12/08/2024

Musica Ficta: Columbus, en el XI Festival Bal y Gay

 Igrexa de Santiago, Foz

 La Igrexa de Santiago de Foz será lugar de encuentro del concierto del XI Festival Bal y Gay, para recibir la visita de Musica Ficta- miércoles, día 14,  a las 21´00 h-, una de las agrupaciones de mayor presencia en el ámbito nacional en lo relativo a estos repertorios de larga tradición hispana y Latinoamérica en especial en lo relativo a los siglo que van del XVI al XVIII. Formado en 1992 por Raúl Mallavibarrena y que dejaron constancia de su magisterio por los países más diversos en estos repertorios que se concentran en un amplísimo catálogo de registros en cd, Mención reseñable fue el trabajo dedicado al Officium Defunctorum, de Tomás Luis de Victoria y las grabaciones para el sello Enchiaridis, sobre el período histórico de El Quijote. También la atención al Cancionero de Turín; el Parnaso Español, de Pedro Ruimonte; los Musikalisches Exequien (Henrich Schutz); Dixit Dominus (Händel); La Senna Festegiante, ópera de Antonio Vivaldi; la Messe des Morts (M.A. Charpentier) o la colaboración con otras agrupaciones como Civita Harmonie, con la que llevaron a cabo la zarzuela barroca de Sebastián Durán, Salir del mundo, en el Teatro Arriaga. Fueron grupo en residencia del CNDM, tras llevar a cabo publicaciones como Músicas viajeras. Son fundadores de la Asociación de Grupos Españoles de Música Antigua. El elenco para esta jornada, está integrado por las sopranos Lore Agustí y Manon Chauvín, Andrea Rey, en voz de contralto, los tenores Fran Braojos y Javier Carmena, y el bajo Fabio Barrutia con asistencia instrumental de guitarra, bajo la dirección de Raúl Mallavibarrena.

Un programa a mayor gloria del grupo por las piezas elegidas en este viaje COLUMBUS: La puerta del mundo-, comenzando con Juan Gutiérrez de Padilla- A la Xácara xacarilla (Archivo de Puebla de los Ángeles)-; Juan de Araujo- Los conflades de la estleya (Villancicos negros) del Archivo de la Plata-; Gaspar Fernández- A Belén me llego tío (Villancico de Navidad) Archivo de la Puebla de Los Ángeles-; Juan Gutiérrez de Padilla- De carámbanos del día viste (un romance y Las estrellas se ríen (juego de cañas), además del motete Stabat Mater, del mismo archivo-; Gaspar Fernández- Sancta María (chanzoneta en Náhuatl); enochititlan, un anónimo  mejicano del XVI- ; Juan Pérez Bocanegra- Hanaq pachap cuesicuynin (Himno procesional quechúa); Andahuaylillas (anónimo de 1631), un ritual formulario; Santiago de Murcia- Gaitas y folías Gallegas (Códice Saldívar)-, José de Cascante- No sé si topo (letra a Nª Señora del Topo-; Oiga niño mío (Villancico al nacimiento), del Archivo de Sta Fe-, Tomás Torrejón y Velasco-Desvelado dueño mío (Archivo de La Plata) y Juan García de Zéspedes- Convidando esta la noche, juguete  y guaracha, del Archivo de Puebla de Los Ángeles.

La música profana de la metrópoli, en ese siglo XVII, podía dividirse en partes con una primera con raíces en el siglo anterior y preferentemente a varias voces en un estilo homorrrítmico y con frecuencia contrapuntístico para seguir después con el nacimiento del nuevo género de música profana para solo que se presentará en diversas formas pero de características muy similares. Coincidiendo con el nacimiento de la música escénica. Esa música profana que cobrará cuerpo y materia en los principales cancioneros que pueden interesarnos. Citaríamos los celebrados de Turín; el de la Biblioteca Casatense; el de Medinaceli, el de Olot, el de Munich. Los libros de Tonos Humanos; el de la Biblioteca Nacional, el Cancionero de Coimbra, el segundo de Tonos y Vllancicos, de Juan Arañés; la Biblioteca Nacional de Madrid o el de Ajuda.  La forma musical es la del romance, el villancico y otras similares, generalmente con copla y estribillo, aunque hay casos de una sola estrofa, para que sirviese a todo tipo de composiciones. Las coplas, en su mayoría, son para un mismo número de voces que el estribillo.

