12/03/2025

Ganadores del Concurso de solistas del Conservatorio Superior de Música de A Coruña

 Palacio de la Ópera, A Coruña


Concierto de mérito destinado a los elegidos del concierto de solistas ganadores del Concurso de solistas de CSMC y que se celebrará en el Palacio de la Ópera de A Coruña, bajo la dirección de José Trigueros- día 14, a las 20 h-, cuatro en opción de los propios alumnos y sus profesores, en un acto de confianza como ya se tuvo en cuenta a pasadas ediciones. Tomando el turno Kiril Nesterov para el Concierto para trombón y orquesta del francés Henri Tomasi (1901/1971),director de orquesta al tiempo que compositor que tras realizar sus estudios en Marsella, acabará perfeccionando su formación en París con maestros como Vincent D´Indy (dirección de orquesta); Caussade (armonía) y Vidal en composición,  llegando a recibir el prestigiado Prix de Rome, a los 26 años, puerta de entrada para ejercer entre los grandes, y  que ampliará con el Prix Alphen y el Prix de Belles Artes (Paris), un talento considerado desde joven que recibirá invitaciones para ponerse al frente de primeras orquestas y crear la plaza de Radio- Colonial, mientras compaginaba las sesiones cotidianas e impartir labores de complemento de dirección de orquesta con Inghelbrecht, en la ONF,  también compositor de brillante trayectoria que en la década de los años veinte había hecho posible le llegada de los Ballets  Rusos , mientras se responsabilizaba de la titularidad del Théâtre de L´Opéra Comique, período intenso que compartirá con la dirección del Théâtre de Algeri, los Concerts Pasdeloup, un estímulo profesional para funda la Orchestre National de Radio-France, en una etapa con muchas lagunas aunque tendrá ocasión de resarcirse como director de la Orchestre de Paris, en la que estará hasta el final de su carrera. Todo un especialista en la música de Claude Debussy, su preferido y compositores como Maurice Ravel, a través de su adaptación de su ópera Boris Godunov, un verdadero redescubrimiento en su complejidad escénica, muchos serán los trabajos que gracia a él cobren una necesaria actualización, desde el mentado Debussy a obras del Group de Les Six, tras un glorioso comienzo con Nursies que posteriormente será orquestado. Entre las obras de Henri Tomasi, destacan Don  Juan de Mañara, un drama lírico inspirado en Milosz (1935); L´Atlantide, drama lírico-coreográfico, a partir de Pierre Benoit (1951); otro drama como Sampiero Corso (1956); Le silence de la mer, procedente de Vercors (1959) y el material folklorizante que prestará argumentos libremente ingeniosos en parte de sus poemas sinfónicos: Vocero, para coro y orquesta; Tam-tam (1961); Chants laotines, para bajo y contralto, con orquesta; Les Santons, pastoral provenzal para solista y coros sobre argumento de René Dumesnil o la Sinfonie du tiers Monde, en memoria de Héctor Berlioz o Chant pour le Vietnam (poema sinfónico) y otros arreglos a capella de Chants populaires de L´ille de Corse (1977). 

 Jorge Aldao López, en la sesión dedicada al Concierto, para clarinete y orquesta Carl Nielsen Op. 57, en Fa mayor,  que concluye en la misma tonalidad. Pieza que tendrá su estreno en 1928 en la villa de verano de Hojtofte al norte de Copenhage. La formación instrumental se la reparten el clarinete solista, dos fagots, dos trompas, percusión a cargo de un tambor y finalmente la cuerda. La partitura tiene un único movimiento, pero las diferentes secciones están fundidas en una forma sinfónica. El Allegreto un poco, deja dos temas, uno para el clarinete y un segundo tema cantabile en do mayor. Esta sección cuenta con notables intervenciones del tambor. El Poco Adagio presenta una larga melodía a cargo de los demás instrumentos de viento, contrastando con la extrema violencia del tambor y los agudos del clarinete, es aquí donde concluye el tema inicial. El Allegro non troppo, desarrolla un nuevo tema en los violines sumado a una agitada intervención sincopada del clarinete. El final, Allegro vivace, comienza en La mayor, con un nuevo tema en liza con el tambor, sobre el que el clarineta triunfa, resultando en una conclusión feliz y tranquila. Los efectos orquestales usados, logran un equilibrado resultado sonoro. Con todo, no ha conseguido la aceptación del destinado para flauta, uno de sus trabajos más originales. Carl Nielsen que dejará como obras irrenunciables La Quinta Sinfonía P. 50; la Sinfonía nº 6 (Semplice)  o la Cuarta (La Inextiguible) Op. 29. En sus comienzos dejaría huella como director del Teatro de Copenhage, convirtiéndose e paradigma irreprochable de del nacionalismo danés, con cierta oposición a las urgencias que sabría mantener raya por su proverbial autonomía  y en este apartado es obligado remitirnos a una actitud perfectamente, como observamos en el conjunto de su obra.

