21/02/2025

Da Praza da Música a Rosalía de Castro con la Banda Municipal, en el Teatro Principal

 Teatro Principal, Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal dirigida por Casiano Mouriño Maquieira en colaboración con Cantigas e Agarimos que dirigirá Xaquín Xesteira, en el Teatro Principal- día 23, a las 12´00 h., para un programa  homenaxe á Rosalía de Castro por la selección de obras elegidas. Xaquín Xesteira, se formó en la Sociedad Cultural de Cambados, en materias de gaita y tamboril, para proseguir en los dominios de la gaita en el Conservatorio Profesional Superior de Vigo, teniendo como maestro a Nando Casal, miembro del grupo  Milladoiro y a Carlos Núñez. Fue dinamizador de Os Faiscas de Solobeira y cofundador Treixadura, además  de miembro de la Banda Municipal de Castrelo. En su trayectoria, colaboró con  Fuxan os Ventos; Na Lúa y Son de Seu, agrupación en la que tendría labores de dirección artística en distintas materias desde canto, a trabajos instrumentales de gaita, percusión, en labores de profundización en géneros folk. Destaca precisamente en trabajos de dirección con Cantigas e Agarimos, desde 2015, publicando el registro Corazón Aberto (2018), además de publicar un Método de gaita galega  (Edicións do Cumio), que cuenta con varias ediciones.

Cantigas e Agarimos, en este homenaxe á Rosalía de Castro, es agrupación fundada en 1921, la  histórica por excelencia que ha sobrevivido a períodos ciertamente amargos para su subsistencia, un proyecto que tuvo como primeros impulsores a Bernardo del Río Parada, Salvador Cabeza de León, Enrique Sánchez Guerra y Camilo Díaz Baliño, lo que la sitúa como una de las más antiguas del panorama nacional, dentro de su ambición de recuperación de las tradiciones autóctonas. A comienzos del s. XX, el grupo se había forjado merced a la iniciativa del llamado Orfeón La Artística  y del Orfeón Valderde, de la capital compostelana, bajo la presidencia de Salvador Cabeza de León y la titularidad de un jovencísimo Bernardo del Río, pensando entonces en el nombre posible de Coro Queixume dos Pinos, debiendo esperar hasta la fecha mentada para encontrar el nombre que le convertirá en histórico. Para sus comienzos, la necesidad de buscar un espacio que le diese acomodo y que sería la Unión Protectora de Artesanos, el 29 de julio de 1921, presentándose ante la ciudadanía en el Teatro Principal y en La Alameda. En 2007, con el transcurso de los años, en su octogésimoquinto aniversario, se presentó con el espectáculo Na Algalia de Arriba, llevado a distancias villas de la C.A., dentro del Ciclo Danza 3, y en 2011, la colaboración con la  O. X. da Promoción do Programa de Promoción e Difusión do Camiño Xacobeo (2010), coincidiendo con el estreno en Galicia del espectáculo Como cho conto, de Os vellos non deben namorarse, de Castelao, con el espectáculo Lela.

Programa que se iniciará con el pasodoble Sete rosas, de Alejandro de Río Fernández, maestro ourensán,  que destacará por la serie de sus marchas procesionales, producto de  sus compromisos con distintas cofradías a las que se añadirán en especial pasodobles como el que esta matinal de escuchará y de los que dejará otro ejemplo como Botafumeiro, de quien había sido director de la Banda Municipal de Celanova, a finales de los ochenta, entre otras agrupaciones como la de Alongos y Merza, una vida de intensa dedicación voluntariosa que le convirtieron en un nonagenario activo e inquieto, llegado a ser invitado con su Banda de Celanova, a participar en certámenes como los de la ciudad catalana de Rubí o las de las Fallas, en Valencia. Para seguir, la Alborada de Rosalía de Castro, pieza de tradición popular, en arreglo de Marina Vigo y la Foliada de Santiago- letra de Manuel Rey Pose-, y arreglo de Xaquin Xesteira,  del maestro Bernardo del Río Parada, del que Beatriz Cancela Montes en su trabajo La Banda Municipal de Santiago (Música en las compostelanas rúas), editado por Andavira y el Consorcio de Santiago, recordaría que llegaría a nuestra ciudad con ansias de ampliar su formación artística asumiendo la responsabilidad de profesor interino para cubrir la plaza vacante de segundo clarinete a tutti, en Si b., compaginando responsabilidades en el Conservatorio. Una etapa que le cubrió entre los años 1936/44.

