04/07/2025

Segundo Concierto de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compoatela


Una despedida afortunada para el Curso de Cámara Airas Nunes y que para la ocasión, nos brinda la colaboración de alumnos y dos de los profesores, el pianista Claudio Martínez Mehner y la violinista Anna Gebert, en la Escola de Altos Estudos Musicais- día 5, a las 17´30 h.-, comenzando Yuval Shmila, pianista que interpretará el primer movimiento de la Sonata en La m. K. 310, llamada Parisina y pieza de un joven de 22  años, obra que fue difícilmente fechable ubicándola junto a la K. 300 y el K. 316 y la Sonata para violín y piano  K. 304, durante aquel período parisino de gratas experiencias, a pesar de coincidir con la muerte de su madre, que marcará la evolución de las obras para el teclado. Habrá quien diga que es la primera obra trágica que recordará precisamente el mundo poético y el cuidado y perfección de las formas tratadas. Un talante expresivo que recuperaremos en óperas como Idomeneo o la Serenata K. 388. Los  primeros compases, según Glenn Gould, resultan uno de los mejores inicios de todas sus sonatas, ya que inciden profundamente en el estado de percepción. Una sonata que simplemente ofrece un surtido de vivacidad y vehemencia pomposa que procurará al autor una mejor reputación de la merecida, estamos precisamente ante la actitud mantenida por el temible Glenn Gould. La tonalidad, expresa una desesperación fría y sin lágrimas, dominada por un orgulloso rechazo a cualquier consuelo.

Vivien Walser, con la Barcarola Op. 60, de F. Chopin, saturada de sutilezas y abstractas evocaciones, única considerada como la cúspide de su obra para el teclado, idea        que sustentarán artistas como F.Nietzsche y André Gide, subyugados por su lirismo luminoso pleno de resonancias italianizantes condensadas en ese ámbito ensoñador gracias a su poética, en el espacio de sus 116 compases. Aspectos se descubrirán en su acercamiento posterior en compositores como Maurice Ravel, merced a sus sutilezas tímbricas a modo de herencia comprensible del franco-polaco, a tenor de lo que la historia acabe decidiendo. Para entendernos, baste con saber que esa predilección del compositor de Dafnis et Chloe, sentía por nuestro autor de géneros como las Barcarolas.

El trío formado por Ada Aebi (Violín); Philip Karmanov (piano) y Elodie Sigrist (piano), nos descubrirán a la compositora  francesa Marguerite Canal, con dos tiempos- segundo y tercero, de la Sonata para violín y piano. Mme Canal (1890/1978), era hija de Marie Dorothée Fauré, profesora de piano y nieta del ilustre Gabriel Fauré, que se formó en el Conservatorio de Toulouse antes de trasladarse a París, en donde fue alumna de Paul  Vidal. En 1914, se presentó al Prix de Rome, aunque no fue admitida, como sí lo habían sido Jean Déré, Marcel Dupré y Raymond de Pezzer. En 1920, ganó el Premio por su cantata Don Juan, por unanimidad, recibiendo el reconocimiento de Camille Saint-Saëns, premio que ampliaría al recibido por su cantata Le  Poète et la Fée, precisamente en el prestigioso Prix de Rome, con un segundo premio. En el espacio de sus composiciones, destacan las compuestas sobre textos de Baudelaire, Paul Verlaine, Franz Toussaint, Marceline Desbordes- Valmore, llegando a acompañar al piano a la  soprano Ninon Vallin. Mencionaremos su ópera inacabada Tlass Atka ou le Pays Blanc.

El Trío Arume, formado en el Conservatorio de A Coruña, está integrado por María Meléndez (clarinete); Laura Ros (chelo) y Romeu Tembrás (piano) y para ellos, el Primer movimiento del Trío Op. 11, en Si b M., de Ludwig van Beethoven, obra que deja opción para tratamiento con violín, en lugar del clarinete, obra que en este Allegro con brio, se anuncia con una pretensión garbosa para permitir en el Adagio siguiente una visión igualmente entusiasta. Página idónea para el lucimiento de la clarinetista, un capricho pues para lucimiento en toda su gama, en contraste claro con la chelista. La fecha de datación sería resulta por la aparición de un anuncio publicado en el Allgemeine Musikalische Zeitung, el 3 de octubre de 1798. La obra hará pareja con otras composiciones para piano y viento, menos frecuentes, se trata del quinteto Op. 16 y que para avezados analistas, resulta un solapado homenaje a Mozart, el trío en igual medida, no se eleva por encima de los escuetos estilismos del siglo XVIII.

 Candor Piano Trío: Weronika Bagniewka (violin); Ignazi Krzminski- Iwan (chelo) y Julia María Figueres- Heinz (piano), también contribuye a descubrir a Philippe Scharwenka, en el Trío para piano nº 1, en Do m., Op. 100, en su tiempo Lento tranquillo, un compositor perteneciente a una saga de músicos, compositor y pedagogo (1847/1917), alumno en su tiempo de la Akademia Kullak, de Berlín, y que llegaría a ejercer la docencia en la misma academia, hecho que se confirmará con su hermano Franz Xaver, quien probará fortuna en su traslado a Nueva York. Philippe destacará en la composición por obras como Sakuntala, para solistas, coro y orquesta, una serie de trabajos sinfónicos dentro de la tradición germánica; un Concierto para violín y una apreciable cantidad de obras camerísticas como la que tendremos en el concierto de hoy, obras para violín y piano; viola y piano; chelo y piano, quintetos y combinaciones similares.

De los profesores del curso, Claudio Martínez Mehner y William Carter (chelo), con el Primer movimiento de la Sonata Arpeggione, D. 821,  de F.Schubert, conocida composición dedicada por encargo para ese instrumento curioso un tanto relegado por la posteridad, por lo que actualmente suele interpretarse con chelo. Johann Georg Staufer (1778/1853), fabricante vienés de instrumentos de cuerda, construyó ese instrumento para esa especie de violín (por su forma)  y de guitarra (por el número de cuerdas), que llevará el nombre de arpeggione, o también guitarra- violonchelo o guitarra de amor. El primer movimiento Allegro moderato, en La m., con un primer tema melancólico expuesto al piano y repetido de inmediato por el arpeggione (chelo), siendo este el que expone el segundo tema, más vivo y danzante. El desarrollo tras un tema anunciado del primero, será llevado por el arpeggione (chelo), dentro de un clima inquietante camino de la reexposición, marcado en lo fundamental por el instrumento de cuerda.

