07/06/2024

La JONDE en el VII Festival Resis

 Museo das Belas Artes, A Coruña

Cerca de la clausura, el VII Festival Resis de A Coruña, recibe la visita de la JONDE, el Trío Arbós, el clarinetista Joan Enric Lluna, dirigida por Pablo Rus Broseta, en el Museo das Belas Artes de la capital- día 9, a las 12´00 h-, ofreciendo obras de Toshio Hosokawa, el encargo de María José Arenas- El Aljibe-; de Gérard Grisey y de Salvatore Sciarrino, contando con la colaboración del Trío Arbós. Un programa ofrecido ayer en las Xornadas de Música Contemporánea de Santiago. La JONDE fue formación en residencia de hace un par de años, en las Xornadas de Música Contemporánea, de Santiago, entonces dirigida por Fabián  Panisello, dentro del proyecto JONDE FOCUS, ofreciéndonos una actualizada perspectiva de compositores/as actuales como G. F. Haas; Mizzi Mazzoli; Jesús Torres; P. Eövös; Vykintas Baltakas; Kaija Saariaho; Steve Reich o Raquel García Tomás, entre otros.  El título genérico había sido Poñer o foco y para servir como adelanto, el anuncio para el día 12, el compromiso adquirido con la Real Academia de España, de Roma- 12´00 h- en la que el Festival Resis mantiene la fidelidad con Luigi Nono, con un programa que nos traslada al concierto inaugural Y entonces (Variaciones canónicas sobre Luigi Nono), ofrecido en la Fundación Luis Seoane, con el protagonismo del siempre polémico Niño de Elche en un programa meridianamente sorprendente, reafirmado en lo técnico por los recursos aportados en cuanto a los medios electroacústicos de Miguel Álvarez- Fernández, asistidos por el técnico de sonido en espacialización Emilio Pascual Valtueña.

Joan Enric Lluna destacado clarinetista y director, destaca precisamente por su respuesta a encargo de compositores actuales  como Joan Guinjoan; Sánchez-Verdú; Jesús Torres, Mauricio Sotelo, David del Puerto, músicos con los que colabora directamente en la evolución de obras en curso. El Trío Arbós, rememora la figura de Fernández Arbós (1863/ 1939) y han ganado el Premio Nacional de Música en 2013. Una carrera acreditada que les permitió presentarse con frecuencia en la Wien Konzerhaus; el Conservatorio Tchaikovski, de Moscú; el Festival Pau Casals (Puerto Rico); el Teatro Colón (Buenos Aires); la Academia Sibelius; el Transart (Bolzano), entre certámenes de primer orden. Estrenó obras de Toshio Osokawa o G, Aperghis¸ a los que se añaden las firmas más prestigiadas de nuestros vanguardistas actuales. La Ernest von Siemens Musiktsfung, ayudó a promocionar sus proyectos. Son sus miembros Fernando Trematori- violín-con un instrumento Oka Gaudagnini (1781); el chelista J. Miguel Gómez, con un instrumento de lutier Haat Wlderks, y el panista Juan Carlos Garvayo

Una compositora invitada con obra en estreno, María José Arenas- El Aljibe, composición de resonancias fantásticas a partir de un relato de Mariana Enríquez- No hay    que fumar en cama (2017), obra para flauta, clarinete; violín; chelo; piano y percusión. La compositora estudió en el Conservatorio Manuel Castillo, especializándose en composición con David del Puerto, en Valencia. Obras suyas asentadas en programa, son Resiliencias, para el Trío Arbós; Maklub, que presentaron Vladimir Dmtrenko y Manuel Guille: El sanatorio de los incurables, para la Orquesta de Córdoba; Relojes blandos- para el Taller Sonoro-; El idioma dormido de las codas o De…donde las raíces vuela, encargo del CNDM.