De la Metrópoli a las Colonias en un permanente cambio de influencias en beneficio de unas culturas emergentes, tanto en los géneros sacros como profanos en diálogo sin pausa. Literaturas musicales de las que investigaciones reciente, han dejado trabajos como el promovido por Alejandro Massó, recuperando un cantidad ingente de documentos a través de los archivos catedralicios. Un proyecto nacido gracias al apoyo del Programa Repsol YPF para la Música de Latinoamerica. De ello, la serie de registros El gran Barroco del Perú; El gran barroco de Bolivia o Selva y vergel de Músicas. La cordillera andina que reunirá más de once mil partituras, fechadas entre los siglos XVI y XIX, una absoluta cumbre de impagables recusos en manos de los investigadores que se precien. Halladas las partituras, el paso inmediato sería la restauración del descubrimiento. Lo relativo a los instrumentos musicales no dejará de ofrecer sorpresas por su idiosincrasia, aspectos como el detalle de los teclados, con cuarenta y dos notas, con la llamada octava cuarta; las arpas casi obligadas, de las que todavía se conservan cinco en todo el Continente y traídas a la Metrópoli, luego reproducidas y adaptadas  por los nativos hasta llegar a dominarlas con la técnica actual de los artistas de Paraguay, Argentina, Ecuador o Ayacucho, en Perú. Los violines, que utilizaban estaban menos elaborados que sus homónimos italianos y tenían un sonido más fuerte.

Ramón García Balado

09/08/2024

La Capilla del Hostal de los RR. CC., acoge la clausura del LXVI Curso U. I. de Música en Compostela

 Capilla del Hostal de los RRCC, Santiago de Compostela

 

Clausura del LXVI Curso U. I. de Música en Compostela, en la Capilla del Hostal de los RR. CC.- día 10 a las 11´00 h., tras el concierto ofrecido por la OSG, dirigida por Isabel Rubio,  con obras de Carles Baguer, Conrado del Campo, Manuel de Falla y Miquel Marques, en un acto en el que se hará entrega de Diplomas y Premios, con la firme voluntad de emplazarnos para el curso siguiente. Tiempo tuvimos de asistir a la serie de actividades complementarias ofrecidas por los profesores y alumnos, entre charlas y conciertos destacando los de estos últimos en su generosa entrega de confraternización, comenzando por la acostumbrada visita al Edificio Castelao, del Museo de Pontevedra, en la histórica serie A la luz de los candelabros. Las dos propuestas de conciertos de alumnos al Hospital Clínico (CHUS) y al Conservatorio Profesional compostelano, ambos el lunes, día 5 o el excelente del Cuarteto Lucent, con el guitarrista Riccardo Guella, con obras de Enric Granados, Manuel Castillo y Ruperto Chapí. El concierto de los profesores Ashan Pillai, Stephan Picard, Andrei Banciu y Stephan Forck.  Dos charlas profusamente documentadas de José Pérez Sierra, acompañado por Josep Mª Colom, dedicada a la figura del Padre Soler y su entorno artístico de El Escorial o la ofrecida por Ernesto Monsalve, con motivo de Joaquín Rodrigo: En el centenario de su primera obra. Quedará espacio para guardan un detalle con respeto a los dos últimos conciertos del martes y el miércoles, ofrecidos por alumnos en la Capilla del Hostal de los RR. CC. , veladas de apacible confraternización entre los miembros del curso y los entusiastas melómanos entregados a la causa, atentos al nivel mostrado por el dominio y conocimiento de las obras elegidas. Pablo Esteban, pianista del aula de Josep Mª Colom, en un ejerció de dominio técnico en la extensión exigida por la Fantasía Bética, de Manuel de Falla, obra insigne dedicada a Arthur Rubinstein y de la que Ernesto Halffter obtendría argumentos para una ostentosa orquestación. Asoman en su desarrollo apuntes de cante jondo, con preciosismos que nos sugerirían a D. Scarlatti. Modélica respuesta del alumno en consideración a su maestro Colom.  Las Cátedras de viola, cámara y guitarra, en confluencia: Ashan Pillar y Gallardo del Rey, una sorprendente propuesta de Eduard Moya- viola- y Oriana Kemelmajer (Argentina), por las Variaciones geográficas sobre el Cant dels ocells- popular en sus raíces y razón de ser de Pau  Casals. La pieza en sus dilatadas variaciones, discurría en libre antojo por las fronteras más imprevisibles desde la habanera, al tango o al ragtime. Muy libre en su correcto entender.   Diego Arévalo.(1994), alumno del curso , colaborará con una obra  de propia firma, la  Rapsodia para chelo  y guitarra, de la que fueron intérpretes Yena Gook (Australia) y Viaslav Shugaev (Rusia), pieza con atisbos de neoclasicismo en las tendencias innovadoras del siglo XX, y no menos ingeniosa en procedimientos estilísticos por voluntad de criterio.

