14/05/2025

El Festival Resis de A Coruña: Talleres de creación y concierto de conclusión

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela.


Concierto de la Real Filarmonía de Galicia dirigida por Jordi Francés en el Auditorio de Galicia, en colaboración con el Festival Resis,  un proyecto que incluyó un Taller de Creación, durante varias fechas y una sesión de concierto para completar ese taller que estuvo dirigido por Jordi Francés y J.Mª Sánchez- Verdú. Un programa que para el común de los aficionados, descubrió nuevos talentos siguiendo la línea que marca las directrices del certamen. Intensa semana de colaboración entre compositores y maestros probando con texturas de alto riesgo en cuanto al dominio de las técnicas trabajadas llegando  a los límites del postserialismo, las tímbricas acuciantes, la plasticidad y la propuesta de densidades condensadas o las claves en forma de acertijo en función de una obligada limitación exigida a las piezas elegidas, estudiadas conjuntamente por los autores en colaboración con los miembros de la orquesta y el protagonismo ejercido por ambos directores. En Programa, Ángel de la Hera, -trampantojo-, pieza dedicada a la pintura Soledad Sevilla, para un compositor que ansía ampliar horizontes con instalaciones multimedia desde su primera ópera Sónar, estrenada en el  Teatro Real del Retiro.  y que se expresaría por su proyección alusiva, penúltimo en la serie, antes de escuchar la del maestro Sánchez- Verdú.    Yehong Gao- Symbiosis-, tensa por sus prácticas disonantes y una elaboración distendida, compositora con formación en la Hochsschule für Music (Berlin), con Hanns Peter Kyburz y que logró el Prix Composer H. Heine, por su obra  Das Marchen, destacando por obras como el Cuarteto Die Erschütlerung, tratado por el E-Mex Ensemble. Estudió al tiempo en la Robert Schumann Hochschule Düsseldorf. El belga Alexander Jamar, presentó Esserfoglia (2022), obra estrenada por la O.S. de la Picardie, dirigida por          Johanna Malangré, músico que tuvo como maestros a Doris Lamprecht y  Gérard Pesson, en el Conservatorio de París, a Carolin Bardot música antigua y en nuevas tecnologías a Yan Haresz, Luigi Naon y Grégoire Loireaux. Como obras recientes destaca las Four song from Bell Jar y Five Forest Studies.  Shiwei Liu,  primera en poner obra en atriles con IhreMerg, participó en el Donauschingen Contempory Music, y tuvo estrenos gracias al Modern Ensemble, el Ligeti Quartet, Contarsti Ensemble y la O.F. de Shangai, buscando las confluencias con las raíces orientales y las influencias occidentales, dentro de aventuras en la línea de variaciones tonales entre sutiles conexiones con esas culturas que probaban las interconexiones buscadas.    Luís Navarro Valcárcel- De espacios y gentes (II). La idea del norte-, un tempo persistente que divagaba obsesivamente en la búsqueda de coloridos precisos,  compositor valenciano y  que tuvo como maestros a Andrés Valero Castells, Tomás Gelabert y E. Sanz Berrugete, también amplió labores con Sánchez-Verdú, en el CSMA  y con Luís de Pablo, A. Charles, Leonardo Balada, A. Posadas, Beat Furrer, Mauricio Sotelo y Michale Dutour, siendo premiado en el XXIV Concurso de Composición Coral J.B. Comes.   Marco Russo- Una construzzione dell´assenza-, un reto contra sí mismo por el trazado de  complejas elaboraciones,  es estudioso y musicólogo que indaga dentro de proyectos avanzados, en especial en trabajos para cinta magnética como Murmure; Nemesis; Smemore o Love, per nostro magnetico.   Esther Pérez Soriano- Labyrinth-, pieza que remitía al pensamiento analítico de Roland  Barthes, participó en trabajos de la SGAE/CNDM., tras estudiar en el Conservatorio Óscar Esplá, de Alicante y en el Certamen de Jóvenes Compositores 2024, recibió un tercer Premio por su obra Still here, y otro similar por su obra Neighborhood, en el año 2023.    José Mª Sánchez Verdú- El palacio de los siete cielos-, composición del período de su estancia como residente en el Festival de Música y Danza de Granada, un encargo del Patrimonio de la Alhambra, como reconocimiento de la UNESCO, inspirado en el Salón Comares, con motivo del 30 Aniversario de la ampliación del Barrio del Albaicín, dentro de los Encuentros de Música Manuel de Falla, con la O. Ciudad de Granada, dirigida por Lucas Macías, en un concierto que añadía Noches en los Jardines de España, en versión de la Orquesta Bética, revisada por el autor, en 1928 y de Debussy, L´enfent prodigue, suite orquestal y La boite à joujou.

