12/08/2025

Brunetti, Joaquín Turina y Julián Bautista

 Auditorio Fontán, Cidade da Cultura


Concierto bajo el título Turina al lado de dos perlas escondidas, para un cuarteto integrado por el violín Stephan Picard, el viola Ashan Pillai, y otros dos nuevos que participan en el elenco, Thomas Carroll, violonchelo que tuvo su primera experiencia con la Berlin Philharmonic en 2006, fundando en  Inglaterra la London Beethoven C.O. (2012) además de ser nombrado director artístico de la Orpheus Sinfonia; el pianista Andrei Banciu, natural de Timisoara (Rumanía ), comenzó sus estudios con Maria Bodo, para seguir en Berlín en la UdK (Universidad de Las Artes), con el profesor Klaus Hellwig y en la Hochschule für Musik Hanns Eisler, con Fabio Bidini.

Gaetano Brunetti (1744/98), tuvo el Divertimento para violín, viola y chelo L. 145, en sus tiempos Andante expressivo; Minuetto. Allegretto y Finale Allegro. Heredero del prestigio de la sonata en trío barroca, quedando como uno de sus continuadores, mientras disfrutaba  de una asentada popularidad hasta la entrada de la década de 1770, en una apacible convivencia con el género del nuevo cuarteto. En nuestro país, siguió siendo favorecido por los compositores y  por el creciente público aficionado, tema del que nos queda un recuerdo respetable que dejará constancia en los mentideros cortesanos. Brunetti y Boccherini, compusieron abundantes tríos, siendo muchos de ellos anteriores a 1780, género por el que no dejarán de interesarse, efectivamente, nuestro maestro del día, mantuvo su admiración por Boccherini, aunque no fuese el único y que se extenderá hasta F.J. Haydn. Su figura, sólo puede entenderse, como tantos otros contemporáneos, por el contexto del sistema de mecenazgo, propio del Antiguo Régimen, una de las pocas opciones que tenían los compositores de enfrentarse a un futuro incierto, en el complejo entramado de las instituciones del poder. La práctica de la música de cámara, permitía de modo especial distanciarse de las rígidas barreras que separaban los distintos estamentos sociales para crear la apariencia de una sociedad igualitaria, en la que el rey o el aristócrata y su sirviente el compositor o músico, compartían momentáneamente en pie de igualdad, exactamente la misma actividad. De esta curiosa posición, se benefició en un momento y durante años, nuestro apreciado Brunetti, convertido de esta forma en el prototipo de música de corte, ejemplo consumado de artista de un músico procedente de Fano (Italia), sabrá escalar socialmente hasta ser nombrado maestro de violín del Príncipe de Asturias, del que será su fiel compañero, en especial en el ámbito creativo en entrega de obras para la Real Cámara. Un entrante para templar ánimos.

Joaquín  Turina- Trío nº  2, en Si m.Op. 76, en sus tiempos Lento; Molto Vivace y Lento-, obra para piano, violín y chelo, del año 1933, compromiso para su estreno en La Haya, con el Trío Neerlandés, un grupo con el que venía colaborando desde el Op. 35, obra dedicada a Jacques Lerolle, y que se condensaba en tres espacios. El Lento, resulta un perfecto tratamiento del concepto de un clasicismo español, heredero de generaciones precedente y con un singular estilo que conocemos de obras anteriores como la Escena Andaluza Op. 7, puesta en atriles en la Salle Erard parisina. El Molto Vivace, venía impregnado por un meditada concisión resulta en una forma A-B-A, con la sección central escrita en 5/8, carente de acentuación propio del zortiko, tan apreciada por el sevillano y que rehusaría en muchas de sus obras. El Lento, mostraba menos regularidad formal, compensando con una acentuación excelentemente resuelta que se plantea en sus pretensiones como un broche de adorno, impregnado de estilemas tan característicos del músico, autor de delicias como los Tres poemas Op. 81, para voz y piano y que en Madrid estrenaría la maestra de tan excelentes cantantes, Lola Rodríguez Aragón, con el compositor al piano.

Julián Bautista (1901/61)- Sonata Concertata a Quattro: Allegro assai; Andante sostenuto y Allegro deciso- una dedicatoria a S.M. La Reine Elisabeth de Belgique y Primer Premio del Concurso Int. Quatour Belge à Klavier, à Bruxelles (1938). Otro maestro en  el exilio, músico de la Generación del 27 y del Grupo de los Ocho, alumno de Conrado del Campo, junto a Bacarisse y Remacha, músico que realizará una carrera primordial en La Argentina, con Juan José Castro mientras sobreviviría gracias a trabajos alimenticios para el cine, además de estrenar su ballet Juerga, estrenado en el Teatro Colón. De sus años españoles, quedarán esta Sonata Concertada a Quatto (1933/4)- soberbio descubrimiento en su interpretación-, obra de una trayectoria compleja y que llegó a considerarse como perdida e inédita, perteneciente al período del Preludio para danza, una dedicatoria a Regino Sainz de la Maza, o la Suite all´antica, que dará a conocer la O.F. de Madrid, en el Teatro Español, una sesión dedicada a José Lasalle. El período ostensiblemente neoclásico de sus primeros años, nos dejarán algunos de los primeros cuartetos, con críticas positivas de Adolfo Salazar, pero mejor consideración recibirá por parte de Falla e Igor Stravinski, quien había visitado nuestro país para dirigir Petruschka y Pulcinella. De Julián Bautista y en lo relativo a nuestra tierra gallega, recordaremos ya en el exilio, los Cuatro poemas galegos, para voz, flauta, oboe, clarinete, viola, violonchelo y arpa, sobre textos de Lorenzo Varela: María Pita e tres retratos medievales. Son esas canciones María Pita; O Touro; A Ruy Xordo y María Balteira, una obra presentada en el Festival de la SIMC, en Amsterdam (1948), obra original en la que el compositor apuesta por recrear un imaginario mundo medieval, a través de un lenguaje sobrio, sencillo y con  tintes arcaicos, ausentes de toda polifonía, dentro de una monofonía con detalles de un primitivismo en las armonizaciones, además de una clara presencia de la modalidad.