Juan Montes-Negra sombra-sobre la poética de Rosalía de Castro, considerada como uno de los  himnos oficiosos de Galicia, procedente de Follas Novas, ganador de un certamen con dos primeros premios y convocado en Pontevedra, gracias a la iniciativa de la Sociedad Económica de Amigos  del País; Montes, apreciado y muy prestigiado, había logrado en 1892, un gran reconocimiento como compositor y director del Orfeón Gallego, por su actuación en certámenes que le habían llevado desde Santander, Bilbao, La Habana e incluso nuestra ciudad. Fechas en las que daría a conocer la marcha de procesión para banda sobre el himno de la Iglesia Ave Maris Stella y otras obras de menor importancia.  Pandeirada do Grove, música de M. Iglesias y letra de Crisanto Sanmartín, con arreglo de Xaquín Xesteira, preparará la escucha de Rosa de Abril, de Andrés Gaos, con arreglo de Xosé L.Represas. Obra póstuma del lucense compuesta en su último año de vida, pieza en una sola sección que se repite, en forma de aria da capo, perteneciente a los Cantares gallego que el músico conservaba en su biblioteca y que gozaba de las preferencias de Luisa Guillochón. Pieza en Fa M. y en forma de Andante, bastante lenta. Se conserva una copia para piano solo quedando como romanza para piano.

Airiños, airiños, aires, página tradicional en su fundamento que motivará el interés de Bernardo del Río, sobre la poética de Rosalía de Castro, y un arreglo de Xaquín Xesteira, quien estará presente a otras de las piezas de esta sesión. Es el caso de Muiñeira de Rubiás, tradicional o el Himno á gloriosa Rosalía de Manuel Valverde, con poema de Ramón Cabanillas; la Foliada da Ribeira de Piquín, del propio Xesteira, para seguir con O Carro, de Baldomero Iglesias (Mero), a quien asociamos con años boyantes de los grupos folkíes, en este caso por Fuxan os ventos-1972/83-, junto a su compañero Xosé Luís Rivas (Mini), con quien hará dúo en A Quenlla, dejando como testimonio más reciente 50 anos de Fuxan os ventos, quixo o páxaro pousar na póla o seu nicho. Mero es autor de poemarios como Na lonxitude do tempo; Recordos de luz e sombra; Doce ducias y partícipe en la recopilación 150 Cantares de Rosalía de Castro y Recendos de luz e de sombra. Ruada de Chamosa, también popular recuperada por  Baldomero Iglesias (Mero), para una visión coral de Julio Domínguez según arreglo de Xesteira, quien dará argumentos musicales en el final, cerrando con la  Foliada Mariñeira, recopilada por M.Iglesias a la puso letra Crisanto Sanmartín

Ramón García Balado

17/02/2025

Amandine Beyer: Efusividad y entusiasmo

 Santiago de Compostela, 13 de febrero


 Amandine Beyer se congratuló de la experiencia compartida con alumnos de la EAEM en el preconcierto ofrecido en la Sala Mozart por los rendimientos a partir de obras de barrocos como G.Torelli, Ernesto Felice Dall´Abaco, G.P. Telemann o A. Vivaldi, en dos conciertos, con el añadido de la complicidad asumida de cierto tratamiento y enfoque de las piezas elegidas, a tenor de los intérpretes comprometidos por segunda vez tras la cita en la que la chelista Nadège Rochat, sería protagonista de la  Dance for Cello and Orchestra de Anna Clyne. Amandine nos ofreció en su primera aportación como artista en residencia, un programa netamente francés, en un alarde de dominio y conocimiento, en el que pudimos escuchar obras de Jean-Féry Rebel, serie de piezas que integraban su composición Les Élements; Elisabeth Jacques de la Guerre, a través de una suite de Céphale et Procis, y otras suites tomadas de Jean-Marie Leclair, de su Scylla et Glaucus y Jean-Philipp Rameau, por extractos de Zoroastre, Les Fêtes d´Hébé y Acante et Céphise. Amandine, promotora de su grupo Gli Incogniti, especializado en instrumentos y planteamientos de época, consigue una excelente adecuación a distintos criterios como el que ya pudimos observar con nuestra Real Filharmonía de Galicia, artista que presenta a su formación por festivales de prestigio y que, a mayores, ha colaborado con la coreógrafa Anne- Teresa de Keersmaeker, directora de la Compañía de Danza Rosas, para promover el espectáculo Partita 2, con presencia en la Cour d´Honneur, del Palacio de los Papas, de Aviñón. Fue su principal maestra Cliara Bianchini, en la Schola Cantorum Basiliensis, a la que sucederá en responsabilidades docente.

