08/08/2023

Sung-Won Yang y Ángel García Jermann, chelos en el LXV Curso U.I. de Música en Compostela

 

9 de agosto 2023-Sala de Arte del Hostal de los RR.CC.

Concierto de los chelista Sung-Won Yang y Ángel García Jermann, con la colaboración del guitarrista José Mª Gallardo del Rey y del pianista Ángel Huidobro, en la Sala de Arte del Hostal de los RR.CC- 19´00 h-, dentro de las actividades del LXV Curso U.I. de Música en Compostela y con el patrocinio de la Fundación Barrié de la Maza. Sung-Won Yang, es artista que ha visitado centros espacios como el Lincoln Center, La Salle Pleyel, el Téâtre de Les Champs Elysées, la Ópera City (Japón), el Concertgebouw (Amsterdam), o el Wien Musikverein. Grabó para EMI, la integral de Kodaly, Edison Awards (Países Bajos), además de registros con obras de Rachmaninov, la integral se suites bachianas, y sonatas de Beethoven.  Ángel García Jermann, hispano-alemán, es profesor en el Conservatorio Superior de Madrid y solista de la ORTVE, colaborando también con la O. de Cadaqués, la de la Comunidad de Madrid, mientras mantiene la docencia por otros países europeos. Estrenó Solo, de Cristóbal Halffter; el Concerto grosso nº 2, de A. Schnittke, en España y obras de Jaime del Val,  J.Torres, A. Guijarro, A. González Acilu, y Ramón Paus

En programa, un importante protagonismo concedido a Luigi Boccherini por dos obras: La sonata para chelo y b.c., en Do M. G. 6, y la Sonata en La M. G.4, ambas en tres tiempos. Emilio Moreno, conocedor de su obra, nos dirá que el autor no era, a pesar de su estatus virtuosístico, un compositor de acrobacias, por  mucho que desde el punto de vista interpretativo, sea imposible tocar sus obras si no se es un músico experimentado, refiriéndose especialmente a estos géneros camerísticos- cuartetos y quintetos-, en los que el papel conferido al chelo, exige una técnica muy por encima de lo habitual. En efecto no hay fuegos de artificio en este elegante maestro, al contrario, ya que desde sus primeras obras manifiesta una sensibilidad especial. Un particular cuidado de la expresión musical, juiciosamente alejado del virtuosimo vacuo.

Tenemos al Boccherini españolizado, que alcanzará sus mejores momentos, por el conocimiento de los más mínimos detalles y que hacen sonar la base de su conocimiento exhaustivo, en recursos y colores, de las  tonalidades, de los tempi, estirados hasta lo inverosímil, de la afinación y el temperamento como elemento expresivo, de una dinámica extremada, minuciosa y refinada, de recursos expresivos y sonoros, tan suyos como sus smorfiando, sus mezza di voce, sus pontichelli, sus vibratos de arco y cuerdas al aire, de una mecánica siempre puesta al servicio de la expresión, y no viceversa. Boccherini es el autor por excelencia de la idoneidad instrumental.

Manuel de Falla, en una perspectiva distinta de algunas de la 7 canciones populares españolas: El paño moruno- con sus detalles que repetirá en El sombrero de tres  picos-; Asturiana-lamento del norte, con su rebuscamiento en el acompañamiento-; Jota- piecita bailable con su rítmico preludio, para cada entrada; Canción- pendiente de su estado de resignación y Polo, andaluz y sujeto a un persistente acento guitarrero, de  tintes jondos. Jondo en Falla, por asimilación y herencia. Canciones cuyo tipo genuino sería la siguiriya gitana, de la que derivan otros estilos conservados en la memoria colectiva, los polos, martinetes, carceleras, y soleares. Las coplas llamadas malagueñas, granainas, rondeñas, peteneras, etc…no pueden considerarse más que como consecuencia de las antes citadas, y tanto por su arquitectura como por su ritmo, difieren unas de las otras. El gran maestro Manuel de Falla, gloria del Concurso de Cante Jondo, creía que la caña y la playera-desaparecidas, casi por completo-, tenían en su primitivo estilo la misma composición.

