18/11/2024

Doña Francisquita, un filme de Hans Bherendt, dentro del ciclo Cantantes Líricas galegas dos séculos XIX e XX

  Facultade de Xeografía e Historia, Santiago de Compostela


Punto de encuentro en el ciclo dedicado a Cantantes líricas galegas dos séculos XIX e XX que nos  invita a descubrir un filme prácticamente desconocido y realizado en 1934, a partir de la zarzuela Doña Francisquita (Amadeu Vives), con presentación del profesor de la USC Xosé Nogueira Otero, en la Facultade de Xeografía e Historia – día 20, a las 18´30 h.-, una zarzuela que entonces, tuvo como protagonista a Matilde Vázquez, en el rol de Aurora (la Beltrana). Fue Matilde una cantante realmente  popular y  admirada durante aquellos años, por su participación en películas entre las que destacaron Prim, esta que nos afecta en esta cita, La última falla (1940), de Benito Perojo o Todo por ellas (1943), de Adolfo Aznar. Junto a Luisa Fernanda o La Picarona, se añadirían Los claveles, La chulapona, alternando papeles de soprano con los de mezzo d´utilité, gracias a su espléndida voz dotada de un notable color y volumen, se decía que su canto resultaba poco ortodoxo, temperamental e intuitivo, gracias a su fogosidad permanente como argumento preciso, que la llevaría al final de su carrera, a una exageración redundante en cuanto a la acentuación de los detalles escénicos, en beneficio de un vibrato demasiado intenso. Sus mejores resultados, los había dejado para los sellos Parlophon y Odeón.

Hans Behrendt (1889/ 1942) realizó en 1934 Doña Francisquita, un alemán tras una vida precipitada desde sus estudios en la Ac. de Arte Dramático Ernst Busch, en Berlín, interesándose por las artes Rex (Federico II, de Prusia), período en el que compaginaba oficios de actor con los de director. En esa escénicas y el mundo del cine en sus orígenes, probando con Bobby E. Lüthge, en un biopic Friederich necesidad de aventura llegará a nuestro país en 1934, antes de seguir en Viena (1936), para realizar Fräulein Lili, en el Theater der Josefstadt, y continuar posteriormente en Bruselas y en la Francia de Vichy. Años convulsos que supondrán la amargura del secuestro que le trasladará a Alemania por su condición de judío, y que acabará con sus días en el campo de concentración de Auschwitz (Polonia).

 Behrendt fue uno de aquellos alemanes que contribuyeron a la consolidación  del mundo del cine en nuestro país, entre otros como el suizo Arthur Porchet (Hogueras de la noche); los franceses Raymond Chevalier (Dale de betún), o Jean Gremillon (La Dolorosa o ¡Centinela alerta!) y los latinoamericanos Carlos Sanmartin (Cantos de ruiseñor) y Adelqui Millar (Madrid se divorcia). No menos importancia tendrá la representación alemana incorporada a la industria española y entre la que aparecen Adolf Trotz (Alalá, 1943), nuestro Behrendt y Doña Francisquita o el muy activo Max Nossik (¡Alegre voy!). La mayoría de aquellas producciones, dispusieron de financiación alemana bajo el soporte de Ibérica- Filmes S.A. En gran medida, una cantidad considerable destacaron por su calidad para las posibilidades de entonces y otro ejemplo sería el filme del francés Harry d´Abbadie d´ Arrast, con el realizado a partir de El sombrero de tres picos (Pedro Antonio de Alarcón), que dispuso de la colaboración de Eleanor Boordman, Hilda Moreno, Alan Jeayes y Víctor Varconi, con ilustración musical de Rodolfo Halffter, recurriendo a un estilo de folklorismo musical. La productora había sido fundada por David Oliver, en Barcelona, un judío polaco (1880/1947), cuya familia se había establecido en Bremen en 1905 antes de exiliarse en Barcelona en 1934 y huir a Inglaterra con el comienzo de la Guerra Civil. Allí probará proyectos con Alexander Korda.

