02/08/2024

Alumnos del LXVI Curso U.I. de Música en Compostela: A la luz de los candelabros

 Museo de Pontevedra


Concierto en el Edificio Castelao del Museo de Pontevedra, protagonizado por alumnos del LXVI Curso U.I. de Música en Compostela- día 3, a las 19´00 h-, con un programa actualizado y que como cada año se cita bajo el título conocido A la luz de los candelabros, reunión familiar y como gesto de confraternización, atendiendo a intérpretes elegidos de las Cátedras correspondientes. Del aula de J.Mª Gallardo del Rey-guitarra-, estarán Viacheslav Shugaev, con Elogios a la guitarra, de Joaquín Rodrigo, de quien disfrutamos de la charla impartida por el musicólogo Ernesto Monsalve: Joaquín Rodrigo,  en el centenario de su primera obra, ilustrada detalladamente con detalles gráficos y sonoros. La guitarra a solo del saguntino, reconocible en obras como Trois petites pieces; Tríptico para guitarra; Invocation et dance (Homenaje a Falla) o Pájaros  de primavera.  De Isaac Albéniz, Asturias, en manos de Conor White, pieza que editada en 1893, mostrando ese ambiente climático y popular gracias a su ritmo  inequívocos acentos andaluces.

De la cátedra de chelo de María de Macedo y Stephan Forck, dos piezas de Gaspar Cassadó, tan afecto a este curso desde sus comienzos y que estará representado por el chelista Esteban Barlow y el pianista del curso Ángel Huidobro, para la Sonata en estilo antiguo español e Introduzione e Allegro tempo/Grave/ Danza con variazioni (Allegretto-Stesso- Risoluto-calmo-Tempo I Piu Mosso). Cassadó, compañero en tiempos de Pau Casals, Iturbi, Szigeti  o Harold Bauer y que llegó a formar un trío con  Menuhin y Ketner, cultivaría con notable prestigio la docencia en centros como la Ac. Chigiana, de Siena, antes de establecerse  en Florencia. J.Turina le había dedicado una transcrpción de El Jueves Santo a medianoche y el maestro J. Rodrigo el Concierto Galante.

De las Cátedras de Música de Cámara y de Composición, un par de estrenos firmados por los profesores Ashan Pillai y David del Puerto. Primicias pues a descubrir por las peculiaridades ostensibles de cada uno de ellos. Ejemplos de obras de encargo, lo habíamos tenido con el Quinteto para guitarra, obra del año 1975 y que la tarde del jueves nos ofrecieron Riccardo Guella y el Cuarteto Lucent. Esta sesión, nos dejará Corrientes (for String Quartet), precisamente con ese Cuarteto  Lucent: Takamori Okamoto y Julya Sozanska-violines-, Pol Altimira, viola y la chelista Yena Gook. Soberbios en su sesión con obras de Granados, Manuel Castillo (con el guitarrista Riccardo Guella) y Ruperto Chapí. Otra obra en estreno El canto del Cisne, es obra de José Antonio Tolosa (1996) y que se confía a Tabea Heinze (violín); Eduardo Moya (viola) y Gabriel Serrano (chelo).

De la Cátedra de violín, de Stephan Picard, un par de detalles de sello inconfundible, partiendo de Pedro Budiño, que elige la Habanera del violinista infortunado que fue Manuel Quiroga (1892/ 1961), querido y admirado en su natal Pontevedra, bien tratado en la monografía escrita por Carlos Cambeiro: Manuel Quiroga Losada: o gran violinista galego do século XX, editado por O Consello da Cultura Galega, en 2011 y al que el propio Museo de Pontevedra dedicó un excelente memorial ilustrativo: Manuel Quiroga. Da gloria ó esquecemento. Un trabajo que nos recuerda que su obra no ha sido reeditada a excepción de la publicación del VI Cuaderno del Curso de Música en Compostela, que recoge quince fuentes manuscritas, en edición facsímil, precedidas de un breve comentario analítico realizado por el musicólogo Antonio Iglesias. De reciente aparición, había sido el Concierto en estío Antico, editado por Dos Acordes.   Abraham Parra Amante, tendrá el Primer movimiento de la Segunda Sonata española OP. 82, de Joaquín Turina, fechada en 1934, y dedicada a Pedro Sanjuán. Ese primer tiempo utiliza un tema con variaciones, precedido y rematado por un pasaje lento. El tema es muy elaborado por el violín, alcanzando como principal virtud una cierta indefinición tonal, partiendo en sus primeros aspectos con aire de petenera, hacia un detalle de intensidad expresiva. Tuvo su presentación en Londres con Ángel Grande y María Lavinskaia.

De la Cátedra de piano de Josep Colom, un par de ejemplos de los que dejarán memoria Oriana Kemelmajer, con la Sonata en Do M. K. 514, de Domenico Scarlatti, el italiano asimilado y profundamente dotado para indagar en nuestras raíces. Sus piezas para el teclado, primarán la forma binaria. No se ceñía al mero uso de danzas estilizadas de la llamada suite barroca, sino a personales intuiciones completamente nuevas. Cada sonata era un ensayo de coordinación y control de problemas inhabituales, como los que surgían de un problema de gesto excéntrico, su peculiaridad armónica se manifiesta en la progresión de acordes, una frase o un grupo de frases irregulares, un tipo extraño de desarrollo motívico, un color tonal solo posible en el clave español o un fortepiano florentino.

