30/07/2025

El XIX Festival de Música no Claustro de Tui

 Claustro de la Catedral de Tui


Desde el día 1 al 7 del mes de agosto se convoca el XIX Festival de Música no Claustro, en una invitación abierta a la ciudadanía, con un serie de importantes actividades que comenzarán en el Claustro medieval da Catedral de Tui, con el protagonismo del artista de Cabo Verde, día 1 a las 21´00h, Mário Lúcio, músico y compositor con importante arraigo en las culturas con profundas raíces en las tradiciones de su tierra, siendo también autor de trabajos críticos como su ensayo Manifesto e Crioulización, además de haber ejercido como Ministro de Cultura de Caboverde entre los años 2011/6, autor de una serie de registros discográficos que dejan memoria de una carrera consolidada, un ejemplo de la asimilación de las culturas que promueve. Su publicación testimonial en forma de libro, será argumento para la charla con el periodista tudense José Font, al día siguiente. Otra sesión centrada en las formas clásicas, con obras de Robert Schumann y W. Amadeus Mozart, será materia a  tratar por el Jouska String Quartet- día 2, 21´00 h-, un grupo galardonado con el Café Bauhaus Award (2004), una sesión realizada en el marco de acuerdo con la Sociedad Estatal de Artistas. El flamenco será otra de las claves del certamen con la cantaora Gabriela Giménez, acompañada por el guitarrista Antón Giménez, una voz de pretensiones con amplitud de miras y a la que tendremos el día 3, antes de recibir al día siguiente a la flautista y compositora gallega María Toro, en un diálogo en el que el jazz dialoga con el flamenco y la música popular, en el mismo espacio y a la misma hora. Su ideario resulta una travesía que partiendo de su Galicia natal, transcurre por el camino de otras vivencias que impregnan la evolución de su estilo, que le permite participar con otros artistas como Toño San Miguel-contrabajo-; David Sancho- piano- y Andrés Litwin, batería.

Raquel Areal y Karla Martínez Rabanal, violín y piano, estarán el día 5, a las 21´00 h., para un programa que anuncia obras desde Lili Boulanger a Amy Beach o Gisela Hernández, a C.Debussy, A. Piazzolla, Ravel o S. Prokofiev. Raquel, hija dilecta de la villa de Tui, tuvo la fortuna  de vivir una carrera impresionante que la llevó en la actualidad hasta la Berliner Phillarmonie. Recodamos de ella una trayectoria profesional  de sólidos fundamentos que la llevó a participar en los ciclos de la Fundación  Juan March, junto a las violinistas Patricia Cordero y Raquel de Benito con la chelista Montserrat Egea e Izem Gürer (piano), para ofrecer el Cuarteto en Fa M., de Maurice Ravel y el Quinteto con piano, en La M. Op. 81, de Antonin Dvorak. Raquel,  en el programa Ecos de Breogán, debut discográfico de la oboísta Iria Folgado, oboísta de la Konzerthaus Orchestra de Berlin, colaboró con ella, su hermana  Sara Areal, el viola Héctor Cámara y en chelista Iago Domínguez, dejando como resultado un trabajo discográfico realizado en la Igrexa Santo Domingos de Tui, en 2023, un apoyo recibido por parte del INJUVE, resultado de la colaboración con el Festival de Música no Clautro. La pianista y compositora Clara  Peya, estará el día 6, una de las artistas catalanas con proyección internacional, y que publicó recientemente su trabajo Soliòquia, una experiencia íntima que experimenta sobre su posicionamiento artístico en el momento actual. El chelista  Mon-Puo- Tailandia-, estará el día 7, músico impregnado de las culturas de su tierra, por la herencia asimilada de una familia  con larga tradición y que abordará con una personal visión, las Suites para el instrumento de Johann Sebastian Bach o las Sonatas de Kodaly, repertorio habitual en las programaciones dedicadas a esos géneros camerísticos, en confluencia con las peculiaridades de su instrumento, dentro de su diversidad.

Música no Claustro acoge las actividades propuestas en el Claustro medieval da Catedral de Tui, actividades que reciben el apoyo de firmas comerciales, el Concello de Tui, Diputación de Pontevedra   y Xunta de  Galicia, a través de la Dirección  Xeral de  Cultura, Fundación Pública Artesanía de Galicia y Axencia Galega de Industria Forestal, y el Foro Profesional de Artesanía e Instrumentos Musicais. Resonancias, una de esas iniciativas, resulta un punto de encuentro de reflexión y difusión del tejido profesional artesano en la construcción de instrumentos musicales en diálogo con otras disciplinas parejas, en un entramado de pareceres y criterios, contando con una conferencia magistral de Cristina Bordas, un referente en el estudio de instrumentos musicales, del que saldrán la catalogación de los conservados en el Rexistro Xeral de Artesanía de Galicia, mereciendo especial mención Ana Fariña, en instrumentos de cuerda frotada; Guillermo Dacal, en instrumentos de viento, madera  y metal; Ricardo Ramos, quien presentará con el músico Pablo Hernández Mejías, un cuatro porteño construido con castaño de la tierra. También colabora el chelista Adrián M.Pereiro, en una jornada profesional en la que la principal novedad, será la participación de la Oficina Española de Marcas y Patentes (OEPM), entidad pública al servicio de la artesanía primordial del desarrollo comercial  de todos los proyectos empresariales y de creación, una muestra que responde a un ejercicio activo de reflexión sobre la identidad del arte, la artesanía y la autoría, merced a los resultados de una mesa redonda con Susana Cabo Buján-propietaria de la tienda Porta da Pia Artesanía; el artesano joyero José Castro- Noroeste Obradoiro- y el especialista en madera Aitor, contando con la mediación de Beatríz Fontán, gestora cultural y creadora de reconocidas marcas comerciales, además de la Gestora Cultural María Casado, coordinadora del programa MUSAE, de Conciertos en los  Museos del Ministerio de Cultura. Merece mención la charla con la violinista Raquel Areal, quien tratará sobre el tema destinado a la elección del instrumento con el que se prestigio a nivel internacional. El Plan de Digitalización y Modernización de Música no Claustro 2021/6, resume el proyecto impulsado gracias a la ayuda del INAEM,y otros entes, en un impulso que tiene reflejo en ámbitos como el videojuego, el podcast y otras formas de creación digital, dentro de ese espacio de divulgación y sus opciones de trasformación. Un programa, RESONANCIAS, dedicado a instrumentos musicales y artesanos, que se ofrece en 38 capítulos disponibles en Spotify y Amazón. Actividades como la recuperación de la Misa medieval de San Telmo; el disco Ecos de Breogán, de Iria Folgado, editado por el sello Poliédrica, entre un archivo que reúne más de 10.000 documentos que testimonian la historia de festival.