Toshio Hosokawa- Trío-, alumno de Isang Yun y de Toru Takemitsu, es autor de obras que recibieron un trato de preferencia como In die Tiefe der Zeit (En las profundidades del tiempo), un puente de culturas entre Oriente y Occidente, siendo para el autor la necesidad del encuentro entre la propia música y el silencio a la búsqueda de un universo sonoro, trascendiendo las fronteras culturales o geográficas. Compositor y director, logra sintetizar esos panoramas musicales, trabajo que con fundamentos se reparte entre el camerísmo y las obras sinfónicas en una ambición de subyugar al oyente y para ejemplo a seguir, obras como Deep Silence, para acordeón y shô,  un instrumento en la onda del sheng, que no hace tanto pudimos escuchar a Wu Wei, en la obra de Huang Ruo The Collor Yellow for Sheng y orquesta, dirigido por Baldur Brönnimann. La experimentación tímbrica va más allá de la exploración de los instrumentos de la tradición japonesa, entre los aspectos más novedosos en el espacio de su con concepción estética. Se podrá hablar de una tímbrica del silencio al observar sus múltiples composiciones, los variados caminos en los que la realidad suele fusionarse, entre intensidades extremas y susurros musicales que resumen un amplio espectro de planos de sonido/silencio.

Gérard Grisey (1946/98)- Talea-, el principal representante de la escuela espectral , músico con estudios en Alemania en el Conservatorio de Trossingen, con Helmuth Degen y en el Conservatorio de París, con Olivier Messiaen (1968/72), forjador por excelencia. Amplió experiencias con Henri Dutilleux, y en electroacústica con Jean Étienne Marie, a medias con Émilie Leipp, en trabajos centrados en los recursos de la acústica, en la Facultad de Ciencias de París (1974), asistiendo regularmente a seminarios impartidos por Karl Heinz Stockhausen, ampliando al mundo de las artes escénicas. Con Gyorgy Ligeti indagará sobre las micropolifonías, un paso de investigación que le acercará a Xenakis, en Damstadt. Fue becado por la  Ville Medici, que supuso un grado de reconocimiento entre los años 1972/4; el IRCAM de Boulez, contará con él, poco antes de dedicarse a la docencia en la Universidad de Berkeley (California) (1982/6). Para el autor: Somos compositores y nuestro modelo, es el sonido, no la literatura, el sonido no las matemáticas o las artes plásticas .

Salvatore Sciarrino- Il silenzo degli oracoli (1989)-, prolífico periodo de la vanguardia italiana, la del homenajeado Luigi Nono; la de Luigi Dallapiccola- Vol de Nuit-, la de Riccardo Malipiero, Camillo Togni, entremezclándose con los curso de Darmstadt, Luciano Berio, Franco Donatoni, Aldo Clementi o la Venecia de Nono, con personalidades como Luca Lombardi, asentado en Colonia con Vinko Globokar, también Adriano Guarneri, muy relacionado con Paolo Pasolini- Triunfo della morte o Medea-; Siciliano y autodidacta Salvatore Sciarrino dejará un amplio catálogo de obras. Un notable dibujante que se dedicará definitivamente a la música gracias al afortunado encuentro con Franco Evangelisti, en 1960, y de sus trabajos destacados, aparece Un´imaggine di Arpocrate; Giorno Velato, presso il lago nero; Lohengrin- Accion invisible para voz, coros e instrumentos. Proclama Sciarrino que las obra musicales deben estar vivas, enfrentándose a las exigencias propiamente humanas. No encuentra en su planteamiento, la idea de su posible pasatiempo errático sin temer al miedo de las urgencias a las que se enfrenta obra a obra.

Ramón García Balado  

       