La Cátedra de violonchelo de María de Macedo y Stephan  Forck, otra cumbre por Requiebros, de Gaspar Cassadó-no podría ser menos- en manos de Esteban Barlow (España), asistido por el profesor- asistente Ángel Huibobro. Cassadó, miembro  de Música en Compostela a partir de 1959, con Andrés Segovia. André Gertler y Josefina Salvador, en instrumentos de cuerda. De Cassadó, también, Preludio –fantasía, primer movimiento de la Suite para violonchelo solo, en manos de Emilo Ubach. Pieza también emblemática de quien había formado un trío con Menuhin y Ketner, mientras se dedicaba ampliamente a la docencia desde Florencia a Siena o nuestros cursos de Música en Compostela. De la Cátedra de violín, de Stephan Picard, un apoyo en Joaquín Turina, para un especial tratamiento virtuosístico repartido entre dos de sus obras. El poema de una sanluqueña, en la que la violinista rendiría dotes ante un público entusiasta, en el que no faltarían sus compañeros, Sonja Bogner (Alemania), acompañada por el profesor Andrei Banciu, al  piano. Pieza precisamente dedicada a las muchachas de Sanlucar, un poema de amor según el autor, un punto amargo y una expresión doliente expresada por las cuerdas del violín. También de Turina la Sonata española para violín y piano Op. 82- Vivo-Adagio/Allegro moderato-, de la que dejaron buenas impresiones Abraham Parra Amante (violín) y también el profesor Andrei Banciu, obra presentada para su estreno en el Teatro María Guerrero de Madrid, por Enrique Iniesta, acompañada por el autor y que se maneja con una importante versatilidad expresiva, detalle a favor de los intérprete. La Cátedra de Canto de Mª José Montiel- tan efusiva como de costumbre-, Yuki Urata (Japón), buscándole los entresijos pasionales a Mujer de los ojos negros, de El huésped del  sevillano de Jacinto Guerrero. Yonxi Liu (China), un aire de resuelta canción popular, No quiero tus avellanas- Jesús Guridi-, respirando aires de sus Canciones castellanas. Jimena Ramós, el apacible encanto de A través de mis cristales (Sueños de Oro), de F. Asenjo Barbieri y la mejicana Armida Olaechea, el destilado sentimentalismo de Lágrimas mías, de la zarzuela El Anillo de hierro, de Pedro M. Marques, de quien la OSG nos había ofrecido su Quinta sinfonía. En grupo, con el acompañamiento pianístico de Itziar Barredo, dos irresistibles por su contagiosa popularidad, nada menos que La Habanera, de Don Gil de Alcalá (Manuel Penella): todas las mañanicas vuelve la aurora y se lleva la noche triste  y traidora… y el coro de románticos, de Doña Francisquita de Amadeu Vives. Una despedida calurosa para la tarde del martes.

