08/10/2023

Resonet, al servicio de Don Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos

 Palacio de Lira (Madrid)  Fundación Monte Manso (Nápoles)

Resonet, el grupo que dirige Fernando Reyes Ferrón y su compañera la soprano Mercedes Hernández, se presentó la semana pasada en el Palacio de Lira (Madrid), para repetir el día cinco de octubre en la Fundación Monte Manso , en el centro histórico de Nápoles, ofreciendo un concierto bajo el reclamo I Lieti Giorni di Napoli, con piezas en atención a la personalidad de Don Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos, estudiado en profundidad por la investigadora Manuela Sainz González, en dos volúmenes lujosamente editado por Hércules de Ediciones, y la que en uno de sus capítulos, se analiza aquel período napolitano (1610/6), como virrei, acompañado en la aventura por su pariente Fernández de Andrade. Años gloriosos que destacarán por sus iniciativas filantrópicas y sus ayudas a los artistas.

Resonet, proponía un concierto cargado de contenido pensado en la figura del dedicatario, fruto de su investigación y que, musicalmente, resaltaría la importancia de grandes de nuestras letras y nuestra artes, que le conocieron y apreciaron, dedicándole obras que son patrimonio de nuestro Siglo de Oro. Cervantes, le dedicaría la segunda parte de El Quijote, y algunos entremeses, y en tales consideraciones no faltaron Góngora, Lope de Vega y Quevedo.  Los entremeses cervantinos, ocho en total, muestran una intención cómica, por la mezcla de personajes plebeyos tratados con carácter costumbrista, más acentuado en los cuatro últimos por la acentuación burlesca.

El VII Conde de Lemos había sido aficionado a las artes escénicas, más aún en esos años napolitanos, aprovechando que existía una compañía teatral local, de la que formaban parte Batholoneus Zito y Ambrosius Buonhomeus, quienes harían representaciones de comedias y entremeses, que acudiría a palacio por invitación de Lemos para su deleite. A la compañía, había pertenecido también Agustín Velázquez (El pícaro), viejo soldado que se incorporó a su servicio. Los Lemos, sobresalieron por su afición a la música y a la protección de los musicólogos, como fue el caso de otro protegido, Francisco de Montanos, que merced a ese trato, pudo publicar su Arte de música theorica y práctica, que realizó precedentemente en Monforte de Lemos.  El investigador inglés J. Sherwin, dejó constancia de su estancia con el Conde en la villa de Monforte.

A la altura de 1613, se publicó en Nápoles, con redacción en castellano de la obra El Melopeo y Maestro, un Tractado de música theorica y práctica en el que se pone por extenso lo que uno para hacerse perfecto músico ha menester saber; y por mayor facilidad y comodidad y claridad está repartido en XXII libros. Una obra de Don Pedro Cerone de Bergamo, músico de la Real Capilla de Nápoles. Cerone había estado en España en 1592, siendo nombrado cantor de la Capilla Real  por Felipe II, en un cargo que mantendrá hasta los primeros años de Felipe III. En relación con Italia, encontró que el arte musical estaba poco floreciente entre nosotros, lo que atribuyó a falta de interés docente de nuestros maestros, poca paciencia de los discípulos para perseverar en los estudios  y escasa afición musical de nuestra sociedad.

Resonet, en I Lieti Giorni di Napoli, no dejan de acercarse a aquellas muestras musicales remarcadas por las obras elegidas. Piezas como la de Girolamo Montesardo, en dedicatoria al VII Conde de Lemos, con edición napolitana en 1612, y de su libro en cuestión, se tomaron O Fortunati Giorni; O Felice quel giorno; Scherzo d´Amore; La peregrina; La faceta y Scherzo di Ninfe. Otra de las fuentes, remite a un libro de Giovanni Maria Trabaci, maestro de capilla real de Nápoles desde 1614, destacando un soneto del Conde titulado Ve el Sol en verde paz. La parte musical es una revisión de Fernando Reyes, detalle que observaba claras dificultades.  Trabaci (c. 1575/ 1647), había sido organista y cantante, además de compositor, beneficiándose del nombramiento del cargo oficial gracias al VII Conde de Lemos, tras suceder a Giovanni de Maque. Mantuvo relaciones con la ilustre familia Capoa di  Balzano (1625/30), y bastantes de sus obras, especialmente los motetes, serán calificados como dentro del estilo de Gesualdo, Príncipe de Venosa, preparando lo que vendrá poco después con el cromatismo de Frescobaldi, en el que desarrollará sus canzonas, ricercare, capricci y  piezas instrumentales. Encontrándose dos arrolluelos, fue un posible dedicatoria a Giovanni Battista Manso, Duque de Villa y Fundador junto al Conde de Lemos, de la Accademia degli Oziosi