Antón García Abril, siempre añorado maestro de la Cátedra de Composición del Curso, con Lotanzas, grupo de piezas para el piano, en la interpretación de Eric Manero. Un piano el suyo bien tratado por Guillermo González, Leonel Morales o nuestra apreciada Ilona Timchenko. Las obras  para piano de García Abril comenzarán a vislumbrarse con la Sonatina (1955), dedicada a Esteban Sánchez, para confirmarse en Preludio y tocata; la Sonatina del Guadalquivir, encargo  del Ministerio de Cultura con motivo del centenario de J.Turina; Los Preludios de Mirambel, un ansia de enraizar con Granados, Albéniz o su admirado Manuel de Falla, grupo de piezas con distintos dedicatarios en mente.

De la Cátedra de Canto de Mª José Montiel, épocas y autores en la distancia estética y estilística desde el Padre Donostia, indagador de ancestrales tradiciones en su pretensión recuperadora y divulgadora, y para ejemplo Oñásez, en la visión de Goretti Eizagirre. Por su parte, Mariam Gómez, se aproxima a  Miquel Ortega  (1963), compositor en la estela de una sentida fidelidad lorquiana por el Romance de la luna, y Canción del jinete, de El romancero gitano, del que tomó dos de sus poemas que no descubre esa afinidad profundamente sentida.  Leila Rodríguez, elige Dos cantares populares, de Ferrán Obradors (1897/ 1945), una lectura de preferencia fue la realizada por Raquel Lojendio, acompañada al piano por un gran especialista en música española como Aurelio Viribay.  Tomoko Satoh, desde la distancia cultural, se apunta a Joaquín Nin Culmell (1908/ 2004), con Viva Sevilla!, músico de larga tradición familiar por su padre Joaquín Nin  y su célebre hermana Anaïs, músico con formación en la Schola Cantorum parisina, con Alfred Cortot y Ricard Viñes y en nuestro país con Conxita Badía, fundadora del cuadro de profesorado desde el primer año en Música en Compostela.

Ramón García Balado

30/07/2024

XVIII Música no Claustro de Tui

Tui, diversas localizaciones

El Festival de Música no Claustro Tui, en su décimo octava edición, que durante estos días sirve de intercambio de muestras y talleres creativos que encuentran su punto en lo musical en el Claustro de Catedral de Tui, y espacios aledaños, servirá para compartir como  cada año una serie de iniciativas colectivas y de carácter abierto, especialmente en la propuesta musical.  Laura Pena- día 1, a las 21´00 h-, alterna la tradición del fado en sus diversas tradiciones a la búsqueda del enraizamiento con otras propuestas actuales, sirviendo en lo posible como un homenaje a la recién fallecida Misia, que algo conservaba de los modismos parecidos o la más reconocida Amalia Rodrígues, a quien pudimos escuchar en un recital en el Auditorio de Galicia, acompañada por Carlos Paredes. Nativa del Argarve, conserva el testimonio de ese fado de procura renovarse sin renunciar a sus patrones, con trabajos como Archivo Pintoresco.  Para el día 2, a la misma hora, la cantante Laura Marchal  con Víctor Franc  (guitarra) y Jesús Campos (percusión), una voz que viene avalada por su registro Aceitunitas negras, una evocación de del Concurso de Cante Jondo (Granada, 1922), hito decisivo de la vida musical de aquel tiempo, testimoniado en personales como J. Brande Trend, de la Cambrige University, en participar en la divulgación de los hechos artísticos, tema que será clave en las propuestas de Música no Claustro de esta vez y como autor de una obra de investigación fundamental; The Music of Spanish Histori (1926) que colaboró en divulgar nuestro patrimonio, preparando la visita al día siguiente de Faia Diaz, con la arpista de la OSG, Bleuenn Le Friec, siempre dispuesta a colaborar con proyectos innovadores, en un programa anunciado como Maternidade, Arrolos e Cantigas y que se acerca en confluencia con las formas de tradiciones autóctonas. A  partir del día 5, una serie de actividades lúdicas y talleres creativos, encuadradas en Artesanías en Familia, en la Praza da Catedral.

El Trío da Malí, presentan disco el día 3, grupo integrado por Hawa Kasse Mady Diabeté; Fodre Lasana Diabeté y Madau Kouyaté, una inmersión en las músicas de los griots que en más de una ocasión pudimos conocer en certámenes de Músicas Emergentes. Músicas que trascienden fronteras desde Zambia a Senegal. El subconsciente negro expresado en los griots o jalís, son la casta canora que daba forma musical a la historia de un vasto imperio que acaparaba distintas culturas, expresadas a través de un estilo de juglares que heredaban tradiciones de tiempos inmemoriales y que pretenderán recuperar artistas actuales como este trío, que se añaden nombres que han logrado cierta divulgación popular, hablaríamos de Mory Kante, Salif Keita, como personajes más significativos, a los que se añadirá el guineano Bembeya, que se confirmó gracias a la creación de un grupo propio o los senegaleses Ismael Lô, Toure Kunda, Yousson N´Dour y Baaba Maal. Algunas de las canciones del Trío de  Malí, resultarán claramente significativas: Orponillage; Nana Tribau- hermana del fundador de la estirpe de Sunjata Kerte (1235) o Deme (Ayuda!)

