15/07/2023

El legado de Maruxa Seoane, música y poesía, en el Museo de Belas Artes de A Coruña

Acto matinal del domingo día 20 en el Museo de Belas Artes de a Coruña, cerrando la exposición con el legado de Maruxa Seoane, protagonizado por el guitarrista Samuel Diz, con motivo de la presentación de su cd, “Memoria da melancolía”, acompañado por el oboísta Benxamin Otero, y la poetisa Yolanda Castaño, para la lectura de textos pertenecientes a artistas, intelectuales y músicos de la Generación de la República, el entorno de las Residencias de Estudiantes y la de Señoritas auspiciada por María de Maeztu, en lo que fue el “Liceum”, inaugurado en 1926. Yolanda, autora de poemarios como “Elevar as pálpebras” o “Erofonía”, editados por “Espiral Mayor”, tuvo en sus manos una fugaz visita toda aquella impagable generación, condenada a un amargo exilio. La generación que en sus figuras femeninas, conoció a artistas como Zenobia Camprubí, María Martínez Sierra, Concha Espina, María Teresa León- desde Roma a París o La Habana-, la importancia de la conservación de su herencia gracias a hija Aitana, hasta que un despiadado alzheimer borró su conciencia- , con Doña Blanca de los Ríos o el entrañable recuerdo de la Pardo Bazán. El traumático traslado de los cuadros del Museo del Prado y la colaboración de la resistencia a través de los voluntarios del Quinto Regimiento...bastante que rememorar, en tan breve espacio de tiempo.

En la Fundación Granell, disfrutamos del primer acto, en el que Samuel e Benjamín, pusieron los primeros detalles, entre ellos la presentación facsimilar de la guitarra lorquiana, cuyo original había sido obra de José Ortega y que para este trabajo, se había contado con el lutier Francisco Manuel Díaz, en 1996. Lorca en la Huerta de San Vicente que reverdece en “Memoria de la melancolía”. Inevitable traer a colación otra de las memorias, la que el poeta llevó a cabo con La Argentinita, con una serie de canciones populares armonizadas por él: “Zorongo gitano”, “En el café de Chinitas”, “Los cuatro muleros” o “Anda jaleo”. “La Voz de su Amo” recogió el registro. Encarnación López “La Argentinita”- bailarina y cantante, coreografiaría obras de Albéniz, Granados o el Falla de “El amor brujo”. El registro de 1931, fue recuperado en 1989 gracias a ”Sonifolk”, manteniendo el paladar añejo de la época.

Lorca bajo el prisma de Ian Gibson, para un acontecimiento como el seguido en el Museo de Belas Artes, de A Coruña. Lorca en Galicia, ya que entre marzo y abril de 1932, mientras preparaba la salida con “La Barraca”, daría una serie de conferencias, una en Santiago, otras en Vigo y A Coruña, después de otra visita de 1916, incorporando repertorio del cancioneros galaico-portugueses medievales, facilitados por sus amigos Bal y Gay, el poeta Eugenio Montes-quien había elogiado el “Poema del cante jondo”- o Serafín Fernández Ferro y Ernesto Guerra da Cal. Pasan los años para encontrárnoslo en medio del Frente Popular, junto a Rafael Alberti y María Teresa León, organizando en el Teatro de La Zarzuela un homenaje a Don Ramón del Valle-Inclán muerto recientemente. Lorca leería un extracto del prólogo de Rubén Darío, dedicado a “Voces de gesta” de “Don Ramón de las Barbas de Chivo”. La importancia de la lírica lorquiana en la Residencia de Estudiantes- poemas escritos entre 1921-4, incluidos mas tarde en “Canciones”, de 1927, reflejan el espíritu de la casa, con sus tés, su humor y su camaradería. Varias de las obras dedicadas a “Pepin” Bello, Luís Buñuel, J. Fernández Montesinos, el inglés Campbell “Colin”, Alberti, José Bergamín y jóvenes músicos como Ernesto Halffter y Gustavo Durán, mientras que el poema Nocturnos de la ventana”, evoca explícitamente a la “Resi”.

Samuel y Benjamín, tomaron para el acto piezas de Gustavo Durán y de Carlos Guastavino, por la universalizada canción “Se equivocó la paloma”, en arreglo para ese tratamiento. De Durán: “Berceuse, para dormir a Federico cuando se vuelva pequeño” (a la manera de Ravel); “Seguidillas de la noche de San Juan”; “Romance del cerco de Baeza” y “El puente de Guadarrama”. Durán, afín a la Residencia de Estudiantes, que marcaría su vida junto a Dalí, Buñuel, Emilio Prados, Benjamín Palencia o Alberti. Había formado del grupo “SIC”, de vida efímera, con A. Salazar y Rivas Cherif, entre otros, en el decidió homenaje gongorino de la “Generación del 27”, que dejaría piezas en este estilo. La Argentinita, le estrenó en Bremen el ballet “El fandango en el candil”.

Samuel, comedido y entragado a la causa convocante, optó con Rosita García Ascot- la compañera de Bal y Gay-con “Canción de cuna”, ahora que Ignacio Clemente Estupiñá, acaba de publicar la monografía “Rosa García, y la Generación del 27”; el “Momento andaluz”, de Simón Tapia Colman, publicado en México en 1942; el “Capricho basko”, de Emiliana de Zubeldia; la “Cantinela”, de Regino Sainz de la Maza, compañero de Lorca en uno de sus refugios privados de la calle Ayala, nº 60, junto a la Argentinita, Emilio Aladrén o J. Jimenez Rosado. Lorca en las citadas canciones populares, para la ocasión: “El café de Chinitas”, “Los cuatro muleros”, “Anda jaleo”, ”la tarara” y “las tres hojas”. Lorca y Manuel de Falla, y la mediación de María Lejárraga. Antonina Rodrigo, en “María Lejárraga. Una, mujer en la sombra”, ayudaría a refrescar recuerdos:”Parece lógico que María, amante de la Granada oculta, inspiradora de “Noches en los Jardines de España”, con su libro “Granada”, fuese la descubridora y guía de la Alhambra para Manuel de Falla. Falla, otro de los corresponsales suyos en la complicidad, dirá al final, Martínez Sierra (María Lejárraga), me ha hecho un libro en el cual todos pretextos para que la parte musical ocupe la primera línea. Entre las manos, nos encontramos con “El amor brujo”, triunfo de la tenacidad y el espíritu altruista de ella

Desde la Residencia de Estudiantes a un exilio que condena a una generación y a todo un país, pendiente hoy en día, de una legislación hasta el aliento final en cuanto a la regulación de la memoria histórica, sin constreñirse a miedos o renuncias. Un acto en el que Samuel Diz recordaba su visita anterior al Museo de Belas Artes, dedicado a “O pimeiro Picasso” y que para colofón, ofrecería el arreglo de José Chas, de “Negra sombra” y la “Nana”, de las “Siete canciones populares españolas”, de Manuel de Falla, antes del saludo de despedida a tres entre el guitarrista Samuel Diz, el oboísta Benxamin Otero y la poetisa-narradora Yolanda Castaño. Un placer para compartir por las redes entre los paladares entregados a estas delicias.

Ramón García Balado

24 sep 2020 / 20:29

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