Fragmente Stille an Diotima, de Luigi Nono, por el Arditti

 A Coruña - 01/06/2024

El prestigioso Arditti Quartet se apuntó al punto álgido del VII Festival Resis de A Coruña, en el Auditorio Afundación, ofreciendo obras de José Manuel López López- Cuarteto II Infinita Domenica-; Rebecca Saunders- Flecht- y del homenajeado Luigi Nono, en Fragmente Stille an Diotima. Miembros del Arditti Quartet, son en la actualidad  Irving Arditti, el único que permanece de los miembros fundadores; el segundo violín Ashot Sarkissjan; el viola Ralf Ehlers y el chelista Lucas Fels. Como tal formación y desde los comienzos, han mantenido una relación permanente con los autores de las obras sobre las que trabajaron e investigaron,  músicos que a lo largo de tan extenso período les ha permitido intercambiar pareceres con creadores de referencia. Artistas como Thomàs Ades; P. Dusapin; Franco Donatoni; Henri Dutilleux; Morton Feldman; Helmuth Lacenmann; ; Gyorgy Ligeti; W. Lutoslawski; Luciano Berio; Elliot Carter; B. Ferneyhough, Iannis Xenakis; Wolfgang Rhin o Giacinto Scelsi.  Nace el grupo en 1974 por iniciativa de Irvine Arditti,  junto a sus compañeros Livine Andrade, Lennox Mackenzie y John Sterne, en el espacio de la London Accademie of Music, tomando pronto relación artística con el prestigioso La Salle Quartet.  El fundador del grupo, había probado ya en 1973, el acercamiento al repertorio contemporáneo, descubriendo obras de Stockhausen y Gyorgy Ligeti y en 1974, se presentarán en público con obras de Hans Werner Henze y el citado Ligeti. En 1977, la BBC les concederá un programa presentando el Cuarteto de cuerdas nº 1, de Jonathan Harvey. Pronto llegarán los galardones de prestigio: el Deutsche Shall Platten Preis; varios Gramopohone; el Charles Cross; el Coup de Coeur o el Ernst von Siemens. En el apartado discográfico, merecen mención los registros realizados sobre esos compositores con los que compartieron asesoría en el momento de trabajar sobre las obras en concreto.

Un caso para constatarlo, era precisamente la obra que abría  programa, el Cuarteto II Infinita Domenica de J. Manuel López-López, un compromiso con el CNDM, entre el Arditti y el compositor, destinado al Palau de les Arts de Valencia y que tendrá refrendo en registro con la productora Kairos. La presentación de la obra, compartió fecha con obras de Héctor Parra- el Primer cuarteto Leaves of reality- y la pieza de Henri Dutilleux Ainsi la nuitLópez-López, es un músico con especialización en Francia en el Institut de Rechesches et Coordination Acoustique/Musique y en la École des Hautes Études Sciences Sociales (IRCAM-EHESSE), ampliando en el SIMC y el International Computer Music Conference (ICMC). Entre los Premios Nacionales, destacará el de Fin de Carrera de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero y el juvenil de la JONDE. Siempre influenciado por las tendencias actuales, supo superponer las distintas opciones de desplegar los posibles esquemas evolutivos. Obras como Aquilea, que afirma la característica de esa expresión musical. Memoria de un tiempo imaginario (1988), trabajaba sobre el color orquestal dominante orientándose hacia sonoridades inarmónicas (percusión), establecidas a la parte aguda del registro (piano, metal).  Rhea  (1989), sabrá disponer a los solistas en el espacio para reforzar el poder de discriminación.

 Experimentos en la tímbrica, para fundamentar sus obras, le permiten la concepción de las mismas, por esa relación espacio/temporal en el que cabe también la voz, con efectos variables en la idea armónica entre los parciales que calificará como proceso de clonage.   El maestro en su consolidación que subirá grados en los noventa, con Sottovoce, equivalente de la descomposición de las técnicas vocales, con microfiguras cantadas en directo y en diferido. Como Ligeti, supo crear la ilusión de niveles diferentes de velocidades simultáneas, con superposiciones de esquemas de tiempos demasiado complejos para ser percibidos. Para ejemplo Memoria de un tiempo imaginario, en la que juega con masas orquestales para elaborar una especie de politemporalidad  en la escucha a  base de sobreimpresiones. Las indagaciones sobre el gesto instrumental se observará en  sus percepciones en obra tan emblemática como Viento de otoño. La intuición será patrón permanente dentro del discurso marcado por la hipersensibilidad en fineza de los sonidos tratados, para idea la densa concentración sin reposo posible en Infinita Domenica ante un público atento al más ínfimo detalle y que en todo el programa mantendría un respetuoso silencio tal cual nos había propuesto el director del certamen Hugo Gómez Chao Porta.