El jazz se lo reparten el trío formado por Tana Santana- contrabajo-; Roberto Nieva – saxos-; David Xirgu- batería-, en colaboración con el pianista Xan Campos y el guitarrista Virxilio da Silva, ocasión que aprovechan para presentar su trabajo discográfico Hiro- día 4, en el Claustro da Igrexa de Tui, en una línea que se acerca a la formas populares en los músicos jazzísticos de nuestro tiempo en intercambio con los estilos de las propuestas más jóvenes a la espera del día 6, con otra formación  que estará integrada por Pedro Lamas (saxofones y gaita; el zanfonista Germán Díaz; el contrabajista Romero Cienfuegos, dentro de un proyecto musical que centrado en las formas jazzísticas que cultivan, buscan el elemento de confluencia con el Medievo y los antiguos cancionero: El Códice de Ruiz de Azagra; los de Fernando I, y el Calixtino, Cantigas de Sta María de Alfonso X (El Sabio) y de los estudiosos Santiago Tafall y el Padre Feijóo. Lamas fue autor de trabajos de investigación como El método cardiopático o el trabajo dedicado a 13 canciones bonitas (Benxamín Otero). Para entendernos con este grupo, un detalle de aproximación a John Brande Trend (1887/1958) en cuanto a esa obra citada The Music of Spianish History (1926), en sus artículos dedicados a nuestro país, producto de un interés cimentado tras sus estudios en la University of Cambridge, convirtiéndole en una de las mayores autoridades en musicología, siendo la música española una de sus grandes especialidades, desde monografías de Manuel de Falla o Lluís Milán o indagaciones sobre el Mixteri d´Elx. Jornada la del día 5, que incluye un Foro de Resonancias, en el que destacarán en sus especialidades correspondientes Eva Moreda-artista en residencia-, Rosa Sánhez, Pablo Carpintero, Madou Kouyaté y Fodé Lassana Diabeté.  Para el día 7, en la conclusión el Moser  String Cuartet (Suiza), ofreciendo obras de Henry Purcell, Félix Mendelssohn, W. A, Mozart y María Teresa Prieto. Ganadoras del ProProyect Center  y del European Music of Music de Chambre (París), logrando también el Ambassador Ensemble (Osaka), del International Competition (2023). Son ellas las violinistas Kanon Miyashita y Patricia Muro; la viola Adriana Bataller (sustituta por Elise Hiron) y la chelista Lea Galasso. El Moser String Cuarteto destaca por sus estudios en la Hochschule für Music Bassel.

Ramón  García Balado

29/07/2024

Ernesto Monsalve: Joaquín Rodrigo, en el Centenario de su primera obra, para LXVI Curso U.I. de Música en Compostela.

 Capilla del  Hostal de los RR.CC., Santiago de Compostela

Vuelve a la ciudad de nuevo para participar en el LXVI Curso U. I. de Música en Compostela Ernesto Monsalve, en la Capilla del Hostal de los RR. CC.-día 31, a las 20´ 00 h., esta vez con un programa bajo el reclamo: Joaquín Rodrigo: En el Centenario de su primera obra, tras la visita anterior dedicada a Pau Casals, en el 50 Aniversario de su muerte. Pau Casals, voz y conciencia del exilio español y que entonces reverdeció memoria al recordar su visita protocolaria como representante de La Paz, ofreciendo un concierto en la Casa Blanca en 1961, ante la familia Kennedy, con el baluarte por excelencia que supondría la interpretación de El cant dels ocells. Un acto convocado por la presidenta de la Comisión de la Mujer- a la sazón Eleonor-, añadiendo en aquella fecha Cuatro canciones, de Tomás Bretón y obras del maestro Casals.

Ernesto Monsalve, es gestor cultural, director de orquesta y compositor; director del Área de Música de la Universidad Internacional de La Rioja y de la Joven Sinfónica de Valladolid. Colabora regularmente con RNE y la TV de Castilla y León. Director de Humanidades, Arte y Educación por la Universidad de Castilla-La Mancha, y licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, realizando masters de Dirección Musical por ABRSM y Gestión Cultural por la Universidad de Alcalá de Henares, además de un posgrado de Dirección en Asuntos Públicos y Liderazgo por ICADE, con  master en Formación del Profesorado por la Universidad Int. de Valencia. Fue autor de obras y director artístico de amplios proyectos: O. Sinfónica de San Remo; O. Cantorum Coralina Exaudi; Lyceum Mozartiano; Vocal Leo y Matanzas (Cuba);  Coro de la Suisse Romande; Wien Accord Chor und Kammerensemble (Austria); Coro de la Ópera Rousse  (Bulgaria); Symphonisch Orkest  (Bélgica) o la Schola Argentina, en el espacio de sus colaboraciones con Latinoamérica.