En el programa, aparecen también fuentes de procedencia francesa de comienzos del XVII, el París de Ana de Austria y con similitudes con la tradición española, editadas en los libros de Étienne Moulinié (c. 1600/ 1669), organista y compositor de Languedoc y maestro de Gaston d´Orléans , hermano de Luís XIII. Autor de motetes y airs de cour (en los que usará indistintamente texto en español e italiano), destacó por sus obras para ballet, en compañía de su hermano Antoine, cantante a la vez que bailarín. Se añaden piezas del Cancionero de Sablonara, compendio de poemas líricos que incluyen música, y de los que son ejemplo los de Elvas; el Cancionero de Medinaceli; el Cancionero de Coimbra  o el Cancionero de La Colombina. En esta relación Repicaban las campanas, elegida para su publicación en cd Les Pellerins, pieza del mentado Étienne Moulinié, un viaje musical en el que destacaron compositores como Robert de Visée; F. Couperin; Sebastien de Brossard y otras piezas anónimas. Repicaban las campanillas, es la elegida, editada en París en 1629 y que conmemoraba los esponsales de Ana de Austria y el rey Luís XIII, un canto sustentado sobre la tarantela, danza representativa de Nápoles. En detalle a mayores, convendría recordar que muchas de las posibles partituras que podrían haber sobrevivido, se perdieron en los incendios del Palacio de los Reales Alcázares y en el del Conde de Lemos, en Monforte.

Ramón García Balado

 

05/10/2023

Nuit d´hyménée...il faut partir hélas!

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 Palacio de la Ópera A Coruña - 05/10/2023

Roméo et Juliette, de Charles Gounod, en un espectáculo procedente de Amigos Canarios de la Ópera, para el LXXI Amigos de la Ópera de A Coruña,  bajo la dirección de Alain Guingal con la Orquesta Sinfónica de Galicia, una afortunada garantía de asistencia en cuanto a la batuta y los oficios de una orquesta con resolutiva solvencia, y la colaboración del Coro Gaos de F.Briones, destacando en los principales roles el tenor Mario Bahg- Roméo de Montaigu-; la soprano Sofía Esparza-Juliette-; el barítono Borja Quiza-Mercutio-; el barítono Gabriel Alonso-Pâris-; el tenor Francisco Corujo- Tybalt-; el bajo Luís López- Frére Laurent-; la mezzo Patricia Illera-Stéphano-; el bajo-barítono Fernando Latorre-Capulète-; la mezzo Irene Zas-Gertrude-; el barítono Jacobo Rubianes-Grégorio-; el tenor Enrique Martínez- Benvolio- y el bajo Cristopher Robertson, como Duque de Verona.  Contando también con las aportaciones en medios escénicos de Daniele Piscopo y Riccardo Roggiani, recreando una ambientación de época atenta a los patrones que el aficionado medio supo apreciar.

Roméo et Juliette se confirma  como epicentro de la lírica francesa definida por las suaves mélodies sentimentales gracias a la fluidez expresiva elegancia, de las que Gounod será magno representante, en aquel París centro oficial en  puja con el poderío de la Grand Opéra a lo Meyerbeer, que devendría en buena lógica por las exigencias de los medios e inevitables carestías, un estilo menos ampuloso. Gounod partiría de una Sapho (I1851), destinada a Pauline Viardot, como aliciente de transición, pero en realidad, no llegaba al grado de reformista, aspecto que compartirá con Ambroise Thomas. Aquella ampulosa Grand Ópera, crearía un mar de dudas: ¿No podría existir una forma intermedia entre aquella y la opéra comique?  Un obcecado cruce de intereses entre opciones casi imposibles. Gounod y Thomas, crearon el híbrido previsible. Lírica será esa expresión que se repartirán ambos compositores. Si Thomas abordará estilos variados en los que se conciten farsa, comedia romántica y tragedia, Gounod será diferente logrando fama inmediata por el recurso a los dramas de Goethe y Shakespeare a partir de Barbier y Carré: Faust (1859) y Roméo et Juliette (1867). El melodismo como seña de dominio personal, se evidencia en esta ópera, casi en el estilo de la Grand Opéra, especialmente en los cuatro dúos de la pareja central o los valses-coloratura, una pura especialidad en lo posible por las exigencias de Mme Marie Miolan-Carvalho- diva glorificada en la Francia de entonces- para disfrute, la arietta de la protagonista redondeada en forma de vals. Roméo et Juliette- libreto de Jules Barbier y Michel Carré- estará destinada al Théâte Lyrique, parisino y en su tratamiento, sobrevivirá al más de medio centenar de operas sobre el drama shakespereano, respondiendo a las demandas de un público preferentemente de clase media, liberando a la ópera de la cargante ampulosidad al estilo de L´Africane, de Meyerbeer.