José Mª Gallado del Rey, nos deja Banderillas de Tiniebla, para violonchelo y guitarra (2006). Inspirada en Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (Lorca). Ernesto Guasp, en un escrito del 22 de septiembre de 1935, nos recordaría de aquellas fechas. El poeta hablaba de una velada compartida: Los gitanos, que me quieren a mí mucho, me hicieron una Semana Santa con el regalo de sus liturgias y de sus vinos mejores. Pusieron un altar con diez toneles de vino y muchas rosas de papel y candelas encendidas con los retratos de Joselito y de Ignacio Sánchez Mejías, y yo leí ante él por primera vez mi Elegía por la muerte de Ignacio. Tan tremendo con las últimas banderillas de tinieblas… Después bailaron descalzos…y no dejaron de entrar ni a mis mejores amigos. El único ajeno, sería precisamente Ernesto Guasp.

Lorca ahora y de nuevo en Santiago, por la exposición en A Casa do Cabido, propuesta por Henrique Alvarellos, y la edición pareja del libro Federico García Lorca. En Santiago de Compostela: Santiago de Compostela exerceu en Federico García Lorca unha enorme atracción. Visitou a cidade en varias ocasión en 1916 e 1932, e aquí publicará os seus versos en lingoa galega, os insólitos Seis poemas galegos (Edición Nos,1935). Esta mostra trae de novo a Compostela, ao gran poeta andaluz que llegaría a definirse como poeta galego. Aquí están manuscritos seus, debuxos orixinais, imaxes en movemento e fotografías das súas viaxes a Santiago e a Galicia. E tamén singulares edicións das súas obras, cartas dos seus amigos galegos, ou probas documentais da sua profunda admiración por Rosalía de Castro e pola lingoa e cultura galegas. Sentiremos de novo a Lorca en Compostela. Camiñaremos con él. E paxesaremos estas rúas como el fixo, totalmente  fascinado, naqueles días de ouro da Repúplica, cando deixou en nós, o seu ronsel inmortal.      

Antón García Abril con la Sonata del Atardecer: Allegro, El bosque de los ausentes-Adagio e libero y Andante-Allegro-esperanzado, composición para chelo y piano (2004), obra que surge tras la propuesta de varios autores de teatro españoles con motivo del I Aniversario del 11 de marzo- 11M-, en el que murieron 192 personas, en las proximidades de la estación de Atocha,  de la que saldrán once textos para ser leídos ese día en varios teatros madrileños. El encargo era serviría de unión a los textos a modo de interludios. De ahí nació El bosque de los ausentes, obras para chelo y piano grabadas por el chelista Asier Polo y el compositor al piano. De este germen creativo, nuestro protagonista compondría otra obra, también para los dos  instrumentos, de mayor elaboración y envergadura que mantendría el título original

Romanzas para completar, una con firma de Eduardo López Juarranz (1844/97), compositor especializado en obras para banda, destacando por sus pasodobles y miembro de Banda del Regimiento de Ingenieros de Sevilla. Otra de Juan Mª Guelbenzu (1819/86), perteneciente a una familia de músicos, con estudios parisinos con Prudent, Zimmerman y Alkan, mientras pudo conocer a Chopin, Thalberg y Liszt, enriqueciendo el repertorio español como hicieran Pedro Albéniz y Santiago de Masarnau. Fue profesor en 1841 de la reina María Cristina, ganando entonces la plaza de organista segundo numerario de la Real Capilla, a las órdenes de Pedro Albéniz, a quien acabaría sustituyendo. Su actividad personal, se desarrolló en el Palacio Real. Gerónimo Jiménez (1854/1923), con una romanza instrumental, ajena a las típicas de sus zarzuelas. Una romanza vistosa que conoció una grabación del chelista Álvaro Campos y la pianista Menchu Mendizábal, editada en un registro- Músicas de salón (Kirios)-, entre piezas de Conrado del Campo, Ruperto Chapí, Manuel de Falla, T.F. Grajal, Pablo Barbero, Ana Guillem, Santiago de la Riva y Miguel Jiménez.

Ramón García Balado.


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