16/07/2024

 

 Iglesia de Santo Agostiño, Santiago de Compostela

 Concierto en Santo Agostiño-día 18, a las 20 h-, con la RFG dirigida por Sebastian Zinka, y destacando como solista la soprano Paulina Bielarczyk, ganadora del VI Concurso Compostela Lírica que promueve Amigos de la Ópera de Santiago, y que colabora en la sesión de esta tarde, que en la edición pasada estuvo presidido por un jurado representado por Patrick Canac, como representante de Les Musiciens du Luberon; Elisabeta Matos, en su calidad de responsable del Teatro Sâo Carlos, de Lisboa; Maciej Pikulski, pianista al que ya tuvimos en algunas de ediciones del ciclo de Lied; Victoria Stapells y Arturo Reverter- como presidente del jurado-, como irrenunciables críticos musicales; la mezzosoprano y profesora de canto  Graziela Valceva Fierro y Celestino Varela, en representación de la Ópera de Oviedo. Un programa en el que no faltarán alicientes desde oberturas a movimientos de una sinfonía, hasta piezas por descubrir con una relevancia especial a las páginas operísticas entre Mozart y G.Verdi. Como entrante, la obertura de Prometeo Op. 43 de L.v. Beethoven, perteneciente al ballet Die Geschöpfe des Prometheus, obra de juventud basada en una fábula clásica del héroe griego, puesto en escena por Salvatore Viganò, una música sustancialmente pródiga en sus pretensiones en las que Prometeo conduce a las estatuas al Parnaso y concede a Apolo el encargo de aproximarlas a los mundos de las distintas Artes y que por su parte, Apolo invita a Afinión, Arión y Orfeo a dar a conocer a las estatuas los secretos de la música, mientras invita a Melpómene y a Talía a desvelarles los misterios de la tragedia y la comedia. Prometeo, confiará a la postre a las criaturas de Terpsípore y a Pan, para que aprendan las técnicas de la danza pastoril, y a Baco para que se inicien en el mundo de las danzas de carácter orgiástico. Una obra que se estrenó en el Burgtheater vienés, el 28 de mayo de 1801, un ballet en 16 números, desde la Obertura :Adagio-Allegro-Allegro molto con brio (La tempestad).

Primera pieza cantada, el recitativo y aria de Idomeneo de W.A. Mozart:  Padre, germani, addio…, ópera antes del traslado a Viena y última de las tres grandes óperas serias que dominan la producción  frente a las óperas bufas, en Idomeneo, el rango, el peso y la pretensión de la música no dejaban muy atrás la realización escénica de acción grandiosa y solemne correspondiente a tal género. En ella, la orquesta se inserta en la construcción estructural admitiendo en conjunto su resolución y voluntad de compromiso de fundir en una ópera seria el drama operístico francés ya existente, Idomeneo re di Creta surgió como ópera del Carnaval del año 1781, por encargo de la corte del elector de Munich, trasmitido a través del  conde de Seeau, intendente del teatro.

Jan Sibelius con el Vals triste Op. 44, un tiempo de (Koulema/ La Muerte), música incidental para una obra del dramaturgo Arvid Järnefeld, cuñado del compositor, para su estreno el 2 de diciembre de 1903, en Helsinki, al que pertenece este Vals triste, especialmente conocido y que destaca por aire patético y hasta lánguido que describe el episodio de una viuda que danza en brazos de la muerte, creyendo que son los de su añorado compañero. La orquestación contribuye a realzar esa situación de lamento, distinguiendo en principio el fraseado de las cuerdas.

Dos serán las páginas elegidas de la ópera Cosí fan tutte, ossia la scuola degli amanti  K. 588, inmensa comedia perfecta en su equilibro sobre un libreto a la altura del gran Lorenzo da Ponte, comedia musical en dos actos, destinada a su estreno en Viena, manteniendo el mismo poder seductor que el Don Giovanni o Le Nozze di Figaro, definitivo drama giocoso, muy a pesar del título otorgado por el libretista aunque se evitan los números de relleno como observaremos en otras óperas, contribuyendo a una instrumentación que logra la atmósfera ansiada. Del segundo acto y en el primer cuadro, recitativo y aria que culmina en Per pietà, ben mio perdonaFiordiligi asediada por Ferrando, mientras se debate el afecto que la une a Guglielmo, en un juego de aparentes personajes ficticios, caracterizados como albaneses. Un encuentro en el jardín de la mansión para redundar en equívocos. Fiordiligi, en el tercer cuadro del primer acto, en respuesta al adusto Don Alfonso, dominante en su voz de bajo y solterón empedernido, quien sabrá contestarle que tanto ella como su hermana resultarán inasequibles a sus requiebros, respondiendo con el aria Come scoglio.