Para esta segunda comparecencia, figuras como la de Marianne von Martínez, compositora que reservó para el final, esa vienesa de ascendencia española, ya tuvo obra suya en el concierto de la pianista Noelia Rodiles, dirigió por Nil Venditti, compartiendo cartel con la obertura de Las criaturas de Prometeo- L.v. Beethoven-; el Concierto para piano, en La M. K. 414, de W. A. Mozart y la Segunda Sinfonía, en Si b M. D. 125, de F. Schubert. Marianne, nos dejó una obra juvenil, el Concierto para piano, en La M., su figura, fue tratada por Ernesto Monsalve en su trabajo Salieri. El hombre que no mató a Mozart. Marianne von Martínez (1744/1812), había sido considerada como la Pequeña española, compositora cantante y pianista; alumna de Haydn y atenta cuidadora de Metastasio, en sus últimos días, convirtiéndose en heredera suya, junto a su hermana, llegando a crear una escuela de canto, además de asidua de las veladas organizadas por Antonio Salieri. Nicolás von Martínez, español en el exilio tras la Guerra de Sucesión, tuvo la fortuna de compartir con su familia el entorno artístico de Metastasio y F.J. Haydn. El apellido von, vendría como un laurel que el trono germano otorgó a su leal servicio. Cuántas veces estuvo Salieri en aquella casa de los Martínez, sita en la Michaelerhaus, de Viena, imposible de contar. También el apreciado Salieri pudo conocer y trabar amistad con los próceres artísticos y políticos del momento. La relación entre Marianne y Salieri, fue por tanto inevitable, y no resulta sorprendente que la una tuviera en el otro- siempre agradecido con las gentes y las familias de quienes le mostraron alguna vez su apoyo-, a un aliado y un colega. De hecho, Salieri, escribió en 1773, dos conciertos para piano y orquesta, en Do y en Si b, respectivamente, que sin duda fueron alguna vez interpretados por Marianne. Ella, además de ser una de las compositoras, cantantes y pianistas, más prometedoras de su tiempo, fue alumna de Haydn o Giuseppe Bonno y junto a la emperatriz María Teresa, un nada desdeñable paradigma feminista de la Viena imperial. Ello, sin embargo, no le libró de las tareas que entonces se imponían a su sexo, actuando como enfermera de facto de un anciano Metastasio, que, como sacerdote, no había formado una familia, y acabó requiriendo  de los servicios de jóvenes que lo atendiera, encontrando entre los Martínez a las damas para tal propósito. La Sinfonía en Do, en apreciaciones suyas y de Carme Tubío Barreira, mantenía el patrón de las llamadas Akademien, en estilo de las oberturas avanti l´opera y que en lo sustancial, se repartía en tres tiempos: Allegro con spirito; Andante ma non troppo y Allegro spiritoso. Preclasicismo en los parámetros históricos, para resaltar el diálogo contrastante y el luminoso protagonismo de la propia solista.

