09/10/2023

La Reverenza: Cuartertos a partir de J.P. Rameau, para el V Ateneo Barroco

 Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela

Una primicia en divulgación para el V Ateneo Barroco, en la Igrexa da Universidade-martes día 10, a las  20´00h-, tentadora iniciativa de la que son protagonistas el grupo La Reverencia, que dirige Andrés Alberto Gómez- al que tuvimos la semana pasada presentando el documental De occulta philosophia, realizado por Daniel V. Villamediana, en 2012, en la Sede  Afundación- y que estará integrado por Pavel Amilcar (violín); José Fernández Vera (flauta travesera); Sara Ruíz (viola da gamba) y el propio Andrés Alberto Gómez, como clavecinista y director. Un programa, que sobre el planteamiento, dice todo sobre sí mismo. Un Premier Quartet (sobre Ritournelle, Air, les Bergères, Sarabande y Chaconne); Second Quartet  (Prelude, Manuet, Tambourin, La Chasse, Entrée de Polimnie, Gavotte, Aie gai en rondeau). Troiseme Quartet ( Ritournelle, Menuet, Viens Hymen, Air gai. Simphonie, Air tender, Gavottes). Quatrième Quartet (Quatour Air Majestueux, Air des Mussetes, Tambourine). Cinquieme Quartet, entre Ouverture, Sarabande, Sous les drapeaux des Mars, Gavotte y Chaconne. Idea de un proyecto nacido a la sombra del trabajo destinado al registro de las Piezas para clavecín en concierto y que tiene fruto en los Quatours, todavía inédito, presentado en este Ateneo Barroco.

La Reverencia, se mantiene en el ámbito de propuestas con criterios historicistas en un dilatada carrera, en la que se comprometen los cuatro miembros, que la ha llevado a dejar razones en festivales como Pórtico do Paraíso, Festival de Daroca, Arte Sacro de Madrid, Sevilla o Música Antigua de Cagliari. En 2013, grabaron De Oculta Philosophia, un documental dirigido por Daniel Villamediana, seleccionado para distintas convocatorias europeas. Un firme bastión de sus trabajos, fue la creación de su sello Vanitas. Andrés Alberto Gómez, tuvo como maestros a Jan Willem Jansen, Tony Millán, Yves Rechsteiner y Huguette Dreyfuss, completando en La Haya con Jacques Ogg y en la ESMUC, con Béatrice Martin. Colaboró en grupos como Les Arts Florissants; Armonía del Parnàs; Tasto Solo, Canto Coronato y con directores como William Christie; Paul McCreesch; Richard Eggard, Ton Koopman o Paul Dombrech.

En propia opinión de Andrés Alberto Gómez, compartida con sus compañeros, la idea conjunta del ideario artístico, proceden de un Jean Philippe Rameau en toda su extensión artística, en un tratamiento conciso y con tendencia a la fabulación, tal cual constatan los resultados de las obras en esa traslación a la forma del cuarteto, elaboraciones tomadas de sus óperas o las piéces de clavecín en concert. Un trabajo de escucha y meditación, desde el mundo de sus óperas, abocan a resultados como los elegidos. Un diseño que se plasmará pues, en el contexto del cuarteto. Por momentos, una reducción de una parte orquestal, desde las preceptivas a ocho voces, para convertirse en cuatro; otras elaborando nuevas contrapartes, además de usar líneas vocales transformadas en escritura instrumental. Rameau, maestro y creador de escuela, gozará de especial nombradía a partir de 1737. El resultado mano a mano de Andrés Alberto Gómez y sus compañeros de travesía, dejan tentadores juego de adivinanzas: Un pequeño movimiento de la opera Hyppolite, en el Quinto cuarteto; un pasaje de menor amplitud a modo de symphonie, de Zoroastro, en el Tercer cuarteto; una leve ritournelle, del Primer cuarteto, que se descubre en el Segundo acto de Le Temple de la Gloire. Un permanente hechizo que estará presente en la opción de las páginas tratadas. Breves momentos; arias cogidas al vuelo; secciones de unión entre escenas, consumación del Rameau más intimista en un principio de entrega a la fidelidad historicista.

J.P. Rameau, tardaría en estrenar su primera ópera, en el punto álgido de su madurez, pero de su ingenio, quedarán más de treinta obras escénicas que en esencia, se repartirán según distintas denominaciones diferentes: Entre ellas, se encuentran ocho actos de ballet; siete óperas-ballet; seis tragedias líricas; cuatro pastorales heroicas; dos comedias líricas; dos comedias-ballet y una pastoral (sin mayor calificación). Unas denominaciones que recurren a la técnica de la combinación, que intenta la obra en función tanto de sus componentes (teatrales o coreográficos), como su carácter (trágico o cómico) y su extensión en número de actos. En un extremo se halla la tragedia lírica, extensa ópera seria en la que predomina el interés por lo teatral, mientras que en el otro se encuentra el acto de ballet. Hyppolyte et Aricie- tragedia lírica, por citar uno de sus espectáculos de gran prosapia, tuvo que esperar hasta la ayuda generosa de un desprendido mecenas, el recaudador general de impuestos  Alexandre Jean-Joseph le Riche de La Pouplinière, quien la encargará en 1731, la responsabilidad de dirigir él mismo a la orquesta. El mecenas, preocupado y entusiasta por los oficios de Rameau, le pondrá  en contacto con mentes privilegiadas como Voltaire, quien le escribirá el libreto para Samson.  Texto y música llegaron a  ver la luz, pero chocaron de frente con la censura imperante, que traería fatídicas consecuencias. Los censores guardan celosamente el éxito considerable de Jepthé, de Monteclair, sobre temática de la Historia Sagrada, y las consecuencias no se hicieron esperar. Desgajes de Samson, acabarán disgregados en otras óperas de su firma.

Ramón García Balado  

 

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