Un taller  guiado y dirigido por Jordi Francés y José Mª Sánchez-Verdú, el primero estuvo con la RFG dentro de su especialidad, ofreciéndonos obras de Gÿorgy Ligeti- Concerto Rumano- y de Dmtri Shostakovich, con la Sinfonía de Cámara Op. 110ª, maestro que dejó sello por las colaboraciones con la  ONE, la O.S. de Bilbao, el Ensemble Sonido Extremo, la O. RTVE; la O.F. BBC, la O. de Extremadura, estrenado obras de músicos como Birtwistle, Eötvös, Haas, López- López, Magrañé, Rueda y nuestra estimada compositora en residencia Raquel García-Tomás. En el medio operístico, abordó títulos como el wagneriano Götterdämerung, en el Teatre del Liceu o Elektra (R.Strauss), Katia Kabanova (Janacek); Brundibár  (Hans Krasa), ópera del Holocausto, recuperada del cataclismo amargo y frecuente en sesiones para niños; Tránsito, de Jesús Torres, sobre libreto de Max Aub, una dimensión que añadir a sus iniciativas pedagógicas, en las que también cabe el ballet, el teatro musical o experiencias contemporáneas, con apoyo de instituciones como la JONDE, la ESMUC,  la O. de la Comunitat Valenciana o la de la Comunidad de Madrid. Realizó ediciones críticas de partituras olvidadas, además de asesorar a instituciones de co-dirección en seminarios: Cara a Nuevos Horizontes de la Escucha y de Documentación  de la Universidad Carlos III (Madrid). Es titulado por la Hogeschoool Zuyd Maastrich (Países Bajos) y posgraduado en repertorio contemporáneo por el Conservatorio della Svizzera Italiana (Suiza. Destacan sus estancias en la Escuela de Música de Mannhattan; la Ac. Internacional Järvi (Estonia) o el IRCAM, parisino, con maestros como Kurt Masur, Paavo Järvi y Peter Eötvös.

José María Sánchez- Verdú, uno de nuestros compositores más prestigiados de la actualidad, está cercano a Sciarrino, en el tratamiento del tejido instrumental y a Giacinto Scelsi o al último Luigi Nono, en lo relativo a empleo de bloques sonoros monolíticos. La influencia de la impregnación mediterránea es palpable en el conjunto de su evolución, destacando desde siempre la concesión al estímulo de las ancestrales tradiciones islámicas, incorporando elementos que ayudan a renovar un lenguaje sin renuncias, a partir del discurso instrumental de grandes bloques de acordes (masas de sonidos casi homofónicos), pensados para otorgar profundidad a ese material sonoro y que hallamos en obras como Paisajes del placer y de la culpa o en  la muy significativa Quabiyyat, apreciada por un canto basado en las ricas ornamentaciones de la antigua liturgia hispánica (Maqbara) o en los ritmos y timbres de procedencia árabe (Qasif¡d 7). Su estilo perceptible también en sus obras menores como en Arquitecturas del silencio, para acordeón solo, en donde queda patente su lenguaje de vanguardia, destacando su sello característico, y entre otros alicientes a tener en cuenta, merece mención la dimensión expresada tomando esas aproximaciones a las culturas islámicas, en las que supo desarrollar el tratamiento de un gesto mínimo, sustentado por la magia de la propia música en su connotaciones. Las herencias de Nono, Feldman o Lachenmann, se reflejan en propuestas como Alqibla, Qabryyat, Taqsim. Su ópera Aura (2007/9), se acerca a Luigi Nono (Prometeo), sobre texto de Carlos Fuentes al impregnarse de un comportamiento del sonido en sus múltiples variantes, desde el murmullo, al susurro, en el estilo del Sprechgesang, con un fondo de gran orquesta al servicio de ese trabajo ambicioso, por la sutileza extrema de su tratamiento, las tímbricas y un drama que parece detenerse a favor de los instantes ambientales estáticos. Aura deja la impresión de una procedencia lejana en su sensación de levedad.

