21/02/2025

Da Praza da Música a Rosalía de Castro con la Banda Municipal, en el Teatro Principal

 Teatro Principal, Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal dirigida por Casiano Mouriño Maquieira en colaboración con Cantigas e Agarimos que dirigirá Xaquín Xesteira, en el Teatro Principal- día 23, a las 12´00 h., para un programa  homenaxe á Rosalía de Castro por la selección de obras elegidas. Xaquín Xesteira, se formó en la Sociedad Cultural de Cambados, en materias de gaita y tamboril, para proseguir en los dominios de la gaita en el Conservatorio Profesional Superior de Vigo, teniendo como maestro a Nando Casal, miembro del grupo  Milladoiro y a Carlos Núñez. Fue dinamizador de Os Faiscas de Solobeira y cofundador Treixadura, además  de miembro de la Banda Municipal de Castrelo. En su trayectoria, colaboró con  Fuxan os Ventos; Na Lúa y Son de Seu, agrupación en la que tendría labores de dirección artística en distintas materias desde canto, a trabajos instrumentales de gaita, percusión, en labores de profundización en géneros folk. Destaca precisamente en trabajos de dirección con Cantigas e Agarimos, desde 2015, publicando el registro Corazón Aberto (2018), además de publicar un Método de gaita galega  (Edicións do Cumio), que cuenta con varias ediciones.

Cantigas e Agarimos, en este homenaxe á Rosalía de Castro, es agrupación fundada en 1921, la  histórica por excelencia que ha sobrevivido a períodos ciertamente amargos para su subsistencia, un proyecto que tuvo como primeros impulsores a Bernardo del Río Parada, Salvador Cabeza de León, Enrique Sánchez Guerra y Camilo Díaz Baliño, lo que la sitúa como una de las más antiguas del panorama nacional, dentro de su ambición de recuperación de las tradiciones autóctonas. A comienzos del s. XX, el grupo se había forjado merced a la iniciativa del llamado Orfeón La Artística  y del Orfeón Valderde, de la capital compostelana, bajo la presidencia de Salvador Cabeza de León y la titularidad de un jovencísimo Bernardo del Río, pensando entonces en el nombre posible de Coro Queixume dos Pinos, debiendo esperar hasta la fecha mentada para encontrar el nombre que le convertirá en histórico. Para sus comienzos, la necesidad de buscar un espacio que le diese acomodo y que sería la Unión Protectora de Artesanos, el 29 de julio de 1921, presentándose ante la ciudadanía en el Teatro Principal y en La Alameda. En 2007, con el transcurso de los años, en su octogésimoquinto aniversario, se presentó con el espectáculo Na Algalia de Arriba, llevado a distancias villas de la C.A., dentro del Ciclo Danza 3, y en 2011, la colaboración con la  O. X. da Promoción do Programa de Promoción e Difusión do Camiño Xacobeo (2010), coincidiendo con el estreno en Galicia del espectáculo Como cho conto, de Os vellos non deben namorarse, de Castelao, con el espectáculo Lela.

Programa que se iniciará con el pasodoble Sete rosas, de Alejandro de Río Fernández, maestro ourensán,  que destacará por la serie de sus marchas procesionales, producto de  sus compromisos con distintas cofradías a las que se añadirán en especial pasodobles como el que esta matinal de escuchará y de los que dejará otro ejemplo como Botafumeiro, de quien había sido director de la Banda Municipal de Celanova, a finales de los ochenta, entre otras agrupaciones como la de Alongos y Merza, una vida de intensa dedicación voluntariosa que le convirtieron en un nonagenario activo e inquieto, llegado a ser invitado con su Banda de Celanova, a participar en certámenes como los de la ciudad catalana de Rubí o las de las Fallas, en Valencia. Para seguir, la Alborada de Rosalía de Castro, pieza de tradición popular, en arreglo de Marina Vigo y la Foliada de Santiago- letra de Manuel Rey Pose-, y arreglo de Xaquin Xesteira,  del maestro Bernardo del Río Parada, del que Beatriz Cancela Montes en su trabajo La Banda Municipal de Santiago (Música en las compostelanas rúas), editado por Andavira y el Consorcio de Santiago, recordaría que llegaría a nuestra ciudad con ansias de ampliar su formación artística asumiendo la responsabilidad de profesor interino para cubrir la plaza vacante de segundo clarinete a tutti, en Si b., compaginando responsabilidades en el Conservatorio. Una etapa que le cubrió entre los años 1936/44.