Anna Gebert (violín) y Claudio Martínez Mehner (piano), pondrán la guinda con la Sonata para violín y piano Op. 18, en Mi b M.- segundo movimiento-, de Richard Strauss, una de sus creaciones camerísticas de mayor divulgación entre los músicos entusiastas de este legado, un tanto a la sombra de sus grandes obras y poemas sinfónicos, géneros en los que marcará pauta y que en obras como esta pasaron por los estudios de grabación por artistas como Jascha Heifetz/Brooks Smith; Kyung-Wha Chung/ Krystian Zimermann; Gidon Kremer/ Oleg Maisenberg; Sarah Chang/ Wolfgang Sawallish o Ernö Sebestyén/ Wolfgang Sawallish, siempre versiones imprescindibles y de segura referencia.

Ramón García Balado

03/07/2025

Primer concierto de alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Cinco alumnos del Aula de Cámara Airas Nunes, a los que podremos seguir en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais- día 4, 19´30 h-, con una selección de piezas escogidas a la altura de su solvencia conocimientos, comenzando por Daniil Bogdanovsky, piano, quien nos ofrecerá Papillons Op. 2, de Robert Schumann, piezas cuya escritura parecía anterior a la anterior, las Variaciones Abegg y cuyo material podría provenir de los Valses, para el teclado a dos manos y de las Polonesas, a cuatro manos, que quedarán inéditas. Las fuentes literarias tendrán una singular importancia, marcando una época clave en su evolución estilística. Una inspiración en la que  valdrá recordar Flegeljahre (Edad ingrata), relato de J.Paul Richter, con tres personajes principales: Walt (su alter ego) y contrario); Vult- prefiguración de los emblemáticos Eusebius y Florestan, testigos de sus desdoblamientos de carácter y Wina, la joven deseada. El conocimiento de la escena postrera de Fledeljahre, un fantástico e irreal baile de máscaras durante el cual, para enervar los enfrentamientos de ambos hermanos, parece irrenunciable para la total comprensión de este serie de doce piezas breves, precedidas por una introducción de solamente seis compases y cuya estructura musical no ofrece en cuanto a sí mismo ningún problema.

Enoch Wong (piano), entregará la Fantasía en Fa m. Op. 49, de F.Chopin, estrenada en la Salle Pleyel parisina, en interpretación del propio Fryderyk, para notables estudiosos, su obra más genial por su perfección y rotundidad expresiva, obra propuesta a partir de un solo halo y nacida como una improvisación en dedicatoria a sus principales discípulas, entre las que tendrían acogida George Sand, a pesar de un sufrido enfrentamiento entre ambos. Una obra en la que ensaya su personal visión del peso de las grandes obras, apreciada por su extensión y por su alusión a un talante ciertamente poético y de perfiles misteriosos lo que llevaría a llevar el sobrenombre de Quinta Balada de Chopin. Fruto sin duda de su primera madurez, obra de un artista dominador de un lenguaje expresivo y plenamente seguro de sus pretensiones gracias a su aparente desorden en ciertos pasajes.  Momento fecundo, en un verano apacible de Nohant, residencia de George Sand, compartiendo vivencias  con Katherine von Souzzo, encarecida alumna suya. En París, la obra se daría a conocer como Fantaisie por le piano Op. 49, editada por Chez Maurice Schlesinger, en 1841

Tom Paus (piano), con una obra menos frecuente de Ludwig van Beethoven, las 10 variaciones sobre La stessa, la stessissima, Woo 73, en Si b M., tomada de la ópera Falstaff, de Antonio Salieri, obra nacida en el tiempo de su Sonata Op. 13 (Patética) y el Cuarteto Op. 18. Nº 1, tomando como motivo el aria contenida en la ópera Falstaff o las tres burlas, de Salieri, a quien nuestro músico había dedicado las sonatas para violín y piano Op. 12, una ópera que tendría su estreno a comienzos de 1794 y que sería dedicada a su alumna Babette Keglevich. Las piezas en concreto no tuvieron una buena acogida. Para el Allgrmeine Musikalisches, se comentaría sobre las piezas: El Sr. Beethoven sabe tal vez improvisar, pero decididamente no sabe contruir buenas variaciones. Tranchefort confirmará: Aquí reina, en cambio, la más grande fantasía y el placer de escribir por pura diversión pianística. Una vez más, es la irregularidad métrica la que connota estas brillantes variaciones irregulares que encontramos en el pequeño Lied, en menor; en el fugato y en el Adagio, de serena belleza. También Piero Rattalino testimoniará sobre la obra: Al menos cuatro de las diez variaciones sobre un tema de Salieri- la segunda, la sexta, la octava y la novena- parecen pensadas para instrumentos de cuerda, mientras que la octava en modo menor, parece pensada para quinteto de cuerda, en la primera y tercera variación. Especialmente virtuosística, aunque sus límites no exceden las posibilidades del aficionado, es la décima variación que se prolonga a modo de Finale.

Leonnie Trips  (violín), con dos obras. El Caprice nº 23, de Niccoló Paganini, la serie de sus 24 Caprichos, editados en Milán por Riccordi (1820) y en dedicatoria personal a artistas concretos , con afinidades formales que nos trasladan a los modelos del XVIII, con modelos como los Op. 3 (El Arte de violín) de Locatelli. Un conjunto de caprichos sobre fragmentos de concierto que resultan especialmente brillantes y sorprendentes logrados gracias al cuidado tratamiento de todos los problemas propios a la técnica del instrumentos. La obra de este personaje está dedicada en preferencia al violín y a la guitarra, con ejemplos apabullantes como La Carmagnole- para violín y guitarra (1795). Cada uno de sus Caprichos, quedará construido por varios episodios contrastados y en encadenamientos consecutivos. El elegido, es el último de la serie que prepara la entrada del Nº 24, en La m. escrito a partir de un tema sencillo e irregular, con variaciones de bravura sobre el stacaro

Johann Sebastian Bach-Partita nº 2, BWV 1004, con dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, La Sarabanda, en ¾ , precediendo a la Giga y a la portentosa Chaconne, es idea de cómo de cómo el autor intercala esta página peculiarmente emotiva, a través de la importancia de de breves pasajes improvisados que de alguna manera responderán a la serie de acordes acentuados, permitiendo el salto a la Giga, en 12/8, animada por pura evidencia gracias a los dispersos matices que no dudan entre los aires de forte y piano, tan apreciados por el maestros. Las obras para violín solo, en el reparto entre las Tres sonatas y las Tres partitas, son la prueba fehaciente de una profunda querencia en un período trascendental, mientras se preocupara de sus compromisos en Weimar y Köthen, con el beneficio añadido del cuidado de excelentes relaciones con maestros como Johann Paul von Westhoptt, uno de los genuinos representantes del estilo polifónico adaptado al violín.

