y piano o el Concertino para clarinete y cuerdas. Obras contrapuntísticas en su contexto que ella misma calificará como de una expresividad contenida, siempre atenta a su talante intelectual y programático, sobreponiéndose a una posible sensibilidad que determine el resultado de sus trabajos.

Ralph Vaughan-Williams (1872/1958)- Six Studies in English Folksongs (1926)-, repartidos entre el Adagio Lovely on the Water; el Andante Spurn point, para continuar con un Larghetto Van Diemen´s Land, un Lento She Borrowed Some of Her Mother´s Gold; Andante The Lady and the Dragoon y Allegro As I Walked over London Bridge. Obra para chelo (o violín, o viola, o clarinete) y piano cuya destinatanaria había sido May Mukle, que en esencia, no se trata de simples transcripciones de canciones populares como podía pensarse. Casi media hora de un entretenido juego de adivinanzas destinadas a un público medianamente enterado, pero con su giro de guiños ocultos.

Arnold Bax (1883/1953)- Quintet for oboe and Strings (1922)- compositor impregnado de un ostensible nacionalismo constatable en esa admiración por la mitología irlandesa, desde los paisajes a los ensueños forjados por relatos fantásticos que trasladará a sus obras. Aprendió gaélico y lo expresó bajo su pseudónimo Dermot O´Byrne, del que quedará memoria a través de sus escritos, refrendados por sus estancias en Glencolumcille (Irlanda). Vaughan- Williams, Elgar y Delius, influyeron en su evolución artística, particularmente en sus poemas sinfónicos, pero el espacio camerístico cobra importancia gracias al impresionismo en la tímbrica, el idioma armónica y el cuidado tratamiento del respeto a las armonías tradicionales. Obras como la elegida; la Sonata para viola y arpa; el Quinteto para arpa y cuerda o el Trío elegíaco para flauta, viola y arpa, formaciones ciertamente inusuales dentro de su legado, manteniendo el compromiso de aproximación a una herencia en la que su imaginación, nos ubica en esas tradiciones célticas, tal cual él insinúa: giros, ritmos temas y otros elementos. El año de composición de este quinteto, había sido el mismo en el que se presentó en el Queen´s Hall, The Garden of Fand y Mediterranean, para orquesta o la Phantasy for viola y orquesta, junto a tres carols y la Segunda sonata para piano. Año de bienes repartido entre Praga y Salzburgo.

Fernando Buide del Real-Adagio para corno inglés (2003/4- obra arreglada para Iria Folgado por el compositor, obra procede de un cuarteto (2003/4) y cuyo Adagio resultará un tiempo para oboe y trío de cuerdas escrito en 2012, que se resuelve en una larga melodía de aliento vocal  sobre paisajes sonoros atlánticos inspirados en aires asturianos y gallegos, en opinión del autor,  tras su interpretación en el Festival de Música no Claustro, que promueve Samuel Diz, en la Catedral de  Tui, un músico con larga trayectoria por los certámenes más señeros del país, y que estudió en el Carnegie Mellon de Pittsburgh, contando con proyectos artísticos como la ópera A sombra de Cristal; Do mar e a noite; A Amnesia de Clío, con dirección escénica de Marta Pazos y dirección de Paul Daniel, destacando como solistas Raquel Lojendio, Sebastià Peris y Marina Pardo, con un curioso trasfondo político; el Concierto para órgano estrenado por Juan de la Rubia, y dirigido por Diego Martín- Etxebarria, con la ONE, compartiendo cita con el Hymne pour grande orchestre, de Olivier Messiaen y la Sinfonía en Do de Paul Dukas; Pasaxes, con la soprano Isabella Gaudí, encargo de la Fundación SGAE/AEOS  o la versión para orquesta reducida de la Sinfonía nº 1, en Re M. , de Gustav Mahler o su reciente Cántico, que recurre a la poética de Ernesto Cardenal.

Ramón García Balado

02/10/2025

Rosana Orsini & Ensemble Freymut: Ecos do Barroco en Espazos Sonoros

 Teatro de Beneficencia, Ortigueira


Clausura de Espazos Sonoros con Rosana Orsini & Ensemble Freymut-en el Teatro de Beneficencia (Ortigueira), día 4, de octubre a las 20´00 h.-, en un programa que nos lleva desde J.S. Bach, a Telemann, Häendel, A. Corelli, B.Strozzi, Frescobaldi y Monteverdi. Rosana Orsini está especializada en repertorios barrocos brasileños, colaborando con grupos como Scarlatti Lab, Americantica, Gallaecia Ensemble, Cuarteto Alicerce o Favola d´Argo- con quienes estuvo en este ciclo en un programa titulado Lagrime Care, junto a Manuel Vilas y Marco Brescia-, siendo protagonista en óperas como In ballo delle ingrate- Monteverdi-; Vendado es amor, no es ciego, de J. de Nebra, rescatada por el grupo Los Elementos, de Pablo Miguélez Rouco, en las actividades de Amigos de la Ópera, de A Coruña (2020); Le Nozze di Figaro; Don Giovanni; Un ballo in maschera o Manon (Massenet), en escenarios que van desde el Teatro Municipal de Río; Casa da Ópera de Vila Rica o Stavovské Divadlo, tras licenciarse en la Universidade Federal de Minas Gerais, en la Manhattan School of Music (New York); la Royal Ac. of Music (Londres), la Université Sorbonne- Paris  IV o el Conservatorio de San Pietro a Majella (Nápoles).

