26/09/2024

Comienzo de curso en el CMUS, con la actuación de Isabel Rei Samartim, Carmen Ferreiro y Miguel Vizoso

 Conservatorio Profesional de Música de Santiago de Compostela

Heitor Villa-Lobos
 

Actividad de apertura del curso en el CMUS, con un concierto en su Auditorio y con entrada libre- día 1, a las 20´00 h-, con el concierto que ofrecerán la guitarrista Isabel Rei Samantim, la flautista Carmen  Ferreiro y el pianista Miguel Vizoso, que eligen una selección de obras de Paco Barreiro, Charles Marie Widor y  Heitor Villa-Lobos- con dos de sus composiciones-; piezas populares, en arreglo de Ernesto Campos, y tres danzas rumanas, de Béla Bartók, en el tratamiento del especialista holandés Peter Verhoyen. Tres piezas como Danza de palo  (Jocul cu bâta), Polca rumana (Poarga româeasca) y  Danza rápida (Manuntel), un músico que ejerce como flautista píccolo en la O. Sinfónica de Amberes y que fue cofundador del grupo Arco Baleno,  con el que llevó a registro obra como el Concerto Il gardelino (El jínguerillo) de A. Vivaldi y un trabajo dedicado a obras de W.A. Mozart, entre otros. Es profesor del Conservatorio de Amberes y de la Universität für Musik und Darstellende de Graz, además de dinamizar labores en el Collegium Instrumetale Brugese, con Patrick  Peire y con la Orquesta Novecento, que dirige Robert Cros. Intérpretes de esas piezas, serán la flautista Carmen Ferreiro y el pianista Miguel Vizoso.

Para iniciar sesión, tres piezas de Paco Barreiro: Laios do Forriolo, Agreste y Chuva de abril, instrumentista, compositor, arreglista, especialista en doblaje y miembro de la Asociación  Galega de Guitarristas, además de haber colaborado con artistas como Pilocha, Pedro Salmerón, Xose M. Conde, Mª Manuela, y grupos como Luada, Ollomol- Tanvia, CDG, Tranvía Teatro,  y Amamoura. En las artes escénicas, tuvo un importante protagonismo con Máscara 17 y es autor de un trabajo literario Beixos de lingoa, editado por Xerais. Destaca su registro para guitarra solista Dangerendón. Para continuar con el programa, Três peças galegas, en interpretación de Isabel Rei Samartim, arreglo de temas populares realizados por Ernesto Campos: Moinheira da Ponte Sampaio; Nom te namores, meninha y Ares da Ponte Vedra.

Heitor Villa-Lobos (1887/1959), compositor del que tendremos  la Bachiana Brasileira nº 5, en la interpretación de la flautista Carmen Fernández, flauta y la guitarrista Isabel Rei Samantím, ademád de la Suite para flauta y piano, en sus tiempos: Moderato, Scherzo, Romance y Final, de Charles Marie Widor. Villa- Lobos, calificado como el Rabelais de la música moderna, precisamente por su aportación a la renovación de la música brasileña, se le apreciará en muchos aspectos por su carrera y personalidad y la grandeza de su incansable atractivo y unidad orgánica, su espontaneidad y refinamiento, además del enfoque intuitivo de su música. Las Bachianas brasileiras, resultan el conjunto de nueve suites compuestas entre 1930 y 1945, para rendir homenaje a J.S. Bach. La mayor parte de los movimientos llevan títulos sugestivos de esa concepción barroca: Preludio, Aria o Fantasía. Suites que constan de dos movimientos (números 2, 3, 4, 5, 6 y 9); tres movimientos (la primera); cuatro movimientos (2, 3, 4, 7 y 8). Los diversos medios musicales elegidos reflejan la naturaleza de los materiales musicales, antes que un intento de reproducir conjuntos que fuesen comunes durante el período bachiano. A este respecto, Villa-Lobos siguió la práctica barroca de acomodarse a los medios musicales de que disponía.

