10/04/2025

Les Sylvains: Museo das Belas Artes de A Coruña

 Museo das Belas Artes, A Coruña

Concierto del XXIV Ciclo Música para unha época, del Museo das Belas Artes, de A Coruña- día 13 a las 12´00 h-, con el dúo Les Sylvains, integrado por Armelle Morvan, soprano y la clavecinista Arrate Zubigaray Orbea y que se completa con una visita guiada, para un programa que se recibe bajo el título de Aura Soave . Armelle Morvan, estudió en Nantes y una de sus primeras experiencias la vivió como integrante de Coro La Parviene, para ampliar conocimientos en el Centro Musical Musikene, de San Sebastián, con Maite Arruabarrena, para continuar el magisterio de maestros como Lambert Climent, en la ESMUC y con el contratenor y director Carlos Mena, actual responsable del Coro de la OSG; también colaboró con La Capella Reial de Catalunya, de Jordi Savall; el Collegium Vocale Gent (Philippe Herreweghe); Gli Angeli (Stephan McLeod); La Chapelle Harmonique (Valentin Tounet); La Bellemont ( Sara Ruiz); Los Afectos (Nacho Rodríguez) o Conductus (Andoni Sierra), entre sus experiencias, el compromiso con las actividades de la Fundación Juan March, en los proyectos destinados a Jóvenes Talentos, ofreciendo La Voix humaine, de Francis Poulenc, en compañía de Álvaro Corral y Marina Bollain, para el trabajo escénico. La clavecinista Arrate Zubigaray Orbea, siguió la docencia de J.M.Ibarra y de Itziar Atutxa, en el Conservatorio Profesional Superior de Bilbao, para ampliar también en Musikene, y en el espacio de los géneros especializados de músicas históricas en La Haya, con el clavecinista Jacques Ogg y Patrick Ayrton, recibiendo a la par  asesoramientos de prestigiados profesionales como Pierre Antai, Elisabeth Joyé, Christophe Rousset, Kris Verhelst o Francesco van der Velden y que se reafirmará con Philippe Pierlot y D. Brüggen.

Obras en programa, un par de piezas de Luzzasco Luzzaschi (1545/ 1607), con Lucenti  e chiare stelle che sia di voi y Aura Soave- que da título al compendio genérico de toda la serie, manifiesto de la preponderancia de los italianismos al uso, período en el que los falsetistas desplazaban a los castrati de sus dominios, en especial también en los estilos a varias voces, resaltando en gran medida la forma de los madrigales de canciones, muchas rechazadas del ámbito de la propia iglesia, lo que presume igualmente el posible protagonismo de las mujeres. El canto a solo sobresaldrá en este momento, consiguiendo los estilos madrigalísticos una evidente preferencia, en particular dentro de la vida cortesana, en la que Luzzaschi, se convertirá en un maestro por excelencia, el oposición a la abundancia de aficionados de menor grado, los calificados como concertó delle donne, la mayoría con sede en Ferrara, acuñando el espacio del Renacimiento en su carrera definitiva hacia el barroco, distanciándose del poderío establecido por los ideales marcados por los polifonistas y que anunciarían las novedades de G. Caccini y la Camerata Florentina.

