Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela
Matinal en el Auditorio de Galicia- día 19, a las 12´00 h-, con la Banda Municipal de Santiago, dirigida por su titular Casiano Mouriño Maquieira, para disfrutar del espectáculo lírico Carme, sempre túa, de Simon Couceiro Riveira, obra que parte de un libreto de Manuel Brey Villar, con dirección escénica de Xosé Lueiro y coreografía de Paula Quintas, con las aportaciones videográficas de Pedro Pérez, contando con el protagonismo artístico de Silvia García-Carme-; Abel Eiras- Manuel- y Mateo Pereiras- Fillo-, completando las asistencias técnicas de Valentín Torrado y Luis Fragio, un trabajo que fue posible gracias a las colaboraciones de la Fundación Cultural de A Estrada y los Concellos de A Estrada y Santiago. Estamos dentro de ciclo invierno-primavera en esta jornada que se presenta como De Cuba a Mazarelos. Simón Couceiro Riveira, conoció el magisterio del apreciado Antón García Abril, quien fue responsable de la Cátedra de Composición del Curso U.I. de Música en Compostela y que para el recuerdo, nos dejó obras relacionadas con nuestra tierra como Cancions Xacobeas- Xacobeo 93-, que en esa sala estrenó la mezzo Teresa Berganza, con la O. Reina Sofía, dirigida por el autor. No menor interés había tenido su ópera Divinas palabras, a partir de Don Ramón del Valle-Inclán, con la que se reabrieron las actividades líricas del Teatro Real, en octubre de 1997, destacando como protagonistas Plácido Domingo, Inmaculada Egido, Raquel Pieroti y Enrique Baquerizo. Couciero Riveira, fue alumno de clarinete con Olimpio Carril, en el Conservatorio Profesional de Santiago y de Carlos Casado, en A Coruña y fue invitado a colaborar con Bandas de Galicia, desde la de Caldas de Rei, a la de Negreira, Lalín, Xuvenil de Barro, Padrón o Merza. Es autor de obras como A batalla de Matalobos, puesta en atriles por la Banda Municipal de A Coruña, obra de tintes épicos, con fundamentos en la Guerra de la Independencia, y que musicalmente fue tutelada por Juan José Ocón, curiosa experiencia que le permitió acceder a una instrumentación imaginativa por los recursos usados. Era su tercer trabajo relacionado con la colaboración con la Escola Municipal das Artes Escénicas de A Estrada. Otros trabajos reseñables fueron A Rapa das Bestas, una exaltación de festejos locales, en el que tampoco renunciaría a imaginativas aportaciones. Igualmente, para la convocatoria del Certame Galego de Banda de Música, la obertura sinfónica Tequexéldere, obra obligada para la cita; A Muiñeira de Comadres, de la que dio noticia la Banda Municipal de A Coruña; Pasodoble pusiano, homenaje al tubista de la Banda de Merza; el pasodoble Enrique Melio, Fantasía sobre tres temas galegos, Muiñiera do Salmón, A batalla de Ponte Ledesma,Danzas nocturnas por San Xoan o Estrasantico, entre otras piezas que curso a curso, fue presentando con la Banda Municipal compostelana, de la que es clarinetista y requinto. Obtuvo en 2007 el Premio de Música de Cámara Andrés Segovia-José Miguel Ruiz Morales, del Curso Música en Compostela.
Su compañero Manuel Brey, contribuye en el libreto, tomado de un relato propio que nos lleva a vivencias en el entorno familiar, y que rememoran años de emigración gallega, en La Habana, a comienzos de la primera década del siglo pasado. La experiencia en común entre el compositor y el autor del texto, se fraguó hace ya un par de años, en una sesión de confraternización en el Recreo Cultural de A Estrada, dentro de un intercambio de pareceres de lo que sería este espectáculo que tuvo su presentación en A Estrada, el 17 de mayo de 2024, con la Banda Municipal de A Estrada, en el Teatro Principal de la villa, un trabajo meditado entre ambos al que atinadamente Simón Couceiro sabría acertar en los detalles de una sensibilidad compartida desde las primeros aproximaciones a un proyecto. Cada página en su lectura por parte del compositor, consiguió estimular el trazado de los rendimientos musicales hasta completar esta obra que ayuda a ampliar el catálogo de las más importantes obras que suponen una realidad del mundo lírico de los compositores con raíces asentadas en nuestras tradiciones.