Frank Martin- Balada para saxofón y orquesta, por Efrén Soto López- que desarrolló su carrera marcad por una clara influencia germana al tiempo que mostraba interés por la cultura francesa,  tendrá bajo su influencia las herencias de procedencias del país que tanto le influirá dejándonos como opción la Balada para piano y orquesta, de un enfoque vagamente libérrimo que tardará en conocer su fecha de estreno a comienzos de febrero de I944, con Walter Frey, quien había hecho posible su Primer concierto con éxito notable y que repetirá con el Segundo. Ernest Ansermet, repetirá en Zurich como obra de gran cartel, composición resulta un solo movimiento resultando la más popular du un grupo de tres. Ayuda irrenunciable será la que le preste André Ansermet, en obras camerísticas, como el Concierto para piano o las aportaciones surgidas en obras como el oratorio profano Le Vin herbév y el ciclo de canciones Der Cornet- la poética de R.M Rilke- además de los crispantes, melódicos y agresivos argumentos que impondrá en su obra escénica La tempestad, personaje de carácter difícil que con todo, recibiría permanentemente el respeto de un  público especialmente crítico.

Franz Josep Haydn, una antípoda a carta cabal que para la cita nos lleva a uno de sus conciertos para chelo y orquesta, el nº 2, en Re M. Hob. VII. B. 2, obra que soportaba deudas en lo relativo a su autenticidad ya que se suponía que había sido editada según manuscrito original de     quien lo compuso  como Op. 101, por André Offenbach, en 1804, para centrarnos en él el chelista Juan Fernández González, ya el concierto anterior de esta serie,había pasado por cribas similares, aspecto que el padre de la sinfonía y los cuartetos de cuerda, no dejará de sorprendernos con obras que serán culmen del clasicismo. Pensemos en un concierto transcrito para flauta por otro talento, Karl Friedrich Ebers, y en 1890, el compositor y musicólogo belga François August Gevaert, modifico con cierta libertad la sencilla orquestación, una adaptación propicia para finales del XIX, falseando bastantes algunos aspectos de su orquestación. El descubrimiento en 1953, de la llamada partitura autógrafa, fechada en 1783, y conservada en la Biblioteca Nacional de Viena, eliminó las dudas pesantes, dejándola en su tratamiento original.

Ramón García Balado

07/03/2025

Dos Bandas en el Auditorio de Galicia

 Auditorio de Galicia, Santiago


Concierto en el Auditorio de Galicia protagonizado por la Banda Municipal de Santiago y La Banda Sinfónica del CMUS – día 9, a las 12´00-, para un programa que ofrecerá obras de Carlos Pellicer Andrés, José Javier Ces, Philip Sparke y Franco Cesarini, bajo la dirección de Casiano Mouriño Maquiera. Compositores que con regular frecuencia escuchamos en las programaciones de nuestra formación y que igualmente han colaborado en experiencias con el CMUS, como la ofrecida hace algunas temporadas, entonces dirigida por el propio titular siendo responsable de la del CMUS Alejandro Valcárcel Moura, entonces con un programa que nos había reservado To a  New Dawn, de Philip Sparke; el poema sinfónico medieval para banda La ruta del Cid, de David Rivas Domínguez; el poema descriptivo para banda Akhenaton, de David Rivas Domínguez y la dinámica Conga del fuego, for Symphonic Band, de Arturo Márquez, compositor mexicano al que igualmente prestan atención con notable aceptación nuestras orquestas autonómicas, desde la OSG a la RFG. Excelente prueba de seguros resultados artísticos en estos hermanamientos que conceden seguro protagonismos a los alumnos del Conservatorio Profesional Superior compostelano.