Maddalena Lombardini Sirmen-Concierto para violín nº 3, en La M. Op- 3-, pieza seguida en segundo lugar, era una figura nacida en Padua y muerta en Venecia (1745/1818), siendo  reconocida como  violinista y soprano, en el clasicismo temprano, requerida en uno de aquellos hospicios venecianos, L´Ospedale dei Mendicanti, que recogía a niñas huérfanas para formar parte del coro, aprender música en familia junto a muchas aspirantes, a las que se ofrecían becas para instruirlas durante un largo período. Del mismo se beneficiaría ella, única discípula que consiguió una fama internacional. En 1760, sus patronos le financiaron un viaje a Padua, para estudiar con el maestro G. Tartini (1761/4), pretendiendo distanciarse de sus obligaciones con L´Ospedale dei Mendicanti, sin llegar a conseguirlo, por la presión de sus patrones, salvo que ingresase en un convento o contrajese matrimonio. Se casó en 1767, con el violinista Ludivico Maria Sirmen, para lo que recibiría de sus patronos una sustancial dote, comenzando de inmediato importantes giras de conciertos, como los prestigiados Concerts Spirituels parisinos, dejando un libro de memorias. Fue apreciada como compositora, valoración que confirmará Leopold Mozart, que destacó localidad de su Concierto para violín, nº 1, en Si b, y que igualmente tendrá reflejo en el napolitano Tommaso Giordano, quien transcribió sus conciertos para clave y sus sonatas, que se editaron en Londres distintas etapas. La mayoría de sus obras cobraron forma antes de abandonar L´Ospedale dei Mendicanti, en 1767 y sus cuartetos de cuerda son contemporáneos de los Op. 9, de F.J. Haydn. En sus conciertos para violín, el servido en esta sesión: Allegro, Adagio y Rondó: Allegretto, condensaba todo el vocabulario que ella aprendió y desarrolló para la cuerda, con sus características basadas en el control de amplias tesituras, cadencias bien delineadas, cromatismos frecuentes  y llenos de intención, destacando los diseños formales, la explotación de dinámicas y tesituras.  Una herencia de Padua, que resume la consistencia de la forma sonata, en tres movimientos, con texturas homofónicas en lugar de contrapuntísticas, con líneas melódicas largas, que incluyen saltos de tres octavas y ornamentación que reclama una importante expresividad. Obra pues que llegaba para cubrir las apetencias interpretativas de Amandine Beyer.

 Frantisek Xaver Richter -Sinfonía con fuga, en Sol m. Op. 7-, compositor moravo con posible estancia en Italia, fue destacado violinista y compositor de obras de géneros anclados en la conocida escuela de Mannheim, de la que la historia reconocerá como uno de sus representantes, desde la etapa de maestro al servicio de Carlos Teodoro, elector del Palatinado, ya entonces como responsable de obligadas labores camerísticas, un paso previo a su traslado a la condición de Estrasburgo para entregarse a labores similares, ciudad que le acogerá hasta el fin de sus días, dejando un catálogo de obras concertantes para distintos instrumentos y sinfonías al estilo de la elegida para acompañar a las dos protagonistas por excelencia de la jornada. Dejaría por evidencia, las necesarias obras para el culto, mientras la posteridad sabrá de su testimonio a partir de su Traité d´Harmonie, que tendría traducción francesa de Kalkbrenner. Consecuencia de la impronta que le ubica dentro de la escuela de Mannheim, serán las deudas aceptadas con maestros como Niccolò Jomelli, Baldassare Galuppi, compartidas con la de C.Cannabish, K.Stamitz o Ignaz Holzbauer. También tres tiempos de riguroso planteamiento: Adagio- Allegro molto; Andante y Presto, en acatamiento del proyecto propuesto, y que para Amandine Beyer, suponía la excelente prueba de confirmación en doble responsabilidad comenzando por esa primera confraternización con los aspirantes del CAEO, de la EAEM y el ofrecido como Artista en residencia, que culminará con el reservado para el mes de mayo, entre el Centro Afundación, de Vigo y el Auditorio de Galicia, en el Segundo (En) Foco, entre obras de Henry Purcell, Peter Eötvös y J. S. Bach.

