Santo Antoiño de Toques, A Coruña
Santo Antoiño de Toques (A Coruña), en Espazos Sonoros, acoge a Paulina Ceremuznynzska en canto y al arpista Manuel Vilas, para un programa dedicado a la Historia de Tristán e Iseo (Don Tristán en Hispana)- día 27, en dos sesiones en doble pase, 19´00 h y 18´30 h., profesionales largamente apreciados por su conocimiento de estas temáticas dentro de sus profundos dominios. Paulina se formó en música medieval con Katarina Livijanic y Benjamin Bagdy, en la Universidad de la Sorbonne (París) ampliando en musicología en Varsovia y también con Mercedes Hernández y Richard Levitt, obteniendo una beca del Centro Ramón Piñeiro (2004), para un proyecto de transcripción e interpretación de las Cantigas de Amor y Amigo del Rey Don Denís, llevadas a registro discográfico, paso previo a otra experiencia en forma de disco-libro E moiro-me d´amor, recuperación de una serie de cantigas medievales. Fundó el grupo Música Antiga Mendinho, con el que se dio a conocer en certámenes como Via Stellae o Espazos Sonoros. Fue invitada a colaborar con artistas como Paco Luengo- Lai de Sta María de Emoud le Vieux-; el proyecto Salterio Polaco, de Mikolaj Gomulka; una experiencia con Fernando Reyes-Auidite Gentes! (Salmos del Siglo de Oro)-, y el trabajo con Guillermentte Laurens- Ordo Virtutum, sobre Hildegard von Bingen. Cantó el rol de Nerone, en L´Iconoronazione di Poppea, de C.Monteverdi
Manuel Vilas, arpista formado con Nuria Llopis y Mara Galassi, en Milán, es uno de nuestros músicos de mayor relieve internacional, llegando a colaborar con grupos como Música Ficta; Capela de Ministrils; Les Musiciens du Louvre; Ensemble Elyma; Ay Ayre Español; La Trulla de Vozes además del grupo formado por él Ars Atlántica. Fue miembro en trabajos escénicos entre los que destacan L´Inocoronazione di Poppea; La Púrpura de la Rosa o Fortunas de Andrómeda y Perseo. En esa trayectoria dilatada, mención para la recuperación del Manuscrito Guerra, y trabajos como la Cantate Contarini o Tonos al arpa (Marta Infante); Tonadas de Sebastián Durón (Raquel Andueza); In festo angelorum (Monica Piccinini) o el reciente Yaya Kuntur (Padre Condor), himnos en latín y quechua, junto a Magali Revollar y Diego Blázquez, utilizando un arpa virreinal peruana, en un trabajo de investigación compartido con Javier Reyes de León.
Piezas anónimas, en su mayoría, para este programa, entre otras elegidas de trovadores como Pedro Gonçales de Portocarreiro-Amor baixo o verde pino-; Pero Meogo- Tal vai o meu amigo-; Joâo de Gaia- Vej´eu mui ben que por amor-; Nuno Anes Cerzeo- Mia senhor fremosa ¿direi-vos ûarem-, que nos llevarán a la testimonial A separación-Don Tristán en Bretaña- Mui gran temp´a, a par Deus (lai de Bretaña), dejando un reguero por el transitan un primer anónimo- Amor, des que m´a vos chegui, para seguir con O Marot aja mal grado; Ledas sejamos ogemais; O adiutor omniun seculorum o Don Amor, eu cant´e e choro. Para Paulina Ceremuzynska, esos cantos de bardos bretones con fiel reflejo en la llamada Materia de Bretaña, en torno a las figuras de Tristán e Iseo, están presentes en la lírica galaico-portuguesa-siglo XIII-, arraigadas en la corte de Henrique II, de Inglaterra y de Leonor de Aquitania, inspiradores del género del lai bretón, ejemplo del amor cortés al que se añadirán los romances en prosa, cual reflejo de las emociones de los solistas, en los que aparecen los manuscritos de Tristán en Prose o los cinco Lais de Bretanha, conservados en la Biblioteca Nacional de Lisboa. A mayores, aparece un del manuscrito de Viena, y varias cantigas profanas galaico-portuguesas, con otras dos piezas del Codex Calixtinus.
Los troveros cultivaron el lai de forma ininterrumpida a lo largo del s. XIII, cuatro de ellos aparecidos entre canciones monofónicas profanas del Roman de Fauvel y entre ellos, encontró Machaut modelos para algunas de sus propias composiciones, debido a estos vínculos surgirá una mirada hacia el pasado que con todo, no oscurecerá la propia evolución del género, tanto en lo poético como en lo musical, que hará del lai un estilo representativo de la época, constituyendo una de las cimas de la canción medieval, mereciendo análisis detallados e individuales como modelos de construcción melódica. Los aspectos de ese estilo melódico y rítmico, que le distinguen de otras formas musicales, son consecuencia en su mayoría por la naturaleza de sus textos. Doce estrofas con muchos versos en cada una, obligan casi a la adopción de un tratamiento más o menos silábico con ocasionales ornamentos melódicos de no más de cuatro o seis notas. Como resultado natural, tal tratamiento, frases musicales bastante cortas y claramente definidas, se corresponden o con un verso más largo de texto bien con un grupo de dos o tres versos más cortos. Forma entroncada, será el Virelai, que igualmente recibirá su reconocimiento, como estilo poético y musical ciertamente distinto y que mantuvo vigencia hasta el s. XIV, cuyos textos poéticos tempranos hacen referencia a la danza o a algún movimiento de danza. Opiniones hay que explican el virelai, como gírala o vireles, cuya grafía refleja la influencia del lai. El Lai en clave de poesía lírica- lai lyrique-, se distanciará del lai bretón, por su forma narrativa, a veces con música y cultivado precisamente en Francia, en la Baja Edad Media, con posibles influencias en otros países. Los lai líricos son generalmente bastante más largos, con raras excepciones, siendo su música monofónica. El Leich alemán, se le asemeja en cuanto al relato y a los rasgos formales. En particular, compositores y artistas de estos estilos medievales, usaron el término lai, para remitirse sencillamente a una simple canción, utilizando poemas característicos sin obviar las irregularidades de la forma. En los lais estróficos, en su plenitud, se aceptarán los diseños habituales. Ese lai, que en término provenzal, se conocerá como descort, con insalvables enfrentamientos según el momento histórico, nos traslada aproximadamente hasta el siglo XII, cuyas atenciones serán repartidas entre trouvères y sus ancestros inmediatos, para continuar en una larga estela de errantes y entusiastas seguidores. El lai en lo genérico, se aproxima al modelo de la secuencia, aceptando que el origen de esta forma, es mucho más antigua.
Ramón García Balado
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