Amy Beach- Evocación-, precoz compositora norteamericana, había demostrado su talento siendo niña, al memorizar y retener una melodía cuando tenía un año de edad, tocándola poco después al piano, en su segundo año de vida, sin apenas recibir clases, lo que auguraba el futuro que prometía grandezas, un caso similar al de Fanny Mendelssohn, Lili  Boulanger o Elisabeth Maconchy, para dejar constancia de la superación de obstáculos, pronto será un caso más normal, al comenzar una vida activa a los 18 años, ofreciendo cada año recitales en público, bastantes con propósitos de beneficencia. En su vida, el hecho de la obligada superación cotidiana en un medio especialmente hostil. En su catálogo, interesa un trabajo como la Sinfonía Gaélica, estrenada en 1896, que motivó numerosos elogios.

Un aria esta vez por Giuseppe Verdi, por Otello, con el Ave María, lamento de Desdémona, en esta ópera sobre libreto de Arrigo Boito, partiendo del Shakespeare de The tragedy of Otello, ópera estrenada en el Teatro alla Scala milanés, en febrero de 1887. Desdémona, la despreciada esposa del tiránico Otello, canta en su amargura este Ave María, en una libre adaptación del texto. Una plegaria que ha sobrevivido al margen de la ópera, por la permanente atención de las cantantes en su deseo de incorporarla a sus recitales, pieza también conocida como preghiera.

 Un Beethoven para completar la tarde, con el Primer movimiento de la Octava Sinfonía en Fa M. op. 93. Calificada como la pequeña sinfonía por el propio autor y que fue compuesta en el período estival de 1812. Críticos habrá quienes digan que es la menos lograda de todas. La ligereza, el espíritu sofisticado y la concisión expresiva, resultan las conquistas de la obra. Los dos movimientos extremos, el Allegro vivace e con brio y el Allegro vivace, presentan con seguridad y autoridad el clima creativo de la obra. Los dos temas del primer movimiento ayudan a crear una intención de doble personalidad, entre desenvuelto y festivo.

Ramón García Balado

Dende a Paixón Andaluza: Banda Municipal con tres solistas destacados

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela


Concierto en As Praterías de la Banda Municipal- en caso de lluvia al Teatro Principal-, en el que destacarán tres intérpretes solistas para este programa A Paixón Andaluza- día 18, a las 20´00 h-, y que se reparte entre obras de Joaquín Turina, David Cuevas y los franceses Georges Bizet y Alexandre Kosmicki (1978), destacando como solistas Xocas Meixide-clarinete bajo-, Emilio Alonso Espasandín- requinto y el clarinetista Joâo  Pedro Santos, en esta serie de Postais, en su tercera edición, dedicada al Galicia Clarinet Festival. Para comenzar, un compositor de referencia en la tradición andaluza. Joaquín Turina, con la Sinfonía Sevillana Op. 23, compuesta para orquesta en 1920 y presentada en el Concurso de composición del Gran Casino de San Sebastián, ante un jurado de prestigiados maestros como Tomás Bretón, Ricardo Villa y Jesús Guridi, con la que lograría el primer premio dotado con 2000 pesetas, certamen en el que igualmente fueron galardonados Zamacois- ilustre musicólogo- y Conrado del Campo. Obra dedicada a José Mas, para ser estrenada por la Sinfónica Arbós, el 11 de septiembre de aquel año. Tres movimientos de impagable unidad estilística: Panorama, Por el río Guadalquivir y Fiesta en San Juan de Aznalfarache. Claras diferencias con otra obra señera como fue la Op. 22, las Danzas fantásticas: Exaltación, Ensueño y Orgía. Destaca su último tiempo por el aire festivo y luminoso, gracias a su exaltado sentido de condensación con respecto a los dos anteriores. La originalidad pesa de forma especial aceptando la valoración expresada por F.Sopeña, quien diría que esta Sinfonía Sevillana resume y redime todo ese maltrecho pasado español, en el que cabe la gran obra sinfónica.  Un canto personalísimo y vehemente que supondrá el punto de partida para el emergente sinfonismo español. Las obras de Joaquín Turina, tan frecuentes en la programación de la Banda Municipal en estas transcripciones, rinden justo homenaje al compositor de obras como las Danzas fantásticas Op. 22; el Poema en forma de canciones Op. 19 o Por las calles de Sevilla op. 96.