Ramón García Balado 

Amandine Beyer. Real Filharmonía  de Galicia

Obras de Marianne Martínez, Maddalena Lombardini y Frantisek Xaver Richter

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Círculo das Artes, Lugo

Víctor Pablo Pérez: Bruckner en sus indecisiones

 A Coruña - 14/02/2025

Víctor Pablo Pérez para una obra a su medida, la Sinfonía nº 2, en Do m. de Anton Bruckner, un director que estuvo al frente de esta formación desde los años fundacionales en los que compartió experiencias con la Sinfónica de Tenerife, dejando excelentes impresiones por su voluntad de abordar grandes repertorios como el operístico wagneriano como El oro del Rin o el War Requiem de Benjamin Britten, además de cuidar su presencia en los años afortunados de añorado Festival Mozart, prestigio ganado por su reputado período como alumno de Carlo Maria Gulini  y su acercamiento a Rafael Kubelik. No menos importancia, había tenido su participación con esta formación como orquesta invitada en residencia, al festival de Pésaro, mediando con fortuna la iniciativa de Alberto Zedda. La impresión definitiva durante tantos años, dejó excelentes sensaciones por lo que no resulta extraño el hecho de volver a encontrarnos con él con frecuencia, en especial con programas de gran sinfonismo.

Anton Bruckner- Sinfonía nº 2, en Do m. (A 93)-, obra que como el resto de su apartado dedicado a estos repertorios, parece un tema definitivamente no concluido al que no es ajeno esta composición, provocando permanentes polémicas en cuanto a la aceptada como de referencia. Tras el estreno de esta obra, Johann Herbeck le convencerá para que hiciese considerables alteraciones en vista a una prueba ante los aficionados en 1896, tema que recuperaremos cual insuperable obsesión en otras obras, asistiendo a las sugerencias bien intencionadas de compañeros como Josef Schalk o Ferninand Loewe, en lo relativo a la propia orquestación. Un permanente escollo que, en resumen, acabará con afortunadas conclusiones actualmente perfectamente asimiladas.  Herbeck fue particularmente insistente en este asunto de los cambios internos y en profundidad. Aspectos como el cambio de título en el Adagio, y las diversas indicaciones de tempo e ideas de planteamiento en otros movimientos, no tienen especial importancia, ni tampoco la serie de voces subsidiarias en el Finale. Al margen queda la excluida primera versión revisada del autor y Herbeck, de 1892, editada por Doblinger en 1892, por diferir ampliamente con la  de Nowak (Sociedad Bruckner del autor), elegida para el concierto de la jornada.

Densa como el resto de sus ambiciosos sinfonismos, partimos del Ziemlich schnell (Moderato), con un tema de chelos sobre un aletear de violines y violas, dentro de un pasaje melódico que anunciaba la entrada de trompas y una trompeta que lograba imponer una base rítmica fundamental para el desarrollo del tiempo, que presumía un sustento enriquecido muy peculiar en el tratamiento de un estilo que será perceptible en el resto de sus composiciones. Siempre y a tener en cuenta, una armonía enriquecida en calidad de aspecto unificador, mantenida por claras transformaciones que acabarán encontrándose en un pianissimo de clarinetes, fagotes y trompas. Pulsaciones de timbales y una sencilla pausa, habían precedido a la entrada  del segundo tema cantábile, enunciado por chelos y a un tercero a cargo de clarinetes, flautas y oboes, sujetos por necesidad a expresivas transformaciones. Un enfrentamiento permanente entre instrumentos solistas, se abocaba a una especie de efusión épica en su vuelta al comienzo del Moderato, en un tutti de solemne expresividad.

Feierlich, etwas bewegt (Solemne y poco animado), en forma de Andante,  abundó en el temperamento bruckneriano de una composición cargada de ansiadas connotaciones, esencialmente por ese talante meditativo que resultó tan propicio para quien se confiesa devoto del autor; la importancia de las figuras melódicas y armónicas puestas en planteamiento por los violines y el resto de las cuerdas con respetuosa traducción sonora por oboes y trompas con argumentos de clara expresividad, mientras que las cuerdas mantuvieron cierta primacía gracias a un tratamiento en pizzicato. Un solo de fagot, no dejaba de ser un elemento gratamente contrastante, en preparación de detalles tomados en plenitud de obras precedentes como el Benedictus, de la Misa en Fa M., obra concluida mientras trabajaba sobre esta sinfonía. Un apunte de cálida resolución, será expuesto por un solo de trompa, recibido en sordina por las cuerdas.