Jacobo Nieto (violonchelo), para completar esta primera jornada de alumnos, quien se decide también por Johann Sebastian Bach, con la Suite n º 2 , para chelo solo, en dos de sus tiempos: Sarabanda y Giga, tendencia que el compositor sabría dinamizar tras los precedentes italianos fomentados por Domenico Gabrielli y Giovanni Battista Degli Antonio y que nos dejarán un grupo de seis suites con notables lagunas en cuanto a las fechas de composición dejando para la posteridad copias que quedaron confiadas a Anna Magdalena, su segunda compañera y a Johann Peter Kellman, un prestigiado organista y amigo suyo. La Sarabanda, en ¾, aparece intercalada entre la Courante y los dos menuets, para ofrecernos una pieza de expresión grave, abocada a un estado de ánimo sereno; la Giga, en 3/8, tiempo final, se muestra tenso, con un colorido sombrío, destacando la quinta y la séptima disminuida descendentes que articulan el tema desde el comienzo.

Ramón García Balado


01/07/2025

Un paseo de confraternidade con la Banda Municipal, en A Praza das Praterías

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal con su titular Casiano Mouriño Maquieira en A Praza das Praterías- día 3, a las 20´00 h-, con un programa que abarca desde compositores españoles a un par de norteamericanos para llegar al final con dos piezas de Enrique Saavedra Castro. Vicente Terol, con el pasodoble Las provincias en arreglo de Arturo Terol. Un entorno familiar de compositores muy activos a comienzos del XIX y que en el caso que nos interesa, Vicente, compuso parte de su legado mano a mano con su hermano Arturo. Del catálogo conjunto, merecen destacarse obras como La  canción del pirata-zarzuela-; El hechicero de Sevilla- sainete-; El abre del pecat; Damas en juego- de José Terol o también del mismo Los dragones. Estilos que se manejaban dentro de un tradicionalismo que se reflejaba especialmente en las formas líricas de la zarzuela.

Manuel Palau (1893/1967)-Coplas de mi tierra- músico   que tuvo como maestro a Eduardo López- Chavarri antes de completar su formación con Charles Koechlin (armonía y contrapunto), en París, ampliando en composición con M. Ravel y J.Ibert y con Albert Bertalin, en formas musicales. Fue director del Conservatorio de Música de Valencia, teniendo como alumnos a Vicent Garcés, Miguel Asins, Alfonso Blasco, José Mir o José Báguena. Destacó como musicólogo, dejando trabajos como Elementos folklóricos de la música valenciana, recibiendo el Premio de la Diputación Valenciana. En el ámbito de la dirección orquestal, había comenzado su carrera en las Bandas de Liria y de Moncada, fundando la orquesta de cámara sinfónica Pro Arte, siendo invitado para dirigir formaciones como la Banda S. de Valencia; el Orfeó Valencià; la Sinfónica Madrileña o la O. Clásica de Madrid. Su estilo se caracterizó por esa estética valencianista entre ciertas innovaciones que le acercaban a las corrientes impresionistas y reconocimientos a las vanguardias emergentes. En 1927, año particularmente reseñable por la influencia de Góngora, tan presente en la Generación del 27, le animó a recurrir a poemas suyos para componer su obra Gongorina, inspirada en letrillas que años después, se confirmará en Atardecer (1945), dentro del mismo estímulo creativo.

Alfred Reed-Divertimento for flute and Band (1998), del que será solista Nuria Valero-, compositor frecuente en las programaciones de nuestra Banda Municipal, autor ciertamente prolífico con trabajos tan representativos como A Ceremonial Fanfare (1971); Rahoon (para clarinete y banda), de 1966; A Jubilante Overture (1970); A Northern Legend (1972); Armenian Dances, inspiradas en el folklore de aquellas tierras lejanas, recopiladas por Komitas Vardapet; In Memoriam, an Elegy for the Fallen, obras que se entremezclan con las composiciones de talante sinfónico  de este neoyorquino cabeza visible de toda una generación que ayudó a crear escuela después de la II Guerra Mundial por su oficio con Banda musicales, recibiendo galardones como The Luria Prize (1959) compartido con su calidad de miembro de Phi Mu Alpha Sinfonia, de ambiciones filantrópicas.

Luís Serrano Alarcón- Res levissima (en estreno)-profesor del Conservatorio Superior de Música de Valencia y que había recibido las influencias de José Mª Cervera Lloret, J. Mª Cervera Collado, Javier Barranco y en la Sociedad Musical La Artística, de Chiva, Dirigió formaciones como el Centro La Primitiva de Alborache (1993), la propia Soc. Artística de Chiva (1996/9); el Centro Artístico de Musical de Bétera (2006/14), con el que recibirá la invitación para participar en la WASBE Conference de Cincinatti (USA), en julio de 2009, que le supondrá encargos que le llevarán hasta países de Latinoamérica y agrupaciones como la Philharmonic Wind (Singapur) y la Band Directors Association (Hong Kong). Fue solicitado por la Southeastern Conference Band Directors As., para componer la obra Preludio y Danza del Alba, para  quinteto de metales y banda sinfónica (2006), que tendrá continuidad en La Dama Centinela (2009).  La Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana, le otorgó el Premio Euterpe, por esa misma obra.  Duende, será premiada en 2011, logrará un Primer Premio entre las obras clásicas. Compuso un musical Invisibles, los niños en el tiempo, estrenado en el Espai La Rambleta, en puesta escénica de Utem Escola de Música y desde 2017, ocupa la plaza de director de la Banda Sinfónica La Unión Musical Santa Cecilia de Villar del Arzobispo. Entre sus obras sinfónicas, destacan Memorias de un hombre de ciudad; Marco Polo, la Ruta de La Seda;  Inovocación (Revisitando El Puerto); Concertango, para saxo alto, trío de jazz y banda o el Concerto for trumpet and wind ensemble

Robert Russell Bennett- Suite for American dances-un compositor en la corriente de los grandes maestros del musical americano, desde Jerome Kern, a Irvin Berlin, George Gershwin, Cole Porter o Richard Rodgers, llegando a colaborar con algunos de ellos, en especial con Gershwin, como arreglista, viviendo los mejores años del género por excelencia en sus años de eclosión, como certifica la obra elegida. Fue alumno de Nadia Boulanger y recibió en un par de ocasiones los Premios Tony (1957  y 2008), un perfecto modelo de sus cotidianos trabajos realizados entre Broadway y Hollywood, mano a mano con los compositores mentados, una perfecta garantía para un compositor que encontraba ahí su espacio natural.  Su obra en su conjunto, resulta fácilmente reconocible aspecto que no ayuda a ubicarle en un medio natural propicio gracias a sus padres; su padre violinista de la O. de Kansas y su madre una cualificada pianista que ayudó a cimentar su carrera desde muy joven. Destaca entre sus registros discográficos las colaboraciones con el Eastern Wind Ensemble en un complemento de arreglos orquestales de como Shall we dance, Porgy & Bess o A Symphony Picture (Gershwin); Oklahoma (R. Rodgers); Shaw Boat (Jerome Kern) o la Song for Symphonic Band

