29/09/2024

Jan Lisiecki, solista del Concierto nº 1, para piano, en Mi m. Op. 11, de F. Chopin

 Palacio de la Ópera, A Coruña


Comienzo de la temporada de la OSG, con su titular Roberto González- Monjas en el Palacio de la Ópera de A Coruña- día 4, a las 20´00 h.-, en el que Jan Lisiecki será solista del Concierto para piano, en Mi m. Op. 11, de F. Chopin, precedido con una pieza incidental de Jan Sibelius Pan and Echo (Dance intermezzo nº 3, Op. 53a), y las Variaciones Enigma de Sir Edwar Elgar. Jan Lisiecki, ganó el Festival Chopin y su Europa de Varsovia (2000), con el Segundo concierto, en Fa M. Op. 21, del compositor, con la O. S. de Varsovia, dirigida por Howard Shelley.  y es artista comprometido con el sello DG, con el que llevó a registro obras del mismo. Fue Premio del Concurso Leonard Bernstein (2013), en Schleswig- Holstein y recibió un ECHO Klassics (2017). La carrera de ese joven talento, le llevaría a ser dirigido por maestros como Antonio Pappano, Y. Nézet-Seguin, Daniel Harding o Claudio Abbado.

Un breve anticipo de Jan Sibelius con  Pan and Echo, (Dance intermezzo nº 3 Op. 53 a), obra estrenada por el autor en Helsinki (1906), con la O.S. de Helsinki y que tendrá registro discográfico con Martti Simil, con la O. F. de Helsinki, antes de que Neeme Jarvi vuelva a recuperarla con la O. S. de Gotemburgo (1986), Osmo Vanska, con la O. S. de Lahti (2009) o Pietari Inkien, con la O. S. de Nueva Zelanda (2007). Tras la escena musical El Festin de Balthasar, destinado a la obra escénica de Hjalmar Procopé, vendrán cuatro piezas que integrarán la Suite Op. 51,  tomada de ese compromiso escénico, impregnadas de un posible sesgo orientalista. El influjo tradicional del Kalevala, como fuente de inspiración, dejará argumentos en otras obras de este período, como es el caso del poema sinfónico La hija de Pohjola Op. 49, una encarecida dedicatoria a Robert Kajanus. Una etapa fructífera en composiciones deudoras de influencias ancestrales que tendrán igualmente resultados en la lírica de los Seis Lieder Op. 50 y esta pieza que se pone en atriles como sencillo detalle de presentación, obra que tendría revisión en 1909. A las puertas se preparaba la Sinfonía tercera que dirigiría en Londres, género que le supondría más de un contratiempo.

Chopin- Concierto para piano nº 1, en Mi m. Op. 11, el compositor en su reto parisino y ofuscado por las indeterminaciones nacionalistas polacas, enfrentadas a los conflictos de la Francia de 1830 sin que consten pruebas reales de compromisos con la realidad circundante. La influencia materna y la de Woyciechowski dejarán un poso en su personal actitud siempre tiznada de un posible exilio romántico. Tendería a no mezclarse con las convulsiones que contagiaban a los artistas de su entorno, a lo que se añadirá un posicionamiento de rechazo hacia Francia, por no haber acudido en defensa de Polonia. Esa Francia de Luis Felipe, a la que terminará acomodándose por la inercia siempre ventajosa en lo artístico. Este Concierto nº 1, en Mi m. Op. 11(KK164-177) de 1830, fue estrenado en el Teatro Narodowski- Teatro Nacional- (Varsovia) por el propio autor, con la orquesta del ente, dirigida por Carlos Soliva. Obra que dispondrá de un orgánico de dos flautas, dos oboes, dos clarinetes, dos fagotes, cuatro trompas, dos trompetas y trombón, con timbales y cuerdas. Una obra con numeración equívoca ya que es posterior al Segundo, siendo ambos composiciones del mismo año. Claramente convencionales desde el punto de vista formal, sin renunciar a las influencias de maestros como J. Nepomuk Hummel, F. W. Kalkbrenner o Ignaz Moscheles, tema que el compositor pretenderá desmentir, en una misiva dirigida a Tytus Wojciechowski. Es verdad que el público parisino encontraría elementos en común con el Concierto en Do m. Op. 61, de Kalkbrenner, estrenado en 1824. El Allegro maestoso parte de una larga introducción  vigorosa, anotada como Maestoso que revela las pretensiones del concierto, hasta una secuencia de rápidos acordes en semicorcheas que nos trasladan a un nuevo episodio tranquillo y climático, concluyendo en una coda con un pasaje de trinos sobre la mano izquierda.  El Romance. Larghetto, para el autor, en acto confidencial, debía dejar la impresión de una romanza: No tiene que ser fuerte. Se trata de un romance tranquilo y melancólico que invita a pensar en un aire que evoca inabarcables recuerdos primaverales y efusivos. El Larghetto, elaborado sobre dos temas, es idóneo contrapunto por las evoluciones del teclado, con ornamentaciones estilizadas, facilitando una melodía arrebatada. El Rondo. Vivace, apunta a la Krakowiak, gran Rondó de concierto, en Fa M., para piano y orquesta Op. 14. Su pulso es similar, contando con los dos temas que se mueven bajo la indicación Vivace. La popular forma Krakowiak, aparece en virtuosísticas octavas sobre ritmos en forma de danza propuestos en toda su extensión por la orquesta como principal aliciente.