La tarde del miércoles tuvo como aliciente el estreno de la obra de encargo del curso con las miniaturas características: Promenade, Sicliano, Chotis y Nana, de Juan Durán, en dedicatoria a Gallardo del Rey y digitación de J. M. Dapena, obra obligada para el concurso de guitarra Savarez, y que tuvo su presentación a cargo de Daniel Sánchez y Viacheslav Shugaev (Rusia), quien obtendría el Premio del Curso ante un jurado presidido por Gallardo del Rey, J.M. Dapena y el compositor David del Puerto.  Una velada que nos deparó algunas obras elegidas, destacando la obra de Juan Durán, interpretada por Daniel Sánchez- quien también aportaría Sevilla, de la Suite española Op. 47, de I.Albéniz, pieza sugerente y receptiva junto a las  de las miniaturas de Durán, que también estarían en manos de Viacheslav Shugaev, que añadiría el Elogio a la guitarra, de Joaquín Rodrigo, ejemplo de sus piezas para el instrumento como lo fueron la Zarabanda lejana; Junto al Generalife; Entre olivares o la Sonata Giocosa.

Juan Durán, nos dejó recientes trabajos como el Cuarteto de Cuerda, grabado por el Cuarteto Novecento: Ildikó Oltai, Irina Gruia, Joana Ciobotaru y Millán Abeledo, entre obras de M. del Adalid y José Arriola, un período creativo en el que estrenó la Cantata Terra, con la OSG, para solista- Javier Franco-, coro y orquesta, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez, siendo responsables de coro Carlos Mena y Javier Fajardo. Obra que partía de la poética de Ramón Cabanillas: No desterró; Vento mareiro y Da terra asoballada.  El profesor Gallardo del Rey, mediador con la firma Savarez, especializada en el mundo de la guitarra, para la consolidación de este premio, se graduó en el Conservatorio de Sevilla, en guitarra y música de cámara, siguiendo los cursos de Sáinz de la Maza, A. Segovia y José Tomás y en 1979 obtuvo el Premio de interpretación Luís Coleman, en el Curso I. U. de Música en Compostela, logrando con el paso de los años los de la Fundación Francisco e Inocencio  Guerrero, estrenando obras en la Bienal de Arte Flamenco, con la O. C. Reina Sofía, por el Concierto para guitarra y orquesta, de Manuel Castillo, mientras se aventuraba como compositor con Noches de San Lorenzo, estrenada en El Escorial.

De la cátedra de viola y música de cámara, de Ashan Pillai, el viola Pol Altimira- del Cuarteto Lucent-y el repertorista y profesor J. Carlos Cornelles, se ofreció la Romanza para viola y piano de Lluís Benejam (1914/68), violinista y director con carrera en Latinoamérica, compartiendo experiencias con el chelista Ernesto Xancó, los violinistas Roberto Plaja y J. Rodríguez de la Fuente, con quienes formó en Quito, el Cuarteto Nacional Ecuatoriano, con quienes ayudó a la iniciación de una labor divulgadora. Fue concertino y director de la O. S. Nacional y profesor del Conservatorio Nacional. En su obra está presente un reconocible nacionalismo reflejado en el conjunto de sus composiciones camerísticas, como Lorqueña; el preludio jondo o la Obertura flamenca.