Joaquin Rodrigo, maestro al que se prestó abundante atención en lo relativo a publicaciones sobre su obra y su vida, destacando la recién publicada a cargo de dos estimables conocedores como Javier Suárez Pajares y Walter-Aaron Clark, coincidiendo con el XV Aniversario de su muerte. Su título se anuncia como A Light in the Darkness: The Music and Life of Joaquín Rodrigo, trabajo que divulga la prestigiosa editorial estadounidense W.W. Norton & Company y el estudio más completo acerca de su vida y obra que arranca a comienzos del siglo XX. Pero bástenos con recurrir a la biografía escrita mano a mano entre el compositor y su compañera Victoria Kamhi, en una cuidada edición de Andrés Ruíz Tarazona. Tema a elegir para esta vez, el celebérrimo Concierto de Aranjuez en su historia y según los interesados. El Concierto de Aranjuez toma su título del famoso sitio real situado a cincuenta quilómetros de Madrid, camino de Andalucía, particularmente favorecido por los Borbones. Aunque este concierto es un trozo de música pura, sin programa alguno, su autor al situarlo, en un lugar, Aranjuez, ha querido señalarle un tiempo de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Cortes de Carlos IV y Fernando VII, ambiente sutilmente estilizado de majas y toreros, de sones españoles de vuelta de América. La  guitarra, con una audacia sin precedentes, se opone a toda una orquesta formada por flautín, flauta, oboe, corno inglés, dos clarinetes, dos fagotes, dos  trompas, dos trompetas y el cuarteto. En todo momento la guitarra es solista, pero la orquesta supone una verdadera delicia, siendo transparente, centelleante en un constante chisporroteo.

El primer tiempo Allegro andante con spirito, está todo él animado por la misma fuerza y alegría rítmica, sin que los temas de que consta interrumpan un solo momento su trepidante marcha. El Segundo, Adagio, supone un diálogo elegíaco entre la guitarra y los instrumentos solistas: el corno inglés, fagotes, oboe, trompas etc…en un hondo latir que mantiene todo el edificio sonoro de este tiempo. El  tercer tiempo, Allegro gentile, evoca una danza cortesana en la que la combinación de compases a dos  y tres tiempos, así como una escritura ligerísima, mantiene el tiempo alerta hasta la veloz fermata final. El estreno mundial tuvo lugar el 9 de noviembre de 1940, en Barcelona, por Regino Sáinz de la Maza y la Orquesta Filarmónica de Barcelona, bajo la dirección de César Mendoza Lasalle. Una mirada a poco antes nos trasladaría al final de los Cursos de Santander, aprovechando un previsto viaje a París, en donde se habían citado con Regino Sáinz de la Maza, viejo amigo de Joaquín e intérprete de algunas de sus primeras obras, como la Zarabanda lejana. El encuentro en San Sebastián, camino de paso, se vería con el Marqués de Bolarque gran aficionado a la  música y quien les invitó a un condumio en el restaurante Rompeolas. El tema inevitable de conversación sería el mundo de la guitarra, Bolarque echaría el pulso sugiriéndole a Rodrigo que compusiese un concierto para guitarra. Un concierto para guitarra y orquesta. Para Bolarque, el intérprete habría de ser Regino Sainz de la Maza, quien respondería entusiasmado a la propuesta. Lo demás llegaría rodado tras apurar unos cuantos vasos de bon vin: Te haré el concierto- confirma Rodrigo- y además te lo dedicaré. La guitarra en Rodrigo dejara obras señeras como las compuestas a solo: Entre olivares; Por tierras de Jerez (antología de la guitarra en tiento antiguo); Bajando de la meseta; Junto al Generalife; Trois petites pieces (Ya se van los pastores; Por el camino de Santiago o Pequeña sevillana); Pájaros de primavera o Tres piezas españolas: Fandango, Passacaglia y Zapateado. Mejor reconocimiento llegará por obras concertantes: La Fantasía para un gentilhombre (de la que hay versión para flauta); el Concierto madrigal (para dos guitarras y orquesta); el Concierto andaluz (para cuatro guitarras y orquesta o el Concierto para  una fiesta, de 1983. Añadiendo en el apartado la serie de concierto para otros instrumentos como el piano, el chelo, el arpa y los dos  ballets: Pavana Real y Juana y los Caldereros, inspirado en un sainete de Don Ramón de la Cruz y en adaptación de su compañera Victoria Kamhi.

Ramón García Balado

 

28/07/2024

Cuarteto Lucent & Riccardo Guella, concierto en el LXVI Curso U. I. de Música en Compostela

 Capilla del Hostal de los RR.CC., Santiago de Compostela


Concierto en la Capilla del Hostal de los RR.CC- día 1, a las 20`00 h-, con la actuación del Cuarteto Lucent y la participación del guitarrista Riccardo Guella, con obras de Enric Granados, Manuel Castillo y Ruperto Chapi,  un grupo formado por Takamori Okamoto y Yulia Sozanska- violines-; Paul Altimira- viola-y Yena Gook, chelo, acompañando al guitarrista Riccardo Guella, formado en el Conservatorio Giove di Genoa, integrando la Giovine Orchestra Genovese e Amici di Paganini. Fue Premio del Inst. Boccherini de Luca y del Concurso Alessadria. Grabó obras de Theodor Gaudo, con Gianluca Nicolini, y recientemente obras de Roberto Sierra. Asistió a masters de David  Russell, Pepe Romero, Ignacio Rodes, Serggio Assad y Barrueco. También pasó por la Accedemia Chigiana (Siena), en donde siguió clases de Óscar Chiglia, para ampliar perspectivas estilísticas con Gallardo del Rey en el Curso de Música en Compostela. Dispone de un instrumento factura del luthier Felix Müller (2023)    