Rebecca Saunders-Flecht-, tras Fury II, de esta compositora en interpretación del Arxis Ensemble, volvíamos a encontrarnos con ella, artista merecedora este año del León de Oro de la Bienal de Venecia y que profesionalmente siguió la escuela de Wolfgang Rihn en la Hochchule für Musik, en Karlsruhe, había recibido consideraciones como el Busoni Kunst Arts Berliner o el Premio Mauricio Kagel. Flecht, obra para acordeón y recitador, cuenta con registro publicado por Kairos, una pieza que destaca por su agresividad sonora hasta un límite agobiante, partiendo en su texto en forma de monólogo de Molly Bloom- Ulisses, de James Joyce-, obras suyas comenzaron a tener mayor presencia en programaciones de músicas actuales como las Xornadas Contemporáneas por el Plurar Ensemble- Fabián Panisello-, o Vertixe Sonora, en Xeografía no tempo.

Luigi Nono-Fragmente-Stille an Diotima (1979/80)- obra encargo del Cuarteto Lasalle y estrenada en Bonn, una muestra que revela cambios en su forma de componer, una posible vuelta al pasado anticipando con todo el futuro. Nuevas lecturas y amistades, nos llevan al encuentro de un poeta como Edmond Jabès o el pensador Massimo Cacciari, que dejarán como rédito esta serie de fragmentos sobre la poesía de Hölderlin. Fragmentos extraídos de la Oda an Diotima, en la que el poeta alemán expone sus estrechas relaciones entre lo individual/biográfico y lo político/social. Aspecto del que da razones la propia música en su consentida asincronía que resultará un acabado en forma laberíntica. El silencio, tiene un papel determinante en su desarrollo aunque claramente distante del usado por John Cage. Esos silencios que corresponden a fragmentos extraídos del propio texto. Fragmente-Stille, An Diotima, respondía al deseo expresado por el Quatour  LaSalle quienes le pidieron una obra acorde con sus ambiciones. Nono supo convencerles como ya había hecho Schönberg en su Segundo cuarteto. No es obra jalonada por la importancia de los silencios, como en las Bagateles, de Webern, sino también por los deslizamientos entre los aspectos que se reafirman en los condicionantes hasta el límite de lo inaudible. Diotima sería el nombre de simbólico concedido a Suzanne Gontard, mujer amada en una relación compartida e inspirada en la poética de Hyperion. Una de sus grandes obras maestras por ese tratamiento significativo del valor de los silencios que dotaban a la obra de su carácter reflexivo e inquieto en esa búsqueda de lo indefinible.

Ramón García Balado 

         

Festival RESIS

Arditti Quartet

Obras de J.M. López-López, Rebecca Saunders y Luigi Nono

Auditorio de Abanca, A Coruña     

publicado en RITMO, edición digital 

 

06/06/2024

Toshio Hosokawa, M.J. Arenas, S. Sciarrino y Gérard Grisey: confluencia de vanguardias

 Sala Mozart, Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Joan Enric Lluna
 

El Trío Arbós, parte activa de las Xornada de Música Contemporánea , junto a la JONDE y el clarinetista Joan Enric Lluna, acapara mayor atención en la reservada en la Sala Mozart del Auditorio de Galicia- día 8 a las 20´30 h.., acompañándonos de la charla previa de la musicóloga Rosa Fernández- 19´30 h-, en esta labor divulgativa y para muestra, la primera pieza de Toshio Hosokawa- Trío (2013)-, compositor fascinado por las culturas tanto orientales como occidentales llegando a impregnarse en su discurso de lo métodos prestados por la caligrafía japonesa y los aspectos musicales de sus tradiciones Gagaku, profundamente arraigadas en los medios cortesanos. Destaca la apreciación perceptible de la importancia de los silencios y la fugacidad inherente que redundan precisamente en este Trío, que nos sitúa ante una figura chamánica que nos pone al borde de una situación abismal. El violín pretende representar a la mujer  y el chelo al hombre, en un diálogo descriptivo mientras el piano remite al cosmos y la naturaleza. Violín y piano, mantienen una relación que puede sugerir el mundo del Yin y el Yang, principio en los orígenes de ese cosmos taoísta, encarnado en los opuestos en perfecta armonía. Un encargo de la Fundación BBVA para el Trío Arbós, estrenado en el Festival de Música de Estrasburgo.  Hosokawa había triunfado en el Festival de Aix-en-Provenxe con su ópera Hanjo, basada en un texto de Mishima, dirigida por Kazushi Ono, y en esencia, su música resulta el encuentro entre las notas y el silencio, trascendiendo las fronteras culturales y geográficas. La experimentación tímbrica queda  más allá de esos usos instrumentales, siempre con aspectos novedosos en ese culto al silencio  demostrado desde los orígenes.

