A pocos días de la clausura del XIII Festival de Peregrinos Musicales, llega a turno a los galardonados con su sesión en el Auditorio de Galicia- 20´30 h.- y como viene siendo costumbre con la colaboración de la Real Filharmonía de Galicia, dirigida por Maximino Zumalave, como había sucedido en las primeras ediciones, entonces presentadas como Encuentro Internacional, en período otoñal, en las que tuvieron un rol destacado el violinista y director Vladimir Spivakov- Los Virtuosos de Moscú-, que había dejado huella en nuestro país a través de sus giras-, y la generosidad del maestro Antón García Abril. Fue entonces la edición de 2011, en proyecto que pretendía consolidarse gracias a la colaboración de firmas, algunas de ellas que mantienen su compromiso. La edición del año siguiente, conservó la condición de Encuentro Internacional, destinado a jóvenes talentos, en un trabajo conjunto con la Fundación Mstislav Rostropovich, incluyendo un concierto en la Catedral de Santiago, en homenaje al maestro Rostropovich, con obras de J.S. Bach, como la Suite para chelo solo, nº 2 BWV 1008, repartida entre alumnos escogidos: Iago Domínguez, Vsevolod Guzov, Iscander Hananov y Lisi Ramishvili, a la que se añadiría la Chaconne, de Tomaso Antonio Vitali- con el organista Joaquín Barreiro y la violinista Diana Poghosian; Eugene Ysaÿe, con su tercera sonata para violín, ejecutada por Dmtri Borodin, completando la Bachiana brasileira nº 5, de Heitor Villa-Lobos, repartida igualmente por distintos alumnos. Un poco de historia sobre aquellos esperanzadores comienzos.
Para esta crucial jornada, los compositores a los que se enfrentan los elegidos, son maestros de acostumbrada frecuencia, tal cual hemos seguido en las sesiones de A Escola na Cidade, de la EAEM, culminadas el 8 de junio en dicho Auditorio, con la RFG y Zumalave, para atender a las lecturas de obras de F.J.Haydn, W.A. Mozart, J. Severin Svendsen, Gabriel Fauré, C.Sait Saëns y Karl Mª con Weber. Con ellos seguimos en parte, destacando como intérpretes a Sonya Zhóbova, Cristina Bernal Yuri Durán, como pianistas; a la violinista Nerea Arriola, al fagotista Emanuel Sint y al clarinetista Pablo López.
Camille Saint-Saëns estará con El Concierto nº 2, para piano en Sol m.Op. 22, en dos de sus movimientos, el Andante sostenuto-Cristina Bernal- y el Presto-Sonya Zhólobova-. Una Obra que avanza notables progresos a tenor de los especialistas, por lo que se convertirá en el más valorado, junto al Cuarto en Do m. Op.44. Obra resuelta en un breve espacio de tiempo y pensada para una gala de Anton Rubinstein y de la que a la postre, sería el autor el protagonista como solista. El Andante sostenuto, presenta un estilo de sonata libre sobre dos temas, comenzando y terminando con una cadenza del solista, en especial la primera por su entrada majestuosa, pero manteniendo el espíritu elegíaco. El Presto, en clave de sonata, se reparte en dos temas a los que se añaden un tercero, que concede al piano un destacado protagonismo, exponiendo una idea de inspiración popular de perfiles cercanos a una tarantella napolitana, de apabullante desenvoltura.
Robert Schumann con el Allegro affetuosso del Concierto para piano en La m. Op. 54- Yuri Durán-, que se presenta con una rápida cadencia descendente, en la que se oyen las maderas, recogiendo el piano el envite propuesto, estableciendo un contrapunto enfrentado a la orquesta. Metales y percusión aparecen en algunos pasajes casi de modo episódico, que para curiosos, resulta quizás monotemático. En lugar del desarrollo, hay un permanente diálogo íntimo y cantable, repartido entre el solista y la orquesta. Un concierto convertido en su obra más popular, partía en origen de una fantasía cuyos restos terminaron a reflejarse en este primer tiempo, pensando en las posibilidades como solista de su inseparable Clara, compañera y paño de lágrimas, dejándonos un trabajo destacado por su melodismo, sobre una construcción fluida y efectista, aparentemente sencilla, aunque como sabemos, se presenta en citas como las de esta convocatoria.
Karl Mª von Weber, también en otro par de acostumbradas piezas. El mismo autor de las efusivas oberturas, pieza de cartel o las excelentes composiciones concertantes, al estilo de la Konzerstück, para piano y orquesta Op. 79, puede quedar ligeramente escorado con el primer movimiento del y orquesta Concierto para clarinete nº 2, en Mi b M. Op. 74-Pablo López que para expertos conocedores, rinde pleitesía al compuesto en Fa mayor. Apasionado del clarinete, habrá que aceptar que nos hallamos ante obras que imprimen carácter. Otra apreciación constataremos en el Andante y Rondó all´ungarese, para fagot- Emanuel Sint-, en esta oportunidad, en una composición en la que sin la menor duda, la viola se concede necesariamente un cumplido protagonismo. Pieza de posible menor rango, no renuncia a su protagonismo en atriles y de esa guisa llegamos al Concierto para violín, en La m. nº 5, Op. 37, de Henri Vieuxtemps, Nerea Arriola-composición en tres tiempos y con excelente recepción en su momento, alabado incluso por el insigne Wieniawski, quien no dudaba en incluirlo en sus programaciones internacionales. Su destino previo, aparecía como un débito para el Conservatorio de Bruselas.
Ramón García Balado
11/VII/23
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