16/12/2023

Las sopranos Marina Monzó y Miren Urbieta- Vega, al rescate de Aida Garifullina

 Teatro Colón, A Coruña

Marina Monzó

  Clausura de temporada del LXXI Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña por la vía de urgencia por la cancelación de la soprano Aida Garifullina quien por una inesperada emergencia se vio obligada a cancelar la cita, siendo sustituida para la gala por otras dos sopranos, Marina Monzó y Miren Urbieta-Vega, acompañadas por  la Orquesta Sinfónica de Galicia, dirigida por un habitual, José Miguel Pérez Sierra , titular del Teatro de la Zarzuela e invitado habitual de este certamen.  Una temporada en la que hemos tenido como primordiales producciones operísticas Aida, de Giuseppe Verdi, en coproducción con Amigos Canarios de la Ópera, quienes también fueron partícipes de Roméo et Juliette, de Charles Gounod, y en ambas producciones disfrutamos de la colaboración del Coro Gaos, de Fernando Briones, para estos dos espectáculos de excelentes rendimientos artísticos, preparando el espacio para una obra barroca, Il ritorno d´Ulisse in Patria, de Claudio Monteverdi, que tendría una formación instrumental especializada en criterios históricamente informados, I Gemelli, dirigida por Emiliano González Toro, quien también ocuparía el rol de Ulisse. Juan Durán, estrenaría su ópera Oca, destinada a un público aspirante en un contexto musical cuidadosamente elaborado. En el resumen de la temporada, otras dos galas líricas, la del barítono Luis Cansino, acompañado por Miquel Ortega, para un variado muestrario entre canciones españolas, romanzas de zarzuela, piezas napolitanas y arias operísticas. La soprano Francesca Aspromonte, con Domenico Codispoti, ofrecieron un monográfico dedicado a Robert Schumann.

Miren Urbieta-Vega

 Dentro de la temporada, la serie de recitales del apartado Lírica Inclusiva, el recital de Fin de Curso de la profesora Mariella Devia, quien llevó a cabo el curso de interpretación vocal; las precisas conferencias para cumplimentar las óperas en cartel, o las ambiciosas proyecciones que, como cada temporada, no faltan. Rise and Fall of the City of Mahagonny, The extermination Angel; Lizzie Borden y Medea, de Pasolini, con el protagonismo sobrecogedor de María Callas,  de la que también se incluyó un documental, servido con la charla de Mariola Cantarero. Entre las voces de las galas, merecieron mención la soprano Susana García, con la pianista Cristina Ledo; Irene Zas, David Cervera, y en las Novas Voces Galegas, el barítono Lucas López, con la pianista Isabel Romero

 Aida Garifullina, que dejará las esperanzas de los aficionados para una nueva oportunidad, natural de Kazan, fue ganadora del certamen Operalia, promovido por Plácido Domingo y sus labores artísticas la llevaron a teatros como el Mariinski; el Teatro Colón (Buenos Aires); la Staats Wien Oper, tras su premier en Nuremberg, a los 18 años, después de sus años de estudio en la Wien Kunst und Drama Universitaat, y de seguir estudios de Música Contemporánea, con Sofia Gubaidulina. Entre los roles que ayudaron a promocionar su carrera, destacan Norina (Don Pasquale/ Donizetti); Adina (L´elisir d´amore); Zerlina (Don Giovanni/ Mozart); Natasha (Guerra y Paz/ Prokofiev); Musetta (La Bohème); Gilda (Rigoletto); Oscar (Un ballo in maschera); Reina de Shemakha (Gallo de oro/ Rimski Korsakov); Elvira (L´Italiana in Algeri), La Juive, de Halevy o Ninetta (Falstaff/ Verdi). Producciones que lograron una aceptación reciente, fueron La Traviata, dirigida por Zubin Mehta, en el Maggio Musicale Fiorentino; dentro del Festivale de Carnevale; Las Bodas en el Convento- Luisa-, de Prokofiev, en la Staatsoper Berlin, compartiendo escena con Violeta Urmana y Anna Goryachova. L´Italiana in Algeri (Rossini)-Elvira-, con Juan Diego Florez e Ildar Abdrakov, bajo la dirección del añorado J. López Cobos, y dirección escénica de J.P. Ponelle o  La Bohème, en la Bastille, de París, dirigida por Gustavo Dudamel, con Arthur Rucinski (Marcello) y Andrei Jilihovschi (Schaudnard). Noticias recientes de Aida Garifullina, nos llevan a la reciente publicación del cd Roméo et Juliette de Charles Gounod, ópera incluida en el programación de esta temporada a finales de septiembre, y que la soprano había interpretado en el Teatre del Liceu, dirigida por Josep Pons, teniendo como principal acompañante al tenor Saimir Pirgu. Una producción procedente del Teatro de Santa Fe y ambientada en la Guerra de Secesión Americana. Compañeros de travesía, había sido Tara Erraught-Stephano-; David Alegret-Tybalt-; Susanne Resmart- Gertrude-, y Gabriel Bermúdez-Mercutio- con una puesta escénica de Stephen Lawless.