Ramón García Balado

foto ©Xaime Cortizo 

LXVII Curso  de Música en Compostela

Auditorio Fontán, Cidade da Cultura, Santiago de Compostela.  7-VIII-2025

Stephan Picard, Ashan Pillai,Thomas Carroll y Andrei Banciu. Obras de Gaetano Brunetti, Joaquín Turina y Julián Baustista

Joyas del clasicismo, por el Cuarteto Lucent, con guitarra y pianistas

 Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela


Concierto con obras de Juan Crisóstomo Arriaga, Pablo Fragoso, Xavier Montsalvatge y Luigi Boccherini, formación que repetía en el LXVII Curso U.I. de Música en Compostela, Les tuvimos  con los violinistas Takanori Okamoto y Tabea Heinz, el viola Pol Altamira y Cameron Walls, violonchelo, con ellos, y en colaboración, volvía el guitarrista Riccardo Guella, añadiendo los apoyos de los  pianistas Juan Carlos Cornuelles y Lily Petrova. Un clásico habitual como es J. C. Arriaga (1806/26), compositor de corta carrera y al que se llegó a considerar como un futuro Mozart, si las desgracias no hubiesen trucado esas expectativas, músico precoz que llegó a componer un intento de  ópera siendo casi un niño antes de disfrutar de trasladarse a París, en donde tendría como profesor a Fetis, mientras estudiaba violín con Baillot. Fue autor de un Sinfonía en Re m., algunas piezas de música sacra y la colección de cuartetos que serán las obras que la posteridad mantendrá como referencia como es el caso de este Cuarteto nº 1, en Re m., en sus cuatro tiempos: Allegro, Adagio con espressione; Menuetto y Allegro. Tres fueron los cuartetos que no han quedado que se conservan en el Primer Libro de Cuartetos, ofreciendo  en el Primero ese Allegro que se atenía  a la preceptiva más canónica del clasicismo, manejándose sobre un tema con variaciones, para proseguir en el tiempo siguiente con el mismo patrón. La idea de sus minuettos muestra una actitud común en todos sus cuartetos, y el hecho de optar por el minuetto frente a un posible Scherzo, es un recurso de ese planteamiento en las ideas de un momento que se mantiene fiel al momento histórico, en una fase de transición.  Hallamos ciertas referencias al maestro Haydn, verdadero impulsor del género camerístico o a Luigi Boccherini, en particular del primero, la importancia de la textura de trato en las cuatro partes instrumentales, con una simplicidad tanto en la elección de los temas como en la resolución de las líneas melódicas.  Segunda obra para este programa, será el estreno del Trío Clásico, de Pablo Fragoso, en el que participaba Lily Petrova, fue pieza de la que tuvimos el Allegro, su primer movimiento, un acercamiento a las propuestas contemporáneas, de un compositor que mostraba las tendencias estilísticas  demandadas por sus intérpretes.

Xavier Montsalvatge (1912/2002), maestro que fue del curso y músico del que se ofrecieron obras en las veladas concertísticas en la Capilla del Hostal de los RR.CC., y otras obras para orquestas, tuvo en agenda una composición recuperada con el tiempo, aunque sus orígenes nos lleven al año 1952, se trataba de Recondita armonía. Cuarteto con piano, en sus tiempos Allegro con brio; Andante sostenuto; Allegro con brio y Moderato- presto. Recondita armonía- con la participación de  J.C. Cornuelles-, una obra en principio para cuarteto de cuerda, tuvo una reelaboración para quinteto que el autor había realizado  después y que llegaría a estrenarse en la Iglesia de San Pau del Camp, en Barcelona, el viernes 2 de junio de 1995, con el Cuarteto Montsalvatge, obra que publicará la firma Boileau. El compositor compañero de trayectoria  de Ernesto y Rodolfo Halffter, de Gustavo Pittaluga, Salvador Bacarisse, Manuel Infante o Fernando Remacha, confesaría en su Dietario negro, de 1934: Me parece que la  música ya es casi una especie de deporte para mí y, como ejercicio hago una sardana que recuerda mucho a Garreta y la instrumento. Empiezo un Quinteto para un premio de 5000 pesetas, convocado por la Generalitat de Catalunya, con un jurado en el que figuran Pau Casals,  Eduard Toldrá y Josep Barberá. He fracasado rotundamente y el premio acabaría siendo declarado desierto una verdadera desilusión. Buena referencia acabarán siendo el Tríptico indiano; Habanera y tango, Colombo triunfante, en años de tanteo que también traerán un compromiso con Galicia propuesto por la Deputación de Ourense merced a la figura de Antonio Fernández-Cid, y que fue la obra Meus Irmáns. Hacia 1995, aprovechando precisamente el cuarteto en ciernes, reutilizará la obra para conformar este Recondita armonía, título que evoca el aria conocida de la ópera Tosca, de Puccini, para violín, viola, chelo y piano. Esta vez, con Albert Nieto, Joaquim Alabau, Santiago Juan y Francesc Gaya, quienes repetirán en Madrid, en la Fundación Juan March, en la  serie Aula de reestrenos, con obras de Cruz de Castro, S. Brottons y J.Oliver. Fechas en las que Albert Nieto, con el Trío Gerhard- Víctor Parra y François Monciero- había completado un monográfico dedicado a Gerhard. Nieto en aquel año, le había propuesto una obra para Cuarteto con piano, para su propio grupo, y el resultado sería esta obra a pesar de verse casi desbordado por otros compromisos, lo que le estimuló a recuperar la obra casi olvidada.

Luigi Boccherini (1743/1805)- Quinteto nº 4, en Re M. G. 448,  en sus tiempos: Allegro maestoso; Pastorale; Grave assai y Fandango-, con la colaboración del guitarrista Riccardo Guella, compositor asimilado en la corte de Carlos III, con el Infante Don Luís, quien siempre veló por su protección en el Palacio de Las Arenas de Ávila. Yves Gérard, será quien realice la catalogación de sus obras a partir de 1969, trabajo pues claramente reciente, en el que  toman primacía los Cuartetos de cuerdas, una aproximación a F.Joseph Haydn, su maestro sin pretenderlo, con ejemplos como el G. 223, llamado La Tiranna Spagnola o el G. 204, en Do M., con su peculiar Allegro bizarro. Entramos en la serie de los Quinteto de cuerdas con dos chelos, genuinas obras maestras por su amplitud y cualidades estilísticas, género abordado inmediatamente después de los cuartetos y que relucen de forma especial. Imposible  quedarse a la carta de alguno en concreto, pero no deja de fascinarnos el Quinteto en Do M. G. 324, conocido como La Musica Notturna delle strade di Madrid, muy baqueado en los tratamientos más diversos, desde el cine a la publicidad y demás medios. Los años del período posterior a 1776, traerán el grupo de los importantes Quintetos para guitarra, dos violines, viola y violonchelo G. 445/53, serie de la que llegó a perderse uno de ellos, siendo en conjunto transcripciones de obras precedentes, desde el G. en Re m. G 445, al segundo en Mi G. 446, el siguiente en Si m- a partir del Quinteto con piano nº 2; el cuarto que tendremos- el llamado Quinteto del fandango o el quinto en Re G. 449, hasta llegar al noveno G. 453.