Sir Edwar Elgar- Variaciones Enigma, sobre una tema original, Op. 86, defensa a ultranza para su estreno de Hans Richter, en 1899, obra con una clave de sorpresa por dos enigmas, a partir de uno propio de seis compases en Sol m. (para cuerdas), acentuando los intervalos de tercera y séptima, para ampliar con cuatro compases en Sol M. El segundo enigma, quizás más eficiente a pesar de las sospechas provocadas, que afectarán a la serie de variaciones, resultando cada una, el pseudónimo de un compañero o dedicatario. La Primera variación (C.A.E.), es un retrato de Alice Elgar; la variación segunda (H.D. S.P.), está destinada a Hew David Stewart, pianista aficionado y tiene un aire de tocata. La tercera (R. B.T.), un talante de mazurka, en Re M., resulta un retrato de Richard Baxter Townshend. (W.H. B.), queda en el recuerdo de William Heath Baker, y manifiesta una idea vehemente. (R.P. A.), Richard Arnold, también gran melómano, muestra pinceladas humorísticas. Ysobel- sexta variación-, es dedicatoria a Isabel Fintton, intérprete de viola. Trote se destina a Arthur Troyte- Griffith, arquitecto y que musicalmente se realza por el juego de tres timbales.  (W. N.), se inspira en una ancestral melodía del XVIII y por una idea de su amiga Winifred Norbury. (Nimrod), es un sencillo Adagio, homenaje a August Johannes Jeager. (Dorabella), nos acerca a Cossì fan tutte, mozartiano. (G. R. S.), un retrato de G.R. Sinclair, organista de la Catedral de Hereford. (B.G. N.), un detalle para Basil G. Nevinson, chelista aficionado. La variación (XXX), titulada Romanza, nuevo retrato de una dama, tras un viaje marítimo en una travesía, con un protagonismo del clarinete que evoca Mar en calma y viaje feliz, de F. Mendelssohn, para completar con la cuadragésima variación  (E.D.U. ), preciso retrato del compositor, llamado Edoo, por su compañera. Un clima apoteósico, como no podrá ser menos, lleva las Variaciones Enigma al punto álgido.

Ramón García Balado

Rosa del Ciel, Monteverdi por Ars Atlántica, para el VI Ateneo Barroco, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela

Ars Atlantica

Comienzo del VI Ateneo Barroco en el Paraninfo da Universidade- día 2, a las 20´30 h-, con el protagonismo de un grupo veterano en esta cita, Ars Atlántica, dirigido por el arpista Manuel Vilas, tras la presentación de su reciente trabajo en cd el pasado lunes, de su labor de investigación dedicada a himnos en latín y quechua (siglos XVI/ XIX) Yaya Kuntur (Padre Condor) con charla incluida y la muestra de un arpa histórica del VIII, trabajo del luthier Javier Reyes de León, la tradición del Virreinato peruano, excelentemente expuesta por Manuel Vilas integran el grupo el arpista,  la soprano Roberta Invernizzi y el tenor Marcello Nardis, para un monográfico centrado en la figura de Claudio Monteverdi, especialmente en  el Orfeo. Ars Atlántica es una agrupación fundada en 2007, especializada en repertorios que se encuadran entre los siglos XVII y XVIII, con preferencia en atenciones a las temáticas ibéricas y latinoamericanas, tras haber realizado su presentación en el Palacio Contarini en Piazzolla Sul Brenta (Padova), con la colaboración de la  mezzo Marta Infante, destacando las peculiaridades de un estilo que se convertirá en patrón de identidad. Recordamos su presencia en el añorado Festival Via Stellae, con la ópera Rinaldo (G. F.Händel), en versión camerística  por el autor en el año 1711. Colaboró con el cuarteto vocal Vandalia, en la interpretación de tonos humanos polifónicos del barroco español titulado Hirviendo el mar, editado por BIS (2018), que supondría el beneficio de la beca otorgada por la Fundación BBVA, y que traería un nuevo proyecto dedicado a los grandes cancioneros del siglo XVII español, Cancionero de la sablonara.   

Manuel Vilas, siguió las docencias de Nuria Llopis y Mara Galasi, comenzando pronto sus colaboraciones con grupos como Al Ayre Español, Musica Ficta, La Spagnoleta, Ars Longa, Ensemble Elyma y otros señeros en el ámbito del barroco hispano. Especial atención merece su trabajo de investigación editado en formato cd, el Manuscrito Guerra, una recuperación que dormía el sueño de los justos hasta su labor impagable de su puesta en vida, gracias al interés mostrado por el sello NAXOS, una trayectoria de años e intenso trabajo, del que fueron compañeros de viaje cantantes que actualmente participan en ciclos como el presente, como es el caso de Roberta Invernizzi, especializada en estos repertorios tras sus años de estudio con Margareth Heyward, convirtiéndose en una especialsita en Händel y otros barrocos que macaron su carrera, de la que fue solista La Resurrezzione (Maria Magdalena), en la Opera de Versalles, Giulio Cesare, con la O. Age of Enlightenment; Flavia (Silla), en el Thèâtre des Champs Elysées o Adriano en Siria, ofrecida en el Teatro Real, de Madrid. En este amplio catálogo, aparecen los Monteverdi del Orfeo- Teatro alla Scala-, Il Ritorno de Ulisse in Patria, y óperas como Acis, Galathea e Polifemo (Händel), Statira (Cavalli) o Il Triunfo del Tempo e del Disigano. Marcello Nardis, tenor, fue asiduo en festivales recientes como La Fenice de Venecia, Teatro Donizetti (Bergamo), Carlo Felice (Génova), Maggio Musicale Fiorentino, Macerata Opera Festival, abarcando épocas y estilos que incluyen Arturo (Lucia di Lamermoor); La vida alegre (Raoul); Turandot (Pong); Falstaff, de Verdi, en Piacenza y Módena o Gianni Schichi, en la Arena (Verona). Su formación  musical le lleva a la Franz Liszt Hochschule (Weimar)  con Peter Schreier, y  el Mozarteum de  Salzburgo, con, tras un primer período como pianista.

El Orfeo de Claudio Monteverdi, acapara la sesión de la jornada, junto a otras piezas procedentes de un par de óperas, y madrigales del VII Libro de Madrigali (1619). Piezas como Zefiro torna- Scherzi musicali, 1643-, Rosa del Ciel, frontispicio del programa, de L´Orfeo (1607) y que también nos aporta de la misma ópera Vi ricorda o boschi ombrosi, un solo de Orfeo o el de Proserpina Signor que´ll infelice; el dúo de Melanto e Eurimaco (Il ritorno d´Ulisse in Patria, (1640). No menos señorío vendrá por L´incoronazzione di Poppea, con el seductor solo de Ottavia, Disprezzata Regina o el sobrecogedor final del dúo entre Poppea y Nerone, página que nos eleva a la más sublime dimensión de arrobo Por ti miro. Imposible no rendirse hasta el grado de entrega de la que darán el punto de gracia ambos cantantes. Del VII Libro di madrigali (1619), Soave  libertade y Tempo di cetra, con el complemento de Voglio di vita uscir (1632)