Juan Montes-Negra sombra-sobre la poética de Rosalía de Castro, considerada como uno de los  himnos oficiosos de Galicia, procedente de Follas Novas, ganador de un certamen con dos primeros premios y convocado en Pontevedra, gracias a la iniciativa de la Sociedad Económica de Amigos  del País; Montes, apreciado y muy prestigiado, había logrado en 1892, un gran reconocimiento como compositor y director del Orfeón Gallego, por su actuación en certámenes que le habían llevado desde Santander, Bilbao, La Habana e incluso nuestra ciudad. Fechas en las que daría a conocer la marcha de procesión para banda sobre el himno de la Iglesia Ave Maris Stella y otras obras de menor importancia.  Pandeirada do Grove, música de M. Iglesias y letra de Crisanto Sanmartín, con arreglo de Xaquín Xesteira, preparará la escucha de Rosa de Abril, de Andrés Gaos, con arreglo de Xosé L.Represas. Obra póstuma del lucense compuesta en su último año de vida, pieza en una sola sección que se repite, en forma de aria da capo, perteneciente a los Cantares gallego que el músico conservaba en su biblioteca y que gozaba de las preferencias de Luisa Guillochón. Pieza en Fa M. y en forma de Andante, bastante lenta. Se conserva una copia para piano solo quedando como romanza para piano.

Airiños, airiños, aires, página tradicional en su fundamento que motivará el interés de Bernardo del Río, sobre la poética de Rosalía de Castro, y un arreglo de Xaquín Xesteira, quien estará presente a otras de las piezas de esta sesión. Es el caso de Muiñeira de Rubiás, tradicional o el Himno á gloriosa Rosalía de Manuel Valverde, con poema de Ramón Cabanillas; la Foliada da Ribeira de Piquín, del propio Xesteira, para seguir con O Carro, de Baldomero Iglesias (Mero), a quien asociamos con años boyantes de los grupos folkíes, en este caso por Fuxan os ventos-1972/83-, junto a su compañero Xosé Luís Rivas (Mini), con quien hará dúo en A Quenlla, dejando como testimonio más reciente 50 anos de Fuxan os ventos, quixo o páxaro pousar na póla o seu nicho. Mero es autor de poemarios como Na lonxitude do tempo; Recordos de luz e sombra; Doce ducias y partícipe en la recopilación 150 Cantares de Rosalía de Castro y Recendos de luz e de sombra. Ruada de Chamosa, también popular recuperada por  Baldomero Iglesias (Mero), para una visión coral de Julio Domínguez según arreglo de Xesteira, quien dará argumentos musicales en el final, cerrando con la  Foliada Mariñeira, recopilada por M.Iglesias a la puso letra Crisanto Sanmartín

Ramón García Balado

19/02/2025

Yeol Eum Son: solista del Concierto para piano en Fa M., de George Gershwin, con la OSG