Ramón García Balado

Real Filharmonía de Galicia/ VIII Festival Resis

Obras de Ángel de la Hera, Yehong Gao, Alexander Jamar, Shiwei Liu, Luís Navarro Valcárcel, Esther Pérez Soriano, Marco Russo y J. Mª Sánchez-Verdú

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

El Cuarteto Gerhard: Jacobo Gaspar entre Lutoslawski y Shostakovich

 Museo de Belas Artes, A Coruña


Concierto del Festival Resis que nos invitaba al Museo de Belas Artes de A Coruña con el Cuarteto Gerhard, ofreciendo en programa Liñas de Auga (Cuarteto para cordas II), de Jacobo Gaspar, obra en estreno, junto al Cuarteto de Witold Lutoslawski y el Octavo Cuarteto, en Do m. Op.110, de Dmtri Shostakovich, una atención como viene siendo  común de la Ernst von Siemens Musiksftung.  El Cuarteto Gerhard, los violinistas Lluis Castán Coch y Joel Bardolet Vilaró, con el viola Miquel Jordá Saún y el chelista Jesús Miralles Roger, se formó en Basilea con Rainer Schmidt y en Berlín con Eberhardt Feltz, para seguir en la Hochschule für Musik und Theater Hannover, en donde realizará un Master, ofreciendo actuaciones en la Elbphilharmonie Hamburgo; en el Concergebouw (Amsterdam), el Staadt Casino (Basilea), en la Musikamera (La Fenice), entre otros prestigioso espacios a los que se añaden certámenes como los festivales de Vilabertrán, Pau Casals, Vendrell, Aix-en- Provence o Verbier. Disponen de registros discográficos que les caracterizan, como Portrait (Kurtag, A. Berg y Schumann), para Harmonia Mundi  o el reciente avalado por Ad Astra. Por la elección del nombre, un homenaje a Roberto Gerhard (1896/1970), primer compositor español en apuntarse al serialismo schönbergiano, siempre dentro de una faceta en la que conviven las vanguardias, recuperando igualmente la tradición hispana y los cantos populares, producto de sus estudios con Pedrell, y cuyo ejemplo fue el cuidado monográfico dedicado a su figura en la serie Aula de(Re), estrenos, o el compendio de sus cuartetos, una iniciativa de la Fundación March.

Jacobo Gaspar-Liñas de Auga Cuarteto para cordas II-, servida tras la escucha del cuarteto de W. Lutoslawski, su segundo cuarteto tras el ofrecido por el Sigma Project hace unas temporadas, igualmente nos había sorprendido por obras como Figuras con sólidos e líquidos o Ambar estrenada en el CDMC. El cuarteto en estreno es trabajo de un compositor del que recientemente escuchamos De mar a mar y del que en la temporada 2018, nos había dejado Vía Láctea. Haiku espiral, junto a la obra de Antón Alcalde …That pale blue dot Op. 22, la  primera dirigida por Johanna Malangré y la segunda por Paul Daniel. Un músico ganador de galardones como el Premio Xavier Montsalvatge Fundación Autor-CDNC-, o el Jurgenson Competition for Young Composer (Moscú); el especial del público del Isang Yung Prize o la Mención de Honor del Valentino Bucchi-Parco della Música (Roma), el de Composición de Póvoa de Vazrim (Portugal), presentándose como un músico que ambiciona una nueva relación con el sonido y las  transformaciones aportadas por las experiencias auditivas en esa línea de trabajo. Via Láctea. Haiku espiral, para orquesta, planteaba un pensamiento dentro de la inmensidad de espacios distanciados de nuestra percepción, remitiéndonos a la forma en cómo apreciamos en la realidad de lo que es un breve Haiku. En De mar a mar, resultaba una travesía marítima a través de tres niveles desde un primero en calma a un segundo que se repartía en diferentes frases e ideas musicales pensadas como ondas hasta llevarnos hacia una resolución en la que destacaba un ruido blanco, emulando el sonido marino desde una entrada de trinos y glissandi, transmitiéndonos la idea de la fluidez del agua. Concierto el de aquella fecha, presentado por la musicóloga y especialista Rosa Fernández. Liñas de Auga, puso un acentuado tratamiento sustentado en los armónicos naturales en sus pasajes esgrimidos por una complejidad tímbrica, un reconocimiento a un ideario estético que ya desde sus comienzos se apoyaba en la fascinación del sonido por sí mismo y la curiosidad que suscitaron compositores como G.Grisey, H.Lachenmann. Luigi Nono o Salvatore Sciarrino.