Enric Granados con la Romanza (para cuarteto de cuerdas) en el  espacio de sus obras camerísticas entre las que se encuentra la más conocida, el Quinteto Op. 49, que en breve escucharemos a los profesores del Curso: Stephan Picard, Stephan Forck, Ashan Pillai y Andrei Banciu; también la Sonata para violín y piano o el Trío Op. 50 o los Tres preludios, obras estrenadas en el Salón Romero de Madrid. Noticias firmadas por Mac Mc Clure, nos hablan de un acontecimiento vivido en la Academia F. Marshall, epicentro de su legado, en el que se celebraba su primer centenario y como parte de las conmemoraciones se organizaron una serie de conciertos, solicitándose que se interpretase el Quinteto en Sol m. y el Trío en Do M., aparte de eso, otros intérpretes de la Marshall, como el violinista Ala Voronkov  y miembros del Glinka Quartet, tocaron varias obras de Granados. Para poder llevar a cabo la sesión, se tuvieron que reconstruir, materiales originales a partir de los manuscritos disponibles, ya fuera porque en parte se encontraban repartidos en varios fondos: La Biblioteca Nacional de Catalunya; la de la Música de Barcelona o la misma de la Ac. Marshall. La Romanza, para cuarteto de cuerda es una de esas sorpresas de cámara de la producción de Granados. Poco se sabe, salvo que la misma música nos puede sugerir: el lenguaje armónico es más complejo que el del Trío y el Quinteto, y se utiliza un material temático que, a partir de un motivo inicial, se va desarrollando contrapuntísticamente a lo largo de esta pieza. Todo esto parece indicar que la obra fuera seguramente posterior a las dos más conocidas. Por cómo continúa el manuscrito- donde aparecen los primeros compases de una marcha fúnebre-, podemos entender que esta Romanza podía ser el primer movimiento de un Cuarteto de cuerda que nunca vio la luz. Sin embargo, la obra tiene una solidez por sí misma y cuenta con un registro discográfico para Columna Música, realizado por el Cuarteto Glinka.

Manuel Castillo-Cuarteto con guitarra en sus tiempos, Allegreto, Adagio y Variaciones,- encargo precisamente del Curso Música en Compostela de 1975, cuando la cátedra del instrumento estaba ocupada por José Tomás entre un profesorado en el que destacaban Marçal Cervera, Conxita Badía, Enric Ribó, Montserrat Torrent o Antonio Iglesias y Rosa Sabater, destacando precisamente Andrés Segovia y Montserrat Caballé en una serie de clases magistrales. Manuel Castillo repartía entonces sus abundantes compromisos provenientes de varias ciudades españolas, a través de entes oficiales o eventos históricos: las Invenciones para cuarteto de cuerda, compuesto para el Festival de España y América (1967); Antífonas de Pasión, para la Semana de Música Religiosa de Cuenca (1970); los Cuatro cuadros de Murillo, para orquesta, con motivo del centenario del pintor y por encargo de la Diputación de Sevilla; el Concierto para dos pianos y orquesta por encargo del Ayuntamiento de Sevilla; las Kasidas del Alcázar, para dos guitarras, para la Bienal de Arte Flamenco (1984); el Trío, para la Universidad de Laramia (USA) o de nuestra ciudad, la obra coral Homenaje a Rosalía de Castro, a la que se añadiría la Sonata para guitarra, en el cincuentenario de la muerte de Federico García Lorca. Castillo se había formado con Conrado del Campo, en composición, y Lucas Montero, antes de perfeccionarse en París con Lazar Levy y Nadia Boulanger, preparando su ingreso como profesor de Historia y Estética de la Música, en 1954, obteniendo la Cátedra del Conservatorio de Sevilla.

Ruperto Chapí- Cuarteto nº 2, en Fa: Allegro moderato; Allegretto; Allegretto. Molto vivace y Cuasi Presto-, obra nacida conjuntamente con obras de Bartolomé Pérez Casas, entre una importante muestra de cuartetos españoles, una obra de proporciones notables con sólida libertad de factura. La composición se estrenó interpretada por el Cuarteto Checo (1904), aquella formación de soberbio prestigio internacional, para dar mejores argumentos y con gran éxito, hecho que mereció una crítica respetuosa publicada en La Época: Volverán en la próxima a deleitarnos con un arte tan exquisito y tan perfecto. Una serie de seis conciertos incluía también obras de Karl P. Emmanuel Bach, culminando con maestros de las escuelas nacionales. El mentado Cuarteto Checo- conocido también como Bohemio-, estaba integrado por ilustres como Karel Hoffman, Josef Suk, Oskar Nebdal y Hanus Wilhan (sustituto de Otto Berger, en 1889, como chelista) y que había sido profesor de música  de cámara de los demás. Los años que conocieron al Cuarteto Checo, vieron también el nacimiento de la gran tradición en la música de cámara checa.