Si se las compara con los choros, las Bachianas brasileiras, reflejan un vocabulario armónico mucho más tradicional y tonalmente orientado. El empleo de instrumentos aborígenes no está presente en las obras, pero la concepción de Villa-Lobos, aún se expresa en medios no tradicionales. Escasamente se usan melodías populares, siendo una excepción la nº 4,  que contiene citas de temas folklóricos, en el tercer movimiento, Aria (cantiga) y el último movimiento Danse (miudinho), una canción del Nordeste brasileño, miudinho, responde a los pasos de danza de la samba. Los años de madurez del compositor, fueron una época creciente reconocida internacionalmente, realizando su primer viaje a los Estados Unidos en 1944 y al año siguiente con su participación, el 22 de febrero, con la O.S. de Boston, en un concierto con obras propias, en el que incluía Rudêpoema y la Bachiana brasileira nº 7

Charles Marie Widor (1845/ 1937), compositor y organista francés, comenzó su carrera en Lyon, donde siendo muy joven fue nombrado organista, antes de trasladarse a Bruselas para estudiar bajo la dirección de Fétis y de Lemmens. En París, desde 1869, fue organista de Saint- Sulpice hasta 1933, ejerció la dirección en el Conservatorio de París y entre sus discípulos destacaron Ch. Tournemnire, H. Libert, L. Vierné y M. Dupré. La obra elegida es la Suite para flauta y piano Op. 34, de 1877

Isabel Rei Samartim, en Breve história da viola (violão) na Galiza, editado por Através, en 2021, comenta: Os recitais de solistas começaram a fazer-se no seio de eventos maiores, onde normalmente participavam conjuntos musicais e havia teatro, declamação e outros espectáculos, como jogos de magia ou malabarismo. Estes eventos eram organizados pelas sociedades filantrópicas que se fundam por todo o país, sustentadas pelas gentes operárias e a burguesia local. À margem das instituções estatais, estas sociedades costumam ser centros recreativos onde se estimula a educação artística do povo, Uma das primeiras de que temos notícia, é a Sociedade Filantrópico- Dramatica de Ribadeu que em 1835 se constitui, abre o Salão-Teatro da vila e financia uma academia de música. Em Compostela, o Teatro Principal e o Liceu da Juventude eram locais onde decorreram os primeiros recitais de guitarra de que temos noticía. Outra importante sociedade é o Circo de Artesãos da Corunha, onde se realizam também recitais com participação de guitarristas solistas.

A activiade concertística na primeira metade do século XIX assentará as bases do grande desenvolvimento na segunda metade, tanto da música de cámara e das orquestras de guitarras, quanto da quantidade e qualidade de recitais, de intérpretes, que nos visitam. Deste modo, da música em familia (Biedermeier), passa- se aos eventos organizados pelas sociedades filantrópicas e teatros, que continuarão ativos até ao século XX. Estes eventos com recitais de guitarra solista, de música de câmara e de orquestras, passam a organizar-se nos cafés, círculos mercantis e recreativos, liceus, casinos e ginásios e tertúlias.

Ramón García Balado

25/09/2024

Francesco Cilèa: Adriana Lecouvreur, desde el Teatro Real, se ofrece en el CGAC

 Centro Galego de Arte Contemporánea, Santiago de Compostela

La semana de la ópera por acuerdo del CGAC con el Teatro Real, nos invita a seguir la trasmisión de la apertura de la temporada del coliseo madrileño, en el Auditorio del propio CGAC- día 28, a las 19´30 h-, en lo que se anuncia como un homenaje a Monserrat Caballé y Josep Carreras con motivo del 25 aniversario de su participación de una puesta en escena, en el Teatro de La Zarzuela.  Adriana Lecouvreur es ópera encuadrable dentro del estilo verista en el que Cilèa  muestra un reseñable eclecticismo que se distancia de otras influencias  mostrando una solidez sobresaliente, un modelo de integración de los elementos más genuinos de la ópera italiana, junto a otros procedentes de las vanguardias vigentes como el uso del leit motiv. Un acierto en la percepción psicológica de los personajes que alcanza a los aspectos más íntimos de la hipersensibilidad de los mismos. Un verismo el suyo, más elegante que el que nos proponen Mascagni o Leoncavallo, en el que no faltan detalles de belcantismo, observable especialmente en la escritura de sus arias, facilitadas por la inspiración  melódica.