Ramón García Balado

29/07/2025

La carroza del Real, concierto en familia, primicia del XII Festival Bay y Gay

 Praza Conde de Fontao, Foz


Concierto en familia en preparación de las actividades del XII Festival Bay y Gay, con esta invitación en A Praza Conde de Fontao, en Foz- día 31, a las 20´00 h-, en una sesión abierta entre música y narración, sustentada por obras de Wolfgang Amadeus Mozart, entre Le nozze di Figaro, Così fan tutte y el Don Giovanni, refrescante propuesta dirigida a todo tipo de públicos y en especial a los más jóvenes, a modo de estimulo de sorpresa. Como telón de fondo, la mítica compañía de teatro itinerante La Barraca, de  Federico García Lorca, siempre a tumbos por los pueblos de España con una intención divulgadora nacida en la Residencia de Estudiantes y fomentada por el Instituto Libre de Enseñanza, dentro de las máximas ambiciones en aquel país aparentemente condenado a un estado de abandono fatídico. En esta oportunidad, tendremos una iniciativa del Teatro Real,  para lo que supone una ventana abierta de este proyecto del que ya se tuvo noticia en el propio Coliseo madrileño, o ciudades como Valladolid, Ceuta, Málaga, Sevilla o Alcalá de Henares y otras veinte ciudades, en ese dictado de promover la cultura, un canto a salto de mata, como en sus tiempos gloriosos había realizado La Barraca, constatable en La Carroza Real, espectáculo concentrado en su dimensión y que encontraría argumentos en recitales líricos, con arias de óperas señeras, con dúos y pasajes instrumentales encuadrables en esta Mozart Revolution, en la que tienen cabida narraciones de guiños cómplices y docentes, trabajo reconocido con  Premios como el FITUR 2021, o el premio europeo Art Explora (2022), siempre con excelente recepción. 

Para Ian Gibson, biógrafo de García Lorca, en Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca,  hay un capítulo en el que nos habla de La Barraca, en un momento primordial de su trayectoria: La mañana del dia 10 de julio, La Barraca salió de Madrid camino de Burgo de Osma. Integraban la caravana el camión Chevrolet, adquirido con una subvención del gobierno, en el cual iban el escenario portátil, los decorados, el atrezzo y demás parafernalia; dos coches celulares, proporcionados, chóferes incluidos, por el Cuerpo de Policía, que llevaban a los actores-estudiantes (se habían retirado los barrotes de las ventanas); y varios coches particulares.

Los vehículos se dirigieron hacia el norte por la carretera de Burgos, atravesaron la Guadarrama por el camino de Somosierra y, girando hacia la derecha, siguieron en dirección a Riaza para llegar a las cinco de la tarde a su destino, donde les esperaban las autoridades municipales. Tras un refrigerio, los estudiantes iniciaron el laborioso trabajo de levantar su tablado en la hermosa plaza siglo XVII, de la villa. Unas horas después, todo estaba listo para la inauguración de La Barraca. A las diez, con la plaza de bote en bote, Lorca salió al escenario para explicar los objetivos del Teatro Universitario y agradecer la presencia del nutrido público que iba a ver la primera representación del elenco. Luego el telón se levantó sobre La cueva de Salamanca, a la que sucedieron Los dos habladores, y La guarda cuidosa. La función gustó enormemente: los decorados, el chispeante humor de las obras, la manera de desenvolverse de los actores. Lorca no cabía en sí de gozo y habló entusiasmado con los periodistas que habían venido desde Madrid indicándoles el itinerario de los próximos días. Un día después, los estudiantes llegaron a San Lorenzo, donde el tiempo inicialmente inclemente impidió que pudiese actuar al aire libre. El 12 de julio, estaban en Vinuesa, pequeña población, rodeada de espesos pinares, que Antonio Machado había evocado en La tierra de Alvargonzález, aquí los barracos tuvieron que hacer frente a la hostilidad inicial de los lugareños, entre ellos, unos ricos indianos. Luz, diario madrileño republicano, explicaba a sus lectores: Imagínense un pueblecito castellano, arrebujado en torno de la iglesia, y en esto que entran dos autobuses y una camioneta y que de los autobuses bajan jóvenes de dieciocho a veinte años, vestidos de mono, despeinados…¡los comunistas ¡, gritaron al verlos. Recelo, hostilidad, silencio. En algunos comercios se negaban a venderles hasta vituallas para comer. Al fin, la sospecha se desvaneció. El 13 de julio, La Barraca llegó a Soria, donde se habían previsto dos representaciones en la plaza. Pero empeoró el tiempo y sin que tuviesen culpa de ello, los barracos, la dirección del Teatro  Principal, donde no tuvieron más remedio que actuar aquella noche, insistió en cobrar las entradas. Los enemigos derechistas de La Barraca, que no perdían ocasión de meterse con ella, se lanzaron ahora al ataque. ¿Con qué justificación cobraba su representación el Teatro Universitario, suvencionado por el gobierno, imposibilitando con ello al mismo tiempo que la gente humilde pudiera verla? ¡Era una vergüenza! Los estudiantes negaron con vehemencia haber recibido una sola  peseta del Teatro Principal y anunciaron que al  día siguiente se daría una representación gratuita de los tres entremeses de la plaza. Las obras, por inclemencias imprevistas, se darían en el ábside de la ruinosa iglesia románica de San Juan de Duero.