Enrique Saavedra Castro- Impresiones gallegas, en dos de sus piezas: Rías Baixas (la tercera) y Brincadeira (la quinta)-, compositor que no deja de suscitar interés en alguna de las piezas de esta suite, compuesta de cinco páginas definitivamente costumbristas y que recibieron un tratamiento de revisión del maestro Joam Trilho, obra que en otras citas de concierto se escucharon en interpretaciones de nuestra Banda o en la de la Banda Sinfónica Municipal de  A Coruña. Viceiro Filgueira, también incorporó la obra para un concierto ofrecido con la O.S. da Escola de Viana do Castelo

Ramón García Balado

Helix Trio y el Trío Defilló, en el IX Curso Airas Nunes

Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Concierto en la EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais)- día 3, a las 19´00 h., con el protagonismo de dos agrupaciones invitadas, el Helix Trío y el Trío Defilló, cada una con una obra en programa.  El Helix Trío, que viene de colaborar con el Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa, ofreciendo en agenda el Trío para piano nº 2, en Si m. Op. 76, de J. Turina; el Trío para piano nº 1, en Do m. de Dmtri Shostakovich  y el Trío en Mi b M. D. 929, de Franz Schubert, fue una de las actividades de importancia de ese certamen, en el que también destacaron el Cuarteto Bennewitz, el Spanish Brass Ensemble, el pianista Luis Fernando Pérez, el grupo Al Ayre Español, de López Banzo, Isabel Villanueva & François Dumont o la gala de la soprano Miren Urbieta-Vega, con la O. Gaos, de Fernando Briones. Helix Trío, formado por Jaume Angelés (violín); Iago Domínguez (chelo) y la pianista Paula Belzunegui,  fue nominado Ensemble Emergente del FestClásica (2024), lo que les facilitaría su presencia en los festivales de mayor arraigo del país, recibiendo galardones como el Premio BBVA de Música de Cámara Monserrat Alavedra, y el Filippo Nicosia, de Italia, a los que se añadían el ORPHEUS Swiss Chamber Music Competition (Suiza), y el Concurso La Fiama (Barcelona). Formado en 2022 en la Hochschule für Musik FHNW Basel, recibieron invitación para participar en el Piano Trio Fest (Berna); el Swiss Chamber Music; el Fest. Adelboden, antes de presentarse en el Palau de Música Catalá y participar en las IMS Prussia  Cove Masterclasses y en la Ac. Int. de Música de Cámara, de Vic.

Antonin Dvorak, con el Trío nº 4, Op. 90 (Dumky), estrenado en Praga, obra compuesta de seis dumky (plural de dumka), pieza reflexiva en su contexto, lírica y ensoñadora de un lirismo a flor de piel, cercana a la rêverie o la alemana Träumerei, en la que descubrimos esencias del espíritu del Lied o la beceuse, expresando por ello un estado anímico preciso merced a su notable romanticismo. El  autor, como en el caso de Schubert, en sus Ländler, conserva el talante de la dumka de origen eslavo por ese ambiente melancólico, suscitando una sensibilidad romántica, auspiciada por una libre improvisación impregnada de caracteres caprichosos y cambiantes, construidos sobre motivos eslavos, tanto versátiles como imaginados. El uso de intervalos irregulares (terceras y séptimas menores y mayores), el hecho de proceder a menudo por repeticiones, aunque haya cambio instrumental y por acumulación de energía, evitan el tener que desarrollar los temas según los procedimientos clásicos de la sonata, aunque deje la impresión de que sigue esa forma. Los avezados en su estilo creativo, apuestan por la idea de dumky, tal como debe escucharse según sus tiempos, pero para el especialista Alec Roberston, tales tiempos se desplegarán en un total de seis, desde el primero a través  de un canto del chelo acompañado por sextas al teclado, para pasar al segundo, Poco adagio, con trémolos al aire de danza; el tercero, en  el que el piano propone una serena y luminosa frase; el cuarto, una especie de berceuse, que va del piano a las cuerdas; el quinto, en el mismo tratamiento de Dumka, Meno mosso, en su episodio central marcado por diversas tonalidades que preparan la coda, dejando un puente hacia el sexto, Lento maestoso que remite al comienzo para acelerar el tiempo hacia un Vivace, expresado por el violín y el chelo. Un momento febril, se diluye en una indolente dumka que respira en una aspiración en un arrebato final, que concluye en un estado que nos acerca al Quinteto con piano B. 155.


El Trío Defilló- Schumann: Trío con piano, en Re m. Op. 63- integrado por Gullem Armengol Tort (violín), Martina Armengol Tort (chelo) y Ramón Serra Bispo (piano), recibieron el Premio La Flama, de Juventudes Musicales de Catalunya y actuaron en certámenes como el Atlántida, de Vic; el Fringe de Torroella de Montrí;  Rittersaal (Castillo Weikorgsheim), Obtuvieron La beca de Jeunesses Musicales Deutscheland, tras seguir las docencias de los hermanos Abel y Arnau Tomàs; los Cuartetos Casals y Gerhard, Gregor Sigl (Cuarteto Artemis) y Oliver Wille (Cuarteto Kuss),  y asistir a curso de Angelika Merkle, Heine Müller, Bruno Canino.  Schumann- Trío con piano, en Re m. Op. 63, Triofreude- para al autor, en sus cuatro tiempos, comenzando por el tiempo Mit Energie und Leindenschaft- con enérgica pasión-, que se abre de forma impulsiva como canto de desesperación en el que el hombre se enfrenta a divinidades y fuerzas invisibles, a partir del chelo, una idea fija en el compositor que trasmitirá a lo largo de todo el movimiento. Reaparece una idea constante en un a modo de visión mística y obsesiva con afinidad cercana al Fausto o a Manfred que ayudan a pacificar un alma atormenentada sobre acorden tranquilos en tresillos de corcheas, en el registro agudo del piano, el violín y el chelo.