El Ensemble Freymut, integrado por Helga Korbar (violín barroco); Mª Danneberg (viola da gamba); Ching-Yao Wang (flauta travesera) y Sobin Jo, al clave, recibió asesoramientos  de Stefan Gottfried, Johannes Weiss, Bartold Kuijken, Christophe Coin, Claire Genewein, siendo becados por la Werner Tripp Memorial. Freymut, remite a escritores del XVIII, que trasmitían su legado bajo pseudónimos, para compartir sus intenciones programáticas. Se reclamaba así un coraje libre (freyer Muth), para publicar una obra con mensaje crítico. El grupo fue galardonado con el Premio WDR, dentro del Concurso H.I.F. Biber, junto a la cantante Johanna Falkinger, siendo invitado al Jeunesse Österreich, tras debutar en el certamen infantil Freyen Muthes durch die Welt. Llegaron a colaborar en proyectos contemporáneos con el compositor Daniel Serrano, en Dülons Welt, dedicado al flautista ciego Friedrich Ludwig Dülong (1769/1826). En iniciativas reciente, presentaron la serie de conciertos HORIZONS-Alte Musik Innovativ.

J.S. Bach- el aria Liesgen (¡Ay! ¡Qué dulce me sabe el café!, ¡más suave que el vino de moscatel! Café yo quiero café y si alguien quiere obsequiarme, que me sirva una taza de café. Pieza de Schweigt stille, plaudert night (Kaffenkantate) BWV 211, cantata profana sobre texto de Picander, para las actuaciones del Collegium Musicum, en el Café Zimmermann (c. 1734/5), producto de la relación entre el poeta y el músico, dejando abierta la posibilidad de que tal texto fuese anterior. Alfred Dürr, en la primera edición de 1971, de su primordial obra Die Kantaten von J.S. Bach, daba como fechas presumibles entre 1734/5. El asunto que nos ocupa, nos remite al café como auténtica moda entre las clases acomodadas, especialmente tras el levantamiento de 1683, tras el sitio de Viena, donde los turcos dejaron grandes pérdidas de grano. Una literatura que llegará a París, en donde se estrene Le café, de J.P. Rousseau, adaptada por James Miller, con el título The Coffee House (1694) o en 1734, en Venecia con La Bottega da caffé, de Goldoni. Puede mencionarse la Cantata del café, de J. Gottfried Krause (1916), o la Oda al café, incluida en la obra de Sperontes La musa canora del Pleisse (1743), donde se burla de las damas cafeteras. Ese café que también tuvo gran aceptación en Leipzig, precisamente dentro del público femenino, que frecuentaba los lugares públicos, como el mentado Zimmermanisches  Coffe-Haus, donde actuaba J.S. Bach, con el Collegium Musicum, fundado por G.F.Telemann, en 1720 y que él dirigiría desde 1729. El aria que se ofrece, es un dechado pintoresco sobre un melodismo suave, ondulado y lisonjero, repartido, entre un padre y su hija, con acompañamiento de flauta travesera y continuo, en disposición ternaria, mediante libre reexposición de la primera.

G. F. Telemann (1681/1767)- Concierto en Re M. (Piacevole/ Adagio/Largo y Vivace), perteneciente a los Six Concerts et Suites TWV 42: D6 (1734), piezas destinadas al lucimiento de la flauta travesera en medio de la ingente cantidad de obras instrumentales, en el estilo galante propiamente dicho, para reconocimiento preciso de que había sido fundador del Collegium Musicum, ofreciendo frecuentes conciertos con obras instrumentales, repartidas entre sus obligados oratorios en obras representativas como la Brockes-Passion. No menor aprecio tendrán sus obras cameristicas, resultado creciente de los años de formación en los liceos de Magdeburgo, Zellerfeld o Hildesheim, siempre con un grado reconocible de autodidactismo.   Arcangelo Corelli (1653/1713)- Sonata para violín nº 10, en Fa M. (Preludio, Adagio, Allemanda, Sarabanda, Gavotta, Giga, para violino, e violone o cembalo op. 5, maestro indiscutible de esa forma por parte de quien era apreciado como notable virtuoso, sin llegar a dejarnos una producción excesiva por su cantidad. La serie de obras de este grupo, se reúne dentro de un grupo de seis en estilo sonata da chiesa, normalmente en cinco tiempos, partiendo de un primero lento, breve y escueto y que tendría un trato de favor en la corte de Cristina de Suecia , antes de continuar junto al Cardenal Ottoboni, llegando a tener buenas relaciones con Händel.  Dos piezas de G. Frescobaldi- La toccate e partite d´intavolatura (Libro primo. 1616), de la Toccata ottava y Se l´aura spira tutta vezzosa (Primo libro d´arie musicali (1630), metidos de lleno en la Seconda Prattica sin llegar a inaugura nuevas formas instrumentales en lo relativo a las que florecían entonces, acudió a los elementos de esas estéticas que siempre se mantendría afines a la melodía, cultivada por compositores del momento, entre los que valdría citar a Gabrielli y Trabaci, impregnado con ello su personalidad creativa.

