Teatro Rosalía de Castro, A Coruña
Concierto
conmemorativo por el 120 Aniversario de
la Sociedad Filarmónica a cargo de la Orquesta
de Cámara Galega dirigida por su
titular Rogelio Groba Otero en el Teatro Rosalía de
Castro- día 5 a las
20´00 h-, con obras de Edvarg Grieg, W. A. Mozart, Béla Bártok
y Rogelio Groba. Una entidad
merecedora de la Medalla de Oro de la
capital el 20 de octubre de 1904, y
que mantiene las iniciativas de sus propuestas a lo largo de las temporadas,
particularmente en los ciclos que se ofrecen en el Teatro Rosalía Castro. La Orquesta de Cámara Galega, que ofreció
en el período estival de este año el XII
Festival Groba, de Ponteareas, con importantes artistas como Elisa D´Auria, Alba Reirís, Germán Arías, Diana Tishchenko, Sara McElravy,
Bruno Philippe, Itamar Golan, Guy Braustein
o la OSG, dirigida por J.Miguel Pérez Sierra, es formación que
también colaboró con artistas como Ara Malikian, Teresa Berganza, Clara Yumi
Kang, Pacho Flores, André Cebrián, Esteban Batallán o los chelistas Kyril Zlotnikov y Anastasia
Kobelinka. Fue partícipe de los ciclo Os
atardeceres no Gaiás y el Ciclo
Noites na Cidade Vella (A
Coruña). De sus trabajos, merece mención la ópera Don Chisciote, de Manuel
García, para el Centro de Documentación Musical de Andalucía,
grabado en el Teatro La Maestranza
(Sevilla) y la producción multidisciplinar Don
Juan en el infierno, en el Teatro Colón. Grabaron de Rogelio Groba su
trabajo Polas rúas de Ponteareas y As rúas do vento ceibe, en colaboración con el Coro de Cámara de
Pamplona, sobre la poética de Manuel
María.
W. A. Mozart, con el Divertimento para cuerda, en Fa M. K. 138, obra juvenil de sus años en Salzburgo, perteneciente a un grupo de tres divertimentos compuestos tras su vuelta de un viaje a Italia, siendo sus características marcadas por la ausencia del minué, mostrando esencialmente una atmósfera generosa y vivaz, con influencias italianizantes, aspectos en preferencia por la corte del arzobispo salzburgués. Obras que se relacionan con las precedentes aunque con mayor coherencia en su tratamiento, ofreciendo un cálido melodismo popular y la inclusión de intermedios humorísticos o dramáticos. La organización formal es más rigurosa. En la serie de estos tres divertimentos, se observa una fuerte vinculación ya existente entre el viejo divertimento y el nuevo cuarteto de cuerda. Alfred Einstein, precisaría que se trata simplemente de sinfonías para instrumentos de cuerda.
Edvard Grieg, con dos obras, un movimiento de la Suite de Peer Gynt, con inspiración en la dramaturgia de Henrik Ibsen, de la que saldrán las dos conocidas suites instrumentales. De la primera suite, el tiempo La muerte de As, confiada a las cuerdas un Andante doloroso, melodía desgarradora y desnuda, que prepara la entrada de La danza de Anitra, tiempo en forma de mazurka. Grieg había trabajado sobre el drama con ciertas dificultades pero que a la postre, darían un excelente resultado. Del propio compositor noruego, la Suite Holdberg, en estilo antiguo Op. 40, del año 1884, con estreno en la ciudad de Bergen, con motivo del bicentenario de Ludwig Holberg, filósofo, escritor y humorista. El preludio es un poco solemne a pesar de su aire animado; la Zarabanda, muestra una dulzura embriagadora, especialmente en el poco mosso; la Gavota, es ligera gracias a su tratamiento de las violas y segundos violines, cediendo su paso la Mussette , que se expone en dos partes, la primera acentuada por los acordes del violonchelo, mostrando una rusticidad sofisticada, para llegar al Aire, Andante religioso, con una melodía desgarradora a cargo de primeros violines y chelos; el Rigodón, completa en un delicado Poco meno mosso, alcanzando un acompañamiento en pizzicato.
Béla Bartók con las Danzas rumanas, piezas densamente idiomáticas dentro de su estilo, evolución y criterio de investigación, producto de un encargo oficial en su labor de campo, para la celebración de la fusión de las ciudades de Buda y Pest, y con afinidades con el Salmus hungaricus, de Zoltan Kodaly, compuesto en ese mismo período. Como telón de fondo, las raíces de folklores intensamente arraigados desde las fuentes arábigas y esas procedencias rumanas. El Bartók pues del folklore imaginario, con elementos determinantes como pueden ser la aplicación de intervalos de expansión, comenzando cada danza con algunas notas repetidas dentro de un estrecho ámbito que progresivamente se amplía a toda la escala. Las danzas que integran la suite, están separadas por un ritornello o refrán- excepto la tercera y la cuarta, que van encadenadas- y seguidas de un final recapitulativo, obra que tentará a Ernö Dohnanyi, para su estreno el 19 de noviembre de 1923, dejando la posibilidad para una versión para piano solo.
Cuatro bagatelas de Rogelio Groba: Natural; Romántica; Elegante e Intrépida. El maestro Rogelio Groba, autor de obras como Intres boleses y Cantigas do Mar, registradas con la Stuttgart Kammerorchester, dirigida por Maximino Zumalave; la Gran Cantata Xacobea, con London Voices y la London Symphony Orchestra; el Concierto para chelo y orquesta nº 1, Fauno, dirigido por Andrew Litton y con Matts Lidstrom, como solista; el segundo para chelo, con su añorada hija Clara, había estudiado composición en Suiza, ganando el Concurso Dante Luni. Amplísimo catálogo con más de quinientas obras de todo género, desde obras orquestales a composiciones de solistas; camerísticas; Himnos; cantatas; obras para coro y con voz solista, piezas para fanfarria, banda, gaitas y percusión. Autor que ha proporcionado a su tierra un patrimonio renovado y universal. En parte sabría ahondar en la temática de raíz etnográfica o histórica de lo que él mismo diría la Galicia supersticiosa y religiosa, la evocación bucólica de su paisaje y la mitología popular. De ello hay mucho en estas bagatelas.
Ramón García Balado