Nigra sum (Carlo G. manuscript, Anonymus, circa 1600/50), será la pieza que se ofrezca en cuarto lugar, tras dos temas que recurren a un mismo poema. Susanne un jour. Orlando di Lasso (1532/94), el primero de ellos, importante compositor de villanescas en sus múltiples variedades, como las morescas, llegando a gran nivel en el estilo de los madrigales y las canciones renovadoras. Cuidó de personal manera la importancia simbólica de los textos, acentuando la técnica del ostinato. Madrigales y canciones, se disputarán la primacía en cuanto a la perfección de factura y que conservará hasta el período de decadencia de los mismos. Para mayor conformidad, en sus canciones sabrá liberarse de las llamadas técnicas arcaizantes propias del cantus- firmus, modelo de un creador ambicioso que recorrerá Francia e Italia, un maestro franco-flamenco adalid de su generación que ya de joven había quedado impresionado durante su estancia como maestro de capilla en San Juan de Letrán (Roma), antes de forjarse un prestigio en Amberes, aspecto que ayudará a que conozcamos en profundidad la consolidación de una carrera que dejará huella. Dos de sus hijos, Ferdinand y Rodolphe, tomarán el testigo de su escuela. Claudio Merulo (1553/ 1604), autor también de otro trabajo musical sobre Susanne un jour,  había sido organista además de dotado compositor, formado con los maestros T. Menon y G. Donati, antes de ocupar la plaza de organista de la Catedral de Brescia, preparando así su incorporación como primer organista en San Marcos de Venecia y continuar en 1566, en el puesto de A. Padovano, compartido con el prestigioso A. Gabrielli. Fundó con F. Betanio una editorial de música de importante arraigo, publicando exitosos intermezzi, que se añadían a obras suyas. Obras de su editorial, habían sido Troiane, de L. Dolce, con motivo de la visita de Enrique III a Francia o La Tragedia, de G. Frangipane, a las que se añadirá un obligado compromiso para los esponsales de Francesco de Medici, aunque bastantes de aquellas obras se perdiesen definitivamente. Estuvo también al servicio de Duque de Parma.

Girolamo Frescobaldi- Ti lascio anima mia. Capriccio sopra l´aria Di Ruggiero e Cosi mi desprezzata-llevó a su máxima expresión las formas al uso entonces vigentes: Ricercare, Fantasia, Variazione (Partite), etc…ampliando con conocimientos el tratamiento de la construcción ternaria a 5, 6 o 7 secciones, típicas de compases diferentes. Compositor, organista y clavecinista, cultivó igualmente la faceta de cantante, teniendo como principal maestro a Luzzazco Luzzaschi, labores que consolidará con sus obligaciones en la Academia Sta Cecilia en su doble cometido como cantante y organista. En Bruselas, durante la etapa en la que desarrollo su carrera, publicó su Première Livre de Madrigaux a 5 v., año en el que además, llegaría a ser titular del órgano de San Pedro en Roma, 1608. Tuvo como discípulos a Froberger, Grassi o Battiferi. En su estética se valdrá también de las posibilidades de un atento melodismo, a partir de las influencias asimiladas de sus predecesores. 

Giulio Caccini (1551/1618)- con dos piezas, Dolcissimo sospiro e Torna deh torna y la inmarcesible Amarilli mia bella, capricho de tantas divas del belcanto- hablamos de una saga de grandes virtuosos comenzando por este personaje nativo de Tivoli, compositor y cantante, precursor a lo grande del ascenso del género operístico, a la par de Jacopo Peri, ambos se disputarán el reconocimiento cara a la historia, merced al magisterio en los dominios del recitar-cantando, siendo Caccini, quien dejase impronta de primer grado gracias a sus reconocidas dotes que tentarán a estudiosos a profundizar en la trascendencia de su figura, plena de virtuosismo, que tendrá refrendo en sus propias hijas: Francesca y Settimia.  Caccini, estuvo durante un tiempo al servicio del Gran Duque de Florencia, en todas las dimensiones centradas en el mundo de la música. Igualmente Ferrara supo de la valía y las dotes de este músico y su ambiente familiar, alcanzado el reconocimiento por el dominio de los vocalizzi y los trilli, con acompañamiento de laúd.

Claudio Monteverdi (1567/1607)- Quel sguardo sdegnosetto-perteneciente a los Scherzi  musicali (1632) una colección de siete piezas de la que la elegida ocupa el segundo lugar, piezas en conjunto de menor relevancia por sus dimensiones, caracterizadas por su ligereza, editadas por Bartolomeo Magni, iniciativa surgida por deseo de este último, del conjunto de lo que será un pequeño florilegio vocal, en el que aparecen también ciertas composiciones  que se permitían a voces tonos de tipo anacreóntico- las ariettas- y que se pusieron de moda en los años anteriores con gran éxito de público, a juzgar  por el gran número de publicaciones de este tipo aparecidas hasta entonces: Cifra, Kapsberger, Stefani o Milanucci. La pieza elegida  Quel sguardo sdegnosetto, resulta una canzonetta, para voz de soprano.

Ramón García Balado

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