Ramón García Balado

foto ©Xaime Cortizo 

LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

Cuarteto Lucent/Riccardo Guella/ Juan Carlos Cornelles/ Lily Petrova. Obras de J.C. Arriaga, Pablo Fragoso, X.Montsalvatge y Luigi Boccherini

Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela

Música alrededor de España: Patrín García-Barredo

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Concierto de la pianista Patrín García- Barredo, pianista que fue alumna de Manuel Carra, en el Real Conservatorio de Madrid, antes de ser becada por el Chase Manhattan Bank, la Philhamonia de Londres, el Leverhume Trust y el Ministerio de Cultura Español. Tuvo también como profesores a Josep Colom, en la Universidad de Alcalá de Henares, y a F.Soler D. Varsi- Musikhochschule Karlsruhe, recibiendo masters de P. Badura-Skoda, J. Achúcarro, V. Perlemuter, B. Canino, V.Margulis, D.Bashkirov, F. Rados y M.J. Pires. Obtuvo el Doctorado en la Universidad Alfonso X (El Sabio)- 2017- por su tesis La labor del intérprete previa a la realización de una obra musical. Fue invitada a los Cursos Música Activa  (Aragón); Forum Musicae (Madrid); Universidad de los Andes (Bogotá) y Sommerakademie (Mozarteum de Salzburgo)

Manuel Carra, profesor desde  sus comienzos, estuvo en calidad de homenajeado  por las Siete canciones  de estilo popular, un pianista que se formó con J.Cubiles antes de trasladarse a París, en donde siguió los dictados de Lazare Levy, Olivier Messiaen- en análisis musical-, y posteriormente en Darmstadt y en la Ac. Chigiana, de Siena, en donde tuvo como preceptor a  Ruggiero Gerlin. Desde esos primeros años de formación, vendrán sus compromisos concertísticos por Europa y Latinoamérica. La etapa como asistente de Cubiles, creará los fundamentos de una importante carrera, en la que no faltarán labores docentes, aspecto del que guardamos memoria por músicos de nuestra tierra que asistieron a sus clases, cursos dedicados tanto a la técnica pianística como a los precisos aspectos de la interpretación. Fue profesor en cursos de verano de Saint Hubert, Manuel de Falla o Música en Compostela, proyectos de la Fundación Juan March y entre sus obras, destacan la Suite sobre antiguos temas españoles, para orquesta; Transformaciones sobre una estructura de Cristóbal Halffter (para dos pianos); Cuatro piezas breves (piano); Tres canciones sobre poesía popular japonesa; Dos canciones extremeñas; Seis canciones populares manchegas o El alba del Alheli (poemas de R.Alberti). Un cuidado refinamiento armónico enmarcado en una estética tradicional. Patrín quiso reconocer el magisterio compartido durante sus años de formación.

Cristóbal Halffter- El ser humano muere solamente cuando lo olvidan (L´être humain ne meure que quand l´oublie)-obra de la que hay un registro testimonial en manos de Alberto Rosado, al que no hace mucho tuvimos en un concierto en el CGAC, una sesión estremecedora con un detallado análisis de las piezas a repartir en varios bloques entre Gÿorgy Kurtág,  Gÿorgy Ligeti y Béla Bartók. La breve composición de Halffter, resulta una dedicatoria a la memoria de Arthur Rubinstein, pieza de 1987, para aquel mítico pianista que había estudiado con A. Rozycki, y que llego a trabajar con Paderecki, perfeccionándose con Heinrich Barth, Robert Kahn y Max Bruch. Fue Chopin una de sus especialidades de análisis e interpretación, y en su madurez recibió las consideraciones de I.Stravinski, quien le dedicó tres de las danzas de Petrushka, o el Piano Rag Music, detalle al que se añadirán la Sinfonía concertante de Symanowski; piezas de Heitor Villa-Lobos o G. Tailleferre y la Fantasía Bética de Manuel de Falla.

Enric Granados (1867/1916)- Valses poéticos-, auténtico testimonio poético al teclado, según propia confesión  del autor, con el resultado de encadenamiento de la serie de valses, cada uno de ellos con su personal acento- vals lento, vals apasionado, vals humorístico vals brillante, vals mariposa o vals ideal. Tempo de vals. La indicación bascula ligeramente a capricho de la intención del intérprete, la obra teatral Gaziel, se centraría musicalmente alrededor de los temas de vals que se repiten a lo largo de la obra. Walter Aaron Clark, realizó un preciso enfoque de la obra, que publicaría la editorial Boileau. A comienzos de 1890, había dedicado una recopilación de valses para piano a su futuro esposa Amparo Gal, titulada Cartas de amor (Valses íntimos); otra recopilación será la de los Valses sentimentales, siempre con la duda de la fecha de su composición. En todo caso, estos valses han seguido siendo populares hasta la actualidad. Los Valses poéticos (Páginas íntimas)-aspecto a considerar en esta lectura-, fueron dedicados a Joaquim Malats y se resumen en los ocho números, con una introducción-curiosamente en compás binario-y una repetición del Primer vals, al final de la última pieza. Aunque su carácter poético es subjetivo, su título evidencia el gusto típicamente romántico de Granados por las metáforas literarias. Sin embargo, el carácter musical de las piezas, justifica sobradamente el título, pues estas obras son expresiones poéticas de género lírico que exploran todo el espectro de las emociones humanas.

Frederic Mompou- Suburbis-dentro del ámbito de las Impresiones íntimas y que manifiestan una cierta facilidad y por momentos una mayor audacia por su escritura impresionista que sugirió a Émile Vuilermoz a calificarle como el Debussy español, el Mompou, de Pesebres; Escenas de niños; Cantos mágicos, Dansa de la noia que salta a la corda a la vora del riu; Canço de les campanes o esta serie de Suburbis, además de Serres chaudes o la Canço de l´avia. Resumen Suburbis las piezas: El carrer, el guitarrista i el vell cavall; Gitanes I y II; La Cegueta y L´home de l´aristó. El maestro se observa a sí mismo mientras trabaja en silencio, en esta serie de sencillas pinceladas que fue trazando en fechas dispersas entre 1916/7.

Isaac Albéniz- dos piezas de la Suite Iberia: Evocación y El Puerto, ambas del Primer cuaderno, estrenadas en la Salle Pleyel, de París, el 9 de mayo de 1906, en manos de Blanche Selva. Evocación, sería una dedicatoria a Mme Jeanne Chausson, un a modo de preludio y una clara pretensión de lo que vendrá después. Una larga y apacible melodía de recreación nocturna que se expresa a través de refinado proceso armónico entre un sincopado e invariable tiempo de ¾, a lo largo de 153 compases  que con fortuna, trasmiten los aires de una lejana jota, vecina del fandango. La ambivalencia tonal  y modal, subraya las sutilezas de esa introducción, con un uso expansivo de las dinámicas. El Puerto, nos traslada al Puerto de Santa María de Cádiz, la ciudad de ambiente cosmopolita que la familia Albéniz usaría como punto de partida hacia La Habana, a finales de abril de 1875, una inspiración en un gracioso baile andaluz con asomos de bulería, polo o seguidilla. Un programa que dejó una grata impresión con su apreciable selección.