El estreno de Orfeo había tenido lugar en el Palacio ducal de Mantua, en la sala que fue modelo del estilo de vida de Margherita Gonzaga, viuda de Alfonso II d´Este y que dio razones a la instauración de la Academia de los Invaghitti, fundada por Cesare Gonzaga, hijo de Alessando Striggio y de la diva Virginia Vagnoli, artista que cultivaba la música y las artes por vocación. El éxito logrado le permitió volver a representarlo ya como favola, con gran placer para cuantos fueron partícipes de una experiencia tan innovadora, guardando memoria de algunos protagonistas como el castrato Giovanni Gualbertov Magli, al servicio de la corte Florentina; Francesco Rasi, noble de Arezzo, tenor, provenientes de la prestigiada escuela cacciniana de canto a solo affetuoso. En las  décadas finales del XVI, el carácter melódico arioso, de las partes polifónicas y del canto a solo, con acompañamiento instrumental, se había convertido en objeto de particular y creciente interés, en los círculos romanos, florentinos y ferrareses.

La práctica del canto a solo, vinculada a la improvisación o a géneros menores, se ennoblecía y transformaba en una técnica de un alto nivel artístico y expresivo, penetrando en ciertos círculos de la exclusiva aristocracia cultural en los que gozaba de un favor superior al otorgado a la polifonía tradicional. En Florencia, aquellos pujantes experimentos de segura consolidación hacia un inmediato futuro, los tanteos monódicos quedaron como una referencia con sólidos argumentos, que forjarían por necesidad un renovado humanismo, con la llamada  Seconda Prattica monteverdiana, que se fundamentaba a la armonía como no rectora. El compositor había puesto música a Arianna (1608) como prueba solemne después del triunfo supremo del Orfeo (1607), surgido en aquel citado ámbito íntimo de los Invaghitti.  L´Incoronazzioni di Poppea (1643), éxtasis de esta gala, sobre un texto de Gian Francesco Busanelli, quien ya había trabajado con Cavalli, fue una ópera para el Carnaval de 1643, destinada al Teatro Grimani en SS Giovanni e Paolo con la muy apreciada Anna Renzi, en el papel de Ottavia. El libreto se había escrito en el breve espacio de una semana, y la ópera llegó hasta nosotros en dos partituras, una de ellas conservada en Venecia (Biblioteca Nacionale Mariana) y la segunda se encuentra en Nápoles (Biblioteca del Conservatorio San Pietro a Maiella). Ambas no indican más que las líneas vocales y el bajo continuo. Las sinfonías y los ritornellos, se presentan en tres partes en el manuscrito veneciano y generalmente a cuatro en el napolitano.

Ramón García Balado

26/09/2024

Comienzo de curso en el CMUS, con la actuación de Isabel Rei Samartim, Carmen Ferreiro y Miguel Vizoso

 Conservatorio Profesional de Música de Santiago de Compostela

Heitor Villa-Lobos
 

Actividad de apertura del curso en el CMUS, con un concierto en su Auditorio y con entrada libre- día 1, a las 20´00 h-, con el concierto que ofrecerán la guitarrista Isabel Rei Samantim, la flautista Carmen  Ferreiro y el pianista Miguel Vizoso, que eligen una selección de obras de Paco Barreiro, Charles Marie Widor y  Heitor Villa-Lobos- con dos de sus composiciones-; piezas populares, en arreglo de Ernesto Campos, y tres danzas rumanas, de Béla Bartók, en el tratamiento del especialista holandés Peter Verhoyen. Tres piezas como Danza de palo  (Jocul cu bâta), Polca rumana (Poarga româeasca) y  Danza rápida (Manuntel), un músico que ejerce como flautista píccolo en la O. Sinfónica de Amberes y que fue cofundador del grupo Arco Baleno,  con el que llevó a registro obra como el Concerto Il gardelino (El jínguerillo) de A. Vivaldi y un trabajo dedicado a obras de W.A. Mozart, entre otros. Es profesor del Conservatorio de Amberes y de la Universität für Musik und Darstellende de Graz, además de dinamizar labores en el Collegium Instrumetale Brugese, con Patrick  Peire y con la Orquesta Novecento, que dirige Robert Cros. Intérpretes de esas piezas, serán la flautista Carmen Ferreiro y el pianista Miguel Vizoso.