G.F. Händel- Sweet Bird, de la oda L´Allegro, il Penseroso ed il Moderato HWV55 (1740), moderación por ese don que el prudente dios de la Naturaleza concedió a los mortales insensatos para redimirlos de sí mismos. Una pastoral que recurre a la poética de Milton, y que es consecuente, ingeniosa en los recursos instrumentales, llena de sutiles respuestas a esa inspiración pastoril, procedente de los poemas. Hawkins dirá que el autor solía decir que para el público inglés, la música unida a la poesía, no era distracción para una tarde y que algo que tuviera la apariencia del argumento de una fábula, era necesario mantener despierta su atención.   Barbara Strozzi (1619/77)- Che si puó fare (Arie Op. 8, 1664), la hija de Giulio Strozzi, conocedor de los entresijos venecianos, tendrá en gran estima a tan portentosa dama: la fama de la gentilissima e virtuosissima doncella, la Signora Barbara Strazzi, no hacía sino crecer. Sin embargo, se la empezaba a conocer no sólo por su virtuosismo musical. Los escritores satíricos se apresuraron a establecer el conocido virtuosismo entre interpretación musical y libertinaje sexual: Es un detalle  repartir las flores tras haber entregado su fruto. Aquí el fruto, es la virginidad de Barbara; las flores, sus interpretaciones musicales. Giulio, su padre, había creado la Accedemia degli Unisoni.

Claudio Monteverdi (1583/1643)- Ritornello- Pur ti miro, de la ópera L´Incoronazione di Poppea, 1642, ópera de la que nos han llegado dos partituras, ambas anónimas según Paolo Fabbri, una conservaba en Venecia y la otra en Nápoles, partituras que no indican más que las líneas vocales y el bajo continuo, las sinfonías y ritornellos, se presentan en tres partes del manuscrito veneciano, y generalmente en cuatro, en  el napolitano. El nombre de Monteverdi asociado con L´Incoronazione di Poppea, sólo empezará a aparecer en la segunda mitad del XVII, en la partitura veneciana, que había pertenecido a Cavalli, y que pasó más tarde a manos del noble musicólogo Marco Contarini. Últimamente ha comenzado a producir una cierta perplejidad el dúo final de Nerón y Poppea, Pur ti miro, pur ti godo, presente en las partituras y libretos manuscritos, pero no en los impresos. El texto del dúo, ya había aparecido en la reposición de Bolonia, del Pastor regio, de Benedetto Ferrari, publicado en Milán en 1644, en edición del autor, por lo que parece apropiado reconocerle su paternidad literaria.

Ramón García Balado

Kevin Zhu: Caprichos para violín solo, en el IV Ciclo Cidade Vella, de A Coruña

 Igrexa de San Nicolás, A Coruña 


Concierto en la Igrexa de San Nicolás de A Coruña- día 4, a las 20´30  h-, con el violinista Kevin Zhu, que ofrecerá la integral de los Caprichos para violín, de Niccoló Paganini, en invitación abierta, un intérprete premiado en los Concursos Yehudi Menuhin y del LV Paganini, de Génova, con tal solo 17 años, presentándose profesionalmente en el Carnegie Hall, en 2019, había tenido como maestros a Li-Ling, en el Conservatorio de San Francisco y también al mítico Itzhak Perlman, ampliando su currículo la beca Kovner, para ampliar en la Juiliard School, neoyorquina. Artísticamente, colaboró con Los Virtuosos de Moscú, de Vladimir Spivakov; la Orquesta de Cámara de Viena, la O.S. de San Petersburgo, la O. S. de China y recientemente en el Queen Elisabeth.

Niccoló Paganini (1782/1840), fue un talento con precedentes poco reconocibles, maestros que habían destacado por sus actitudes serenas e incluso algo retraídas, nombres como los de Arcangelo Corelli, Gaetano Pugnani, Giuseppe Tartini, Pietro Locatelli o Antonio Vivaldi, los grandes de la escuela barroca. En su caso, dentro de un salto de estéticas de época, no solo cambió completamente la concepción de la ejecución y su evolución, sino que dio cauce a un planteamiento del propio virtuosismo, un patrón que dejará constancia a partir del XIX, ayudando a crear la idea del artista como héroe, aupado precisamente por esa idea del virtuosismo provocador. Espectacular y extravagante, elementos ajenos al mundo de la propia música, encumbraran la figura del peculiar personaje; algo de luciferino acabarían encontrando en su presencia escénica, imponiendo un nivel de interpretación casi imposible de superar, atendiéndonos a los cánones al uso. Un éxito, como queda dicho, ratificado por una incomparable técnica que generaciones posteriores, sabrá valorar en su justa dimensión. Efectivamente no existían precedentes de determinados aspectos que dejarán esa huella en la historia: el pizzicato de ambas manos, los armónicos en una octava más baja, los múltiples cambios de tonalidad, el particular empleo del arco, las prolongaciones nunca vistas y la rapidez de cambios de tonalidad, la pulsación de las octavas, los solos en una cuerda. En su juventud, había practicado obsesivamente las posibilidades que le ofrecía el instrumento, adentrándose ante el público con una actitud poco cauta, al buen entender de los aficionados, los mismos que se sorprendían por su figura desgarbada, ciertamente desaliñada, casi un gnomo saltarín, con el codo pegado al cuerpo y moviendo la muñeca incansablemente para accionar el arco del violín. Durante las ejecuciones, solía agitar el arco y hacer muecas, mientras adelantaba uno de sus pies, marcando el compás. Misterioso como pocos, arrastraría la inevitable comparación con un mundo oculto,  en el que fomentaría leyendas como las que sostenían su posible pacto con el Maligno. Liszt, que llegó a escucharle, sintió de golpe lo que calificaría como una súbita revelación.