María José Arenas (1983)- El Aljive, en estreno-, es profesora en el Conservatorio Superior Manuel Castillo (Sevilla) tras seguir la docencia de David del Puerto. El Trío Arbós estrenó su obra Maktub I, primera de una serie con ese nombre partiendo de la siguiente estrenada  por el Cuarteto de La Habana. Hum, fue una curiosidad para waterphone, encargo de Juanjo Guillén, para continuar con La evidencia de los significados; Los aromas exactos; El idioma de las cosas;…aún cuando el mundo existe o …Donde las raíces vuelan- para el Fukio Quartet- ,trabajos para distintos compromiso. El Aljive (2024), para violín, chelo, flauta, clarinete, piano y percusión, nos lleva a un relato de Mariana Enríquez, de su libro Los peligros de fumar en la cama (2017), sobre una historia claramente rocambolesca entre la protagonista y el entorno aterrador en el que vive con la figura de una hechicera y ese aljibe que acapara los relatos circundantes. Los apuntes musicales, ayudan a la complejidad de una situación  remarcada por distintos instrumentos, forjando un diálogo entre temas y subtemas, en un discurso condensado. El fantasma del deterioro colectivo, es el precio resultante del trabajo musical.

Salvatore Sciarrino (194)- Il silenzo degli ocacoli (1989)-, al lado de Franco Donatoni representa la generación genuinamente postmoderna, con una música  muy personal  y estilísticamente reconocible aunque para algún avezado podrá parecer en los límites de la autocaricatura. La complejidad y la espacialización tienen mucho que decir e igualmente el uso de manipulaciones microtonales.  Il silenzo degli oracoli, es modelo de esas tendencias en las que no disimula la aproximación al pensamiento de maestros clásicos que en lo musical, nos puede  acercar a Gesualdo, Bach o Mozart. De nuevo una basculación entre lo audible y lo insonoro: pianissimi, murmullos, insinuaciones casi imperceptibles o gestos intencionales, que colocan al oyente en una situación límite. Il silenzo degli oracoli, es para el autor ciertamente silencio, algo imprescindible para sonar  tal cual el día y la noche. El sonido queda dentro del silencio y eso es el sonido. Para alivio de todos, el artista en esta sociedad queda abandonado a su suerte, en un silencio que puede convertirse en ensordecedor. Una composición fruto de una sucesión que se transforma de forma intermitente, entre dos mundos autónomos, cada uno con el peso de su propia evolución. En Sciarrino, el timbre y las pequeñas variantes en las complejas estructuras sonoras, monopolizan la atención creativa, confiriendo a su obra un aspecto intimista. La ópera, en el horizonte de sus perspectivas, nos había dejado obras como Amore e Psyque (1972), junto a espectáculos escénicos como Luci miei traditore, del año 1998.  

