06/10/2024

Paseos compostelanos con la Banda Municipal

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Primer tramo trimestral de temporada otoñal con la Banda Municipal dirigida por Casiano Mouriño Maquieira en el Auditorio de Galicia- día 6, a las 12´00-, Dende Fonseca ao Burgo das Nacións, en colaboración con ExperimentalDanza que dirige Carlota Pérez, para un programa en el que destaca la actriz Adriana Paulos, coreógrafa, bailarina e historiadora del arte, quien conseguirá conciliar el mundo de la neurociencias en sus distintas percepciones en su traslación a las temáticas musicales en un difícil entramado de asociación. Aspectos que los oyentes podrán recomponer dentro de lo posible en un ejercicio de complejo malabarismo. En compañía, un elenco de colaboradores que integran ExperimentalDanza. Tendremos pues en agenda, compositores que estuvieron en la agenda de la propia Banda Municipal con cierta frecuencia, en su mayoría profesionales que destacan por su amplio catálogo dedicado a los trabajos para banda; clásicos como pueden ser Samuel Barber, el ruso Dmtri Shostakovich o George Bizet.

Alfred Reed a  modo de entrante que servirá para entrar en materia con ¡Viva Música!, compositor americano con un amplio catálogo de obras, compatibles con sus labores como director de orquesta y coros, que le llevarán a Europa y Latinoamérica. También realizó una importante carrera como docente, en lugares como la Juilliard School neoyorquina, en la que se había formado en su juventud, con Vittorio Gamini, preparando un esperanzador futuro como dotado arreglista, aspecto del que dejará constancia a lo largo de su vida. Fue director de la Baylor Symphony Orchestra, que le supondría los máximos galardones. Su obra de importancia entonces había sido  la Rhapsodie for viola and Orchestra, del año 1956,  galardonada con el Luria Prize. Fue miembro de Beta Tau Chapter of Phi Alpha Sinfonia, ampliando los oficios docentes en la University of Miami, en donde colaboraría con el compositor Cliford William, durante una década hasta mediados de los setenta.

La segunda escena de esta secuencia o pasaje que se explicará sobre la marcha, se apoya en el mundo de los bolerazos de Osvaldo Farrés (1902/85), un cambio de perspectivas que añade nuevas enjundias. Compositor cubano de todos conocido, gracias a ese estilo de enorme aceptación popular gracias a esos boleros y que todavía encandilan a los entusiastas de las músicas latinas. Farrés se hizo célebre por sus trabajos de divulgación en radio en aquellos años, como animado locutor y entrevistador, en las que mantuvo charlas con Nat King-Cole, Sara Montiel, Maurice Chevalier o Esther Williams. Su primer éxito notable lo había logrado con Acércate más, interpretado por Toña la Negra, pero su auténtica especialidad artísticas serán la cantidad sobresaliente de  guajiras-son. Una vida la suya, revuelta en lo social que le obligaría a un inevitable exilio, tras las distintas dictaduras de los gobiernos cubanos.

La siguiente escena en sus complejidades científicas en ese medio de las neuronas, quedarán confiado al tratamiento musical de Samuel Barber, en su grato Adagio for strings Op. 11, excelente pieza que como pocas divulgará la figura de este compositor nacido en Pennsilvania y que haría gran carrera en todos los géneros llegando hasta el operístico con Antonio y Cleopatra o Vanessa. Una pieza encantadora e irresistible dentro del género camerístico que, con fortuna, escuchamos con frecuencia y que en sus posibles traslaciones, no dejará de atrae nuestra atención. Su estancia en Roma tuvo algo que ver en la composición de esta pieza  y que en otro tratamiento recibirían el aprecio del maestro Arturo Toscanini. Su tema fundamental es sencillo y austero.

Nueva escena esta vez bajo la impronta de un músico de otras latitudes, el mundo del pop-rock, de Robert Smith, un músico que comenzó a darse a conocer con una de sus primeras bandas The Cure, sus devotos estarán atentos a su trayectoria durante años, siempre pendientes de nuevas agrupaciones rupturistas en esas tendencias que le llevarán a otros grupos como The Glove. Paolo Sorrentino le tuvo en cuenta para incluirle en su trabajo Cheyenne y Tim Barton, para Eduardo Manostijeras. Su técnica como guitarrista supondría un aspecto renovador. En la escena siguiente, en esta misma línea, John Mackey, con Sheltering Sky, músico que recibirá influencias de F. Tichelli y Percey Garinger, una composición que recibiría influencias del folklore y las músicas tradicionales que en este caso, redundará en la recreación de una ambientación que nos sumergen en una situación de una nebulosa diferenciadora fomentada por el tratamiento armónico e instrumental

La escena Tiran, lanzan roupas, se coloca en la Segunda suite de jazz, de Dmitri Shostakovich, otra de esas piezas tan frecuentes en las programaciones de conciertos. La suite de compositor ruso, poco tiene que ver con el jazz y con la inmensidad de su mundo sinfónico, del que en temporadas recientes, la OSG, nos fue ofreciendo lo más granado de sus sinfonías bajo la dirección de Dima Slobodeniouk y así hasta llegar a As neuronas falan do cerebro, página musical arropada por otra suite, en este caso con el minuetto de la segunda suite de L´Arlesiana, de George Bizet, tomada a partir de un melodrama de Alfonso Daudet, y destinado al Teatro de Vaudeville parisino, con éxito notable. Para cerrar, un nuevo apunte con The Divine Comedy Paradiso, de Robert Smith.

Ramón García Balado

 

 

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