Ramón García Balado

foto ©Xaime Cortizo 

LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

Patrin García-Barredo. Obras de E.Granados, F.Mompou, Manuel Carra, C. Halffter e I. Albéniz

La magia del violín y la guitarra: Stephan Picard y J.Mª Gallardo del Rey

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela


Concierto en la Sala Mozart del Auditorio de Galicia con las actuaciones de los profesores Stephan Picard y J.Mª  Gallardo del Rey con obras de G. Rossini, en arreglos de F. Carulli (1770- 1841)-, Federico García Lorca, conocidas armonizaciones procedentes de sus trabajos de investigación y que se ofrecen en arreglos de Gallardo del Rey, quien también aportara obras de su imaginario de su legado Pequeño vals vienés (tema con variaciones), un total de siete piezas y Diamantes para Aranjuez: Allegreto siempre rítmico; Adagio espresivo y Allegro festivo, bajo el reclamo La magia del violín y la guitarra. Stephan Picard, fue alumno de Sashko Gawriloff, Wolfgang Marschner, Rami Shevelov y Roman  Nodel, ganando certámenes como el Concurso Deutscher Musikwettbewer, el María Canals (Barcelona), el Rodolfo Lipizer  (Gorizia, Italia), para entregarse a los repertorios más exigentes del instrumento colaborando con orquestas como la Beethovenhalle (Bonn), la NDR, Bremen Philharmonie, Radiophilharmonie de Hannover, la O.C. de Munich, llegando a ser responsable del Departamento de cuerdas de la Hochschule für Musik Hanns Eisler, y miembro de jurados como el Concurso Max Rostal, el de violín Leopold Mozart y el de violín de Seul. Dispone de un instrumento Petrus Guanierius de Mantua (1715).  J. Mª Gallardo del Rey, se especializó en cursos con Sainz de la Maza, A. Segovia y J. Tomás, logrando el  de este curso (1987) y un Primero Infanta Cristina, de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, logrando en sus primeros éxitos el estreno en la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla (1990), con la O.C. Reina Sofía con el Concierto para guitarra y orquesta, de Manuel Castillo, dejándonos obras como Kasidas del Alcázar, Sonata  y Tres preludios, estrenada por Narciso Yepes, además de componer obras dedicadas al cine y documentales- la Exposición de Sevilla (1992); Noches de San Lorenzo, elegida para un concurso en Moscú. Estrenó el Concierto romántico, del guitarrista Craig H. Russell, discípulo de Emilio Pujol. Colaboró con artistas como Teresa Berganza, con la que participó en giras; el estreno en el Teatro Imperial de Compiège de la ópera Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, del griego Stavros Xharacos y recibió el Premio Diapason d´Or, por su disco Al ayre español (Harmonia Mundi), grabado en la Iglesia Villete (París), con obras de G.Sanz, Santiago de Murcia,  Albéniz y Falla, con tres piezas propias. Con motivo del  septuagenario de M. Rostropovich, tocó Torres bermejas, de Albéniz, en el Teâtre des Champs Elysées, compartiendo experiencias con Pendercki y Y. Menuhin, además de publicar la versión camerística del Concierto de Sevilla  y la Obertura Silverio, en dedicatoria al cantaor Silverio Franconetti. Su visita a China, supuso presentar su visión del Concierto de Aranjuez (J.Rodrigo), en los Auditorios de Shangai y Shenzhen, una continuación de su actuación en el Museo del Prado- con el fondo de Las meninas-en los actos de la Carta Cultural Iberiamericana.

G.Rossini-dos oberturas de Il Barbiere di Siviglia y L´Italiana in Algeri- esencia del estilo opera buffa muestra de una verdadera regeneración de esa forma musical, con la incorporación de elementos procedentes de los siglos XVII y XVIII, en los que se percibe una inmediata diferencia considerable, entre todas aquellas óperas que iban estrenando. Si ciertas óperas acusan un formalismo pesante, aquí el revulsivo llegará por las páginas que reflejan modelos imprevistos en sus procedimientos, el Rossini dolce far niente se ofrece en plenitud de ingenio y un humor contagioso, magníficamente expuesto en las partes orquestales- esas oberturas-, o el contagioso humorismo burlón  que no dejará de contagiarnos. L´italiana in Algeri o Il turco in Italia, la muy popular Il Barbiere di Siviglia, proporcionan momentos en los que inspiración, el brío cómico y demás enredos, consiguen encumbrar los gracejos hasta su punto culminante. Piezas que el guitarrista traería a colación por haberlas escogidos en compromisos del Festival Mozart, de A Coruña, en sus mejores citas.

Federico García Lorca- Canciones españolas antiguas: Anda jaleo; Los reyes de la baraja; Las morillas de Jaén; La tarara; El vito y Los cuatro muleros. Marco Antonio de la Ossa, en Ángel, musa y duende: Federico García Lorca y la música hablará sobre su tratamiento de las Canciones populares españolas, admitiendo la consecuencia de esos trabajos de campo y del amplio conocimiento que tuvo de ellas, importantísimas en la repercusión en la vida musical de la España de la Segunda República y su llegada al cancionero republicano de la Guerra Civil. Junto con piezas suyas como Granada, las canciones populares españolas, son los únicos testimonios en partitura y registrados en la SGAE, que Lorca legó. Se trata en la primera, de una pieza propia para ampliar con armonizaciones sobre melodías que recopiló en trabajos de campo, en parte gracias a la formación en armonía recibida de su primera etapa. El Lorca músico que va desde Zorongo gitano, a En el café de Chinitas, Las morillas de Jaén;  Las tres hojas; Sevillanas del S. XVIII; Los cuatro muleros o Romance de los moros de Monleón. El poeta y pianista, grabó esas canciones con la bailaora y cantante Encarnación López Júlvez (La Argentinita), para el sello La Voz de su Amo (1931), una compilación repartida en cinco entregas, con el protagonismo de ella entre revoloteo de castañuelas, gracia y donosura, una idea aportada por Ignacio Sánchez Mejías. Sobre los poemas, Federico remarcaría la belleza lírica tradicional, trasmitida por oralmente, de generación en generación, registros sonoros que desde que se pusieron en venta, lograron un éxito considerable, añadiendo además las giras que La Argentinita, llevó a cabo por España y las Américas, una artista que no solo se dedicó al baile, sino que también recibió parabienes como cantante, en ocasiones como imitadora, coreógrafa, humorista trabajos de variedades. Se definió como una Carmen morena y de grandes ojos negros, amiga de artistas de la Generación del 27, con los que siempre se sintió hermanada; con Rafael Alberti, Gustavo Pittaluga; Manuel de Falla o Isaac Albéniz y Tomás Bretón. Los hermanos Quintero le dedicaron un poema: Como rumor que ya crece, ya se esfume, de clásicos palillos o vihuela, sale al tablao, que su planta anhela, preciosa encarnación de luz y espuma. Del arte popular esencia suma, terroncito de sal, flor de canela, muévese alegre, y gira, y salta y vuela, como en el aire delicada pluma. Gracia es su cuerpo, de sus pies ufano, que lo mecen con ritmo de peregrino.