Distintos son los condicionantes de esta velada matinal, este proyecto del Teatro Real en su voluntad divulgadora, para una puesta escénica que podrá contar con protagonistas como Alejandra Acuña- La criada-; Agustín Gómez- el enamorado-; Gabriel Alonso- el galán-; Rosetta Briales- la enamorada-y Celia Cuéllar- la señora- asistidos por la Joven de la ORCAM. En lo musical, un despliegue de páginas a tono con el común de los buenos aficionados del salzburgués. La obertura de Le Nozze di Figaro; de la misma la romanza E Susanna non vien y el aria Dove sono (¿Dónde están?), del cuarto acto, en el Jardín del Palacio o la cavatina l´ho perduta, del mismo acto a las que podrá añadirse el aria  voi, che sapete, de Cherubino, en la habitación privada de la Condesa. La obertura de Il Don Giovanni, ossia il disolutto punito, astuto libreto de Lorenzo da Ponte, ópera que cederá Non ti fidar, un susurro del perverso galán; La ci darem la mano, dúo entre este personaje y la campesina Zerlina, para permitir dos páginas de Cossì fan tutte, ossia la scuola degli amanti, Done mie la fate a tanti, con Fiordiligi como motivo de disputa o Una donna a quindici anni, aria del segundo acto, un lamento de Despina, que no duda en mantenerse en su condición, entre las que con seguridad, nos acabaremos encontrando.

Ramón García Balado

Joyas del clasicismo, por el Cuarteto Lucent, en la Igrexa da Universidade, para el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

 Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela


Concierto en la Igrexa da Universidade con el Cuarteto Lucent-día 1, a la 20´00 h-, con obras de Juan Crisóstomo Arriaga, Pablo Fragoso, Xavier Montsalvatge y Luigi Boccherini, formación que repite en el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela, aunque se presente con dos de los miembros de la anterior cita. Les tendremos con los violinistas Takanori Okamoto y Tabea Heinz, el viola Pol Altamira y Cameron Walls, violonchelo, con ellos, y en colaboración, vuelve el guitarrista Riccardo Guella, añadiendo los apoyos de los  pianistas Juan Carlos Cornuelles y Lily Petrova. Un clásico habitual como es J. C. Arriaga (1806/26), compositor de corta carrera y al que se llegó a considerar como un futuro Mozart, si las desgracias no hubiesen trucado esas expectativas, músico precoz que llegó a componer un intento de  ópera siendo casi un niño antes de disfrutar de trasladarse a París, en donde tendría como profesor a Fetis, mientras estudiaba violín con Baillot. Fue autor de un Sinfonía en Re m., algunas piezas de música sacra y la colección de cuartetos que serán las obras que la posteridad mantendrá como referencia como es el caso del Cuarteto nº 1, en Re m., en sus cuatro tiempos: Allegro, Adagio con espressione; Menuetto y Allegro. Tres fueron los cuartetos que no han quedado que se conservan en el Primer Libro de Cuartetos, ofreciendo  en el Primero ese Allegro que se atiene a la preceptiva más canónica del clasicismo, manejándose con un tema con variaciones, para proseguir en el tiempo siguiente con el mismo patrón. La idea de sus minuettos muestra una actitud común en todos sus cuartetos, y el hecho de optar por el minuetto frente a un posible Scherzo, es un recurso de ese planteamiento en las ideas de un momento que se mantiene fiel al momento histórico, en una fase de transición. Podremos hallar ciertas referencias al maestro Haydn, verdadero impulsor del género camerístico o a Luigi Boccherini, en particular del primero, la importancia de la textura de trato en las cuatro partes instrumentales, con una simplicidad tanto en la elección de los temas como en la resolución de las líneas melódicas.  Segunda obra para este programa, será el estreno del Trío Clásico, de Pablo Fragoso, en el que participará Lily Petrova, obra de la que tendremos el Allegro, su primer movimiento

Xavier Montsalvatge (1912/2002), maestro que fue del curso y músico del que se ofrecieron obras en las veladas concertísticas en la Capilla del Hostal de los RR.CC., y obras para orquestas con nuestras orquestas, tendrá en agenda una composición recuperada con el tiempo, aunque sus orígenes nos lleven al año 1952, se trata de Recondita armonía. Cuarteto con piano, en sus tiempos Allegro con brio; Andante sostenuto; Allegro con brio y Moderato- presto. Recondita armonía- con la participación de  J.C. Cornuelles-, una obra en principio para cuarteto de cuerda, y que tuvo una reelaboración para quinteto que el autor había realizado  después y que llegaría a estrenarse en la Iglesia de San Pau del Camp, en Barcelona, el viernes 2 de junio de 1995, con el Cuarteto Montsalvatge, obra que publicará la firma Boileau. El compositor compañero de trayectoria  de Ernesto y Rodolfo Halffter, de Gustavo Pittaluga, Salvador Bacarisse, Manuel Infante o Fernando Remacha, confesaría en su Dietario negro, de 1934: Me parece que la  música ya es casi una especie de deporte para mí y, como ejercicio hago una sardana que recuerda mucho a Garreta y la instrumento. Empiezo un Quinteto para un premio de 5000 pesetas, convocado por la Generalitat de Catalunya, con un jurado en el que figuran Pau Casals,  Eduard Toldrá y Josep Barberá. He fracasado rotundamente y el premio acabaría siendo declarado desierto una verdadera desilusión. Buena referencia acabarán siendo el Tríptico indiano; Habanera y tango, Colombo triunfante, en años de tanteo que también traerán un compromiso con Galicia propuesto por la Deputación de Ourense merced a la figura de Antonio Fernández-Cid, y que será la obra Meus Irmáns. Hacia 1995, aprovechando precisamente el Cuarteto en ciernes, reutilizará la obra para conformar este Recondita armonía, título que evoca el aria conocida de la ópera Tosca, de Puccini, para violín, viola, chelo y piano. Esta vez, con Albert Nieto, Joaquim Alabau, Santiago Juan y Francesc Gaya, quienes repetirán en Madrid, en la Fundación Juan March, en la  serie Aula de reestrenos, con obras de Cruz de Castro, S. Brottons y J.Oliver. Fechas en las que Albert Nieto, con el Trío Gerhard- Víctor Parra y François Monciero- había completado un monográfico dedicado a Gerhard. Nieto en aquel año, le había propuesto una obra para Cuarteto con piano, para su propio grupo, y el resultado sería esta obra a pesar de verse casi desbordado por otros compromisos, lo que le estimuló a recuperar la obra casi olvidada.

