Auditorio Hernán Naval, Ribadeo
Dos actividades dentro del XII Festival Bal y Gay, con visita al Auditorio Hernán Naval (Ribadeo)- día 15, en sesiones de 12´00 h. y 20´30 h-, para disfrutar de las actuaciones del Cuarteto Quiroga y la O. S. del Principado de Asturias, conjuntamente y son director, destacando en programa obras de W.A. Mozart, F. J. Haydn y L. van Beethoven. El Cuarteto Quiroga, fue galardonado con el Premio Nacional de Música en la misma convocatoria que lo recibía el compositor Javier Darias (2018), la razón de su nombre, tiene como fundamento el homenaje al violinista ourensano Manuel Quiroga y está integrado por Cibran Sierra, Helena Poggio, Aitor Hevia y Josep Puchades, formación que se formó musicalmente en la Escuela Reina Sofía, con Reiner Schmidt; en la Musik Ac. de Basilea, con Walter Levin- miembro del Cuarteto La Salle- y con Hatto Beyerley, en la Ac. Europea de Música. Han estrenado obras de Jörg Widmann, Raquel García- Tomás, Peter Eötvös, J. Mª Sánchez- Verdú, A. García Abril o J.L. Turina y Cristóbal Halffter, en un repertorio que abarca desde L. Boccherini y Brunetti a Schönberg, Alban Berg o G. Kurtág. Mérito reconocido es la confianza depositada en ellos, como grupo en residencia del Museo Cerralbo madrileño, tras recibir igual consideración en el Palacio Real, de Madrid, en donde dispusieron de los instrumentos históricos palatinos.
La O. S. del Principado de Asturias, heredera de la precedente O.S. Provincial, se convirtió en referente de su Comunidad Autónoma, participando en proyectos en colaboración con otras, tanto en certámenes como en iniciativas en los géneros más diversos, auspiciando con creces sus resultados artísticos desde el año de su fundación en 1991, siguiendo en la actualidad sus trabajos bajo la dirección de Nuno Coelho. Para abrir boca, un Mozart de sus años casi juveniles, por la Sinfonía nº 1, en Mi b M. K. 16, del año 1764, compuesta durante un estancia en Londres, al parecer motivada por una visita al poblado de Chelsea, merced a la obligada convalecencia de su padre Leopold, lo que permitía al infante la posibilidad de tocar como capricho y desenvuelto entretenimiento, inspirándose en las aportaciones de maestros como Karl P. Abel, y Johan Christian Bach, uno de los animosos preceptores, músicos efectivamente apreciados. Para Paumgartner, algunos de los rasgos extraordinarios parecen remitir misteriosamente al futuro; la ferviente frase cantable que contrasta con el elemento rítmico o el color tenebroso casi demoníaco del movimiento central en Do m. Para Mila, pese a la modestia de las dimensiones, es una de las más bellas sinfonías infantiles por la calidad de los temas y por cierto toque tímbrico inconfundible, redondeando Barilli con un sencillo apunte: Quien busque el truco debe remontarse a los tiempos de María Castaña, mediante el mismo truco; Mozart compone de niño, su primera sinfonía.
Franz Joseph Haydn- Sinfonía nº 49, en Fa m, Hob. I: 49 (La Passione)-, obra cuyo autógrafo queda datado en 1768 y se encuentra en la Academia Real de Estocolmo, cuyo sobrenombre aparece por vez primera en el manuscrito de 1790, obra que tuvo una gran impresión en lo relativo a su destino posible, manteniendo entre las incertidumbres, la edición de la serie de copias consecuentes que se localizarán en varios países europeos, desde España a Italia, y en ciudades desde Londres a París. Última compuesta según el acostumbrado esquema de sonata da chiesa, y enteramente en esa tonalidad de Fa m., elemento previsible de algunos de sus profundos pensamientos a excepción del trio del minuetto, en Fa M.,para un orgánico habitual formado por dos oboes, dos trompas y cuerdas, aspectos tradicionales que no son más que la evolución externa de un lenguaje expresivo que avanza nuevos mundos y experiencias de conflictos y tensiones, observables en sus cuatro tiempos, desde el Adagio inicial, que podrá evocar el magisterio de Emmanuel Bach. El Allegro di molto, simula un tiempo barroco y que se decide por un talante modernizador, por su pronunciado poderío, con amplios intervalos de valores largos, que con suerte, se asimilarán a la Sinfonía nº 34, en camino a una idea más reposada, que nos lleva al Minuetto, no menos seductor que se ilumina con el susodicho trío. El Finale presto, en un locuaz 2/2, no complica el discurso sonoro, mantenido por un núcleo melódico más bien breve, repartido entre notorias transformaciones.
Beethoven- Sinfonía nº 8, en Fa M. Op. 93- para los Massin, será llamada por el autor una pequeña sinfonía, por oposición a la anterior, una de las más importantes- en carta a Salomon, del 1 de junio de 1815-,y gracias a un conversación con Schindler, en los Cuadernos de conversación, de abril de 1823, se deduce que la octava fue trazada antes que la Séptima. Ambas fueron publicadas en diciembre de 1816 por Steiner, en Viena. Esta sinfonía propone un Primer movimiento, muy distinto al ofrecido en la anterior y no lleva introducción; sobre un acorde de toda la orquesta, los violines anuncian el tema; el segundo tiempo ocupa el lugar de un Adagio o del Andante tradicional, elaborado sobre un tema silábico del canon- compuesto en 1812, durante una sesión coparticipativa en homenaje a Maelzel-, un movimiento que parece destinado a imitar el tecleo del metrónomo en sus persistente pronunciamiento; el Minuetto, recupera ideas que podrán evocarnos a su maestro Haydn y el movimiento Finale, se explaya en una dimensión en la que caben los anteriores. Para Vincent d´Indy- con las licencias que otorgan el paso de los años, aparece un tema húngaro, un himno de Hunyadi, en el que se adivina la llegada de los músicos a una fiesta. Una sinfonía que tuvo una acogida reservada y sin excesivo entusiasmo, no logró conseguir el furore presumible, pensando en quien era su compositor. Para Grove, Beethoven tenía en la época 42 años; en todas sus obras, no existía un ejemplo comparable a este: un corazón de niño, encerrado en el pecho de un hombre. Es motivo de alegría notar que, llegado al final de un largo y difícil período de vida, se concedería gozar de un momento tan cordial, inocente y jubiloso como el que aparece en esta sinfonía.
Ramón García Balado
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