Ramón García Balado  

26/07/2024

Stefania Passamonte: Homenaje a Manuel Carra, en el LXVI Curso U. I. de Música en Compostela

 Hostal de los RR.CC, Santiago de Compostela


Concierto en el Salón de Arte del Hostal de los RR.CC-día 30, a las 20´00 h.-, con la pianista Stefania Passamonte, en una sesión dedicada a la memoria de quien fuera profesor del Curso, Manuel Carra y en el que interpretará páginas de la Suite Iberia de Albéniz y algunas de las Danzas españolas de E. Granados. Stefania es Presidenta y profesora del Conservatorio de la Performing Ac.of Music y miembro del Consejo de la BPI British Phonographie Industriy, y de la BRIT AWARD Ac. en el Reino Unido. Se graduó en la Ac. Sta Cecilia (Italia), en la Royal Ac. of Music (ILondres) y en la École Normande (París), realizando conciertos en salas de prestigio como el Royal Albert Hall, St. Martin in y the Fields, la Filarmónica de Varsovia la Sala Puccini (Milán), la Sibelius de Finlandia o la Ópera de Varna. Fue Premio Ghilardina otorgado por su ciudad natal (Módena) y recibió el Artist Vision Award  (2020), otorgado por su talento y originalidad.

Manuel Carra, maestro homenajeado, fue recordado por quien fuera director del Curso, el pianista Antonio Iglesias con motivo a su incorporación al mismo en el año 1984: El día 27 de noviembre de 1983, fue una fecha aciaga para la música de modo muy particular para la música española y concretamente para Música en Compostela: falleció en accidente de aviación nuestra gran pianista y amiga fraterna Rosa Sabater, se dirigía a Bogotá, desde la ciudad alemana de Freiburg im Breisgau- donde residía ocupando una plaza de piano en su Escuela Superior de Música-, para realizar una gira de conciertos; me llamó el día anterior diciéndomelo desde el aeropuerto, llena de miedo pues era auténtico terror el que le causaban los viajes aéreos…Con su trágica desaparición que, claro está, conmovió a nuestro mundo, un hueco de contagiosa simpatía, de alegría y felicidad, sigue sin llenar en nuestro diario deambular por el Hostal de los RR.CC. y en no pocos sitios en los que solíamos coincidir; viajaba en aquel Jumbo de Avianca que se estrelló en Mejorada del Campo, cuando se aproximaba al aeropuerto de Barajas…Rosa Sabater quedó para siempre muy unida en el corazón de cuantos tuvimos la dicha de tratarla; era una excelente persona, aún muy por encima de su inmensa valía artística. Nuestro Curso de 1984, su convocatoria XXVII, fue instituido luctuosamente Rosa Sabater In memoriam y recordándola, nos dispusimos a celebrar alguna sesión conmemorativa de su desaparición: el correspondiente folleto-convocatoria, ya hubo de sustituir su nombre, con el de Manuel Carra, que quiso honrarnos sucediéndola en el cuadro docente, con su trayectoria excelente que llega hasta hoy. Carra había seguido la escuela de José Cubiles- del que fue asistente-, ampliada posteriormente con la de Lazar Levy (París); O. Messiaen, en análisis  y en Darmstadt o Siena , con Ruggiero Gerlín. Sus Cursos ganaron prestigio desde Saint Hubert de Ardennes (Bélgica), el Internacional de Granada, con historial similar al nuestro, recibiendo el 1998 el reconocimiento como numerario de la Real Academia de San Fernando y en el capítulo de sus obras, merecían mención La suite sobre antiguos temas españoles- para orquesta-; Transformaciones sobre una estructura de Cristóbal Halffter, para  dos pianos o recopilación de canciones a partir de poéticas populares o de Alberti como El alba del alhelí.

Para Stefania, en su concierto, piezas de la Suite Iberia de Isaac Albéniz. El Corpus en Sevilla, tercera del Primer Cuaderno.  Uno de los fragmentos más brillantes y difíciles de interpretar. El autor pinta y refleja esa popular fiesta para la que se sirve de dos motivos de nítido origen popular que organiza en una muy libre forma de sonata. En el comienzo realza la sobrecogedora introducción con el Tantum ergo, del himno Pange lingoa de la liturgia hispana. Una plasmación ambiental que va desde la saeta a la algazara de un día soleado.  Almería, segundo número del Segundo Cuaderno, es junto a Evocación y El Puerto, un modelo de tratamiento técnico con parentescos con la Rondeña, por su uso de  métricas binarias y ternarias, que la acercan a la guajira a través de unos acentos suaves y cadenciosos y con detalles procedentes de la barcarola. Rica en su escritura por la reclamación de un ambiente ensoñador.  El Álbaicín, primera pieza del Tercer cuaderno, una vez más la presencia de Granada marcada por su ritmo de bulerías, las sonoridades punteadas y los constantes choques de apretados acordes de segunda o el carácter casi percutido de los compases iniciales parecen anunciar la ya inminente Fantasía Bética, la obra maestra de Falla.  Málaga, primera del Cuarto cuaderno, expresivamente ensoñadora e idea de un profundo quehacer pianístico, está aureolada por un ritmo fluido y vivaz de malagueña. El autor ralentiza su ritmo para dar cauce a un lirismo de  plena exaltación romántica gracias a un desarrollo apasionado. Tiempo que es en realidad una jota malagueña de enorme belleza, como descubrimos en todas las piezas de esta suite, en Cuatro cuaderno que han suscitado la admiración, de Olivier Messiaen, entre otros grandes del piano.