De la cátedra de piano de Josep Mª Colom, dos alumnos, comenzando con Irene Pérez Sanmiguel, en una lectura precisa de la Sonata para piano, de Ernesto Halffter, obra de 1926 y primera de las tres que había tenido en mente como dedicatario a Eugene Cools y en la que trabajaría hasta 1932, pieza dividida en cuatro secciones con un solo tema que le da unidad orgánica, concebida como una serie de variaciones sobre. Obra que fue estrenada por Leopoldo Querol, en 1934. Oriana Kemelmajer (Argentina),  no se resistiría a los encantos de los Valses poéticos, de Enric Granados, dedicados a Joaquim Malats, en la serie de ocho números a partir de la colorista entrada que se repite  en el final, dentro de un gusto típicamente romántico. El talante musical de estas piezas, justifica el título de esta obra de juventud, como expresiones poéticas de un género lírico

Ramón García Balado

08/08/2024

Nereydas de Javier Ulises Illán, en el XI Festival Bal y Gay

 Igrexa de San Francisco, Viveiro/ Auditorio Hernán Naval, Ribadeo


Dos serán los conciertos que ofrezcan el grupo Nereydas, que dirige Javier Ulises Illán en  el XII Festival Bay y Gay- día 10, a las 20´ 00 h., en la Igrexa de San Francisco (Viveiro) y el del día siguiente en el Auditorio Hernán Naval (Ribadeo), a la misma hora. Nereydas se presenta como una agrupación vocal e instrumental especializada que se mantiene dentro de criterios históricamente informados ya desde su fundación en 2010, por su titular Javier Ulises illán, con amplia experiencia en estos repertorios y que para estos conciertos reservan obras de Händel y Vivaldi, culminando con el Gloria RV 589, del veneciano. Un grupo abierto y flexible para esa combinación de voces e  instrumentos de cualificada garantía interpretativa. Cuidan desde los fundamentos las fuentes a las que recurren, trasmitiendo el legado recibido de estilos de época, participando en lugares como el Teatro Real (Madrid), el Teatro de La Abadía, Patrimonio Nacional, el CNDM, la Semana de Música Religiosa de Cuenca y otros espacios, dejando registros en cd, de sus trabajos, ratificados por su afinación y compromiso con estos estilos.

G.F. Händel con el Concerto grosso, en Re m., nº 8 HWV 326, conjunto de obras de una colección cuidada y elegante según Christopher Hogwood, y pensada para competir con la homónima de Arcangello Corelli que seguía siendo a tenor del criterio de Roger North, el pan de la música para los intérpretes. El gusto inglés había sido modelado en los principios de Corelli y por su discípulo Geminiani, que había publicado varias colecciones de sus propios Concerti grossi, en los diez últimos años, junto a arreglos de sus conciertos y de las doce  sonatas para violín del propio Corelli. Imitadores ingleses tales como Festing y Woodcock, colaboraron en la confirmación de estos principios y Händel no tuvo el menor reparo en adoptar similares criterios de planteamiento. Concierto que también tienen menor dependencia de los conciertos de la escuela veneciana de Vivaldi y Albinoni, cuyas obra eran reconocidas en Inglaterra.

Antonio Vivaldi con el Concierto nº 4, en Sol m. RV. 157, el capítulo de obras entre  conciertos y sinfonías entre las que se engloban la serie que abarca el grupo comprendido desde la RV, 131 a la RV. 168. Con independencia de su cronología, que se datan desde 1715 a 1741, la mayoría de aquellas obras se repartirán entre conciertos y sinfonías a cuatro, en los que se descubre un considerable catálogo. La esmerada concepción polifónica de aquellos concerti grossi, suponen una magnífica demostración del magisterio del veneciano en el ejerció del contrapunto. Las soluciones constructivas que  Antonio Vivaldi adopta en la serie de estas obras de sobresaliente poderío sonoro y expresivo, obras sin un solista reconocible, llegan al grado máximo en estos años de obsesiva fecundidad creativa. Para Marc Pincherle el acostumbrado término de Conciertos sinfónicos, resultará idóneo para la definición estructural de unas obras en las que Vivaldi, liberado de los condicionantes de obras con solista, llega a lograr resultados de música pura y diáfana