Gérard Grisey (1946/98)- Talea (1986)-la escuela espectral tendente a superar las tendencias serialistas y el intenso influjo de Pierre Boulez o la matemática impuesta por Xenakis, consiguiendo un determinante arraigo por otros países europeos y de la músicos españoles no quedarán exentos. Nombres como Hugues Dufour,  Tristan Murail o Grisey con la punta de lanza que había sido Derives (1974), una indagación sobre el espectro armónico que marcará una clave de referencia, siempre en confrontación de criterios con sus colegas Ferneyhough e incluso Lachenmann y aceptando precisamente que el planteamiento de Grisey, resultaba más atento a los procesos acústicos. Aspectos de impronta mística marcaron sus inicios junto a O. Messiaen, pero en definitiva sabrá ser un auténtico pionero ya con las Cuatro canciones para sobrepasar el límite, ya en plena opción espectralista antesala de la creación de la fundación del Group L´Itineraire (1973). Talea (cortar ) pone en juego detalles de las músicas ancestrales del Medievo sobre una estructura rítmica repetitiva, a través del discurso musical: dos partes enlazadas entre sí,  sin solución de continuidad, exponiendo aspectos de un mismo fenómeno. Un gesto fortissimo anuncia un pasaje pianissimo descendente y con una segunda parte que estará marcada por un arrebato de pulsiones irracionales, recuerdo del comienzo de la obra más coloreada hasta un final que se transforma en irreconocible

Ramón García Balado      

05/06/2024

Pablo Fernández: chelista para el Concierto en Mi b. Op. 85, de Edward Elgar

 Palacio de la Ópera, A Coruña


Concierto de la OSG  dirigido por Roberto Fernández- Monjas en el Palacio de la Ópera de A Coruña- 20´00 h., días 7 y 8-, contando como solista con Pablo Fernández para la interpretación del Concierto para chelo, en Mi m. Op. 85, de Edward Elgar, en un programa que añade la raveliana Pavana para una infanta difunta  el Concierto para orquesta, de Witold Lutoslawski. Pablo Fernández, chelista que volverá a ofrecernos otra de sus dimensiones artísticas, ya le tuvimos hace unas temporadas en los comienzos de su carrera, ofreciéndonos el Concierto para chelo, en Si m. Op. 104, de A. Dvorak, añadiendo su Sinfonía nº 7, en  Re m. Op. 70, dirigido por Antoni Ros Marbà. Intérprete afortunado, fue pronto galardonado en con el Premio Tchaikovski, de Moscú, convirtiéndose en artista del sello Sony. Ayudó con creces el ambiente familiar tanto por parte de padre y madre, siendo ella quien veló por su evolución con el método The tunning Fork Wizard. Sus referentes mayores fueron Yo-Yo-Ma y Dmtri Rostropovich y sus fundamentos los encontramos en la Escuela Superior Reina Sofía (Madrid), disfrutando del asesoramiento y confianza de Paloma O´Oshea, teniendo como maestra a Natalia Shakhovskaia. Continuó en la Krönberg Akademie, realizando masters de ampliación, con Frans Helmmerson. Una consolidada trayectoria que le permitió colaborar con primeras orquestas y directores, partiendo de los inicios con la ONE,  interpretando las Variaciones rococó de  P.I. Tchaikovski. De su mano, un Stradivarius histórico, el Lord Aylesford (1696), concedido por la Nippon Music-Foundation. Chelistas que colaboraron en su evolución, fueron también David Geringas, Philipp Müller, Gary Hoffmann, Arto Noras e Ivan Monighetti.

Maurice Ravel- Pavana para una infanta difunta-, nacida a partir de piano y que no dudará en tratar  con severidad, merced a quedar destinada a obra típica de salón, con devoción para las jóvenes que tocan medianamente. No tenía empacho en hablar de ella tildándola de antañona, percibiendo vagamente las influencias menos gratas de Chabrier- por un decir-, dentro de una forma hasta pobre. Imitaciones de Chabrier y Fauré, no consigue el relumbrón mostrado en otras piezas, en su sumarísimo juicio, sentenciando que no había nada menos raveliano que la escritura de esta pavana, cuya gracia un poco monótona, es puesta en manifiesto precisamente por su orquestación hábil, tomando aquellas ensoñaciones que atrajeron a sus dedicatarias primeras. Regusto por ciertos arcaísmos corregidos por el prisma del pasado, con la mente puesta en Ricard Viñes, recibirá la aceptación sin reproche en la dedicatoria a Mme de Polignac en los Conciertos Hasselmans parisinos a finales de 1991, tras la orquestación de 1902, dirigiendo Alfredo Casella, dotándola de esa inspiración que tan bien conocemos ya desde los primeros compases ondulantes y seductores, de una ternura que realza los aspectos más conseguidos en la creación para el piano. Para el autor, pesaban sobremanera los tintes sombríos y fallidos, aspectos  que, como sabemos, la historia desmintió.

