15/07/2025

Un paseo de encontros con la Banda Municipal, en As Praterías

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal con su titular Casiano Mouriño Maquieira en A Praza das Praterías- día 17, a las 20´00 h-, para un programa que se encuadra dentro de  XXI Encontro Galego do saxofón, Ramón Guzman, que otorga espacio a los ganadores del certamen dedicado al instrumento y que son Alicia Fermoselle Martín y Diego Mateo Iriarte, quienes disfrutarán del protagonismo en las obras a tono con sus preferencias. Para abrir sesión, un habitual como es Philip Sparke (1951), con To a New Dawn, pieza puesta en atriles en más de una ocasión, un compositor formado en el Royal College of Music (Londres), en donde fue valorado con el Diploma ARCAM, especializándose en instrumentos de viento y en particular en trabajo para banda, con resultados como el Preludio de concierto, para banda de metales, compromiso para la Orquesta Gaudium Armonia. Desde entonces recibiría encargos de otras agrupaciones, algunas que él mismo acabaría dirigiendo, tanto para la BBC como para la Unión Europea de Radiodifusión,  Slipstream y Orient Express. En su cometido profesional, la dirección de concursos para banda. Obtuvo el Premio Internacional de Composición de Sudler (1997), producto de sus labores en aquellos concursos que le llevaron desde Nueva Zelanda a Australia, Holanda o Suiza. También Japón estaría en su horizonte, por sus labores con la Armonia Orquesta de Tokio Kosei, que estimularía su vena creativa. De Japón nos llega Yosuka Fukuda (1975), por dos composiciones que definen su trayectoria como creador preferentemente autodidacta: Tango y Berry dance, compositor sin dependencias estilísticas y con tendencia a buscar alternativas menos frecuentes. Japón, aparentemente lejano en las posibilidades de recepción en el aficionado medio, deja de resultar tan distante en cuanto asistimos al conocimiento de obras de músicos como Toshio Hosokawa, Toru Takemitsu, Isang Yun y puestos en las lindes orientales, el chino Tan Dun, del que la Orquesta Nacional de España, estrenó su Water concert. Obra que indagaba en las exploraciones de instrumentos de percusión.

Claude Thomas Smith (1932/87), estará por la Fantasía para saxo alto, composición para el lucimiento de Alicia Fermoselle Martín, un músico que en sus años mozos había probado con la corneta, mientras se formaba en las escuelas de composición entre Nebraska y Missouri, en la Soutwest State University, un músico que paso a paso, refinará su línea evolutiva tras recibir claras influencias de Igor Straniski, Aaron Copland y otros maestros de la vanguardia norteamericana entre los años cincuenta y sesenta, una amalgama de tendencias que se reflejarán en el conjunto de sus obras, en las que sobresaldría los tratamientos de complejos compases asimétricos, un ejercicio de experiencias que mucho deberían a esas aproximaciones a los creadores contemporáneos y a las divagaciones jazzísticas.

Adolf Ventas (1919/ 2004), estará por el Concert D´Amposta (1991), para destinada esta vez para Diego Mateo Iriarte, un músico que había sido saxofonista del Gran Teatre del Liceu (Barcelona) y miembro de la Orquesta Simfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya, tras trabajar en su juventud  con la Lira Ampostina. Vivió un período de su vida en París, en donde llegó a ser alumno de armonía con Joaquín Rodrigo, y producto de esa etapa enriquecedora, vendrán sus mejores experiencias profesionales, que supondrían un legado de cinco importantes trabajos de estudio. A otro nivel, llegarían los compromisos de arreglista para la firma discográfica Belter, especializada en registros para cantantes comerciales de éxito en los años sesenta. Un hueco que la posteridad condenará a un irrecuperable olvido. De sus obras, destacarán Miniaturas, para ensemble de saxofones; Danse del Diable simpátic; el Concert d´estiu; Hungarese, para saxo alto y piano, además de transcripciones de obras de Glazunov; la Suite de cámara de José Gago; Montmagastre; el Concierto de jazz, de Artie Shaw; las bachianas brasileiras, de Heitor Villa- Lobos y trabajos para pequeñas formaciones con oboe, clarinete y fagot.

Pascual Piqueras Cabanillas, con De Cai, músico con estudios en el Conservatorio de Zaragoza, especializándose en trompeta y en materias de jazz, tuvo el beneficio de tener como profesores a Konrad von Abel, Guillem Valderde, G. Phelivanian, Achim Halub, Octavi Caleya, Arturo Tamayo, J. R. Pascual Vilaplana, llegando a ampliar formación en la Ac. Katerina Gurska. Compuso obras como el Quinteto de metales, el music-drama del Señorito Lasol; Paco Rodríguez (para trompeta) o De Cai, encargo de TVE, que se utilizará como trabajo de obligada referencia en concursos. Fue director de La Locomotora Jazz Big Band y colaboró con músicos como Perico Sambeat, Ramón Cardó, Carlos González o Joshua Edelman.

Ramón García Balado

14/07/2025

María Luisa de Borbón, sinfonismos del clasicismo bajo la dirección de J. Luis Temes, con la RFG en San Agostiño

 Igrexa de Santo Agostiño, Santiago de Compostela


Una indagación discográfica avalada por José Luis Temes con la RFG, sirve de argumento para los dos conciertos que ofrece la RFG, en la Igrexa de San Agostiño- días 16 y 17,  a las 20´00-, entre otras obras de ese período histórico. J. Luis Temes, director y compositor fundó el Grupo  de Percusión de Madrid forjado en la cátedra de J. Mª Porrás, para centrarse en el ámbito de la percusión con Enrique Llácer, siempre tentado por actitudes auto didácticas que le permitirán proyectarse profesionalmente por distintos países europeos. Dinamizó el Grupo Círculo que le ayudará a prestar atención a compositores como A. Aracil, C. Bernaola, Bertomeu, Del Cerro, Fernández Guerra, M. Sotelo, J.L. Turina, Rodríguez Picó, E. Pérez Maseda, Ibarrondo, Larrauri, Mestres-Quadreny o F. Guerrero. Dirigió orquestas como la de Tenerife, Euzkadi, S. del Vallés, Poznan, Gulbenkian o London  Philoarmonic, con estrenos como Sin demonio no hay fortuna (Fernández- Guerra); Nascita e apoteosis di Horo (Roger); Timón de Atenas (Durán Loriga), mientras ejerce la docencia con trabajos como el (Tratado de solfeo contemporáneo), sus aportaciones frecuentes con la Fundación  Juan March, el CDMC, el Círculo de Bellas Artes de Madrid (un estudio sobre A. Webern) y del propio Círculo de Bellas Artes en dos volúmenes: El Círculo de Bellas Artes de Madrid (Alianza Editorial).

