09/08/2024

La Capilla del Hostal de los RR. CC., acoge la clausura del LXVI Curso U. I. de Música en Compostela

 Capilla del Hostal de los RRCC, Santiago de Compostela

 

Clausura del LXVI Curso U. I. de Música en Compostela, en la Capilla del Hostal de los RR. CC.- día 10 a las 11´00 h., tras el concierto ofrecido por la OSG, dirigida por Isabel Rubio,  con obras de Carles Baguer, Conrado del Campo, Manuel de Falla y Miquel Marques, en un acto en el que se hará entrega de Diplomas y Premios, con la firme voluntad de emplazarnos para el curso siguiente. Tiempo tuvimos de asistir a la serie de actividades complementarias ofrecidas por los profesores y alumnos, entre charlas y conciertos destacando los de estos últimos en su generosa entrega de confraternización, comenzando por la acostumbrada visita al Edificio Castelao, del Museo de Pontevedra, en la histórica serie A la luz de los candelabros. Las dos propuestas de conciertos de alumnos al Hospital Clínico (CHUS) y al Conservatorio Profesional compostelano, ambos el lunes, día 5 o el excelente del Cuarteto Lucent, con el guitarrista Riccardo Guella, con obras de Enric Granados, Manuel Castillo y Ruperto Chapí. El concierto de los profesores Ashan Pillai, Stephan Picard, Andrei Banciu y Stephan Forck.  Dos charlas profusamente documentadas de José Pérez Sierra, acompañado por Josep Mª Colom, dedicada a la figura del Padre Soler y su entorno artístico de El Escorial o la ofrecida por Ernesto Monsalve, con motivo de Joaquín Rodrigo: En el centenario de su primera obra. Quedará espacio para guardan un detalle con respeto a los dos últimos conciertos del martes y el miércoles, ofrecidos por alumnos en la Capilla del Hostal de los RR. CC. , veladas de apacible confraternización entre los miembros del curso y los entusiastas melómanos entregados a la causa, atentos al nivel mostrado por el dominio y conocimiento de las obras elegidas. Pablo Esteban, pianista del aula de Josep Mª Colom, en un ejerció de dominio técnico en la extensión exigida por la Fantasía Bética, de Manuel de Falla, obra insigne dedicada a Arthur Rubinstein y de la que Ernesto Halffter obtendría argumentos para una ostentosa orquestación. Asoman en su desarrollo apuntes de cante jondo, con preciosismos que nos sugerirían a D. Scarlatti. Modélica respuesta del alumno en consideración a su maestro Colom.  Las Cátedras de viola, cámara y guitarra, en confluencia: Ashan Pillar y Gallardo del Rey, una sorprendente propuesta de Eduard Moya- viola- y Oriana Kemelmajer (Argentina), por las Variaciones geográficas sobre el Cant dels ocells- popular en sus raíces y razón de ser de Pau  Casals. La pieza en sus dilatadas variaciones, discurría en libre antojo por las fronteras más imprevisibles desde la habanera, al tango o al ragtime. Muy libre en su correcto entender.   Diego Arévalo.(1994), alumno del curso , colaborará con una obra  de propia firma, la  Rapsodia para chelo  y guitarra, de la que fueron intérpretes Yena Gook (Australia) y Viaslav Shugaev (Rusia), pieza con atisbos de neoclasicismo en las tendencias innovadoras del siglo XX, y no menos ingeniosa en procedimientos estilísticos por voluntad de criterio.

La Cátedra de violonchelo de María de Macedo y Stephan  Forck, otra cumbre por Requiebros, de Gaspar Cassadó-no podría ser menos- en manos de Esteban Barlow (España), asistido por el profesor- asistente Ángel Huibobro. Cassadó, miembro  de Música en Compostela a partir de 1959, con Andrés Segovia. André Gertler y Josefina Salvador, en instrumentos de cuerda. De Cassadó, también, Preludio –fantasía, primer movimiento de la Suite para violonchelo solo, en manos de Emilo Ubach. Pieza también emblemática de quien había formado un trío con Menuhin y Ketner, mientras se dedicaba ampliamente a la docencia desde Florencia a Siena o nuestros cursos de Música en Compostela. De la Cátedra de violín, de Stephan Picard, un apoyo en Joaquín Turina, para un especial tratamiento virtuosístico repartido entre dos de sus obras. El poema de una sanluqueña, en la que la violinista rendiría dotes ante un público entusiasta, en el que no faltarían sus compañeros, Sonja Bogner (Alemania), acompañada por el profesor Andrei Banciu, al  piano. Pieza precisamente dedicada a las muchachas de Sanlucar, un poema de amor según el autor, un punto amargo y una expresión doliente expresada por las cuerdas del violín. También de Turina la Sonata española para violín y piano Op. 82- Vivo-Adagio/Allegro moderato-, de la que dejaron buenas impresiones Abraham Parra Amante (violín) y también el profesor Andrei Banciu, obra presentada para su estreno en el Teatro María Guerrero de Madrid, por Enrique Iniesta, acompañada por el autor y que se maneja con una importante versatilidad expresiva, detalle a favor de los intérprete. La Cátedra de Canto de Mª José Montiel- tan efusiva como de costumbre-, Yuki Urata (Japón), buscándole los entresijos pasionales a Mujer de los ojos negros, de El huésped del  sevillano de Jacinto Guerrero. Yonxi Liu (China), un aire de resuelta canción popular, No quiero tus avellanas- Jesús Guridi-, respirando aires de sus Canciones castellanas. Jimena Ramós, el apacible encanto de A través de mis cristales (Sueños de Oro), de F. Asenjo Barbieri y la mejicana Armida Olaechea, el destilado sentimentalismo de Lágrimas mías, de la zarzuela El Anillo de hierro, de Pedro M. Marques, de quien la OSG nos había ofrecido su Quinta sinfonía. En grupo, con el acompañamiento pianístico de Itziar Barredo, dos irresistibles por su contagiosa popularidad, nada menos que La Habanera, de Don Gil de Alcalá (Manuel Penella): todas las mañanicas vuelve la aurora y se lleva la noche triste  y traidora… y el coro de románticos, de Doña Francisquita de Amadeu Vives. Una despedida calurosa para la tarde del martes.