David Cuevas-Tres bocetos andaluces-, es un músico asimilado a nuestra tierra  y que respondió con este tríptico a un Concurso Internacional de 2022, una demanda del clarinetista italiano Rocco Parisi, tres pinceladas de rasgos aflamencados e influencias de encuentro con otras raíces: Tanguillo; Alfatuiña y Bulería. Obra que llegará a programarse en los Estados Unidos. David Cuevas, es Catedrático de Composición en el Conservatorio Profesional Superior de Vigo y algunas de sus obras recibieron una atención destacada como es el caso de 2Q13, inspirada en  el género fantástico de H. Murakami,  ofrecida por la Banda Municipal de A Coruña, dirigida por Juan Miguel Romero Llopis, maestro que dirigió la Banda Municipal de Santiago durante algunas temporadas, dejando en ellas una grata impresión. Romero Llopis, con la Banda de A Coruña, colaboró en la reciente edición del Festival Resis, de  música contemporánea, que dirige Hugo Gómez-Chao.

Alexander Kosnicki (1978)- Sarcasmes-, es  un joven compositor de gran aceptación en Francia, dotado clarinetista y compositor de músicas para banda, su formación se había cimentado en el Conservatorio de Dovei, antes de trasladarse al Nacional Superior de París, en donde siguió las docencias de Bernard De Crépy; Jean- François Cygal y Thierry Escaich. Fue subdirector de la Brest Fleet Grews y en el espacio de composiciones destaca por trabajos como Dance Satanique; Mouvements Frénétiques; Impresiones furtivas o Nitescencia crepuscular. Músico de las nuevas generaciones en Francia, especializado en estos estilos de perfil fantástico en el apartado de creaciones para banda.

George Bizet- Variations sur Carmen-, su ópera universal que tanto juego ha dado en lo relativo a adaptaciones y trascripciones, Carmen, en concreto dio origen a dos conocidas suites, tomadas de números hábilmente escogidos como Los entreactos (la Aragonesa); la guardia entrante; la celebérrima habanera; la Danza bohemia o la Marcha de los contrabandistas. Bizet a más no pedir y que se reflejará en la pieza elegida por la Banda Municipal.  Estamos ante el Bizet celebrado y homenajeado en otros trabajos como la Sinfonía en Do M., obra de juventud y que emparentaba con su admirado Charles Gounod, composición postergada y casi olvidada que deberá esperar años para que pueda rescatarse de la  colección privada de Reynaldo Hahn, íntimo amigo de Marcel Proust y que se ejecutará tras la recuperación en 1936, bajo la dirección de Felix Weingartner.

Ramón García Balado    

05/07/2024

Conciertos de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes en el CGAC

 Centro Galego de Arte Contemporánea,  Santiago de Compostela

Para culminar las actividades del Curso de Cámara Airas Nunes de Cámara, contaremos con dos conciertos en días consecutivos comenzando por el del viernes día 5, a las 19´30 h-, en el CGAC y completar en el mismo espacio al día siguiente y a la misma hora. Para la primera cita Suryeon Nohn (Corea del Sur), abordará la segunda de las Drei Klavierstücke D. 946, de Franz Schubert, el segundo  movimiento que se nos muestra como un Allegretto en Mi  M. 6/8, que viene a adoptar la misma actitud relajada que el precedente  Allegro assai aunque invirtiendo las oposiciones ya qu aquí tenemos un estribillo apacible y juguetón dentro de una tierna romanza marcada por animosas terceras, mientras que las dos estrofas aportan fantásticas visiones de angustia e incluso desesperación  con temas sombríos que podrán evocar los lieder del Winterreise, uno de sus ciclos vocales más aterradores. Los pasajes de este segundo tiempo concluyen con un retorno del estribillo que suaviza el estado emocional de un alma alterada. Tres piezas, las de este grupo, que tardarían en editarse, debiendo esperar hasta el interés mostrado por Johannes Brahms, en 1868, bajo el título un tanto curioso de Tres piezas para piano, que en principio parecen aportar poco en cuanto a sus pretensiones y estilo, aunque no disimulan la  madurez de un compositor hipersensible.