El Grupo Círculo, comenzó sus actividades e 1983, dentro de las pretensiones de un grupo estable dedicado a las músicas de nuestro tiempo, con una plantilla formada por flauta, oboe,  clarinete, fagot, violín, viola, chelo, contrabajo y percusión, precisamente con su sede en el Círculo de Bellas Artes madrileño, colaborando con otras agrupaciones representativas, dentro de un talante independiente, con presencia frecuente en los certámenes más representativos y que les llevarán a tener presencia a nivel internacional. Por lo mismo, nos encontraremos con compositores de nuestra vanguardia desde Fernández Blanco a J. Homs, R. Barce, J. Guinjoan, T. Marco, G. Olavide, S. Lanchares, López López, R. Encinar, Llanas, D. del Puerto y una extensa relación hasta el presente.

María Luisa de Borbón ( Segovia 1782/Roma 1824)- entre obras de Mozart y Carles Baguer- nos traslada al entorno familiar de Carlos IV, educándose en un ambiente propicio para las artes y la música.  Entre sus títulos: Infanta de España, Reina de Etruria y Duquesa de Lucca y que llegó a gobernar en Florencia. Será la música su bastión de preferencia junto a la reivindicación feminista en el rango de las élites. El conocido cuadro  de Goya, nos la muestra a la derecha de la Infanta  Doña Mª Luisa, con su hijo Carlos Luis en brazos junto su esposo el Príncipe Luis de Parma. Melómana fue su corte gracias al influjo sabido de Carlos IV y Mª Luisa Parma, aficionados a violín y canto, y que le facilitó estudiar con Francesco Federici, mientras cultivaba veladas musicales entre otros amigos  entusiastas. Luis de Parma, se convertiría en su pareja después de su llegada a la corte. Disfrutó socialmente de un período como reina de Florencia, cuando Luis fue coronado como rey de Etruria, viviendo en el Palacio Pitti, para el que conseguirán un proyecto de modernización con el escultor Antonio Canova a los que añadirán una colección de modernos fortepianos.  Fue promotora de iniciativas de mecenazgo a favor de la mujer en dos de sus etapas- Reina de Etruria y Marquesa de Lucca-, llegando a compartir experiencias con G. Rossini a quien encargará una ópera que no se estrenará nunca. Apoyó las carreras de artistas como la pintora Matilde Malenchini, la poetisa y bailarina Teresa Bandettini y la compositora Anna Marchi. Prestó, como queda dicho, atención a la composición, con más  de 2000 partituras mientras abordaba el teclado casi a diario, organizando sesiones casi a diario, con su hija Luisa Carlota. En medio de tantas galanterías, se hizo retratar por el pintor Vincenzo Camuccini. Parte de la colección de sus obras, se encuentran en la Biblioteca Palatina de Parma. El apartado de su legado sinfónico fue objeto de estudio gracias a la labor del Instituto Complutense de Ciencias Musicales. Su primera sinfonía fue estrenada con motivo del bicentenario del Museo Nacional de El Prado, en revisión historicista de la Orquesta La Tempestad, dirigida por Silvia Márquez, la misma formación que repetirá con las dos siguientes sinfonías. Conciertos que cabrían bajo el encabezado de Sinfonía en femenino patrocinado por Patrimonio Nacional, espacio simbólico en relación con la familia real.

El Infante Don Luís de Borbón, hermano de Carlos III, artista de temperamento apasionado, tuvo sus más y sus menos con el monarca por su vida muy a su capricho, repartida en sus colegas nobles y grandes de España, lo que forzó a Carlos III a  casarle con la Infanta Mª Josefa, aunque ella le rechazó por lo que Don Luís tomará como pareja a Doña Mª Teresa Ballabriga y Rozas, hija de los condes de Torresca, con la que tendría como hijos a  Luís Mª de Borbón y Ballabriga, que llegó a ser arzobispo de Toledo y cardenal regente del reino en ausencia de Fernando VII y Doña Mª Teresa, condesa de Chinchón, que se casó con Godoy, y murió en París, dejando otra hija que era María Luisa de Borbón- personaje de este concierto-, siendo Carlos IV igualmente un monarca no menos respetado que sabría cultivar su viva intensidad la música de cámara, al igual que su hermano, el Infante Don Gabriel. Sabido es que tocaba con soltura el violín, instrumento que había estudiado con Sabatini. La afición a la música de su padre, Carlos III, tendrá refrendo en la forma en la que se preocupó por proporcionar a sus hijos una buena educación. Ya en 1761, había elegido los maestros de sus descendientes: En atención a las conocidas circunstancias y habilidad de Don Felipe Sabatini, músico de violín, y Don José de Nebra, primer organista de la Real Capilla, decido nombrarles al primero como maestro de violín del Príncipe y al segundo como maestro de clavicordio del Serenísimo S. Infante Don Gabriel, con el sueldo de 12.000 reales de vellón al año, cada uno de ellos. Felipe Sabatini aparece en las relaciones de Hergueta como violinista adscrito a la Real Capilla desde 1747, hasta su muerte ocurrida en 1770. En la Biblioteca Nacional y especialmente en la del Palacio Real, se conservan la mayor parte del repertorio que se interpretaba en las sesiones musicales.

