Palacio de Lira (Madrid) Fundación Monte Manso (Nápoles)
Resonet, el grupo que dirige Fernando Reyes Ferrón y su compañera la soprano Mercedes Hernández, se presentó la semana pasada en el Palacio de Lira (Madrid), para repetir el día cinco de octubre en la Fundación Monte Manso , en el centro histórico de Nápoles, ofreciendo un concierto bajo el reclamo I Lieti Giorni di Napoli, con piezas en atención a la personalidad de Don Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos, estudiado en profundidad por la investigadora Manuela Sainz González, en dos volúmenes lujosamente editado por Hércules de Ediciones, y la que en uno de sus capítulos, se analiza aquel período napolitano (1610/6), como virrei, acompañado en la aventura por su pariente Fernández de Andrade. Años gloriosos que destacarán por sus iniciativas filantrópicas y sus ayudas a los artistas.
Resonet, proponía un concierto cargado de contenido pensado en la figura del dedicatario, fruto de su investigación y que, musicalmente, resaltaría la importancia de grandes de nuestras letras y nuestra artes, que le conocieron y apreciaron, dedicándole obras que son patrimonio de nuestro Siglo de Oro. Cervantes, le dedicaría la segunda parte de El Quijote, y algunos entremeses, y en tales consideraciones no faltaron Góngora, Lope de Vega y Quevedo. Los entremeses cervantinos, ocho en total, muestran una intención cómica, por la mezcla de personajes plebeyos tratados con carácter costumbrista, más acentuado en los cuatro últimos por la acentuación burlesca.
El VII Conde de Lemos había sido aficionado a las artes escénicas, más aún en esos años napolitanos, aprovechando que existía una compañía teatral local, de la que formaban parte Batholoneus Zito y Ambrosius Buonhomeus, quienes harían representaciones de comedias y entremeses, que acudiría a palacio por invitación de Lemos para su deleite. A la compañía, había pertenecido también Agustín Velázquez (El pícaro), viejo soldado que se incorporó a su servicio. Los Lemos, sobresalieron por su afición a la música y a la protección de los musicólogos, como fue el caso de otro protegido, Francisco de Montanos, que merced a ese trato, pudo publicar su Arte de música theorica y práctica, que realizó precedentemente en Monforte de Lemos. El investigador inglés J. Sherwin, dejó constancia de su estancia con el Conde en la villa de Monforte.
A la altura de 1613, se publicó en Nápoles, con redacción en castellano de la obra El Melopeo y Maestro, un Tractado de música theorica y práctica en el que se pone por extenso lo que uno para hacerse perfecto músico ha menester saber; y por mayor facilidad y comodidad y claridad está repartido en XXII libros. Una obra de Don Pedro Cerone de Bergamo, músico de la Real Capilla de Nápoles. Cerone había estado en España en 1592, siendo nombrado cantor de la Capilla Real por Felipe II, en un cargo que mantendrá hasta los primeros años de Felipe III. En relación con Italia, encontró que el arte musical estaba poco floreciente entre nosotros, lo que atribuyó a falta de interés docente de nuestros maestros, poca paciencia de los discípulos para perseverar en los estudios y escasa afición musical de nuestra sociedad.
Resonet, en I Lieti Giorni di Napoli, no dejan de acercarse a aquellas muestras musicales remarcadas por las obras elegidas. Piezas como la de Girolamo Montesardo, en dedicatoria al VII Conde de Lemos, con edición napolitana en 1612, y de su libro en cuestión, se tomaron O Fortunati Giorni; O Felice quel giorno; Scherzo d´Amore; La peregrina; La faceta y Scherzo di Ninfe. Otra de las fuentes, remite a un libro de Giovanni Maria Trabaci, maestro de capilla real de Nápoles desde 1614, destacando un soneto del Conde titulado Ve el Sol en verde paz. La parte musical es una revisión de Fernando Reyes, detalle que observaba claras dificultades. Trabaci (c. 1575/ 1647), había sido organista y cantante, además de compositor, beneficiándose del nombramiento del cargo oficial gracias al VII Conde de Lemos, tras suceder a Giovanni de Maque. Mantuvo relaciones con la ilustre familia Capoa di Balzano (1625/30), y bastantes de sus obras, especialmente los motetes, serán calificados como dentro del estilo de Gesualdo, Príncipe de Venosa, preparando lo que vendrá poco después con el cromatismo de Frescobaldi, en el que desarrollará sus canzonas, ricercare, capricci y piezas instrumentales. Encontrándose dos arrolluelos, fue un posible dedicatoria a Giovanni Battista Manso, Duque de Villa y Fundador junto al Conde de Lemos, de la Accademia degli Oziosi
En el programa, aparecen también fuentes de procedencia francesa de comienzos del XVII, el París de Ana de Austria y con similitudes con la tradición española, editadas en los libros de Étienne Moulinié (c. 1600/ 1669), organista y compositor de Languedoc y maestro de Gaston d´Orléans , hermano de Luís XIII. Autor de motetes y airs de cour (en los que usará indistintamente texto en español e italiano), destacó por sus obras para ballet, en compañía de su hermano Antoine, cantante a la vez que bailarín. Se añaden piezas del Cancionero de Sablonara, compendio de poemas líricos que incluyen música, y de los que son ejemplo los de Elvas; el Cancionero de Medinaceli; el Cancionero de Coimbra o el Cancionero de La Colombina. En esta relación Repicaban las campanas, elegida para su publicación en cd Les Pellerins, pieza del mentado Étienne Moulinié, un viaje musical en el que destacaron compositores como Robert de Visée; F. Couperin; Sebastien de Brossard y otras piezas anónimas. Repicaban las campanillas, es la elegida, editada en París en 1629 y que conmemoraba los esponsales de Ana de Austria y el rey Luís XIII, un canto sustentado sobre la tarantela, danza representativa de Nápoles. En detalle a mayores, convendría recordar que muchas de las posibles partituras que podrían haber sobrevivido, se perdieron en los incendios del Palacio de los Reales Alcázares y en el del Conde de Lemos, en Monforte.
Ramón García Balado
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