Roméo et Juliette, una de esas óperas sobre temática del bardo de Stratford-on- Avon y cuyo espectro resistió desde el Globe Theatre, fue codiciado por compositores desde el siglo XVII, tanto en sus comedias como en sus dramas. De sus títulos a considerar, destacan precisamente el elegido y Hamlet. Los amores imposibles de los adolescentes de Verona, vástagos de familias enfrentadas, darán argumentos para I Capuletti e I Montecchi, de V.Bellini, sobre libreto de Felice Romani, quien había adaptado el texto para una anterior de Vaccai o esta con lujo de detalles románticos, sin olvidarnos de la de Barkworth o la de Stephen Sondheim, en la modernización del musical West Side Story de Leonard Bernstein.

Gounod, para Roméo et Juliette, trazará un drama que cumpla con los obligados requisitos de un drama en las cercanías precisas del puro melodrama, tan a la altura de las exigencias de un público que se rinda a una pasión desmedida y que logra el estado de ánimo amargo en el segundo cuadro del V Acto, con el suicidio consumado de los protagonistas, cuya preparación anuncia el coro de inicio con una solemnidad que respondía al drama que desde el argumento de conocimiento general por los aficionados, resulta de por sí evidente. Drama que cruza el salto de siglos para que los libretistas que asistan al compositor, calculen con mesura los gustos que demanda el momento. En lo musical, fuimos  partícipes ya desde el coro en su entrada con Vérone vit jadis deus familles rivales…labor de mérito del Coro Gaos de Fernando Briones nada que objetar, para llevarnos al acto en el que Juliette se presente con el aria- vals Je veux vivre dans ce rêve, para ensalzamiento de Sofía Esparza, una voz expresiva y lírica que nos obsequió con sus mejores recursos,  preparando su dúo con Roméo Le nom de cette belle enfant. Mario Behg- Roméo-, fue el tenor agraciado para ese rol de squillo respetable y precisas agilidades para ahondar en las exigencias del personaje en perfecto acomodo para rendirse al patetismo que requería el sufrido compañero camino de una desesperación con amargo final.

Momentos como el del segundo acto, enzarzados en el drama, el recitativo-cavatine de Roméo L´amour, l´amour…Ah! lève toi soleil, de talante esperanzador y que permitió solazarnos con Ô nuit Divine, el éxtasis de arrebato en mutua contemplación de los protagonistas a los que se añadiría  Gertrude, Irene Zás, una cantante en alza de nuestro entorno, para entregarnos al   tercer acto en el que las convulsiones acuciantes  de la trama del  drama, ofrecía el trío y el cuarteto cargado de tintas Dieu, qui fit l´homme, que se reparten entre Frère Laurent, Juliette, Roméo y la entrada de Gertrude. Voces que cumplieron como de ellos esperábamos, fueron Gabriel Alonso,- Pâris-; Borja Quiza- Mercutio-, en su actitud desafiante y su contrincante Francisco Corujo- Tybalt. De forma distendida y sencilla, la canción que interpretó Stéphano:  Depuis hier je cherche mon maître- Patricia Illera, muy a tono para ese personaje menor e ingenioso.  El IV acto, consuma el estado emocional con el dúo de los protagonistas Nuit d´hyménée…i faut partir hélas!, exaltación de un drama en su grado sumo  como era preceptivo, en preparación del paso al acto final, con el interludio Le sommeil de Juliette. El  sueño eterno  acogió en un abrazo amargo en la escena con el dúo desesperado entre Roméo et Juliette C´est là…Salut, tombeau sombre et silecieux.