De Mozart, dos movimientos de la Sinfonía noº 49, en Sol m. K.550, el Molto allegro, primer movimiento y el Allegro assai, cuarto, enérgico y febril al que sigue un ritornello tras un desarrollo ostentoso, obra de un período fecundo que convierte a esta sinfonía en la más célebre y de la que se conocen dos versiones, una sin clarinetes aunque será la segunda la que se acabará utilizando en preferencia por los dos oboes elegidos originalmente, logrando fundir sus sonoridades. En conjunto, la orquestación resulta ligera por la ausencia de trompeta ni timbales. Carles Baguer, con la Sinfonía nº 12, en Mi b M. (1790), en sus tiempos Allegro con brio, Andante, Minuetto y Final presto, compositor centrado en los patrones canónicos y que en los segundos movimientos, basculan entre el Adagio y el Andante, siempre con sordina en la cuerda y escritos en un tonalidad vecina que generalmente es la dominante. El cuarto movimiento, oscila entre el esquema de sonata y el rondó. Todas sus sinfonías quedan encuadradas en el espacio de cuatro tiempos, siendo el primero el que adopta el esquema formal de la sonata bitemática. Los desarrollos son cortos y las técnicas de la variación, son  las habituales de la época, manteniendo los patrones de los grandes maestros.

Ramón García Balado.

11/07/2025

Conciertos de las II Xornadas de frauta de Galicia

 Palacio del Carmen/ Hostal dod Reis Católicos/Capela das Ánimas


La serie de actividades iniciadas en el Auditorio de Galicia con el programa ofrecido por Ruth Pereira y Erika Macalli, acompañadas por el pianista Esteban Domínguez, el pasado día 7, con el reclamo De Berlín a Santiago: sonidos que viajan, tendrían continuidad al día siguiente con Silvia Rozas y los ganadores del Concurso que promovían las II Xornadas de frauta de Galicia: De promesas a referentes: trayectorias que inspiran, en el Palacio del Carmen, para continuar con el entretenimiento de tentaciones en confluencias latinas: De Bach al Caribe, mientras se desarrollaba las  labores docentes repartidas entre Ruth Pereira, Erika Macalli, Christina Castellanos, Néstor  Sutil, Claudia Walker, Silvia Rozas, Joan Ibañez, Laurent Blaiteau y Luís Soto.

Diego Aceña, Néstor Sutil, André Cebrián, con la participación de Susy Riminucci (viola), Bleuenn Le Friec (arpa) y el pianista Esteban Domínguez, ayudarían a ubicar el peldaño de transición hacia las últimas actividades, en el Palacio del Carmen, decidiéndose por la Sonata para flauta, viola y arpa en Fa M., de Claude Debussy, obra de repertorio en programas habituales de ciclos camerísticos, una obra de finales de 1915 y que en sus labores previas había sido destinada para flauta, oboe y arpa, antes de que un trabajo de profunda meditación, la elección de la viola acabase sustituyendo al oboe, resultado de una asumida voluntad de dudar de esos previsibles resultados que dejarían la impresión de una composición de carácter melancólico. Para Claude de France, bastará con que aceptemos su valoración: No sé si hay que reír o llorar ¿quizás las dos cosas? Ciertamente los tres instrumentos casan sus timbres admirablemente, en una sutil alianza de libertad de intención y de estructura, lirismo y sensualidad. Muchos consideran esta partitura como la obra maestra suprema del compositor; en todo caso, como la más bella del grupo de tres sonatas. Obra con una primera audición pública a finales de 1916, aunque posiblemente tuvo otra anterior, para esta obra que sería editada por Durand  y para regocijarse, el paseo a lo largo de sus tres tiempos: la Pastoral, que recrea una atmósfera repartida en complicidad por los instrumentistas; el Interludio (tempo di minuetto), apacible y en beneficio de la atención a las exigencias melismáticas, urgidas por las audacias de las armonías, en permanente atención al sonido de la flauta; el Final, tendente a un Allegro moderato, ma risoluto, vigoroso merced a los apuntes rítmicos y festivos. Una superposición de armonías politonales, procedentes del primer episodio, tendrían hacia un reprise de entusiasmo dionisíaco.

Haydn en Guláns- día 12, a las 20´30 h-, Capela das Ánimas, es precisamente el título de un programa ya ofrecido en el mes de diciembre, y que para el evento, contará con las flautas de Luís Soto y de Nikolay Velikov, con la viola Iona Ciobotaru y el chelista Álvaro Quintanilla, campanas al vuelo de un viaje imaginario, de lo que en su fecha, había sido un trabajo en arreglo de Velikov, para aquel concierto en el que para conservar el dietario propuesto, se añadiría la colaboración de Pablo Carpintero, con la pipa galega, apreciado luthier en primera línea de osadía dentro de nuestros aventurados indagadores sobre instrumentos y sonidos ancestrales. Fusion Atlántica Ensemble, tal cual su tarjeta de visita, había aportado un concierto entorno al libro- disco que llevaba por título O segredo de Joseph Haydn, con autoría del texto debida a Suso de Toro, con ilustración de Xosé Cobas. Un programa con Cuartetos para flauta y trío de cuerdas, con las Danzas de Guláns. Cuartetos para flauta de Haydn que fueron los Op. 5, primero en Re M., cuarto en Sol M, y  sexto, en Do M., entremezcladas, la Danza de Pau; la Danza de arquillos (versión III); la Danza de arquillos (versión primera) y el Canto de reis. En esencia, se trataba de abordar el episodio  biográfico de una visita del padre de la sinfonía y del cuarteto de cuerda, al Reino de Galicia, un desvío sorprendente en su viaje a Inglaterra, camino de Londres, en el que descubriría las peculiaridades de nuestra tierra y los sonidos que se escuchaban  en el entorno compostelano. Un trabajo literario de indagación, en el que no faltaría la propia música. El Haydn al servicio de los Esterházy, y cuyo material servirá a Antonio Arias, para su libro Historias de la flauta. De aquella aventura de Fusión Atlántica Ensemble, saldrían conciertos que tendrán acogida en Guillade, el Conservatorio y el Auditorio de Ponteareas, Xinzo, Igrexa de Gulans- en donde se haría la grabación de audio y el vídeo, en directo, con la pipa de Pablo Carpintero- y  el Auditorio de Galicia, de Santiago.