Adriana Lecouvreur es ópera en cuatro actos sobre un libreto de Eugène Scribe y Gabriel Jean- Baptiste –Ernest- Wilfried Legouvé, destinada en su estreno al Teatro Lírico de Milán, el 6 de noviembre de 1902, destacando como personales primordiales Adriana Lecouvreur, actriz de la Comédie Française y enamorada de Mauricio di Sajonia, un rol para soprano lírica de amplia tesitura en función de las arias que le corresponden.  Maurizio di Sajonia,  héroe militar perteneciente a la alta casta del mundo de la política, un tenor-spinto de portentosos recursos. La Princesa de Bouillon, aristócrata obsesionada por asuntos de alta política y enamorada de Maurizio. El Príncipe de Bouillon, también un aristócrata prendado por el medio de las artes escénicas y seducido por los aromas femeninos. Michonnet, director de escena de la Comédie Française, un papel de barítono, completando cartel Mlle Jouvenot, Mlle Dangeville, Poisson, Quinault, con acompañamiento de coro y ballet pantomima. Un verismo en apasionado y crudo que vira su mirada al siglo de Las Luces en sus claras pretensiones, con una acentuación de perfiles contrastados, reafirmados por seductoras arias, tomadas del belcantismo de referencia. Opera de relativa aceptación hasta su recuperación de éxito en la década de los cuarenta y que implicará a divos como Mafalda Favero, Mercé Capsir, Leyla Gencer , Raina Kabaisbanka, Mirella Freni, Rennata Scotto, Daniella Dessi, Angela Ghiorgiou la inmensa Renata Tebaldi- siempre en esa pugna con los devotos de la Callas-, y lo más granado de otros grandes que contribuyeron a mantener su vigencia.  Era Adriana en su esencia, una mítica actriz de la Comédie Française del XVIII y las pretensiones de Cilèa, con ese personaje, resultaban de una  evidencia irresistible, preparando el camino a las grandes sopranos que mantendrán su vigencia hasta la actualidad.

Para ponernos en ambiente, un Primer acto en el foyer parisino de la Comédie Française que nos muestra al director de escena Michonnet ya en su caracterización como amante secreto de la divina Adriana, quien consigue rendir a los entusiastas aficionados. Será ella quien le confiese su devoción por Maurizio di Sajonia, figura señera de las élites del poder y que se presenta en el teatro para asistir a la función con la intención de seducir a la Princesa de Bouillon. Adriana le obsequia con un ramillete de violetas en actitud de resignación, mientras se presenta en el teatro el Príncipe de Bouillon, ausente del conocimiento de las andanzas de su esposa, y con la intención de invitar a la actriz Duclos, a un ágape tras la función. Entra el Príncipe seguido del Abate de Chazeuil, casi un alcahuete de libro, pero el Príncipe descubre que la Duclos, se citó con Maurizio en su propia casa, sin saber que es su propia esposa lo hizo a través de la Duclos, ingenioso recurso para cazar a la Duclos in fraganti. Dos arias para entregarnos a esta ópera modélica. La sublime de Adriana Io son l´umile ancella y la de Maurizio, La dolcissima efigie. 