Truman Walker (Estados Unidos), nos acerca a Karl Czerny a través de las Variaciones sobre un tema de Rode Op. 33, maestro de maestros, Czerny fue un animoso e ingenioso recreador de obras procedentes de otros grandes de su época, en particular del mundo del belcantismo en un libre juego de imaginación y atrevimiento. Unas variaciones que podrán acercarnos a las conocidas como Diabelli, que a tantos diletantes habrán tentado. Maestro de respetable oficio, tuvo como  alumnos dilectos a grandes como Ferenz  Liszt, Döhler, Kullak, Jaël, Leschetizky o Belleville, artistas importantes de su generación. Kullak describiría su método como empirismo práctico. En vez de tener ideas preconcebidas sobre la técnica del piano como Hummel,  Czerny decidió que en la  práctica real no podía haber un método que pudiera aplicarse a todo. Esto abarcaba hasta  la digitación, decía, porque las manos difieren en cuanto a forma, tamaño y estructura. Cada pieza de música entonces, debía ser aplicada específicamente al caso individual. Para estudioso Czerny pudo haber sido el origen del piano moderno en su ejecución.

Cornelia Felber (Alemania), nos lleva al mundo íntimo de Johannes Brahms, en el segundo de los Intermazzi Op. 118, el grupo de seis Klavierstücke, un Intermezzo en La M, obra de plena y sentida madurez de un creador en el margen de los sesenta años. Pura poesía embargada de un espíritu melancólico y un lirismo exacerbado, siempre pendiente de los más pequeños detalles y matices, producto de la alternancia entre mayor y menor que le convierte en sublime. Toda la emoción de los Intermezzi, sabrá concentrarse en la última de las piezas. La serie de obras dentro de este ideario, en especial las que ocupan el período  final, dejan la muy grata impresión de un irrenunciable banco de pruebas hacia exploraciones experimentales idiomáticas y en especial en el contexto de lo armónico, por sus toques preciosistas y afiligranados cargados a veces un arcaísmo modal. Para Bryr, exagerando el análisis, la sombra de su apreciado Robert Schumann, se proyecta en muchas de sus páginas. Con respecto al grupo de estas Klavierstücke Op. 118, estamos ante la llegada a la última fase creativa del autor y que acompaña de pintorescas expresiones del tipo: adiós al piano, testamento pianístico, íntimo monólogo final, etc…Las obras que vendrán después, están en la misma longitud de onda.

El sábado, en la continuación de estos conciertos que contribuirán a conocer de cerca el compromiso de los alumnos del Curso Airas Nunes, nos acercarían a la interpretación de Manoush Toth (Suíza), quien pudo abordar el primer tiempo de la Sonata nº 2, en Fa M, Op. 2, de Johannes Brahms, y que se ofreció la tarde anterior. en concreto la primera gran obra para el piano del hamburgués compuesta en 1852, y editada por Breitkopf & Hartel al año siguiente, en dedicatoria encarecida a Clara Schumann, considerándola en su planteamiento menos perfecta que la Sonata en Do M. Op. 1, en otra de esas dedicatorias que serían el violinista Joseph Joachim, precisamente porque la composición de la misma sería posterior. Sonata si cabe más personal y arriesgada por motivo de su escritura audaz revelando a un Brahms menos pendiente de de sujetarse a los condicionantes de la inspiración preestablecida que de alguna manera, no disimula la admiración por la poética de Jean Paul. Un Allegro ma non troppo, ma energico, recibiendo el reconocimiento de un Schumann entusiasta, particularmente en este tiempo quien en 1855, le escribiría: Tu segunda sonata, mi querido amigo,me ha aproximado mucho a ti. Vivo hasta tal punto dentro de tu música que la puedo interpretar casi a primera vista, un movimiento tras otro. Te estoy agradecido. Destacan el andante y las variaciones que siguen al comienzo en pianissimi, distanciándose de la música del resto de los movimientos. Para ocupar su espacio Diego Miguel Vicente elegirá la Danza de moza donosa de las Danzas argentinas para piano, siendo la segunda de la serie, con estreno en el Teatro Colón en manos de su dedicatario, el pianista Antonio De Raco, el 27 de octubre de 1937.

Daniil Bogdanovsky (Francia), tendrá la Balada nº 1, en Sol m. Op. 23, de F.Chopin, estrenada en Leipzig en interpretación del franco-polaco y que para no ser menos, suscitó las impresiones de Robert Schumann: Chopin me dio una nueva balada en Sol m. De entre todas sus obras, me parece ésta la más ingeniosa y genial. Le dije que era la que más me gustaba. Después de haber reflexionado largo rato exclamó convencido: Lo que me dice me produce enorme placer porque yo también la prefiero a mis otras obras, Además toco de modo incomparable otras nuevas piezas, estudios, nocturnos, mazurcas….Basta verle sentado al piano para sentirse conmovido. Vd simpatiza con él. Pero Clara Schumann es una virtuosa aún más grande. Confiere a las sonatas de Chopin casi más valor que él. Imagine Vs la absoluta perfección, una maestría que parece ignorarse a sí misma. Obra elaborada con gran libertad formal, casi como si fuera una fantasía  que entrañara un apasionado poema sonoro insuflado de ardor, emoción y pesadumbre.