Enrique Granados, para mantenerse en este ideario estético, con  algunas de las Danzas españolas: Galantea; Oriental; Fandango; Danza  triste o Melancólica; Arabesca y Bolero. Para Walter Aaron Clark, en su monografía dedicada al  autor, en el trabajo Poeta del piano, las Danzas españolas son la primera composición importante de Granados, en este contexto de doce piezas para piano con ese título. La  obra está dividida en cuatro libros de tres danzas cada uno. Probablemente inició su composición en 1888, durante su estancia en París. No está claro cuándo terminó la obra, pero sabemos que la tocó por primera vez en Barcelona el 20 de abril de 1890, en el Teatre  Liric y que poco después la llevó a Dositeo, para su publicación ese mismo año. Poco después enviaría copias a C. Saint- Saëns, Jules Massenet, E. Grieg y César Cui, quien alabaría su armonización y originalidad, a esa relación de entusiastas, se añadirá Amadeu Vives o Bériot, junto al insigne Joan Lamote de Grignon, quien tuvo a bien orquestar la obra, al igual que otros como Rafael Ferrer. Las Danzas de Granados exhiben franqueza sin complicaciones y un encanto rítmico a la par que melódico, casi todas en forma ternaria y con codas breves y superficiales. El lenguaje armónico es diatónico y el romanticismo solo aparece como ornamento colorístico. En estas obras, en vez de desarrollar los temas, el autor recurre a la repetición, lo que constituye a la vez una debilidad y una fortaleza.

Ramón García Balado

24/07/2024

Despedida de temporada con la Banda Municipal, en A Quintana

 Praza da Quintana, Santiago de Compostela

Concierto de despedida de temporada de la Banda Municipal en A Quintana- día 27 a las 20´00 h. completando el ciclo Postais con una sesión  en la que primarán piezas vocales de los estilos más diversos y que estarán confiados a la cantante Ana San Martín.  Para apertura y cierre, Xoan Montes con dos piezas emblemáticas: As lixeiras anduriñas, de las Baladas galegas y Negra sombra que valdrá como cierre. As lixeiras anduriñas, mereció la consideración del estudioso Luís Villalba Muñoz, que en su obra Últimos músicos españoles del siglo XIX, se refirió a él cuando explicaba los inicios del movimiento del folklore español, destacando como modelo la balada As lixeiras anduriñas, aceptando que no era un simple transcriptor folklorista ni empleaba un simple lirismo de salón, logrando una personalidad única. Negra sombra, aceptada como himno oficioso de Galicia, a partir de la poética de Rosalía Castro (Follas Novas), será una canción con la que ganará los dos primeros premios de un certamen en Pontevedra, organizado por la Sociedad Económica de Amigos del Pais, en 1893, un año antes, Montes había sentado cátedra como director del Orfeón Gallego , con el realizaría importantes giras. Una curiosidad será la pieza del compositor Giulio Caccini-Ave María- en arreglo del ruso Vasili Vavrilov, un compositor interesado por recuperar la tradición barroca, preferentemente italiana, como la de Caccini, y que legará piezas como este Ave María.

Un programa dedicado fundamentalmente al musical americano, en el que también tendrán cabida un par de detalles zarzuelísticos de dominio público, ambos de Gerónimo Giménez y que se escucharán inmediatamente después. La balada Me llaman la primorosa, perteneciente a El barbero de Sevilla, sobre libreto de Perrín y Palacios, en colaboración con Nieto y que se estrenó en el Teatro de La Zarzuela el 5 de febrero de 1901, con el protagonismo de la veterana Lucrecia Arana, diva de postín en aquellos años. Autor y teatro, parecían congeniar en lo artístico en un estado de permanente fecundidad, en parte por la complicidad con el elaborado libreto de sus colegas de aventura. De aquellos años, otras zarzuelas boyantes como La noche de la tempestad; La tempranica o La Mallorquina, alguna que no alcanzaría el éxito esperado, pero será esta zarzuela la que romperá amarras, convirtiéndose en uno de sus títulos de referencia.  La boda de Luís Alonso- obertura-, puesta en atriles el 27 de enero de 1897, tendrá como colaborador a Carlos Arniches, para aguzar su vis cómica, experiencia que para mayor beneficio venía de años atrás y que tendrá un reconocimiento entre los aficionados gracias al protagonismo de alagados artistas como Julián Romea y María Montes. Un espectáculo que entre dudas variadas, tiraría sin embargo del efecto propiciado por la reventa.