Paganini cultivaría igualmente la guitarra, repartiendo su vida entre Génova, Lucca o Parma, y entre los trabajos de sus primeros años, aparecen unas variaciones para violín y guitarra, La Carmagnole (1795) y los Caprichos para violín Op. 1, compuestos a partir de 1802, que serán publicados por la prestigiosa casa Riccordi, de Milán, en 1820, serie de piezas dedicadas a varios artistas, teniendo como modelos de referencia, las herencias del siglo XVIII, una divagación claramente asumida, a la que concederá su propio sello. Una serie de 24 caprichos que, aparentemente, se presentan como brillantes alardes muestras de recursos interpretativos, en los que se resumen las urgencias inherentes a las demandas de las técnicas requeridas, un tanteo de funambulismo atrevido que se apoya en un criterio poético de largo alcance, condensado dentro de una soberbia imaginación sin pudor ni concesiones. Un atractivo que iremos descubriendo paso a paso desde el Primero, dominado por agotadores arpegios, al Tercero, a caballo entre un canto en octavas, con un Presto desbocado. El Séptimo, arriesga en el límite de las octavas; el Capricho nº 15, se reparte entre una melodía en octavas y staccato y una continuación con acordes insistentes de brillantes rasgos de virtuosismo. El Capricho nº 18, se inicia con una Corrente, aparentemente tradicional que poca relación mantiene con el estilo tradicional y que se expresa sobre la cuarta cuerda, detalle que compositores anteriores miraban concierta desconfianza. El Capricho de conclusión, el nº 24, en La m., se sostiene sobre un tema con variaciones, un tema sencillo y regular que se convertiría en pieza de gran aceptación, también entre los pianistas, merced a sus variaciones de bravura sobre el staccato (la primera); el cromatismo (la cuarta); las quintas y las décimas (la sexta) o la alternancia de los pizzicatos del arco o los golpes de arco (la novena). También una consideración para el Capricho nº 13, titulado La risalta (La carcajada), por su evidente peculiaridad. Cada uno de los caprichos en su despliegue condensado, queda enmarcado necesariamente por episodios contrastados que ayudan al encadenamiento del conjunto de las piezas, siempre en el espacio de un notable virtuosismo al que dará argumentos el intérprete. El músico nacido en Génova, había sido animado por su propio padre a entregarse a la interpretación y la composición, una vez descubiertas sus cualidades innatas, será la leyenda quien añada nuevas dimensiones a su peculiar legado, tras sus estudios primerizos con Servetto, y que él mismo sabrá llegar a la dimensión de sus ambiciones, gracias a lo que serán los años entregados al autodidactismo, quedan en medio otras experiencias en otra de sus etapas, como la de Parma, en donde mantendría relaciones artísticas con Rolla, poco antes de triunfar en Lucca. Una anécdota en su vida, será el encuentro con unos magnates franceses, magnetizados por su forma de tratar el instrumento, le facilitarán la adquisición de un violín Guarnerius, de 1742, un compañero del que será fiel amigo durante toda su vida.

Ramón García Balado

30/09/2025

Marianna Prejvalskaya, en el IV Ciclo Noites na Cidade Vella, de A Coruña

 Sede Afundación, A Coruña


Concierto en el IV Ciclo Noites na Cidade Vella, de A Coruña, con la pianista Marianna Prejvalskaya, en la sede de Afundación- 20´00 h-, con entrada libre, intérprete con raíces en nuestra tierra y que tuvo una educación esmerada en su entorno musical tanto por su padre como por su madre Tatiana antes de recibir su primera educación en Londres con Irina Zaristkaya, gracias a una beca de la Fundación Barrié, de procedencia moldava, pudimos seguir sus actividades en el X Festival Groba de Ponteareas, en una jornada en la que ofreció el Trío con piano, nº 1, Op. 8, junto a Karen Gomyo (Violín) y Kyril Zlotnikov, una convocatoria que compartiría con la pianista Judith Jáuregui, la chelista Alba Reirís, el clarinetista Luis Miguel Méndez, la viola Lise Berthaud, el violinista Pablo Vidal Vázquez, las violinistas Karen Gomyo y Stella Chen, el pianista Ricardo Blanco o la formación en residencia, la Orquesta de Cámara Galega, de Rogelio Groba. Compositor en preferencia de Marianna Prjevalskaya, podremos considerar a Alexander Scriabin, Ferenz Liszt, Johann Sebastian Bach, los barroquismos por descubrir como el caso del portugués Carlos Seixas, al igual que Lukanus y Sacco. Entre sus actividades profesionales, cuenta con una carrera reconocida por su colaboración con formaciones como la Philharmonic Orchestra (Cincinatti), la Orquesta Nacional de Lituania, la Orquestra Sinfónica de Galicia, la Orquesta Ciudad de Granada, la Orquesta Sinfónica de Corea, llegando a colaborar con directores como Roberto Trevino, Carlos Prieto, Clemens Schuldt, David Danzmayr, Max Bragado, mientras mantiene sus apariciones como solista en festivales y ciclos ya consolidados. Ofreció masters, en el Conservatori del Liceu, de Barcelona, además de participar en el jurado del Concurso Nacional Ciudad de Albacete.