Lebhaft, doch nicht zu rasch (Animado, pero no demasiado rápido), segundo tiempo, especie de scherzo en el relativo de la tonalidad principal, enfrenta a los arcos a distancia de octava, en diálogo con el piano. Serán los esbozos conservados costarían esfuerzos para el autor quien pretendía un trabajo contrapuntístico arduo, una de sus obsesiones en el ámbito camerístico al que definitivamente acabaría abandonando, descartando la posibilidad de un segundo trío, pensado para la temática del movimiento lento, alternado con el primero.   Langsam, mit inniger Empfindung (Lento, con un sentimiento íntimo, cumbre  de la poesía con este estilo de Nénie, sencillo lamento de curiosa concentración y que se construye en forma de Lied, en la tonalidad de la  dominante menor, basada en un tema puramente instrumental (y no vocal), curiosamente sincopada, resuelta por el violín de manera ligada con el tema del primer movimiento, recreándose en las sonoridades del instrumento. El piano se expresa de forma rítmica y armónica.   Mit Feuer (Con fuego), tras una aparente y equívoca forma de un rondó, el piano se entretiene con modulaciones para ceder la entrada a otros temas en los que el chelo retoma el protagonismo principal. Un tema de importancia apura los motivos que preparan la coda acelerada, sosteniendo el furor anunciado.

Ramón García Balado

30/06/2025

Conciertos del Curso Airas Nunes, en la EAEM

 Escola de Altos Estudos Musicais, Santiago de Compostela


Dos conciertos para esta jornada en el Curso Airas Nunes, en la Escola de Altos Estudos Musicais (EAEM), día 2, a las 19´30 h.-, comenzado con el Trío en Dialèg, integrado por Nicolás Igual Bujeda – violín-; Cesc Corominas i Muñoz- chelo-y el pianista Pau Oliver Rosello, quienes interpretarán el Trío no º 3, en Do m. del Op. 1, de L. van Beethoven, un trío forjado en la ESMUC, y relacionado con los miembros del Cuarteto Casals, siguiendo las docencias del pianista Kennedy  Moretti y Joey Grimalt. Nicolás tuvo como maestro a Yuri Volguin, para ampliar con Illya Grubert, Florin Paul (concertino de la O.S. de la NDR); Stefano Pagliari (concertino de la O. del Teatro alla Scala). Pau Oliver Roselló, siguió las docencias de Arturo Fornos, Mª Tomás, Alba Ventura, Marta Zabaleta, Iván Citera. Cesc igualmente con buenas referencias en la ESMUC, había estudiado en el Conservatori I. Albéniz (Girona), y entre sus maestros destacan Abel Tomàs, Arnau Tomàs, Vera Martínez, X. Puig, y en el Sommermusik im Oberen Nageldatd, Leonid Gorokhov. Es dinamizador de proyectos de corte popular como A Compàs del Mon; Ars Movents, la Sinfonice de Cobles o la Jove O. de Cassà.

Beethoven-  Trío nº 3, Op. 1, en Do m.-, en sus cuatro tiempos: Allegro con brio; Andante cantabile con variazzioni; Minué, quasi Allegro; Finale:Prestissimo. Sobresalen los movimientos extremos, el primero por sus tintes apasionados y que no desdeña pinceladas humorísticas y luminosas, a través de dos ideas refulgentes, con un apunte que podrá acercarnos a un tema del Prometeo Op. 43, siendo el segundo un desliz estremecedor- sanglotant- que le  otorga un palpitar de sombras en los lindes del romanticismo que ya se anuncia, en un joven de 25 años y en su etapa vienesa que reclama una mirada hacia un futuro inmediato. Un trío  que sería revisado con el paso de los años, en posibles transcripciones para quinteto de cuerdas y que recibirá un número de catalogación como Op. 104.  La serie de estos primeros tríos, queda relacionada evidentemente con aquella estancia en la capital habsbúrgica, en donde tendrá la oportunidad de conocer a lo más granado de la nobleza, gracias a estos tríos que recibieron importante acogida en el Palacio del Príncipe Lichnowsky, al que nuestro genial artista dedicaría el ciclo en su integridad. Para Fortune, suponía la conquista creadora que marcará una época dentro de la expansión tonal en amplia escala, auspiciada por la naturaleza del material y los contrastes dinámicos.

Dúo Casellas – Becker-, formado por Julius Becker (piano), con estudios en la Sweelinck Ac. for Young Talents (Amsterdam)- Marcel Baudet-, y ya en Inglaterra en la Yehudi Menuhin School, siguió en la Hochschule für Musik und Tanz Köln, recibiendo asesoramientos de Claudio Martínez-Mehner y Nina Tichmann. Asistió a masters de Alexander Melnikov, Andreas Staier, Robert D. Lewin y András Kemmenes. Ampliará con maestros especializados en las materias de música de cámara, improvisación y repertorio vocal.  Mireia Comas Casella (violin), realizó estudios en el Conservatorio de Victoria Gasteiz (2016/9), para seguir en la Universidad de Lucerna Applied Sciences, con Daniel Dodds y en la Hochschule für Musik & Tanz Köln, con Annette von Hehr; en la Zurich Univer. of Arts, tendría como profesoras a Anna Gebert y a N. Weinmester.

En programa, W. A. Mozart- Sonata para violín y piano, en Sol M. K. 301-, obra del período de Mannheim, de un joven de 22 años y que se hermana con la K. 302, en Mi b M. El Mozart parisino y que para Halbreich, se descubre por su Allegro con espíritu animado y vigoroso al que responderá un tiempo similar de sabor popular casi dentro de los parámetros de los estilismos alla francesa, en el ámbito del rondeau, que sabe destacar precisamente por su gracia en la sección central. Dudas hay en cuanto a la obligada dependencia de esa asimilación definitivamente francesa, por lo que el reparto entre período no dejará de fomentar las dudas. En el transcurso del viaje de Salzburgo a Mannheim, el músico había conocido, como testimonia su correspondencia, un grupo de seis sonatas para violín y piano de J. Schuster (1748/82), maestro de capilla de Dresde y que nuestro Mozart enviará encarecidamente a su hermana Nannerl. Estos dúos un tanto anónimos podrían ser el estímulo para la creación de estos primeros dúos, cuyo título será: Clavier duetti mit violin, un distanciamiento de las antiguas formas de las sonatas con clave y acompañamiento de violín.