As danzas de Reis de Gulans, en licencia del grupo, se precisaría en un resumen clarificador: Un rancho de reis é un grupo de músicos que interpretan danzas gramiais ou danzas brancas, formado por cantores, danzantes e músicos, para percorrer a veciñanza pedindo o aguinaldo. No bispado de Tui, atópase un documento no que se fai referencia a unha visita do Rancho de Reis de Guláns, a finais do século XVIII. No tempo da epifanía, Guláns celebra a súa festa do patrón, acompañando o santo co Rancho de Reis, O Canto de Reis, interprétase no momento da saída do Santo para levalo en procesión até o nacemento vivente que cada ano se festexa na parroquia. A vestimenta tanto femenina como masculina é básicamente de cor branca con sombreiros e gorros moi adornados, tanto de frores como de cristais a xeito de espellos. As danzas más frecuentes son: danza de pau, danza de arquillos, danza dos paus o danza das castañolas.  

Para completar estas II Xornadas de frauta de Galicia, una cita en el Hostal dos Reis Católicos- día 13, a las 20´30 h-, en un concierto protagonizado por André Cebrián, Diego Aceña, Paula Padín, con acompañamiento al piano de Esteban Domínguez, para un programa a repartir entre obras de P. I. Tchaikovski, George Enesco, Robert Schumann y Ferenz Liszt, en preferencia. André Cebrián, es flauta solista de la Scottish Chamber O., tras pasar por la  Britten- Pears, la JONDE, la Gustav Mahler Jugendorchester, al tiempo que recibe invitaciones a colaborar con la Philharmonia de Zurich, Spira Mirabilis, Sinfónica de Castilla y León, Filarmónica de  Gran Canaria o la O. del Teatre del Liceu. Trabaja también con formaciones como Azahar Ensemble, Natalia Ensemble y colaboraciones a dúo con Bleuenn Le Fliec, el guitarrista Pedro Muñoz González y la pianista Irene Alfageme. Sigue en sus labores de oficio profesional con la Fundación Barenboim-Said. Diego Aceña, tuvo como maestros a Antonio Nuez, Fernándo Gómez y en el College of Music (Londres), a Jaime Martín, Chris Green, Gareth Leverhulme y Stewart Mcilwahm, recibiendo las becas de la Comunidad de Madrid y la Leverhulme Orchestra Mentroship. Su dimensión como solista fue ampliada por sus trabajos con la London Philarmonic O; en la Staatskapelle Dresden, asesorado por Sabine Kittel; ejerciendo como flautista cosolista en el Staatstheater Kassel, mientras que colabora con la Mahler C.O. Grabó discos con el Cataleya Quintet; Moonwind o el Ensemble Mini. Recibió el Premio Opus Klassik. Paula Padín es apreciada por sus dominios en los métodos Suzuki, Gordon, Willems y Waldorf, y publicó su trabajo Aprendiendo a enseñar, auspiciado por la Fundación Sanganka, profesionalmente, ejerce la docencia en el Conservatorio de Culleredo. El pianista Esteban Domínguez, tuvo como maestro en el Conservatorio de Zaragoza a Miguel A. Ortega Chavaldas  antes de trasladarse a la Hochschule für Musik Würzenberg, con András Hamary. Colabora con el Teatro de la Ópera Biel (Suiza), y en la Ópera Estatal de Nuremberg, en óperas como Mme Butterfly, Carmen o Cosi fan tutte. En su trayectoria pasó por la JONDE, la Nederlands Jeund Orkest o la Gustav Mahler Jugendorchester.

Ramón García Balado

04/07/2025

Segundo Concierto de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compoatela


Una despedida afortunada para el Curso de Cámara Airas Nunes y que para la ocasión, nos brinda la colaboración de alumnos y dos de los profesores, el pianista Claudio Martínez Mehner y la violinista Anna Gebert, en la Escola de Altos Estudos Musicais- día 5, a las 17´30 h.-, comenzando Yuval Shmila, pianista que interpretará el primer movimiento de la Sonata en La m. K. 310, llamada Parisina y pieza de un joven de 22  años, obra que fue difícilmente fechable ubicándola junto a la K. 300 y el K. 316 y la Sonata para violín y piano  K. 304, durante aquel período parisino de gratas experiencias, a pesar de coincidir con la muerte de su madre, que marcará la evolución de las obras para el teclado. Habrá quien diga que es la primera obra trágica que recordará precisamente el mundo poético y el cuidado y perfección de las formas tratadas. Un talante expresivo que recuperaremos en óperas como Idomeneo o la Serenata K. 388. Los  primeros compases, según Glenn Gould, resultan uno de los mejores inicios de todas sus sonatas, ya que inciden profundamente en el estado de percepción. Una sonata que simplemente ofrece un surtido de vivacidad y vehemencia pomposa que procurará al autor una mejor reputación de la merecida, estamos precisamente ante la actitud mantenida por el temible Glenn Gould. La tonalidad, expresa una desesperación fría y sin lágrimas, dominada por un orgulloso rechazo a cualquier consuelo.

Vivien Walser, con la Barcarola Op. 60, de F. Chopin, saturada de sutilezas y abstractas evocaciones, única considerada como la cúspide de su obra para el teclado, idea        que sustentarán artistas como F.Nietzsche y André Gide, subyugados por su lirismo luminoso pleno de resonancias italianizantes condensadas en ese ámbito ensoñador gracias a su poética, en el espacio de sus 116 compases. Aspectos se descubrirán en su acercamiento posterior en compositores como Maurice Ravel, merced a sus sutilezas tímbricas a modo de herencia comprensible del franco-polaco, a tenor de lo que la historia acabe decidiendo. Para entendernos, baste con saber que esa predilección del compositor de Dafnis et Chloe, sentía por nuestro autor de géneros como las Barcarolas.

El trío formado por Ada Aebi (Violín); Philip Karmanov (piano) y Elodie Sigrist (piano), nos descubrirán a la compositora  francesa Marguerite Canal, con dos tiempos- segundo y tercero, de la Sonata para violín y piano. Mme Canal (1890/1978), era hija de Marie Dorothée Fauré, profesora de piano y nieta del ilustre Gabriel Fauré, que se formó en el Conservatorio de Toulouse antes de trasladarse a París, en donde fue alumna de Paul  Vidal. En 1914, se presentó al Prix de Rome, aunque no fue admitida, como sí lo habían sido Jean Déré, Marcel Dupré y Raymond de Pezzer. En 1920, ganó el Premio por su cantata Don Juan, por unanimidad, recibiendo el reconocimiento de Camille Saint-Saëns, premio que ampliaría al recibido por su cantata Le  Poète et la Fée, precisamente en el prestigioso Prix de Rome, con un segundo premio. En el espacio de sus composiciones, destacan las compuestas sobre textos de Baudelaire, Paul Verlaine, Franz Toussaint, Marceline Desbordes- Valmore, llegando a acompañar al piano a la  soprano Ninon Vallin. Mencionaremos su ópera inacabada Tlass Atka ou le Pays Blanc.