Para comenzar la sesión, Carlos Pellicer Andrés, con Menú para banda, en sus tiempos L´aperitiv; La specialité du chef; American pie y Le grand Finale, un compositor y director especializado en obras para banda que comenzó sus estudios en la Sociedad Musical de la Universidad de Benigàmin, para seguir en el Conservatorio de Música Luís Milán, en Xátiva, en donde se especializó en clarinete con los maestros Ricard Huerta, Félix Vela y Ricardo Baker. En 1998 obtuvo una ampliación de estudios con profesores de la Universidad Ausias March (Valencia), para centrarse en el conocimiento y dominio del clarinete, armonía, instrumentación y dirección de banda con Miquel Espejo, Henrie Adams, dos maestros conocidos en nuestra tierra por sus labores de colaboración como Jan Cober, José Rafael Pasqual Vilaplana; Eduardo Bernabeu, Jean Marc, José Vicente Asensi y Ramón García i Soler. Compuso dos sinfonías; obras camerísticas; piezas de talante festero; obras didácticas, al tiempo que ejerce como jurado en certámenes de oposición. Ganó el V  Premio del Concurso de Creación Musical Supermusic y el de Callosa d´en Sarriá. Es miembro de la Junta directiva de la As. de Compositores de Música Moros y Cristianos (2007), y desde 1996, había ejercido la docencia en la Escuela Superior de la Sociedad La Tropical. Desde noviembre de 2003, dirigió la banda de la Sociedad Unión Musical de Canyada. Entre sus obras, podemos destacar Quatre vents- cuarteto de clarinetes-; Apoteosis-marcha cristiana-; Asbag-marcha mora, premiada en el IV Concurso de Composición de Música Festera, de Altea-; Calavia- pasodoble; Cantal Roig- marcha cristiana-; Haissan- marcha mora-; La Isla, destinada al XX Certamen de Música Festera, de Elda; Jesús Alonso Valentino, en forma de pasodoble; Rex Subiaco, suite sinfónica dedicada al pintor Vicente March Arco, en sus cuatro partes o Titanes, marcha cristiana, primer premio del VI Concurso Nacional de Música Festera en Callosa d´en Sarrià.

José Javier Ces Calvo, bombardino de la Banda Municipal de Santiago, tendrá el estreno de Neixon, castro pequeno (2011), músico de Taragoña (Rianxo), y que comenzó de joven en la Banda da Música do Centro Cultural e Deportivo de Taragoña, para formarse en el Conservatorio da Real Sociedade Económica de Amigos do País compostelana, especializándose en grado superior en las materias de tuba-bombardino, trombón, para perfeccionarse en la Escuela Sta Cecilia, de Madrid, con el maestro Enrique Ferrando Sastre- trombonista de la ONE-; en 1992, logra por oposición la plaza de bombardino en nuestra Banda Municipal, para consolidarse como maestro docente en el Conservatorio Profesional do Concello de Arzúa. Fue director de la Banda de Música de Arca (O Pino) y colaboró con la Xoven Orquestra de Galicia. De sus obras, podemos citar Saraldara- balada-muiñeira-, estrenada por nuestra banda; la marcha Arzúa; la fantasía Neixón, música para banda sinfónica; Arrolo- canción-, o Aasramojad Ainofatnep- todo un trabalenguas para septeto de viento y percusión. Fue alumno en la EAEM del añorado y muy apreciado Antón García Abril, además de asistir a clases de José Luís Turina, en armonía moderna y de Suso Atanes, en jazz.

Philip Sparke- Orient Express-, pieza representativa del estilo de este compositor británico, que se formó en la Royal College of Music, en las especialidades de composición, trompeta y piano, siendo galardonado con la máxima distinción de ARCM, mientras mostraba interés por los instrumentos de viento. Se incorporó a la Orquesta del Royal College of Music and Armonia, mientras dinamizaba la creación de otras bandas y publicaba estudios de investigación. Fue premio del prestigiado Sudler (1997), tras lograr el reconocimiento por encargos recibidos por la BBC y los destacados de la Unión Europea de Radiodifusión- Skyrider y esta Orient Express. Sus obras están presentes habitualmente en las programaciones para banda por la calidad e imaginación de tratamiento, por lo que la frecuencia con la que se nos ofrecen, responden a esas virtudes en su magisterio creativo. En 2005 su obra Música de las esferas, fue merecedora del galardón convocado por la iniciativa de la Banda de la Asociación Nacional de Orquestas Americanas de la Armonía. Paralelamente, amplía su catálogo con obras sinfónicas, para el que cuenta con sello propio para su divulgación con Prensa Anglo.