Leonard Bernstein- West Side Story-, el musical por excelencia de quien había sido a la par mítico director de orquesta dejando huella a través de sus registros discográficos, siendo el primer americano en dirigir en el Teatro alla Scala, a la diva Maria Callas, entre la serie de musicales de postín, tres por excelencia: West Side Story; On the Town y On the Town, además de películas como On the Waterfront. Prolífico como pocos siempre fue venerado por el común de los aficionados, una dimensión artística que podrá considerarse similar a la de Karajan, por su pose, talante y elegancia, siendo el director más respetado ya desde los comienzos en el Instituto de Música Curtis, de Filadelfia. Un aviso de lo que se anunciaba como talento excepcional

Frederick Loewe & Alan Jay Lerner- My Fair Lady-, musical que tanto debe al cine, en un fecundo emparejamiento. Loewe, nacido en Alemania (1901) y con una vida artística asentada en los Estados Unidos, destacó además del éxito de las comedias musicales, también por el ramillete de canciones que fue desperdigando al paso de los años. Loewe & Lerner, habían coincidido por vez primera en 1942, logrando de hecho un perfecto entendimiento por la química establecida entre ambos, forjando por ello un tándem de leyenda. Ahí queda como ejemplo My Fair Lady, al que se unirán otros como Camelot- un refrito de leyenda artúrica-; el folklore vagamente americano de Paint your wagon, musicales irresistiblemente adaptados al cine con sabida fortuna, confirmando como idea los Goya recibidos por Gigi. Alan Jay Lerner, por su cuenta, conseguiría galardones de postín por otros musicales para filmes de Vicente Minelli (Bodas reales) o Un americano en París, sobre música de George Gershwin.

Andrew Lloyd Webber- Cats- musical de 1981, será un musical que sabrá inspirarse libremente en la poética de T.S. Eliot, todo un reto de gran calado pero con resultados comerciales excelentes entre todo tipo de aficionados sin límite de edad, logrando ser uno de los compositores de mejor prensa entre los medios profesionales en las últimas décadas, un beneficio adquirido por pertenecer a una familia en la que la música se respiraba cotidianamente ya desde sus inicios como violinista avezado con tan solo tres años. Su padre Williams, era director de un College Music, en Londres y su madre Jean, ejercía como profesora de piano. Un musical tan popular como había sido South Pacific, fue el gancho irrenunciable de lo que sería su dedicación al género, aspecto que se añadirá a su contacto con Tim Rice, letrista que compartirá labores en The Life of Us (1966); Joseph and the Amacing  Technicolor Dreamcoat o Jesuschrist Superstar, típico producto de ópera-rock.

George Gershwin- Crazy for you (Girl Crazy)-, obra de 1931, años de grandes éxitos colectivos en Tin Pan Alley entre los que destacará Gershwin con este musical, un excelente espectáculo excepcionalmente tramado y que dejará huella en otros venideros. Un Gershwin que había estrenado en Broadway Luna de junio, precisamente una ingeniosa sátira del mundo de Tin Pan Alley; el guión de Girl Crazy, se debía al dúo Bolton & MacGowan, quienes poco aportaban a otras experiencias anteriores, el libreto se desarrollaba entre Custoville, Arizona hasta la vuelta a Nueva York, sobresaliendo como protagonista el playboy Danny Churchill, rico y mujeriego. Un musical que mantendrá una larga vigencia en cartelera desde el 14 de octubre de 1930, en el Alvin Theatre, dirigiendo el propio George Gershwin, a la orquesta desde la tarde de apertura. Un reparto elegido, había sido un factor determinante del éxito logrado por Girl Crazy.

Stephen Schwarz- Colors of the wind (Pocahontas)-, obra en colaboración con Alan Menken, de este compositor forjado en la mítica Juilliard School neoyorquina, ampliando a mayores en la Mellon Carnegie University, por la que también pasó en años recientes algún compositor gallego. Pronto hallaría un hueco para darse a conocer en Broadway, merced a la buena acogida conseguida por su obra Butterflies Are Free, en la que aparecería una melodía que lograría segura divulgación ante el gran público, aspecto que repetirá en otros musicales suyos. Pippin; The Magic  Show; The Baker´s Wife  o Rags. Godspell, se  convertiría en uno de sus símbolos artísticos, tras ganar dos premios Grammy.

Alan Menken & Howard Ashman- The Beaty and de Best( La Bella y la Bestia)-, ejemplo de precocidad musical en Menken, estudiando violín y piano mientras que Howard Ashman no irá a la zaga gracias a sus estudios en el Instituto Goddard y en las Universidades de Boston e Indiana, destacando precisamente como escritor. En 1979, ambos recibirán la invitación para convertir en musical la obra de Kurt Vonegut Mr. Rosenwater, quizás con una aceptación de menor grado pero que será el punto de arranque para un musical pop: Little Shop of Horrors, que arrastrará a entusiastas tribus urbanas. No será difícil que se les encasille en este género de espectáculos, tan en boga a partir de los ochenta. Serán  elegidos para abordar otro espectáculo de cartelón como La sirenita, el mismo al que hoy se recurre La Bella y la Bestia o Aladdin, espectáculos con impronta de éxito asegurado. Claude Michel Schonberg (1944)- A Dreadem a Dream, de Les Misérables (1980), y que había tenido tomando como ideario artístico del relato de Víctor Hugo, tema que vendrá de perlas a través de la comedia musical y que también será excelentemente recibida en producciones como las ofrecidas en Londres y en Broadway, logrando ocho de los  Premio Tony, de los 12 a los que aspiraba trabajo en el que bastante tuvo que ver su colaborador en el libreto Alain Boublil, quien será compañero fiel en otras de su producciones para la escena. De su firma, destacan Miss Saigon; Martin Guerre o The Queen Pirate o la que sirvió como prueba de laboratorio La revolución francesa

Ramón García Balado

 

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