Witold Lutoslawski (1913/94)- Cuarteto de cuerdas-, un espíritu independiente al margen de las corrientes que venía imponiendo Darmstadt, que llegó a presidir la SIMC (Soc. Internacional Contemporánea) en los años 60, recibiendo por ello múltiples reconocimientos sin profundizar necesariamente en el serialismo, pero manteniendo los principios de creación próximos a la tradición polaca o del mismo Béla Bartók, un pensamiento armónico muy libre sobre un imperativo riguroso, y una meticulosidad puntillosa. Un encargo de la Radio Sueca del año 1964, destinado al Quatour Lasalle, que estrenará el 12 de marzo de 1965, quedando también como referencia la versión del Quatour Alban Berg (1965, en EMI Classics), obra en dos tiempos: Introductory movement y Main movement. En su evolución resaltaba por su mérito experimental entre obras como Jeux vénitiens (1961) y Tres poemas de Henri Michaux (1963). Un recitativo avanza el tiempo inicial a cargo del primer violín, seguido de varios episodios separados enmarcados por octavas, con una breve alusión de respuesta en el chelo, para ceder a un furioso  tenso que domina durante un largo período para complicarse en un asomo de crisis y un coral con indicación de fúnebre. El final se expresaba en agudo tenso y electrizante, una especie de respuesta al tiempo anterior, con aportaciones recibidas de otras obras suyas ya citadas, según una aleatoriedad controlada, enriqueciendo el sentido rítmico y expresivo. En el prólogo de la partitura impresa (PWN, Varsovia y Chester, Londres), anotaría que el tempo no está establecido sino de manera aproximada, lo mismo que aparece en lo relativo al resto de la obra. Cada instrumentista se hizo cargo de la obra como si fuese solista, aunque en 1964, se aportaron una serie de criterios esenciales en cuanto a esa libertad.

Dmtri Shostakovich- Cuarteto para cuerdas nº 8, en Do m. Op. 110-, obra señera en el capítulo cameristico de talante expresionista y ampuloso por sus mañas y recursos de ejecución, composición del verano de 1960 y una actitud que asume plenamente las herencias beethovenianas y las de Béla Bartók, por obvias razones en una época que acumulaba situaciones poco gratas, que alcanzará tanto a sus obras camerísticas como sinfónicas y la controvertida ópera Lady Macbeth de Mzensk. La serie importante de sus cuartetos, sin llegar a ser obsesivamente innovadores, en particular sobre el tema del serialismo, seguirán la pauta que va desde los clásicos rusos a Miaskowski, Borodin o Stravinski. Los miembros del Cuarteto Beethoven, fueron claros defensores de esas obras mientras que a la sombra se mantiene el fantasma en la distancia de Mussorsgki, tan reivindicado desde hace décadas. El Cuarteto Op. 8, permite una cita de la ópera Lady Macbeth de Mzensk y detalles autobiográficos tratados en cada uno de sus tiempos. El Largo, se anunciaba con  una típica entrada con las iniciales DSCH (Re-Mi b-Do- Si), preparando el Allegro en una especie de motto perpetuo, hasta un Fa sobreagudo. El Allegretto, en fff en el primer violín, usaba ideas del Concierto para chelo. Un segundo Largo, resulta una expresión de cólera y desahogo, con una cita de un aria de la ópera citada, para completar otro Largo, que se permite el uso de sordina que nos lleva a un estado de penumbra que se cierra en un morendo grave y amargo. Un bis en la distancia en breve alusión en mirada de soslayo con el Contrapuntus I, de Die Kunst der Fuge, BWV 1080, de J.S. Bach.