Luigi Boccherini (1743/1805)- Quinteto nº 4, en Re M. G. 448,  en sus tiempos: Allegro maestoso; Pastorale; Grave assai y Fandango-, con la colaboración del guitarrista Riccardo Guella, compositor asimilado en la corte de Carlos III, con el Infante Don Luís, quien siempre veló por su protección en el Palacio de Las Arenas de Ávila. Yves Gérard, será quien realice la catalogación de sus obras a partir de 1969, trabajo pues claramente reciente, en el que  toman primacía los Cuartetos de cuerdas, una aproximación a F.Joseph Haydn, su maestro sin pretenderlo, con ejemplos como el G. 223, llamado La Tiranna Spagnola o el G. 204, en Do M., con su peculiar Allegro bizarro. Entramos en la serie de los Quinteto de cuerdas con dos chelos, genuinas obras maestra por su amplitud y cualidades estilísticas, género abordado inmediatamente después de los cuartetos y que relucen de forma especial. Imposible  quedarse a la carta de alguno en concreto, pero no deja de fascinarnos el Quinteto en Do M. G. 324, conocido como La Musica Notturna delle strade di Madrid, muy baqueado en los tratamientos más diversos, desde el cine a la publicidad y demás medios. Los años del período posterior a 1776, traerán el grupo de los importantes Quintetos para guitarra, dos violines, viola y violonchelo G. 445/53, serie de la que llegó a perderse uno de ellos, siendo en conjunto transcripciones de obras precedentes, desde el G. en Re m. G 445, al segundo en Mi G. 446, el siguiente en Si m- a partir del Quinteto con piano nº 2; el cuarto que tendremos- el llamado Quinteto del fandango o el quinto en Re G. 449, hasta llegar al noveno G. 453.

Ramón García Balado

Fotografía © Xaime Cortizo.

Michael Dorner e Ilona Timchenko, piano a cuatro manos dentro de Peregrinos Musicais

 Praza de Mazarelos, Santiago de Compostela


Concierto en Mazarelos como actividad de Peregrinos Musicais a cargo de los pianistas Michel Dorner e Ilona Timchenko, para un programa con obras de J.S. Bach, F. Chopin y G. Gershwin- día 31, a las 20 h-, un pianista de Munich con estudios en la Hochschule für Musik und Darstellende Kunst (Stuttgart), autor de unas 60 obras y que mantuvo cercanías estilísticas con Alfred Schnittke y Sofía Gubaidulina, ejerciendo en la actualidad la docencia en la Hochschule für Musik Granz Liszt, de Weimar. Ilona Timchenko, comenzó su formación con A. Goliak, en Crimea, antes de trasladarse a Moscú, en donde tuvo como maestros a Vladimir Bunin, María Polivanova, Elena Richter, ampliando en composición con Albert Leman y Roman Ledeniov, para proseguir en Holanda con Alexander Gold-que tan excelentes impresiones dejó en nuestra ciudad en la Escola Berenguela-y Rian de Waal. De sus obras, destaca el sexteto Dedicatoria a Aviñón, muy apreciada por Sofía Gubaidulina. Entre sus galardones, la Beethoven Competition (Viena); la Liszt Competition Utrecht (Holanda); Enescu Competition de Bucarest; el Maria Callas Grand Prix (Atenas) y ya en la proximidad, el Antón García Abril. Es promotora del Festival Peregrinos Muscais desde su primera convocatoria en 2011, en el que los Jovenes Talentos del curso, había ofrecido dos galas, en el Teatro Principal, bajo la dirección de Maximino Zumalave, con la RFG.

Johan Sebastian Bach- Suite inglesa, en la m. BWV 807-obra de la que el autor no dejaría explicación alguna sobre este asunto aunque para el especialista y biógrafo J.N. Forkel, posiblemente la serie de todas ellas, habían sido una dedicatoria a un potentado aficionado inglés. Karl Geiringer, aceptaría que las piezas recibirían influencias de las suites para clave de Charles Diepart (1670-c. 1740), maestro cuya trayectoria profesional se cimentaría en Londres. La Suite Inglesa nº2, en la m. BWV 807, se despliega en sus movimientos que van desde el Preludio, imbuido del espíritu camerístico con dos temas desde el primero con su vigorosa energía que acabará repitiendo en diversas formas. La Alemanda, apacible y expresiva, se sustenta en el principio de imitación, teniendo cada parte su propio motivo temático, observando en la segunda la serie de seis exposiciones sucesivas y que van pasando de voz en voz. la Courante, un modismo alla francesa, claramente diferente a la ofrecida en la suite primera, aporta una inestabilidad rítmica menos pronunciada. La Zarabanda, con una evidente influencia francesa, va seguida de su doble, con una anotación ornamentada. El Doble se manifiesta por su contrapunto en estilo italiano y su curiosa ornamentación. Las bourrés I y II, se reparten por su talante desde la primera vivaz, rápida y alegre  y la segunda más tranquila y expresiva, cobrando importancia el uso en los pedales de armónicos de tónica y dominante.  La Giga de conclusión se reafirma por esa fidelidad a la forma musical que se utiliza como reclamo, una giga en estilo italiano, dominada por un único elemento temático.