Yusuko Furumi (Japón), un nuevo Chopin por la Barcarola en Fa sost. M. Op. 60, composición que resulta un absoluto reflejo en lo relativo al plano armónico y un aire italianizante cual si de traslación de un tema operístico se tratase prevaleciendo con gallardía el valor significativo de las fioriture. Para Andrés Coueroy, un entusiasta al que tener en cuenta, son estos detalles los que realzan la importancia de esta barcarola. Comenzada en 1845 y concluida en un breve espacio de tiempo, será recibida por entusiamo desde la primera edición francesa, una pieza de notable señorío que tendrá como dedicataria a la baronesa de Stockhausen, compañera de quien fue dedicatario de la Balada Op. 23. Chopin la ejecutó por primera vez en la Salle Pleyel, el 16 de febrero de 1848. Responde en lo genérico a esas piezas que ofrecían los gondoleros venecianos, en sus jaleosas tonadas.  

Amelia Zofia Chmielewska (Polonia)- violonchelo- y Marija Normantaite- piano-, con la Fantasiestücke  Op. 73, de Robert Schumann, en dos de sus tiempos: Zart und mit Ausdruck (Tierno y con expresión) y Lebhaft. Leicht (Vivo y ligero). Obra que permite igualmente el tratamiento con clarinete y cuyos tres tiempos fueron escritos en el invierno de 1850. La versión con clarinete, se dio a conocer en la Hofkapelle Dresden, en una lectura privada con un músico de la orquesta antes de la presentación pública poco después. La versión de chelo y piano, tendrá una aceptación entusiasta apoyándose en la configuración de la obra construida en forma de lied con coda. Zart und mit Ausdruck, establece un clima elegíaco apoyado en una tierna melodía en la que ambos solistas se permiten un protagonismo de indudable importancia. Lebhaft, Leicht, resulta un equilibrado scherzo en modo mayor que utiliza un diálogo animado con un detalle central marcado por escalas de tresillos que preparan el tiempo final Rasch, mit Feuer.

Isaac Martínez Mederos, procedente de Canarias, nos dejará la Balada nº 2, de Ferenz Liszt, una de las dos compuestas por el húngaro cosmopolita y universal, admirado y recibido con halagos en los grandes salones hasta convertirle en ese personaje que todos conocido y que arrastraría a sus costas ríos de literatura de todo rango, un Liszt al que igualmente el cine había flacos favores recreando penosas hagiografías de escaso valor. Dos fueron sus baladas en las que expresaba un ansia de interioridad y meditación recreando un estilo que resultará reconocible a la postre por los alardes de virtuosismo. La Segunda Balada en Si m., queda fechada aproximadamente hacia 1853, y se desarrolla en forma sonata, lo que la distancia de la Primera en Re b M. que tardaría en alcanzar su forma definitiva. La pieza tiene seis grandes partes y está basada en tres temas. Prevalece con rigor el ansia de concentración interiorizada, aspecto que observamos en el conjunto de las dos baladas.

Ramón García Balado

02/07/2024

 Auditorio del CGAC, Santiago de Compostela

Logos Dúo
Concierto de becarios en el VIII Curso Airas Nunes-día 4, a las 19´30 h-, en el Auditorio del CGAC, con tres formaciones comenzando por el Logos Dúo, integrado por los pianistas Carlos Bujosa Salazar y Jia Yuang Chong, quienes interpretarán dos obras: La Petite Suite de Claude Debussy en sus cuatro tiempos: En bateau; Cortège; Menuet y Ballet, además del Andante & Allegro brillant Op. 92, de Felix Mendelssohn. Piezas para cuatro manos, la del francés editada por Durand (1889), alarde de grandes posibilidades de recursos que han permitido una conocida orquestación realizada por Henri Büsser (1907), con notable aceptación por parte del autor. En Bateau,  resulta una dulce pieza en forma de barcarola dominada por cadencias de terceras y una perceptible sencillez armónica que disimula ostensibles audacias. Cortège,  ofrece una elegancia y desenvoltura que recrea una ambientación poética cercana a las Fiestas galantes, de Paul Verlaine. Una dulce melancolía se percibe en el Menuet, ciertamente sutil que le convierte en el más apreciado de los cuatro tiempos, gracias a punto de vista de la inestabilidad  tonal y modal, ya desde la introducción de un tono arcaizante que podrá llevarnos al Menuet, de la Suite bergamasque. Más animado resulta el Ballet conclusivo motivado por los acentos alegres y retozones cercanos a los  Minstrels, motivados por su tema de tres saltos sucesivos de cuarta. En verdad, es obra ligera de perfiles que no disimula la cercanía de Delibes y Chabrier, auspiciada por en encanto de sus modulaciones. El tema del vals escogido, sirve de contrasujeto en la repetición, fundiéndose con la coda a través de un tema inicial en cuartas que adoptan un ritmo ternario para encumbrarse a una brillante conclusión.