Franco Cesarini- Equestrian Symphonyque (2017)-, pieza de especial relumbrón resulta su 2º Sinfonietta para Banda Op. 52, en sus tiempos Racing trot; Walk y Canter and Gallop. Franco Cesarini es clarinetista y pianista con estudios en el Conservatorio Giuseppe Verdi, de Milán, para ampliar posteriormente en Basilea- teoría y composción-, además de tener como maestros a Peter-Lukas Graf (flauta) y Felix Hauswirth (dirección de bandas de  viento). Entre 1989 y 2006, fue profesor de dirección de la Banda de Música de la Universidad de Artes de Zurich, En 2001, se le confió el cargo de docencia en el Conservatorio della Svizera Italiana, en Lugano, labor que compartirá en materias de composición como músico en residencia de la Souteast Missouri State University. Es director de la Orquesta Sinfónica de Viento Civica Filarmonica di Lugano, con la que mantiene giras continuas a lo largo de distintos países a nivel internacional.

Ramón García Balado

04/03/2025

Yeol Eum Son: Allegro agitato

 Coruña - 04/03/2025


La pianista coreana Yeol Eum Son fue solista del Concierto para piano en Fa M. de George Gershwin, completando con la Sinfonía nº 12, en Re m. Op. 112 (El año 1917) de Dmitri Shostakovich – una  intérprete que se dio a conocer con la New York S. O., con Lorin Maazel (2004), tras consolidar su trayectoria de formación llevada a buen puerto en la Hochschule für Musik und Theater Hannover, con Arie Vardi, y la obtención de la Medalla de Plata del Conservatorio de Moscú en 2011. Fue dirigida por maestros como Yuri Bashmet, Karol Mark Chichon, Valeri Gergiev, Myung-Whung- Chung, James Conlon, Lawrence Foster, con agrupaciones relevantes como la New York Philharmonic O.; la Rundfunk Deutsche P.; la NDR Radio Philharmonic; la O. S. de Seattle; la O. F. de Rotterdam; la O.F. Checa; la Saarbrücken Kaiserlautern, además de asistir a las actividades propiciadas por la Academia de St. Martin-in-the- Fields

George Gershwin -Concierto para piano en Fa M.-, obra surgida por sugerencia de Harry Harkness Flagler, presidente de la Sociedad Sinfónica de Nueva York, para ser estrenada por Walter Damrosh, quien habría de estrenar en Estados Unidos la Cuarta Sinfonía de Mahler y la Tercera, de Bruckner, en un período en el que se fusionaron esa Sociedad y la Philharmonic, obra que le ocupó el período estival de 1925, preparando su trabajo en privado en el Globe Theatre. El estreno con la Sinfónica de Nueva York, incluyó la Quinta Sinfonía de Glazunov, y las Suites Inglesas, de Rabaud, y para completar esta obra,  había recurrido a Ernest Hutcherson, quien le facilitó un apacible retiro en Chautaqua, en donde este maestro dirigía un curso de piano. Este concierto despliega la gama de sensaciones mucho más flexibles de lo ofrecido en otras obras, por chispa y frenesí, que ya conocíamos, dentro de una deslumbrante poética, aspectos que supo resaltar Walter Damrosh. El estreno en Europa, el 29 de mayo de 1928, tuvo como solista a Dmtri Tiomkin, bajo la dirección de Vladimir Golschmann, antes de que dos de sus movimientos se incluyesen en 1932, en el Segundo Festival Internacional de Música Contemporánea de Venecia, actuando como solista Harry Kaufman, con Fritz Reiner.