Frederic Chopin- Barcarola en Fa sost. m. Op. 60-, estrenada en París en la Salle Pleyel, el 16 de febrero de 1848. Obra cargada de sutilezas y sensuales evocaciones, la única barcarola del músico que ha sido considerada como una de sus obras cumbre, aspecto que fue valorado por Friedrich Nietzche- músico ocasional y autor de obras para personal deleite-, e incluso André Gide, quien no pudo resistirse a su encanto por la serie de resonancias de visión italianizante. No faltará en elogios, Maurice Ravel, músico que llegó a considerar las ideas avanzadas que se encuentran en esta pieza, hasta el extremo de sentirse en parte heredero suyo. El tema en terceras, para Chopin, resulta ágil y delicado, envuelto con resolución por excitantes armonías deslumbrante, destacando la primicia melódica en cuanto a su continuidad. La intensidad aumenta antes de aparecer un nuevo motivo de estimulante lirismo, en el que analistas confirma la inspiración italianizante. Una pieza comenzada en Nohant, uno de sus refugios, durante el otoño de 1845, trabajo que le ocupará algunos meses y con el detalle a mayores de que el músico recurrirá a una tonalidad inusual, con el añadido de convertirla en una escritura incomparable. Un cuadro lírico de vivacísimos colores que conservan esa familiaridad italianizante, refrendada por apuntes de tintes impresionista que anuncian épocas venideras. Para redondear perfiles, habría quien consideraría la  Barcarola como el mejor Nocturno salido de su firma

George Gershwin- Rhapsodie in Blue-, tratamiento para cuatro manos según Henry Levine, una sugerencia de Paul Whiteman, con el que en un principio no se sentía especialmente interesado, queda ese acercamiento al mundo del jazz y Gershwin comenzó por los tanteos en versión para dos pianos, a comienzos de 1924, y durante ese meditado proceso, Ferde Grofé se había instalado en su apartamento neoyorquino, cercano al del compositor de esta obra. Como arreglista de Whiteman, Grofé se haría responsable de la orquestación de esta perla concertante, hoy en día verdadera obra maestra que sirve para todo tipo de usos. Aquella orquestación se realizaría de forma pausada a pesar de que la urgencia apremiaba. El primer ensayo general de la Rhapsodie in Blue, tuvo lugar en la cita de una velada en el Palais Royal, en la que asistieron como invitados Walter Damrosch, W.J. Hendeson (crítico musical), Edwin Hughes (pianista y profesor); Victor Herbert, Leonard Liebeling (editor musical, del Musical Courier, Pitts Sanborn (especialista en música contemporánea), y H. O. Osgood (editor del Musical America). Un momento que sirvió para la presentación pública de Gershwin, por medio de Whiteman, ante un público perspicaz e interesado, lo que trajo como consecuencia la insalvable disparidad de criterios entre tanto agudo sabueso. La historia vino a demostrar que las opiniones positivas se llevarían la palma. Para Sanborn, la opinión se resumirá en las palabras: No es que me sintiera encandilado por los temas o la ejecución, pero el asunto tenía fuerza y empuje. Whiteman en ningún momento se sintió descorazonado, estaba seguro de la  Rhapsodie in Blue, sería un éxito por absoluta suficiencia, un mazazo merced a su sólido magisterio por lo que para asegurarse de su seguridad, invitó a un almuerzo colectivo con parte de los asistentes que se dieron cita en aquel estreno.

Ramón García Balado

28/07/2025

Pioneras del canto: Las grandes voces gallegas de los siglos XIX y XX, por Javier Garbayo y Mª del Carmen Lorenzo Vizcaíno

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela


Invitación del LXVII Curso U. I. de Música en Compostela en el Paraninfo da Universidad- día 30,  a las 18´30 h.- para asistir a la conferencia impartida por los profesores Javier Garbayo Montabes y Mª del Carmen Lorenzo, dedicada a las Pioneras del canto: las grandes voces gallegas de los siglos XIX y XX, recuperación de una actividad dinamizada por ambos en la que también se había ofrecido entonces la proyección del filme Doña Francisquita, de Hans Behrendt (1934), con presentación del profesor Xosé Nogueira, en A Facultade de Xeografía e Historia, basada en la zarzuela homónima, con la intervención de Matilde Vázquez. Javier Garbayo, alumno que fue de López Calo, inició su trayectoria como asistente e investigadora en la Universidad de Salamanca, el Instituto Superior de Artes de La Habana y en la de Cuyo (Argentina), ampliando en la Institució Milá i Fontanals (Barcelona). Su labor musicológica se centró en la música gallega, publicando trabajos de investigación mientras ampliaba con la colaboración en el Comité de Redacción del Anuario Musical Revista de Musicología, del CSIC. Formó parte de equipos científicos: Jesús Bal y Gay: tientos y silencios; Os sons da pedra. O ronsel do Mestre Mateo y José Fernández Vide: O trasfegar dun ourensán. Comisarió las exposiciones O universo musical de Andrés Gaos (2019) y esta que se ofrece. Mª del Carmen Lorenzo Vizcaíno, fue también violinista, archivera musical, investigadora y gestora cultural. Se perfeccionó con maestros como  Nonna Chakmishan y Miguel Borrego, culminando como profesora de violín en el Conservatorio Superior de A Coruña, fue miembro de la JONDE y de la EAEM. Presentó su tesis doctoral La música en el Teatro Principal de Santiago de Compostela 1840-1914, publicada por la editorial Andavira y el Consorcio de Santiago bajo el título Ópera y zarzuela en Santiago de Compostela. Las temporadas líricas del Teatro Principal 1840-1940.