Se presentó en convocatorias de élite como el Mozarteum de Salzburgo, la Accademia Sta Cecilia, de Roma; el Teatro Goldoni, de Florencia; el Minato Mirai Hall, de Yokohama; el Auditorio Manuel de Falla, de Granada; el Centro Reina Sofía o el Palau de les Arts de Valencia, tras haber realizado su debut internacional en el Carnegie Hall, neoyorquino, toda una experiencia de enriquecedoras exigencias, y que supuso su presentación oficial que llega hasta la actualidad, recibiendo por ello el reconocimiento de la crítica especializada, avalada por la firma del especialista Frank Daykin, quien sabría apreciarla por su madurez y dominio del repertorio elegido para aquel concierto, aspecto que confirmará Santi Ríu. Obtuvo galardones como la Gold Medal, en el International Context of New Orleans, en 2014; el Premio de Piano de Jaén (2011), uno de los señeros de nuestro país, siendo laureada en el Concurso de Normandía, en 2013, además de los  de Panamá (2012), José Iturbi (2008), Paderwski de Polonia (2007) o Sendai (2010), una evolución producto de sus años de ampliación de estudios en el Royal College of Music (Londres), con Irina Zaritskaya y Kevin Kenner; la Yale School of Music, con Boris Berman; el Peabody Institute of Music University, con John Hopkins y Boris Slutsky. La Universidad de Indiana, con Alexander Toradze.  Pronto llegaría las tentaciones de probar sus ambiciones con el mundo de los registros discográficos, como sería el trabajo realizado con la prestigiada firma Naxos, para la que reservaría un integral de uno de sus compositores más apreciados, Sergei Rachmaninov, un maestro para el que Harold C. Schönberg, guardaría una opinión de alta estima: Así como Hofmann fue el gran colorista, Rachmaninov fue el gran arquitecto del piano. Fue el Hamlet para el Mercutio de Hofmann, y éste último lo sabía. En cualquier concierto de Rachmaninov, se notaban sus penetrantes estocadas rítmicas y su innato sentido de la notoriedad. Los profesionales admiraban su maestría y su capacidad para lograr con aparente facilidad cosas que bordeaban lo imposible. A diferencia de muchos grandes pianistas, tenía las manos enormes y los crueles adornos de su propia música, con sus extensiones muy amplias. Abarcaba los acordes con una seguridad sin igual y su técnica no tenía ningún punto débil. La exactitud y la destreza con las que se paseaba por los pasajes más complicados, dejaba a sus colegas llenos de respeto y envidia. Si Hofmann fue el Tintoretto de los pianistas, Rachmaninof fue, por lo menos en aspectos reseñables, el Canaletto, de piano. Nunca hubo una línea borrosa ni un color impreciso, usaba el pedal con gran tacto, para que sus dedos  y no los pies, cumplieran la tarea en búsqueda de la precisión. Hofmann y Rachmaninof, había sido artistas íntimos, aunque el primero admitía que era el mayor intérprete en vida, lo sorprendente es que Rachmaninof, se hizo pianista profesional relativamente tarde, tras seguir las atenciones de Arensky, en armonía; Taneiev,  en composición o de su dilecto maestro Nikolai Zverev, a los que se añadieron Alexander Siloti, tras su vuelta a Rusia, después de estudiar con Ferenz Liszt o Joseph Lhevine, quien se convertiría igualmente en un gran talento. Sobre el registro de Marianna Prjevalskaya, opiniones contrastadas sabrían apreciar el cuidado de la transparencia polifónica de su sonido y la asombrosa e impecable ejecución, dentro del espacio de un meditado virtuosismo, a la par que el añadido de un rubato natural y sin desmesuras.