Johannes Brahms-  Sonata para violín y piano, en La M (Thunersonate) Op. 100- el autor en plena madurez para una de sus obras camerísticas más apetecibles. Allegro amabile; Andante tranquillo; Vivace di qui andante; Allegretto grazzioso (quasi andante). Segunda de sus sonatas en este género y que recibe este curioso título, nacida junto a las cercanías del lago Thun (Suiza), lugar de sus apacibles retiros, en el que nacería otra serie de ciclos de Lieder y otras obras maestras de cámara. El poeta Widman, había sido el primero en descifrar los secretos de esta partitura. La figura de Hermine Spies, una reconocida cantante, alumna de Julius Stockhausen, también quedaría relacionada con ese mundo de Thun, artista que definitivamente, será clave para conocer la evolución de muchos de sus Lieder. Naturaleza, luz, amor, serenidad, impregnan profundamente todas las composiciones de estos años. La confirmación casi extática de esta sonata, podemos encontrarla en el Allegretto grazzioso (quasi andante): La gracia amable de esta pieza proviene del Finale: la misma elección de un tiempo relativamente lento para concluir- con esa indicación-, es emblemática de la naturaleza distendida de esa sonata. Un finale, se materializa en una especie de fresco rondó, que mantiene intacta la dimensión de serenidad. También contribuye el tema- ritornello, que en cada reaparición presenta nostálgicas reminiscencias del lied Op. 65, nº 5, Meine Liebe ist grün o la cita de otro Lied, del Op. 105, nº 4. El tema principal queda por momentos ensombrecido por alguna pincelada de amargura, quizás un aviso del otoño de su vida.

Ramón García Balado  

29/06/2025

Novena edición del Curso Airas Nunes

 Escola de Altos Estudos Musicais/Sede SGAE

Actividades didácticas y concertistas en la IX edición del Curso Airas Nunes, que se desarrollará entre el 30 de junio y el 5 de julio, que reparte sus convocatorias entre La EAEM (Escola de Altos Estudos Musicais y la sede de la SGAE, teniendo como profesores a Claudio Martínez-Mehner, András Kemenes y  Kennedy Moretti, en la materia de piano, a los que se añaden en especialidad de cuerda, Anna Gebert, Yuval Gotlibovich y Xavier Gagnepain, quienes prestarán atención primordial a géneros camerísticos a la atención de setenta alumnos quienes serán protagonistas de dos conciertos camerísticos- días 2 y 3, sesiones de becarios, a partir de las 19´00 h., en la EAEM, y otros dos- días 5 y 6, en la Sede de la SGAE., programas pendientes de confirmación y con destacando protagonismo de los solistas. Un proyecto que desde sus comienzos cobró vuelo gracias, en parte, a la iniciativa de los hermanos Javier y Manuel López Jorge, ambos pianistas y del chelista Millán Abeledo, una idea que desde entonces, conoció la colaboración de importantes profesionales de la música tanto en el  ámbito docente y profesional.

El ciclo Contemporáneas que había ocupado buena parte de la temporada recién concluida, un espacio repartido desde el primer concierto del Arxis Ensemble- La fabricca illuminata, de L. Nono,- para seguir con propuestas como How can I help you, de Vertixe Sonora; A solas con Marilyn, de David del Puerto, con Teatro Xtremo o Pasos desde o Atlántico, de Música Práctica, dejó un espacio para (Suit(e)), del que fueron protagonistas Millán Abeledo, la responsable de danza y coreografía Nuria Sotelo y el propio Manuel López Jorge, quien contribuyó con una obra de encargo en estreno.  Programa denso y ambicioso por la elección de obras perfectamente articuladas: J.S. Bach, Gaspar Cassadó, G. Ligeti, Benjamin Britten, Gyorgy Kurtag, Henri Dutilleux y el encargo de Manuel López Jorge, con una pieza trabajada desde una escritura formal distribuida en una serie de micromovimientos que fluían bajo la inspiración de características, algunas particularmente elementales, una aportación procedente del campo de la física. Obra que usaba la paleta tímbrica más extensa, pensando en el protagonismo del chelo, a tenor de sus límites expresivos, comunicativos  y sintácticamente coherentes.

Claudio Martínez-Mehner, nacido en el seno de una familia hispano-alemana, estudió en el Real Conservatorio Superior de Madrid, con Amparo Fuster, Pedro Lerma y Joaquín Soriano, y fue viola solista de la JONDE, instrumento que ampliará con violín y clave. Amplió formación en el Conservatorio Tchaikovsi, de Moscú y en la Escuela Superior de Música Reina Sofía, con Dmtri Bashkirov, para profundizar en piano con en la Freiburger Universität, con Vitaly Margulis; la Fondazione per il Pianoforte (Como, Italia); en el Peabody Conservatory, con Leon Fleisher, especializándose en masters con Murray Perahia; Fou Ts´ong;  Alessis Weissenberg, D. Rostropovich; Ferenc Rados, Karl- Ulrich Schnabel, Gyorgy Kurtag o el barítono Dietrich Fischer- Dieskau. Fue finalista del Paloma O´Shea(1990); obteniendo premios como el Pilar Bayona (1992); la  Fundación Chimay (Bélgica); Dino Ciani (Milán) Colaboró con el Cuarteto Casals, junto a su hermana Vera- Quinteto con piano, en Fa m. Op. 34, de J. Brahms- y fue asistente de D. Bashkirov, además de profesor en la Köln für Musik & Tanz.

András Kemenes, fue un talento precoz tras comenzar sus estudios en la Accademia de Música Ferenz Liszt (Budapest), en donde tuvo como maestros a Pál Kadosa, Ferenc Rados, Gÿorgy Kurtág, graduándose en 1982, realizando cursos de postrado en el Conservatorio Tchaikowski, de Moscú; y en Dresde, como alumno de Amadeus Webersinke, preparando su carrera profesional en el Instituto Kodály, de Kecskemét, en donde fue maestro entre 1984/ 91, Combina la pedagogía  igualmente en la Academia de Música Ferenz Liszt (Budapest), con los oficios como intérprete en dúo con el pianista Csalog Gábor y en calidad de solista. Kurtág, en su horizonte, lo es por obras como Játékok,  una colección de juegos que podrá asimilarse a Mikrokosmos, de Béla Bartók,  una idea de que la pedagogía no dejó de evolucionar, ofreciendo nuevas perspectivas de un interés irrefutable.