Schnell (rápido), para el espacio del Scherzo. Indicado así por Haas o Mässig schnell, por Nowak, resumía la discrepancia en las posibilidades reales para la elaboración del tiempo, enmarcado por su asentamiento en la percepción de su dimensión sonora, en la que el trío remite sin condicionantes al estilo de un popular ländler, ensoñador por necesidad gracias a la aportación de las violas, a las que responderían  segundos violines, clarinetes y chelos, un Bruckner, en su ideario en estos enfrentamientos insalvables con sus urgencias sensible.

El Finale Mehr schnell (más rápido), siempre insistiendo en el ámbito de estos parámetros, también se propuso desde un Moderato inicial que facilitará el desarrollo de tres temas, observando en los dos primeros claras dependencias estilísticas y temáticas hasta los aspectos más reconocibles, marcados por la aparición de un ostinato, procedente del comienzo de la sinfonía. Los elementos unificadores especialmente hacia el final de este tiempo, se ya se había encontrado en el desarrollo y que se recuperaban en la coda. Para una clara conformación, la importancia que durante este tiempo, tiene la base rítmica mantenida desde la entrada de la coda. Una serie de emparejamientos con otras composiciones, aparecen en el Kyrie de la Misa en Fa m.,  con el resultado de una conclusión rica, para esta sinfonía que Bruckner,  estrenará el 26 de octubre de 1873, en Viena, con un recibimiento clamoroso. Bastará con recordar el permanente problema textual presentado por las diferentes sinfonías en su acabado y resolución, verdadero escollo para la musicología, asunto del que en buena medida, será el responsable real por sus obsesiones e irrefutables dudas.

Ramón García Balado

 

Orquesta Sinfónica de Galicia / Víctor Pablo Pérez

Anton Bruckner: Sinfonía nº 2, en Do menor

Palacio de la Ópera, A Coruña

Del Puerto: A solas con Marilyn, clínica de una autodestrucción

  Santiago de Compostela - 04/02/2025

Quinto concierto de la serie Contemporáneas que nos concitó con la ópera de cámara A solas con Marilyn, de David del Puerto, composición elaborada a partir de un texto de Alfonso Zurro, tratamiento escénico de Ricardo Campelo Parabavides y cuidados en recursos lumínicos de Luiggi Falcone, con añadido de atrezzo de Rhina y aspectos audiovisuales de Natalia Moreno, al servicio de la soprano Ruth González y la mezzo Blanca Valido, Ana Mª  Alonso, viola,  con el propio David del Puerto, intérprete de guitarra eléctrica. Un producto artístico estrenado en el Teatro del Auditorio de San Lorenzo del Escorial, el 12 de julio del año precedente y en coproducción con el Teatro Xtremo, la Ópera de Tenerife y el apoyo de la Ópera de Cámara de la Comunidad de Madrid, Ópera en Minúscula y Proyecto Verdi.

Teatro Xtremo nació en 2002 en calidad de colectivo, centrando sus atenciones en las técnicas plásticas y escénicas, en búsqueda de la ruptura de consabidos límites para extenderse a las paradojas del presente. Ricardo Campelo Paravides y la actriz/soprano Ruth González, fueron cabezas visibles de esta aventura, una voz lírico-ligera, bregada en roles zarzuelísticos, operísticos y en óperas como The Little sweep -B.Britten-; Bestiari- Miquel Ortega-; Con los pies en la luna-Antoni Parera-; Tres desecho en forma de ópera y Angelus Novus-J. Fernández Guerra- o Lilith, luna negra, del propio David del Puerto, encargo de la Fundación Juan March, y disponible para cuantos quiera consultarla, en la que también participaron Joanna Thomé da Silva- Lilith- y Enrique Sánchez-Ramos- Adán-. Para su rol, el personaje de Eva, con dirección musical de Alexis Soriano, sobre un libreto de Mónica Maffia.