 Palacio de la Ópera, A Coruña


La pianista coreana Yeol Eum Son será solista del Concierto para piano en Fa M. de George Gershwin, con la OSG en el Palacio de la Ópera de A Coruña, dirigido por Manuel Hernández- Silva, completando programa con la Sinfonía nº  12, en Re m., Op. 112 (El año 1917), de Dmitri Shostakovich - días 21 y 22, a las 20´00 h-, intérprete que se dio a conocer con la New York S. O., con Lorin Maazel (2004), tras consolidar su trayectoria de formación llevada a buen puerto en la Hochschule für Musik und Theater Hannover, con Arie Vardi, y la obtención de la Medalla de Plata del Conservatorio de Moscú en 2011. Fue dirigida por maestros como Yuri Bashmet, Karol Mark Chichon, Valeri Gergiev, Myung-Whung- Chung, James Conlon, Lawrence Foster, con agrupaciones relevantes como la New York Philharmonic O.; la Rundfunk Deutsche P.; la NDR Radio Philharmonic; la O. S. de Seattle; la O. F. de Rotterdam; la O.F. Checa; la Saarbrücken Kaiserlautern, además de asistir a las actividades propiciadas por la Academia de St. Martin-in-the- Fields

George Gershwin-Concierto para piano en Fa M.-, obra surgida por sugerencia de Harry Harkness Flagler, presidente de la Sociedad Sinfónica de Nueva York, para ser estrenada por Walter Damrosh, quien habría de estrenar en Estados Unidos la Cuarta Sinfonía de Mahler y la Tercera, de Bruckner, en un período en el que se fusionaron esa Sociedad y la Philharmonic, obra que le ocupó el período estival de 1925, preparando su trabajo en privado en el Globe Theate. El estreno con la Sinfónica de Nueva York, incluyó la Quinta Sinfonía de Glazunov, y las Suites Inglesas, de Rabaud, y para completar esta obra,  había recurrido a Ernest Hutcherson, quien le facilitó un apacible retiro en Chautaqua, en donde este maestro dirigía un curso de piano. Este concierto despliega la gama de sensaciones mucho más flexibles de lo ofrecido en otras obras, por chispa y frenesí, que ya conocíamos, dentro de una deslumbrante poética, aspectos que supo resaltar Walter Damrosh. El estreno en Europa, el 29 de mayo de 1928, tuvo como solista a Dmtri Tiomkin, bajo la dirección de Vladimir Golschmann, antes de que dos de sus movimientos se incluyesen en 1932, en el Segundo Festival Internacional de Música Contemporánea de Venecia, actuando como solista Harry Kaufman, con Fritz Reiner.

El Concierto en Fa M., no deja de aportar detalles tomados en préstamo de las influencias centroeuropéas, algunas que nos recordarán a Rachmaninov, por la arrogancia de desenvoltura entremezclada en esa ostensible querencia por las ideas tan propias del mundo del jazz, logrando un resultado que mantendrá en afortunado equilibro con la Rhapsodie in blue, aunque dentro de una perspectiva diferente. Un Allegro precedido por un detalle sincopado- el jazz en sus orígenes, en un devaneo de charleston-, hacia un tema en forma de preámbulo incisivo propuesto por timbales y fagot, a los que desplazará el piano que se convertirá en una forma de impostación nerviosa, imponiendo la esencia de su protagonismo auspiciado por un amplio desarrollo que describe el talante de la obra, por sus valores rítmicos y la delicadeza de sus trinos y arpegios fogosos.  El Andante con moto, una prolongación del tema inicial, destaca el protagonismo de la trompeta con sordina, y una respuesta difusa de clarinetes, en un aire trémulo y nervioso- Debussy en su melodismo, servirá como inspiración- , para conceder un aspecto idiomático en ese acercamiento a un sonido tomado de la herencia del blues, comenzado precisamente por el piano. Un trío de clarinetes, ofrecen un a modo de passacaglia, mientras que la trompeta en sordina pone en su justo medio la importancia de este tiempo, que nos traslada a un nuevo Allegro rondó, ingenio de condensación de los tiempos precedentes, singularmente enriquecidos merced a su vivacidad rítmica, una perfecta conclusión que nos lleva al motivo inicial.