Entre las producciones basadas en sainetes o zarzuelas llevadas a cabo en España, recordaremos títulos como Carceleras (José Buch, 1932), uno de los primeros en abrir brecha y que inauguró el período sonoro; La Dolorosa (Jean Grèmillon), mano a mano con Doña Francisquita: La farándula (1935), de Antonio Momplet; La Reina mora (1936), de Eusebio Fernández Ardavín; Bohemios (1937), de Francisco Elías y para mayor énfasis, La verbena de La Paloma (1935), sainete de Ricardo de la Vega y Tomás Bretón, que dirigió el muy prolífico Benito Perojo, cuyo éxito arrasaría en taquillas

Doña Francisquita, comedia lírica de Amadeu Vives sobre libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, destinada al estreno en el coliseo por excelencia del género, el Teatro Apolo- 17 de octubre, de 1923-, a mayor gloria de María Isaura, Cora Raga, Felisa Lázaro, Beatriz Carrillo, Ricardo Güell o Antonio Palacios, tendrá como antecedentes la intención de componer una obra inspirada en los madriles confiada a esos libretistas desde la adaptación libre de La discreta enamorada de Lope de Vega, coincidiendo en fechas con el fallecimiento de Gerónimo Giménez, en la absoluta indigencia, personaje con el que había colaborado en varias ocasiones. Una lenta elaboración prevista para un desarrollo en cuatro actos, que poco contribuyeron a las pretensiones del autor, dejando los dos primeros en uno. En su interés, se decidirá por un joven intérprete, Juan de Casenave, jaleado por títulos como Balada de carnaval o el tratamiento de Bohemios en forma de ópera; para el rol femenino, la citada María Isaura, con solvencia en el mundo operístico. Aventura en la que igualmente tuvo argumentos el empresario argentino Francisco Delgado, del que se contaría una jocosa y chocante anécdota.

En su evolución, habremos de tropezarnos con el fatídico asunto de un fatal accidente sucedido poco antes del estreno, que obligaría a la participación de cuatro colegas a completar la orquestación de la zarzuela. Joaquín Turina, se responsabilizó del final del primer acto, después de La canción del ruiseñor y del principio del Segundo; Conrado del Campo, optó por el Segundo acto, en su final, además del dúo de La Beltrana y de Fernando. Pablo Luna, orquestó el coro de románticos, dejando a Ernesto Rosillo, para el dueto de Francisquita y Francisca, del Primer cuadro del Acto segundo, que sólo se cantó en la noche del estreno, descartándose por su interés escaso. Chispero, en su sagacidad, supo destacar la canción de Francisquita, llevando a los aficionados al éxtasis, en un murmullo de admiración. Mayor trato se llevó La canción del ruiseñor, de la que se aceptada que Vives, devolvía a Madrid aquel himno genial que, de ser nuestro pueblo un poco más aficionado a la canción conjuntada, quedaría como un auténtico himno obligado. Casenave, hubo de bisar tres veces la romanza Por el humo se sabe dónde está el fuego. El coro de románticos y el bolero de Candil, hicieron pareja en el éxito logrado. Una recepción que logrará una de las cifras más reseñable de difusión, representándose en dos décadas 5.210 funciones, repartidas entre Madrid, Barcelona y Buenos Aires, con cálculos que superarían los quince millones de las pesetas de entonces, y que inevitablemente arrastraría parodias de la misma: Doña Francisquita, la maleva (Ivo Pelay), con ambiente arrabalero porteño además de otras en inglés y el francés. Una primera se estrenó en Montecarlo, en 1933, obra de André de Badet y René Gilbert. Ladislao Vajda, curioso director de cine, dirigió otra en 1953, con Mirtha Legrá y Armando Calvo.

Ramón García Balado

Andrea Rey y Mónica Redondo, en el Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña

 Auditorio Afundación, A Coruña

Museo das Belas Artes, A Coruña


Dos conciertos que contribuyen a la programación de Amigos de la Ópera de A Coruña, comenzando por la mezzo Andrea  Rey, acompañada por el maestro Aurelio Viribay, en el Auditorio de la Sede Afundación-día 20, a las 19´ 00 h., para un programa en preferencia de autores gallegos: Margarita Viso, Juan Durán, Borja Mariño, Octavio Vázquez, Fernando Buide, con la aportación del turolense Antón García Abril, tan relacionado con nuestra tierra por sus actividades en los géneros más diversos.  Andrea Rey, se formó en el CMUS Manuel Quiroga (Pontevedra), con la soprano Conchi Rodríguez, para ampliar con el tenor J.Antonio Campo, en el CMUS, de Vigo, antes de trasladarse a la Escuela Superior de Canto de Madrid, para seguir la docencia de Susana Cordón y la repertorista Irene Alfajeme. Se integró en la 4ª edición de Crescendo, un proyecto de la Fundación Amigos del Teatro Real, dedicada a fomentar, incentivar y respaldar el crecimiento artístico y profesional de nuevos talentos. En su repertorio, destacan roles en obras como el Magnificat (J.S. Bach); el Gloria (Vivaldi); el Stabat Mater (Pergolesi) o el Te Deum (Brucker), y en la  ópera: L´enfant et les Sortileges (Ravel- libélula y la taza china-); Mme Butterfly- Suzuki- (Puccini); Dido y Eneas-Dido- (Purcell); Suor Angelica- Zia Principessa- (Puccini); tercera dama de La flauta mágica (Mozart) y en la zarzuela: Manuela de La Chulapona (F.M. Torroba) o Dolores, en La Dolorosa (J.Serrano).

 Aurelio Viribay, un ejemplo de respetado repertorista, acompañó a ilustres como Walter Berry, Annalisa Stroppa y tantos otros. Fue profesor en la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena, (Wien Kunst Universität) y actualmente es responsable de la Cátedra de Canto, en Madrid, mientras colabora con otros artistas en cursos especializados como Thomas Quastoff, en la Mozarteum Universität (Salzburg).   Fue Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), con su tesis La canción de concierto, en el Grupo de Los Ocho de Madrid. Su presencia en ciclos y convocatorias es una de sus mejores aportaciones, en programaciones como la Juan  March (Madrid).

En este programa, el tratamiento de piezas de las 7 Cantigas de Martín Códax, cuatro en concreto firmadas por Margarita Soto: Eno Sagrado en Vigo; Ai ondas, que eu vin ver; Ai Deus, se sab´ora meu amigo y Ondas do mar de Vigo. Borja Mariño, al que tenemos presente por sus muchas aportaciones en estreno y en programas de ciclos especializados, y que para este concierto nos reserva Tres canciones gallegas sobre poetas de toda época: Lúa de vrau (Pura Vázquez); Saudade (Manuel Cuña Novás) y Cantiga de amigo, una mirada hacia el Medievo de Mendiño. Juan Durán, autor de abundantes estrenos con nuestras orquestas y en abundantes proyectos por encargo, aportará su Tríptico Rosaliano (Rosalía de Castro): Cada noite eu chorando pensaba; Tecín soia y Lúa descolorida. Ya en la segunda parte, el compositor con residencia en los Estados Unidos, Octavio Vázquez, siempre bien apreciado en las iniciativas de música contemporánea, tendrá Como chove miudiño (Rosalía de Castro) y En Cornes de la misma poetisa. Fernando Buide, autor de la ópera A Amnesia de Clio, con libreto de Fernando Epelde, repite con Rosalía de Castro con Dous cantares, para completar Antón García Abril, con las Cuatro canciones sobre textos gallegos: Cando vos oyo tocar, Todo é silencio y As de cantar, meniña gaiteira, todas de Rosalía de Castro, y Coita, poema de Álvaro de las Casas, el mundo de las canciones para voz con acompañamiento de las que fueron modelo As canciones Xacobeas, Homenaxe a poesía galega 1992/3, para mezzo y orquesta sobre textos que iban desde Ramón Cabanillas a Valle-Inclán, Cunqueiro, Pedro Meogo o  Lois Pimentel y Celso Emilio Ferreiro

Mónica Redondo, en el ciclo Generación ascendente- día 22, a las 19´00 h.-en el Museo das Belas Artes, estará acompañada por el pianista David Serrano. Mónica se perfeccionó gracias a becas como el Certamen Int. de Zarzuela de Vallesco, antes de conseguir primeros premios en convocatorias nacionales, interpretando roles como Dido (Dido y Eneas); Manuela (Agua, azucarillos y aguardiente); Maddalena y Giovanna (Rigoletto); Curra (La Forza del Destino); Estiro (Jason o la conquista del Vellocino); Soledad (La Revoltosa), dirigida por L.M. Pérez Sierra. Probó en el género del oratorio con El Mesías (Händel); Stabat Mater (Pergolesi); o el sinfónico con la Novena Coral, de Beethoven y la Messe de Requiem (Verdi). Debutó recientemente el rol de La Beltrana (Doña Francisquita) en el Teatro Cervantes (Málaga), en donde realizará próximamente el rol de Pepa (Goyescas, de Granados)