La exposición correspondiente a las cantantes homenajeadas, se había realizado en el Colexio de Fonseca, a comienzos del otoño del año pasado, mientras que en el Ateneo de Santiago, en actividad complementaria y en el VI Ciclo Ateneo Barroco (Festival de Música Antiga e Barroca), el Grupo Ars Atlántica, dirigido por el arpista Manuel Vilas, ofrecía su programa Rosa del Ciel, sobre Claudio Monteverdi, con la mezzosoprano Roberta Invernizzi y el tenor Marcello Nardis. Cantates Liricas Galegas fu un proyecto auspiciado por Javier Garbayo Montalbes y Marieta Lorenzo Vizcaíno, con una exposición que recuperaba el recuerdo de 23 cantantes a través de sus aspectos biográficos y artísticos, destacando en especial las figuras de las hermanas Ángeles Ottein y Ofelia Nieto, voces señeras de la primera mitad del XIX,  con muestras de registros fonográficos junto a Matilde Vázquez, Mary Isaura, María Luisa Nache, Lola Rodríguez de Aragón, Inés Rivadeneira o Josefina Cubeiro. Una muestra que permitió también espacio para Benita Moreno, Cristina, Matilde y Elisa Villó, Carolina Casanova de Cepeda, Rosario Salgado de Pereira, Asunción R. Lantes, Dorinda Rodríguez  o Bibiana Pérez, en el siglo XIX; para continuar en el XX con alguna de las citadas, además de Enriqueta Brandón, Honorina Goicoa, María Pardo Topete o Carmen Varela. Una exposición que se hizo posible, gracias a la colaboración de la USC, Amigos de la Ópera de Santiago, el grupo de investigación Organistrum; o Consello da Cultura Galega; la Biblioteca Nacional de España; A Diputación de A Coruña; la Filmoteca Española; la Fundación Juan March; el Museo dels Arts Escénics; la SGAE; el Teatro La Fenice (Venecia) o el Teatro alla Scala, de Milán. Entremedias, las conferencias de J. Garbayo,  Marieta Lorenzo Vizcaíno, Arturo Reverter, Andrea Vitali, Xosé Noriega, en la Sede de la Real Sociedad de Amigos del País, compostelana y una gala dedicada en colaboración con la RFG, con selección de páginas de ópera y zarzuela.

El Concierto Novas Voces da Lírica Galega, disfrutó de la sesión Conversando con…, protagonizada por Diego Martín Etchevarría, director entonces de la RFG, al servicio de las voces de las sopranos Emilia Pérez y Lucía Iglesias, con el barítono Lucas López López, con piezas tomadas de Le Nozze di Figaro; Il Barbiere di Siviglia (Rossini); Il matrimonio secredo, de Domenico Cimarosa y detalles añadidos de Die Fledermaus. Entre aquellos actos, la charla de Javier Garbayo Montabes, dedicada a las cantantes gallegas del XIX, musicólogo que apuntaba su experiencia por el trabajo Ollando ó Mar, a medias con Monserrat Capelán. Maestro especializado en seguir la labor iniciada por Barbieri y Pedrell. Su atención, se había dedicado en particular a las hermanas Villó, Rosario Salgado Pereira, Asunción R. Lantes, Dorinda Rodríguez y Benita Moreno. Marieta Lorenzo Vizcaíno, apostó por las cantantes del siglo XX, más reconocibles por su legado y por vivir una época con mejores posibilidades, como era el caso de Ofelia Nieto, de la que Antón de Santiago publicó una detallada biografía Una gallega en el Olimpo del Bel canto, editada por el Consorcio de Santiago, cantante que se unió a las voces de Josefina Cubeiro; Ángeles Gulín; María Uriz o Matilde Álvarez. Para curiosidad,  esta charla entre ambos, que se abriría con la figura de Benita Moreno (1792/ 1892), quien había debutado en el Teatro La Fenice (Venecia), con La feste della rosa, de Pavesi, con un éxito sobresaliente que proseguirá en Padua, Ravena, Milán, París o Burdeos.  Cristina Villó, una coruñesa que impresionó a la reina María Cristina, quien llegaría a becarla y cuya voz llegó a emocionar a     tras escucharla en la interpretación de un aria. Carolina  Casanova de Cepeda, fue la primera en ocupar la plaza de canto en la Escuela Nacional de Música y Declamación de Madrid, asunto entonces ocupado solo por varones.

Ramón García Balado

Quintacorda Ensemble y otros colaboradores para Peregrinos Musicais, en A Praza de Mazarelos

 Praza de Mazarelos, Santiago de Compostela


Concierto en A Praza de Mazarelos con el protagonismo de Quintacorda Ensemble, Sergey Arutunyan, Ilona Timchenko, añadiendo la participación de Yuri Golubev- contrabajo-, Jeroen Der Herder- chelo- y la pianista Evelina Vorontsova-día 30 a las 20´00 h-, para un programa a repartir entre obras de W.A. Mozart y F. J. Haydn.   Wolfgand A. Mozart, con el Concierto para piano, en La M. 414, en sus tiempos Allegro, con cadenza  de IlonaTimchenko; Andante  y Allegretto, siendo solista la  directora del evento, responsable del mismo desde su primera convocatoria, una pianista de la que recordamos una impresionante interpretación de la temible Sonata Op. 106, en Si b M. (Hammerklavier), de Beethoven, en el Paraninfo da Universidade, igualmente por el trío que compartió  con la chelista  Barbara Switaska y la violinista Elina Viksne, el Trío Magri. Fue la primera en abordar los 24 preludios y fugas, de D. Shostakovich y la integral pianística del apreciado Antón García Abril. Obtuvo el Premio del Concurso Abstract Securities Landor (2007), logrando un contrato con la firma Lardon  Records, manteniendo una regular presencia en certámenes y festivales desde la Musikverein Wien; el Concertgebouw (Amsterdam); la Gran Sala del Conservatorio de Moscú. El Concierto K. 414, primero de una tríada, inaugura la serie vienesa de los seis grandes para piano y orquesta, compuestos entre 1782/86, y que alcanzan el climax  por su multiforme agógica, por la variedad de sus formas y los problemas técnicos. Este concierto será definido por Hönig como perfecta música de divertimento vienés, representando un modelo de gracia y poesía. Destacan las maravillosas virtudes que se muestran en la inagotable invención temática, además de la expresión favorecida por la luminosidad de la tonalidad, en La M., merced a un diálogo variado ya desde el Allegro, con su melodía central y el entusiasmo que nos propone, aspecto realzado por el estudioso Rattalino. La  serie de los tres primeros conciertos, se escucharon en público a finales de 1783, bajo el reclamo en forma de suscripción, con vistas a su publicación inmediata. Para Alfred Einstein, bastaría con saber que el salzburgués quería ofrecer al público tres obras- K. 413; K. 414 y K. 415-, tres géneros completamente diferentes en lo relativo a la idea de concierto, distintos en cuanto a la tonalidad, pero típicos en el ámbito de cada una de ellas. Desde un primero pastoril e ingenuo, pasamos al actual más poético y amoureuse y el último brillante y convencional.