Ramón García Balado       

        

LXXI Amigos de la Ópera, A Coruña

Roméo et Juliette. Gounod.

Mario Bagh, Sofía Esparza, Borja Quiza, Francisco Corujo, Gabriel Alonso, Luis López, Patricia Illera, Fernando Latorre, Irene Zas, Jacobo Rubianes, Enrique Martínez y Christopher Roberston

Orquesta Sinfónica de Galicia / Alain Guingal.

Coro GAOS / Fernando Briones.

Escenografía / Riccardo Roggiani. Escena e Iluminación / Daniele Piscopo.  Producción de Amigos Canarios de la Ópera

 

Foto © Alfonso Rego                                                                                                                                                                                                                                                              


04/10/2023

György Ligeti: Concierto para piano y orquesta, por Alberto Rosado

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Apertura de temporada de la RFG en el Auditorio de Galicia-jueves día 5 a las 20´00 h.-,

Auditorio de Galicia
con su titular Baldur Brönnimann, con sesión previa de Conversando con… compartida con el pianista Alberto Rosado- 19´15 h.-, programa que repetirán mañana en el Auditorio de Ferrol- 20´30 h.-, para un estimulante programa que incluye el Concierto para violín de György Ligeti, Ciel d´Hiver de Kaija Saariaho y las danzas sinfónicas Op. 45 de S. Rachmaninov, con el aliciente a mayores de la colaboración de alumnos de la EAEM. Ciel d´Hiver, de Kaija Saariaho, es un arreglo del segundo movimiento de su obra orquestal Orion, en propuesta de Mousique Nouvelle Liberté para estrenarse el 7 de abril de 2014, en el Théâtre du Chatelet con la Orchestre Lamoureux, dirigida por Fayçal Karouil. Partimos de un período en el que la compositora finesa trataba composiciones inspiradas en textos de inspiración  poética: Sylvia Plath, para la cantante y amiga Dawn Upshaw quien grabaría Longh mientras interpretaba el rol de Clemence en L´amour de loin e igualmente en Orion. Fidelidades apreciadas por la compositora en esta labor de compartir obras, como hará con el chelista Anssi Karttunen. La lírica sería siempre uno de sus espacios de relevancia como se confirmará en sus óperas L´amour de loin; Adriana Mater, sobre libreto de Amin Malouf, para un trabajo a medias con Peter Sellars y Esa- Peka Salonen y Only the Sound Remains, sobre textos de teatro No japonés, en adaptación de Ezra Pound. Premio del galardón Fronteras del Conocimiento BBVA, destacó por su colaboración con el Instituto de Investigación Acústico Musical del IRCAM y el resultado en lo creativo, dejará un resabio de herencia procedente del espectralismo francés, que redundará en un ejercicio  creador que explorará los límites del sonido, a partir de las tecnologías avanzadas. Puede apreciarse en sus resultados el trato de sonoridades frías en el ámbito de sus gamas en lo que mucho tendrían que decir sus intérpretes. Piezas como la anunciada, tendrá aspecto compatibles con obras como D´om le vrais sens, inspirada en los tapices La dama y el unicornio, para clarinete y orquesta; Stilleben; Vers le blanc hasta Solar y la colorista Petales y Nyhmphea.

György Ligeti en su Concierto para piano, del que será solista Alberto Rosado, quien lo grabó en registro discográfico, con el Plural Esemble y al que tuvimos en las Xornadas de Música Contemporánea 2022, en las destacaron JONDE FOCUS, bajo la dirección de Fabián Panisello. Rosado,  con el Plural Ensemble, ofreció en la primera cita una sesión con obras de G. Friedrich Hass; Kaija Saariaho; Fabian Panisello y Steve Reich. El período de composición de este concierto, mostrará su tendencia a uso intenso de las polirritmias, un aspecto que estuvo presente en su evolución y que redundará en una aproximación a culturas distantes, tras la etapa fundamental de Colonia y Darmstadt, con resultados en este espacio como los Estudios para piano. Desde los fundamentos, Ligeti se preocupará por las técnicas de complejos cromáticos, dejando de ser las alturas del sonido y el ritmo la idea del idioma sonoro, en beneficio de la creación de texturas observadas con independencia armónica del sistema total. En su permanente evolución, el compositor aceptará que cada vez que completaba una obra, revisaría sus posiciones concluyendo por rechazar los estereotipos artísticos sin aceptar ninguno como definitivo, en función de esa irresistible curiosidad que nos trasmitía en el resultado de esos trabajos, forzado por una irresistible curiosidad, lo que le llevaría a perder aquella entrega a los principios adquiridos en Darmstadt.