El Gloria RV 589, verdadero paradigma de composición coral, fue compuesta hacia 1713, para dos sopranos, contralto, coro mixto a cuatro voces, con orquesta y continuo, que incluye oboes y trompetas. Un Gloria que eclipsará el resto de obras con el mismo motivo argumental , concentrando los mismos procesos de escritura en una visión preclara lograda en cada uno de sus tiempos, desde el Allegro, al Andante, un nuevo Allegro, un Adagio, otro Allegro, el Largo para llevarnos a un arrebatado y exultante Allegro, que encadena otros tres tiempos. El Gloria para mayor entidad, respondía a la precedente Introduzzione, de Gasparini, ofrecido el 2 de julio de 1713, con motivo de la Fiesta de la Visitación della Pietà, en sus intenciones creativas, y  en su condición  de música religiosa, confirmará el desafecto expresivo con respecto al llamado stille antico, propio de Venecia en el apartado de obras sacras. Las influencias reconocidas del mundo operístico, como pasará en muchas de sus obras, será consecuencia de una evolución enriquecedora, en particular para los cantantes por los detalles belcantistas. Una estructura compleja, remarcada afortunadamente por la recurrencia al uso de las arias acompañadas de ariosi, más libres en comparación con otras obras de parecidos contextos. Los ritmos punteados en su calidad de contraste encuentran aquí un medio de canalización expresiva. La generosidad lírica del melodismo ornamentado es fuente de un permanente entusiasmo al que responde en justa medida el coro en los pasajes de mayor protagonismo. Otro Gloria RV  588, será obra que con seguridad fue posteriormente sin que llegase a alcanzar los avances conseguidos en esta obra, quizás la más sublime junto algunos de sus grandes motetes como Domine ad adiuvandum me RV, 593, el Dixit Dominus Rv. 594, que tendría continuidad en el RV. 595; Beatus Vir RV. 597, un motete de gran aliento que inspirará un segundo de parecida resolución.

Ramón García Balado

06/08/2024

Sergey Khachatryan: Homenaxe a Luisa Villalta en el XI Festival Bal y Gay

 Auditorio Hernán Naval, Ribadeo


Concierto en el Auditorio Hernán Naval, de Ribadeo- día 9, a las 20´30 h-, en las actividades del XI  Festival Bal y Gay, en un Homenaxe a Luisa Villalta (Día das Letras Galegas) con el pianista de Erevan Sergey Khachatryan, acompañado por la violinista Lusine  Khachatryan y que no ofrecerán obras de César Franck, Eduard Bagdasarian, Ernest Chausson y Maurice Ravel. Un pianista ganador del VIII Concurso Int. Jean Sibelius, obteniendo otro primer premio del Queen Elisabeth (Bruselas), presentándose esta temporada con formaciones como la Dresdner Philharmonie con E. Tjeknavorian; con  la O.N. de Corea y Oksana Lyniv; la O. del Ulster, con Daniele Rustioni o la Nacional de Bélgica con Michael Schonwandt, colaborando con formaciones españolas como la OSG, (Andrew Lytton), la S. de Euzkadiko (Stanislav Kochannovsy), la O. de Valencia, en gira (Alexander Liebereich), añadiendo la inclusión del Doble concierto, de J.S. Bach en el ámbito camerístico. Participó en el proyecto Transfigured Night- la Noche transfigurada, de A. Schónberg), que incluía obras de este autor con otras de Beethoven y Shostakovich, y el realizado con Dudamel con la Wien Philharmonie, con el Concierto para violín, de Beethoven, siendo ganador del Premio Credit Suisse, para Nuevos Artistas. En sus manos tiene un Guarnieri del Gesu Ysaÿe 1740, cesión de la Nippon Music Foundation.