Los actos siguientes no son más que una contribución a tan compleja trama, desde el comienzo de la espera intranquila de la Bouillon a la llegada de Maurizio en el Acto II, un tiempo en el que la Princesa di Bouillon se despliega en su aria Acerba voluttà, situación del  estado de humor arisco con el que ella prepara la fiesta en su casa.  En el acto III, nos encontramos con los principales personajes en escena y en  momentos musicalmente claves como el ballet El juicio de París (orquesta, coro y ballet); el monólogo teatral de Fedra Guisto cielo, Che faci (Adriana); el aria Poveri fiori y el dúo final entre Maurizio y Adriana. El acto de conclusión, recupera a Adriana en un estado de decaimiento y desmoralizada con la resolución de que Maurizio, parece haberse alejado de ella. Michonnet y algunos actores de la Comédie Française, vienen para visitarla con el obsequio de una cajita y al abrirla, nuestra apreciada Adriana cree morir al reconocer aquel ramito de violetas que le había dado en la Comédie Française a Maurizio. El olor acre irrita su garganta y en un acto reflejo exige el abandono de todos los personajes que la acompañan. Michonnet trata de consolarla, mientras aparece Maurizio, quien suscita en ella un cambio de ánimo, pero los efectos del veneno consuman las inevitables consecuencias, muriéndose en brazos de su enamorado.

La función del Teatro Real cuenta en los roles fundamentales con Ermonela Jaho (Adriana Lecouvreur); Brian Jadge (Maurizio); Elina Garança (Princesa de Bouillon); Maurizio Muraro (Príncipe de Bouillon); Nicola Alaimo (Michonnet), el coro y orquesta del Teatro Real, la dirección musical de Nicola Luissotti y la escénica de David McVicar, para unos decorados fastuosos y realistas añadiendo un vestuario colorista de Justin Way, mereciendo una consideración de aprecio la labor de Nicola Luissotti, en el planteamiento de este despliegue verista en toda su amplitud musical y escénica. Ópera con exigencia para grandes voces para el lucimiento de recursos.  Tiene en Ermonela Jaho a una soprano con argumentos estilísticos de jóvenes del propio Teatro Real, a la que pudimos admirar en otras producciones de altas exigencias, ya desde los años de Antonio Moral. Por su inteligencia para la concepción del personaje, sabe resolver en esta representación los momentos de urgencia en las arias y en las obligaciones de la declamación en sus precisos detalles, quedando como aspecto a destacar su aria Io sono l´umile ancella, superando algunos detalles de incertidumbre en el registro grave.   Elina Garança, grande para La princesa de Bouillon, destacará  en los dúos con el tenor y Brian Jadge, se  encumbra como tenor merced a los recursos en los agudos, con la muestra de posibilidades en especial en el tercer acto, por la calidad de su portentosa presencia escénica y la proyección de su poderío vocal.  Mauricio Muraro, estará al quite de las exigencias canoras como Príncipe de Bouillon, dejando espacio a Nicola Alaimo (Michonnet), para dejar una evidencia de canto e interpretación, matizando los aspectos que resaltan por la percepción de las medias voces y las sugerencias del personaje que le corresponde. No menos interés ofrece el ballet del tercer acto con la asegurada garantía del protagonismo de la orquesta dirigida por Nicola Luisotti y el trabajo escénico de David McVicar.

Ramón García Balado     

23/09/2024

asLan ensembLe: La bocca, I piedi, il suono, de S. Sciarrino, en Espazos Sonoros

 Porto do Son, A Coruña

 

El Edificio de actividades náuticas, de Porto do Son- recibe al cuarto de saxos asLan ensembLe- día 28, a las 19´00 h-, en las actividades de Espazos Sonoros,  para un programa monográfico dedicado a Salvatore Sciarrino, en su obra para cuarteto de saxos altos integrado por Alberto Matarredona Donat, Helena Otero Correa, Irene Rodríguez Ordiales y Silvia Sanagustín Samitier. El propio grupo se expresa en cuanto a la obra de Sciarrino, La bocca, I piedi, Il suono, como un trabajo compuesta en 1997, convertida definitivamente en obra primordial para el instrumento, como resultado de un compendio de ideas de uno de los creadores fundamentales del siglo XX. El silencio, la frontera entre lo audible y lo inaudible, la interacción con el movimiento son algunos de los conceptos donde Sciarrino pone el foco en el desarrollo de la propia música. Los saxos confluyen para formar una masa sonora, masas sonoras que actúan como una llamada, una revelación no solo para la propia escucha, sino también la ubicación en el espacio. Los solistas se sitúan en torno a los oyentes, recreando una sensación envolvente, creando diversos flujos de sonido entre lo visible y lo sonoro.