J. María Gallardo del Rey, volviendo al guitarrista como compositor, un ramillete para completar programa, tal cual queda dicho, a través de un encargo neoyorquino con motivo de un homenaje, a partir del poemario Poeta en Nueva York. El Pequeño Vals Vienés (tema con variaciones), en un despliegue que se reparte entre un tema de presentación; Hemiolias; Sevillanas del Porvenir; Por Tangos de Graná; Contemplativa y New York Rag, un tránsito hacia el segundo grupo procedente de Diamantes de Aranjuez, con tres pieza de toque divino, Allegretto sempre rítmico; Adagio espressivo y Allegro Festivo. Un compromiso destinado para dúo de violín y guitarra, con posterior orquestación (2016), nacida con motivo del 70 Aniversario de la obra del maestro Joaquín Rodrigo. Selección de un muestrario de un artista que oficio como embajador de España, con una sólida formación clásica, un conocedor de las raíces flamencas, una sapiencia en el diálogo en confluencia que colaboró con orquestas para aprovechar los repertorios españoles, entre los que no faltan estos trabajos de compositor, un guitarrista que colabora con artistas como María Pagés, Víctor Ullate, Lola Greco…mientras lleva a registro sus compromisos con Deutsche Grammophon,Universal, BMG, Mandala, un maestro que continúa ofreciendo clases magistrales por los más prestigioso centro de formación. Para el bis, una canción cargada de simbolismo, con sobrados tratamientos, Lela.

Ramón  García Balado

foto ©Xaime Cortizo 

LXVII Curso U.I. de Música en Compostela

Stephan Picard y J. Mª  Gallardo del Rey. Obras de Rossini, F.García Lorca y J.Mª Gallardo del Rey

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

11/08/2025

Leticia Moreno en el Museo y Fábrica de Sargadelos en XII Festival Bay y Gay

 Museo Sargadelos, Cervo


Concierto de la violinista Leticia Moreno acompañada por la contrabajista Uxía Botana, el pianista Juan Quentín y el bandoneonista Claudio Constantini, en el Museo y Fábrica de Sargadelos (Cervo)- día 19, a las 20´30-, para un programa entre J.S. Bach, A. Piazzola, Heitor Villa-Lobos y un anónimo del archivo de las Misiones de Chiquitos. Letica Moreno, trabajó con directores como Zubin Mehta, Esa Pekka- Salonen, Paavo Jarvi, Christoph Eschenbach o K. Penderecki, con formaciones la Wiener Symphoniker, la Mahler C.O. la O. del Mariinski, la London P.O., o la  O. P. de Montecarlo. Apuesta por la música actual, con estrenos como el Concierto para violín  (Aurora), de Jimmy López, con la Houston S. O., tras debutar con la NHK, de Tokyo. Compartió experiencias con Sol Gabeta, Kirill Gerstein, Mario Brunello o Maxim Ryssanov, grabando un especial Piazzolla, grabado con la London P.O.; el Concierto nº 1, de D. Shostakovich,  con la O. F. de San Petersburgo y fue alumna de Zakhar Bron, Maxim Vengerov y Mistislav Rostropovich, recibiendo premios de los Concursos Szeryng, Sarasate o Kreisler. Dispone de un Nicola Gagliano (1762).

J. S. Bach por la Sonata  nº 4 BWV 1017, en arreglo para violín y bandoneón, en sus tiempos Siciliana, un arioso poco ornamentado y que se inspira en arias de La Pasión según San Mateo, el Allegro, una fuga muy desarrollada en estilo de concierto que impone una entrada de aire popular; el Adagio, en el que el violín ofrece un protagonismo que evoca la voz humana, expuesto con breves frases tranquilas que dialogan en esta ocasión con el bandoneón y un Allegro, de nuevo una fuga que observa detalles procedentes del concierto italiano. Obras en principio para violín y clave, escritas en su etapa en Köthen y que fueron escritas entre 1718/22, realizadas dentro del estilo de sonatas da chiesa a imitación de A. Corelli, en un planteamiento en cuatro tiempos. Una mezcla de contrapunto severo, recibido de los compositores de la Alemania del Norte, con ágiles melodías, descubiertas precisamente en Corelli. También de Bach, una Chacona, estilo con arraigo en todos los países europeos, con una procedencia Latinoamericana, que también calaría en España, guardando claras semejanzas con la pasacaglia, basándose en una progresión acórdica de una danza ancestral que impregnará a bastantes estilos musicales. En la tradición ibérica, de comienzos del XVII, observaría una sencilla progresión que se repetirá con frecuencia para servir una serie de variaciones en ostinato. Una forma que encontraremos en compositores desde Francia a Italia e Inglaterra, sin olvidarnos de Alemania, entonces una serie de pequeñas cortes en permanente influencia.

Heitor Villa-Lobos- Bachianas Brasileiras nº 5- conjunto de 9 suites  muchas en dos tiempos, como la elegida para este concierto, piezas que si se las compara con los choros, reflejan un vocabulario armónico mucho más tradicional y tonalmente orientado. El uso de instrumentos aborígenes no está presente en ellas y en buenas luces, quedaba claro que era un fervoroso homenaje a J. Sebastian Bach, llevando la mayoría como títulos sugestivos una precisa concepción barroca, como Preludio, Aria o Fantasía o un subtítulo de tipo de música popular  brasileña, choro, embolada o modinha. El dualismo de los elementos clásico o barroco y nacionalista, es perceptible a lo largo de todas ellas, reflejando la profunda fe en el compositor en la idea nacionalista. Siguió las aportaciones de la práctica barroca acomodada a los medios musicales de los que disponía. Vendrán consecuentemente, los años de reconocimiento internacional, tras un primer viaje a los Estados Unidos, después de dirigir a la O. S. de Boston, en 1945, incluyendo su Choro nº 12, la versión del Rudepoèma y la Bachiana brasilera nº 7.