Un Mendelssohn a cuatro manos por el Allegro brillante Op. 92, obra ubicada en un espacio disimulado en el catálogo de sus obras y pareja a la Fantasía en Re m., compuesta en el año 1840. Las piezas en este estilo, suscitarán efectivamente poco interés, quedando como sencillos entretenimientos para disfrutar en familia o entre curiosos de estas obritas no excesivamente ambiciosas, de hecho, esta pieza quedo inédita. Mendelssohn solía pasar momentos gratificantes para evitar las horas lánguidas en compañía de Clara Schumann y para ejemplo, el concierto ofrecido en la mítica Gewandhaus de Leipzig, el 31 de marzo de 1841, donde dirigirá el estreno de la Primera Sinfonía de Schumann. El Allegro brillante Op. 92, no desmerecerá por su cualidades quedando como una joyita de la literatura para el piano a cuatro manos, precisamente por la visible dificultad de ejecución, poco común dentro de estos estilos.

Dúo Balás- Wozniak

 El Dúo Balas- Wozniak: Mikolaj Wozniak (piano) y Michal Balas (chelo), reservan la Sonata para chelo y piano en Mi m. Op. 38, de Johannes Brahms, obra de juventud en sus tiempos Allegro non troppo; Allegretto quasi minuetto y Allegro. Para la creación de obra tan particular habrá que tener en cuenta las circunstancias personales adversas como la muerte de su madre Johanna Henrika Christianne Nissen, una pérdida que marcaría toda su vida. En la creación de la obra, se observa una atmósfera singular por la escritura modal arcaica, de ascendencia litúrgica. El rigor arquitectónico de adustez, sobriedad y limpieza, aparece en el Allegro non troppo, que cuenta con tres temas expuestos en forma sonata, sin excesivo trabajo temático. El Allegro quasi minuetto, resulta elusivo y enigmático para abundar en sus intenciones, dentro de una estructura ordenada, motivada por su aparente gracia velada y amarga, con pocos momentos de lirismo y de un posible abandono sentimental ubicado en el trío, donde el chelo se relaja en una apacible serenidad. El Allegro final, muestra la intención de marcar distancia con  respecto a la obra en su conjunto; un riguroso tiempo fugado encuadrado  en su forma de sonata y que puede ser entendido como un homenaje a J.S. Bach. Para Geiringer, los dos primeros tiempos de la sonata, el chelo es tratado con seguridad poniendo de relieve su sonoridad, demostrando la experiencia del autor que hasta ese momento había adquirido.
Trío Moment

Trio Moment: Javier Moya Puigcercos
- piano-; Fabiola Sebastián Guijarro- chelo y el violinista Juan López de Soria Homar, con dos obras. El Trío nº 1, en Re M op 70, en su primer movimiento, obra conocida como el Trío de los Espíritus, y que debe su nombre al Largo assai e esspresivo, tiempo central, auténtico pivote de la obra desarrollada en tres tiempos, que en este caso pretende asociarse con la escena de las brujas de Macbeth, de J.H. von Collin, obra de talante vagante impregnada de detalles sombríos y un humorismo negro, más perceptible en ese segundo tiempo. El grupo de dos tríos que motivaron la opinión de Witold, quien dirá que las obras debían ocupar más que por su forma o estructura, por su propia sustancia, un lugar aparte en toda la producción del compositor. Vivía en aquellos momentos en el palacio de la condesa Marie Erdödy, a la que el trío estará dedicado. El talante irascible de nuestro músico, se reflejará con creces en esta obra. La posible presencia de un Scherzo (caprichoso y cortante), habría contribuido al desequilibrio de esta obra en su unidad conceptual, al tiempo sublime y preciosista.    Un nuevo Brahms por el Trío en Si M. Op. 8, del que hay versiones distintas: la de 1853/4 y la de Ischl. Obra que parte de un Allegro con brio (con motto en la primera versión), enmarcado en la típica forma sonata (tres temas a los que se añade diversas ideas secundarias, e igualmente caracterizado por una conducción muy libre.  El Scherzo (Allegro molto), vistoso y desenfadado que para ciertos románticos nos traslada a un mundo de elfos, gnomos y otras criaturas fantásticas, con modificaciones añadidas entre ambas ediciones. El Adagio en estilo de Lied ternario en su estilo clásico que recrea la necesidad de misterio casi solemne para dar paso al Allegro que en la primera edición se presentaba como Molto agitato y que une la forma de Rondó con la forma sonata (con tres temas), tiempo que ha suscitado más de una controversia.