El Concierto en Fa M., no deja de aportar detalles tomados en préstamo de las influencias centroeuropéas, algunas que nos recordarán a Rachmaninov, por la arrogancia de desenvoltura entremezclada en esa ostensible querencia por las ideas tan propias del mundo del jazz, logrando un resultado que mantendrá en afortunado equilibro con la Rhapsodie in blue, aunque dentro de una perspectiva diferente. Un Allegro precedido por un detalle sincopado- el jazz en sus orígenes, en un devaneo de charleston-, hacia un tema en forma de preámbulo incisivo propuesto por timbales y fagot, a los que desplazaba el piano convertido en una forma de impostación nerviosa, que  impuso la esencia de su protagonismo auspiciado por un amplio desarrollo que describe el talante de la obra, por sus valores rítmicos y la delicadeza de sus trinos y arpegios fogosos.  El Andante con moto, quedó como una prolongación del tema inicial, destacando el protagonismo de la trompeta con sordina, y una respuesta difusa de clarinetes, en un aire trémulo y nervioso- Debussy en su melodismo, servirá como inspiración- , para conceder un aspecto idiomático en ese acercamiento a un sonido tomado de la herencia del blues, comenzado precisamente por el piano. Un trío de clarinetes, ofreció  un a modo de passacaglia, mientras que la trompeta en sordina puso en su justo medio la importancia de este tiempo, que nos traslada a un nuevo Allegro agitato, ingenio de condensación de los tiempos precedentes, singularmente enriquecidos merced a su vivacidad rítmica, una perfecta conclusión que nos lleva al motivo inicial.

Dmtri Shostakovich- Sinfonía nº 12, en Re m. Op. 112 (Año 1917) – obra que Yevgueni Mravinski y Guennady Rozhdesvenski, llevarían de gira con otras sinfonías suyas en 1960, con la O. Filarmónica de Leningrado, añadiendo otras como la Quinta y la Octava, que, con segura aceptación, confirmarán  la Décima y la Undécima, despertando con creces el reconocimiento de su talento, una verdadera preparación para lo que será esta obra,  que comenzó a trabajar sobre ella una vez terminada la anterior, mientras daba cuerpo a su ópera Lady Mcbeth de Mzensk, una sinfonía de profundas implicaciones políticas enfocadas hacia la figura de V.I. Lenin, unas fechas en las que los bocetos de la obra, fueron materia de indagación por parte de Boris Tchaikovski y Moissei Vainberg, en la sede de la Unión Moscovita de Compositores, una preparación del estreno que tardaría poco en llegar, mientras que en lo social se celebraba el XXII Congreso del Partido. La sinfonía, será estrenada simultáneamente por Mravinski en Leningrado y en Kuibychev, por Stassevich, una experiencia que diferirá de las pretensiones previas del autor, quien deseaba la inclusión de pasajes recitados de Maiakovski, Djambul  y Suleiman Stalski, un claro manifiesto de conciencia en el que destacaban acontecimientos de la Revolución de Octubre. Shostakovich, tardará en ingresar en el PCUS, motivo que dará argumentos para una celebración. Colegas suyos como Vissarion Shebalin, acabarían distanciándose de él.

Manuel Hernández-Silva, tras un Gershwin compartido y arrebatado con Yeol Eum Son, enervó ánimos con el Shostatovich confesional de esta Sinfonía en Año 1919. El Petrogrado revolucionario- moderato allegro-, primer tiempo, evolucionó desde ese Moderato en manos de la cuerda grave en unísono al que respondería un agresivo Allegro que remitía a melodías rusas elaboradas a partir de ese Moderato, en una serie de argumentos líricos, en un encadenamiento hacia el Razliv Adagio, afirmando su puesta en respuesta sobre los insistente argumentos históricos que daban razones al propio espíritu de esta Sinfonía Año 1917,  con detalles nostálgicos encabalgados por los diálogos de trompas, maderas y trombones en un discurrir que nos impregna a lo largo del tiempo, resaltando cuerdas y clarinete. Aurora-Allegro- sobrenombre del tercer movimiento-, ofreció en pizzicato una de las ideas del Adagio, con ritmos alternantes que prepararon el Final- tiempo que hubo de esperar para su escritura, por sus propias dudas- resultando un  gran Crescendo con instrumentos de metal. Para la obra, El amanecer de la Humanidad. Allegro L´istesso tempo, tiempo final,   prodigó una especie de himno radiante, que recupera el Moderato de la entrada con un colofón Allegretto, resuelto y confiado, por su poderío voluntarioso en intenciones. Mravinski y Shostakovich, en sus personales relaciones, dejaron obras en dedicatoria como la Octava Sinfonía; primeras audiciones de la Quinta, la Sexta, la Novena y la Décima o el Concierto para chelo nº 1 y el primero para violín o El canto de los bosques, hasta que avatares de la vida les separaron por razones políticas.