David Serrano realizó un master en el Royal College of Music (Londres), perfeccionándose como apreciado repertorista, tras ser alumno de Alexander Kandelaki y Nino Kereslidze y lograr el Premio del Concurso Marisa Montiel, de Linares y la mención de finalista del Concurso Infanta Cristina (Madrid). Compagina las labores docentes con los compromisos concertísticos actuando en Festivales como el Rubens 2024, artista revelación bajo el título Pasión, desencanto y muerte. Concierto con reseñable cuño Latinoamericano, tras una primera parte iniciada con el tintes impresionistas de Claude Debussy, por Beau soir, para continuar con el personalismo de Francisc Poulenc, en pieza tan representativa como Les chemins de l´amour y un quiebro provocativo por el Kurt Weill, de Wie lange noch.  Una carta de transición a través de la música española representada por Xabier Montsalvatge, en las populares Cinco canciones negras, un salto cultural de herencias hispanas: Cuba dentro de un piano; Punto de habanera; Chévere; Canción de cuna para dormir a un negrito y Canto negro. Ernesto Lecuona, con la romanza de María de la O, sainete lírico en prosa y verso en un acto, divido en cinco cuadros, sobre libreto de Gustavo Sánchez  Galarraga, para ser estrenado en el Teatro Payret (La Habana), el 1 de marzo de 1930, dejando una transcripción para piano y voz del propio compositor, al que seguirá la zarzuela en un acto El Maizal, que se estrenará en el mismo teatro pocos días después.

Para la segunda parte, un reparto entre Carlos Guastavino, en el ciclo de canciones coloniales- Cuando acaba de llover…; Préstame tu pañuelito…Ya me voy a retirar…y Las puertas de la mañana. De este compositor, La rosa y el sauce y Pueblito, mi pueblo. De este estilo de canciones nacionalistas, algunas destacan gracias a sus melodías folklorizantes en la tradición del siglo XIX, que supo armonizar escribiéndolas con acompañamientos elaborados e idiomáticos para el piano, respetando en un todo texto, melodía, ritmo y forma e imitando las sucesiones armónicas y las situaciones cadenciales propias de dichas canciones en su ambiente original. El resultado puede describirse como una imagen casi literal de la canción tal como se la podía escuchar en la tradición, como es el caso de las Cuatro canciones argentinas (1949), piezas que se hermanan con las elegidas para esta velada tan latinoamericana. Será Astor Piazzolla quien ponga el grado superlativo con las piezas claramente representativas: Piano solo; Invierno porteño y Estaciones porteñas. Lo mismo podremos decir de Los  pájaros perdidos y Yo soy María. Piazzolla en María de Buenos Aires (1968), gran éxito artístico del que entonces se diría: La poesía de Horacio Ferrer era al tango, lo que al tango era la música de Astor Piazzolla. Llegaba el músico a su altura creativa suscitando en el agudo Quito González  Azcona, uno de sus furibundos entusiastas quien llegó  a constatar: María de Buenos Aires, no necesita letra: se entiende escuchando la música. Recordaremos la Balada para un loco para hablar de los delirios del amor y que sabrá estremecernos en la voz de Amelita Baltar.

Ramón García Balado

 

Steamboat Bill, Jr., de Buster Keaton, con tratamiento musical de Timothy Brock, para Cineuropa