Una sonata Chiquitana nº 4 (archivos de la Misión de Chiquitos), un anónimo. Las reducciones de Moxos y Chiquitos, cultivaron sus músicas profusamente  como atestiguan la gran cantidad de manuscritos que provienen de la época jesuítica (concluida abruptamente en 1767, por la orden de expulsión promulgada por Carlos III). Sorprende el hecho de que en varias reducciones se siga interpretando ese repertorio. Tres jesuitas músicos profesionales trabajaron en Chiquitos llevando a la práctica la enseñanza de los nuevos maestros en el arte del canto y la ejecución de instrumentos: Martín Schmidt (1694/1772); Florian Paucke (1719) o Juan Messner (1703/68), material no totalmente catalogado y que puede encontrarse en gran cantidad de manuscritos anónimos de las colecciones halladas en las exreducciones. Colección de interés, será la realizada por el toscano Domenico Zipoli (1688-1726), quien residió en Cordoba. Un gran especialista de nuestra tierra, es el arpista Manuel Vilas, quien con el Grupo Ars Atlántica, y las voces de Magali Revollar y Diego Blázquez, utilizando un arpa virreinal peruana, editó recientemente Yaya Kuntur (Padre Cóndor), himnos en latín y quechúa (siglos XVI/XIX). El arpa utilizada era copia de una realizada por Javier Reyes de León, a partir de un arpa magnífica de una orden representada en la Iglesia de Santiago Apóstol de Huachacalla (Oruro, Bolivia). Javier Reyes de León, comentaba que hallándose en 2002, inmerso en el estudio de las Misiones de Chiquitos, en un entorno especial dentro del Festival de Música Antigua, en una remota región boliviana, los pasos de su andadura se cruzaron con los de Manuel Vilas, un encuentro que fue germen de varios proyectos inéditos, cuyo objetivo común fue la recuperación de arpas icónicas, pertenecientes al recorrido histórico de ese siglo XVIII, a partir del estudio de las arpas barrocas de uno dos órdenes, que se conservan en España.

Astor Piazzolla-Las cuatro estaciones porteñas-, conjunto de piezas con un criterio confesional en su débito vivaldiano y creadas de forma independiente sin pretender el encuadramiento de un posible ciclo. El tiempo arrastrará tratamientos de lo más diversos, Las Cuatro estaciones porteñas- Primavera (1965), destinada al filme Melenita de Oro; El Otoño (1969); la Primavera (1970) y el Invierno (1971), parecían surgir como de la nada, coincidirán con las formas de los Quintetos que fueron variando con el transcurso de los años, pero la historia posterior  jugará sus cartas, en este prolífico compositor de aparente frágil memoria y que dejó frutos como la ópera María de Buenos Aires, hasta probar con el período electrónico y el jazzístico. El Piazzolla de su obra emblemática Adiós Nonino. En sus experiencias, las colaboraciones con Osvaldo Manzi, Lalo Schifrin, Juan Carlos Cirigliano o Pablo Ziegler.

Ramón García Balado

Conciertos del XIII Festival Groba de Ponteareas

 Auditorio Reveriano Soutullo, Ponteareas

 


Fiel a su cita en este mes, el Festival Groba de Ponteareas, continúa actividades durante esta semana, reservando para el martes día 19, en el Auditorio Reveriano Soutullo a  las 21´00 h., un programa de compositores de reconocido reconocimiento como es el caso  de Luigi Boccherini, en obra tan representativa como La musica notturna delle strade di Madrid (Quintettino G. 324), que recibimos en interpretación de los chelistas del Elaia Quartet, junto al chelista Luka Coetze, obra repartida entre tiempos que partiendo de Le campane de´ll Ave María y el Tamburo dei Soldati, nos llevan hasta el tamburo y la conocida Ritirata (maestoso), obra del grupo de otras de 1780, los seis pequeños trabajos en forma de quinteto, cobrando el elegido una mayor consideración, capricho en  tiempos descriptivos y que constituyen con la Op. 11, nº 6 (L´Ucceliera), su única incursión dentro de tan peculiar género ya desde el primer tiempo: Ave Maria delle Parrochie, por el sonido recreado de las campanas que sirve de antelación al Minuetto dei ciechi, en el que se imitan los sonidos de la guitarra. La ritiratta (retreta), en forma de variaciones en Do M., el autor volvería a utilizar esas variaciones como tercer movimiento del Quintetino con piano Op. 12, op. 57, que acabará transcribiendo para un Quinteto con guitarra G. 453, motivo que repercutirá en una carta a Pleyer, del verano de 1797, en la que se oponía a la publicación de la Op. 30, nº 6, pues estimaba que fuera de España, no sería comprendida ni apreciada por los ejecutores ni por los aficionados. Sus quintetos serán un absoluto modelo de estilo, que inevitablemente contribuirán a contar con imitadores. Idea nos puede dar los Quintetos para guitarra, dos violines, viola y violonchelo G. 445/53.

Sergei Rachmaninov, al que escuchamos con la Sonata para chelo y piano en Sol m. op. 19, en interpretación de Luka Coetze (chelo) y Marianna Prejvalskaya (piano), vuelve para ofrecernos el Trío elegíaco: Lento lúgubre; Tempo rubato- risoluto y Tempo Allegro alla marcia, teniendo como intérpretes  a Veriko Tchumburidze (violín); Luka Coetze (chelo) y a la pianista Marianne Prejvalskaya, obra escrita a comienzos de 1892, en Moscú, para recibir su estreno en la Sala Vostryakov, de Moscú, por los músicos David Kreyn (violín) y Anatole Branudkov (chelo), con el autor al piano. Obra en un desarrollo sin solución de continuidad dentro de los cánones clásicos imaginables a partir de ese Lento lúgubre, en la tonalidad de Do m., tema expuesto por el piano que evoluciona en el estilo de Ferenz Liszt, hacia un ambiente musical deseado, en el marco de definición elegíaca: più vivo; con anima; appasionato; tempo rubato, risoluto…Sobresalen los episodios repetidos simétricamente para abocarnos a una forma de marcha fúnebre, que confirma las intenciones del compositor, logrando que el piano, resuene como un instrumento que evocará un tañido fúnebre. Un trío juvenil en el que el teclado es el verdadero protagonista del discurso, dejando que las cuerdas se manifiesten con un presumible talante vocal, particularmente en el chelo. Obra que tardará en editarse, y que verá la luz en 1947, en Moscú, para esperar más de una década en repetir edición.

Erich Wolfgang Korgold- Much Ado about nothing- en versión para violín y piano,  obra resumida en tiempos que desde Maiden in the Bridal Chamber y Dogberry and Verges, nos llevarán a la Scene in the Garden y la Masquerade-hornpipe. Korgold fue un maestro en la historia de las bandas sonoras: Captain Blood; Give Us the Night; The  Prince and the Pauper; The Constant Nyph; The Sea Hawk; Escape Me Never o la importante serie de adaptaciones. Un centroeuropeo de años amargos que se trasladó a Viena antes de encontrar acomodo en Viena, pero con escasa fortuna, lo que le obligó a recibir el conocido reconocimiento en los Estados Unidos. A mediados de los años treinta, había sido invitado por el director Max Reinhardt, quien le confiaría la adaptación de La comedia de una noche de verano de Félix Mendelssohn, verdadero asidero de circunstancias y una prueba experimental de lo que serán los trabajos para el cine. También había dejado su cuño en óperas como The Ring of Polycates o Violanta, entremezcladas con cantatas como Nixie y Gold. Se observan en su  evolución las influencias de Gustav Mahler y Richard Strauss, quien se interesó en su evolución y al que dedicará su obra Straussiana. Trabajos suyos serán, en otro ámbito, Much Ado about nothing, una suite teatral que hará pareja con el ballet Primavera, canciones de éxito popular como Love for Love, sobre texto de Ted Koehler; otra ópera como Die Kathrin (1938); el Concierto para violonchelo y orquesta en Do Op. 35, que le servirá de material para su película Deception o la obertura sinfónica Sursum corda, que le valdrá para la banda sonora de Robín de los bosques.