Kennedy Moretti, brasileño con formación en la Universidad de Sâo Paulo, estudió también en la Ac. Ferenz Liszt y en la Ac. de Música y Artes Escénicas, de Viena, antes de trasladarse a España (1994), en  donde se integró en la Escuela de Música Reina Sofía; el Conservatorio de Música de Castilla  y León; el Inst. de Cámara de la Universidad Alfonso  X El Sabio (Madrid), colaborando con artistas como Ruggero Raimondi, María Espada, Ana Mª Sánchez, Milagros Poblador, Raquel Lojendio, Agustín Prunnel- Friend, Marina Pardo o Erica Wise, David Quiggle, el Plural Ensemble, el Ensemble Wiener Collage, Jonhatan Brown, J. Luis Estellés, realizando registros como las obras para piano y canciones, de Helmut Jasbar, con María Espada; obras de Mozart (Aglae Musica); compositores cántabros (con Marina Pardo); Sonatas y variaciones de Beethoven, para chelo, con Arnau Tomás y trabajos para cadenas de radio y televisión. Recordamos en el II Festival de zarzuela, con la soprano Mariola Cantarero, un ramillete de perlas que iban desde Sorozábal a Amadeo Vives, Jaime Ovalle, X. Montalvatge o Gonzalo Roig, G. Giménez y Alberto Williams

Anna Gebert, violinista con dominios en el espacio barroco, estudió en la Accademia de Música de Basilea, y en la Universidad de las Artes de Zurich, llegando a formar parte de la Joven O. Mahler con quince años para seguir en la Ac. Karajan; la Berliner Philharmonie y la O. Sinfónica de Trondheim de Noruega (2017), para probar de inmediato con la Filarmónica de Estocolmo; la H.R. Frankfourt; la Philharmonie Zurich; la Baroc  Orchester (Friburg); Oslo Barokkemera, experiencias adquiridas por sus clases con Paul Biss, A. Chumachenco (Munich) y el violín barroco con Stanley Ripchie, aspecto que se añade a otros instrumentos de época, siguiendo los dictados de los géneros filológicamente informados. Dispone para ello de un Joseph Gagliano (1794)

Yuval Gorlibovich, viola, intérprete y compositor además de profesor, fue premiado en certámenes como Lionel Tertis (Inglaterra); Fischoff (USA); Tel Aviv; y de sus trabajos destaca el dedicado al sello NAXOS, con la Orquesta de Cámara Catalana, con obras de Ramón Paus, con una buena recepción entre los aficionados, capítulo que se añade al trabajo como el Concierto para viola, del añorado Antón García Abril, con la RFG, dirigida por el titular precedente Paul Daniel; Menachem Wiesenberg Encounters  IV, y el Concertino con la Beethoven Philharmonie, dirigida por Thomas Roesner, es otra muestra que se añade al arreglo de las Variaciones Golberg (J. Sebastian Bach), quedan como idea de estilos musicales editados por el sello Sony. La Sonata para viola y piano, fue estrenada en la Ópera de Tokyo, por Nobuko Imai e Izumi Tateno (Da Vinci Editions). Destacan en especial los compromisos para el cine, películas mudas de la época histórica, con su hermano el chelista Jonhatan. Filmes como El doctor Caligari; Nosferatu; el Golem o la Pasión de Jeanne D´Arc, estrenad por Janne Thomson, Rick Stojin y el autor, en el Festival Klassieske Dage. Es director del Festival Int. de Música Monumental de Cáceres y profesor y mentor de Atar Arad.

Xavier Gagnepain, añade a sus actividades la presentación del libro encargo de la Cité de la Musique, Du musicien en general…au violoncelliste en particular, maestro con solvencia del curso y que formó parte del Cuarteto Rosamunde- con inspiraciones schubertianas-, llegando a colaborar con los históricos Virtuosos de Moscú, de Vladimir Spivakov, y la London Symmphony Orchestra. Realizó un importante registros  dedicados a las obras de Gabriel Fauré, para el sello Zig-zag (2007), uno de los principales maestros, había sido Maurice Gendron,  chelista y director que realizó la primera audición del Concierto para chelo Op. 58, de Sergei Prokofiev, obra que será preámbulo de otros hitos como el Segundo concierto, de Paul Hindemith; el segundo igualmente de Francis Poulenc; la Serenata, de Jean Françaix. Nuestro Pau Casals, en obras como una serie de sentidas variaciones tras la buena acogida que le concederá en Prades, aceptando la dirección de algunos conciertos en retiro testimonialmente compartido, destacando obras de F.J. Haydn y Luigi Boccherini

Ramón García Balado                                                                                   

26/06/2025

La soprano Miren Urbieta-Vega, con la Orquesta Gaos, de Fernando Briones, clausura el VIII Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa

 Auditorio de Vilagarcía de Arousa


Clausura del VIII Festival Clasclâs, de Vilagarcía de Arousa, en el Auditorio de la ciudad- día 28, a las 21´00 h.-, con la soprano Miren Urbieta-Vega, acompañada por la Orquesta Gaos, de Fernando Briones, para un programa se repartirá su repertorio entre obras de Giuseppe Verdi y Giaccomo Puccini.   Miren Urbieta-Vega fue galardonada con el Premio Lírico del Teatro Campoamor y como cantante revelación en la ABAO, en  el rol de Liù (Turandot), en la producción de Nuria Espert; el Concurso Francesc Viñes (2014); el Internacional de Canto de Bilbao (2012); el tercero del Concours Médoc Bordeaux (2016), destacando por la interpretación de roles como Mimi  (La Bohème); Liù (Turandot), Contessa  (Nozze di Figaro); Donna Elvira y Zerlina (Don Giovanni); Adina (L´elisir d´amore); Aminda (La finta giadinera); Marguerite (Faust); Inès (La Favorita); Stella (Don Fernando el emplazado-Zubiaurre). Zarzuelas como El Caserío, Los Gavilanes, Luisa Fernanda, Benamor y oratorios o páginas sacras como el Requiem (Verdi); el Stabat Mater (Dvorak); la Cuarta Sinfonía (G. Mahler); el poema sinfónico L´Amour et la Mer (Chauson); Ein Deutsches Requiem (J. Brahms); los Vier Letze  Lieder (R. Strauss) o el Tríptico de canciones de Antón García Abril. Se formó en el Centro Musikene y amplió en perfeccionamiento en el Centro de Plácido Domingo (Pala dels Arts de Valencia, bajo la supervisión del muy apreciado Alberto Zedda. Se le agradeció su colaboración en el Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña (2023), junto a Marina Monzó, también alumna de Alberto Zedda, para cubrir la gala en la fecha de clausura, por la obligada renuncia de la soprano Aida Garifulina, entonces con la OSG, dirigida por José Miguel Pérez Sierra, entre obras que iban desde Verdi, Puccini o Fauré, a Charpentier, Bellini, Tchaikovski, Gounod o Gerónimo Giménez.