César Franck con la Sonata para violín y piano en La M., obra emblemática del francés en dedicatoria a Eugène Ysaye, quien la estrenó en el Círculo de las Artes de Bruselas en diciembre de 1886, con Mme Bordes-Pène, al piano, repitiendo poco después en la Sociète Moderne, con Rémy como violinista, obra cálida que estimulará el interés de Ysaye por mantenerla en su repertorio. Queda como trasfondo el mito literario relativo a Marcel Proust, y que arrastrará el sobrenombre de Sonata de Vinteuil. Obra fundamental en el género que acabará teniendo imitadores. En el contexto de la sonata, el mundo imaginario de Por los caminos de Swan tan cercano a su sensibilidad y que derivará en acólitos cercanos como C.Saint –Saëns o Gabriel Fauré y Eduard Lalo, obteniendo con ella motivos que se confirmarán en el Quinteto y en el Cuarteto, obras únicas en su estilo. Dentro de esta sonata tenemos un movimiento merecedor de especial atención, el Recitativo fantasía, Ben moderato, una de sus pretensiones más osadas que sabe distanciarse de toda imposición formal, beneficiando con ello el intenso lirismo que consigue. Un recitativo muy libre cuyos elementos derivan de la célula cíclica y que se manifiesta preferentemente en el piano desde los primeros compases, para conceder al violín un protagonismo preponderante. El tiempo final Allegro poco mosso, es un expresivo rondeau a la francesa, con un sensual motivo dolce cantábile.

La rapsodia para violín y piano de Eduard Bagdasarian (1921/83), es una composición de 1958, dedicada la virtuosa Anahit Zizikian, pieza de notables exigencias interpretativas y que consiguió una inmediata aceptación en los países de tradición eslava. Su divulgación en nuestro país fue posible gracias a los proyectos de temporada de la Fundación Juan March, de Madrid, en un monográfico dedicado a compositores de su generación, entre los que se encontraba Ara Khachaturian, Alexander Aruturian (1920) y Arno Babadzharian, en un ciclo dedicado a la Música Armenia, en el año 2007.

Ernest Chausson con el Poème Op. 25, obra en principio para violín y orquesta, ciertamente independiente de la gran tradición para el instrumento, obra con primeros esbozos a finales de 1892, aunque tardaría más de un lustro en concluirse. Hubo un trabajo previo inspirado en el mundo literario de Turgeniev a través de su relato Canto del amor triunfante, que ayudará a recrear ese mundo imaginario y que motivará el título de Poème, derivando en lo que definitivamente es un poema sinfónico en la plenitud de sus parámetros, con todo, la composición musical invita a olvidar las supuestas dependencias literarias dejando como evidencia lo que se presenta como un concierto para violín y orquesta, afirmando el espíritu del autor. Una obra que tuvo su presentación en Nancy, el 27 de diciembre de 1896, con el maestro Eugène Ysaye, una vez más como solista, tras la obra de César Franck, para repetir en París en la primavera del año siguiente en los prestigiados Concerts Colonne, recibiendo entonces una acogida discreta.´

Ravel con Tzigane, obra rapsódica y de sobrada aceptación, compuesta en 1924, mientras se dedicaba con entusiasmo al capricho pueril que fue El niño y los sortilegios, pieza de éxito consumado gracias a las virtudes de llegar a todo tipo de aficionados y composición como esta Tzigane, que alcanza similares cumbres artísticas. Obra dedicada a la violinista húngara Jelly d´Aranyi, efectivamente una rapsodia para el instrumento y que se pondrá en atriles a finales de noviembre de 1924, en la versión orquestal con la mentada Jelly d´Aranyi, bajo la dirección de Gabriel Pierné, poco después del gran éxito logrado en la primigenia versión camerística.

Ramón García Balado   

 

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