Dmtri Shostakovich- Sinfonía nº 12, en Re m. Op. 112 (Año 1917) – obra que Yevgueni Mravinski y Guennady Rozhdesvenski, llevaría de gira con otras sinfonías suyas en 1960, con la O. Filarmónica de Leningrado, con otras como la Quinta y la Octava, a las que añadirá con segura aceptación la Décima y la Undécima, despertando con creces el reconocimiento de su talento, una verdadera preparación para lo que será esta obra, una confirmación del autor, que comenzó a trabajar sobre ella una vez terminada la anterior, mientras daba cuerpo a su ópera Lady Mcbeth de Mzensk, una sinfonía de profundas implicaciones políticas enfocadas hacia la figura de V.I. Lenin, unas fechas en las que los bocetos de la obra, fueron materia de indagación por parte de Boris Tchaikovski y Moissei Vainberg, en la sede de la Unión Moscovita de Compositores, una preparación del estreno que tardaría poco en llegar, mientras que en lo social se celebraba el XXII Congreso del Partido. La sinfonía, será estrenada simultáneamente por Mravinski en Leningrado y en Kuibychev, por Stassevich, una experiencia que diferirá de las pretensiones previas del autor, quien deseaba la inclusión de pasajes recitados de Maiakovski, Djambul  y Suleiman Stalski, un claro manifiesto de conciencia en el que destacaban acontecimientos de la Revolución de Octubre. Shostakovich, tardará en ingresar en el PCUS, motivo que dará argumentos para una celebración. Colegas suyos como Vissarion Shebalin, acabarían distanciándose de él.

El Petrogrado revolucionario, primer tiempo, evoluciona desde un Moderato en manos de la cuerda grave en unísono al que responde un agresivo Allegro que remite a melodías rusas elaboradas a partir de ese Moderato, en una serie de argumentos líricos, en un encadenamiento hacia el Adagio, que afirma su puesta en respuesta sobre los insistente argumentos históricos que daban razones al propio espíritu de esta Sinfonía Año 1917,  con detalles nostálgicos encabalgados por los diálogos de trompas, maderas y trombones en un discurrir que nos impregna a lo largo del tiempo, resaltando cuerdas y clarinete. Aurora- sobrenombre del tercer movimiento-, ofrece en pizzicato una de las ideas del Adagio, con ritmos alternantes que preparan el Final- tiempo que hubo de esperar para su escritura, por sus propias dudas- resulta un  gran Crescendo con instrumentos de metal. Para la obra, El amanecer de la Humanidad, en el que se prodiga una especie de himno radiante, que recupera el Moderato de la entrada con un colofón Allegretto, resuelto y confiado, por su poderío voluntarioso en intenciones. Mravinski y Shostakovich, en sus personales relaciones, dejaron obras en dedicatoria como la Octava Sinfonía; primeras audiciones de la Quinta, la Sexta, la Novena y la Décima o el Concierto para chelo nº 1 y el primero para violín o El canto de los bosques, hasta que avatares de la vida les separaron por razones políticas.