Ramón García Balado  

La mezzo Helena Ressurreiçao: Solos no CGAC

 Centro Galego de Arte Contemporánea, Santiago de Compostela


El ciclo Solos no CGAC, invita a su segunda cita con la actuación de la mezzo Helena Ressurreiçao- miércoles día 1 a las 20´00 y con entrada abierta-para una sesión anunciada bajo el reclamo de Desharm, iniciativa del proyecto de la musicóloga Rosa Fernández y la coordinación de Carmen Hermo.  Helena Ressurreiçao, se formó en el Conservatori de Barcelona, y recibir una beca de la Fundación Victoria de los Ángeles para ampliar un master en la ESMUC, participando en el Young Artist Programme Leeds Lieder Festival (2022) y ampliar en la Ac. de Belcanto Rodolfo Celletti (Marina Franca). Incluyen en su repertorio roles como Angelina (La Cenerentola); Cendrillon, de Viardot; Varane (Atenaide, de Caldara); Alisa (Lucia di Lammermoor); Veronique (Le Docteur Miracle, de Bizet); Carmela, de La vida breve, de Falla); Lucilla (La scala di seta) o la Tercera dama, de Die Zauberflöte. Entre sus abundantes actividades, recordaremos su colaboración con la RFG, dirigida por Marc Leroy-Calatayud, en la Semana de Música Religiosa, de Cuenca. Fue artista en residencia del Festival LIFE Victoria, también interpretó el rol de Zefka (Diario de un desaparecido, de Janacek), en el Oxford Lieder Festival, llegando a compartir escenario con artistas como Frederika von Stade, Albert Guinovart y Francisco Poyato. Grabó Atenaide Highlights, con el Ensemble Contratemps y L´Andalusie au coeur, con Natalia Labourdette y Francisco Soriano, además de estrenar obras de  Núria Giménez-Comas, Solange Azevedo, Osvaldo Fernándes y Carlos Azevedo. Formó parte del Festival della Valle d´Istriav y entre otras iniciativas, destaca su participación en las programaciones de la Fundación Juan March.

Rosa Fernández, habitual en las iniciativas del CGAC, es recordada por su protagonismo didáctico en las Xornadas de Música Contemporánea- Poñer o foco-, con la JONDE, y en la instalación sonora en 12 canales ARGOT Laberinto fluido, premiada por el Instituto Cervantes  y llevada al Museum Weserburg de Bremen, profesionalmente y en las labores investigadoras, nos la llevan al Inst. de Recherche Musical de la Sorbonne; a la Ac. Catalana de Bellas Artes de San Jordi y  la Università de Musicología de Milán, realizando proyectos I + D, de Doctorado, para la USC.

En programa, Giacinto Scelsi- Hô, cinq vocalices pour voix de femme, Hô IV-, maestro dotado para el exilio interior que ratificará en piezas para una sola nota, rechazando el calificativo de compositor para considerarse solo como una especie de médium por el cual circulan los mensajes que provienen de una realidad trascendente, trabajos como Pranam, Okanagam, Antiphona (para tenor y coro mixto).El tratamiento del sonido de forma aislada, como si en verdad estuviese poseído de vida, constituye la grandeza del pensamiento musical de Scelsi, para quien la finalidad del mensaje sonoro no significa pasar por la agresión al oyente, ni tampoco por la presunción de una articulación diferente por querer ser progresista a toda costa. Entrado en materias, le veremos en sus indagaciones sobre el budismo tántrico y el resultado hallado en algunas de sus importantes composiciones.  Betsy Jolas (1926), una divagación sobre la poética de  Victor Hugo (1802/85)- J´Ignore (De nuit). Compositora franco-americana, que siguió las escuelas de Paul Boeppe, Karl Weinrich, Helena Schnabel, antes de graduarse en en Bennigton College, y volver a París, para continuar con Nadia Boulanger, Darius Milhaud, Simone Plé-Caussade y Olivier Messiaen. En su repertorio, una atención a las formas vocales, en cualquiera de sus dimensiones, desde el canto, al recitado, y los recursos más insospechados. De sus trabajos: D´un opéra de voyage; D´un o D´un opéra de pouppée en sept musiques; Contes d´un mar d´estiu. Las óperas Le Cyclope y Schliemann o Fárcea affetuoso, para coro  mixto. De ella, también Dans l´obscurité (De nuit), una atención a la poética de Victor Hugo.

Mauricio Kagel-Der Turm zu Babel, en sus tiempos: English; Griechisch; Portugiesisch; Russisch y Spanisch- el argentino Kagel (1931/ 2008), es un creador ciertamente al margen por propia voluntad, autocalificado como músico del absurdo, de la ironía y la parodia, ratificado especialmente en el espacio escénico, en donde encontrará sobrados argumentos, tras convertir a Alemania, en su país de adopción, tomando primacía las obras escritas para solistas instrumentales, en una cara a cara con el intérprete, con ejemplos como Pandora´s box; Improvisation ajoutée o Metapiece, con una clara pretensión estilística. Un condicionante sin renuncia, será la intención de que el oyente se integre en plenitud con la obra en atriles, aspecto alcanzará grado sumo en certámenes y festivales. Una idea podrá llegar por Anagrama, con su material fonético  tomado del Palendrum latino, traducido en varias lenguas y dedicado para 16 voces del coro, con la pretensión de confinar una tesitura extremadamente compleja o Die Frauen, compuesta para dos cantantes femeninas, dos actrices, una bailarina, un coro de mujeres y un conjunto instrumental. De Bolivia nos llega Edgar Alandia (1950)- Grito!, de Pablo Neruda, canto reivindicativo y de conciencia, en este compositor latinoamericano con estudios en la Ac. Sta Cecilia de Roma, y que participó en la Int. Competiton Context Principe Pierre Monaco, destacando entre sus galardones el Premio por Pampa, para clarinete y orquesta, al que se añade su trabajo orquestal Sajsayhuanamón.