El Trío Arume, formado en el Conservatorio de A Coruña, está integrado por María Meléndez (clarinete); Laura Ros (chelo) y Romeu Tembrás (piano) y para ellos, el Primer movimiento del Trío Op. 11, en Si b M., de Ludwig van Beethoven, obra que deja opción para tratamiento con violín, en lugar del clarinete, obra que en este Allegro con brio, se anuncia con una pretensión garbosa para permitir en el Adagio siguiente una visión igualmente entusiasta. Página idónea para el lucimiento de la clarinetista, un capricho pues para lucimiento en toda su gama, en contraste claro con la chelista. La fecha de datación sería resulta por la aparición de un anuncio publicado en el Allgemeine Musikalische Zeitung, el 3 de octubre de 1798. La obra hará pareja con otras composiciones para piano y viento, menos frecuentes, se trata del quinteto Op. 16 y que para avezados analistas, resulta un solapado homenaje a Mozart, el trío en igual medida, no se eleva por encima de los escuetos estilismos del siglo XVIII.

 Candor Piano Trío: Weronika Bagniewka (violin); Ignazi Krzminski- Iwan (chelo) y Julia María Figueres- Heinz (piano), también contribuye a descubrir a Philippe Scharwenka, en el Trío para piano nº 1, en Do m., Op. 100, en su tiempo Lento tranquillo, un compositor perteneciente a una saga de músicos, compositor y pedagogo (1847/1917), alumno en su tiempo de la Akademia Kullak, de Berlín, y que llegaría a ejercer la docencia en la misma academia, hecho que se confirmará con su hermano Franz Xaver, quien probará fortuna en su traslado a Nueva York. Philippe destacará en la composición por obras como Sakuntala, para solistas, coro y orquesta, una serie de trabajos sinfónicos dentro de la tradición germánica; un Concierto para violín y una apreciable cantidad de obras camerísticas como la que tendremos en el concierto de hoy, obras para violín y piano; viola y piano; chelo y piano, quintetos y combinaciones similares.

De los profesores del curso, Claudio Martínez Mehner y William Carter (chelo), con el Primer movimiento de la Sonata Arpeggione, D. 821,  de F.Schubert, conocida composición dedicada por encargo para ese instrumento curioso un tanto relegado por la posteridad, por lo que actualmente suele interpretarse con chelo. Johann Georg Staufer (1778/1853), fabricante vienés de instrumentos de cuerda, construyó ese instrumento para esa especie de violín (por su forma)  y de guitarra (por el número de cuerdas), que llevará el nombre de arpeggione, o también guitarra- violonchelo o guitarra de amor. El primer movimiento Allegro moderato, en La m., con un primer tema melancólico expuesto al piano y repetido de inmediato por el arpeggione (chelo), siendo este el que expone el segundo tema, más vivo y danzante. El desarrollo tras un tema anunciado del primero, será llevado por el arpeggione (chelo), dentro de un clima inquietante camino de la reexposición, marcado en lo fundamental por el instrumento de cuerda.

Anna Gebert (violín) y Claudio Martínez Mehner (piano), pondrán la guinda con la Sonata para violín y piano Op. 18, en Mi b M.- segundo movimiento-, de Richard Strauss, una de sus creaciones camerísticas de mayor divulgación entre los músicos entusiastas de este legado, un tanto a la sombra de sus grandes obras y poemas sinfónicos, géneros en los que marcará pauta y que en obras como esta pasaron por los estudios de grabación por artistas como Jascha Heifetz/Brooks Smith; Kyung-Wha Chung/ Krystian Zimermann; Gidon Kremer/ Oleg Maisenberg; Sarah Chang/ Wolfgang Sawallish o Ernö Sebestyén/ Wolfgang Sawallish, siempre versiones imprescindibles y de segura referencia.

Ramón García Balado

03/07/2025

Primer concierto de alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Cinco alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, a los que podremos seguir en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais- día 4, 19´30 h-, con una selección de piezas escogidas a la altura de su solvencia conocimientos, comenzando por Daniil Bogdanovsky, piano, quien nos ofrecerá Papillons Op. 2, de Robert Schumann, piezas cuya escritura parecía anterior a la anterior, las Variaciones Abegg y cuyo material podría provenir de los Valses, para el teclado a dos manos y de las Polonesas, a cuatro manos, que quedarán inéditas. Las fuentes literarias tendrán una singular importancia, marcando una época clave en su evolución estilística. Una inspiración en la que  valdrá recordar Flegeljahre (Edad ingrata), relato de J.Paul Richter, con tres personajes principales: Walt (su alter ego) y contrario); Vult- prefiguración de los emblemáticos Eusebius y Florestan, testigos de sus desdoblamientos de carácter y Wina, la joven deseada. El conocimiento de la escena postrera de Fledeljahre, un fantástico e irreal baile de máscaras durante el cual, para enervar los enfrentamientos de ambos hermanos, parece irrenunciable para la total comprensión de este serie de doce piezas breves, precedidas por una introducción de solamente seis compases y cuya estructura musical no ofrece en cuanto a sí mismo ningún problema.

