27/10/2023

Arnold Schönberg: ¿Historia de una duda?

Auditorio de Galicia, 26/10/2023

Pablo González

Concierto dirigido por el asturiano Pablo González, una vez más con nosotros, y que abordó obras de Roberto Gerhard, Arnold Schönberg y A. Dvrovak, en esa Sinfonía nº  9, en Mi m. Op. 95 (Del Nuevo Mundo), que a principio de temporada también tuvo en atriles la OSG, dirigida por su titular Roberto González-Monjas. Pablo González estudió en la Guildhall School of Music et Drama, de Londres y ganó concursos como el Laszlo Heltay (1997), Donatella Flinck (2002) y el de Cadaqués (2006), ya con una carrera de prestigio que le permitió trabajar con grandes formaciones, desde la BBC National O.of Wales, a la Nederlands Philharmonish Orkest, la SWR Sinfonieorchester Baden-Baden, la Concertgebouw Amsterdam, la Royal P.O., la O. dalla Svizzera,Capitolle de Toulouse, la Dallas S.O., la Royal P. Liverpool o la Deutsche Radio P. Saarboucken Kaiserleutern, con la que realizó registros para Hänsler Classics, premiados con un Classical Award. Nuestras orquestas están también en su  horizonte profesional siendo uno de los directores más activos, actividad que se añade a su interés por la ópera.   

Roberto Gerhard, voz del obligado exilio y alumno dilecto de Schönberg tuvo Albada, interludi i dansa, composición del año crítico de 1936, en el que nuestro compositor sería jurado del Festival de la SMIC y que en la convocatoria siguiente coincidirá también en la capital francesa con la Exposición Internacional. El Pabellón Español estaría representado por el ballet Nausica, con música compuesta por Gerhard o Mompou, aunque finalmente no llegó a realizarse. El período de años tan cruciales será motivo para que encare obras como Cançons y arietes, en la línea de sus trabajos vocales precedentes (L´Alta Naixença, 14 cançons populares) en donde maneja el tratamiento contrapuntístico de manera compleja (pero sin entregarse al serialismo), sobre diseños melódicos inspirados en el folklore autóctono. Nos encontramos también con esta Albada, Interludi i Dança, por encargo de la BBC y que él mismo dirigió con la British Broadcasting Corporation, en octubre de 1937, antes de presentarla en Cataluña en la primavera del año siguiente, con la O.Nacional de Conciertos y dentro de los proyectos de la SIMC londinense y que para su colega J.Homs, recibió el beneplácito de Béla Bartók, sin renunciar a la ambición de llegar al público en general. David Drew, ojo avizor, comparaba la obra con la suite Montjuic, de Britten y Berkeley, por esas referencias a las herencias populares. Para las notas publicadas en el Festival de la SIMC, Albada había nacido en medio de una situación tensa, en lo social, adquiriendo de forma testimonial un sentido intencionado en cuanto al uso de esas raíces populares, que se observan igualmente en El bon caçador. Quedan vagas alusiones al estilo del singspiel mozartiano, y un avance de material que de nuevo rescatará en su ópera La Duenna. Albada, es el nombre que los trovadores de Provenza y Cataluña dan a  una forma de canción destinada a saludar la llegada del amanecer y que en su tierra era habitual en la interpretación de pequeñas agrupaciones de instrumentos de viento (coblas), que se paseaban por las calles. Citas musicales reconocibles por el tratamiento musical en una breve pieza que no sobrepasaba las cumbres de las vanguardias emergentes y en donde aires tradicionales asoman con claras intenciones: El bon caçador y El cotiló.

Arnold Schönberg con la Sinfonía de cámara nº 2, en Mi b. Op. 38, obra en la que su evolución tuvo como deudores a Fritz y Erika Stiedry, quienes le habían incluido entre sus planes para formar una pequeña orquesta, en el medio de compromisos para el Carnegie Hall y que también dejaría resultados en el Concierto para cuarteto. Stiedry estaría encantado con la idea a pesar de las condiciones económicas que no terminaban de cerrarse, pero la mediación del responsable de la RCA Victor Co., facilitaría la grabación de la obra. La obra sufrió una larga gestación, para beneficio del autor, que supo sortear los insalvables condicionantes y un claro resultado de lo que había sido la anterior, en un progreso a trompicones, siempre atento al patrón fijado para ofrecerse en estreno el 15 de diciembre de 1940. Pablo González, seguro en el planteamiento de ambas obras, nos había puesto al día en cuanto al posible título de esta y que en definitiva quedaría en pura especulación, al parecer la composición podría haberse titulado Historia de una duda. La urgencia insoslayable del serialismo, permitirá al autor a probar con recursos tonales en calculado diálogo y con un reparto en dos movimientos, con un tercero que no llegaría a componerse. Mayores equívocos vendrán por el título de la obra, que se expresa dentro de una cuidada escritura y que en su plantilla resulta más atrevida que las clásicas de repertorio, partiendo del primer tiempo en la tonalidad principal-Mi b m-, bajo el título de Adagio, sobre una melodía fluida y melancólica, en la que la flauta expresa los motivos determinantes, que acompañan a la cuerda grave. Un tono posiblemente elegíaco, nos traslada a un aire umbrío trazado por el colorido instrumental y que nos abocan a la coda. Con fuoco apuesta con la efusividad a modo de scherzo, recuperando ideas del  Molto adagio en el que la trompa prepara la intensa coda en la recuperación de la tonalidad inicial. Schönberg, entonces se había vuelto más escéptico en ese período de exilio obligado justo cuando esta obra se había interpretado en el Carnegie Hall tras su presentación en Filadelfia y que tendría como apoyo la dirección de su apreciado Stiedry.

Antonin Dvorak, con esta Sinfonía nº 9, en Mi m. Op. 95 (Del Nuevo Mundo), punto de conclusión a la portentosa carrera iniciada con su maestro Josef Spitz , quien conocía en profundidad las herencias autóctonas y que sabrá tratar reflejando los aromas más esenciales, que desde la tradición bohemia llegará a esta obra cumbre, en confluencia sabida con el país que descubría. Tan apreciable pues en sus cuatro tiempos, desde aquel estreno en el Carnegie Hall a finales de 1893, con dirección de Anton Sedl. El Adagio-Allegro molto, de talante heroico-legendario observa ya las influencias americanas vivificadas por apuntes de flautas y oboes, en una forma de polka disimulada. La cita del espiritual negro Swing low, sweet chariot resulta en si mismo una llamada de atención. El Largo, tiempo por excelencia, y cuyo título inicial podría haber sido otro. Primordial resulta la tonada Going home- un poco più  mosso,- para mayor confirmación de esa impregnación de influencias buscadas, embarga la curiosidad del oyente en medio de un pasaje pastoral antes de la presencia de una nueva idea en manos del corno inglés tras staccati de oboes.  El Scherzo- Molto vivace, resulta un festejo efusivo con guiños a esas raíces americanas entre episodios contrapuestos que nos trasladan al Allegro con fuoco, vigoroso y entusiasta a partir de un crescendo de perfiles de marcado modalismo, camino de un Largo nostálgico propuesto por flauta y clarinete, que concluye en un aire de danza. Dvorak sabría llegar al punto de encuentro entre las raíces moravas y ese mundo cultural que tímidamente descubria.

Ramón García Balado

Real Filharmonía de Galicia. Pablo González

Obras de Roberto Gerhard, A. Schönberg y A. Dvorak

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

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