El Concierto para piano y orquesta, no será ajeno a esos condicionantes, y que el autor pretende mostrar su independencia de los débitos de las vanguardias tradicionales o los posmodernismos. La obra en concreto será una dedicatoria al director norteamericano Mario de Bonaventura, quien lo estrenará el 29 de febrero de 1988, en Viena. Hubo bocetos previos en 1980 pero tardaría cinco años hasta completar el trabajo. Los tres primeros movimientos se presentaron en Graz (Austria), el 23 de octubre de 1986, a cargo del pianista Anthony di Bonaventura, con la Wien Philharmonic O., y al año siguiente, añadirán otros dos tiempos- el cuarto y el quinto-; esperando hasta 1988 para completar la obra en cinco tiempos: Vivace molto rítmico e preciso; Lento e deserto; Vivace cantábile; Allegro risoluto y Presto luminoso. Compleja resulta la propuesta en la plantilla orquestal, por el despliegue de recursos instrumentales que ayudan a su resolución  tímbrica y sonora, una aportación requerida además, ya que al mismo tiempo se dedicaba a ahondar en los Estudios para piano. Perceptible resulta esa recurrencia a las culturas que atraían sus preocupaciones y que se despliegan en los instrumentos de percusión como entramado de recreación observable en sumo grado en el Presto luminoso, una consecuencia previsible de los dos intermedios.

Las Danzas sinfónicas Op. 45, de Sergei Rachmaninov, conocieron su estreno en Filadelfia con Eugène Ormandy  (1941), respondiendo a los títulos de El Día;  El Crepúsculo y Medianoche que al final quedarán postergados por los actuales, aceptado que parte de la música proviene de un ballet inacabado. El Non allegro, se inicia con un arpegio de tres notas sobre un fondo ritmado que dejará paso al tema fundamental. Una ostentosa idea saltarina deja un aspecto grotesco marcado por los timbres de maderas. El desarrollo cambia de orientación por su talante nostálgico en el que las maderas insinúan una ambientación pastoral, permitiendo a las cuerdas un mayor protagonismo expresivo. El Andante  con moto-Tempo di valse, observa una serie de acordes disonantes de metales, que preparar el estilo de vals protagonizado por cuerdas y corno inglés. Un pulso continuo define este tiempo dejando una sensación de permanente enfrentamiento que añade matices cercanos a los estilos impresionistas.  El Lento assai-Allegro vivace, manifiesta con regocijo una serie de enfrentamientos entre instrumentos de la orquesta que se entremezcla con el tema del Dies Irae, un capricho recurrente del propio compositor y que anticipa la poderosa parte final, muy reforzada por la percusión.

Ramón García Balado

 

03/10/2023

La violagambista Sara Ruíz: Tricentenario de K.F. Abel, en el V Ateneo Barroco

 Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela

El V Festival Ateneo Barroco ofrece su concierto de apertura en la Igrexa da Universidade-miércoles día 4, a las 20´00-, con la violagambista Sara Ruiz en un monográfico centrado en el tricentenario de Karl Friedrich Abel, y con destacada atención al Manuscrito Drexel. Sara Ruíz, colaboró con Ateneo Barroco y en ese mismo espacio en la convocatoria de 2020, en otro programa de parecidas características, dedicado entonces a las 12 fantasías para viola da gamba, de G. F. Telemann, obras recuperadas del olvido. De nuevo la tendremos integrada en el grupo La Reverencia, que dirige Andrés Alberto Gómez, en otro proyecto dedicado a transcripciones de piezas de J.P. Rameau, la próxima semana el día 10, tras la charla que se nos ofrece la tarde anterior a cargo del director del grupo, en la Sede de Afundación, con el reclamo de Jean-Philippe Rameau, retrato íntimo. Sara  Ruíz, se formó con Itziar Atutxa y Pere Ros, para seguir en Sevilla con Ventura Rico y ampliar horizontes con Jordi Savall, Christophe Coin y Philippe Pierlot, En 2004, se trasladó a Trossingen, para estudiar en la Musikhochschule, en donde realizará un posgrado con Lorenz Duftschmid y Rolf Lislevand. Entre sus galardones (2006), un especial, precisamente, por la interpretación de obras de K. F. Abel, en el certamen Bach-Abel de Köthen, ante un jurado presidido por Wieland Kuijken, Paolo Pandolfo y Marianne Müller. Colaboró con agrupaciones como Al Ayre Español; O.Barroca de Sevilla; La Grand Chapelle; La Tempestad o La Bellemont. Es directora del Consort de violas de la Universidad de Salamanca.