Ramón García Balado

Festival Resis/ Fundación Ernst von Siemens

Cuarteto Gerhard

Obras de Jacobo Gaspar, W. Lutoslawski y D. Shostakovich

Museo das Belas Artes, A Coruña

Varvara, solista del Concierto para la mano izquierda en Re M., de Ravel

 Palacio de la Ópera, A Coruña


Concierto de la pianista Varvara con el Concierto para la mano izquierda, en Re M. de Maurice Ravel, dirigido por Michael Sanderling, con la OSG, en el Palacio de la Ópera de A Coruña, incluyendo la Sinfonía nº 7, en Do M. (Leningrado) Op. 60, de Dmitri Shostakovich- día 16, a las 20´00 h-, pianista que ofreció una sesión dentro del ciclo El imaginario musical ruso, de la Fundación Juan March y a la que tuvimos en nuestra tierra hace una temporadas con la RFG, dirigida entonces por Clemens Schuldt. Una artista que cuida repertorios de todas épocas sin prescindir de colaboraciones con agrupaciones camerísticas, estudió en la Escuela Gnessin, para seguir en el Conservatorio Tchaikovski, de Moscú, la Hochschule für Musik und Theater (Hamburgo), con los maestros Mikhail Voskresenski y en Hamburgo, con Evgeni Koroliov, obteniendo galardones como el Concurso Bach (Hamburgo) o el Geza Anda (Zurich) y su carrera le permitió colaborar con primeras orquestas siendo dirigida por maestros como V. Gergiev, David Zinman o Cornelius Meister, en coliseos como el Teatro Mariinski, la Tonnhalle. Michael Sanderling, fue chelista antes que director, compaginando ambas actividades con una presencia habitual en Dresde y en la Gewandhaus (Leipzig), entre 1988/92 y la  Rundfunck Sinfonie de Baviera, la Kammerakademie Postdam (2016), la Radio de Berlin, la Sachische Staatskapelle Dresden, la Chamber Orchester Berlin, la Orchestra Fhilhamonic de Los Ángeles, la O. S. de Boston, además de colaborar en dúo con Julia Fischer y Martin Helmchen

Maurice  Ravel-Concierto para la mano izquierda- un compromiso personal con Paul Wittgenstein, hermano del auto del Tractatus lógico- philosoficus, Ludwig, eminencia de las élites del pensamiento de la Alemania de la República de Weimar, en la que se dieron cita las personalidades de la mejores escuela de la que mantenemos todavía lo más señalado de su legado. Paul había perdido la mano derecha por amargas consecuencias de la Primera Gran Guerra, viéndose conminado a perder una carrera profesional de gran futuro, pero su voluntad y capacidad de trabajo, le llevaron a intentar recuperar las posibilidades de encontrar una salida a su vida, y la encontró curiosamente con el encargo a esta obra a su estimado Maurice Ravel, viendo como a sus espaldas la Monarquía Imperial se hundía irremediablemente en los acontecimientos que la historia le reservaba. Este concierto en un tiempo único, supuso una enriquecedora experiencia en ese reto casi imposible, obra con abundantes cadencias y abundancia de notas dobles, pensando en sus limitaciones como obra para una sola mano, resuelta con un alto grado de pulsación pianística, que no concede elementos posibles de polifonía, quedándonos con espacios vacíos  entre las líneas temáticas principales, sin un evidente diálogo con la orquesta, en la línea de la conocida tradición alemana e incorporando elementos tomados del jazz obra con un primer estreno el 5 de enero de 1932, en la Grosser Musikvereinsaal con Paul Wittgenstein y la Wien Sinfonie O., y un segundo, el 17 de marzo de 1937, con Jacques Février, con una orquesta parisina dirigida por Charles Munch, obra en dedicatoria a  Paul Wittgenstein. No faltarán otras obras que surgirán como encargo del mismo, como fueron Parergon zu Symphonia domestica Op. 73, de Richard Strauss; el Cuarto concierto para piano, en Si b, de Benjamin Britten o Diversion for Piano and Orchestra, del propio Ravel. Breve composición de poco más de un cuarto de hora, hasta la fecha de 1937, será propiedad exclusiva para su ejecución del comandatario de la misma, en sus exclusivos derechos de ejecución, tras incluir algunas modificaciones.

Dmtri Shostakovich- Sinfonía nº 7, en Do M (Leningrado) op. 60-, obra que en principio, cada tiempo tendría un motivo alusivo: Guerra; Recuerdo; La inmensidad de la Patria y Victoria, con un lenguaje musical aparentemente simplificado y que estaba destinado a un auditorio predispuesto para su recepción, resultando en definitiva su obra más extensa, un manifiesto de un compendio de una personal actitud de compromiso en medio de una reconocible situación crítica en lo relativo a la lucha contra el fascismo, que daría argumento para leyendas cargadas de polémica dentro de ese período en el que compondrá, durante el asedio de la ciudad, casi unas doscientas obras, repartidas entre los creadores de aquel momento. Obra estrenada en Kuibychev, bajo la dirección de Samuel Samosud (1942), y que se ratificará en los Estados Unidos poco después con Arturo Toscanini, con aceptable divulgación a través del canal de la NBC. El autor participaba entonces como asistente musical de teatro, que ayudaría notablemente a la confirmación de la evolución de esta sinfonía.