Ramón García Balado

01/07/2024

Alma y esencia en el VIII Curso Airas Nunes

 Santiago de Compostela, del día 1 al 6 de julio 

Manuel López Jorge

Metidos en la octava edición del Curso Airas Nunes, será un buen momento para acercarnos a las personas que han hecho posible la evolución del mismo a lo largo de su trayectoria desde el comienzo. Los hermanos y pianistas López Jorge, han sido fundamentales para su consolidación y desarrollo. Manuel, compostelano de nacimiento, está asentado en Londres logrando consolidar una carrera que se supuso obtener importantes galardones, ofreciendo recitales en prestigiosos espacios como St. Martin in the Fields, Steinway  Hall y Saint James Picadilly, logrando consideraciones como el Leonard Smith Prize, el Brian Jeejeehoy tras concluir sus estudios de master que se confirmarán con el John Thomson Prize, por la excelencia en el tratamiento de la música camerística. También muestra interés por la creación musical, como ya demostró en una sesión seguida en el Paraninfo da Universidade, con el Golden Piano Trío: Un afogado, entre el Trío para piano, violín y chelo nº 4, Op 90, el popular Dumky, se relevantes raíces eslavas y el Trío en Si M. Op. 8, obra de juventud del venerado Johannes Brahms. El Golden Piano Trío, se había formado en los Cursos de Verano de Dartinton (Inglaterra), en 2009, y que junto a Manuel integraban el chelista Dan James y la violinista Valtie Nunn, una formación que cambió dos veces de chelista, recibiendo asesoramiento de la pianista turca Deniz Arman Gelenbe, antes de recibir la invitación para participar en el proyecto Chamber Studio, dándose a conocer por giras entre Escocia e Inglaterra y ratificarse  en el prestigioso St. Martin-in- the Fields. En su catálogo aparece además una sonata para piano estrenada en Depford (Inglaterra), un ejemplo de su madurez tras seguir la docencia del siempre apreciado Antón García Abril, con sus labores en las cátedras de composición en los Cursos U. I. de Música en Compostela y en la EAEM.  Entre sus maestros también  nos encontramos con Stephen Montague, mientras completaba su tesis de doctorado  en el Trinity Laban Conservatoire of Music and Dance, obteniendo el grado de Matrícula de Honor en las clases de Pablo Ferreño. En su evolución artística pudo beneficiarse de una beca de la Fundación Barrié de la Maza.