Enoch Wong (piano), entregará la Fantasía en Fa m. Op. 49, de F.Chopin, estrenada en la Salle Pleyel parisina, en interpretación del propio Fryderyk, para notables estudiosos, su obra más genial por su perfección y rotundidad expresiva, obra propuesta a partir de un solo halo y nacida como una improvisación en dedicatoria a sus principales discípulas, entre las que tendrían acogida George Sand, a pesar de un sufrido enfrentamiento entre ambos. Una obra en la que ensaya su personal visión del peso de las grandes obras, apreciada por su extensión y por su alusión a un talante ciertamente poético y de perfiles misteriosos lo que llevaría a llevar el sobrenombre de Quinta Balada de Chopin. Fruto sin duda de su primera madurez, obra de un artista dominador de un lenguaje expresivo y plenamente seguro de sus pretensiones gracias a su aparente desorden en ciertos pasajes.  Momento fecundo, en un verano apacible de Nohant, residencia de George Sand, compartiendo vivencias  con Katherine von Souzzo, encarecida alumna suya. En París, la obra se daría a conocer como Fantaisie por le piano Op. 49, editada por Chez Maurice Schlesinger, en 1841

Tom Paus (piano), con una obra menos frecuente de Ludwig van Beethoven, las 10 variaciones sobre La stessa, la stessissima, Woo 73, en Si b M., tomada de la ópera Falstaff, de Antonio Salieri, obra nacida en el tiempo de su Sonata Op. 13 (Patética) y el Cuarteto Op. 18. Nº 1, tomando como motivo el aria contenida en la ópera Falstaff o las tres burlas, de Salieri, a quien nuestro músico había dedicado las sonatas para violín y piano Op. 12, una ópera que tendría su estreno a comienzos de 1794 y que sería dedicada a su alumna Babette Keglevich. Las piezas en concreto no tuvieron una buena acogida. Para el Allgrmeine Musikalisches, se comentaría sobre las piezas: El Sr. Beethoven sabe tal vez improvisar, pero decididamente no sabe contruir buenas variaciones. Tranchefort confirmará: Aquí reina, en cambio, la más grande fantasía y el placer de escribir por pura diversión pianística. Una vez más, es la irregularidad métrica la que connota estas brillantes variaciones irregulares que encontramos en el pequeño Lied, en menor; en el fugato y en el Adagio, de serena belleza. También Piero Rattalino testimoniará sobre la obra: Al menos cuatro de las diez variaciones sobre un tema de Salieri- la segunda, la sexta, la octava y la novena- parecen pensadas para instrumentos de cuerda, mientras que la octava en modo menor, parece pensada para quinteto de cuerda, en la primera y tercera variación. Especialmente virtuosística, aunque sus límites no exceden las posibilidades del aficionado, es la décima variación que se prolonga a modo de Finale.

Leonnie Trips  (violín), con dos obras. El Caprice nº 23, de Niccoló Paganini, la serie de sus 24 Caprichos, editados en Milán por Riccordi (1820) y en dedicatoria personal a artistas concretos , con afinidades formales que nos trasladan a los modelos del XVIII, con modelos como los Op. 3 (El Arte de violín) de Locatelli. Un conjunto de caprichos sobre fragmentos de concierto que resultan especialmente brillantes y sorprendentes logrados gracias al cuidado tratamiento de todos los problemas propios a la técnica del instrumentos. La obra de este personaje está dedicada en preferencia al violín y a la guitarra, con ejemplos apabullantes como La Carmagnole- para violín y guitarra (1795). Cada uno de sus Caprichos, quedará construido por varios episodios contrastados y en encadenamientos consecutivos. El elegido, es el último de la serie que prepara la entrada del Nº 24, en La m. escrito a partir de un tema sencillo e irregular, con variaciones de bravura sobre el stacaro

Johann Sebastian Bach-Partita nº 2, BWV 1004, con dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, La Sarabanda, en ¾ , precediendo a la Giga y a la portentosa Chaconne, es idea de cómo de cómo el autor intercala esta página peculiarmente emotiva, a través de la importancia de de breves pasajes improvisados que de alguna manera responderán a la serie de acordes acentuados, permitiendo el salto a la Giga, en 12/8, animada por pura evidencia gracias a los dispersos matices que no dudan entre los aires de forte y piano, tan apreciados por el maestros. Las obras para violín solo, en el reparto entre las Tres sonatas y las Tres partitas, son la prueba fehaciente de una profunda querencia en un período trascendental, mientras se preocupara de sus compromisos en Weimar y Köthen, con el beneficio añadido del cuidado de excelentes relaciones con maestros como Johann Paul von Westhoptt, uno de los genuinos representantes del estilo polifónico adaptado al violín.

Jacobo Nieto (violonchelo), para completar esta primera jornada de alumnos, quien se decide también por Johann Sebastian Bach, con la Suite n º 2 , para chelo solo, en dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, tendencia que el compositor sabría dinamizar tras los precedentes italianos fomentados por Domenico Gabrielli y Giovanni Battista Degli Antonio y que nos dejarán un grupo de seis suites con notables lagunas en cuanto a las fechas de composición dejando para la posteridad copias que quedaron confiadas a Anna Magdalena, su segunda compañera y a Johann Peter Kellman, un prestigiado organista y amigo suyo. La Sarabanda, en ¾, aparece intercalada entre la Courante y los dos menuets, para ofrecernos una pieza de expresión grave, abocada a un estado de ánimo sereno; la Giga, en 3/8, tiempo final, se muestra tenso, con un colorido sombrío, destacando la quinta y la séptima disminuida descendentes que articulan el tema desde el comienzo.

Ramón García Balado


01/07/2025

Un paseo de confraternidade con la Banda Municipal, en A Praza das Praterías

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal con su titular Casiano Mouriño Maquieira en A Praza das Praterías- día 3, a las 20´00 h-, con un programa que abarca desde compositores españoles a un par de norteamericanos para llegar al final con dos piezas de Enrique Saavedra Castro. Vicente Terol, con el pasodoble Las provincias en arreglo de Arturo Terol. Un entorno familiar de compositores muy activos a comienzos del XIX y que en el caso que nos interesa, Vicente, compuso parte de su legado mano a mano con su hermano Arturo. Del catálogo conjunto, merecen destacarse obras como La  canción del pirata-zarzuela-; El hechicero de Sevilla- sainete-; El abre del pecat; Damas en juego- de José Terol o también del mismo Los dragones. Estilos que se manejaban dentro de un tradicionalismo que se reflejaba especialmente en las formas líricas de la zarzuela.