Para iniciar sesión, tres piezas de Paco Barreiro: Laios do Forriolo, Agreste y Chuva de abril, instrumentista, compositor, arreglista, especialista en doblaje y miembro de la Asociación  Galega de Guitarristas, además de haber colaborado con artistas como Pilocha, Pedro Salmerón, Xose M. Conde, Mª Manuela, y grupos como Luada, Ollomol- Tanvia, CDG, Tranvía Teatro,  y Amamoura. En las artes escénicas, tuvo un importante protagonismo con Máscara 17 y es autor de un trabajo literario Beixos de lingoa, editado por Xerais. Destaca su registro para guitarra solista Dangerendón. Para continuar con el programa, Três peças galegas, en interpretación de Isabel Rei Samartim, arreglo de temas populares realizados por Ernesto Campos: Moinheira da Ponte Sampaio; Nom te namores, meninha y Ares da Ponte Vedra.

Heitor Villa-Lobos (1887/1959), compositor del que tendremos  la Bachiana Brasileira nº 5, en la interpretación de la flautista Carmen Fernández, flauta y la guitarrista Isabel Rei Samantím, ademád de la Suite para flauta y piano, en sus tiempos: Moderato, Scherzo, Romance y Final, de Charles Marie Widor. Villa- Lobos, calificado como el Rabelais de la música moderna, precisamente por su aportación a la renovación de la música brasileña, se le apreciará en muchos aspectos por su carrera y personalidad y la grandeza de su incansable atractivo y unidad orgánica, su espontaneidad y refinamiento, además del enfoque intuitivo de su música. Las Bachianas brasileiras, resultan el conjunto de nueve suites compuestas entre 1930 y 1945, para rendir homenaje a J.S. Bach. La mayor parte de los movimientos llevan títulos sugestivos de esa concepción barroca: Preludio, Aria o Fantasía. Suites que constan de dos movimientos (números 2, 3, 4, 5, 6 y 9); tres movimientos (la primera); cuatro movimientos (2, 3, 4, 7 y 8). Los diversos medios musicales elegidos reflejan la naturaleza de los materiales musicales, antes que un intento de reproducir conjuntos que fuesen comunes durante el período bachiano. A este respecto, Villa-Lobos siguió la práctica barroca de acomodarse a los medios musicales de que disponía.

Si se las compara con los choros, las Bachianas brasileiras, reflejan un vocabulario armónico mucho más tradicional y tonalmente orientado. El empleo de instrumentos aborígenes no está presente en las obras, pero la concepción de Villa-Lobos, aún se expresa en medios no tradicionales. Escasamente se usan melodías populares, siendo una excepción la nº 4,  que contiene citas de temas folklóricos, en el tercer movimiento, Aria (cantiga) y el último movimiento Danse (miudinho), una canción del Nordeste brasileño, miudinho, responde a los pasos de danza de la samba. Los años de madurez del compositor, fueron una época creciente reconocida internacionalmente, realizando su primer viaje a los Estados Unidos en 1944 y al año siguiente con su participación, el 22 de febrero, con la O.S. de Boston, en un concierto con obras propias, en el que incluía Rudêpoema y la Bachiana brasileira nº 7

Charles Marie Widor (1845/ 1937), compositor y organista francés, comenzó su carrera en Lyon, donde siendo muy joven fue nombrado organista, antes de trasladarse a Bruselas para estudiar bajo la dirección de Fétis y de Lemmens. En París, desde 1869, fue organista de Saint- Sulpice hasta 1933, ejerció la dirección en el Conservatorio de París y entre sus discípulos destacaron Ch. Tournemnire, H. Libert, L. Vierné y M. Dupré. La obra elegida es la Suite para flauta y piano Op. 34, de 1877