Javier López Jorge

  Javier López Jorge
, se prodiga como pocos por las veces que pudimos seguirle en ciclos programados en el Paraninfo da Universidade compostelana. Javier, pianista precoz, tuvo como primeros maestros a Sonia Roher, Marina Shamagian, Ofelia Aznaurova, Alexander Gold Makarov y en 2006, accedería al grado Superior en el Conservatorio Superior de Salamanca logrando las máximas consideraciones bajo la tutela de Patrín-García Barredo, Miriam Gómez- Morán y en música de cámara con Andrei Frolov y Felipe Díaz, ampliando en repertorio vocal con Javier San Miguel y en la especialidad contemporánea con Alberto Rosado, al tiempo que estudiaba clave con Pilar Montoya. Fue galardonado en certámenes como el Concurso de Donostia Hiria- un segundo premio, en 2001; el Primero del Villa de Bayona y el Joan Chissel Robert Schumann Lied Competition; el Internationale Sommerakademie de la Salzburg Mozarteum Universität; el de Especialización de la Universidad de Alcalá de Henares.  Otras docencias le llevaron a asistir a cursos con Ana Guijarro, Boris Berman, Luiz de Moura, Claudio Martínez- Mehner- con el que ampliará experiencias concertísticas-, Almudena Cano, Frank Wibaut y compositores como José Luís Turina, Agustí Charles o Ramón Humet. Fue becado por la Diputación de A Coruña, para un master en el Royal College of Music. Fue importante su traslado a Hungría, en donde realizará estudios de ampliación con Péter Nagy, Gábor Csallog, Marta Gulyas, Rita Wagner, aspecto que redundará en las materias camerísticas, detalle del que queda constancia en este Curso Airas Nunes. Javier, ofreció conciertos en el Paraninfo como los seguidos con la chelista Carolina Landriscini, integrante del Soncello Ensemble; el ciclo schubertiano Die Winterreise D. 911, con Kornél Mikecz, cantante con escuela en la Akademia Ferenz Liszt; un concierto a cuatro manos, con Rosalía Gómez Lasheras, entre obras de Schumann y de J. Brahms; otro mano a mano con el chelista Iago Domínguez Eiras, en adaptación de obras concertantes de Sir Edward Elgar y Sergéi Prokofiev y el elegido con la chelista Morgana de Lafforest, con obras de Johann Sebastian Bach, R. Schumann y J.Brahms. A mayores, el ciclo Metáforas do silencio, en el que participaron los dos hermanos, dedicado a la música de cámara de Ludwig van Beethoven, en el 250 Anivesario de su nacimiento.

Millán Abeledo Malheiro, miembro de nuestra RFG, fundador del Cuarteto Novecento, realizó sus estudios con Tatiana Cucerenco y Vera Kolar, para seguir en el CSMA (Zaragoza), con Ángel Luís Quintana, quien fuera responsable de la Cátedra en los Cursos U. I. de Música en Compostela; Barbara Switalska; Natalia Shakhovskaia, en la Escuela Superior Reina Sofía y Troëls Svane, en la Hochschule Lübeck (Alemania), consigiendo premios como el Primero Nacional de Chelo de Carcaixent; el Primero de la Fundación Veo Veo; el accésit del Ruperto Chapí, o el Primero del Concurso Santa Cecilia, de Portugal.  Fundó el Bambú Ensemble; el Dúo Gamma y fue miembro de la JONDE, colaborando con orquestas como la Reina Sofía; DaCamera; la ONE; la OSG, recibiendo becas de la Fundación BBVA y Segundo Dávila. Es miembro del Cuarteto Novecento con las violinistas Ildikó Oltrai e Irina Gruia, con la viola Ionna Ciobotaru, con quienes grabó un registro en cd., con obras de Marcial del Adalid, José Arriola y Juan Durán. Este cuarteto hizo su presentación en el Paraninfo da Univerdade, ofreciendo el Cuarteto de cuerdas, de Juan Durán; Novelletten, de Frank Bridge y Minimax, de Paul Hindemith (Repertorium für militarmusik).

Cibrán Sierra, al que en más de una ocasión se pudo apreciar como asistente invitado, es autor de una obra de estudio primordial:  El Cuarteto de cuerda. Laboratorio para una sociedad ilustrada, publicado  por Alianza Editorial. Cibrán, ourensano de nacimiento, es fundador del prestigioso Cuarteto Quiroga, tan reclamado en certámenes de primer rango, ejerciendo como responsable de la cátedra del Conservatorio Superior de Aragón, compaginando con estas responsabilidades como instrumentista. El  Cuarteto Quiroga, tiene bajo su confianza la colección de los Stradivarius decorados del Palacio Real de Madrid y que en lo relativo a su ejercicio artístico, han establecido su residencia en el Museo Cerralbo. Sierra fue invitado en calidad de concertino a colaborar con orquestas de gran prestigio, impartiendo cursos como el que promueve en la temporada de música de cámara Sen batuta, en Ourense, celebrado entre 2008 y 2013. Su estudio dedicado al cuarteto de cuerda, traza una larga perspectiva desde Boccherini o Mozart, a las escuelas bohemias, los casos de Ravel y Baillot, el camino de la Segunda Escuela Vienesa, el nuevo paradigma de Béla Bartók, Shostakovich- en un punto y aparte-, el reto tras la Segunda Guerra Mundial y, como coda, hoy sí…¿y mañana?

Ramón García Balado

Nasce la pena mia: Concerto para tempo da Paixón, en Sta Clara

  Igrexa de Santa Clara, Santiago de Compostela En la X edición en De Lugares e Órganos , cita en Sta Clara - día 15, a las 20´00 h-, con la...