Manuel Palau (1893/1967)-Coplas de mi tierra- músico   que tuvo como maestro a Eduardo López- Chavarri antes de completar su formación con Charles Koechlin (armonía y contrapunto), en París, ampliando en composición con M. Ravel y J.Ibert y con Albert Bertalin, en formas musicales. Fue director del Conservatorio de Música de Valencia, teniendo como alumnos a Vicent Garcés, Miguel Asins, Alfonso Blasco, José Mir o José Báguena. Destacó como musicólogo, dejando trabajos como Elementos folklóricos de la música valenciana, recibiendo el Premio de la Diputación Valenciana. En el ámbito de la dirección orquestal, había comenzado su carrera en las Bandas de Liria y de Moncada, fundando la orquesta de cámara sinfónica Pro Arte, siendo invitado para dirigir formaciones como la Banda S. de Valencia; el Orfeó Valencià; la Sinfónica Madrileña o la O. Clásica de Madrid. Su estilo se caracterizó por esa estética valencianista entre ciertas innovaciones que le acercaban a las corrientes impresionistas y reconocimientos a las vanguardias emergentes. En 1927, año particularmente reseñable por la influencia de Góngora, tan presente en la Generación del 27, le animó a recurrir a poemas suyos para componer su obra Gongorina, inspirada en letrillas que años después, se confirmará en Atardecer (1945), dentro del mismo estímulo creativo.

Alfred Reed-Divertimento for flute and Band (1998), del que será solista Nuria Valero-, compositor frecuente en las programaciones de nuestra Banda Municipal, autor ciertamente prolífico con trabajos tan representativos como A Ceremonial Fanfare (1971); Rahoon (para clarinete y banda), de 1966; A Jubilante Overture (1970); A Northern Legend (1972); Armenian Dances, inspiradas en el folklore de aquellas tierras lejanas, recopiladas por Komitas Vardapet; In Memoriam, an Elegy for the Fallen, obras que se entremezclan con las composiciones de talante sinfónico  de este neoyorquino cabeza visible de toda una generación que ayudó a crear escuela después de la II Guerra Mundial por su oficio con Banda musicales, recibiendo galardones como The Luria Prize (1959) compartido con su calidad de miembro de Phi Mu Alpha Sinfonia, de ambiciones filantrópicas.

Luís Serrano Alarcón- Res levissima (en estreno)-profesor del Conservatorio Superior de Música de Valencia y que había recibido las influencias de José Mª Cervera Lloret, J. Mª Cervera Collado, Javier Barranco y en la Sociedad Musical La Artística, de Chiva, Dirigió formaciones como el Centro La Primitiva de Alborache (1993), la propia Soc. Artística de Chiva (1996/9); el Centro Artístico de Musical de Bétera (2006/14), con el que recibirá la invitación para participar en la WASBE Conference de Cincinatti (USA), en julio de 2009, que le supondrá encargos que le llevarán hasta países de Latinoamérica y agrupaciones como la Philharmonic Wind (Singapur) y la Band Directors Association (Hong Kong). Fue solicitado por la Southeastern Conference Band Directors As., para componer la obra Preludio y Danza del Alba, para  quinteto de metales y banda sinfónica (2006), que tendrá continuidad en La Dama Centinela (2009).  La Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana, le otorgó el Premio Euterpe, por esa misma obra.  Duende, será premiada en 2011, logrará un Primer Premio entre las obras clásicas. Compuso un musical Invisibles, los niños en el tiempo, estrenado en el Espai La Rambleta, en puesta escénica de Utem Escola de Música y desde 2017, ocupa la plaza de director de la Banda Sinfónica La Unión Musical Santa Cecilia de Villar del Arzobispo. Entre sus obras sinfónicas, destacan Memorias de un hombre de ciudad; Marco Polo, la Ruta de La Seda;  Inovocación (Revisitando El Puerto); Concertango, para saxo alto, trío de jazz y banda o el Concerto for trumpet and wind ensemble

Robert Russell Bennett- Suite for American dances-un compositor en la corriente de los grandes maestros del musical americano, desde Jerome Kern, a Irvin Berlin, George Gershwin, Cole Porter o Richard Rodgers, llegando a colaborar con algunos de ellos, en especial con Gershwin, como arreglista, viviendo los mejores años del género por excelencia en sus años de eclosión, como certifica la obra elegida. Fue alumno de Nadia Boulanger y recibió en un par de ocasiones los Premios Tony (1957  y 2008), un perfecto modelo de sus cotidianos trabajos realizados entre Broadway y Hollywood, mano a mano con los compositores mentados, una perfecta garantía para un compositor que encontraba ahí su espacio natural.  Su obra en su conjunto, resulta fácilmente reconocible aspecto que no ayuda a ubicarle en un medio natural propicio gracias a sus padres; su padre violinista de la O. de Kansas y su madre una cualificada pianista que ayudó a cimentar su carrera desde muy joven. Destaca entre sus registros discográficos las colaboraciones con el Eastern Wind Ensemble en un complemento de arreglos orquestales de como Shall we dance, Porgy & Bess o A Symphony Picture (Gershwin); Oklahoma (R. Rodgers); Shaw Boat (Jerome Kern) o la Song for Symphonic Band

Enrique Saavedra Castro- Impresiones gallegas, en dos de sus piezas: Rías Baixas (la tercera) y Brincadeira (la quinta)-, compositor que no deja de suscitar interés en alguna de las piezas de esta suite, compuesta de cinco páginas definitivamente costumbristas y que recibieron un tratamiento de revisión del maestro Joam Trilho, obra que en otras citas de concierto se escucharon en interpretaciones de nuestra Banda o en la de la Banda Sinfónica Municipal de  A Coruña. Viceiro Filgueira, también incorporó la obra para un concierto ofrecido con la O.S. da Escola de Viana do Castelo

