Capilla del Hostal de los RR.CC., Santiago de Compostela
Ernesto Monsalve, es gestor cultural, director de orquesta y compositor; director del Área de Música de la Universidad Internacional de La Rioja y de la Joven Sinfónica de Valladolid. Colabora regularmente con RNE y la TV de Castilla y León. Director de Humanidades, Arte y Educación por la Universidad de Castilla-La Mancha, y licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, realizando masters de Dirección Musical por ABRSM y Gestión Cultural por la Universidad de Alcalá de Henares, además de un posgrado de Dirección en Asuntos Públicos y Liderazgo por ICADE, con master en Formación del Profesorado por la Universidad Int. de Valencia. Fue autor de obras y director artístico de amplios proyectos: O. Sinfónica de San Remo; O. Cantorum Coralina Exaudi; Lyceum Mozartiano; Vocal Leo y Matanzas (Cuba); Coro de la Suisse Romande; Wien Accord Chor und Kammerensemble (Austria); Coro de la Ópera Rousse (Bulgaria); Symphonisch Orkest (Bélgica) o la Schola Argentina, en el espacio de sus colaboraciones con Latinoamérica.
Joaquin Rodrigo, maestro al que se prestó abundante atención en lo relativo a publicaciones sobre su obra y su vida, destacando la recién publicada a cargo de dos estimables conocedores como Javier Suárez Pajares y Walter-Aaron Clark, coincidiendo con el XV Aniversario de su muerte. Su título se anuncia como A Light in the Darkness: The Music and Life of Joaquín Rodrigo, trabajo que divulga la prestigiosa editorial estadounidense W.W. Norton & Company y el estudio más completo acerca de su vida y obra que arranca a comienzos del siglo XX. Pero bástenos con recurrir a la biografía escrita mano a mano entre el compositor y su compañera Victoria Kamhi, en una cuidada edición de Andrés Ruíz Tarazona. Tema a elegir para esta vez, el celebérrimo Concierto de Aranjuez en su historia y según los interesados. El Concierto de Aranjuez toma su título del famoso sitio real situado a cincuenta quilómetros de Madrid, camino de Andalucía, particularmente favorecido por los Borbones. Aunque este concierto es un trozo de música pura, sin programa alguno, su autor al situarlo, en un lugar, Aranjuez, ha querido señalarle un tiempo de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Cortes de Carlos IV y Fernando VII, ambiente sutilmente estilizado de majas y toreros, de sones españoles de vuelta de América. La guitarra, con una audacia sin precedentes, se opone a toda una orquesta formada por flautín, flauta, oboe, corno inglés, dos clarinetes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas y el cuarteto. En todo momento la guitarra es solista, pero la orquesta supone una verdadera delicia, siendo transparente, centelleante en un constante chisporroteo.
El primer tiempo Allegro andante con spirito, está todo él animado por la misma fuerza y alegría rítmica, sin que los temas de que consta interrumpan un solo momento su trepidante marcha. El Segundo, Adagio, supone un diálogo elegíaco entre la guitarra y los instrumentos solistas: el corno inglés, fagotes, oboe, trompas etc…en un hondo latir que mantiene todo el edificio sonoro de este tiempo. El tercer tiempo, Allegro gentile, evoca una danza cortesana en la que la combinación de compases a dos y tres tiempos, así como una escritura ligerísima, mantiene el tiempo alerta hasta la veloz fermata final. El estreno mundial tuvo lugar el 9 de noviembre de 1940, en Barcelona, por Regino Sáinz de la Maza y la Orquesta Filarmónica de Barcelona, bajo la dirección de César Mendoza Lasalle. Una mirada a poco antes nos trasladaría al final de los Cursos de Santander, aprovechando un previsto viaje a París, en donde se habían citado con Regino Sáinz de la Maza, viejo amigo de Joaquín e intérprete de algunas de sus primeras obras, como la Zarabanda lejana. El encuentro en San Sebastián, camino de paso, se vería con el Marqués de Bolarque gran aficionado a la música y quien les invitó a un condumio en el restaurante Rompeolas. El tema inevitable de conversación sería el mundo de la guitarra, Bolarque echaría el pulso sugiriéndole a Rodrigo que compusiese un concierto para guitarra. Un concierto para guitarra y orquesta. Para Bolarque, el intérprete habría de ser Regino Sainz de la Maza, quien respondería entusiasmado a la propuesta. Lo demás llegaría rodado tras apurar unos cuantos vasos de bon vin: Te haré el concierto- confirma Rodrigo- y además te lo dedicaré. La guitarra en Rodrigo dejara obras señeras como las compuestas a solo: Entre olivares; Por tierras de Jerez (antología de la guitarra en tiento antiguo); Bajando de la meseta; Junto al Generalife; Trois petites pieces (Ya se van los pastores; Por el camino de Santiago o Pequeña sevillana); Pájaros de primavera o Tres piezas españolas: Fandango, Passacaglia y Zapateado. Mejor reconocimiento llegará por obras concertantes: La Fantasía para un gentilhombre (de la que hay versión para flauta); el Concierto madrigal (para dos guitarras y orquesta); el Concierto andaluz (para cuatro guitarras y orquesta o el Concierto para una fiesta, de 1983. Añadiendo en el apartado la serie de concierto para otros instrumentos como el piano, el chelo, el arpa y los dos ballets: Pavana Real y Juana y los Caldereros, inspirado en un sainete de Don Ramón de la Cruz y en adaptación de su compañera Victoria Kamhi.
Ramón García Balado
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