Blanca Valido-mezzo-, que siguió clases de Mirella Freni, Illeana Cotrubas, Dolora Zajick o C. Gallardo-Domas, fue dirigida por maestros como Albert Zedda, D. Baldwin o R. Fernández Aguirre, repartiendo sus trabajos entre óperas y zarzuelas de primera línea y en coliseos de élite. Ana Mª Alonso- Viola-, colabora con formaciones como el Proyecto Guerrero- J.R. Encinar-, siendo dirigida por maestros como Peter Eötvös, F. Panisiello,  Cristóbal y Pedro Halffter, J.L. Temes, A. Tamayo o P. Rundel. Editó su cd Alto Mystic, con obras de Mario Carro y J.L. Turina; Inmersión (C. Camarero), grabado en la Bremen Sendesaal o Choral Reflection-Biltine (Panisiello), estrenando Wild Animals (Garth Knox) y Stange Friction (Ed Bennett), participando en La Noche Cromática (J. Durán Loriga). Desde 2005, forma parte del Plural Ensemble. Alfonso Zurro- autor del texto-, creó la compañía Teatro de La Jácara, en la que alternan distintas tendencias: Mascarada canalla; Por naríces..; Mockinpott (Peter Weiss); Esperando a Godott (S. Beckett); Pasodoble (M. Romero Esteo) o clásicos desde Calderón a W.Shakespeare y Valle-Inclán. Ricardo Campelo Parabavides- director escénico-, formado en medios esos espacios  en la Fundación Rajatabla (Venezuela), fue Premio J.L. Alonso de la As. de Directores de Escena y del CENIT Atalaya (Sevilla), además de una mención especial por su propuesta arriesgada en el Fest. Iberoameriano de Teatro (Mar de Plata, Argentina).

David del Puerto comenzó sus estudios como guitarrista (Albert Potin), ampliando en armonía con Jesús Mª Corral, para seguir con Francisco Guerrero y Luis de Pablo, preparando su presencia en el Almeida Festival (Londres), recibiendo la invitación de Pierre Boulez, con un encargo para el Ensemble Intercontemporain. Casi 200 obras en su catálogo, obras para solista, cuatro óperas, cinco sinfonías, un ballet, conciertos con solista y obras en variadas combinación para guitarra. Obras en colaboración con el pintor J.Mª Sicilia, los compositores Jesús Rueda y Javier Arias. Las zarzuelas Se vende y Raja la alondra o Demasiado tarde. En sus oficios docentes, su protagonismo en el Curso U.I. de Música  en Compostela, además las frecuentes invitaciones de otros cursos: Centro Superior Katarina Gurska; Escuela Reina Sofía, tras haber obtenido el Premio Gaudeamus (Amsterdam), por su Concierto para oboe y conjunto de cámara, recibiendo galardón Ojo Crítico (RNE). En 2005, había recibido el Premio Nacional de Música, por el estreno de su Primera Sinfonía (Boreas). Había destacado su paso como compositor en residencia de la JONDE, dejando obras como Mito y la Fantasía Segunda, para la ONE y trabajos para el CNDM, con obras como Simbiosis; Brisas, preludios y tientos; Med thier; Miradas; Nusantara o Alio Modo, mientras publicaba  Música Presente. Perspectivas para la música del siglo XXI (Fundación Autor), junto a J.L. Téllez y Andrew Ford. Creó en 2009, el grupo Rejoice!, con el acordeonista Ángel Luís Castaño y él como guitarra eléctrica. Con la soprano Carmen Gurriarán, estrenó Sobre la noche y con Laia Falcón, Carmen replay, ballet para el Teatro Real, con la Compañía  Nacional de Danza.