Ramón García Balado

Helix Trio y el Trío Defilló, en el IX Curso Airas Nunes

Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Concierto en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais)- día 3, a las 19´00 h., con el protagonismo de dos agrupaciones invitadas, el Helix Trío y el Trío Defilló, cada una con una obra en programa.  El Helix Trío, que viene de colaborar con el Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa, ofreciendo en agenda el Trío para piano nº 2, en Si m. Op. 76, de J. Turina; el Trío para piano nº 1, en Do m. de Dmtri Shostakovich  y el Trío en Mi b M. D. 929, de Franz Schubert, fue una de las actividades de importancia de ese certamen, en el que también destacaron el Cuarteto Bennewitz, el Spanish Brass Ensemble, el pianista Luis Fernando Pérez, el grupo Al Ayre Español, de López Banzo, Isabel Villanueva & François Dumont o la gala de la soprano Miren Urbieta-Vega, con la O. Gaos, de Fernando Briones. Helix Trío, formado por Jaume Angelés (violín); Iago Domínguez (chelo) y la pianista Paula Belzunegui,  fue nominado Ensemble Emergente del FestClásica (2024), lo que les facilitaría su presencia en los festivales de mayor arraigo del país, recibiendo galardones como el Premio BBVA de Música de Cámara Monserrat Alavedra, y el Filippo Nicosia, de Italia, a los que se añadían el ORPHEUS Swiss Chamber Music Competition (Suiza), y el Concurso La Fiama (Barcelona). Formado en 2022 en la Hochschule für Musik FHNW Basel, recibieron invitación para participar en el Piano Trio Fest (Berna); el Swiss Chamber Music; el Fest. Adelboden, antes de presentarse en el Palau de Música Catalá y participar en las IMS Prussia  Cove Masterclasses y en la Ac. Int. de Música de Cámara, de Vic.

Antonin Dvorak, con el Trío nº 4, Op. 90 (Dumky), estrenado en Praga, obra compuesta de seis dumky (plural de dumka), pieza reflexiva en su contexto, lírica y ensoñadora de un lirismo a flor de piel, cercana a la rêverie o la alemana Träumerei, en la que descubrimos esencias del espíritu del Lied o la beceuse, expresando por ello un estado anímico preciso merced a su notable romanticismo. El  autor, como en el caso de Schubert, en sus Ländler, conserva el talante de la dumka de origen eslavo por ese ambiente melancólico, suscitando una sensibilidad romántica, auspiciada por una libre improvisación impregnada de caracteres caprichosos y cambiantes, construidos sobre motivos eslavos, tanto versátiles como imaginados. El uso de intervalos irregulares (terceras y séptimas menores y mayores), el hecho de proceder a menudo por repeticiones, aunque haya cambio instrumental y por acumulación de energía, evitan el tener que desarrollar los temas según los procedimientos clásicos de la sonata, aunque deje la impresión de que sigue esa forma. Los avezados en su estilo creativo, apuestan por la idea de dumky, tal como debe escucharse según sus tiempos, pero para el especialista Alec Roberston, tales tiempos se desplegarán en un total de seis, desde el primero a través  de un canto del chelo acompañado por sextas al teclado, para pasar al segundo, Poco adagio, con trémolos al aire de danza; el tercero, en  el que el piano propone una serena y luminosa frase; el cuarto, una especie de berceuse, que va del piano a las cuerdas; el quinto, en el mismo tratamiento de Dumka, Meno mosso, en su episodio central marcado por diversas tonalidades que preparan la coda, dejando un puente hacia el sexto, Lento maestoso que remite al comienzo para acelerar el tiempo hacia un Vivace, expresado por el violín y el chelo. Un momento febril, se diluye en una indolente dumka que respira en una aspiración en un arrebato final, que concluye en un estado que nos acerca al Quinteto con piano B. 155.


El Trío Defilló- Schumann: Trío con piano, en Re m. Op. 63- integrado por Gullem Armengol Tort (violín), Martina Armengol Tort (chelo) y Ramón Serra Bispo (piano), recibieron el Premio La Flama, de Juventudes Musicales de Catalunya y actuaron en certámenes como el Atlántida, de Vic; el Fringe de Torroella de Montrí;  Rittersaal (Castillo Weikorgsheim), Obtuvieron La beca de Jeunesses Musicales Deutscheland, tras seguir las docencias de los hermanos Abel y Arnau Tomàs; los Cuartetos Casals y Gerhard, Gregor Sigl (Cuarteto Artemis) y Oliver Wille (Cuarteto Kuss),  y asistir a curso de Angelika Merkle, Heine Müller, Bruno Canino.  Schumann- Trío con piano, en Re m. Op. 63, Triofreude- para al autor, en sus cuatro tiempos, comenzando por el tiempo Mit Energie und Leindenschaft- con enérgica pasión-, que se abre de forma impulsiva como canto de desesperación en el que el hombre se enfrenta a divinidades y fuerzas invisibles, a partir del chelo, una idea fija en el compositor que trasmitirá a lo largo de todo el movimiento. Reaparece una idea constante en un a modo de visión mística y obsesiva con afinidad cercana al Fausto o a Manfred que ayudan a pacificar un alma atormenentada sobre acorden tranquilos en tresillos de corcheas, en el registro agudo del piano, el violín y el chelo.

Lebhaft, doch nicht zu rasch (Animado, pero no demasiado rápido), segundo tiempo, especie de scherzo en el relativo de la tonalidad principal, enfrenta a los arcos a distancia de octava, en diálogo con el piano. Serán los esbozos conservados costarían esfuerzos para el autor quien pretendía un trabajo contrapuntístico arduo, una de sus obsesiones en el ámbito camerístico al que definitivamente acabaría abandonando, descartando la posibilidad de un segundo trío, pensado para la temática del movimiento lento, alternado con el primero.   Langsam, mit inniger Empfindung (Lento, con un sentimiento íntimo, cumbre  de la poesía con este estilo de Nénie, sencillo lamento de curiosa concentración y que se construye en forma de Lied, en la tonalidad de la  dominante menor, basada en un tema puramente instrumental (y no vocal), curiosamente sincopada, resuelta por el violín de manera ligada con el tema del primer movimiento, recreándose en las sonoridades del instrumento. El piano se expresa de forma rítmica y armónica.   Mit Feuer (Con fuego), tras una aparente y equívoca forma de un rondó, el piano se entretiene con modulaciones para ceder la entrada a otros temas en los que el chelo retoma el protagonismo principal. Un tema de importancia apura los motivos que preparan la coda acelerada, sosteniendo el furor anunciado.

Ramón García Balado

Brunetti, Joaquín Turina y Julián Bautista

 Auditorio Fontán, Cidade da Cultura Concierto bajo el título Turina al lado de dos perlas escondidas , para un cuarteto integrado por el vi...