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 

Cada convocatoria de Cineuropa nos viene ofreciendo desde hace temporadas una adaptación sonora de filmes mudos, desde la óptica de Timothy Brock, y que en esta ocasión nos acerca al increíble Cara de palo, Buster Keaton, con la película Steamboat Bill, Jr (El héroe del río), por esas licencias ligeramente gratuitas, a causa de las urgencias de la época (1928). El propio Timothy Brock dirigirá a la RFG en el Auditorio de Galicia- día 21, a las 20´30 h-, para regocijo de entusiastas cinéfilos del cine de años dorados. Buster Keaton era actor cómico que se enfrentaba a un sórdido mundo hostil sin mostrar la menor emoción, superando las dificultades físicas con una exhibición de acrobacias deslumbrantes pero fríamente calculadas. Esa negativa (o incapacidad) para reflejar emociones, nacía quizás de la creencia en que el triunfo y la tragedia, se suceden inevitablemente, y que ni una cosa, ni la otra, merecen la más mínima excitación. Lo más destacado de sus filmes es la energía de su personaje así como la impasibilidad de su rostro, que hizo que fuese bautizado como Cara de palo. Mientras que otros actores cómicos recurrían a la mímica, Keaton se expresaba mediante acrobacias para las que, por lo general, no recurría a dobles o especialistas, y que realizaba en planos largos y sin interrupción. No existe el menor truco en la escena del tronco que rebota de El maquinista de la General,  ni en la del salto al agua desde gran altura en El navegante. Las proezas en Steamboat Bill, Jr., fueron realizadas todas ellas por él mismo. En El comparsa, se le ve en un solo plano luchar desesperadamente con el malo desde un extremo de un lujoso yate hasta el otro, caerse al mar desde una gran altura, verse arrastrado por la corriente y trepar por una cuerda para reanudar la pelea. En The Paleface (1921), había saltado desde 24 metros de altura sobre una red y en The Hospitality, casi se ahogó filmando la escena de la cascada. En su denodada lucha contra las fuerzas del Mal, su resistencia a la adversidad, su estoicismo frente a las desgracias y catástrofes, su enigmático rostro, no parecen reflejar la menor emoción, pero al mismo tiempo posée una asombrosa habilidad para adaptar la tecnología a sus propias necesidades, como el detalle de usar una caldera en El navegante, como dormitorio.

Su asistencia al Festival de Cine de Venecia (1965), cuando se presentó Film, sobre texto de Samuel Beckett, dirigida por Alan Schneider e interpretada por él, recibió el aplauso del público mientras que nuestro hombre, figura diminuta, en estado de mal aspecto de salud, era conducido por el pasillo por el exhibidor de Los Ángeles Raymond Rohauer. En la gran pantalla, su rostro, que solo se mostraba al final de la película, llevaba la impronta de una terrible desesperación, sensación que se veía confirmada cuando se le contemplaba en persona. ¿Qué pasaba acerca de la película, que, aparentemente, en contradicción con el resto de su filmografía, no tenía nada de cómica? Quizás el hombre se sentiría alejado y ajeno de todo el mundo, pero no de sí mismo. Cinco meses después, a la edad de 70 años, Buster Keaton le daría carpetazo a este mundo que ya sobrepasaba su interés.

Timothy Brock, que en la convocatoria pasada nos ofreció su tratamiento de The Immigrant (1917), de Charles Chaplin, es maestro centrado de lleno en estos compromisos desde La nueva Babilonia, de D. Sostakovich, la épica de Cabiria (Manilo Mazza); Entreacto (Eric Satie); Ballet mecánico (Antheil) o El asesinato del Duque de Guisa (C. Saint-Saëns) y la Sinfonía del fuego (I. Pizzetti), pero no menor arraigo será su apuesta con recuperar las obras de los músicos calificados como Degenerados en los años negros del fascismo: Erwin Schulhoff- su segunda sinfonía-; Hanns Eisler-Niemanslied o Kuhle Wamp-; la ópera El Emperador de La Atlántida (Viktor Ulmann), escrita desde el gueto de Terezin y otros trabajos rescatados con verdadero empeño de músicos arrastrados por la ignominia como Hans Krása (1899/1944); Gideon Klein (1919/1944); Pavel Haas (1899/1944) o Alexander von Zemlinski, (1871/1942), puede que el más afortunado cara a la historia.