La tarde del miércoles tuvo como aliciente el estreno de la obra de encargo del curso con las miniaturas características: Promenade, Sicliano, Chotis y Nana, de Juan Durán, en dedicatoria a Gallardo del Rey y digitación de J. M. Dapena, obra obligada para el concurso de guitarra Savarez, y que tuvo su presentación a cargo de Daniel Sánchez y Viacheslav Shugaev (Rusia), quien obtendría el Premio del Curso ante un jurado presidido por Gallardo del Rey, J.M. Dapena y el compositor David del Puerto.  Una velada que nos deparó algunas obras elegidas, destacando la obra de Juan Durán, interpretada por Daniel Sánchez- quien también aportaría Sevilla, de la Suite española Op. 47, de I.Albéniz, pieza sugerente y receptiva junto a las  de las miniaturas de Durán, que también estarían en manos de Viacheslav Shugaev, que añadiría el Elogio a la guitarra, de Joaquín Rodrigo, ejemplo de sus piezas para el instrumento como lo fueron la Zarabanda lejana; Junto al Generalife; Entre olivares o la Sonata Giocosa.

Juan Durán, nos dejó recientes trabajos como el Cuarteto de Cuerda, grabado por el Cuarteto Novecento: Ildikó Oltai, Irina Gruia, Joana Ciobotaru y Millán Abeledo, entre obras de M. del Adalid y José Arriola, un período creativo en el que estrenó la Cantata Terra, con la OSG, para solista- Javier Franco-, coro y orquesta, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez, siendo responsables de coro Carlos Mena y Javier Fajardo. Obra que partía de la poética de Ramón Cabanillas: No desterró; Vento mareiro y Da terra asoballada.  El profesor Gallardo del Rey, mediador con la firma Savarez, especializada en el mundo de la guitarra, para la consolidación de este premio, se graduó en el Conservatorio de Sevilla, en guitarra y música de cámara, siguiendo los cursos de Sáinz de la Maza, A. Segovia y José Tomás y en 1979 obtuvo el Premio de interpretación Luís Coleman, en el Curso I. U. de Música en Compostela, logrando con el paso de los años los de la Fundación Francisco e Inocencio  Guerrero, estrenando obras en la Bienal de Arte Flamenco, con la O. C. Reina Sofía, por el Concierto para guitarra y orquesta, de Manuel Castillo, mientras se aventuraba como compositor con Noches de San Lorenzo, estrenada en El Escorial.

De la cátedra de viola y música de cámara, de Ashan Pillai, el viola Pol Altimira- del Cuarteto Lucent-y el repertorista y profesor J. Carlos Cornelles, se ofreció la Romanza para viola y piano de Lluís Benejam (1914/68), violinista y director con carrera en Latinoamérica, compartiendo experiencias con el chelista Ernesto Xancó, los violinistas Roberto Plaja y J. Rodríguez de la Fuente, con quienes formó en Quito, el Cuarteto Nacional Ecuatoriano, con quienes ayudó a la iniciación de una labor divulgadora. Fue concertino y director de la O. S. Nacional y profesor del Conservatorio Nacional. En su obra está presente un reconocible nacionalismo reflejado en el conjunto de sus composiciones camerísticas, como Lorqueña; el preludio jondo o la Obertura flamenca.

De la cátedra de piano de Josep Mª Colom, dos alumnos, comenzando con Irene Pérez Sanmiguel, en una lectura precisa de la Sonata para piano, de Ernesto Halffter, obra de 1926 y primera de las tres que había tenido en mente como dedicatario a Eugene Cools y en la que trabajaría hasta 1932, pieza dividida en cuatro secciones con un solo tema que le da unidad orgánica, concebida como una serie de variaciones sobre. Obra que fue estrenada por Leopoldo Querol, en 1934. Oriana Kemelmajer (Argentina),  no se resistiría a los encantos de los Valses poéticos, de Enric Granados, dedicados a Joaquim Malats, en la serie de ocho números a partir de la colorista entrada que se repite  en el final, dentro de un gusto típicamente romántico. El talante musical de estas piezas, justifica el título de esta obra de juventud, como expresiones poéticas de un género lírico

Ramón García Balado

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