Ramón García Balado

18/02/2025

Mirabelle Kajenjeri: Concierto para piano nº 2, en La M., de F.Liszt

Centro Cultural Afundación, Vigo

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Programas de la RFG en el Mirabelle Kajenjeri será solista del Concierto para piano nº 2, en La M. S. 125, de Ferenz Liszt, que se ofrece en el Centro Cultural Afundación (Vigo)- día 19, a las 20´00 h-, para repetir al día siguiente en el Auditorio de Galicia, a las 20´30, bajo la dirección de Baldur Brönnimann, quien será protagonista de la cita de Conversando con…, en la Sala Mozart, a las 19´45, y que anuncia también una obra de un acólito de Liszt, Joachim Raff, con su Sinfonía nº 5 (Leonore), completando con Prélude à l´ après midi d´un faune, de Claude Debussy.  Mirabelle Kajenjeri, con doble ascendencia entre Burundi y Ucrania, recibió galardones como el Premio Int. Sta Cecilia de Porto (2021); el Segundo Kissinger Klavier Olympic; el Arthur Rubinstein (2021), de Tel Aviv; y el Contest Piano Cleveland (2024). Su primer cd lo editó con la firma KNS Classical (Étincelles), tras recibir atenciones artísticas de las Foundations Gautier Capuçon, y Safran, el distintas convocatorias, con ratificaciones en los certámenes Wien Lieven Piano; el Yamaha Music Europea o el Yehudi Menuhin Live Music. Estudió en la Kunst Universität Wien y en la Music und Drama Universität (Hannover), teniendo como preceptores a Anna Malikova, Eva Kupiec, Natalia Grebennikaya, Mihail Faerman, Vladimir Soultanov y en Bruselas a Lorenzo Gallo, Olga Zulotareva, Ning Kem y Elisabeth Degrenand. Desde 2024, es artista en residencia de la Kapelle of Music Queen Elisabeth, junto a Frank Brovey y Avedis Kouyeumdjian. Viene a sustituir al previsto Vadym Kholodenko, por indisposición.

Claude Debussy- Prélude à l´après midi d´un faune-, la poética Mallarmé, tras Proses lyriques, momento en el que gozará del estreno de Pelléas et Melisande, de Maeterlinck, en el Théâtre des Bouffes- Parisienns, con montaje de Lugne-Poe, del que también dejará memoria Mallarmé o el pintor Henry Lerolle, sucinto en sus observaciones. Los arabescos de esta obra, no se entrelazan, sino que pasan de un instrumento a otro, mientras que la armonía viene dada, al modo convencional, por el resto de la orquesta. Esta armonía, sin embargo, fluctúa en su mayor parte a un ritmo extremamente lento, a veces más o menos estacionario, ancladas las notas mantenidas o repetidas en el bajo que a menudo contradicen el movimiento de las partes internas. La elaborada languidez del fauno de Mallarmé, casi puede olerse en la textura orquestal calladamente suntuosa, móvil, pero inerte. Página breve, destinada a la Société de Musique, y confiada a Gustav Doret, fue bien aceptada, aunque en principio había sido pensada como un tríptico. Un condensado del sugerente poema ensoñador, entre ninfas y náyades, en una sucesión de instantes dispersos. En resumen, originalidad de la forma en una partitura innovadora, cuyo Prélude, termina en una reexposición abreviada del tema, con una coda que se disipa en una evanescencia mínima de imperceptibles compases, y un sonido de flauta, en la distancia, idea de una leve caricia insinuante.

Ferenz Liszt- Concierto para piano nº 2, en La M., S.125-, obra de su etapa en Weimar, en suya corte pondría en atriles, en enero de 1857, y que interpretaría su alumno Hans von Bronsart, obra eminentemente rapsódica auspiciada por la serie de pasajes encadenados, desde el inicial al resto de acentuada personalidad y con apuntes de meditación lírica, realzada por juegos armónicos y rítmicos. El Adagio sostenuto assai, es clave del ideario estético merced al valor de la serie de transformaciones de recursos primordiales, definidos por sutilezas, bien expuestas por el oboe y el clarinete, a los que responde el piano, para proseguir con un Allegro agitato assai, un Allegro moderato y un Marziale un poco meno allegro, hasta un Allegro animato, culmen de esta serie de pasajes climáticos que mantienen el ánimo de su arquitectura sonora, con detalles como la disputa entre el chelo y el piano, llegando a una coda en manos del solista, que se diluye en sucesión de glissandi.

Para Humphrey Searle, dos elementos de estilo dan a las composiciones de Liszt un sello personal distintivo: el experimento con la estructura formal y la transformación temática. Muchas de sus obras menores ponen de manifiesto una considerable inventiva de diseño. En las de mayor envergadura, suele realizar atrevidos experimentos: la ampliación de la forma sonata clásica de un movimiento, la unificación de las obras que constan de varios movimientos  y el uso de las áreas tonales de gran alcance para nuevos efectos dramáticos. Los dos conciertos para piano, han sido revisados muchas veces, desde el Primero, en cuatro tiempos en uno, presentando nexos temáticos y este segundo, menos brillante y más poético. Hasta 1870, su estilo armónico era similar al de las obras románticas de Chopin o las últimas de Schubert, además de influencias de cantinelas operísticas, especialmente en estudios como Ricordanza, de sus Estudios de ejecución trascendental.