asLan EnsembLe, se formó en 2014, en el contexto de las masters del maestro Jean- Denis Michat, en el Conservatoire à Rayonement Regional (Lyon), cimentando un prestigio de una asentada proyección tras asistir a certámenes como Tempo Vivace (Palais Saint Jean de Lyon (2015); Músicas als Parcs i Jardins (Barcelona)- en dos ediciones-, y MUSAE- Música, en los Museos Estatales madrileños, como el del Traje (2018) o el Museo Sefardi de Toledo y el ARQUA (Cartagena). Cultivan en preferencia repertorios de la tradición occidental, en adaptaciones en coordinación con nuevos repertorios para ese estilo de cuarteto, respondiendo a encargos e invitaciones como la compositora Itziar Viloria, o el Festival Mixtur (2022) y el ciclo Out-Side.

Salvatore Sciarrino (1947), recurre al pasado con ecos tomados de la tradición de la que no excluye el gusto por el hedonismo sonoro, encontrando las posibilidades de la inspiración íntima del discurso desde sus propias entrañas. Un vanguardismo en el que sobresalen sonoridades aisladas, técnicas ampliadas, silencios frecuentes y el uso de citas irónicas, en una perceptible confrontación con los legados precedentes, destacando en buena medida una formación autodidáctica. Sus primeros trabajos se dieron a conocer en la Semana de Música Nueva (Palermo), tras asumir el rechazo de obras precedentes que quedarían como laboratorio de pruebas y así irán llegando la Sonata per  due pianoforte; la Berceuse per orquestra (1967/8), obras anteriores a su traslado a Roma, en donde se aventurará en las especialidades electroacústicas, en el Conservatorio Cherubini (Firenza).

La propia tradición sobre la que trabajaba, recibiría un trato casi de reliquia, siendo su escritura el resultado de trazos velados, como rechazo al sobrepeso de una presión agobiante, el tono decidido por el virtuosismo instrumental resultará un parámetro a  tener en cuenta. El compositor es el maestro por antonomasia de la fragilidad sonora, que se manifiesta de forma ostensible en el encaramiento de las grandes formas orquestales y el drama convencional- obras como Amore e Psiche; Aspern; Lohengrin- estrenada con aceptación en la Cité (Paris)-; Perseo ed Andromeda o Macbeth. En este aspecto que no interesa, en el que presta mayor atención al repertorio camerístico, resulta el suyo un discurso construido a base de sombras, de imágenes furtivas y de una tímbrica muy elaborada. Lo spazio inverso (flauta, clarinete, celesta, violín y chelo); Introduzzione all´oscurso- marcada por su trabajo de orfebrería sonora-; Vanitas, obra magna de su impulso creativo cuyo subtítulo: Natura morta in un atto per voce, chelo e pianoforte, ya prefigura un fuerte contenido dramático, cuasi operístico. La antigua forma del lied, está aquí al servicio de una idea ancestral de la cultura. Sciarrino no opta por la estética expresionista ni por la recreación en los valores fonéticos del texto.   De la levedad y fragilidad con que organiza sus materiales, nacen justamente obras con peso, el que desprende el magma sonoro que circula entre los finos hilos que vertebran el caso de Vanitas, y prácticamente todas las creaciones instrumentales de este gran autor, Del aligeramiento del material puesto en juego, se obtiene luego, en la escucha, la fuerte carga de profundidad que lleva dentro toda esa música. La despreocupación por la gran orquesta, y los gestos redundantes, obra en beneficio de un discurso no retórico, forjado a partir de una entidad tímbrica que configura el ideario de su paleta sonora. Obras como Perseo y Luci mie traditrici, la música se obtiene a partir de los sonidos que los personajes escuchan.

