24/06/2024

La pianista Judith Jáuregui y el Cuarteto Gerhard, en el VII Festival Clasclás

 Auditorio de Vilagarcía de Arousa

Nuevo concierto del VII Festival Clasclás de Vilagarcía de Arousa, en el Auditorio, centro neurálgico de la convocatoria- día 27, a las 21 h-, con el protagonismo de la pianista Judith Jáuregui, a la que tuvimos la temporada pasada con la RFG interpretando Noches en los jardines de España (orq. Bética), bajo la dirección de Sebastian Zinka, ofreciéndonos como bis la Andaluza de Granados. Reclamada en certámenes de primera línea y solista también con grandes orquestas, hará programa con el Cuarteto Gerhard, cuyo nombre nos lleva a conmemorar a uno de los primordiales compositores de la Generación de la República, músico avanzado y seguidor de Arnold Schönberg, que culminará su carrera en el exilio inglés. Curiosamente, es ahora con motivo de su centenario, que su obra comienza a valorarse en nuestro país, con el precedente estimable de su ópera La Duenna, ofrecida hace unas temporadas en el Teatre del Liceu, de Barcelona.

Programa para delicia del aficionado comenzando por una primera entrega de piezas reconocibles dentro de la tradición romántica en su pasión arrebatadora. La pareja Robert y Clara Schumann, con Widmung (Liebeslied), a partir de uno de los lieder del grupo Myrthen Op. 25, basado en la poética de Rückert: Toi mon âme, toi mon couer. Toi ma felicité, ô toi ma douleur. Toi l´univers dans  quelle je vis- , grupo de 25 lieder que se completan con  Zum Schluss, la serie de estas dedicatorias íntimas en una entrega devocional. Schubert, tratado por Ferenz Liszt, aportará Ständchen D. 889 (Sérenade), tomado de la serie de lieder que recurren a Rellstab tantas veces vilipendiado y convertida en cancioniocilla de poca monta en cualquiera de sus adaptaciones posibles y que por su delicado melodismo, se ofrece a esos displicentes menosprecios. Olvidémonos de tal degradación, como podemos escuchar la pieza con su debido respeto, pieza que hace también familia con otras como In der Ferne; Aufenhalt; Frülingssehnsucht o Liebesbothschaft. Ferenz Liszt también por Liebestraum nº 3, el eterno Sueño de amor, perteneciente a los Tres nocturnos compuestos hacia 1850, y que trasladados al piano, habían nacido como páginas para voz de tenor con acompañamiento, surgiendo los dos primeros a la sombra de poemas de Ludwig Uhland, aunque será el tercero el que consiga la celebridad definitiva, como es el caso de la pieza elegida de Schubert, gracias al embrujo de su atractiva melancolía. Las modas de época, ayudarán con todo a cambiar la recepción de estas piezas entre el común de los adicionados. Enric Granados, con una de sus composiciones camerísticas por excelencia, el Quinteto para piano y cuerdas en Sol m. Op. 49, en sus tiempos Allegro; Allegretto y Largo-Molto- presto.  El apartado de obras camerísticas suyas no es muy extenso, y que hermana este quinteto con el Trío Op. 50, obras que se dieron a conocer en 1895 en el Salón Romero de Madrid, obras claramente románticas, pensadas dentro del estilo de obras de salón, que se añaden al Allegro de concierto o a la Sonata para violín y piano, de la que sólo completaría uno de sus cuatro movimientos. Obra dedicada a Jacques Thibaut, amigo y compañero de travesía profesional y creativa. Años de Goyescas y de amistad igualmente con Pau Casals.

Antonin Dvorak acaparará la segunda parte con dos de sus obras fundamentales, comenzando por Cypresses B. 152, en una selección de piezas: Never Will Love Lead Us to That Glad Goal; Thou Only Dear One, but for Thee; There Stands and Ancient Crag y Nature Lies Peaceful in Slumber and Dreaming (En la traducción inglesa). Una mirada en retrospectiva hacia los año juveniles y que datan de 1865, también dentro de esta tradición romántica a partir de 18 melodías originales modificadas hacia 1882. Las transcripciones no alteraron en su conjunto la procedencia vocal en su traslado a la viola y el violonchelo, repartiéndose la parte del piano. Una primera edición crítica de doce de las piezas, se realizó en 1957, contando con la colaboración del estudioso y especialista Jarmil Burghauser. Entre las piezas, destacaban desde la primera Sé la fidelidad de mi amor por ti, hasta la número doce, Me preguntas por qué mis cantos son tan ardientes.   El Quinteto con piano y cuerdas, en La M. B. 155, se despliega en sus cuatro tiempos: Allegro, ma non tanto; Dumka: Andante con motto; Scherzo (Furiant): molto vivace y Finale: Allegro. Otro quinteto de 1872, será obra  de la que no quedaría satisfecho, cuando encare esta obra en el verano de 1887, tras recuperar la anterior escrita en la misma tonalidad y con la misma disposición instrumental. Mantendrá la vena lírica adaptando la importancia que supuso la Dumka, furiant  y otros estilos profundamente bohemios, una consante que como veremos en muchas de sus obras, se convertirá en referencia de criterio de composición, tema que confirmaremos en el Trío Op. 65, escrito en el período de dos semanas. El Quinteto será una encarecida dedicatoria al maestro Bohdan Neuerthter, antes de recibir su estreno en enero de 1888, por el pianista y director de orquesta Karel Kovarovic, junto a Karel Ondricek; Jan Pelikan; Petr Mares y Alois Neruda.

Ramón García Balado

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