19/12/2023

Arte de piano: Alumnos de Ilona Timchenko, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago


 Concierto de alumnos de la profesora Ilona Timchenko en el Paraninfo da Universidade-día 20 a las 19´30 h.-, en invitación abierta y en que destacados intérpretes ofrecerán obras demostrativas de su nivel adquirido. Jon Aruzmendi Ruíz, ofrecerá la Dumka Op. 59, de Piort Ilych Tchaikovski (escena rústica), compuesta a sugerencia de Félix Mackar, su editor francés y dedicada a Marmontel, profesor parisino. Un aire libre, el de esta Dumka, que enlaza varios episodios en los que la variación manifiesta un papel primordial. Pasajes ornamentados en un estilo de contracantos y un a modo de carrillones coloristas y un estilo de marchas armónicas por dentro de su lenguaje enfocado al teclado, que no está ajeno a las influencias de Ferenz Liszt, que nos deja en los límites del Grupo de Los Cinco.

Aurelia Michler, toma el Primer libro de El clave bien temperado, de J. Sebastian Bach, conjunto de 24 fugas y preludios BWV 846-869, concretamente el BWV 866, en Si b M., con un Preludio corto en 4/4, estilo de toccata elaborada sobre pasajes brillantes y rápidos de notable virtuosismo de grandes acordes quebrados que podrá recordarnos el estilo de Jean P. Rameau. La Fuga, a tres voces observa si cabe igual entusiasmo expresivo, prolongando semicorcheas mostradas en el primer contrasujeto enfocadas a una abundancia de notas que se repetirán.  También, con esta pianista, el Estudio nº 2, del Opus 25, de Frederic Chopin, de la serie de 12 piezas, y que aquí se beneficia de la ambivalencia entre los ritmos binarios y ternarios gracias a una situación compleja de resolver que para seguidores suyos, trataba con absoluta rapidez desde principio a fin. Maestro como Alfred Cortot, aceptarán que este estudio en Fa m., nacería como una elaboración de una improvisación que había realizado en uno de aquellos típicos recitales parisinos de la primavera de 1834. Junto al Primer Estudio en La b M., encontraría hueco en los últimos recitales que dio en su corta vida, en concreto el ofrecido en el Guildhall de Londres, en el otoño de 1848, año especialmente convulso. Será el venerado Johannes Brahms quien publique en Viena, en 1862, una lectura que complicaría las dificultades de la obra.

Carmen Fuxin, se enfrenta al Rondó capriccioso Op. 14, de F. Mendelssohn, un Andante en Mi M., compuesto en 1827, logrando un obra de notable aceptación por su elegante modernidad, perfecta en el contexto de su conocido virtuosismo, que desbordaba los tópicos habituales del momento, lo que facilitará la aparición de abundantes imitadores y que descubriremos también en otros de Liszt. El Rondó propiamente dicho, se precede de un Andante cantábile- un aire cercano a las cantinelas populares-, comunes en músicos de la época. El primer tema del Rondó (Presto, en forma de rondó-sonata), se encadena en menor a la introducción, siendo el Segundo más lírico.

Yuri Castro Durán, de nuevo con Chopin, esta vez con la Balada nº 4, en Fa m. Op. 52 ,(1842), obra que supone al apogeo del compositor junto a la Barcarola en Fa sost. m. Op. 60 y la Polonesa-Fantasía Op. 61, una dedicatoria íntima a la baronesa Nathaniel de Rothschild, obra refinada y extensa en la que manifiesta el logro llevado a su mayor rango, en lo relativo a la experimentación de los recursos originales y los diseños temáticos, ya a las puertas que anuncian el preámbulo del impresionismo. El Andante con moto, encabeza sus argumentos por su lirismo melancólico que se expanden sin reposo que nos trasladan a un estilo de nocturno a mezza-voce, en la mano derecha, hacia un balanceo en la otra mano. La serie de variaciones, conducen al enriquecimiento de la resolución de la Balada.

Michelle Pena, con el Primer tiempo del Concierto Italiano en Fa M. BWV 971, de Johann Sebastian Bach. Obra pareja con la Obertura en estilo francés BWV 831, en la edición de Nuremberg, de 1735, de la segunda parte del Klavierübung. Escrita en Leipzig, en 1735, pretende sintetizar en ella la claridad melódica italiana, con el rigor estructural, Bach pretende un concierto para clave del que se hubiera suprimido el acompañamiento o, en su visión opuesta, la reducción para el teclado de una inexistente obra orquestal con solista. No hay indicación de tempo, para este primer movimiento, pero en general ha de ser animado.  También para Michelle Pena, la Balada nº 2, en Fa M. Op. 38, estrenada en la Salle Pleyel parisina, tras su escritura en su retiro en la Cartuja de Valdemosa, en una dedicatoria a Chopin, quien le había dedicado la Kreisleriana Op. 16. Obra tensa y de agudos contrastes, cuya primera atmósfera apacible, trunca repentinamente en los pasajes siguientes.

Cristina Bernal- Sonata Op. 101 (nº 28), de L. van Beethoven, obra grandiosa y temible a lo largo de sus tiempos: Allegretto, ma non troppo; Vivace alla marcia; Adagio ma non troppo con affeto, tempo del primo pezzo y  Allegro ma non troppo. La dedicataria, la baronesa Dorothea Ermann (1778/1848), estaba considerada como una de las mejores intérpretes de sus obras, hasta el extremo en el que nuestro personaje, de talante difícil, tenía la costumbre de llamarla Dorothea-Cecilia (con evidente alusión a la Santa patrona de la música). El autor no  fue pianista de profesión, aunque esta obra de plenitud y madurez, inaugura la serie de sus últimas sonatas, con las que abrirá el futuro de tantos talentos. Resulta erróneo presumir que con esta sonata, pretendía romper con las precedentes. La tradicional secuencia de tiempos, ha quedado olvidada.

Martín Chaves, completa con el Preludio nº 5, de Sergei Rachmaninof, del Op. 23, una posible referencia al pianismo de Chopin, aunque en su conjunto, resultan obras de mayor extensión y en se reparten el dos conjuntos, que completan los del Op.32. El quinto del Op. 23, Alla marcia, en Sol m., resulta junto al Preludio en Do sost. m. de la Op. 3, uno de sus ejercicios más populares, marcado por la forma convencional ABA, una primera parte con acordes martillados en forma acelerada; una segunda en un evidente contraste absoluto, con detalles exóticos y arpegios, hacia una conclusión acelerada.

Ramón García Balado

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