El Adagio para violín y orquesta en Mi M. (destinado al Concierto K. 219), también de Mozart, es obra de un músico de veinte años, un trabajo para cuerda, flauta y trompas, que tendrá edición en 1801, solista en esta sesión, será Aleksander Arutunyan, resultando un trabajo en forma de Adagio de concierto a modo de pieza aislada, en medio de muchas otras de talante religioso, compuestas de obligado en Salzburgo, en 1776; las noticias sobre ella, llegarán a través de una carta destinada a su prócer Leopoldo, pendiente de su evolución y de sus obligaciones. Wyzewa y Saint-Foix, opinarán que a causa de su sencillez, el nuevo Adagio es sin duda alguna una de las obras más características de un precoz genio, en ese magnífico período de exaltación creativa. Carli Ballola y Parenti, se afirmarán en los valores de una pieza que, por su cantidad más lineal y estrófica, además de su personal concisión- dentro de la innegable aceptación de una complejidad al dictado- sabrá corregir ciertos yerros exaltados  líricos, previsibles en el fragmento original.  Brunetti, estudioso de la pieza, le dejaba la sensación de demasiado rebuscada en sus refinamientos, pero no pasaban de ser personales acepciones. Una pieza que en lo esencial, podría parecer demasiado compleja para los violinistas de la corte. Los seis conciertos para violín, de Mozart, el virtuosismo no resulta exagerado, sino más bien propicio para el resultado final de las obras, desde la excelencia musical a la concepción formal,

Franz Joseph Haydn-Concierto para violín y orquesta nº 1, Hob, Vlla.I, en Do M., en el que destacará como solista Sergey Arutunyan, como representación de Portugal y miembro de Quintacorda Enssmble. La obra de Haydn, resultará la más divulgada del total de cuatro, figurando en el Entwurtf- Katalog, a anotación del maestro, padre de la sinfonía y los cuartetos de cuerda, la anotación Concerto per il violino fatto per il Luigi, es decir, para Luigi Tomasini, el apreciado primer violín de su querida orquesta, del que acabará diciendo tiempo después, que nadie sabía interpretar mejor que él sus Cuartetos de cuerda- auténtica proa de un género que dejará nutrida escuela. La orquesta acompañante está compuesta exclusivamente por cuerdas, obra del año 1761 o quizás un poco después, revelando todavía ciertos rasgos preclásicos, sobretodo en la manera de tratar de forma un tanto arcaica, la actitud de alternar el solo  y el tutti, ya el Allegro moderato, tiene estructura tripartita  en lo que parece como una forma de sonata primitiva. El Adagio, en la subdominante Fa M, destaca la claridad de la línea melódica del solista, con acompañamiento en pizzicato, al modo de una serenata italiana, que nos lleva al Finale Presto 3/8, con un alarde de preciosismo.

Ramón García Balado

Voz, texto y acción: La música escénica de Tomás Marco, en el LXVII Curso de Música en Compostela

 Sala Mozart del Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Actividad del XLVII Curso de Música en Compostela en la Sala Mozart, del Auditorio de Galicia, con la conferencia del compositor Tomás Marco- día 29, a las 20´00 h-, bajo el título Voz, texto y acción: La música escénica de Tomás Marco. Maestro muy ligado a nuestra ciudad por colaborar con una obra en el año  de inauguración del Auditorio de Galicia (1989), con su obra Campo de estrelas, con la ONE dirigida por Odón Alonso, entre el Concierto para piano K. 482- al piano Joaquín Achúcarro y la Sinfonía en Re M (Titán), de G. Mahler, una obra de Marco, que enlazaba directamente con su Cuarta Sinfonía y Pulsar, una alegoría y una evocación sonora. Colaboraciones suyas, dejaron trabajos como Luar, XVII Cuaderno de Música en Compostela (2007), con obras de Luis de Pablo, Carmelo A. Bernaola, Rogelio Groba, Manuel Balboa y J. L. Turina. Dentro del propio curso, en el año 1993, Romanzas romances, en la voz de María Orán, un recital ofrecido en las iniciativas de Compostela 93, con Miguel Zanetti, al piano, que supondría el punto y seguido a Retrato del poeta de 1972, en dedicatoria a Gerardo Diego. La USC, en 1985, le encargará para el Año Europeo de de Música, la obra coral Lúa descolorida, homenaje a Rosalía de Castro, en el centenario de su muerte; Espacio de espejo (1990) para Radio France, en dedicatoria a C.Halffter, se incorporó al programa de presentación de la OSG.