Isabel Rei Samartim, en Breve história da viola (violão) na Galiza, editado por Através, en 2021, comenta: Os recitais de solistas começaram a fazer-se no seio de eventos maiores, onde normalmente participavam conjuntos musicais e havia teatro, declamação e outros espectáculos, como jogos de magia ou malabarismo. Estes eventos eram organizados pelas sociedades filantrópicas que se fundam por todo o país, sustentadas pelas gentes operárias e a burguesia local. À margem das instituções estatais, estas sociedades costumam ser centros recreativos onde se estimula a educação artística do povo, Uma das primeiras de que temos notícia, é a Sociedade Filantrópico- Dramatica de Ribadeu que em 1835 se constitui, abre o Salão-Teatro da vila e financia uma academia de música. Em Compostela, o Teatro Principal e o Liceu da Juventude eram locais onde decorreram os primeiros recitais de guitarra de que temos noticía. Outra importante sociedade é o Circo de Artesãos da Corunha, onde se realizam também recitais com participação de guitarristas solistas.

A activiade concertística na primeira metade do século XIX assentará as bases do grande desenvolvimento na segunda metade, tanto da música de cámara e das orquestras de guitarras, quanto da quantidade e qualidade de recitais, de intérpretes, que nos visitam. Deste modo, da música em familia (Biedermeier), passa- se aos eventos organizados pelas sociedades filantrópicas e teatros, que continuarão ativos até ao século XX. Estes eventos com recitais de guitarra solista, de música de câmara e de orquestras, passam a organizar-se nos cafés, círculos mercantis e recreativos, liceus, casinos e ginásios e tertúlias.

Ramón García Balado

23/09/2024

asLan ensembLe: La bocca, I piedi, il suono, de S. Sciarrino, en Espazos Sonoros

 Porto do Son, A Coruña

 

El Edificio de actividades náuticas, de Porto do Son- recibe al cuarto de saxos asLan ensembLe- día 28, a las 19´00 h-, en las actividades de Espazos Sonoros,  para un programa monográfico dedicado a Salvatore Sciarrino, en su obra para cuarteto de saxos altos integrado por Alberto Matarredona Donat, Helena Otero Correa, Irene Rodríguez Ordiales y Silvia Sanagustín Samitier. El propio grupo se expresa en cuanto a la obra de Sciarrino, La bocca, I piedi, Il suono, como un trabajo compuesta en 1997, convertida definitivamente en obra primordial para el instrumento, como resultado de un compendio de ideas de uno de los creadores fundamentales del siglo XX. El silencio, la frontera entre lo audible y lo inaudible, la interacción con el movimiento son algunos de los conceptos donde Sciarrino pone el foco en el desarrollo de la propia música. Los saxos confluyen para formar una masa sonora, masas sonoras que actúan como una llamada, una revelación no solo para la propia escucha, sino también la ubicación en el espacio. Los solistas se sitúan en torno a los oyentes, recreando una sensación envolvente, creando diversos flujos de sonido entre lo visible y lo sonoro.

asLan EnsembLe, se formó en 2014, en el contexto de las masters del maestro Jean- Denis Michat, en el Conservatoire à Rayonement Regional (Lyon), cimentando un prestigio de una asentada proyección tras asistir a certámenes como Tempo Vivace (Palais Saint Jean de Lyon (2015); Músicas als Parcs i Jardins (Barcelona)- en dos ediciones-, y MUSAE- Música, en los Museos Estatales madrileños, como el del Traje (2018) o el Museo Sefardi de Toledo y el ARQUA (Cartagena). Cultivan en preferencia repertorios de la tradición occidental, en adaptaciones en coordinación con nuevos repertorios para ese estilo de cuarteto, respondiendo a encargos e invitaciones como la compositora Itziar Viloria, o el Festival Mixtur (2022) y el ciclo Out-Side.