Oliver Knussen (1952/ 2018)- Four Late Poems an Epigram  Op. 23,  a partir de Rainer Maria Rilke (1875/1926): Replica (Idol); double (Gravity) y Gong (Imaginary Life), compositor formado en la Purcell School, con John Lambert, para seguir con Benjamin Britten, antes de estrenar su First Symphony en el Royal Festival Hall (Londres), que él mismo dio a conocer sustituyendo al previsto Itsván Kertész.  Mediará Daniel Barenboin, para que aborde nuevos proyectos en el Carnegie Hall, con obras como el Concerto for Orchestra, con influencia de Britte y Berg.  Gunther Schuller, dinamizador del jazz de vanguardia, le tendrá en sus preferencias durante un lustro, preparando obras de madurez como Where the Wild Things Are; Triptych; Trumpets; Ophelia Dances, Book I (encargo del Centenial Commission Koussevitzky); The Third Symphony, estrenada por Michael Tilson- Thomas, en los Proms o las frecuentes colaboraciones con Vladimir Ashkenazy, Andrew Davis, André Previn, Sir  John Pritchard, Sir Simon Rattle o Esa- Pekka-Salonen. Fue codirector artístico del Aldebourgh Festival (1983/98) y coordinador  del Contemporary Music Activities, en el Tanglewood Music Center e invitado de la Residentie Orchestra (La Haya), realizando trabajos para el BBC y el Channel 4- Leaving Home- y la serie presentada por Simon Rattle, premiada por la Brittish Academy of Film and Television Arts BAFTA

John Cage (1912/92)- A Flower- polémico personaje, autor de sorprendente 4´33, donde el auténtico material sonoro viene producido por el ruido del público asistente, su técnica de composición queda ligada a otros elementos posiblemente azarosos, como es el caso de Lecture on Nothing, cuya estructura rítmica comparte con el azar su verdadera esencia. En Empty Words, se apoyaría en similares parámetros estilísticos y ya en el Concierto para piano y orquesta, la traslación a la partitura de ideas expuestas en Lecture on Something, divaga a su manera sobre los sonidos emergentes desde un espacio vacío. Su discurso queda sujeto a la austeridad, un campo abierto que reflejará en la mayoría de sus creaciones, de las que no estarán ausentes las aventuras sobre los trabajos vocales. Dmitri Terzakis (1938)- Erster Liebestraum, de los Lieder ohne Worte- compositor difícil de ubicar, por la casi imposible asimilación a cualquier escuela, siempre inseguro en sus credenciales que, sin renunciar a patrones precisos, no se entregará a la atonalidad, las raíces balcánicas y hasta un folklorismo de libre configuración, además de recurrir a las tradiciones bizantinas o las formas del Medievo. Compuso desde el principio con criterios relativamente sencillos, mostrando una preferencia por las líricas de Verdi, F. Schubert y obras suyas, suscitaron el interés de músicos como  Igor Ozim, Saschko Gawriloff, Kolya Lessing, Palma Siegfried, Almut Roler, Boris Pergamentchikov, el Ponehague Saxophon Quartet, el Cuarteto Artemis, Heinz Holliger, el St. Thomas Boy´s Choir, Hans Zender o Ernest Bour. Fue  Honoris Causa por la Universidad de Atenas y recibió el Premio Apolo, de Amigos de la Ópera Nacional Griega.

Ramón García Balado

29/09/2025

Encarna. La misterio: Sainete lírico de Soutullo y Vert, en recuperación de Marcos Amado Rodríguez

 Facultade de Filoloxía, USC


Actividades en el Auditorio da Facultade de Filoloxía- día 1 a las 18´30-, y que se completarán con el concierto, que cierran Soutullo y Vert no 2025. Obra lírica a un século de súa estrea, Encarna. La misterio, que ofrecerán el barítono Pablo Nieves Fuentes, cantante que tuvo experiencias con Alberto Zedda y Helena Lazarska, antes de colaborar con Jordi Savall en O Pórtico da Gloria, con la Capella Antica, el grupo In Itinere, el Coro de la OSG o el grupo Vox Stellae y la As. Lírica Encantados colaborando  en obras como el Requiem, de Fauré, la Misa en Si m., de J.S. Bach. Liria Leal Caneiro, soprano que pasó por el Conservatorio Cesare Pollini (Padua), y por el Joaquín Rodrigo, de Valencia, colabora con Patricia Blanco, Isabel Alcobia y Stella Doz (en Terni y Milán), Carlos Álvarez, dejando impronta de sus actividades en ópera como Nabucco, Les  Pecheurs de Perles, Tosca, Il segreto di Sussana, de Wolf-Ferrari, Falstaff y obras corales como El Mesías de Händel o el Requiem, de W.A. Mozart, en citas como El Outono Lírico. Carmen Bargiela Casanovas, pianista, recibió una beca Erasmus, para estudiar en el Conservatorio F. A. Bonporti (Trento), siguiendo los magisterios de Elisa D´Auria, Rafaelle D´Aniello, Zlaten Bozuta, Fernando Scafatti, Dragan Opanic o Rabiga Dyussenbayeva. Zarzuela que recurre a libretos de Fernando Luque  y Enrique Calonge (1878/1942), un sainete que vio la luz en el templo por excelencia que fue el Teatro Apolo capitalino y que destaca por la serie de curiosos números castizos. El maestro había tenido como primer maestro a su padre, director aficionado de la Banda de Redondela, antes de trasladarse a Madrid, oponiéndose a la voluntad paterna, en donde tendrá como maestros a Fernández Grajal, Pedro Fontanilla, logrando el Premio de Composición, por unanimidad. La colaboración con Vert, será uno de los pilares de su carrera, dejando como primer fruto la zarzuela El capricho de una reina (1919), que se estrenaría en el Teatro Apolo, calificada por conocedores como una parodia de opereta. Para Chispero, no era sino una tal opereta, con injertos de juguete cómico y abundantes retruécanos, para algunos, excesivos en lo relativo a su recepción. Espectáculos vendrán como La paloma del barrio; La pitusa; El cofrade Matías; como la menos apreciada La guillotina, recibida con evidente rechazo. Un período que coincide aproximadamente con la que tendremos, poco después de la puesta de La venus de Chamberí, en el Teatro Martín, un coliseo de segunda fila, además de El regalo de boda, elogiada por El imparcial. La piscina de Buda, en un homenaje a Lleó, zarzuela que obligaría al saludo final cara al público asistente. Trato similar, vendrá por La conquista del mundo, celebrada por un exitoso schottisch, que habría de repetirse tres veces, presentándonos a las puertas de La leyenda del beso, seguro clamoroso éxito, que paseará por todos los escenarios.

