Capilla del Hostal de los RR.CC., Santiago de Compostela
Concierto en la Capilla del Hostal de los RR.CC- día 1, a las 20`00 h-, con la actuación del Cuarteto Lucent y la participación del guitarrista Riccardo Guella, con obras de Enric Granados, Manuel Castillo y Ruperto Chapi, un grupo formado por Takamori Okamoto y Yulia Sozanska- violines-; Paul Altimira- viola-y Yena Gook, chelo, acompañando al guitarrista Riccardo Guella, formado en el Conservatorio Giove di Genoa, integrando la Giovine Orchestra Genovese e Amici di Paganini. Fue Premio del Inst. Boccherini de Luca y del Concurso Alessadria. Grabó obras de Theodor Gaudo, con Gianluca Nicolini, y recientemente obras de Roberto Sierra. Asistió a masters de David Russell, Pepe Romero, Ignacio Rodes, Serggio Assad y Barrueco. También pasó por la Accedemia Chigiana (Siena), en donde siguió clases de Óscar Chiglia, para ampliar perspectivas estilísticas con Gallardo del Rey en el Curso de Música en Compostela. Dispone de un instrumento factura del luthier Felix Müller (2023)
Enric Granados con la Romanza (para cuarteto de cuerdas) en el espacio de sus obras camerísticas entre las que se encuentra la más conocida, el Quinteto Op. 49, que en breve escucharemos a los profesores del Curso: Stephan Picard, Stephan Forck, Ashan Pillai y Andrei Banciu; también la Sonata para violín y piano o el Trío Op. 50 o los Tres preludios, obras estrenadas en el Salón Romero de Madrid. Noticias firmadas por Mac Mc Clure, nos hablan de un acontecimiento vivido en la Academia F. Marshall, epicentro de su legado, en el que se celebraba su primer centenario y como parte de las conmemoraciones se organizaron una serie de conciertos, solicitándose que se interpretase el Quinteto en Sol m. y el Trío en Do M., aparte de eso, otros intérpretes de la Marshall, como el violinista Ala Voronkov y miembros del Glinka Quartet, tocaron varias obras de Granados. Para poder llevar a cabo la sesión, se tuvieron que reconstruir, materiales originales a partir de los manuscritos disponibles, ya fuera porque en parte se encontraban repartidos en varios fondos: La Biblioteca Nacional de Catalunya; la de la Música de Barcelona o la misma de la Ac. Marshall. La Romanza, para cuarteto de cuerda es una de esas sorpresas de cámara de la producción de Granados. Poco se sabe, salvo que la misma música nos puede sugerir: el lenguaje armónico es más complejo que el del Trío y el Quinteto, y se utiliza un material temático que, a partir de un motivo inicial, se va desarrollando contrapuntísticamente a lo largo de esta pieza. Todo esto parece indicar que la obra fuera seguramente posterior a las dos más conocidas. Por cómo continúa el manuscrito- donde aparecen los primeros compases de una marcha fúnebre-, podemos entender que esta Romanza podía ser el primer movimiento de un Cuarteto de cuerda que nunca vio la luz. Sin embargo, la obra tiene una solidez por sí misma y cuenta con un registro discográfico para Columna Música, realizado por el Cuarteto Glinka.
Manuel Castillo-Cuarteto con guitarra en sus tiempos, Allegreto, Adagio y Variaciones,- encargo precisamente del Curso Música en Compostela de 1975, cuando la cátedra del instrumento estaba ocupada por José Tomás entre un profesorado en el que destacaban Marçal Cervera, Conxita Badía, Enric Ribó, Montserrat Torrent o Antonio Iglesias y Rosa Sabater, destacando precisamente Andrés Segovia y Montserrat Caballé en una serie de clases magistrales. Manuel Castillo repartía entonces sus abundantes compromisos provenientes de varias ciudades españolas, a través de entes oficiales o eventos históricos: las Invenciones para cuarteto de cuerda, compuesto para el Festival de España y América (1967); Antífonas de Pasión, para la Semana de Música Religiosa de Cuenca (1970); los Cuatro cuadros de Murillo, para orquesta, con motivo del centenario del pintor y por encargo de la Diputación de Sevilla; el Concierto para dos pianos y orquesta por encargo del Ayuntamiento de Sevilla; las Kasidas del Alcázar, para dos guitarras, para la Bienal de Arte Flamenco (1984); el Trío, para la Universidad de Laramia (USA) o de nuestra ciudad, la obra coral Homenaje a Rosalía de Castro, a la que se añadiría la Sonata para guitarra, en el cincuentenario de la muerte de Federico García Lorca. Castillo se había formado con Conrado del Campo, en composición, y Lucas Montero, antes de perfeccionarse en París con Lazar Levy y Nadia Boulanger, preparando su ingreso como profesor de Historia y Estética de la Música, en 1954, obteniendo la Cátedra del Conservatorio de Sevilla.
Ruperto Chapí- Cuarteto nº 2, en Fa: Allegro moderato; Allegretto; Allegretto. Molto vivace y Cuasi Presto-, obra nacida conjuntamente con obras de Bartolomé Pérez Casas, entre una importante muestra de cuartetos españoles, una obra de proporciones notables con sólida libertad de factura. La composición se estrenó interpretada por el Cuarteto Checo (1904), aquella formación de soberbio prestigio internacional, para dar mejores argumentos y con gran éxito, hecho que mereció una crítica respetuosa publicada en La Época: Volverán en la próxima a deleitarnos con un arte tan exquisito y tan perfecto. Una serie de seis conciertos incluía también obras de Karl P. Emmanuel Bach, culminando con maestros de las escuelas nacionales. El mentado Cuarteto Checo- conocido también como Bohemio-, estaba integrado por ilustres como Karel Hoffman, Josef Suk, Oskar Nebdal y Hanus Wilhan (sustituto de Otto Berger, en 1889, como chelista) y que había sido profesor de música de cámara de los demás. Los años que conocieron al Cuarteto Checo, vieron también el nacimiento de la gran tradición en la música de cámara checa.
Ramón García Balado
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