A Coruña - 14/02/2025
Víctor Pablo Pérez para una obra a su medida, la Sinfonía nº 2, en Do m. de Anton Bruckner, un director que estuvo al frente de esta formación desde los años fundacionales en los que compartió experiencias con la Sinfónica de Tenerife, dejando excelentes impresiones por su voluntad de abordar grandes repertorios como el operístico wagneriano como El oro del Rin o el War Requiem de Benjamin Britten, además de cuidar su presencia en los años afortunados de añorado Festival Mozart, prestigio ganado por su reputado período como alumno de Carlo Maria Gulini y su acercamiento a Rafael Kubelik. No menos importancia, había tenido su participación con esta formación como orquesta invitada en residencia, al festival de Pésaro, mediando con fortuna la iniciativa de Alberto Zedda. La impresión definitiva durante tantos años, dejó excelentes sensaciones por lo que no resulta extraño el hecho de volver a encontrarnos con él con frecuencia, en especial con programas de gran sinfonismo.
Anton Bruckner- Sinfonía nº 2, en Do m. (A 93)-, obra que como el resto de su apartado dedicado a estos repertorios, parece un tema definitivamente no concluido al que no es ajeno esta composición, provocando permanentes polémicas en cuanto a la aceptada como de referencia. Tras el estreno de esta obra, Johann Herbeck le convencerá para que hiciese considerables alteraciones en vista a una prueba ante los aficionados en 1896, tema que recuperaremos cual insuperable obsesión en otras obras, asistiendo a las sugerencias bien intencionadas de compañeros como Josef Schalk o Ferninand Loewe, en lo relativo a la propia orquestación. Un permanente escollo que, en resumen, acabará con afortunadas conclusiones actualmente perfectamente asimiladas. Herbeck fue particularmente insistente en este asunto de los cambios internos y en profundidad. Aspectos como el cambio de título en el Adagio, y las diversas indicaciones de tempo e ideas de planteamiento en otros movimientos, no tienen especial importancia, ni tampoco la serie de voces subsidiarias en el Finale. Al margen queda la excluida primera versión revisada del autor y Herbeck, de 1892, editada por Doblinger en 1892, por diferir ampliamente con la de Nowak (Sociedad Bruckner del autor), elegida para el concierto de la jornada.
Densa como el resto de sus ambiciosos sinfonismos, partimos del Ziemlich schnell (Moderato), con un tema de chelos sobre un aletear de violines y violas, dentro de un pasaje melódico que anunciaba la entrada de trompas y una trompeta que lograba imponer una base rítmica fundamental para el desarrollo del tiempo, que presumía un sustento enriquecido muy peculiar en el tratamiento de un estilo que será perceptible en el resto de sus composiciones. Siempre y a tener en cuenta, una armonía enriquecida en calidad de aspecto unificador, mantenida por claras transformaciones que acabarán encontrándose en un pianissimo de clarinetes, fagotes y trompas. Pulsaciones de timbales y una sencilla pausa, habían precedido a la entrada del segundo tema cantábile, enunciado por chelos y a un tercero a cargo de clarinetes, flautas y oboes, sujetos por necesidad a expresivas transformaciones. Un enfrentamiento permanente entre instrumentos solistas, se abocaba a una especie de efusión épica en su vuelta al comienzo del Moderato, en un tutti de solemne expresividad.
Feierlich, etwas bewegt (Solemne y poco animado), en forma de Andante, abundó en el temperamento bruckneriano de una composición cargada de ansiadas connotaciones, esencialmente por ese talante meditativo que resultó tan propicio para quien se confiesa devoto del autor; la importancia de las figuras melódicas y armónicas puestas en planteamiento por los violines y el resto de las cuerdas con respetuosa traducción sonora por oboes y trompas con argumentos de clara expresividad, mientras que las cuerdas mantuvieron cierta primacía gracias a un tratamiento en pizzicato. Un solo de fagot, no dejaba de ser un elemento gratamente contrastante, en preparación de detalles tomados en plenitud de obras precedentes como el Benedictus, de la Misa en Fa M., obra concluida mientras trabajaba sobre esta sinfonía. Un apunte de cálida resolución, será expuesto por un solo de trompa, recibido en sordina por las cuerdas.
Schnell (rápido), para el espacio del Scherzo. Indicado así por Haas o Mässig schnell, por Nowak, resumía la discrepancia en las posibilidades reales para la elaboración del tiempo, enmarcado por su asentamiento en la percepción de su dimensión sonora, en la que el trío remite sin condicionantes al estilo de un popular ländler, ensoñador por necesidad gracias a la aportación de las violas, a las que responderían segundos violines, clarinetes y chelos, un Bruckner, en su ideario en estos enfrentamientos insalvables con sus urgencias sensible.
El Finale Mehr schnell (más rápido), siempre insistiendo en el ámbito de estos parámetros, también se propuso desde un Moderato inicial que facilitará el desarrollo de tres temas, observando en los dos primeros claras dependencias estilísticas y temáticas hasta los aspectos más reconocibles, marcados por la aparición de un ostinato, procedente del comienzo de la sinfonía. Los elementos unificadores especialmente hacia el final de este tiempo, se ya se había encontrado en el desarrollo y que se recuperaban en la coda. Para una clara conformación, la importancia que durante este tiempo, tiene la base rítmica mantenida desde la entrada de la coda. Una serie de emparejamientos con otras composiciones, aparecen en el Kyrie de la Misa en Fa m., con el resultado de una conclusión rica, para esta sinfonía que Bruckner, estrenará el 26 de octubre de 1873, en Viena, con un recibimiento clamoroso. Bastará con recordar el permanente problema textual presentado por las diferentes sinfonías en su acabado y resolución, verdadero escollo para la musicología, asunto del que en buena medida, será el responsable real por sus obsesiones e irrefutables dudas.
Ramón García Balado
Orquesta Sinfónica de Galicia / Víctor Pablo Pérez
Anton Bruckner: Sinfonía nº 2, en Do menor
Palacio de la Ópera, A Coruña
Ningún comentario:
Publicar un comentario