El Allegretto, es una descripción sonora del enemigo invasor que pretende someter la vida apacible de una comunidad sin conflictos que musicalmente se ofrece a través de escalas ascendentes que ayuda a comprender la situación de un contraste lírico o un nocturno ensoñador, hasta la entrada de cuerdas densamente agudas, las respuestas de flauta y piccolo, cara un nuevo tema en pianissimo con apuntes de marcha. Un orgánico orquestal más recargado, anuncia un crescendo con matices destructores que alcanzar su apogeo, en una situación casi lúgubre y angustiosa, abocada a una rememoración de la situación amarga descrita con redobles de tambor.    Moderato (Poco allegretto), quizás un interludio de buen talante que desdice al tiempo precedente y detalles de buen humor, un aspecto que el autor sabría destacar en muchas de sus obras, mostrando una forma de cantinela meditativa a cargo del oboe, el corno  inglés, que tendrán respuesta en fanfarrias ostentosas de intención agresiva, emulando la situación de invasión que recalcan staccatos de madera con clarinete bajo que responde al oboe y una conclusión con el tema inicial de violines.

El Adagio, propuesto por las maderas, recordará estilemas de colegas contemporáneos suyos, en la Rusia efervescente del momento y que se reafirma en pasajes sugeridos por violines, en contracanto grave, antes de pasar a otro intermedio de cuerdas que responde con un aire meditativo y casi triste, que incorpora una actitud lírica de flautas, entre ritmos acentuados y un cambio perceptible hacia un Moderato risoluto, nueva evocación de ese mundo bélico y angustiado a través de martilleos y previsibles aullidos discordantes en un cruel discurso. Una frase final recupera la serenidad del comienzo, preparando el Allegretto non troppo, anunciado por sombríos temas breves a través de un ritmo descrito por la cuerda grave, alcanzando entonces una mayor animación gracias a un tema de cuerdas resuelto y manifiestamente desarrollado, en invitación clara al resto de la orquesta que describe el combate final, entre fortissimos y ráfagas de escalas en plenitud de toda la masa orquestal. Sinfonismo testimonial, que responde al ideario del autor, y que concluye en un Allegretto exultante tras las amarguras sufridas a consecuencia de la guerra y la invasión.

Ramón García Balado

12/05/2025

Stephanie Jones, una guitarrista para el Liceo de Ourense

  Liceo de Ouranse


Concierto en las actividades del XVIII Pórtico do Paraíso (Ourense), con la guitarrista Stephanie Jones en el Liceo de Ourense- día 15, a las 20´00 h-, para un programa entre compositores actuales y una atención a obras de repertorio latinoamericano. Stephanie Jones fue miembro de grupos de cámara además de trabajar como solista tras licenciarse en la Australian National University, con Tim Kain y Minh Ho-ang, para alcanzar un master Degree y Konzerexamen en la University of Music Franz Liszt (Alemania) con Thomas Muller- Pering, llegando a ofrecer clases y conciertos en importantes certámenes destacando en sus trabajos registros como Open Sky (2020), Colour of Spain (2015) o Piazzolla Trilogy (BIS. Records). Ganó premios como el Hannabach Guitar Competition (Alemania); el Internatinal Guitar Competition (Suecia) y fue elegida Virtuosa del Año, por Fine Music Network Young Competition. Dispone de un instrumento del luthier Paul Sheridan de Pert (2012), y  una guitarra crossover de Daniel Zucali (2020), además de otra de Fernando Mazza (2022).

En programa, compositores como Richard Charlton (1955)- Black Cockatto Flying Alone…y Beneath a River Star, músico inglés asentado en Australia y que publicó trabajos para sellos como ABC Classics; NAXOS; Tells Records o Mo Poppies, colaborado con músicos como Timothy Kein, Karin Schaupp, Slava Grigoryan, William Bolton, el Dúo Ka Noon/Karin Schaupp, Steve Allen, Acacia Quintet, Riley Lee, con una carrera consolidad en la Guildhall School Music and Drama (Londres), y en la Universidad Griffith Brisbane, Elder Conservatorium Adelaide o el Royal College of Music (Londres). Quique Sinesi- Cielo abierto- es un compositor argentino con residencia en Alemania, especializado en guitarras y en un instrumento popular como el charango, cultivando estilos que van desde la tradición argentina al jazz y derivados. Entre sus trabajos: Cielo abierto- con Berta Rojas, Sharon Isbin y Jasuji Ohasi; Erling Kroner, con Pablo Ziegler; un monográfico Piazzolla, para guitarra y bandeneón, para la Rundfunck Sinfonnieorchester Berlin; Sonidos  de aquel día; la serie de Alfombra mágica; Soltando amarras; Corazón al Sur; Pequeños mensajes sonoros o Deseo, con Mikaru Iwakawa. En este espacio entra el ucraniano Rostyslav Holubov (1994), con una pieza que representa su evolución Oy, u vishnevomu sadu (Oh, en el campo de las cerezas), una fantasía alrededor de una canción  popular ucraniana, de un guitarrista que muestra un interés por maestros como Ariel Ramírez o Astor Piazzolla.