Joachim Raff- Sinfonía nº 5, en Mi M. Op. 77 (Leonore)- acólito suyo, sería para el estudioso Walter Labhart, un talento con la delicadeza formal de Mendelssohn, el carácter expresivo de Chopin, el cantábile de Schumann, el pathos de Liszt, en sus elegancias y las virtudes armónicas de Wagner. La presencia de Liszt, en Basilea, le animará tentar la posibilidad de conocerle, consiguiendo un encuentro que será trascendental, ya que se interesará por él, y le invitará a acompañarle en sus giras. En 1850, se convertirá en su asistente y secretario en Weimar, una oportunidad única, puesto que la ciudad era un polo de atracción de compositores. Liszt le encargó la orquestación de sus poemas sinfónicos, un trabajo ciertamente intenso y que le ayudará a perfeccionar sus posibilidades. Abandonará Weimar en 1856, para dedicarse precisamente a la composición y a consecuencia de ello serán las obras sinfónicas comenzando por la Sinfonía nº 1 (A la Patria)- 1863-, premiada por la Sociedad de Amigos de la Música, de Viena, verdadero aldabonazo, que dará comba a esa realidad que dejará modelos en otros géneros, basculando entre la tradición clásica de Mendelssohn y el romanticismo programático de Liszt, con instrumentación colorista y plástica. Obras como esta Sinfonía nº 5 (Leonore)- 1872-; la Sinfonía nº 7 (En los Alpes)- 1875-, como más destacadas, pasando su obra al ostracismo a partir de los años ochenta. Quedan idilios pastoriles, marchas fúnebres y fantasmagóricas, encuentros de elfos y dríadas, con las  que ganó popularidad, especialmente en sus compromisos con el Conservatorio Hoch, de Frankfurt, fundado por él.        

Ramón García Balado

17/02/2025

Amandine Beyer: Efusividad y entusiasmo

 Santiago de Compostela, 13 de febrero


 Amandine Beyer se congratuló de la experiencia compartida con alumnos de la EAEM en el preconcierto ofrecido en la Sala Mozart por los rendimientos a partir de obras de barrocos como G.Torelli, Ernesto Felice Dall´Abaco, G.P. Telemann o A. Vivaldi, en dos conciertos, con el añadido de la complicidad asumida de cierto tratamiento y enfoque de las piezas elegidas, a tenor de los intérpretes comprometidos por segunda vez tras la cita en la que la chelista Nadège Rochat, sería protagonista de la  Dance for Cello and Orchestra de Anna Clyne. Amandine nos ofreció en su primera aportación como artista en residencia, un programa netamente francés, en un alarde de dominio y conocimiento, en el que pudimos escuchar obras de Jean-Féry Rebel, serie de piezas que integraban su composición Les Élements; Elisabeth Jacques de la Guerre, a través de una suite de Céphale et Procis, y otras suites tomadas de Jean-Marie Leclair, de su Scylla et Glaucus y Jean-Philipp Rameau, por extractos de Zoroastre, Les Fêtes d´Hébé y Acante et Céphise. Amandine, promotora de su grupo Gli Incogniti, especializado en instrumentos y planteamientos de época, consigue una excelente adecuación a distintos criterios como el que ya pudimos observar con nuestra Real Filharmonía de Galicia, artista que presenta a su formación por festivales de prestigio y que, a mayores, ha colaborado con la coreógrafa Anne- Teresa de Keersmaeker, directora de la Compañía de Danza Rosas, para promover el espectáculo Partita 2, con presencia en la Cour d´Honneur, del Palacio de los Papas, de Aviñón. Fue su principal maestra Cliara Bianchini, en la Schola Cantorum Basiliensis, a la que sucederá en responsabilidades docente.