La bocca, I piedi, I suono, es esta pieza protagonizada por cuatro saxofonistas, resaltando la importancia protagonística de cada uno de ellos, en su motivación como invitación para el oyente. Composición llevada a registro sonoro en mayo de 2006, y que destaca en el conjunto de esas obras camerísticas como Minifuga su tre righe (composta con alcune lizenze) (1965); Un fruse o lungo tren´t anni- cuarteto de percusionistas-; …da un divertimento- para diez instrumentistas-; Arabesque- para 2 órganos de iglesia- o De la nuit, para piano. En este caso coincidimos con la composición de su ópera Da gelo a gelo (De un invierno a otro). Un concepto común en trabajos de interés sobrepasa la idea de transcripción prefiriendo recurrir al término elaboración.  Para el autor, esta obra puede considerarse como una iniciación al naturalismo contemporáneo, de la que el oyente cobra igualmente un destacado protagonismo. La bocca, I Piedi, il suono, compuesta en 1997, supone la composición casi de despedida mientras vivía una situación límite, obra que estará destinada a la reapertura del Teatro Chiaravalle, siendo solistas Leonardo Sbaffi, Marco Bontempo, Gianluca Pugnaloni y Daniele Berdini, formación que ostentaba el nombre de Lost  Cloud Quartett, de la que serían dedicatarios.

Ramón García Balado

L´elisir d´amore, de Gaetano Donizetti, en el LXXII Festival de Amigos de la Ópera, de A Coruña

 Palacio de la Ópera. A Coruña


Un Donizetti entre lo bufo y lo agridulce por L´elisir d´amore, que podrá seguirse en el Palacio de la Ópera de A Coruña- días 27 y 29, a las 19´00 h-, dentro de las programaciones de Amigos de la Ópera de A Coruña, para un espectáculo en el que serán solistas la soprano Ruth Iniesta- Amina, tierna y enamoradiza-; el tenor Ramón Vargas- el inseguro y burlado Nemorino-; el barítono Damián del Castillo- pendiente en sus exigencias como Belcore-;  el barítono Luis Cansino el -Dulcamara dispensador de efectivas pócimas sin efectos reales, un bufo en grado sumo- y Susana  García- Giannetta- compañera fiel y cumplidora de Amina-, para secundar en roles irrelevantes, el papel mudo del Notario y el servil asistente de Dulcamara Moretto. Para completar la parte propiamente musical, la OSG, y el Coro Gaos, dirigidos  por Guillermo García Calvo, arropados en lo escénico por Víctor García Sierra.    L´elisir d´amore es ópera bufa, en dos actos, tramados en lo sustancia por Felice Romani, quien recurría a Le philtre, de Eugène Scriabin, con estreno el 12 de mayo de 1832, en el Teatro la Cannobbiana milanés, una ambientación que nos traslada a un pretendido origen bucólico, para mostrarnos al cuadro de personajes que burla- burlando, no deja de entretenernos y sorprendernos. El caso del menospreciado Nemorino, con el peso a cuestas para soportar esa trama ligeramente gratuita.