El programa, tenía  en agenda  G.Fauré con la Pavane Op. 50, en Fa sost. m., pieza orquestal que ha tenido tratamientos también con coro incluido, recibiendo una ampliación como ballet para Los Ballets Rusos (1917) y que valdría de inspiración a Debussy y Ravel por ese estilo que recuperaba estilos del XVI. G. Charpentier, con el aria de Louise Depuis le jour, la única ópera que mantuvo vigencia, gracias a su elegancia y delicadeza.  Verdi contaría con el aria de gran colorido Merce dilette amiche, del quinto acto, un estilo de siciliana- bolero.  Rossini con la octava escena de su ópera igualmente en esa doble vertiente franco-italiana como es Guillaume Tell, y que incluía la página orquestal Pas de six.

Mayores sutilezas  zarzueleras por  una de las romanzas de gran prestancia, Me llaman la primorosa, de El Barbero de Sevilla, un mano a mano entre Gerónimo Giménez a Manuel Nieto, destinada al Teatro de La Zarzuela en el otoño de 1901, y que en esta apetecible pieza muestra detalles de polonesa.  Bellini con la testimonial Norma y el aria por excelencia para lucimiento de las sopranos más ambiciosas, precisamente esa Casta Diva. En medio, dos piezas orquestas, dos intermezzi de Giacomo Puccini-Suor Angelica y Manon Lescaut-, y para mayor solaz.  Je Veux vivre, de Roméo et Juliette, de Charles Gounod, aria también de lucimiento en esta ópera que tuvimos en la temporada, con la soprano Sofía Esparza. Manteniendo el grado de lucimiento, otra aria de notables exigencias como es Ebben ne andro lontana, de La Wally, de Alfredo Catalani. Nuevo detalle instrumental recurriendo a P. I. Tchaikovski y a su ballet El Cascanueces, con el embriagador Vals de las flores, del Segundo acto, de esta obra estrenada en el Teatro Mariinski, para completar con un aria de su ópera Mazeppa, Maria´s Lullaby, una ópera a partir de un texto de Alexander Pushkin, para conocer su estreno en el Teatro Bolshoi, en febrero de 1884. Programa que ambas sopranos mantendrían a excepción de la canción del musical I feel pretty, de West Side Story, de Leonard Bernstein.

Solo nos queda agradecer la generosidad y entrega de cada una de ellas, respondiendo a este compromiso tomado a pie de escena, demostrando Marina Monzó una técnica en la que se reconoce el cuidado de los matices expresivos y la idoneidad del tratamiento pleno de cuidados matices, para quien se apuntó al magisterio del añorado maestro Alberto Zedda, continuando con labores de perfeccionamiento con otras apreciadas e insignes cantantes, como son Mariella Devia, Daniella Dessi, Renatta Scotto o Isabel Rey. Miren Urbieta-Vega, en parecidos recursos interpretativos, hizo posible una gratísima velada en dedicatoria a la ausente, sobresaliendo por su cuidada línea de canto, el fraseo variado y un atractivo registro al servicio del repertorio elegido, para esta cantante merecedora de Primer Premio del Concurso Viñes, y otros galardones como los de Médoc Bordeaux, además de los asesoramientos artísticos de Alberto Zedda, siempre presente en nuestros recuerdos.

Ramón García Balado

 

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