Auditorio Fontán, Santiago de Compostela
Concierto en el Auditorio Fontán (Cidade da Cultura), con profesores del LXVII Curso U.I. Música en Compostela-día 7 a las 20´00 h-, bajo el título Turina al lado de dos perlas escondidas, un cuarteto integrado por el violín Stephan Picard, el viola Ashan Pillai, y otros dos nuevos que participan en el elenco, Thomas Carroll, violonchelo que tuvo su primera experiencia con la Berlin Philharmonic en 2006, fundando en Inglaterra la London Beethoven C.O. (2012) además de ser nombrado director artístico de la Orpheus Sinfonia; el pianista Andrei Banciu, natural de Timisoara (Rumanía ), comenzó sus estudios con Maria Bodo, para seguir en Berlín en la UdK (Universidad de Las Artes), con el profesor Klaus Hellwig y en la Hochschule für Musik Hanns Eisler, con Fabio Bidini.
Gaetano Brunetti (1744/98), tendrá el Divertimento para violín, viola y chelo L. 145, en sus tiempos Andante expressivo; Minuetto. Allegretto y Finale Allegro. Heredero del prestigio de la sonata en trío barroca, quedará como uno de sus continuadores, disfrutando de una asentada popularidad hasta la entrada de la década de 1770, en una apacible convivencia con el género del nuevo cuarteto. En nuestro país, siguió siendo favorecido por los compositores y por el creciente público aficionado, tema del que nos queda un recuerdo respetable que dejará constancia en los mentideros cortesanos. Brunetti y Boccherini, compusieron abundantes tríos, siendo muchos de ellos anteriores a 1780, género por el que no dejarán de interesarse, efectivamente, nuestro maestro del día, mantuvo su admiración por Boccherini, aunque no fuese el único y que se extenderá hasta F.J. Haydn. Su figura, sólo puede entenderse, como tantos otros contemporáneos, por el contexto del sistema de mecenazgo, propio del Antiguo Régimen, una de las pocas opciones que tenían los compositores de enfrentarse a un futuro incierto, en el complejo entramado de las instituciones del poder. La práctica de la música de cámara, permitía de modo especial distanciarse de las rígidas barreras que separaban los distintos estamentos sociales para crear la apariencia de una sociedad igualitaria, en la que el rey o el aristócrata y su sirviente el compositor o músico, compartían momentáneamente en pie de igualdad, exactamente la misma actividad. De esta curiosa posición, se benefició en un momento y durante años, nuestro apreciado Brunetti, convertido de esta forma en el prototipo de música de corte, ejemplo consumado de artista de un músico procedente de Fano (Italia), sabrá escalar socialmente hasta ser nombrado maestro de violín del Príncipe de Asturias, del que será su fiel compañero, en especial en el ámbito creativo en entrega de obras para la Real Cámara.
Joaquín Turina- Trío nº 2, en Si m.Op. 76, en sus tiempos Lento; Molto Vivace y Lento-, obra para piano, violín y chelo, del año 1933, compromiso para su estreno en La Haya, con el Trío Neerlandés, un grupo con el que venía colaborando desde el Op. 35, obra dedicada a Jacques Lerolle, y que se condensa en tres espacios. El Lento, resulta un perfecto tratamiento del concepto de un clasicismo español, heredero de generaciones precedente y con un singular estilo que conocemos de obras anteriores como la Escena Andaluza Op. 7, puesta en atriles en la Salle Erard parisina. El Molto Vivace, viene impregnado por un meditada concisión resulta en una forma A-B-A, con la sección central escrita en 5/8, carente de acentuación propio del zortiko, tan apreciada por el sevillano y que rehusaría en muchas de sus obras. El Lento, muestra menos regularidad forman, compensando con una acentuación excelentemente resuelta que se plantea en sus pretensiones como un broche de adorno, impregnado de estilemas tan característicos del músico, autor de delicias como los Tres poemas Op. 81, para voz y piano y que en Madrid estrenaría la maestra de tan excelentes cantantes, Lola Rodríguez Aragón, con el compositor al piano.
Julián Bautista (1901/61)- Sonata Concertata a Quattro: Allegro assai; Andante sostenuto y Allegro deciso- una dedicatoria a S.M. La Reine Elisabeth de Belgique y Primer Premio del Concurso Int. Quatour Belge à Klavier, à Bruxelles (1938). Otro maestro en el exilio, músico de la Generación del 27 y del Grupo de los Ocho, alumno de Conrado del Campo, junto a Bacarisse y Remacha, músico que realizará una carrera primordial en La Argentina, con Juan José Castro mientras sobreviviría gracias a trabajos alimenticios para el cine, además de estrenar su ballet Juerga, estrenado en el Teatro Colón. De sus años españoles, quedarán esta Sonata Concertada a Quatto (1933/4), obra de una trayectoria compleja y que llegó a considerarse como perdida e inédita, perteneciente al período del Preludio para danza, una dedicatoria a Regino Sainz de la Maza, o la Suite all´antica, que dará a conocer la O.F. de Madrid, en el Teatro Español, una sesión dedicada a José Lasalle. El período ostensiblemente neoclásico de sus primeros años, nos dejarán algunos de los primeros cuartetos, con críticas positivas de Adolfo Salazar, pero mejor consideración recibirá por parte de Falla e Igor Stravinski, quien había visitado nuestro país para dirigir Petruschka y Pulcinella. De Julián Bautista y en lo relativo a nuestra tierra gallega, recordaremos ya en el exilio, los Cuatro poemas galegos, para voz, flauta, oboe, clarinete, viola, violonchelo y arpa, sobre textos de Lorenzo Varela: María Pita e tres retratos medievales. Son esas canciones María Pita; O Touro; A Ruy Xordo y María Balteira, una obra presentada en el Festival de la SIMC, en Amsterdam (1948), obra original en la que el compositor apuesta por recrear un imaginario mundo medieval, a través de un lenguaje sobrio, sencillo y con tintes arcaicos, ausentes de toda polifonía, dentro de una monofonía con detalles de un primitivismo en las armonizaciones, además de una clara presencia de la modalidad.
Ramón García Balado
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