Tomás Marco, jalonando su evolución, pasará por los Cursos de Damstadt, en donde trabajará con Kagel, B.Maderna, König, Ligeti y P. Boulez, período en el compondrá Glanspelenspiel, Requiem, Car en effet…( una expresión oral propia de Boulez), o Albayalde, siendo el Requiem obra inspirada en la poética de R.Mª Rilke. Visitará de inmediato Berlín, mientras asistía a un curso de la Universidad de Friburgo, dinamizado en España proyectos centrados en la obra de John Cage-Indeterminación-o el homenaje a Russolo, en el vigésimo aniversario de su muerte. Vendrá el taller de investigación Alea, con obras como Jabberwocky- Lewis Carol-, para Marco, un galimatías vocal en 29 partes, experiencias que compartirá con el Grupo Zaj, en el Teatro Beatríz, destacando músicos como Juan Hidalgo y Walter Marchetti, en la indagación de  figuras como Cowell, Tudor, E. Satie, y creadores que no venían del espacio musical: Carroll, Schwitters, Suzuki, M. Duchamp, McLuhan o T.Mann.  Aura, quedaría como primer testimonio de su tendencia dadaísta-sobre poemas de Kurt Schwitters, una indagación sobre los recurso fonéticos, estrenado por Arturo Tamayo con Ramón Barce y el autor. La admiración por Varèse, se refleja en Los caprichos, que se dará a conocer en la Tribuna Int.de Compositores de la UNESCO, o Los cantos del pozo artesiano- texto de Eugenio Vicente-, un estilo de drama imaginario. Fetiches, obra pianística, será uno de sus trabajos más divulgados junto al cuarteto de cuerdas Aura, resultado de una riqueza inventiva y un eslabón de bisagra en su evolución. Presentada por el Cuarteto Gaudeamus, se estrenará en Utrech, Premio de Honor del SIMC. Rosa-Rosae, será para Enrique Franco la nueva simplicidad que intenta crear un lenguaje sensorial que profundice en los mecanismos de la psicología de la escucha. Llegarán así Vitral-para órgano y cuerdas-, Premio Nacional de Música; Anábasis, Astrolabio- destinada para la inauguración del Palau de la Música Catalana-, Evos, para el pianista Alexander Hrisanide; Albor, para Diabolus in Musica, que dirigió Guinjoán y dedicada a Webern y Bártók; Angelus Novus (Mahleriana), para la ONE con Frühbeck de Burgos, presentada en el Teatro Real; Hoquetus- Sala Casella de la Ac. F. de Roma; Selene, ópera sobre libreto propio (1974); Escorial o la obra coral Transfiguración, para el coro de la ONE, entre proyectos para la Fundación Juan March, compartidos con Luis de Pablo, Bernaola y C. Halffter.  Autodafé, para piano y grupo instrumental, ganó el Premio Arpa de Oro.

 En los años ochenta y noventa, presentará el Dúo concertante (viola y piano), dedicado a Emilio Mateo y Luciano González Sarmiento; Campana rasgada, que destacaba por el uso del fenómeno de la resonancia; el Concierto Coral, para violín y doble coro, manifiesto del continuo aliciente de las formas concertantes como el Concierto austral; el Concierto del alma, dedicado a Víctor Martín, mientras coordinaba el Concurso Int. de Composión Reina Sofía, preparando Aleluya, para coro mixto o Una música, un homenaje a J. Guillén; Espejo velado; Soleá, Lorenzaccio-A. de Musset- para el Centro Cultural de la Villa. El cuarteto vocal  y cuerdas Milenario, fue encargo del Municipio de Burgos. Espacio sagrado, para piano, dos coros y orquesta, sería continuación de la anterior, con estreno en la Fundación Gulbenkian (Lisboa).  Llanto por Ignacio Sánchez Mejías-Lorca-, será su primer ballet, destacando el rol de primer violín y el del chelo, un trabajo coreográfico con María de Ávila. Cobrarán importancia la serie de sus sinfonías, desde Aralar- la primera- a la segunda Espacio cerrado; la Tercera, para Radio France; la cuarta  (Espacio Quebrado), encargo de la ONE; la  quinta (Modelos de un universo y la Sexta (Imago mundi), que remite a supuestos aspectos de la física moderna del caos, aplicados al comportamiento de las masas sonoras, estructurada en tres partes, resultando cada una un díptico, obra estrenada por Edmón Colomer, con la JONDE, en el Auditorio Nacional. Arias de aire (1986)-flauta y piano-, fue dedicada Jorge Caryevschi, mientras surgían nuevas partituras: como el Triple concierto, para el Cuarteto Arcana; Floreal 2, para flauta sola; La Périphére du paradis, para seis grupos de al menos seis instrumentos, especie de divertimento; Quinteto cantar, un homenaje a Mompou in memoriam, partiendo de su Canción y danza nº 5; Almagesto; la Fantasía sobre fantasía, con mención especial a Roberto Gerhard-encargo de la Oficina Musical de Oporto-, obra para guitarra a la que dará vida Gabriel Estarellas; la Sonata del fuego (1990); Tarots, colección de 22 piezas, con libertad de ordenación, experiencia de la que tenía precedentes; Concierto del agua, para guitarra y cuerdas; Luciérnaga furiosa- flauta y piano-; una curiosa serie de  monográficos con puntos de referencia en el CDMC o la visita a la Universidad de Bloomington (USA); Recondita armonía (Sinfonía de Camara n º 1, para pequeña orquesta, obra pareja de Bastilles y Settecento, encargo del Museo di Castello de Rivoli; Fandangos, fados y tangos, para dos pianistas, dedicada a Daniel Stéfani y estrenada por el dedicatario con Humberto Quagliata; Ceremonia barroca, para coro y orquesta de cuerdas, sobre poemas de Calderón, Góngora, Tirso de Molina o Chilam Balam, un anónimo inca. Obra puesta en escena en la Plaza Mayor de Madrid, durante el estío de 1992; Terramar, para violín y orquesta, que llevaba el subtítulo de Divertimento concertante nº 1: Bis, Encore, Zugabe, Propina. La Sonata da chiesa, para órgano, encargo del Festival de León o Miró, para ocho chelos, destinada al Conjunto Ibérico de Violochelos, capítulo de obras que alcanzan un período de años que se mantiene en la actualidad.

Ramón García  Balado

Raquel Areal y Karla Martínez Rabanal, en la XIX Edición de Música no Claustro de Tui

Catedral de Tui Concierto en el Claustro Medieval da Catedral de Tui para el XIX Certamen de Música no Claustro , con la violinista Raquel ...