El Concierto para chelo en Mi m. Op. 85, de Edward Elgar, será obra que reciba los parabienes de sus obras concertantes, entre las muy queridas Variaciones Enigma o las ostentosas marchas de pompa y circunstancia, santo y seña del Imperio, encontramos al autor inmerso en la veneración pública que no ha perdido prestancia, llevada a su mejor dimensión en obras testimoniales en forma de oratorio como El sueño de Geroncio; Los Apóstoles o la serie de cantatas profanas de exaltación colectiva. Inmenso director de orquesta, había indagado en las profundas herencias de la tradición purcelliana y las posibilidades de un germanismo de no menor significado. El Concierto para chelo  y orquesta, en Mi m. Op. 85, será obra que entrará en las apetencias de los grandes solistas después de su estreno ofrecido en Londres en el otoño de 1919, año en el que abordaba sus  principales trabajos camerísticos, y que fue confiado a Félix Salmond, con  el autor en el podio. En lo esencial, una plantilla más ligera y condensada de lo que muestra en obras de esta factura. Un breve pasaje del chelo en la entrada en Adagio pausado, nos traslada a un tiempo propuesto en tempo  moderato,  que  se aboca a un tema en 9/8, en manos de violas a las que responderá el solista, crecido de argumentos en forma de lied ABA, repartido de forma notable por distintos instrumentos de la orquesta. Destaca el Allegro molto por su libertad de expresión gracias a la orquestación puntillista y un corto Adagio, una generosa amplia melodía que permite la ascensión de recursos sonoros que se convierten en el Allegro ma non troppo, pirueta que supone un genuino Rondó humorístico mezclado con un episodio que recuerda detalles del Adagio.

Witold Lutoslawski- Concierto para orquesta-, obra de un período de transición en el que no deja de mostrar su admiración por Béla Bartók, en su Música fúnebre para orquesta aunque era verdad que en su evolución será determinante la dependencia de Szymamowski, a la que se unirá la recién citada y la de otros compositores centroeuropeos y franceses, alejándose a conciencia de la insalvable Segunda Escuela Vienesa de Schönberg, Alban Berg y Anton Weber. El Concierto para orquesta, estrenado en Varsovia, bajo la dirección de Witold Rowicki, recibió un galardón estatal al lado de las sinfonías, siendo su trabajo orquestal de mayores dimensiones. La Intrada ABA muestra un considerable desarrollo mantenido desde el comienzo por una profusa exhibición de timbales a los que responden las cuerdas y las maderas. Un pasaje en pianisssimo, claramente idiomático, prepara una segunda idea con apuntes en staccati secos a la par que ligeros en las maderas, con un detalle de trompa que ayudan a concentrar la tensión del tiempo.

El Capriccio notturno, casi un scherzo, resulta ostensiblemente dinámico en su extensión ya desde la invitación de los violines en sordina y con escalas de los instrumentos de maderas remarcados en staccati. Prosigue en intensidad gracias a un movimiento fluido acentuado un detalle central en forma de trío.Las  trompas remarcan un pronunciado aire de inspiración popular que nos lleva a  la Passacaglia, toccata, choral e finale, propuesto por el arpa y el pizzicato de contrabajos, estimulados por arpegios del piano, dando pie a una serie de jugosas variaciones a cargo de distintos instrumentos de la orquesta. La Toccata, aprovecha ideas de la Passacaglia , con un ritmo sostenido enlazando con el Choral, con  una transición en diminuendo, entre disputas de maderas, metales y cuerdas divididas.

Ramón García Balado  

 

Dolce Rima: Saffo Novella, Barbara Strozzi, en Ateneo Barroco

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