Tricentenario de K. F. Abel, compositor perteneciente a una larga saga familiar, desde el patriarca  Clamor Henrich, autor de importantes sonatas de cámara para distintos instrumentos y que continuará su hijo Christan Ferdinand, asentado en la corte de Köthen, en donde creará escuela, dejando una serie de suites para el instrumento. Leopold August, para no perder el ideario de esa escuela, gracias a su nacimiento en Köthen, fue apreciado violinista, en parte por sus débitos con su maestro Franz Benda, llegando a ser Konzertmeister de las capillas de Sonderhausen y Ludwigslust (Berlin). Llegamos a nuestro K.Friedrich Abel (1723/87), compositor que alcanzará la gloria en Londres, después de una carrera fundamental en le Capilla de Dresde, como músico virtuoso de viola da gamba, y que igualmente ostentará en los dominios del clave y la trompa. Aquel período inglés, que ocupará los últimos años de su vida, se verá dignificado con la recepción colectiva, de los llamados Bach-Abel Concerts, una iniciativa a la par con el hijo de J.S. Bach, un proyecto asimilable a los Concert Spirituel, de París.  Durante un tiempo, su quehacer pudo acercarse a los modismos de otra de aquellas grandes escuelas, en concreto a la de Manheim

Sara Ruíz, en esta elaborada presentación del Manuscrito Dresel300, con la calidad del trabajo conmemorativo del tricentenario, trae a colación la importancia del compositor, en la plenitud de un barroco en transición, una experimentación en camino hacia el Clasicismo emergente. Sus obras gozan de una elegancia de aspectos preclásicos, a partir de una libertad del lenguaje. En ello primará el virtuosismo de un eminente gambista, siempre apreciado por sus contemporáneos y que con fortuna, la actualidad supo recuperar. La peculiaridad de ciertas ambivalencias, serán elemento a destacar en el grupo de obras incluidas en el Manuscrito Dresel, en el que despliega los mejores argumentos del instrumento solista, con concesiones a la improvisación como hilo conductor. Un factor de importancia, vendrá  por la liberación de peso de la propia escritura. La viola da gamba, a consecuencia de condicionantes históricos, padeció a la sombra durante un largo período histórico, tras haber sentado sus reales dominios por las cortes y palacios europeos. Cada país, en su contexto cultural, una historia con sus dispersas evoluciones. La francesa de Sainte Colombe; la inglesa de William Lawes o la propia del ámbito alemán con las sonatas a  tres- dos instrumentos y b.c.-, de maestros como Franz Biber, térmico aceptado tan para las sonatas da camera como para las sonatas da Chiesa. Músicos de gran calado como Dietrich Buxtehude, Philippe Heinrich Erlebach, merced a la serie de las VI sonate a violino e viola da gamba, col suo b.c. (1694); George Philippe Telemann- el mismo que nos ofreció Sara Ruiz-, y el presente Karl Friedrich Abel (1723/78), con seguridad el más notable y virtuoso de esa saga familiar de tres generaciones, en buena familiaridad reconocida con Johann Christian Bach, inmenso e impagable legado, en dos artistas de clara afinidad electica. Un manuscrito Drexell, que recibimos en una selección de piezas, ofrecidas sin solución de continuidad, comenzando por los movimientos que integran el WKO 186 (Andante), para continuar con páginas repartidas que pasarán desde la WKO 189 (tempo di minuet); a la WKO 212 (Arpeggio); WKO 206 (Allegro); WKO 209 (Preludio arpeggiatto; WKO  191 (Vivace); la WKO 192(Tempo di minuet), cerrándo las WKO 200 y WKO 201.

Ramón García Balado

Comienzo de curso en el CMUS, con la actuación de Isabel Rei Samartim, Carmen Ferreiro y Miguel Vizoso

  Conservatorio Profesional de Música de Santiago de Compostela Heitor Villa-Lobos   Actividad de apertura del curso en el CMUS, con un con...