Para esta segunda comparecencia, figuras como la de Marianne von Martínez, compositora que reservó para el final, esa vienesa de ascendencia española, ya tuvo obra suya en el concierto de la pianista Noelia Rodiles, dirigió por Nil Venditti, compartiendo cartel con la obertura de Las criaturas de Prometeo- L.v. Beethoven-; el Concierto para piano, en La M. K. 414, de W. A. Mozart y la Segunda Sinfonía, en Si b M. D. 125, de F. Schubert. Marianne, nos dejó una obra juvenil, el Concierto para piano, en La M., su figura, fue tratada por Ernesto Monsalve en su trabajo Salieri. El hombre que no mató a Mozart. Marianne von Martínez (1744/1812), había sido considerada como la Pequeña española, compositora cantante y pianista; alumna de Haydn y atenta cuidadora de Metastasio, en sus últimos días, convirtiéndose en heredera suya, junto a su hermana, llegando a crear una escuela de canto, además de asidua de las veladas organizadas por Antonio Salieri. Nicolás von Martínez, español en el exilio tras la Guerra de Sucesión, tuvo la fortuna de compartir con su familia el entorno artístico de Metastasio y F.J. Haydn. El apellido von, vendría como un laurel que el trono germano otorgó a su leal servicio. Cuántas veces estuvo Salieri en aquella casa de los Martínez, sita en la Michaelerhaus, de Viena, imposible de contar. También el apreciado Salieri pudo conocer y trabar amistad con los próceres artísticos y políticos del momento. La relación entre Marianne y Salieri, fue por tanto inevitable, y no resulta sorprendente que la una tuviera en el otro- siempre agradecido con las gentes y las familias de quienes le mostraron alguna vez su apoyo-, a un aliado y un colega. De hecho, Salieri, escribió en 1773, dos conciertos para piano y orquesta, en Do y en Si b, respectivamente, que sin duda fueron alguna vez interpretados por Marianne. Ella, además de ser una de las compositoras, cantantes y pianistas, más prometedoras de su tiempo, fue alumna de Haydn o Giuseppe Bonno y junto a la emperatriz María Teresa, un nada desdeñable paradigma feminista de la Viena imperial. Ello, sin embargo, no le libró de las tareas que entonces se imponían a su sexo, actuando como enfermera de facto de un anciano Metastasio, que, como sacerdote, no había formado una familia, y acabó requiriendo  de los servicios de jóvenes que lo atendiera, encontrando entre los Martínez a las damas para tal propósito. La Sinfonía en Do, en apreciaciones suyas y de Carme Tubío Barreira, mantenía el patrón de las llamadas Akademien, en estilo de las oberturas avanti l´opera y que en lo sustancial, se repartía en tres tiempos: Allegro con spirito; Andante ma non troppo y Allegro spiritoso. Preclasicismo en los parámetros históricos, para resaltar el diálogo contrastante y el luminoso protagonismo de la propia solista.