 Verdi aporta la entrada con la obertura de Nabucco ópera de éxito notable y  que motivó que el editor Canti, publicase nuevos retratos suyos junto a algunas de sus canciones, mientras se mantenían negociaciones para diversas producciones. Tras su estreno, Merelli vendió la mitad de los derechos a Ricordi, compaginando la venta de los derechos del libreto a Solera. Por mediación de La Streponi, el autor cedería la venta a los ambiciosos Lucca, la mitad de esos derechos, transacción realizada el 13 de marzo de 1842, detalle que más tarde, le supondrá problemas con Lucca y Ricordi en lo relativo a su presentación en el Teatro alla Scala. Urgencias para el músico enmarañado en una compleja red de conflictos a los que se verá arrastrado en cuanto a la propiedad de la ópera. Nabucco quedará señalada especialmente por el coro Va pensiero, convertido en coro oficioso reivindicativo.  Otello- Ave Maria, pregha per chi adorando-, lamento de Desdemona en el IV acto, plegaria desesperada antes de recibir la visita  de Otello, quien la besa tres veces antes del fatídico final que concluye con el dúo Chi è la? y la escena del asesinato. Con Otello, creará uno de sus puntos álgidos iniciando un par de décadas antes con Don Carlo, una evolución en la que estudiosos encuentran paralelismos posibles con Wagner, aunque semejante afinidad resulte inviable. En Otello, el discurso musical es perfectamente continuo. No hay separación entre los recitativos y las arias. La orquesta no está allí solo para acompañar el canto: dialoga con los cantantes y dispone de una autonomía que no tenía en las obras de juventud del bussetano.

I lombardi alla Prima crociata Recitativo y aria de Giselda, Quel prodigio…Non fu sogno, Una Griselda en el IV Acto, ante el Santo Sepulcro, medio adormecida recuerda en estado de arrebato entre coros celestiales la serie de impresiones que le producen la presencia de Oronte, quien le confiesa la trascendencia de un mensaje destinado a los cruzados a los que avisará de los acontecimientos inmediatos. Para esta ópera, Verdi estaba todavía imbuido del éxito de Nabucco, como había comentado Pougin, convirtiéndose ya en uno de los compositores de moda, como lo eran Donizetti Mercadante, Pacini o Luigi Ricci, a los que podía pedir que escribieran la ópera d´obligo, para la importante temporada de Carnaval. La noche de la tercera función de Nabucco, Merelli había enviado  a Verdi la decisión de su admiración a la que había llegado, en una carta de sincero entusiasmo.

La forza del destino- Pace, pace, mio Dio, aria de Leonora-, cuadro segundo, del IV acto, los alrededores en donde se oculta Leonora y mientras vela en sus demandas al Altísimo  para que le conceda esa tranquilidad que nunca tuvo, mientras que escucha un tumulto exterior  que la obliga a ocultarse, observando cómo dos hombres se baten en duelo cayendo uno herido pidiendo auxilio. Don Álvaro llama a la puerta y tras muchos ruegos, consigue que Leonora le abra la puerta. Sobre el libreto de Francesco Maria Piave, basado en el conocido drama de El Duque de Rivas, bien sabemos de los resultados artísticos menos logrados de Verdi, destinado al estreno milanés en el Teatro alla Scala, el 20 de febrero de 1869 y que con clara evidencia, obligaría a completar necesarias reformas, con añadidos en el texto literario. Arreglos en los que tendría algo que decir Antonio Ghislanzoni, el futuro libretista de Aida.

  Giaccomo Puccini, para la continuación, comenzando con un Capricho sinfónico y el aria de La Bohème- D´onde lieta uscii…de Mimi, perteneciente al Tercer acto, un estado en el que la bordadora amante de Rodolfo se muestra en un grado de situación desesperada, para una trama cuya resolución sería un reto para libretista y compositor y que nos ubica en aquel París descrito por Henry Murger en las Scènes de la vie bohème publicadas por entregas en la prensa de entonces, preparando el oportuno traslado a la escena gracia a Giuseppe y Luigi Ilica. Esa buhardilla en la que malamente conviven el poeta Rodolfo, el pintor Marcello, el músico Schaunard y el divagante filósofo  Colline, junto a la bordadora Mimi. Faltaba la complicidad de los aficionados para elevar la ópera a la categoría de mito y para ello, bastará con la aparición subida de tono de páginas como Mi chiamano Mimi; O Soave fanciulla; Quando me´n vo; Dunque è propio finita?; Oh Mimi, tu più non torni o el dúo Sono andati…Virando a situaciones de similar desesperación, el aria Sole, perduta abbandonata , de Manon Lescaut, culminando el IV acto, en un paisaje desolado de la Luisiana, con la presencia de De Grieux y nuestra dolida criatura, siempre errática en su carrera caótica y despreocupada, relato tomado del abate Prevost, según proposición del editor Giulio Ricordi, para refrendar su estreno en el mítico Teatro Reggio de Turín, el día 1 de febrero de 1893. Otra de esas óperas sometidas por vía de urgencia para sufrir las necesarias alteraciones desde el cambio del Primer acto que previamente ofrecía un típico pezzo concertato. Sola, perduta, abbandonata, la celebérrima aria final llegó a estar desplazada pero a la postre, durante el trigésimo aniversario del estreno, sería recuperada para este final, merced a la sugerencia de Arturo Toscanini, tras algunos arreglos aceptados por el autor. Edgar-preludio del acto tercero-representada por vez primera en el Teatro alla Scala, el 21 de abril de 1889, fecha en el que surgieron enfrentamientos entre sectores con actitudes opuestas, recogiendo en el primer acto una aceptación cálida que arrastrará el rechazo en los dos siguientes. Puccini confesará a Ninetti: La velada transcurrió alternando los pros y los contras. La primera noche hubo siete da capos y cuarenta aclamaciones, en la segunda, se podían haber hecho diez representaciones si se hubiera permitido. Estoy muy satisfecho.  Turandot-Tu, che di gel sei cinta-segundo cuadro del tercer acto, aria en la que la esclava de la princesa Turandot, entrega su alma confesando su amor irrenunciable al príncipe Calaf. La inspiración de Carlo Gozzi, quien había contagiado a otros maestros como Karl Mª von Weber, Ferrucio Busini o Antonio Bazzani, en lo que será el canto del cisne pucciniano, teniendo como sustento los libretos de Simoni y Adami, que definitivamente no estarían acordes con el reto, lo que trasladaría el proyecto a la obra escénica de Giacosa, en lo relativo al tema. Fragmentos de la ópera, fueron dados a conocer por Arturo Toscanini, quien se haría cargo del estreno en la primavera de 1925.

Ramón García Balado

Resonet: VII Concierto de Nadal Pedras de Compostela en San Francisco

Igrexa de San Francisco, Santiago de Compostela Séptima cita de concierto de Nadal Pedras de Compostela en la Igrexa de San Francisco -día...