Donizetti
sabrá aprovechar los detalles bufos de Il Barbieri di siviglia rossininano, siendo esta ópera un derivado de ella, al igual que lo que realizará en Don Pasquale posteriormente, combinando con astucia los elementos cómicos y los sutilmente serios. El filtro de amor: elisir di si perfetta, di si rara qualità…, es la exclamación colectiva expresada por Amina, Nemorino y los paisanos al recibir el anuncio de tan milagroso bebedizo. Una respuesta precisamente en clave bufa del que unirá a los desesperados Tristán e Isolda wagnerianos. El filtro de Dulcamara, no pasará de ser un buen burdeos para endilgar a los incautos crédulos engañados. Un truco pues, de lo más trivial y que funciona de perlas para esta comedia agridulce remarcada por ribetes fuera de lugar. Es Nemorino un Don Nadie crédulo e ingenuo y que nos deja traspuestos en su embaucadora romanza Una furtiva lacrima- curiosamente no aparece en la versión de Scribe y que fue añadida por el autor y Romani. Un devaneo asumible entre lo solemne y lo necesariamente cómico. Adina es contrapunto de esa sensibilidad sencilla que responde a la par al pretendiente Nemorino y a los piropeos de Belcore, aunque estará en el momento propicio para responder a su demandante con el aria Prendi, per mer siei libero- también un añadido de compositor y libretista, con respecto al original y que para  entusiastas está cercano al belcantismo de Bellini. Agridulce, por condición casual, es Dulcamara- una evocación del brebaje con el que camela a los incautos de paso-, especie de dottore astuto procedente de la ancestral commedia dell´arte y que sirve de perlas a dotadas voces de bajo, igualmente con precedente en otro Donizetti, la efímera operita I pazzi per proggetto (1830) 

El bueno de Nemorino sorprendido y ajeno asiste casi impasible a la especie de parada militar mientras la adorada Amina se entrega a una lectura apartada precisamente del relato mítico de Tristán e Isolda, entre un gesto de sonrisa esquiva. De bruces, salta la cavatina de nuestro incauto Quanto è bella, quanto è cara…preparando el encuentro entre ambos en el recitativo dúo y cabaletta: Una parola, oh, Adina…Chiedi all´ aura…Per guarir di tal pazzia. Será Dulcamara quien rompa el embelesamiento con su súbita aparición con el recitativo,  aria y lustrosa cabaletta Udite, udite, o rustici…BenefattorCosì é chiaro, signo de identidad de las claves de esta comedia- bufa, un pregonero de vieja estirpe con todas sus artimañas en el magín quien capta de inmediato la fragilidad de talante de Nemorino, vendiéndole la pócima mágica por excelencia- una botella de vino Burdeos sin mayores secretos, cuyas exigencias se limitan al plazo de un día sin más para conseguir el efecto prometido-, Nemorino y Dulcamara se enredan en el dúo cabaletta Dottore, perdónate..Voglio dire…Obligatto, ah sí, obligato. Un alarde verdaderamente superfluo e inútil de autoestima por parte de Nemorino para suscitar la atención de su ansiada Adina, quien no duda en mostrar su sorpresa ante tan insólita actitud. Será Giannetta quien rompa la situación con el anuncio de la llegada de la tropa de un escuadrón de visita, mientras Belcore se pregunta por la fecha del desposorio anunciado, cerrando el acto el trío de Nemorino, Adina y Belcore  Adina  credimi

El Segundo acto, se adorna con la barcarola y el dúo de Dulcamara y Adina  Io son rico e tu sei bella…en una cena de confraternización en el salón de la casa sin límites ni condicionamientos, mientas Nemorino hace su aparición, participando en la escena, dúo y cabaletta cara a cara con Belcore  Veinti scudi…Qua la mano, giovinotto, preludio de la escena con dúo y cabaletta Come se´n va…Quanto amore…Una tenera occhiattina…entre Adina y Dulcamara, en medio de la desesperación de Nemorino. No dejan de surgir situaciones necesariamente chocantes para otorgar gracejo a los aspectos bufos de ingenioso acicate, situación que romperá los aspectos más chocantes con la romanza de Nemorino  Una furtiva lacrima…la guinda para la complacencia de los aficionados. Vendrá de inmediato el recitativo y dúo de nuestro Nemorino y Adina: Nemorino! Ebbene? …Rendi, per me sei libero, mientras Belcore hace mutis por el foro y se corre el telón.

Ramón García Balado 

Comienzo de curso en el CMUS, con la actuación de Isabel Rei Samartim, Carmen Ferreiro y Miguel Vizoso

  Conservatorio Profesional de Música de Santiago de Compostela Heitor Villa-Lobos   Actividad de apertura del curso en el CMUS, con un con...