Encarna. La Misterio, comienza con un pasodoble tratado por la pianista, tomando la edición para banda de la revista Harmonía, sexto número de la obra que se inicia con La ciencia del toreo, enmarcado entre ciertas dudas para este pasodoble al uso, enérgico y de perfiles aflamencados. Un segundo número, el Dúo de Fufú e Alicante II, un foxtrot animado, entre los juerguistas tangueros del Maxim´s, en donde trabajan Encarna y Alicante II, mozo castizo, número ligero y cómico, con giros armónicos cautivadores.  Otros números puramente líricos, de raíz zarzuelística, la romanza de Encarna, pieza íntima en la que se lamenta por un amor indeciso, malamente correspondido. Espacio pensado para una rica orquestación, al que sigue el Dúo de Encarna y  Carlos, frente a la Facultad de Medicina, en la que conseguirá el título, mientras ella se resarce de su vida hedonista, número cuidadosamente trabajado por Soutullo y Vert. Mención para la maravillosa mazurka, el dúo de amor, de Castora y Damián, que recupera vivencias de un pasado marginal, pieza que haría las delicias del público de la época. Una segunda parte que recuerda trabajos de zarzuelas pretéritas, comenzando con La casita del Guarda, estrenada en el Teatro Novedades, en marzo de 1925, con libreto de Enrique Calonge. Destaca el Dúo de Amalia y Claudio, pieza similar al dúo anterior, para seguir con el pasaje de Luque y La Gregoria o El amor en la Prehistoria, entremés bufo y de costumbres sin fecha, llevado a escena en el Teatro Apolo, en sesión de El día de los Inocentes. El  Dúo de Felipe y Gregoria, mientas son coreados por un nutrido grupo de entusiastas, resulta una popular java ligera y perfectamente articulada, aunque no conservemos el libreto de la pieza, por lo que el argumento permanece como una incógnita, ateniéndonos por necesidad a la hemerografía, que justifica que el entremés, gozó de una buena recepción entre sus congéneres del oficio artístico. Completa la velada la pieza elegida con la Romanza de la fiesta de Román, de la zarzuela La canción de los Batanes, estrenada el 20 de junio, en el Teatro Olimpia, de Barcelona, cuyo libreto pertenece a Fernández  de Sevilla (1888/1974) y Anselmo Carreño (1890/1952). Una pieza curiosa y que a la postre, resulta tener una importancia considerable, en la producción de Soutullo y Vert, quizás un preludio de lo que será La del Soto del Parral, según la apreciación de Ignacio Jassa y Enrique Mejías. Para Marcos Amado Rodríguez: A razón pola que esta actividade nace é porqué considero que investigar aos autores e a súa música, non é suficiente. O recoñocento non debe depositarse nunha torre de marfil, a investigación debe ser difundida e transmitida a sociedade. E a música, a mellor forma de transmitila, é facéndola soar. Neste sentido, quería agradecer tanto a Vicerreitoría de Estudantes e Cultura como ao Decanato da Facultade de Filoloxía a confianza e o apoio brindado, así como ás demais persoas que me axudaron a levar a cabo este proxecto a bo termo.  Esta actividade atópase tamén enmarcado na miña tesis doutural, que realizo na Universidade de Oviedo e traballo de Fin de Curso de Mestrado, que simultáneamente realicei, nesta propia casa, a Universidade de Santiago de Compostela.

Ramón García Balado

Mozart: Requiem en Re m. K.626 y la Sinfonía Fúnebre, en Mi m. de F. J. Haydn, por la OSG

 Palacio de la Ópera, A Coruña Conciertos de la OSG, dirigidos por Roberto González- Monjas , en el Palacio de la Ópera, de A Coruña - días...