Maurice Ravel- Sonata para violín y piano, en sus tiempos: Allegretto; Blues. Moderato y Perpetuum mobile. Allegro, composición que se confía a Veriko Tchumburidze (violín) y Marianna Prejvalskaya (piano), obra de evolución dilatada y dedicada a su apreciada Hèléne Jourdan- Morhangue, destinada a su estreno en la Salle Erard parisina, con George Enescu (violín) y el autor al piano. El Allegretto es el tiempo más desarrollado, elaborado sobre cuatro temas, desde el primero con un aire pastoral, expuesto por el piano y un segundo tema muy condensado caracterizado por los stacatti y un tercero muy expresivo. El Blues se recrea en el gusto de las síncopas a modo de ostinatti rítmicos que no disimula la influencia jazzística del blues, perceptible en el tiempo inicial. Una evocación para el autor, que se entretiene con las influencias del banjo y del saxofón. El Perpetuum mobile, movimiento más corto, se inicia sin disimulo con un ostensible motivo en stacatto, tomado del primer movimiento y que se cierra con otra evocación bucólica en un decrecimiento progresivo. Las notas repetidas y los arpegios del violín, desnaturalizan ligeramente al instrumento.

La Igrexa do Convento de Canedo- día 20, a las 19´00 h-, prepara un concierto en el que tendrá protagonismo la chelista Luka Coetze,  quien ofrecerá una curiosidad rescatada por Aslamazyan en revisión junto a la Bulgarian Chamber Orchestra, una Passacaglia, movimiento característico incorporado a la forma de la suite, y      que en su procedencia nos lleva a Händel, constatable en un registro realizado sobre otros compositores barrocos como Antonio Vivaldi o N.Paganini,  una aventura en la que participaron Dina Schneidermann y D. Hristov. Para seguir este patrón, la Ciacconna de Tomaso Antonio Vitali, en versión para chelo y cuerdas, obra que para su recuperación habría de esperar a Ferdinand David, en 1867, tras una labor de investigación en Dresde, un músico de estirpe por su padre Giovanni Battista, quien crearía escuela en Bolonia, especializándose en instrumentos de cuerda, tras estudiar con Cazzati, en San Patronio. Tomaso Antonio (1663/1745), llegaría a ser primer violinista de la orquesta de la corte y hacia 1692, editará de forma tardía la serie de Sonatas en trío de su padre, preparando con ello las que acabaría realizando de su propio quehacer cotidiano, que irán apareciendo entre 1693 y 1695. Dejará obras como el Concerto di sonate per violino e violoncelo Op. 4, estéticamente cercanas al Op. 5, de Arcangelo Corelli. La célebre Ciacconna, motivo de revisiones y especulaciones, se llegó a considerar como apócrifa, pero su importancia servirá como estímulo a muchos músicos de toda época.

 Rogelio Groba en un par de composiciones de las que se verán resultados gracias a la Orquesta de Cámara Galega, la primera Un Adeus (2012), obra del maestro de la que esta formación sabría poner en atriles, en una sesión conmemorativa en homenaje al compositor, ofrecida recientemente en el Teatro Colón, de A  Coruña, lo mismo que recordaremos por Intres boleses: Suite barroca (1978), en sus tiempos: Limiar; Ao xeito de courante; Ao xeito de gavota; Ao xeito de friulana; Ao xeito de minuete y Ao xeito de xiga, composición de la que tenemos registro discográfico con este formación orquestal, dirigida por Rogelio Groba Otero, con Clara Groba Otero, como solista de chelo y Javier Cedrón-violín-, trabajo del que la crítica dejará escrito que Rogelio Groba, era un compositor perteneciente a la Generación del 51, pero por estilo, o quizás no, y por tener una amplia paleta donde caben el neoclasicismo, el neobarroquismo, el romanticismo y el toque modal extraído del folklore, dejará una enorme producción de más de 300 obras, entre las que se encuentran cinco óperas; seis sinfonías u once conciertos para instrumentos solistas. Para el disco citado, se elegirían Intres Boleses (suite barroca); el Concierto nº 2, para chelo y cuerdas (2000), con Clara, como solista; el Concierto arcaico en Re para dos violines y cuerda, que seguía el modelo del Concerto grosso, en cinco movimientos, también en estilo antico, que hacía alusiones, aquí y allá, como en gran parte de su obra, a una evocación de Galicia. Toda esa música se escucha con agrado y en ella se ha de reconocer el oficio del autor, incluso en algunos momentos, de buena inspiración. La interpretación es correcta y los solistas, hijos del compositor, demuestran un talento y un buen hacer, entregándose a los pentagramas paternos. La Orquestra de Cámara Galega, fundada en 1995, desarrolla una intensa actividad que la lleva a interpretar un amplio repertorio, incluyendo la divulgación de compositores gallegos, repartiendo sus actividades en espacios como el Auditorio Reina Sofía; el Palau de la Música (Barcelona); La Maestranza, de Sevilla; el Spanien Modern Musikfestival, de Viena; el Merkin Hall, de la Kaufman Foudation; De Doelen Auditorium, de Roterdam; el Palaccio Ducale, de Génova; la Sala Mozart, de Zaragoza; el Teatro Jovellanos, de Gijón; el Auditorio de Galicia, de Santiago de Compostela o el Metropolitan neoyorquino. Colaboraron con primeros artistas como Teresa Berganza, Juan de Udaeta, José Luis Estellés, Juan Lomba, Anthony Pay, Ara Malikian, Elena Urioste, Milton Masciadri, Rika Masato, Cecilia Lavilla, Guillermo Figueroa, Yedam  Kim, Emmanuelle Balidini, Jesús Reina, André Cebrián, Ji Yoon Cho, David Fernández y desde 2013, por obvias razones, es la formación en residencia de este Festival Groba, de Pontearas, en lo que había sido la VI edición, además de recibir la invitación para el concierto de clausura del Festival Internacional de Música de Nova Gaia, en el 25 Aniversario conmemorativo, acompañando a Elisabette Matos, bajo la dirección de Mario Mateus.