Brock es autor, al margen de estos trabajos que han cimentado su carrera, de obras también para concierto: tres sinfonías, otros tantos conciertos para solista; óperas- Billy (1995), sobre libreto de Bryan Willis; Mudhoney (1998), una adaptación de Friday Locke. Divertimento (Cinco imágenes postales), recibiendo el encargo de componer un ciclo de canciones para orquesta, para la soprano Cyndia Sieden, con textos del poeta Rupert Brook. Para primeras orquestas del ámbito internacional, realizó precisamente esas adaptaciones que fueron divulgadas con fortuna, algunas de ellas ofrecidas en los ciclos de Cineuropa. Filmes que se incorporaron a los programas estables de formaciones como la Orchestre Nationale, de Lyon; la O. S. de Berna; la O. F. de Bruselas/BMG; la O.C. de Los Ángeles o la Parodia de Carmen, para el Teatro de La Zarzuela (Madrid). La Filmoteca de Bolonia, a través de una intensa relación profesional, fue motivo de siete partituras, incluyendo Nosferatu (1922); El abanico de Lady Windermere (1925); El difunto Matias Pascal (1926), dirigiendo en 2017, el esperado estreno de su partitura para la épica de ciencia ficción de Fritz Lang Frau im Mond (La mujer en la Luna) (1929), un encargo del Konzerhaus Wien, estrenado por la Rundfunk Wien O. Otras aventuras quizás distantes de esta línea, la encontraremos en proyectos de producciones sobre clásicos del musical: West Side Story, para el Teatro Communale de Bolonia o Lady Be Good- George Gershwin, para el Teatro San Carlo, de Nápoles y hasta My Fair Lady, destinado al Teatro Regio, de Turín.

Ramón García Balado

15/11/2024

Plural Ensemble, ciclo Vertixe 12 en el Museo das Belas Artes de A Coruña

 Museo das Belas Artes, A Coruña


Plural Ensemble, grupo que dirige Fabián Panisello,  aportarán su colaboración en las actividades de Vertixe 12, en el Museo das Belas Artes de A Coruña- día 17, a las 20´00 h.-, ya como cierre de este ciclo, y con un programa dedicado a compositores actuales, con un homenaje a Joaquín Rodrigo, en el 25 aniversario de su fallecimiento, con una de sus composiciones englobadas dentro del llamado estilo casticista, como son las Set Cançons Valencianes, en sus tiempos Allegreto, Andante moderato y Andante moderato e muy cantábile. El resto de los compositores encuadrables dentro de la joven vanguardia de indagación sobre los recursos expresivos, serán José Luís Perdigón, con la obra Son de madeira rota, un encargo del INAEM y el propio Plural Ensemble, en estreno absoluto; Guido López Gavilán, con Plural toccata, también en estreno para este ciclo; Andrés Poncela- O sombreiro da sorte- , ganadora de la Convocatoria de Jóvenes Compositores, en un proyecto realizado por el Plural Ensemble 2024, igualmente en estreno; Aitor Vázquez  Torres- Credo- merecedora del mismo galardón citado en esa convocatoria del Plural Ensemble y Mercedes Zabala- Cual (Un cervo no faiado), encargo del INAEM y del Plural Ensemble. Acentos, se anuncia como título de reclamo para este concierto, una fiesta de la inmigración y la multiculturalidad, recreándose en esos acentos de las ingentes voces y charlas que se escuchan en las variadas  culturas. Madrid, pasa por ser una ciudad de acogida y una metrópoli que recibe gentes provenientes de los lugares más diversos, quedando representados precisamente por las obras que se escucharán en esta sesión.

Plural Ensemble, participó en las Xornadas de  Música Contemporáneas ofrecidas en Santiago, en 2022 bajo el título de Poñer o foco, en las que las principales propuestas se habían confiado a la JONDE FOCUS, repartidos en diversos períodos a lo largo de años concentrados entre 2008 y 2022, con obras que iban desde G.F. Haas, a Kajia Saariaho, Steve Reich, Peter Eövöst y compositores españoles del momento, desde J.M. López López, Jesús Torres, Ramón Humet, Elena Mendoza, Raquel García-Tomás o Alicia Díaz de la Fuente. Cartografías do Plural sirvió como punto de referencia que tendría a la musicóloga Rosa Fernández, como presentadora de cada uno de los conciertos. Plural Ensemble, especializado en repertorios de los siglos XX y XXI, participa en los ciclos de Conciertos de la Fundación BBVA, en el Auditorio Nacional y en la serie de propuestas con solistas en su sede del Palacio Marqués,  mientras realizan giras como parte de sus compromisos con festivales del ámbito contemporáneo desde Estrasburgo a los Présences parisinos; Manca de Niza; Spaciomusica (Cagiari); Quincena Musical Donostiarra, ciclo WRD (Köln); Otoño de Varsovia; Klangspuren Schwaz (Tirol) o Konzerthouse Berlin. Estrenan obras de Jörg Widman, Cristóbal Halffter, Siegfried Mauser, Nicolas Alstaedt, J.M. López-López, Mattias Pintscher, Jon Ketilsson, Zsolt Nagy, César Camarero, Tadeusz Wielecki, Hansjorg Schellenberger, Marco Angius, Peter Csaba, Luís de Pablo, Toshio Hosokawa,Dmitri Vasilakis o Peter Eövöts. Realizaron registro de los compositores citados para los sellos Col  Legno; Columna Musica; Verso; Cervantes o NEOS, participando en grabaciones para la radio como las llevadas a cabo con WDR; RNE; RBB; Radio France; RTBF, la Radio polaca, y otras muchas.