La temporada en curso, nuestra Banda Municipal incluyó en temporada un par de espectáculos que han cumplido con el espacio lírico, como el ofrecido con la soprano Esperanza Mara y el tenor Eduardo Sandoval, en el en buen entendimiento, aportaron interpretaciones zarzuelísticas y operísticas, desde Bellini, Bizet o Puccini, a Ruperto Chapí, Moreno Torroba, Pablo Sorozábal o José Serrano, y el recuperado J. Fernández Vide, en Miñatos de Vran, en transcripción de S. Rodríguez. La cantaora Sandra Calderón y la bailaora Tania Suárez Rey, dejaron excelente impresión por su lectura de El Amor Brujo, de Manuel de Falla, en una sesión en la que pusieron un detalle a mayores Óscar Navarro- Hispania, fantasía española para Banda-, y David Rivas- Finisterra, a Fin do mundo, un estilo de poema sinfónico-, volviendo a Esperanza Mara, recordaremos su protagonismo en el trabajo escénico de Javier Otero Neira, Pálido punto de luz- también ofrecida en las programaciones del Festival Amigos de la Ópera, de A Coruña, en el que también colaboraron Nerea Brey e Iria Azevedo, obra de pinceladas futuristas, incluida en el ciclo en vigencia Contemporáneas, y que el próximo día 4, de febrero, reserva al grupo Teatro Xtremo, y la obra A solas con Marilyn, con música de David del Puerto, responsable de la Cátedra de Composición del Curso U. I. de Música en Compostela. Por su parte, entre tantas sugerencias posibles, no estará de menos recordar otra de las obras tratadas por la Banda Municipal- colaboración frecuente con Amigos de la Ópera de Santiago-, por la recuperada Miñatos de vran- zarzuela galega con libreto de Enrique Zas y Ramón Otero Pedrayo-, de José Fernández Vide, dirigida por David Fiuza Souto, que tuvo como solistas a Patricia Rodríguez y Tamara Casás; a los tenores Diego Neira y J. Luís Prado; a los barítonos Gabriel Alonso y Julio Cores, con el Coro de Vilagarcía de Arousa, de Josefa Dorado, el tratamiento escénico de José Álvarez, además de añadir la colaboración de la Agrupación Troyanos de Compostela.
Marieta Lorenzo Vizcaino, nos sirve para dar cauce al programa de Simón Couceiro Riveira, a través de su trabajo Ópera y zarzuela, en Santiago de Compostela- las temporadas líricas del Teatro Principal 1840-1914, publicado por el Consorcio de Santiago y la editorial Andavira, procedente de su amplia tesis doctoral y que podrá ayudarnos extraer momentos de lo que fue la evolución histórica dentro de un período concreto. Un teatro de época que acogía bailes de máscaras en carnavales, juegos florales, certámenes literarios-musicales, veladas literarias y homenajes a personajes relevantes. Espacios multiusos para valían para bailes, mítines y cualquier espectáculo. Un ejemplo había sido el de una compañía cómica con una función de tarde, que intercalaba un baile de la comedia El leñador escocés y el sainete El duende Finjido. Otro sería el que comenzaba con la comedia Robo en despoblado, intercalando el baile español La Clavellina, para terminar con el juguete Artistas para La Habana. Era también habitual una pieza musical al inicio de las funciones dramáticas, que se anunciaban simplemente como sinfonía, en su acepción de opertura de concierto.
Al entrar en crisis el género chico, a finales del s. XIX, aparecieron otros tipos de formatos como las variedades, las operetas, la zarzuela ínfima y toda la heterogénea tipología, como los juguetes- cómico-lírico- asainetados, entre otros. Es importante mencionar esta tipología de funciones, porque, aunque no eran compañías líricas profesionales. Sí incluían zarzuelas y operetas de manera habitual entre todo el batiburrillo de piezas diversas, que ofrecían sobre el escenario. La primera función en la que se mezclaban diversos números artísticos, o performances, de la que tenemos constancia, tuvo lugar el 30 de julio de 1851, seguramente enmarcada dentro de la temporada de las fiestas del Apóstol. Se pudieron escuchar una serie de valses-entre ellos el de La Gisela y La linda Beatriz- con acompañamiento de la bailarina Guy Stephan (1818/73), una francesa que triunfó en los teatros españoles, entre los años 1843/51, y dos sinfonías al inicio de cada una de las partes del espectáculo, de los Srs Saint Hippolyte, que eran prestidigitadores de reconocida trayectoria en ciudades como Ámsterdam, Bruselas o Madrid. Otros espectáculos variados, eran los ofrecidos por las compañías mixtas, como la dirigida por Manuel Calvo, que pasó por el Teatro Principal, en enero de 1886, presentando una obra dramática de zarzuela y baile.
Ramón García
Balado
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