Ramón García Balado

 

Yeol Eum Son

Orquesta Sinfónica de Galicia / Manuel Hernández-Silva

Obras de G. Gershwin y D. Shostakovich

Palacio de la Ópera, Coruña

https://www.ritmo.es/auditorio/critica-yeol-eum-son-allegro-agitato-por-ramon-garcia-balado 

Zappeando: La RFG, dirigida por Peter Rundel

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Concierto en clave de vanguardia en los parámetros de fronteras encontradas a partir del díscolo Frank Zappa, en confluencia con clásicos que marcaron época como Edgar Varèse y Charles Ives, con una compositora por descubrir, Ruth Crawford-Seager- Andante por strings, en el Auditorio de Galicia-20´30 h.-, y la habitual sesión Conversando con…, que tendrá como protagonista al director de la cita, en la Sala Mozart-19´45 h., un director dotado violinista que llevó a registro obras de Jean Barraqué, una especial selección de Franz Zappa por The Yellow Shark y una muestra de lo más representativo de Morton Feldman. Ejerció labores en estas materias con la Royal Philharmonic Orchestra (Flandes) y la Wiener Taschenoper, antes de convertirse en un maestro especializado en estas opciones, con el Remix Ensemble, de la Casa da Música do Porto. Puede que la figura de Frank Zappa suscite más de una suspicacia, y más aún por la cantidad de obras suyas que tendremos: Perfect Stranger; Dupree´s Paradise; Dog Breath Variations/Uncle Meat y G-Spot Tornado.

Frank Zappa había sido cabeza visible de los provocadores The Mother´s of Inventions y como arma arrojadiza, allá por los sesenta, había presentado su registro We´re only in it for the money, mordaz crítica al Sargent´s Peper´s de The  Beatles, sus ambiciones en la música contemporánea, se dieron de bruces con la posible aceptación pública, cuando seguía los dictados de  formación con Edgar Varèse, aunque en momentos concretos contase con el apoyo de Pierre Boulez. Al igual que Charles Ives, Harry Partch, Carl Stalling o el mismo John Cage, su música sonaba como elucubraciones de profesor chiflado. Su carrera habría de pasar por todo tipo de avatares, desde un cierto virtuosismo imposible de clasificar, a sus propios planteamientos ideológicos, que impregnarán obras suyas desde Hot rats (1969), con implicaciones jazzísticas a The grand Wazoo (1972), la saga de Joe´s Garage (1979) y las recreaciones electrónicas Francesco Zappa (1984), además de las indagaciones en la cuerda floja con la O.S. de Londres, mediando Pierre Boulez. Había probado con su estilo de identidad, marcado por un acentuado uso técnico del llamado wah-wah, en confluencia con la pujante cultura del Underground , posicionamientos en la onda del Freak-out. Clásicos como Varèse (Ionitation), fueron sus primeros referentes, sin olvidarse de Igor Stravinski, que le sedujo desde años de juventud. En contrapartida con estas influencias, vendrían las músicas negras emergentes, que compartió en Lancaster (California), junto a su colega Don Vriet, mientras componía bandas para filmes como Run home slow (1959) o The world´s greatest sinner (1960).

 Una vida relativamente corta, ya que nos dejó a los 52 años, en diciembre de 1993, manteniendo aquel gesto irreverente y como testigo de la evolución de las músicas que proponía, sobre técnicas avanzadas de la segunda mitad del siglo XX, motivando simpatías y rechazos dentro de una perspicaz visión crítica que basculaba entre formas de mayor aceptación entre aficionados en los espectros contestatarios, o la aleatoriedades de John Cage; el minimalismo de Lamonte Young o Terry Riley y esos maestros clásicos desde Charles Ives a Aaron Copland, aspectos que ingeniosamente integrará en muchas de sus obras. Nos dejó aspectos como sus despectivas actitudes displicentes- quizás más en apariencia-, flirteando con su instrumento en un posicionamiento elegido desde el reclamo de Freak out!  La suite tardía de The Yellow Shark, vendría para reventar condicionantes, inmerso precisamente en la cultura Underground, que presentó en Franckfort, con el Ensemble Modern, uno de los proyectos con los que habitualmente trabajaban músicos como Gyorgy Ligeti, Pierre Boulez o Karl Heinz-Stockhausen. El doble registro London Symphony Orchestra, fue también otra aventura que se ofrecía entre obras suyas con distintos ropajes y bajo las direcciones de maestros como Ken Nagano, Ligeti, Boulez y Varèse, entremezcladas con citas cinematográficas y en tal tesitura, trabajos como Over-nite sensation, uno de los más divulgados, gracias a los arreglos de los jazzmen George Duke y Jean-Luc Ponty; Does humour belong in music, con una de sus bandas en directo o Whipping´post  o Muffin/ Enfasis, obras representativas de su debilidad por la pasión del collage.