Ramón García Balado

Schubertiada de Marco Mezquida, en el Pazo de Fontao, dentro del XII Festival Bal y Gay

 Pazo de Fontao, Foz


Marco Mezquida
, se presenta en el XII Festival Bal y Gay, en el Pazo de Fontao (Santa Cilla-Foz), día 18, a las 20´30 h-, con un programa bajo el reclamo de Schubertiada, un pianista de amplias perspectivas por su evolución artistas de confluencia en los géneros más diversos desde lo cásico a las tendencias más peculiares, formado en la ESMUC, dejó constancia de su actual evolución en lugares como el Palau de la Música (Barcelona); la Elbphilharmonie (Hamburgo); el Concerthaus (Viena); el Blue Note neoyorquino, dentro de sus plurales ambiciones, compartiendo cartel con artistas como Silvia Pérez Cruz, Salvador Sobral, Michel Camilo o Lee Konitz, participando en significativos registros discográficos. Entre ellos, sus tríos Tornado, Talismán, Ravel´s; los dúos con Chicuelo, Silvia Pérez Cruz, o propuestas como Bach fowards  o Cita a ciegas, con la bailarina Sol Picó, estrenando su Concierto para piano y orquesta, Talaiot y Patumada. Recibió premios como el Ciudad de Barcelona; el BMW Welt Jazz Award, por el planteamiento que muestra en sus obras.

Schubertiada, propone una inmersión en obras del compositor vienés, partiendo de una visión del Sanctus, de la Misa Alemana D. 872 (Gesänge zur feier des heiligen offer der Messe), obra de 1826 o 1827, cuando hacía un lustro que no ofrecía obras en este estilo y que en esta ocasión, recurriría a un texto de Johann Philip Newman. Obra claramente diferente a las anteriores y que resultaría contemporánea del Winterreise, dejando para el Sanctus la indicación de que habría de ser interpretado de manera pausada y en pp. Ocho son los números que integran la obra, un trabajo destinado a los alumnos de la Escuela Politécnica- en la que Newman era profesor-, obra claramente homofónico y con escasa participación de solistas, sobre un planteamiento orquestal convencional, pensando en las circunstancias en las que fue compuesta.

Un fragmento de la Sinfonía Inacabada D. 759, de la que quedan tan solo dos movimientos y manuscritos los 20 compases del comienzo del Scherzo (algunos descubiertos recientemente). El hecho de dejar una obra incompleta, era algo común en el músico, su desorden ante la creación nunca había sido tan profundo, ni volverá a serlo posteriormente, pero esa situación no excluía otros  factores posibles, tras la ópera Alfonso y Estrella o el comienzo de esta Sinfonía en Si m., un parón surgido por el sustancioso encargo de la Wanderer-Fantasía, Die Vershworenen o Fierabrás. En carta confidencial dirigida a Spaun, no haría mención alguna a esta obra, mientras le ponía al día d otros trabajos. En la primera ejecución vienesa, del 17 de diciembre de 1865, bajo la dirección de Johann Herbeck, incluyó como final el de la tercera D. 200.

Tres impromtus Op. 90 D. 899, conjunto de cuatro piezas de cerca de 1827, que no precisan mayor aclaración. Para el concierto, el segundo Allegro, en Mi b.M., que conserva intacta la frescura y el encanto de su pianismo, a partir de un tema que flota graciosamente entre guirnaldas de tresillos ascendetes y descendentes, como si fuesen un movimiento perpetuo. Nunca estuvo el músico tan cerca de Chopin, con una escritura voluntariosa y vibrante. El tercer Impromtu, en Sol b M.(Andante mosso), resulta una amplia melodía hímnica que se desarrolla en una larga y apacible curva sobre un acompañamiento de tresillos que evocan celestes arpas, siempre en pianissimo en forma de ardiente plegaria, impregnada de una ambientación subyugante y que, en su belleza irreal, nos acerca al lied Die Gebüsche D. 646; el cuarto impromtu, deja la impresión de una pieza aparentemente secundaría, ligera y virtuosística, con un audaz lenguaje, un Allegretto en La b m., que hace cantar a la mano izquierda en un registro etéreo cual revoloteo de mariposas; dispone de un elemento central que aporta un contraste melódico de apasionada nostalgia, sobre una batería de semicorcheas. Serie de cuatro piezas que editaría Tobías Haslinger, aunque con un éxito relativo.

Para completar, algunos de sus Lieder en este tratamiento para el piano, Der Jüngling an der Quelle D. 300, obra próxima a 1821, una pequeña obra maestra de una ternura susurrada, que pretende olvidar un ensueño buscado. Su tonalidad  luminosa de La M., se reparte entre corcheas y dobles corcheas. Para el texto, un poema de Johann Gaudenz  von Salis-Seewis (1762/1824), un entusiasta aficionado  y oficial suizo al servicio de  Francia y que había encontrado su afinidad con los románticos alemanes, que seguían la escuela de Goethe, con una mención especial a Mattison. En este caso, Schubert había trabajado sobre 12 poemas de Salis-Seewis.   Auf dem Wasser zu singen D. 774, uno de los más conocidos, recurre a Stolbelg, dentro de una idea estrictamente estrófica propia de la imaginación popular, mostrando una meridiana claridad que recurre a un motivo acuático de olas ondulantes en dobles corcheas relacionadas por una tonalidad menos común, pieza relacionada con las poéticas menos frecuentes como las de Johann Chrisostumus Senn; Karl Gottfried o Richard Roos.  Im Frühling D. 882 (Primavera), la llegada de la nueva estación recargada de recuerdos, un mosaico de encanto irresistible con intensos contrastes de corcheas y pasajes en menor, acentuado la descripción  del poema de Ernst Schulze, con el que tenía poco en común que no fuese la serie de los nueve Lieder que en esta serie encontramos, piezas como Im Walde D.834; Auf der Brück  D. 853; Um Mitternach  D. 862; Lebensmut D. 883 o Über Wildemann D. 884.   Gretchen an Spinrade D. 118 (Margarita en la rueca, lied del que se conserva una edición manuscrita de octubre de 1818, del grupo de piezas emblemáticas que nos muestra la juventud de la protagonista en estado de arrebato, dentro de una trasparente tonalidad agitada y distante de la que ofrece  en Der Tod und das Mächen, un revolcón vertiginoso que recurre a la poética siempre apreciada de Goethe, maestro que siempre se interesó por el mundo de la música.  Die Forelle D. 550 (La trucha), ese lied que retomará como cita en su obra camerística, en el apreciado Quinteto especialmente apreciado, una melodía que incitaría a esa tentación que mantendrá el interés a lo largo del tiempo, apoyándose igual que en Goethe o Schiler, en la poética de Johann Mayrhofer.

Ramón García Balado

Brunetti, Joaquín Turina y Julián Bautista

 Auditorio Fontán, Cidade da Cultura Concierto bajo el título Turina al lado de dos perlas escondidas , para un cuarteto integrado por el vi...