Para el programa del día, Andrés Poncela- O sombreiro da sorte-, músico con formación en el Centro Katerina Gurska, en la especialidad de dirección y en el RCSMM, teniendo como maestros a Konrad von Abel (alumno de Sergei Celebidache, que tan excelentes impresiones dejó en nuestro país durante años), Enrique García Asensio o Alejando Vila. Su obra fue galardonada con el Premio de Jóvenes Compositores de Plural Ensemble 2024 y llega como estreno absoluto. José Luís Perdigón-Son de madeira de rata- músico con formación en Graz, en la Musik der Jahrhunderte (Stuttgart) y que su quehacer se interesa por la exploración de objetos sonoros extraños, en una indagación hasta los límites inesperados. Fue dinamizador del Trío Acento. Joaquín Rodrigo- Set cançons valencianes, típico estilo de un nacionalismo convencional, en la muestra de sus tres tiempos fácilmente reconocibles: Allegretto; Andante moderato y Andante moderato y muy cantábile. En medio de tantos compositores de estricta contemporaneidad, la obra queda como un homenaje conmemorativo del compositor universalmente apreciado.  Guido López Gavilán- Plural Toccata-, estreno por excelencia para este grupo, composición de un músico de Matanzas (Cuba), Premio Nacional en su país y con formación en el Conservatorio Amadeo Roldán, con Manuel Ochón, ampliando en dirección de orquesta con Daniil Tiulin, disfrutando de las docencia de Haroldo Gramatges, Leo Brouwer, J.Ardevol, Esther Ferrer o Edgardo Martín. Recibió una beca para ampliación de estudios en el Conservatorio Tchaikovski, de Moscú, con Leo Goinsburg. Aitor Vázquez Torres- Credo- obra con Premio del Plural Ensemble 2024, de Jóvenes Compositores y que se ofrece también como estreno, Aitor probó en la dirección con Arsis Ensemble, agrupación que tuvimos en el Ciclo Contemporáneas, con La fabbrica illuminata, de Luigi Nono, y que se ofreció en el Festival Resis (A Coruña). Tuvo como profesores a Marco Piollet, Wolfgang Dörner, en la Kunstuniversität Salzburg, y como director estuvo al frente de la O. de Hungría, el Ensemble für Neue Musik, mientras compartió experiencias con Sánchez-Verdú, Cristóbal Hallfer, Luís de Pablo o Alberto Posadas. Recibió el Premio Flora Prieto. Mercedes Zabala- Cual  Un cervo no faiado), un encargo para el INAEM y el Plural Ensemble, compositora tentada por la indagación de culturas ajenas al medio occidental, investigando a fondo las raíces de las tradiciones senegalesas. Estudió en el Conservatorio Teresa Berganza de Madrid y entre 2007/10, fue una activa promotora de la Asociación de Mujeres de la Música. Otro espacio a tener en cuenta, fue la puesta en activo del Grupo Secuencia, centrado en las artes escénicas.

Ramón García Balado

Doña Francisquita, un filme de Hans Bherendt, dentro del ciclo Cantantes Líricas galegas dos séculos XIX e XX

  Facultade de Xeografía e Historia, Santiago de Compostela Punto de encuentro en el ciclo dedicado a Cantantes líricas galegas dos séculos...