Maddalena Lombardini Sirmen-Concierto para violín nº 3, en La M. Op- 3-, pieza seguida en segundo lugar, era una figura nacida en Padua y muerta en Venecia (1745/1818), siendo  reconocida como  violinista y soprano, en el clasicismo temprano, requerida en uno de aquellos hospicios venecianos, L´Ospedale dei Mendicanti, que recogía a niñas huérfanas para formar parte del coro, aprender música en familia junto a muchas aspirantes, a las que se ofrecían becas para instruirlas durante un largo período. Del mismo se beneficiaría ella, única discípula que consiguió una fama internacional. En 1760, sus patronos le financiaron un viaje a Padua, para estudiar con el maestro G. Tartini (1761/4), pretendiendo distanciarse de sus obligaciones con L´Ospedale dei Mendicanti, sin llegar a conseguirlo, por la presión de sus patrones, salvo que ingresase en un convento o contrajese matrimonio. Se casó en 1767, con el violinista Ludivico Maria Sirmen, para lo que recibiría de sus patronos una sustancial dote, comenzando de inmediato importantes giras de conciertos, como los prestigiados Concerts Spirituels parisinos, dejando un libro de memorias. Fue apreciada como compositora, valoración que confirmará Leopold Mozart, que destacó localidad de su Concierto para violín, nº 1, en Si b, y que igualmente tendrá reflejo en el napolitano Tommaso Giordano, quien transcribió sus conciertos para clave y sus sonatas, que se editaron en Londres distintas etapas. La mayoría de sus obras cobraron forma antes de abandonar L´Ospedale dei Mendicanti, en 1767 y sus cuartetos de cuerda son contemporáneos de los Op. 9, de F.J. Haydn. En sus conciertos para violín, el servido en esta sesión: Allegro, Adagio y Rondó: Allegretto, condensaba todo el vocabulario que ella aprendió y desarrolló para la cuerda, con sus características basadas en el control de amplias tesituras, cadencias bien delineadas, cromatismos frecuentes  y llenos de intención, destacando los diseños formales, la explotación de dinámicas y tesituras.  Una herencia de Padua, que resume la consistencia de la forma sonata, en tres movimientos, con texturas homofónicas en lugar de contrapuntísticas, con líneas melódicas largas, que incluyen saltos de tres octavas y ornamentación que reclama una importante expresividad. Obra pues que llegaba para cubrir las apetencias interpretativas de Amandine Beyer.

 Frantisek Xaver Richter -Sinfonía con fuga, en Sol m. Op. 7-, compositor moravo con posible estancia en Italia, fue destacado violinista y compositor de obras de géneros anclados en la conocida escuela de Mannheim, de la que la historia reconocerá como uno de sus representantes, desde la etapa de maestro al servicio de Carlos Teodoro, elector del Palatinado, ya entonces como responsable de obligadas labores camerísticas, un paso previo a su traslado a la condición de Estrasburgo para entregarse a labores similares, ciudad que le acogerá hasta el fin de sus días, dejando un catálogo de obras concertantes para distintos instrumentos y sinfonías al estilo de la elegida para acompañar a las dos protagonistas por excelencia de la jornada. Dejaría por evidencia, las necesarias obras para el culto, mientras la posteridad sabrá de su testimonio a partir de su Traité d´Harmonie, que tendría traducción francesa de Kalkbrenner. Consecuencia de la impronta que le ubica dentro de la escuela de Mannheim, serán las deudas aceptadas con maestros como Niccolò Jomelli, Baldassare Galuppi, compartidas con la de C.Cannabish, K.Stamitz o Ignaz Holzbauer. También tres tiempos de riguroso planteamiento: Adagio- Allegro molto; Andante y Presto, en acatamiento del proyecto propuesto, y que para Amandine Beyer, suponía la excelente prueba de confirmación en doble responsabilidad comenzando por esa primera confraternización con los aspirantes del CAEO, de la EAEM y el ofrecido como Artista en residencia, que culminará con el reservado para el mes de mayo, entre el Centro Afundación, de Vigo y el Auditorio de Galicia, en el Segundo (En) Foco, entre obras de Henry Purcell, Peter Eötvös y J. S. Bach.

Ramón García Balado 

Amandine Beyer. Real Filharmonía  de Galicia

Obras de Marianne Martínez, Maddalena Lombardini y Frantisek Xaver Richter

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Círculo das Artes, Lugo

Da Praza da Música a Rosalía de Castro con la Banda Municipal, en el Teatro Principal

  Teatro Principal, Santiago de Compostela Concierto de la Banda Municipal dirigida por Casiano Mouriño Maquieira en colaboración con Cant...