Charles Ives- Four Ragtime danzes (1902)-, figura curiosa por su legado con obras como la escuchada  en el ciclo (En) Foco, Three Places in New England, con composiciones de G.Antheil- Archipiélago-; D. Milhaud- La Creation du Monde y la Rhapsody in Blue, de G.Gershwin, ejemplo de su curioso talento como músico casi circunstancial y precursor de otras alternativas. Estaban sus atrevimientos armónicos debidos a sus cualidades en el manejo de encadenamientos irregulares que podrán tener concomitancias con Stravinski o el tratamiento de combinaciones aleatorias y el uso de clusters, confirmados en su Concord sonata (1909/15). Fue Aaron Copland quien pulsó la tecla del relieve de las novedades de profética anticipación, siendo Ives quien puso los cimientos ultramodernistas e innovadores, algunos asimilables a las procedentes de la Segunda Escuela Vienesa. En esa aventura con el género del cuarteto de cuerda, están la compositora que nos acompaña, Ruth CrawfordSeeger; George Antheil; Samuel Barber; Henry Cowell; Walter Piston; Paul Creston o Virgil Thomson. Charles Ives, baluarte en estas muestras, aporta esta breve pieza, un definitivo aldabonazo para lo que supondrá la genuina escuela americana más innovadora de comienzos del siglo XX, auspiciados por las  técnicas renovadoras.

Ruth Crawford-Seeger-Andante for strings-, está considerada como la autora del primer cuarteto atonal, precisamente en esta obra que fue estrenada por el Pellegrini Quaret (1931), y del que se toma  para la sesión el tercer tiempo Andante, que sigue al Leggiero, para llevarnos al Allegro posible. Su acerca en su actitud, a compositoras como Ethel Smyth, Johanna Müller-Hermann o Germaine Tailleferre, posicionándose en una actitud vanguardista de partituras atonales aunque sin entregarse al puro serialismo. Este Andante resulta una gran novedad que anticipa ciertos aspectos de las técnicas del Segundo cuarteto, de G.Ligeti, inscribiéndose en una serie de fluctuaciones de intensidades con una importante presencia del chelo. Este cuarteto, atrajo la atención de Elliot Carter, que encontró en la obra lo que llamó un constructivismo específicamente americano, condensado en el espacio de doce minutos.

Edgar Varèse-Désert-, músico con raíces en la Schola Cantorum parisina con Vincent d´Indy, para especializarse en estudios de acústica bajo las influencias de Busoni y de ordenamiento sonoro en el ámbito de la teoría científica, fue autor de obras señeras como Octandre, Offrandes, Hiperprisme, además de Tuning Up, Dance for Burgess y Nocturnal o Déserts, compuesta entre 1950/4, para catorce instrumentos de viento, piano y cinco percusionistas, más dos cintas electrónicas que se interpolan entre las cuatro secciones instrumentales. Es su primera obra concreta. Las interacciones entre lo culto y lo popular adoptaron muchas formas en los años finales y a comienzos de los sesenta, Gunther Schuller, el compositor y director de orquesta, especialista en jazz, forjó la idea de la Third Stream, como forma de integrar la música clásica y el jazz. Frank Zappa, combinó distintos aspectos de la Música concreta, el rock y el jazz, en una estética muy influida por la música y los escritos de Edgar Varése, y de esta forma veremos cómo se completa el ciclo del concierto propuesto.

Ramón García Balado

 

Quatour Diotima: Gran Torso en el Festival Resis

  Igrexa das Capuchinas, A Coruña  Concierto del Quatour Diotima en el Festival Resis de A Coruña - colaboración con la Fundación Ernest...