Johann Sebastian Bach, con dos tiempos de la Suite en Mi M. BWV 1006a, en concreto la gavota y la giga, una adaptación procedente de la colección de las Sonatas y Partitas para violín solo, en la que no se indique en la transcripción de Leipzig (hacia 1740), en lo relativo a su destino concreto. Se trata de una versión para cuerda pulsada, preferentemente para laúd, que no será en caso del concierto de esta cita. También nos encontraremos con el Lautenklavymbel, basándonos en las ocasiones en las que se interpretó en el pasado para guitarra o arpa; el autor habría destinado la obra al arpa doble y la posteridad sería alternativas para el laúd, con ejemplos como los propuestos por Smith o Kirchof. Otra idea nos aportará Emer Buckley, en su opción al clave, editada por Harmonia Mundi, en 1989. Un apartado de importancia de obras que cabrán en las piezas instrumentales encuadrables en el espacio de los laúdes, cuya interpretación traerá más dudas por la razón de que muchas de ellas son arreglos compartidos con alumnos suyos como Krebs y Straub, que no serán los únicos en probar en los ambientes domésticos.

Antonio Carlos Jobim (1927/94), con una obra claramente emblemática, como es Felicidade, y que tendremos en arreglo de Roland Dyens, Brasil nos observa desde el período glorioso de las confluencias con el jazz en su vertiente latina que se había forjado ya desde los años cuarenta hasta alcanzar los dorados años sesenta. Músicos como Charlie Byrd, que estaría allí en 1962, grabando el álbum  Jazz Samba, con Stanz Getz, y que incluía la canción Desafinado, una pieza embriagadora y sutil, escrita por Joâo Gilberto y Antonio Carlos Jobim, ocupando Getz el centro de una oleada marcada por el  estilo de la bossa-nova, pinceladas de samba y cool-jazz, en las que Jobim sería maestro consumado y que tendrá como colega de travesía a Laurindo Almeida, hasta asentar su influencia en los intérpretes norteamericanos.

Astor Piazzolla, con especial consideración en el programa, por las Estaciones porteñas: Invierno Porteño; Primavera Porteña; Verano Porteño y Otoño porteño, una serie de piezas del período de sus quintetos compuestas de forma independiente y que ocasionalmente se ofrecerán como grupo, una tentación a la que el compositor no pareció resistirse. La formación de aquellos quintetos  se había modificado con el paso de los años, siempre con el pensamiento puesto en importantes intérpretes que colaboraron con él, siendo una de las pocas excepciones el pianista y compositor Gerardo Gandini, quien se incorporaría al sexteto de los años finales, resultan en su contexto obras formalmente clásicas y con algunas variaciones, con una sección cantable de carácter vivo.

Ramón García Balado

09/05/2025

LoDanzas con la Banda Municipal en el Auditorio de Galicia

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Pasos de danza para la matinal de la Banda Municipal que dirige Casiano Mouriño Maquieira esta vez en colaboración una vez más con la Compañía LoDazas de la que es titular Loli Fojón en las coreografías elegidas que nos lleva al Auditorio de Galicia- día 11 a las 12´00 h-, en este programa que se anuncia como Do Banquete de Conxo ao Paseo dos Leóns. La colaboración de nuestra banda, ofreció en otras citas excelentes resultados por su colaboración con LoDanzas, compañía prestigiada por sus dominios y profesionalidad. Un programa en el que tendremos  de Ottorino Respighi, esta vez con la Ouverture Carnavalesque, pieza de 1913 y de la que el autor no parecía haber quedado especialmente satisfecho y que curiosamente tendremos en la más aceptada transcripción de Douglas Mclein, un preámbulo de lo que serán sus dominios en este espacio que le convertirá en universal, como la serie de sus grandes poemas sinfónicos, tan apreciado tanto por orquestas como por bandas y para ejemplo, la que llegaría de inmediato, Las fiestas de Roma, antesala de lo que será su Trilogía romana. Pinos de Roma, por su cuenta, respirará un aire similar y que será obra clave tras su estreno, marcada por los tiempos que darán entidad a la obra, desde Los Pinos de la Villa Borghese a los Pinos de la Villa Apia. Dejaremos correr el tiempo para llegar a Las fiestas romanas, obra que tendrá como defensor al mítico Arturo Toscanini tras su presentación en Nueva York, y así hasta el estado de gracia de las suites orquestales tomadas de la de ballet La Boutique Fantasque, un trabajo pensado para la troupe del insigne Diaghilev, sobre coreografía de Leonidas Massine. Pieza no menos apreciada será la suite para pequeña orquesta Gli Uccelli (Los pájaros), en la que recurre con libre imaginación de obritas de otros compositores desde los siglos XVII al XVIII.