Lilith, luna negra, resultaba la tercera incursión en ese estilo, tras Sol de invierno y Vacaguaré, recurriendo a escasos medios como tres voces, un ensemble de seis instrumentistas, un equipo de videoescenografía, y un cuadro escénico similar al de A solas con Marilyn, todo ello auspiciado por la meditada colaboración con Mónica Maffia, un estilo de ópera barata como solución del teatro musical, basándose en el mito de la primera mujer, a partir del idílico Edén. El canto inicial comenzaba en forma de balbuceo mostrado por los protagonistas Lilith y Adán. A solas con Marilyn, es modelo del estilo prolífico de David del Puerto, en esa capacidad en entremezclar sugerencias sorprendentes, elaborada en consideración a los personajes vocales determinantes, la soprano Ruth González y la mezzo Blanca Valido, que desplegaban su drama sobre un tapiz sonoro que expresan la viola y la guitarra eléctrica, con sonidos grabados que surgían periódicamente interlineados cual una orquesta imaginaria, aspirando a focalizarse en un estatus politímbrico que se manifestaba en un mundo imaginario.  31 escenas breves, agrupadas en 6 bloques, plagadas de referencias musicales ocultas y apuntes literarios perceptibles. Una ópera que no sólo trata sobre la traición y la autodestrucción, sino también sobre apreciables mitos contemporáneos que influyen en nuestra receptividad. La canción íntima, el melólogo, el diálogo, los recursos vocales, la desolación, los ostinatti obsesivos, y otros materiales, completan el cuadro David del Puerto/Alfonso Zurro. Sin posibilidad de reposo, A solas con Marily podía responder a una brutal terapia de situaciones agresivas encadenadas y para las que podríamos ayudarnos de las aportaciones que nos brinda Kenneth Anger, en Hollywood Babilonia.

Hospital de Hollywood, uno de sus capítulos de ajuste para la situación, comienza con una cita de la propia protagonista: ¡ Con tanto loco aquí dentro, acabaré como uno de esos chiflados! Esto decía Marilyn en una carta que garabateó desesperadamente en la Última Estación, el manicomio (la madre de la actriz había bajado del tren en la misma estación y allí acabaría sus días). Para Marilyn, aquello era el nido de víboras, el depósito de los malditos. La verdad es que ella estaba emocionalmente enferma, pero la Clínica Menninger de Kansas, no era el lugar más indicado para ingresarla. El ruego que dirigió a Lee Strasberg, quedó sin respuesta y el profesor dramático carecía de autoridad para rescatarla del cuidado de los médicos. Hollywood y enfermedad mental ¿Acaso no están todos chalados allí?

David de Puerto, se incorporó al Curso U.I. de Música en Compostela, tomando la cátedra de composición de Antón García Abril, avalado por sus estudios con Luís de Pablo- Circulo de Bellas Artes (Madrid) y Francisco Guerrero, período en el que estrenó Ritual.  La Fundación Juan March, les puso en relación con motivo del ciclo Generación Guerrero: In Memoriam (2011), en el que participaron Alberto Posadas, César Camarero, Jesús Torres y el propio David del Puerto, con su obra Circulo de fuego. Ritual, obra suya, remite a una pieza de Guerrero, estrenada en el Festival Almeida (Londres). Sequor, sería otro homenaje a Guerrero, partiendo de la plástica de Julio Leparc. Fundamental había sido aquel período en el que Pierre Boulez le había invitado a colaborar con el Ensemble Intercontemporain-1987-, dejando obras como El canto de las dos naturalezas, para el Festival de Ginebra; Corriente cautiva, para el CDMC o Invernal, por demanda de la Fundación Juan March; Canto del abismo, sobre la poética de E. CirlotVisión del errante, destinado a la Fundación Gaudeamus o Paisaje, para coro y cuatro voces. Versículo, dedicada a Luís de Pablo y el trabajo escénico Espectros, alumbra el drama de Ibsen. Del Puerto reconoce su afinidad irrenunciable con Francisco Guerrero, Cristóbal Halffter, José L. Turina, J.M. López López, J. Fernández Guerra, César Camarero, Jesús Rueda y Jesús Torres. Con Javier Arias, metido en el mundo del cine, fue copartícipe de la banda sonora de La marrana (J.L. Cuerda), además de Tocando fondo y de Las canciones del capitán Estrada.

Ramón García Balado

 

Contemporáneas

Teatro Xtremo: Ruth González, Blanca Valido, Ana María Alonso, David del Puerto

David del Puerto: A solas con Marilyn

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

La soprano Miren Urbieta-Vega, con la Orquesta Gaos, de Fernando Briones, clausura el VIII Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa

  Auditorio de Vilagarcía de Arousa Clausura del VIII Festival Clasclâs , de Vilagarcía de Arousa , en el A uditorio de la ciudad- día 28, ...