18/10/2024

Ecos sinfónicos perceptibles en Eduardo Soutullo, Vaughan Williams y Jean Sibelius

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela 10 de octubre

Centro Cultural Afundación, Pontevedra, 11 de octubre

Eduardo Soutullo
Ecos sinfónicos, como título de reclamo para el programa de la Real Filharmonía de Galicia  dirigida por Sebastian Zinka, con obras de Eduardo Soutullo, Ralph Vaughan- Williams y Jan Sibelius,  Eduardo Soutullo aportaba All the echoes listen, modelo de un músico que ya dejó razones en otra obra como But in vain…y que con esta composición había obtenido el Concurso Int.de Composición Ciutat de Tarragona, preparando su presentación pública con la OSG, como primer eslabón de un tríptico, un período en el que también dio a conocer In terra incógnita, para coro, recibiendo el Primer Premio Luís Morodo de Composición. La lectura de la poética de Oliver Wendell Holmes, está en los fundamentos de lo que serán un vital tríptico sinfónico, a partir del poema All the ecohes listen, /But in vain…/They hear no answering strain (Todos los ecos escuchan/ Aunque en vano/, Pues no oyen ningún sonido en respuesta. Un anclaje superrealista para conducirnos a un planteamiento musical que se distancia de las dependencias de pasados trillados.  La etapa de formación en Roma, permitió a Soutullo adentrarse en las tradiciones policorales cultivadas por músicos como Orazio Benevoli (1605/72), en sus años en la Iglesia S. Luigi dei Francesi y de Giuseppe Ottavio Pitoni (1657/ 1743), en la iglesia de San Marco Evangelisti. Policoralidades que trasciende épocas y que no dejarán de resultar un irresistible atractivo para músicos que vendrán después, al margen de la recuperación llevada a cabo por expertos en las corrientes historicistas tan apreciados actualmente.

Eduardo Soutullo, es autor de obras como Jobs and gates at Dawn (And other uchonías), encargo de la Fundación Autor y AEOS o la ganadora del III Concurso Int. de Composición Auditorio Nacional- Fundación SGAE, Erfahrung und sonst nichts. All the echoes listen, cuenta con registro de la OSG y recibió tratos de favor por formaciones como la Sinfónica de la Radio Sueca, dirigida por Tommy Andresson; la O. Nationale de Lorraine, con Jacques Mercier; la O. S. de San Petersburgo (Alexis Soriano); la O. de la Comunidad de Madrid (.M. Pérez Sierra) y en especial con la OSG, dirigida por Hannu Lintu. Obra seleccionada por la SIMC, para representar a España, en los WORLD Music Days (2009). Parámetros que descubrimos en ella, nos la traslada a las proximidades del llamado espectralismo francés, un aliciente siempre como elemento de atracción y que se maneja en las cercanías estéticas de Gérard Grisey, punto de lanza hacia el post-espectralismo y el neomodalismo tan determinante en las dos décadas pasadas. No faltan pues las deudas con Olivier Messiaen, maestro de referencia, y otros compañeros de travesía: Toru Takemitsu, Magnus Lindberg, Marc –André Dalvavie o los españoles César Camarero o  David del Puerto. La búsqueda permanente de una recreación de atmósferas sobre un influjo intuitivo siempre alerta, es aliciente que convierte a esa pieza en puro reflejo de su tiempo. Su presencia en la cita Conversando con…, no fue posible por su compromiso obligado en la entrega del Premio Nacional de Música que coincidía en fecha.

Ralph Vaughan-Williams- Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis-, nacida desde un cuarteto de cuerdas y doble orquesta de cuerdas, de nuevo un compromiso para el Three Choirs Festival (Gloucester), con estreno en la Catedral de la ciudad el 6 de septiembre de 1910. El cuarteto estaba integrado por los primeros violines de la orquesta. En lo primordial será el distanciamiento del preponderante germanismo que marcaba pautas, consiguiendo por lo visto su objetivo, en ese ejercicio imaginario de probar con la tentativa de recuperar estilismos del período de Thomas Tallis. Será una  melodía del English Hymnal la que cobre mayor sentido, dejando una escritura soberbia para esa formación en la que sobresalen sonoridades catedralicias, efectos en eco, acordes espaciados, quintas paralelas en los bajos y una pretendida polifonía- aspecto que nos acerca a la obra de Soutullo-, siendo cada una de las secciones resultado de esa idea tramada a partir de un tema clave, con medidas armonizaciones a nueve voces de la idea de Tallis culminando en una intensidad solemne finalizando con una coda-fantasía pronunciada por un violín a solo. Obra que por su desarrollo consigue mantener la atención del oyente a lo largo de su discurso sonoro.

Jan Sibelius- Sinfonía nº 4, en La m. Op. 63- obra de infortunio por su recepción a consecuencia del limitado interés que irradiará en otras presentaciones mientras componía una Cantata a cappella para coro femenino; el Vals romántico para cuerdas; las Escenas históricas I, Op. 25 o la versión orquestal de Rakastava Op. 14, siendo nombrado profesor en el Conservatorio de Viena, posibilidad que acabará rechazando, La Sinfonía nº 4, supone una evidente ruptura de consecuencias irreversibles, en las que se ponían de manifiesto otros problemas de salud. Obra que no disimula su distanciamiento de otros sinfonismos de mayor empaque sonoro, llevándola hasta las estrecheces de las concisiones aforísticas. Será el sabio Arturo Toscanini quien sepa intuir la importancia que esconde en sus cuatro tiempos. Para Sebastian Zinka, no dejará de ser el resultado de esta serie de ecos sinfónicos, que le trasladan a un periodo de intensas vivencias compartidas en Finlandia, en donde estudió y trabajó con resultados que redundarán en su carrera profesional.

El Tempo molto moderato, Allegro, Tempo largo y Finale, se preparó a través de una entrada sobre un intervalo de tres tonos enteros (tritono) que definía la clave determinante de la obra, para dejar entrada a la sección del chelo a solo que propiciaba el primer tema y un segundo poderoso sobre acordes de metales, para confirmar la tonalidad de Fa sost. M., alcanzando un extenso y detallista desarrollo de expresión concentrada. El Allegro molto vivace, breve, como respuesta al anterior, resultó un scherzo al que concedió protagonismo el oboe, con trémolos de cuerdas. Vale por su importancia el clima de reposo introducido por un tema danzante.  Il tempo largo mostró un paisaje devastado y deshumanizado, uno de sus tiempos más osados como ejemplo de su relación con el medio circundante, cercano a su obra Tapiola (poema sinfónico)  por su actitud rapsódica. El Finale (Allegro, en La M.), se encadenó con ese movimiento anterior, asemejándose por su tonalidad a través de un primer tema amplio y sinuoso, con fragmentos de temas desarrollados junto a otros motivos. La coda exhibió para mayor acentuación, un estilo que concluía  desmembrándose en un unísono de cuerdas, repetido a ocho voces. Un final ciertamente perplejo por su conclusión sorprendente y difusa.

Ramón García Balado

Real Filharmonía de Galicia/Sebastian Zinka

Obras de Eduardo Soutullo, R. Vaughan Williams y Jean Sibelius

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Centro Cultural Afundación, Pontevedra

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