Debussy, en otra de sus obras plagada de pequeños matices, Prélude à L´après- midi d´un faune, en transcripción de Diego García, composición que llegará tras Proses y que recibirá sus primeros esbozos a la sombra de la poética de Mallarmé, trazada en principio en un solo movimiento orquesta al que pondrá precisamente ese título con meridianas pretensiones, respondiendo en principio al estímulo que había supuesto en mayo de 1893, del jaleado estreno ante el éxito no falto de polémicas de Pelléas et Mélisande, de Maeterlinck, drama simbolista que le inducirá a componer su ópera por excelencia, ópera que para mayor gloria, conserva su absoluta vigencia y cuyo montaje escénico había sido confiado a Lugné-Poe, en los Bouffes-Parisiens, calculado hasta el menor detalle en respuesta a las exigencias dramáticas pero que tendría un acogida polémica entre los aficionados y los medios de opinión. El propio Mallarmé en sus opiniones, será especialmente elíptico para abundar en esta disparidad. La pieza musical que se ofrece, resulta un perfecto destilado de la impronta impresionista que significará al compositor.

Tchaikovski con la Polonesa de la ópera Evgeni Oneguin, en transcripción de Diego García. Una ópera mano a mano con K.S. Shiloveski, basada en el conocido relato de Alexander Pushkin, y con seguridad la más apreciada  tras su estreno en marzo de 1879, en Moscú. De sus títulos líricos, destacan en esencia claras influencias italianas e incluso francesas a los que otorga sello propio, tanto en los pasajes para la voz como en los números instrumentales de los que la página elegida es vivo ejemplo. La complejidad psicológica de los protagonistas contribuyó al perfecto acabado de esta ópera, muy cercana en lo estético a Iolanta, Pique Dame o Mazeppa. Quedémonos con la importancia primordial de estos tiempos instrumentales, entre valses, polkas, piezas de salón que otorga a la ópera un privilegio incontestable en este apartado lírico.    

Camille Saint-Saëns, con la Fantasía zoológica El Carnaval de los animales en sus números descriptivos en tratamiento de Yo Goto y Diego García, pura fantasía sobradamente conocida y que siempre tentó la curiosidad de su interpretación desde el piano o los arreglos y transcripciones de libre vuelo, obra estrenada con motivo de un Martes de Carnaval, en París, en el domicilio de la diva Pauline Viardot, sin llegar a pensar en el futuro de gran aceptación que le reservaba la historia. Un entramado de calculadas parodias musicales de las que el autor no pensaba que pudiese llegar tan alto. Un humorismo agudo y puntilloso, de estas piezas que se irán editando de manera un tanto dispersa, llegando una de ellas a convertirse en capricho de la celebérrima bailarina Anna Pavlova- concretamente, El Cisne- obra que en definitiva, no rechazará tratamientos orquestales a capricho de quien apueste por ella. En conjunto, un compendio de catorce números que parten de una Introducción y marcha, para describir a una serie de animales que muestran sus intenciones que tendrán inmediata continuidad en Gallinas y gallos; Tortugas, guiño a la opereta de Offenbach; El elefante, con detalles cercanos a Berlioz o Mendelssohn; Canguros, pirueta irónica; el Cuclillo de fondo del bosque, reservado en buena lógica al clarinete; Fósiles, con aproximación a la Danza macabra y el humorismo típico de Rossini; El Cisne, una ligereza volátil perfecta para la danza, como quedaba dicho o el Finale, aire circense en perfecto colofón, con toda la fauna libre de condicionantes. La obra en conjunto de Camille Saint- Saëns, siempre encontrará acomodo entre el jaranero público de los Concerts Colonne.

Ramón García Balado                               

Día Mundial das Personas Refuxiadas: Banda Municipal en As Praterías

  Praza das Praterías,  Santiago de Compostela Concierto de la Banda Municipal , dirigida por su titular Casiano Mouriño Maquieira , en As P...