Salvatore Sciarrino (1947), recurre al pasado con ecos tomados de la tradición de la que no excluye el gusto por el hedonismo sonoro, encontrando las posibilidades de la inspiración íntima del discurso desde sus propias entrañas. Un vanguardismo en el que sobresalen sonoridades aisladas, técnicas ampliadas, silencios frecuentes y el uso de citas irónicas, en una perceptible confrontación con los legados precedentes, destacando en buena medida una formación autodidáctica. Sus primeros trabajos se dieron a conocer en la Semana de Música Nueva (Palermo), tras asumir el rechazo de obras precedentes que quedarían como laboratorio de pruebas y así irán llegando la Sonata per  due pianoforte; la Berceuse per orquestra (1967/8), obras anteriores a su traslado a Roma, en donde se aventurará en las especialidades electroacústicas, en el Conservatorio Cherubini (Firenza).

La propia tradición sobre la que trabajaba, recibiría un trato casi de reliquia, siendo su escritura el resultado de trazos velados, como rechazo al sobrepeso de una presión agobiante, el tono decidido por el virtuosismo instrumental resultará un parámetro a  tener en cuenta. El compositor es el maestro por antonomasia de la fragilidad sonora, que se manifiesta de forma ostensible en el encaramiento de las grandes formas orquestales y el drama convencional- obras como Amore e Psiche; Aspern; Lohengrin- estrenada con aceptación en la Cité (Paris)-; Perseo ed Andromeda o Macbeth. En este aspecto que no interesa, en el que presta mayor atención al repertorio camerístico, resulta el suyo un discurso construido a base de sombras, de imágenes furtivas y de una tímbrica muy elaborada. Lo spazio inverso (flauta, clarinete, celesta, violín y chelo); Introduzzione all´oscurso- marcada por su trabajo de orfebrería sonora-; Vanitas, obra magna de su impulso creativo cuyo subtítulo: Natura morta in un atto per voce, chelo e pianoforte, ya prefigura un fuerte contenido dramático, cuasi operístico. La antigua forma del lied, está aquí al servicio de una idea ancestral de la cultura. Sciarrino no opta por la estética expresionista ni por la recreación en los valores fonéticos del texto.   De la levedad y fragilidad con que organiza sus materiales, nacen justamente obras con peso, el que desprende el magma sonoro que circula entre los finos hilos que vertebran el caso de Vanitas, y prácticamente todas las creaciones instrumentales de este gran autor, Del aligeramiento del material puesto en juego, se obtiene luego, en la escucha, la fuerte carga de profundidad que lleva dentro toda esa música. La despreocupación por la gran orquesta, y los gestos redundantes, obra en beneficio de un discurso no retórico, forjado a partir de una entidad tímbrica que configura el ideario de su paleta sonora. Obras como Perseo y Luci mie traditrici, la música se obtiene a partir de los sonidos que los personajes escuchan.

La bocca, I piedi, I suono, es esta pieza protagonizada por cuatro saxofonistas, resaltando la importancia protagonística de cada uno de ellos, en su motivación como invitación para el oyente. Composición llevada a registro sonoro en mayo de 2006, y que destaca en el conjunto de esas obras camerísticas como Minifuga su tre righe (composta con alcune lizenze) (1965); Un fruse o lungo tren´t anni- cuarteto de percusionistas-; …da un divertimento- para diez instrumentistas-; Arabesque- para 2 órganos de iglesia- o De la nuit, para piano. En este caso coincidimos con la composición de su ópera Da gelo a gelo (De un invierno a otro). Un concepto común en trabajos de interés sobrepasa la idea de transcripción prefiriendo recurrir al término elaboración.  Para el autor, esta obra puede considerarse como una iniciación al naturalismo contemporáneo, de la que el oyente cobra igualmente un destacado protagonismo. La bocca, I Piedi, il suono, compuesta en 1997, supone la composición casi de despedida mientras vivía una situación límite, obra que estará destinada a la reapertura del Teatro Chiaravalle, siendo solistas Leonardo Sbaffi, Marco Bontempo, Gianluca Pugnaloni y Daniele Berdini, formación que ostentaba el nombre de Lost  Cloud Quartett, de la que serían dedicatarios.

Ramón García Balado

 San Domingos de Bonaval, Santiago de Compostela Concierto para estas fechas con protagonismo del Coro Harmonía Stellae , que dirige Manue...